Me llamo Julián Armando Guiza León. Nací en Bogotá D.C, un 16 de marzo de 1982. A la fecha tengo 33 años, con una gran energía de seguir disfrutando de momentos como los vividos cuando tenía la edad de 10 años, porque fue mi edad preferida. Me encantaba montar en bicicleta haciendo piruetas y apostando carreras con mis amigos de barrio; de las cuales siempre salía ganador. Mis padres me complacían en todo, por ser el mayor de tres hermanos; tuve el privilegio de gozar y pedir cuanto quería, hasta que llegó mi hermano y enseguida mi hermana; ya se debían compartir muchas cosas y también el cariño de mis padres; pero ellos eran tan sabios que sabían amarnos a todos por igual y jamás marcar diferencias ni rivalidades. En mi mente siempre tuve el deseo de pertenecer a una escuela de bicicrox, pero en mi familia la prioridad era otra, la cual era maravillosa: fines de semana ir de paseo a la finca, al igual que en las vacaciones saliendo de estudiar. Hay…. Qué recuerdos hermosos…. Las noches eran eternas…. casi ni dormía esperando que amaneciera.
Siempre mis padres se preocuparon porque tuviera una educación escolar buena y se esforzaban por
tenerme en colegios privados. Fui un buen
estudiante, me gustaba la matemáticas y recuerdo que en el colegio en bachillerato me llamaban nerd porque me devoraba de memoria los libros, hasta podía aprenderme las páginas en las cuales se encontraban las palabras.
Mi padre era un gran administrador al igual que mi madre, lo podía observar en sus negocios… esto me llevó a aprender e iniciar mis ahorros desde muy chico. Recuerdo, que casi durante mis estudios de primaria, ni compraba onces por guardar el dinero, pero llegaba a casa a devorar cuanto encontraba. A la edad de once años con esos ahorros compré mi primera propiedad “un televisor”, el cual tuve hasta hace pocos años, heredando mi esfuerzo de toda la primaria a un sobrino.
Me fui dando cuenta que en mí había un gusto muy grande por el ahorro y éste continúo durante el bachillerato: vendía dulces, hacía trabajos a mis compañeros y les cobraba, prestaba dinero a amigos de mis padres cobrando un interés y trabajaba los fines de semana en negocios familiares. Todo este dinero lo iba ahorrando para mis gustos de adolescente; siempre teniendo en mi mente que a la edad de los veinticinco años debía tener lo que todos sueñan “casa, carro y beca”. Este deseo fue negativo y positivo; desarrolló en mí la habilidad del ahorro y trabajo. El hecho de tener dinero siendo tan joven me alejó de algunas prioridades, como lo eran el estudio. Me gradué de bachiller académico en el año de 1998 de Colegio Ruiz de Alarcón, pero por situaciones de la vida de mis padres, ellos se separaron ocasionando cambios en las metas que creía tener.
Me refugié en el deporte de fisiculturismo, el cual me exigía disciplina, dedicación, compromiso y constancia. De este deporte empecé a comprender que todo se obtenía con el tiempo y la paciencia, porque pasé de pesar cincuenta kilos a tener 85 en el lapso de cinco años. Tiempo en el cual me dediqué solo al cuidado personal, no al estudio.
Como me di cuenta que la afición no me aportaba económicamente, decido emprender mis estudios superiores en el año 2002, en la Universidad San Buenaventura, la cual quedaba cerca a mi casa en la carrera de Contaduría Pública. Pero, al mismo tiempo surgió un negocio de un restaurante al otro extremo de la ciudad. Esto, me lleva a tener que esforzarme demasiado madrugando, desplazándome de un lugar a otro y agotando mis energías. Entonces, decido abandonar la carrera y continuar con el negocio el cual era muy lucrativo, donde aplicaba aspectos aprendidos, como el ahorro. Durante el lapso de dos años me dediqué a trabajar y entrenar, periodo en el cual conocí a una mujer y con ella la desilusión. Este acontecimiento marca mi vida a nivel personal y laboral, porque decido vender el restaurante, mudarme de vivienda y emplearme. Lo único que tenía claro, era que los conocimientos adquiridos me ayudarían a desempeñarme con eficacia, pero, no ganaría lo suficiente para lograr mis sueños. A comienzos del 2004, año en el cual inicio una nueva etapa como asesor óptico en la empresa Óptica Colombiana. Destacándome siempre por ser uno de los mejores vendedores, cumpliendo metas y presupuestos planteados.
Transcurrieron tres aùos donde me dediquÊ a satisfacer necesidades como: relaciones interpersonales, noviazgo, placer, rumba, etc‌ Teniendo siempre prioridad en la responsabilidad y compromiso frente al trabajo.
MI GRAN AMOR…. A fínales del 2006 llegó un ser maravilloso a mi vida, mi actual pareja. Ella es emprendedora, dedicada, juiciosa, responsable, honesta, espiritual y muy cariñosa; quien le dio un alto a mi vida de soltería. Nos conocimos en el gimnasio, entrenábamos a la misma hora, hablábamos bastante, ambos sabíamos que sentíamos algo el uno por el otro, después de varios meses decidimos salir, cuadrando una cita a ciclo vía; un plan muy divertido y definitivo, donde nos hicimos novios. Ese día jamás lo
olvidaré….un
domingo 10 de diciembre de 2006. A comienzos del año siguiente decidimos irnos a vivir, no podíamos estar uno sin el otro, éramos inseparables. En mi existían muchos miedos y sombras por esta nueva relación. Pensaba que de pronto no fuera a perdurar, el hecho de entregar mi corazón me asustaba, pero poco a poco fueron desapareciendo gracias a la confianza que nos brindábamos.
