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SSB lranzuseguirácon elservicio de euskera a pesar de no estabilizarlo

La mancomunidad de lranzu decidió fijar a 9 de las 1O personas que trabajan eneste recursoexcluyendoa latécnica de euskera

La Mancomunidad del Servicio Social de Base de lranzu recibe una ayuda económica de Euskarabidea de 37.489 euros que subvenciona cerca del85% delservicio de euskera.

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En los próximos meses, 9 de las 1O personas que conforman la plantilla de la Mancomunidad del Servicio Social de Base lranzu dejarán de ser trabajadores temporales para, mediante concurso de méritos, pasar a ser personal laboral fijo, ajustándose así a la nueva normativa para la reducción de la temporalidad en el empleo público.

La única plaza que quedó fuera de esta próxima estabilización fue la de la técnica de euskera que, una vez cumplidos los seis meses de contrato, deberá ser sustituida por otra técnica de euskera.

La decisión la adoptó, a mediados de 2022, la Junta de la Mancomunidad del Servicio Social de Base de lranzu, representada por los municipios del Valle de Yerri, Villatuerta, Oteiza, Abárzuza, Guesálaz, Lezaun y Salinas de Oro, con una población total cercana a las 5.000 personas.

La decisión, respaldada por los ayuntamientos de Villatuerta, Oteiza, Abárzuza y Lezaun, pilló por sorpresa al resto de ayuntamientos que todavía hoy lamentan la decisión adoptada.

Desde el Ayuntamiento de Oteiza, su alcalde, Rubén Martínez Landa, molesto por la polémica que ha suscitado esta decisión, asegura que "nadie ha hablado de quitar el servicio, creo que lo necesitamos, pero las cuentas no cuadraban como para hacerle fija porque perderíamos la subvención que recibimos para este servicio de euskera". Pero no es la única razón. Para Rubén, "el SSB no es el lugar más apropiado para este servicio de euskera y pide paciencia para buscarle una ubicación concreta entre todos".

Lezaun es otro de los pueblos que rechazaron fijar este puesto en la Mancomunidad. "Había preocupación ante la pérdida de la subvención que recibimos para este servicio por lo que se decidió que no, aunque con la intención de seguir con este servicio", asegura su alcalde, Mikel Etxebeste.

Argumentos a favor

Al otro lado de la mesa se encuentran otros ayuntamiento como el del Valle de Yerri. "Hay quien ha argumentado falta de fon- dos", comenta Edorta Lezaun, alcalde del Valle de Yerri, "pero a través del técnico de euskera han llegado multitud de ayudas económicas, subvenciones e infinidad de actividades que han dinamizado nuestros pueblos. El anterior técnico dejó el puesto por esta decisión y ahora hay otra técnica que dentro de poco tendrá que irse también. Si no se estabiliza este servicio siempre estaremos en precario y es un recurso muy importante para la sociedad", asegura el alcalde del ayuntamiento más poblado. Desde este ayuntamiento trasladaron a Euskarabidea la pregunta de si perderían la subvención para este servicio y desde el Instituto Navarro del Euskera les respondieron que «la estabilización de la plaza en un servicio técnico de euskera en fase de creación o consolidación no conllevaría la pérdida del acceso a la subvención por estar contemplado en el punto 6.4 para la modalidad de creación y consolidación de servicios técnicos de euskera».

Edorta Lezaun, alcalde de Oteiza

"Con voluntad política se podría hacer, pero no se ha querido" añade Edorta. "Cualquier actividad que surge de ese puesto vale mucho más que el coste de la trabajadora. Es mucho más lo que arriesgamos que lo que nos ahorramos sin fijar esa plaza y además, están en una situación de permanente incertidumbre y eso no es de recibo", asegura Edorta.

Una opinión compartida por la alcaldesa de Guesalaz, Raquel Muñoz Lamoneda, que lo considera "un servicio fundamental para reactivar en el territorio una lengua que en ocasiones ha sido olvidada y reprimida, y hay ayuntamientos que lo ven como un mero servicio de traducción".

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