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CULTURA
JUDITH AMADOR TELLO
Al cuestionarse por qué ante el mismo virus una persona puede mantenerse asintomática, otra enfermar y otra morir, el doctor Paul Hersch Martínez, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), plantea la necesidad de entender a la salud como un derecho de la ciudadanía y no como oportunidad mercantil.
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Vía correo electrónico, el médico egresado de la Universidad Autónoma Metropolitana, diplomado en Fitoterapia Clínica por la Université de Montpellier, Francia, y doctor en Ciencias Sociales y Salud por la Universidad de Barcelona, España, expone cuál es la función de la medicina social y advierte que, además del covid-19, la verdadera pandemia es la exclusión y la desigualdad.
Para explicar el concepto de medicina social se remite al trabajo del médico alemán Rudolf Virchow (Prusia, 1821-Berlín, 1902), quien a mediados del siglo XIX “puso de relieve la dimensión social y política que subyace en las enfermedades y las muertes, al grado de plantear desde entonces, y ante ejemplos muy concretos de poblaciones afectadas, que la medicina es política”.
Enfatiza:
“La medicina social es una perspectiva que pone de relieve la determinación social de la salud y la causalidad estructural del daño evitable… Muchos son los trabajos que han consolidado la perspectiva y la corriente de pensamiento crítico de la medicina social y la salud colectiva, en particular en América Latina, ante el enfoque aún dominante de considerar de manera reduccionista que la enfermedad y la salud son asuntos meramente biológicos y ajenos a las dinámicas de exclusión, desigualdad, racismo, machismo y subciudadanía que subyacen en los problemas de salud de las colectividades, y cuya superación es el único camino a la salud.”
Se le pregunta cómo puede contribuir esa perspectiva de medicina social en estos momentos de crisis por la pandemia del coronavirus. En primer término –destaca–, no debe banalizarse ni ignorarse sino entenderla en su contexto más amplio, considerando que, como cualquier otra crisis, está poniendo de relieve las contradicciones y posibilidades de los individuos y las sociedades.
Como ejemplo detalla que no es lo mismo el confinamiento en casa para un empresario (que dispone de los recursos necesarios) o para un investigador (con Mizael Contreras
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Medicina social contra el mercantilismo
su salario asegurado), que para 60% de los mexicanos en la economía informal. Este hecho muestra no sólo la precariedad del empleo, sino la desigualdad social:
“Una perspectiva más integral derivaría en reconocer que la verdadera pandemia es la exclusión y la desigualdad, lo que pasa es que enferma y mata a través de diversos procesos. Una perspectiva de medicina social apunta entonces a preguntar cuál es la causa y, sin desdeñar las medidas concretas de respuesta que demanda el principio precautorio ante cualquier enfermedad, ver, a través de la contingencia, los procesos que potencializan el efecto patogénico de esa enfermedad, como es el caso, ahora, de las condiciones diferenciales de vida, de trabajo y ambientales que hacen que, ante un mismo virus como el covid-19, una persona se mantenga asintomática, otra se enferme y otra se muera. No es que sean ocurrentes: esa diferencia
nos refleja en mucho –apunta– a nuestra sociedad. No es un asunto de ideología, sino de análisis objetivo de contextos.”
Autor de libros como Introducción a la Medicina Social y Salud Pública en conjunto , con el doctor Fernando Mora; Destino Común. Los recolectores y su flora medicinal; y Plantas Medicinales: relato de una posibilidad confiscada, publicó en julio de 2019 Afecciones en juego. Remedios anunciados en “El País” de 1909 a 1914 , en cuya introducción advierte que el capital suele convertir todo en negocio, incluso la salud. Se le pregunta si eso está ocurriendo también frente a la pandemia:
“En estos momentos se hacen visibles rasgos de todo tipo. La búsqueda por descubrir la vacuna es un esfuerzo legítimo, una necesidad y un reto, y a la vez es una carrera por un jugoso mercado.”
