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Imparable trafico ilegal de quelonios
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Cabe hacer mención que desde hace dos años no se han realizado acciones por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), para detener esta venta ilegal de tortugas que no solamente se encuentra en la zona de Sarlat Centla, sino también existen puntos de venta en comunidades como el Espino, lo que da cuenta de como se está extendiendo cada vez más esta práctica al no tener operatividad de esta dependencia, sobre todo cuando se sabe que los cazadores furtivos que son los que desean capturar a las tortugas e hicoteas, son los que realizan quemas clandestinas
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Es valido destacar, que este tipo de trafico que es ilegal también provoca otros problemas porque es producto de la caza furtiva la cual se hace quemando ciertos tramos de popales y potreros para poder obligar a que los quelonios salgan de sus nidos para poder atraparlos, lo que provoca que en la mayoría de los casos estas quemas que no controladas devoren en algunas ocasiones decenas de espadañales y potreros originando incendios que se ha visto en os últimos días por esta zona de Simón Sarlat, cuando se viaja por la tarde sobre esta carretera federal. Además estas quemas también afectan a la fauna porque por cada 3 tortugas que se capturan por medio del fuego en un área de 20 metros cuadrados 7 mueren quemadas junto con otras especies.
Es válido mencionar, que se han realizado un par de operativos en contra de este tráfico ilegal sobre la carretera federal Villahermosa-Frontera, en donde solamente en el 2017 se detuvieron algunas personas, luego en 2020 también se realizó otro, pero de esa fecha a la actualidad se ha reactivado la venta ilegal y hasta se han creado estrategias de evasión porque cuando los comerciantes divisan las torretas de una unidad policiaca, tiran las varas en donde tienen amarradas a las tortugas a un costado de la carretera donde hay maleza para que no vean que es-
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vendiendo.
En una investigación realizada se pudo conocer que los comerciantes ofrecen un espécimen de tortuga de por lo menos unos 8 kilos entre 600 a 800 pesos, pero si la venta les resulta apretada en el día pueden llegar a ofrecer dos especímenes grandes a mil pesos, mientras que las tortugas pequeñas se venden entre 150 y 200 pesos.
La situación se agrava porque con el cambio de gobierno las estructuras en la Semarnat, se cambiaron como es el caso de la Profepa, la cual cambió a su titular en el estado pero hasta la fecha no se sabe quien es su titular y por lógica no se realizan operativos para la detención de este comercio ilegal de tortugas.
Ante tal situación, ciudadanos que transitan todos los días por la vía federal comentaron ver con tristeza como se siguen vendiendo las tortugas grandes y sobretodo pequeñas lo cual día a día está atentando contra la permanencia de estos animales que de seguir su caza y venta indiscriminada se pueden poner en riesgo de peligro de extinción.