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Bellas Rarezas Quiméricas
La fotografía macro abre un nuevo e interesante panorama dentro del proyecto ya que, como lo sueños, este
tipo de foto nos permite apreciar detalles que están ahí pero que a simple vista no pueden ser observados
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con detención y detalle, dejándome hacer de la realidad, algo abstracto a través de las propiedades de la
fotografía macro. La abstracción como rol principal en esta serie se debe a que como bien fue mencionado
antes, hay sueños fugaces que nos dejan recuerdos difusos, que rara vez logramos reconstruir en nuestra
imaginación, de no ser así solo son ideas abstractas que morirán con el pasar del tiempo y luego serán ol-
vidadas. La fotografía es abstracta porque los recuerdos de sueños también lo son, ya que en ellos abunda
el misterio, lo sin sentido, y lo incomprensible. Es por eso que expandir los recursos fotográficos con la
técnica macro permite a lograr un resultado más óptimo y cercano a lo que deseo plasmar y crear a través
de la fotografía ya que es lo suficiente versátil para dejarme un mundo abierto de ideas y posibilidades.
Por último el capítulo llamado “Bellas Rarezas Quiméricas” se centra en los sueños agradables, raros y
profundos que se producen como por ejemplo: al dormir con mucho sueño, abrigado en noches frías, o
cualquier tipo de placer para mi cuerpo que me hiciera sentir cómodo y a gusto, dando por resultado sue-
ños con lugares raros y las maravillas del mundo onírico, ya sean paisajes maravillosos, fantásticos y hasta
incoherentes, como sitios extraños e indescriptibles a simple vista que carecen de sentido y en los que abun-
da el surrealismo, desenvolviéndose en elementos estéticos que quitan literalidad, simpleza y coherencia a
la foto, convirtiéndose en piezas que de alguna manera narran como el mundo onírico puede tener sus en-
cantos, bellezas, misterios, perturbaciones, incluso atrocidades. Fotografías las cuales en fueron posibles en
su mayoría gracias al desarrollo digital de estas, otorgando más flexibilidad en lo que es el fotomontaje y sus
derivados gracias a las libertades creativas que esta práctica dispone, ya sea como quitar o añadir nuevos ele-
mentos en un plano, recortar, alterar, crear desde cero, moldear perspectivas, contrastar elementos, pintar,
hasta modificar la naturaleza propia de algún elemento. Así creando escenarios que en el mundo real sería
bastante difícil ver, pero que podemos ver gráficamente en una imagen gracias a la ayuda de la tecnología y
derivados programas de edición como lo son Photoshop que nos brinda un acabado más profesional y fino
gracias al uso de la fotografía digital de la cual se puede rescatar más información de la foto cruda (RAW),
que en un fotomontaje manual con distintas materialidades reales que de alguna forma lo hace más
limitado que el digital debido a que el fotomontaje digital dispone de más herramientas las cua-
les serían bastante difíciles de replicar en la vida real en un fotomontaje manual y de material físico.
Teniendo en cuenta que el proyecto en sí se basa en las corrientes del surrealismo, todos los capítulos se
desarrollan dentro de un margen de manipulación de la realidad, y reinterpretación y/o reorganización
creativa de elementos oníricos. Así mismo como lo hicieron varios referentes en los cuales me apoyé para
lograr este proyecto fotográfico, entre ellos Grete Stern, una de las mejores representantes del surrealis-
mo, fotomontaje, y fotografía onírica; es la fotógrafa que más influencia tuvo en mi proyecto, con sus
obras de la serie “Sueños” desde la manera en que ella plasmaba mundos surreales, hasta las técnicas y
formas de distribución fotográfica en el fotomontaje me fueron muy inspiradoras para lograr mis foto-
montajes de todo este proyecto en general. Incluso Susan Burnstine, que me inspiró a plasmar mis sueños
con técnicas como desenfoque, movimientos de cámara y niebla, las cuales ella usa para sus trabajos que
también tratan de plasmar sus sueños. Así como también Trent Parke y Mien - Thuy Tray, fotógrafos
que captan todo con un ojo que ve lo grotesco del mundo y lo plasman en fotografías con iluminaciones
ingeniosamente usadas y también con alto o poco contraste, que detallan de mejor forma las texturas
y atmosferas existentes dentro del encuadre. Dado que este mundo no es lo suficientemente surreal, la
misión que me propuse como fotógrafo fue usar esta misma realidad para crear otra totalmente nueva
con todo lo que fuera necesario para representar los elementos visuales de mis sueños. De forma que me
vi en la necesidad de recurrir a variadas técnicas que me permitieran crear a partir de la realidad y lo-
grar la atmosfera onírica correspondiente, como lo eran el uso del blanco y negro para descontextualizar
objetos y entornos para hacer de su interpretación una labor más densa para el que visualice, y también
para entregar una estética unificadora suave e impactante a la vez, así como también el fotomontaje y la
puesta en escena que me permitieron crear nuevas instancias conceptuales dentro de esta misma realidad.
