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El quijote de Cervantes y el fin de la literatura de caballeria
from Miguel de Cervantes - Nigromante Abril 2016
by Nigromante. Revista de la DCSyH, Facultad de Ingeniería, UNAM.
El Quijote de Cervantes y el fin de la literatura de caballería
Por Jesús Pérez Esquivel
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Hacia el año de 1597 es encarcelado Miguel Cervantes de Saavedra en Sevilla. El motivo de su cautiverio en la Cárcel Real de Sevilla fue el supuesto desvío de fondos monetarios producto de la recaudación de impuestos que hacia el escritor español casa por casa. Se dice que Cervantes ideo el Quijote durante su estancia de tres meses en la cárcel, o al menos así lo indica el prólogo a Don Quijote de la Mancha.
Para aquellos años la literatura medieval de caballería había pasado ya de moda, sin embargo se mantenían muy vivos algunos textos que daban identidad y valores a la nación española, principalmente el Mio Cid. Se vivía una época en que España ya había dominado gran parte del nuevo continente descubierto hace un siglo antes por Cristóbal Colón.
España era una potencia militar, económica y cultural. Por otro lado la sociedad vivía una realidad particular muy lejana a las novelas de caballería medievales donde los personajes eran más cercanos a la nobleza y no al pueblo, además de que muchas de las novelas habían adquirido elementos fantásticos exagerados o poseían un carácter didáctico o moralizador, aunado a esto la figura del caballero iba en decremento pues ya había explorado todos los terrenos posibles de su tiempo desde ser el hombre al servicio del rey, de la dama cortesana, de Dios y hasta de otros caballeros. El caballero mismo fue perdiendo estatus dentro del sistema político español así como en toda Europa.
Cervantes con gran ojo notó que la figura emblemática del caballero había muerto o por lo menos agonizaba y así lo hizo en la obra literaria más importante en lengua española, el Don Quijote de la Mancha. Era claro que para Cervantes el caballero medieval español ya no tenía validez alguna dentro de la sociedad de su época. Cada una de las características del ingenioso hidalgo satiriza a los hombres que alguna vez portaron armadura, cota de malla, yelmo y lanza, luchaban contra grandes ejércitos, rescataban jóvenes doncellas y vivían un sinfín de aventuras tales como las narradas en el Amadís de Gaula.
Alonso Quijano, el Quijote, contiene una serie de características que lanzan una crítica a toda esa fantasía generada por la literatura de caballerías de la Edad Media. El cuerpo lánguido y desnutrido del Quijote, como su avanzada edad y sobre todo esa locura o delirio provocado por leer las antiguas historias medievales hacen que dicho personaje emprenda una serie de aventuras al lado de un personaje como Sancho Panza, el escudero del “hombre de la triste figura”, cuyo simbolismo va más allá de lo cómico y funge un papel de conciencia, de cordura, de realidad. La figura escueta del Quijote es una dura crítica a todo ese mundo de historias fuera del contexto que vive Cervantes, o al menos parece que así lo creía; sin embargo Cervantes también observa una pérdida de valores esenciales para una sociedad en constante evolución, valores como la justicia, la belleza, el honor, la virtud y la sabiduría. Dulcinea, la amada de Alonso Quijano, representa ese conjunto de ideales que el hombre del siglo XVII debe alcanzar, pero ya lejos del molde del caballero, pues Dulcinea no es una dama de la corte, es una mujer de pueblo, una campesina.
Cervantes, durante toda su maravillosa novela, no solo da fin a la época de los héroes o los reyes, abre el paso a una literatura nueva, fresca y sobre todo de crítica de su tiempo como del pasado, nos describe los pueblos y la sociedad, nos muestra un abanico de posibilidades de cómo hacer literatura, le da vida al lenguaje y al mismo tiempo lo preserva para toda la eternidad. Cervantes no solo pone en alto el nombre de España, hace lucir con gran resplandor la belleza de la lengua española.