RESUMEN
De todos los seres vivos el ser humano es el único ser racional, sin embargo, no faltan situaciones en las que el ser humano actúa arrebatado por sus emociones, sin que prácticamente su naturaleza racional haga algo para impedirlo, como cuando alguien se deja llevar por la ira o por un ataque de pánico. Esto es así porque cada uno de nosotros tiene 2 mentes distintas: una racional y otra emocional, una que piensa y otra que siente. Como seres humanos poseemos tanto mente emocional como mente racional. La mente racional está relacionada con nuestra capa de emitir pensamientos manera lógica y analítica. Es un proceso en el cual somos totalmente conscientes. En contraste tenemos la inteligencia emocional, encargada de nuestros impulsos y sentimientos. Nuestras emociones han sido un legado que nos han dejado nuestros antepasados a través de miles de años de evolución. Nuestros más primitivos ancestros solo poseían cerebro reptiliano y cerebro límbico. Tiempo después se desarrolló la neo corteza, la cual es responsable de nuestra parte racional. Eso explica porque hay tanta relación entre nuestros pensamientos y sentimientos, los cuales cuando operan en armonía nos ayudan a tomar mejores decisiones y a tener comportamientos más asertivos. Sin embargo, debido a esa estrecha relación que existe entre nuestra parte racional y emocional, en ocasiones se produce lo que se denomina secuestro neuronal, donde nuestro cerebro límbico, encargado de nuestras emociones escapa de controlar nuestra racionalidad. Es por ello que a veces impulsados únicamente por nuestras emociones, tenemos comportamientos totalmente irracionales. Como por ejemplo, insultar, gritar e incluso golpear a alguien por la ira. Es por ello que controlar nuestras emociones es un factor fundamental y determinante para tener resultados satisfactorios en muchos aspectos de nuestra vida.
Funcionan de forma relativamente independiente, aunque están interrelacionadas. Con frecuencia las dos mentes mantienen una adecuada coordinación, haciendo que los sentimientos condicionen y enriquezcan los pensamientos en la persona. Pero a veces no es así, un estímulo con una fuerte carga emocional puede provocar una reacción que secuestre a la mente racional y deje que las emociones guíen nuestra conducta. Estas reacciones emocionales pueden salvarnos la vida. Por ejemplo, cuando alguien impulsado por la ira se enfrenta con energía y violencia a un peligro o a un enemigo para salvar su integridad, o llevado por el miedo huye para evitar un enfrentamiento con peores consecuencias. En algunos casos, ponerse a pensar y analizar la cuestión en el momento de peligro podría significar la muerte, pero las emociones también pueden llevar a comportamientos desproporcionados e indeseables, como un ataque de cólera que conduce a un homicidio, o al menos llevarnos a situaciones en las que nunca hubiéramos querido encontrarnos si lo pensáramos. Por ejemplo, tener una acalorada discusión con nuestro jefe y acabar insultándole perdiendo el empleo, o
hablando con nuestra pareja y decirle palabras hirientes, deteriorando así nuestra relación con ella.
Según Daniel Goleman la inteligencia emocional es la capacidad para conocer y controlar emociones propias y ajenas con el fin de obtener determinados fines. También es la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar los estados emocionales en uno mismo y en los demás. No se trata de ahogar las emociones, sino de dirigirlas y equilibrarlas. Por su parte el coeficiente intelectual determina lo que sabe un ejecutivo y hasta puede permitirle entrar en una organización. Pero la inteligencia emocional determina lo que hará, también le permitirá crecer en esa organización y convertirse en líder. Tal
como sucede con las matemáticas o la lectura, la vida emocional es algo que puede dominar con mayor o menor eficacia. Esta nueva perspectiva demuestra que nuestro coeficiente intelectual no es el único factor clave que determina éxitos futuros, ya que la inteligencia emocional puede llegar a ser incluso ms importante. Tener inteligencia emocional tiene cinco pilares fundamentales. El primero de ellos es entender nuestras propias emociones, donde tenemos que reconocer que son sentimientos, ser conscientes de nuestro estado anímico y saber lo que lo está provocando. El segundo es manejar nuestras emociones, es decir, saber controlar y tener comportamientos asertivos cuando una emoción emerge. El tercer factor es la motivación, es uno de los más importantes y tiene que ver con la capacidad de estar motivado y persistir a pesar de no conseguir los resultados deseados. También tiene relación con la capacidad de evitar la gratificación inmediata. El cuarto pilar fundamental es la habilidad para reconocer las emociones de los demás. Esto es denominado empatía. Y por último tenemos la capacidad para administrar tus relaciones con los demás.