Y aunque el fotomontaje haya comenzado como una herramienta política del dadaísmo ¹², ha ido mutando
con el pasar del tiempo, convirtiéndose en una forma potente de creación que nos otorga la posibilidad de
poder manipular una fotografía para la invención de nuevas realidades y conceptos para así poder transmitir
lo que queramos a través de una imagen fotográfica que se interprete de una forma totalmente nueva según
la maquetación y composición que esta tenga. Como el caso de mi proyecto en el cual uso el fotomontaje para
colocar elementos que por obviedad no podrían estar donde se muestra en la fotografía, así también como
para lograr tomas fotográficas que literalmente hubieran sido casi imposibles de fotografiar en la realidad
puramente. “Del mismo modo que la imagen fotográfica, en contraposición a la caricatura dibujada, inspira
al fotomontaje político por su mayor “realidad”, así también puede conseguir perturbar nuestra percepción
normal del mundo y crear imágenes maravillosas. Mediante la yuxtaposición de elementos entre sí de na-
turaleza extraña se crean paisajes alucinatorios; cuando los objetos cotidianos se trasladan a un nuevo con-
texto resultan enigmáticos. Aunque nuestra mente se esfuerce por comprenderlos, se nos impone la perple-
jidad o bien se genera una nueva idea sobre ellos. Se hacen visibles, pues, realidades distintas.” (Dawn 107)
Mi propósito no sólo es crear nuevas realidades, sino que también es generar un impacto mediante las
construcciones que se disponen en los montajes, haciendo que el visor se cuestione el por qué las co-
sas son como son en la fotografía, perturbando su sentido de la conocida realidad correcta y familiar,
llevándolo a la tarea de interpretar elementos abstractos o descontextualizados. Sin embargo el surrea-
lismo y las intenciones de mi proyecto son logrables con muchas otras técnicas más allá del fotomon-
taje, por lo que recurro al blanco y negro y al error fotográfico a través de variadas técnicas fotográfi-
cas como lo son la doble y larga exposición, zooming, y desenfoques; así como también con los altos
contrastes, sobreexposiciones, subexposiciones, ruido o grano, negativizaciones, macrografía, neblinas,
descontrastar y restar calidad a la fotografía.Logrando así, otro objetivo visible en el proyecto fotográfi-
co, el cual es la descontextualización y abstracción total de algunas fotografías, casi dejándola libre de interpre-
tación al espectador, por la razón de que los sueños no tienen o carecen de sentido y de literalidad, puesto que
son lo suficientemente abstractos como para entenderlos simplemente por encima del elemento visualizado.
12. El dadaísmo es un movimiento artístico y literario de vanguardia que tuvo lugar en la primera mitad del siglo XX. El cual fue parte de las vanguardias históricas y artísticas, ya que tenía como proposito destruir cánones, reglas y sistemas del arte que dominaban en ese entonces. Se entiende como una idología total con un rechazo hacia todo lo establecido, con una mirada vanguardista y rebelde para la época.
Es por esto que se pueden crear fotografías que no se rijan totalmente por la norma que se conoce usual-
mente como “la fotografía correcta” que debe estar bien enfocada, iluminada y bien encuadrada. La esencia
de los sueños está en su incomprensión, misterio y abstracción por lo que estos son representables a través
de una escena fotográfica que puede ser repentinamente alterada según nos plantea Cheroux en “Breve his-
toria del error fotográfico”, como por ejemplo: con la típica cámara movida, el elemento que se interpuso
en la toma inesperadamente, el disparo involuntario, la fotografía mal revelada por accidente, el sujeto que
aparece fuera de foco en la toma, el mal encuadre, la aberración fotográfica que apareció sin más, el ruido
que fue inevitable, etc. Errores que dejan de ser aberraciones y se convierten en técnicas que se emplean a
propósito, y que contribuyen a una creación de imagen que rompe los esquemas de lo correcto y aceptado
por la sociedad que tiene una idea limitada de la fotografía. Creando una imagen que en resumidas cuentas,
se puede construir en base a una interpretación de la psiquis que ordena los elementos visuales presentes en
los sueños y crea una fotografía que puede carecer de sentido y brillar en el ámbito surreal y es más fácil de
digerir por el receptor, o al contrario, se puede construir una imagen fotográfica con los elementos visuales
oníricos sin manipularlos y/o tratar de entenderlos, plasmando la extraña literalidad de los enigmáticos
sueños y el inconsciente del creador de estas, resultando en una fotografía con mucha abstracción y poco
contexto que sea muy difícil de digerir para la persona que la vea e intente entender o interpretar. Es en-
tonces que la cámara se vuelve más que una herramienta para sólo fotografiar, si no que se convierte en
parte del fotógrafo que la usa, un recurso vital con un papel tanto creativo como reproductivo. Como en
REM, donde las fotos son sólo una parte de todo un experimento que hice en base a las investigaciones de
los sueños de Sigmund Freud y Carl Gustav Jung donde en libros como “La interpretación de los sueños”
(1981) y “Los complejos y el inconsciente” (1969) se llega a la conclusión que los sueños son mensajes del
subconsciente, mensajes construidos a base de elementos oníricos que se unifican y se muestran en bruto
al momento de soñar, a lo que posteriormente el soñador les atribuye una interpretación principal. Por
ello, con este proyecto me sometí a experimentar diversos tipos de sueños y estos los tuve que moldear
creativamente en una imagen fotográfica que pudiera narrar y exponer la extrañeza de mi subconsciente
y de cómo estos elementos oníricos anteriormente mencionados son manipulables y representables a tra-
vés del trabajo del fotógrafo con su cámara, por eso es que la realidad es surreal cuando la intervenimos.