En ese momento me propuse junto con mi esposa cumplir uno de nuestros sueños “tener nuestra propia vivienda”, anhelo tan grande; colocándonos como meta a corto plazo comprar el apartamento, meta la cual se logró al año y medio de estar viviendo. Que felicidad ¡ya teníamos nuestro apartamento propio!, fue un tiempo de mucha paciencia
esfuerzo y ahorro ya que
ahorrábamos al máximo nuestros ingresos, pero era nuestro primer sueño alcanzado, hacíamos un equipo excelente. Todo era puesto y bendecido por Dios.
Me di cuenta de nuevo, que la constancia y esfuerzo sirvieron para lograr este objetivo. Pero hasta ahora empezaba un arduo camino porque sentía la necesidad de continuar adquiriendo otras propiedades, y por qué no vivir de ellas. Siempre me dedicaba a decirle a mi pareja ¡Qué bueno será vivir de la renta¡
Todo marchaba bien, trabajo, vivienda propia, buena relación…. Pero, siempre dentro de mí vivía el sentimiento y deseo de estudiar para poder mejorar mi nivel de vida personal, intelectual y cognitivo; sabía que tenía gran talento para administrar y eso lo colocaba en práctica cada vez que hacía el balance mensual.
De repente, tomo una decisión de abandonar el trabajo actual y dedicarme a trabajar junto con mi madre, quien tienen un negocio de pastelerías. Pero, resultó un poco difícil, debía aprender y entonces decidí estudiar en la Escuela de Gastronomía Mario Moreno en el año 2012. Recuerdo que debía ir a trabajar y en la noche estudiar. Pero, finalmente me gradúo y actualmente me encuentro desempeñándome como pastelero. ¡Mi esposa dice, que soy el mejor! Qué orgullo y felicidad que ella piense eso. Creo, que con el aprendizaje de este oficio, se iban logrando grandes triunfos y de alguna manera podía mejorar en un 50% nuestra calidad de vida. Así que continuábamos ahorrando, muy juiciosos y logramos adquirir un nuevo inmueble pero, al sur de la ciudad en Soacha. Entonces, nos mudamos allí, donde la calidad de vida era más tranquila, un lugar lleno de vegetación, sin contaminación y con todo lo necesario para vivir. Viviendo en este lugar, se nos presentó la oportunidad de salir los fines de semana a lugares cercanos y sobre todo compartir un poco más en pareja. Para mí lo más importante era la felicidad de mi pareja, que ella gozara de lujos, que estuviera tranquila y que día a día dábamos gracias a Dios por ser tan privilegiados.
A finales, del año 2012 me enteré que iba a ser padre, por supuesto más que alegría me causó preocupación; porque sabía que debía tener mayor organización en todo lo que hacía, ahorrar más para esperar ese gran momento. Día tras día se alimentaba la ansiedad del nacimiento. Se alistaban las cositas necesarias: primeras mudas, coche, pañalera, tina… El 31 de julio de 2013 llega al mundo la más hermosa de las bebés, Sharon Juliana. Princesa que nos ha llenado de orgullo, de amor y que día a día nos hace estar ahí siguiendo cada gesto, cada avance, cada palabra.
Su primera palabra “agua” a todo lo llamaba así… no interesan los desvelos, sus llantos, es tan hermosa…. Se parece a papá. Mi hija es la adoración de mi esposa, van las dos al parque, a la Iglesia… Una es la compañía de la otra. Actualmente, mi hija ya camina, corre, me dice papito, asiste al jardín. Ha aprendido cantidad de acciones; su desarrollo avanza rápidamente y como padre siento que ella debe tener al mejor modelo o ejemplo en su vida. Mi esposa me incentiva para tomar la decisión de estudiar… me dice que lo haga por mí mismo.
Finalmente, me matriculo en la Universidad Uniminuto, en la carrera Administración de empresas. A través de esta materia puedo darme cuenta de la importancia de valorar el amor de la familia, que es desde esta que se construye todo, las pautas de relación, las dimensiones éticas y espirituales. Me llamó tanto la atención el enfoque que se realizó de la responsabilidad social, porque a veces, pensamos en tener mejores condiciones de vida, pero en forma individual y nos olvidamos de los demás. He aprendido que con esta carrera debo construir a otros desde mis acciones al igual que el Buen Samaritano, que vio, escuchó, se acercó y salió al encuentro del hombre malherido, (Lucas 10: 25 – 37) para curarlo. Quiero ser un verdadero ciudadano que asuma, se comprometa y transforme la sociedad con su actuar encaminado hacia el bien común. Porque tengo claro, que hay mayor placer cuando se da, que cuando que recibe. Cuando empiece a ejercer esta profesión podré administrar los negocios familiares o ser el mejor gerente en mercadeo, en recursos humanos o producción, aumentará mi calidad de vida, recibiré mayores ingresos, pero también seré una persona íntegra, competente, en constante búsqueda de Dios. Quiero expresar que soy un ser muy ambiciosa, que no se rinde, que cuanto se propone lo logra. Que todo cuanto pueda surgir económicamente, espiritual,
social me ayudarán a ser mejor persona, pero nunca me dejaré tocar de aspectos negativos que me derrumben mis sueños……