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El verdadero sonido del silencio: Sound of metal

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El verdadero sonido del silencio: Sound of metal Sound of metal

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Por W. R. Tide Por Mariana Medel

Como notarán, me gusta mucho buscar películas referentes a las temáticas del mes, busqué y vi varias, pero hubo una en particular que me llamó la atención. Al principio fue como ver otra película lenta más, casi sin ritmo en los primeros 15 minutos, hasta que de repente y sin avisar dan los primeros golpes. Fue tanto lo que me impactó que no podía dejarla de lado y hablar de ella.

Sound of Metal es una película dramática estadounidense, fue dirigida por Darius Marder y estrenada en el Festival Internacional de Cine de Toronto en el año 2019, ya para el 2020, fue agregada a la plataforma de Amazon Prime. Debo destacar, que la película fue nominada a los premios Oscar en seis categorías diferentes de las cuales ganó dos, a mejor edición y sonido.

Ruben Stone, baterista de un grupo de metal, aparentemente lleva una buena vida con su novia, y a su vez compañera de agrupación, hasta que descubre que está perdiendo la audición, a partir de ahí su vida va cuesta abajo y tal vez se resigne a su pérdida auditiva.

Debo confesar que después de ver esta película, me dejó no solo pensativa, tal vez un poco asustada, desesperada o simplemente no sé describir ese manojo de sentimientos que no podía desentrañar aún. Así que intentaré explicar mis partes favoritas, o las que provocaron más sentimientos en mí, sin contar mucho más allá de la trama, sin embargo, hay un punto clave que me gustaría compartir así que tengan cuidado con un posible spoiler.

Como sabemos, la película trata de un baterista que pierde la audición, pero no es una experiencia que él vive solo, nosotros como espectadores lo notamos, a pesar de decir que me aburrí los primeros minutos, pero en mi defensa no fue hasta después que entendí todo. La película comienza en una mañana común de nuestro protagonista, preparando el desayuno a su novia, llegando al ensayo de su banda, todo acompañado de fuertes y estridentes sonidos, no solo de los electrodomésticos de su hogar, incluso el soplido del viento es claro y fuerte. Hasta que él y nosotros escuchamos un pequeño ruido, como un ligero pitido al desconectar algo, después las voces suenan como un suave eco, casi lejano para después ya no escuchar nada, casi nos invitan a ”escuchar” lo

que él no escucha. Desde ahí, el pequeño miedo se apoderó de mí, ya que en lo personal esporádicamente llego a escucharlos y pensar que alguno de esos puede dar paso a una pérdida casi total de audición fue abrumador.

Todo después de ese punto, es ver su odisea no solo para aprender el lenguaje de señas, también conseguir dinero en su cirugía para el uso de implantes cocleares, y es ahí donde destacó el uso no solo de los subtítulos, también del lenguaje de señas, ya que se hace uso de ambas en más de la mitad de la película y me pareció maravilloso. Hace que nos sumerjamos más en la trama, ya que no es solo él intentando volver a escuchar, es aprender a adaptarse con lo que tiene en ese momento. Todo parece ir bien, hasta el momento de obtener los aparatos auditivos, no logra escuchar como antes, y si bien como espectador incluso intuyes que eso puede pasar, no es hasta que escucha cantar a su novia que Ruben, nuestro protagonista, y nosotros mismos caemos en cuenta de la realidad y del verdadero peso que conlleva el: “no será como antes”.

Si bien me encanto la película debo confesar que una vez se terminó, me dejó un sabor casi amargo, desolador y que por el contrario de lo que quería representar su final, transmitir tranquilidad, dejó un hueco en la garganta.

Recomiendo arduamente esta película, sobre todo si son fans del drama, de tramas tranquilas y que se den su tiempo de contarte una historia y que intentan dejarte un algo- Al menos para mí así lo fue, ya que yo siempre pensé que me gustaba el silencio, la tranquilidad de un espacio casi vacío sin nada que se escuche a mi alrededor, pero, ¿Qué es el silencio? creí que eran esos espacios con casi pocos ruidos estridentes pero acompañados con esos pequeños sonidos como el viento, el muy lejano pero a su vez arrullador sonido de un auto a la distancia, el sonido de mis latidos y mis propios parpadeos. Pero darme cuenta que muy probablemente sea incluso el no poder ni oír mi voz, me llenó de una gran angustia.

Lo único que podía pensar después de ver la película, fue, ¿El silencio siempre se sintió tan solo?

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