Añade que lo que priva en los sistemas de salud pública precarizados, como el que domina en Estados Unidos, la regla
Al exponer cuál es la función de este concepto, el doctor por la UAM, sociólogo egresado de la Universidad de Barcelona e investigador del INAH Paul Hersch, advierte que, con el covid-19, la verdadera pandemia es la exclusión y la desigualdad, cuya superación es el único camino a la salud. Pondera los beneficios de la herbolaria mexicana, dice que es el momento de revisar las alianzas del gobierno con el ámbito privado, y que ésta es la oportunidad “para recuperar el pensamiento crítico en salud”, ante el enfoque aún dominante del lucro, pues el capital suele convertir todo en negocio.
Guía de solidaridad comunitaria
JUDITH AMADOR TELLO
Evitar el pánico, la desinformación y la apatía es uno de los propósitos de la guía “Información básica sobre la infección por coronavirus y cómo cuidarnos de forma solidaria”, elaborada por un grupo de médicos que trabajan con comunidades de diferentes puntos del país, y que ha comenzado a circular en internet.
En entrevista telefónica, la urgencióloga Mandeep Dhillon, integrante de la Brigada de Salud Comunitaria 43, explica que el documento de ocho páginas se elaboró hace unas tres semanas, cuando si bien la incidencia de casos de infectados en México aún era baja, en el panorama internacional la situación era preocupante.
Su fin es contribuir a la difusión del tema y de las medidas indispensables para la prevención, especialmente en comunidades y lugares donde la cobertura de salud no es adecuada. La información está puesta en términos sencillos, sin perder la esencia sobre la necesidad de seguir recomendaciones, como el lavado de manos o la distancia entre personas, considerando que no todas las comunidades tienen acceso al agua, por ejemplo, y que dentro de esa distancia se puede ser solidario con quienes requieren ayuda.
Inicia por advertir que el coronavirus no es un hecho inventado, hay miles de casos y de muertes debido a la infección en el mundo. Y aclara que la intención no es alarmar, sino ayudar a “tomar nuestra salud y la salud de nuestras redes de apoyo y nuestras comunidades en nuestras manos, aquí en México”, dado que el sector oficial de la salud “se encuentra rebasado”.
Destaca entonces la importancia de la solidaridad comunitaria, pues generalmente las instituciones promueven acciones individuales y hacen sentir “culpa individual”. La guía, en cambio, busca evitar el pánico, la apatía y la idea de que las soluciones vendrán de fuera.
Fue elaborada por las doctoras Dhillon, Eva Tovar Hirashima (urgencióloga, directora médica de Cruz Roja en Tijuana, y colabo radora con el Albergue Tochan), y Patricia González Zúñiga (médica y directora del Wound Clinic), y el doctor José Raymundo Díaz Taboada (médico e integrante del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad).
Tiene una breve introducción y cinco apartados: “Características del virus”, en donde se expone desde su nombre técnico, posibilidades de contagio, tiempo de incubación y de
aparición de los síntomas, la importancia de toser o estornudar en la forma adecuada, la distancia entre personas (dos metros) y el lavado de manos, entre otras medidas.
Otros apartados son “Cuidados personales”, considerados los más efectivos, donde se habla de quedarse en casa cuando se tiene la posibilidad; “Recomendaciones si crees tener la infección”, que incluye los números a los cuales marcar. Asimismo “Formas de involucrarse y construir el apoyo mutuo ante covid-19 de manera más segura”, en el cual se habla precisamente de que el miedo o pánico no debe romper con las redes de apoyo mutuo y solidario, sino al contrario, “este es un momento clave”.
Hay que recordar –se subraya– que no se trata sólo de “un asunto ‘médico’ sino altamente político y social” y habrá gente que pierda o ya perdió su empleo, que no puede dejar de trabajar o se enfermará por su tipo de trabajo y no puede salir a comprar insumos, alimentos, medicamento.