La inteligencia emocional se puede y se debe desarrollar. Podemos desarrollar esta capacidad enfocándonos en cinco cualidades principales: -Conciencia de uno mismo.- aprende a reconocer los propios sentimientos, emociones o estado de ánimo. -Controlar las emociones.- Si aprendemos a reconocer las propias emociones, a partir de allí podemos controlarlas, y podremos modificar los estados de ánimo desfavorables. Por ejemplo, si somos consientes de nuestro mal humor, podremos tratar de evitar conductas indeseables, como hablarle a alguien a gritos o con palabras poco respetuosas. Si somos consientes que estamos enfadados o de que padecemos cierta ansiedad o estamos deprimidos, podremos decidir hacer algo al respecto para que nuestro estado de ánimo no nos domine y podremos hacer mucho. Podemos interpretar la situación de una manera mas positiva, fijándonos en lo que de verdad hay de bueno en una situación concreta y considerar las cosas desde otro ángulo. Podemos también distanciarnos de la situación que nos causa ese estado de ánimo y buscar un espacio y un rato para estar con nosotros mismos y obtener serenidad sin llegar al aislamiento prolongado. Otro buen recurso es buscar una distracción, tratar de hacer una cosa que nos haga olvidarnos de aquello que nos provoca ese enfado, ansiedad o ánimo bajo. A veces es suficiente con cambiar de escenario y salir a dar un paseo a pie. Otra opción interesante son las técnicas de relajación, la respiración profunda o la meditación, que pueden ayudarnos con algo de práctica regular. -Motivación.- Que distingue a un trabajador sobresaliente de otro mediado. Si comparamos a dos personas con capacidades innatas equivalentes, una de las cuales se encuentra en lo más alto de su carrera, mientras que la otra se codea con la masa en un nivel de mediocridad, veremos que la principal diferencia se encuentra en aspectos emocionales, como el entusiasmo y la perseverancia. Estos aspectos están ligados a la motivación. Las personas estamos capacitadas para auto motivarnos. Es decir, para inducirnos a nosotros mismos motivaciones y, estados de ánimo positivos, como la confianza, el entusiasmo y el optimismo. Podemos desarrollar nuestras capacidades para ponerlas a prueba y mejorarlas, para tener una mayor confianza. Disfrutar también de lo que hacemos, alimentando el entusiasmo por nuestro trabajo y tratar de mirar las cosas desde un punto de vista mas positivo, fomentando el optimismo.
Todo esto nos ayudará a motivarnos y a ser persistentes en nuestros objetivos, a pesar de los va y vienes de nuestro estado de ánimo.
-Controlar los impulsos.- En los años 60 se llevó a cabo una investigación en la Universidad de Stanford, conocida como el test de las golosinas. Se reunió un grupo de niños de 4 años, delante de cada uno de ellos se colocó una golosina. A los niños se les explico que podían comérsela inmediatamente si esperaban 20 minutos para hacerlo, entonces conseguirían dos golosinas. Algunos niños se comieron inmediatamente la golosina mientras otros esperaron los 20 minutos para obtener su recompensa. Doce años después, al hacer un seguimiento de los niños que participaron en el estudio, se demostró que los niños que habían logrado el impulso de comerse inmediatamente la golosina, eran mas competentes socialmente, mas emprendedores y mas capaces de afrontar las frustraciones de la vida. Podremos aprender a controlar los impulsos si somos consientes de como reaccionamos en las diversas
situaciones de la vida. De esta forma podremos aplazar o reconducir nuestros impulsos de forma más beneficiosa. Sociabilidad.- Podemos desarrollar la habilidad de interpretar las señales emocionales de los demás. Cuando más hábiles seamos en esto, mejor controlaremos las que nosotros mismos trasmitimos. Un profesional puede tener varios conocimientos sobre su materia, y mantener también un alto coeficiente intelectual, pero si no sabe relacionarse con los demás, posiblemente tener amigos, sus posibilidades de éxito se verán muy reducidas, y al revés, si esa persona desarrolla su inteligencia emocional y aplica sus habilidades, podrá situarse de forma favorable en muy diversos campos de la vida, desde las relaciones personales, familiares y el gobierno, hasta comprender las reglas no escritas que determinan el éxito en el ámbito profesional concreto.
La inteligencia emocional no es un parámetro fijado desde el nacimiento, todos pueden desarrollarla si cultivan las habilidades y recursos adecuados.
SÍNTESIS Según la Editorial Kairos “En su libro Goleman expone la situación de la psicología de su época, presenta la conducta de los individuos y como es que afecta a la sociedad. Vive en una época donde hay una creciente pérdida de control de las emociones y gracias a sus experiencias como redactor en el periódico The New York Times, y como psicólogo elabora un plan detallado y perfecto para aprender a controlar las emociones. La explicación de las emociones se encuentra en el libro, enseña como controlaras y como acabar con las malas (como las emociones toxicas: la ira, el estrés, la depresión). Tener sentimientos positivos ayuda a tener una buena salud en todos los aspectos, así como el valor de las relaciones interpersonales. Indica cómo desarrollar la empatía pues es una cualidad muy valiosa para la relación con las personas y nuestro desenvolvimiento social, así si estamos bien con los demás nos sentimos bien personalmente pues la relación que tengamos con lo demás tiene consecuencias muy marcadas e importantes en nuestra vida como individuos y sociedad. Apoyado de ejemplos cotidianos, el libro es un universo de lo que está relacionado con las emociones humanas, dota de conocimientos claves para hallar la correcta aplicación de la capacidad humana para sentir y pensar. Apoyado de ejemplos cotidianos, el libro es un universo de lo que está relacionado con las emociones humanas, dota de conocimientos claves para hallar la correcta aplicación de la capacidad humana para sentir y pensar”.