Dra. María Teresa Alarcón-Herrera Una ingeniera, interesada por el medio ambiente

Dra. María Teresa Alarcón-Herrera Una ingeniería, interesada por le medio ambiente

Por A. V. Senderovich

La doctora María Teresa, es una profesora, botánica e ingeniera ambiental, mexicana, chihuahuense. Su profesión botánica la ejerce en el Centro de Investigaciones de Materiales Avanzados, Centro Público CONACYT. Ha realizado diversas actividades académicas en el Laboratorio de Energías Renovables y Protección del Ambiente.

En su formación académica; se Licenció en Ingeniería Química en el Instituto Tecnológico de Durango, obtuvo su maestría en Ingeniería por la Universidad Nacional Autónoma de México y en 1994 logró el doctorado en Ingeniería Ambiental por la Universidad de Windsor, Canadá.

En 1979, realizó una especialización en tratamiento de agua en el Instituto de Ciencias Aplicadas de Toulouse, Francia, y en la Universidad de Hannover, Alemania, en 1985.

Ha publicado diversos textos sobre la energía y el medio ambiente, también ha participado en algunos capítulos en libros sobre su materia.

En 2009 presidió y organizó el 10º Congreso Internacional de Biogeoquímica de elementos traza (10th ICOBTE) y en 2010, obtuvo el premio Estatal como destacada científica chihuahuense.

Es una mujer que evidentemente se ha interesado mucho en el medio ambiente y que está a favor de cambios posibles para preservarlo y al mismo tiempo aprovechar lo mejor de la naturaleza para obtener energía. Tiene experiencia profesional de trabajo en la Comisión de Seguridad Nuclear y Salvaguardias y el Instituto de Investigaciones Eléctricas en México.

Como investigadora dentro del CIMAV, ha contribuido a la formación de 17 alumnos de Maestría y Doctorado en el programa de posgrado de Ciencia y Tecnología Ambiental. Teniendo bajo su dirección diferentes proyectos de investigación relacionados con la calidad y tratamiento de agua y la remediación de sitios contaminados con metales y metaloides.

Sin duda una persona admirable, que, como otras más ingenieras e ingenieros se van dando a notar en el mundo día con día, con su esfuerzo, estudios y esperanzas. El arduo trabajo que llevamos cada día en la facultad será recompensado de alguna u otra manera, aun así, la escuela es una forma de moldear nuestro camino a nuestras más grandes metas y nosotros los responsables de aprovechar las oportunidades o incluso generárnoslas. Cada uno de nosotros puede lograr sus objetivos con dedicación y esfuerzo, a pesar de todas las dificultades que puedan presentarse, podemos seguir adelante.