La última sección es “Recomendaciones para quienes cuidan la salud de otras/os”. La guía puede consultarse en https://www. educaoaxaca.org/guia-sobre-la-infeccionpor-coronavirus-y-como-cuidarnos-de-forma-solidaria/, la página de Servicios para una Educación Alternativa AC, (Educa), y educaoaxaca.org. La doctora Dhillon dice que quienes tengan acceso a ella vía electrónica pueden imprimirla, “la esperanza es que quienes quieran la tomen y le den el uso necesario”. Pide a cambio que la información no se altere y se considere que en los próximos días y semanas irá saliendo nueva información y datos en torno al covid-19 en el mundo. O
que preside el ejercicio de la medicina es “sálvese quien pueda”. Y se hace evidente con las camas de hospital y ventiladores que se distribuyen en forma diferencial en función de los recursos económicos del afectado:
“Eso ningún virus lo puede cambiar, igual que la susceptibilidad diferencial de los cuerpos de las personas, reflejo directo de su condición de clase. Es por eso por lo que, si entendemos a la salud como derecho de ciudadanía y no como oportunidad mercantil, y si ese entendimiento deja de serlo para impactar de manera concreta la operación de las políticas públicas en este país, entonces la reflexión a partir de la crisis del covid-19 tiene algún sentido.”
Escuchar a expertos
–¿Cuáles son las respuestas que debe dar la salud pública? –Como principio de salud pública y por ello también política, el titular del Ejecutivo debe atender con prudencia y sensatez al saber experto con el que cuenta el Estado. No hacerlo confunde y alimenta la desinformación. Se requiere silencio para poder escuchar, y no banalizar la situación, ni hacer declaraciones equívocas o francamente contradictorias. Hay una lógica sensata en las medidas actuales que preconiza la Secretaría de Salud. Se requiere disciplina en las medidas y disciplina en el mensaje, ante las legiones de epidemiólogos, virólogos y sanitaristas improvisados, autohabilitados como tales, opinadores, que pontifican sin piedad.
Debe haber sentido común, prudencia y sensatez en la Presidencia, y enfatiza la atención a los especialistas:
“La respuesta desde la salud pública es, en el largo plazo, la de una oportunidad para recuperar el pensamiento crítico en salud y levantar la mira hacia el tipo de sociedad que necesitamos construir desde esta crisis para enfrentar la pandemia, no sólo de la exclusión y la desigualdad referida, sino de la muy ominosa ya del cambio climático”. –¿El Estado puede exigirle algo al ámbito privado de la salud? –Una noticia reciente apunta que las empresas que se oponen al etiquetado informativo de los alimentos que producen (en un país con el escandaloso índice de obesidad que tenemos) pretenden que se postergue con el pretexto del covid-19. Ese es precisamente un ejemplo de lo que el Estado no debe
Germán Canseco
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permitir. Es el momento de llamar a una revisión general del sentido y del alcance de los servicios de salud.
Agrega:
“No veo cómo se puede pedir al ámbito privado que deje de llevar a cabo la mercantilización de la salud y de la curación, cuando ése es el sentido que lo mueve en este campo. Más bien sería el momento de poner a revisión sus alianzas con ese ámbito privado y de inaugurar las alianzas que no se ven con los damnificados crónicos de este país, y en este sentido los temas y problemas de salud, en su análisis, constituyen un campo promisorio. Eso no se puede dar si persiste algo que no ha cambiado: la irritación de la clase política ante los procesos de participación social.”
Especialista también en medicina tradicional y herbolaria (ha estado al frente del Jardín Etnobotánico del INAH) y
Hersch. La salud es colectiva
miembro del Sistema Nacional de Investigadores, Hersch publicó en el ensayo “De hierbas y herbolarios en el México actual” (Arqueología Mexicana, septiembre-octubre 1999):
“En el uso empírico de la flora medicinal se expresan no sólo la diversidad natural y cultural de México, sino también la inventiva y riqueza del saber popular. La herbolaria mexicana sigue esperando condiciones para revelar su potencial y atender a la población en función de sus necesidades y no de requerimientos mercantiles.” –¿Cuáles son las aportaciones que la Fitoterapia podría hacer en la lucha contra esta pandemia? –Algo que se puede comentar es que entre las medidas preconizadas respecto al covid-19 que se plantean centralmente, y con toda pertinencia, están los procedi
ROBERTO PONCE E n estas épocas de epidemia y confinamiento, la metodología denominada “Verticalízmo” (así, con acento) para crear pequeños huertos sustentables en la azotea de los inmuebles o las casas, creada por el músico y editor Fausto Arrellín, podría beneficiar a los habitantes de las ciudades para su auto-sobrevivencia.
