3 minute read
Ángela Ruíz Robles: Los Primeros Pasos hacia el camino de los libros electronicos
from Día de la Mujer - Nigromante Marzo 2017
by Nigromante. Revista de la DCSyH, Facultad de Ingeniería, UNAM.
Ángela Ruiz Robles: LOS PRIMEROS PASOS HACIA EL CAMINO DE LOS LIBROS ELECTRÓNICOS
Por Yusura Bulhusen
Advertisement
Debo confesar que hasta hace poco más de un año el nombre de Ángela Ruíz Robles me resultaba completamente desconocido y es que, desafortunadamente, es una de tantas mujeres que a pesar de sus grandes aportaciones a la humanidad han permanecido en el anonimato.
Ángela Ruíz Robles, de origen leonés y maestra de profesión, es nada más y nada menos que la precursora del libro electrónico, ¿verdad que no lo imaginabas? La historia comienza durante la segunda mitad del siglo XX (en Ferrol, una ciudad ubicada al norte de la Coruña, Galicia) con el anhelo de facilitar el aprendizaje de sus alumnos de preescolar y primaria. La idea de Ángela Ruíz Robles era que los alumnos tuvieran la oportunidad de aprender mediante la interacción, manipulación, intuición y juego. Para ello adaptó el contenido de diversas asignaturas a procesos mecánicos definidos, nombrando a este prototipo: libro mecánico, mismo que pretendía desarrollar hasta lograr una Enciclopedia mecánica.
Para infortunio de todos, el proyecto no trascendió, sin embargo; el 7 de diciembre de 1949 presentó ante el Registro de la Propiedad Industrial la patente denominada Un procedimiento mecánico, eléctrico y a presión de aire para la lectura de libros. Me temo que el titulo puede asustarnos a muchos; la buena noticia es que se trataba de un inofensivo sistema de activación de pulsadores que permitían mostrar al alumno fragmentos visuales de los contenidos más relevantes de algunas materias. El dispositivo se caracterizaría por su fácil manejo así como volumen y pesos bajos, pues estaba diseñado para ser construido con materiales ligeros (papel, cartulina, goma elástica, plexiglás, entre otros). Aunado a ello contaría con materiales que permitirían aumentar el tamaño de letra en textos sumamente reducidos y tintas luminiscentes.
Los libros mecánicos estaban pensados para ser fabricados en tamaños y formatos diferentes, respondiendo a las necesidades de la materia que se deseará impartir.
Para 1961 la maestra Ángela Ruíz no había abandonado su sueño de consolidar y comercializar el ambicioso proyecto de la Enciclopedia Mecánica, en el cual pretendía reunir temas de diversas disciplinas. Sin duda, se trataba de un diseño sumamente complejo del cual aún se conservan algunos bocetos, mismos que explican que la forma de “navegar” entre las diferentes materias, se realizaría de forma manual, girando los dos cilindros dispuestos en cada uno de los extremos de la estructura de la enciclopedia, de esta manera, las lecciones se verían a través de una pantalla transparente que permitiría el aumento de la letra del texto. Los temas que conformaran la enciclopedia se organizarían en diversos cilindros, separados según la asignatura a la que pertenecieran.
Es muy probable que la imposibilidad económica haya sido el motivo que frenó el invento de Ángela Ruiz, pero esto no desmotivo su sueño y en abril de 1962 solicitó una nueva patente, ésta vez denominada Un aparato para lecturas y ejercicios diversos, patente cuyo formato se convirtió en el definitivo y del cual se creó un prototipo en metal.
Este último dispositivo, a diferencia de su primera patente, proponía un diseño más sencillo, había mejorado su portabilidad y accesibilidad, además de que eliminaba las pulsaciones eléctricas y mecánicas. Lamentablemente ésta patente tampoco salió a la venta.
Los prototipos propuestos por la maestra Ruíz, sin duda representaron un prodigioso e incomparable proyecto para la España de los años 50, ¡y para el mundo entero!, y es una verdadera lástima que en ese entonces no hayan logrado consolidarse, empero, gracias a esas geniales ideas ahora, en pleno siglo XXI, el libro electrónico es una realidad que ha venido a revolucionar el mundo de la enseñanza, de la literatura, la divulgación científica y de la manera de leer y aprender.
El 28 de marzo de 1895, en Villamanín (provincia de León, España), nació Ángela Ruíz Robles, mujer de gran genialidad que nos ha dejado uno de los legados más significativos de los últimos tiempos.