“Una de las cosas importantes del Verticalízmo es precisamente la independencia alimentaria con base en el conocimiento científico real de la agricultura, el reciclaje y la ecología. Lo que hace el Verticalízmo es la reutilización de los deshechos inorgánicos, orgánicos y otros; consecuentemente, la producción de plantas o la elaboración de jardines estéticos verticales ya serían algunos de sus múltiples productos resultantes.”
Reconocido por ser el líder del conjunto de rock Quál (que “electrificó” al rupestre Rockdrigo, también inventor, por cierto, hasta su muerte en los sismos de 1985), Arrellín tuvo la idea del Verticalízmo trabajando el reciclado de la basura “en la selva de concreto y del esmog”: (https://youtu. be/8AQgfAG8xtY).
Cita una máxima ecológica: “La basura no existe, sólo es materia fuera de su lugar”. Tomando en cuenta que en la Ciudad de México 50% de la basura que se produce es material orgánico, “utilizarla para alimentar nuestras plantas es lo más lógico que pudiéramos pensar”, manifiesta Fausto en su tratado El Verticalízmo. Una opción de cultivos urbanos (https://cozomatli.wordpress.com/2016/11/01/el-verticalizmo-una-opcion-de-cultivos-urbanos/, Angelito Editores © 2009):
Lo ilógico es saquear el ya bastante deteriorado ambiente de alrededor de las ciudades, donde además de matar los árboles con la contaminación, se les roba el sustrato fértil que requieren para nutrirse a sí mismos. Nuestro país es un desbarajuste en esto de la utilización de los desechos, al igual que en muchas otras cosas, como la impartición de la justicia o el desarrollo social. Pensar que haya alguien que no seamos nosotros capaz e interesado en resolverlas, es sentenciarnos a una muerte inminente…
La aportación de Fausto Arrellín es que cada habitante urbano pueda hacer su huerto en la azotea de la casa donde vive, sin causar sobrepeso a las estructuras, ahorrando gastos y reduciendo 80% de su basura.
“Y si lo haces, vas a enriquecer tus co- “Verticalízmo”, huertos urbanos en casa Arrellín. Reciclaje alimentario
Cantú. El del IMSS, símbolo protector
mientos de protección contra el contagio: lavarse correctamente las manos, la distancia entre personas, el cuidado en el estornudo y en la disposición de pañuelos, el no exponerse a aglomeraciones, la reclusión, el cubrebocas en su caso, etcétera. Sin embargo, se pasa por alto la pertinencia de medidas que ayuden a incrementar la respuesta del organismo en sí mismo. Hay plantas medicinales que tienen pertinencia en este sentido.
C omparte un documento de medidas complementarias para fortalecer el sistema inmune del Programa Actores Sociales de la Flora Medicinal en México, del INAHMorelos, que aunque “son bastante conocidas por la población, no son cuidadas de manera suficiente”:
Alimentarse bien, hidratarse adecuadamente, dormir ocho horas diarias y evitar desvelarse, tomar baños de sol, ejercitarse, realizar acciones para liberar el estrés, llevar el control adecuado de enfermedades como diabetes, bronquitis e hipertensión. Agrega la receta de una tisana y la bibliografía en la cual se sustentan las medidas. O
nocimientos sobre la física y la química para controlar mucho de lo que quieras sembrar, porque no vas a necesitar insecticidas, que son lo que más contamina a los alimentos. Al control de humedad, temperatura y espacio, pasas a utilizar menos agua de la que se gasta en cultivos tradicionales; vas a realizar cultivos más limpios que no te generarán plagas, y cosecharás alimentos más sanos.”
Son métodos de recolección rápidos, en una suerte de micro invernaderos, añade el entrevistado desde su hogar sustentable a las afueras de la capital en la ruta norteña rumbo a Querétaro.
El hogar por venir
Con lenguaje desparpajado, Fausto Arrellín apunta que uno de los logros trascendentales de su invento Verticalízmo fue la construcción del Huerto Ecodidacta en la Delegación Tlalpan, hacia febrero de 2014.
A Tlalpan no le costó ni un quinto; sólo le pidió Fausto al entonces delegado Héctor Hugo Hernández, del PRD, ayuda con personal para la construcción y los talleres ecodidácticos (https://youtu.be/yqN6tTlYBig).
Fueron dos huertos, según publicó Notimex el 2 de mayo de 2015:
Como parte de las actividades alternativas que promueven el cuidado del medioambiente, la delegación Tlalpan abrió el segundo Huerto Ecodidáctico ubicado en el Parque Lúdico Macondo… vecinos y visitantes podrán acceder a cursos y talleres enfocados a contribuir en la producción de hortalizas, plantas de uso medicinal y ornamental de autoconsumo, libres de fertilizantes artificiales y plaguicidas industriales… las familias en Tlalpan también aprenderán técnicas para el cultivo de un huerto urbano y de traspatio en espacios reducidos, jardines verticales y arbolado urbano, el uso de estufas solares para el ahorro de energía… El primer Huerto Ecodidáctico fue inaugurado en febrero pasado en las instalaciones de la dirección de Ecología y Desarrollo Sustentable, ubicado en Juárez 68, Tlalpan Centro, con el objetivo de promover la seguridad alimentaria a través de diferentes técnicas de cultivo… En los talleres se enseña a germinar, cultivar, trasplantar y nutrir hortalizas y plantas con diversos usos, aprovechar los espacios con la finalidad no sólo de producir, sino de mejorar el entorno urbano, unidades habitacionales, oficinas, azoteas, entre otros.
El cantautor se remonta a la historia de México, tema que domina:
“Fundada hace casi 700 años, Tenochtitlán, actualmente llamada Ciudad de México, nació dentro de una gigantesca laguna. De manera paciente sus pobladores aprendieron a sobrevivir en medio de apremiantes dificultades, al grado de integrarse a su entorno y modificarlo sin lastimarlo. Desarrollaron un sistema de cultivo, las chinampas, que les permitió hacer crecer un pueblo fuerte y una sólida cultura”.
Un habilidoso ancestro amablemente le enseñó a manufacturar una moderna chinampa, la “Chinampa Verticalízta”, con un soporte de carrizo. Muestra una foto donde al fondo se le ve atar botellas cerradas de PET (polietilentereftalato, tipo de plástico muy utilizado en los refrescos que el Verticalízmo utiliza como una importante herramienta de su sistema). El proceso de reciclaje PET lo explica Fausto al detalle en varios videos (https://youtu. be/01VYUDGXnvs ). Y concluye previendo el mundo futuro: “A la caída de la gran Tenochtitlan, la lucha por desecar el lago natural sólo consiguió chocar contra la naturaleza. Los vientos siguen atrayendo las nubes y la precipitación pluvial sigue siendo copiosa cada temporada…
“El Verticalízmo propone un eficaz sistema de administración de agua, sumamente económico y que nos permitirá alimentar adecuadamente a nuestras plantas sin derroche. Consiste en que cada usuario controle directamente la cantidad de agua que necesita cada planta, utilizando el rústico sistema de goteo o simplemente alguna botella con administrador de líquidos, de esos que arrastra el viento en cualquier avenida de la gran ciudad. Mientras que el acondicionamiento de una azotea para convertirla en jardín de cactus y plantas suculentas cuesta alrededor de los 3 mil pesos por metro cuadrado, en el caso de un ‘Cultivo Verticalízta’, no cuesta nada.
“Es el cambio del mañana, hoy.” O