la palabra Noemí Spadaro Pintada
“Sigo pensando en el ‘estar allí’ esta vez en relación con el Esopo de Velázquez. Leí una vez en un libro sobre el artista que ‘este cuadro no es en absoluto un retrato, sino más bien una amalgama de fuentes literarias y visuales disimuladas bajo una máscara de realismo’.” Correspondencia León Kossoff - John Berger
“El siglo que fue” Ateneo Grand Splendid junio/julio 2012
Los detalles pueden ser los tiradores sicilianos que sostienen el pantalón y el cuerpo de Sciascia; o la tijera en que ha clavado su mirada el cuerpo obispal de Lezama Lima; o el saco a cuadros de Le Corbusier; o los anteojos de Onetti que son una boca abierta pintada de rojo astillado, desde donde éste mira al mundo con cierta piedad y desdén; o cómo la pintura de Spadaro transforma la cara combativa de Walsh en un perfil que evita la frontalidad como una manera de resistencia al estereotipo de su propia imagen; o el retrato de Louis Armstrong con a cara de ciertos artistas nos son extrañamente familiares, casi amigas. Es posible que al leer, escuchar, o ver sus obras, evoquemos sus rostros; esto es, sus arrugas, sus ojeras, sus cicatrices, marcas que a veces revelan y otras disimulan hasta ocultar no un gesto, sino una vida. Sin duda, estos retratos muestran este rasgo enigmático de un arte, no sólo difícil de practicar sino de encontrar. Noemí Spadaro en sus retratos nos revela parte de este enigma. Como en toda obra de arte, siempre hay un resto que permanece velado y pertenece al misterio. En estos retratos, se trabaja la figura hasta deformarla no sólo por la composición sino más bien por la descomposición. Pero la novedad
esos colores que obligan a desviar la mirada hacia la camisa anaranjada y el pañuelo blanco que luce en el bolsillo de su saco, o a su cara tan próxima a la calavera con esa risa que no es siniestra ni grotesca y que está al borde del grito y nos evoca la trompeta que falta pero que imaginamos; y, finalmente, el detalle del reloj en su muñeca donde el tiempo no parece detenido. Porque Spadaro con su técnica, sustrae el retrato del espacio congelado que a veces le impone la fijeza del género. Su pericia consiste en otorgarles movimiento.
Es evidente que estas caras cobran vida. Son rostros a los que no sólo miramos, sino que nos miran. Unas veces hasta emocionarnos, otras hasta inquietarnos, nunca para dejarnos indiferentes.
introducida por la pintura de Spadaro, reside en el detalle puesto al servicio de la distorsión de lo representado por el descentramiento que impone el desvío de la mirada.
Luis Gusmán
Solo estás ahí acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1995
Mateo XXV, 30 acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107x74cm 1995
Versiones de Orlando
Evelyn
Cuando ya no importe
acrílico, tinta y pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1998
acrílico, tinta y pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1997
acrílico, tinta y pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1996
Mar al sur acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1995
A pesar de todo acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1998
ara empezar con indecencia retórica, ¿qué habría en la actividad de los escritores que trasuntara su imagen? “Los versos no los escribo con la cara”, retó Lugones a señora respetable; ella creía que las facciones y las estrofas debían coincidir estéticamente. Y sin embargo, yo hubiera dado –daría—la más empeñosa de mis oraciones por un trazo de Spadaro, con la esperanza de que dibujar la cara de un escritor pudiera habilitarme para escribir un verso de Lezama. Estos cuadros de Noemí Spadaro no son retratos, son cuadros de escritores, escenas de escritores, en la mayoría de los casos –infiero a partir de la mortalidad literaria, no diferente en general de la humana—tomados de retratos, sí, de fotografías, de imágenes anteriores. (“(No sé lo que quiero, pero a menudo infiero lo que quiero de lo que habitualmente pasa –escribía un discípulo de Macedonio-; “por lo general, es todo lo contrario”.) Lo que pasa y lo que es, en este acto de apropiación de Noemí Spadaro, en cambio, sí es lo mismo, puede uno verlo. Y más de una vez. Borges se escapa rauda, rabiosamente de su propio perfil; y para hacerlo es necesaria una blancura ártica, áspera, tan parecida a su fuga literal a partir de precisiones. El fondo con bandera norteameri-
cana parecerá una herejía a algunos, pero creo que es literal también (“esas otras Termópilas/ El Álamo”). Borges no temía las consecuencias, aunque no previera las progresiones canallas. Y Lezama, menos. Por eso un boquete es un bosquejo, con todo lo que de bosque hay en la palabra “boj”. El dibujo afianza su dependencia de alguna afirmación temeraria de otro artista (John Berger, por ejemplo, y, con la misma independencia, la afantasma). De nuevo, la aptitud de visión de Spadaro respalda el escenario, este teatro donde nadie es huésped, donde lo breve (“Tu sombra hará la eternidad más breve”) poco tiene de efímero, de transitorio. Es como si el sistema de numeración falaz de Ireneo Funes regresara para improvisar una historia del arte sucesiva, caprichosa: La rendición de Breda, El manco de Curupaytí, El desayuno en la hierba…, Desnudo bajando una escalera… Tal vez la relación firme de la letra con la representación –y Noemí Spadaro es infalible: donde pone el dibujo impone la calma ---proviene de la confianza en esa fertilidad intransferible que la identidad le presta al nombre: una muchedumbre en un amanuense delgado (Pessoa), un centro fijo en una órbita incansable, indescifrable (Lezama), la inestabilidad en una vertical definida por el presente, lo inmediato, lo instantáneo (Gusmán). Walsh muestra el otro perfil. Duro. Y porque se trata de escritores, o tal vez solo porque se trata de la vista y la visión, prevalecen los anteojos. De marcos o monturas gruesas (parecen exigir un negro de Roualt, de Hartung, de Franz Kline) para realzar la miopía de Onetti, la timidez avasallante. Virginia Woolf
permanece estable y no ceñida, con la severidad puritana de un Grant Wood. ¡Malhadado <espíritu> de la semejanza! Me encanta el Masotta porque en él –no sé qué verbo usar—reposa angustiosamente la época. En la suficiencia y en el elegante desaliño. Y es un pasado próximo –en el temblor de un aviso de extinción--, al alcance también, un poco angustioso. Hay muchas otras declinaciones (o conjugaciones, como se pide), pero la dicha de la línea y la modulación de Spadaro es un encuentro fugaz, único, cuya despedida rechaza el monumento sin denigrarlo. Me pasé la vida viendo cómo los pintores, los grandes artistas y los otros, incorporaban a la memoria, y por consiguiente al olvido, acaso no del todo involuntariamente, el concurso individual e indivisible de una presencia. El Góngora de Velázquez me parece imprescindible (sobre todo porque no pudo retratarlo El Greco), el Mallarmé de Manet; el Joyce y el Dylan Thomas de Augustus John (alguien puede preferir, en el primer caso, al de Brancusi: yo no logro, como el familiar interpelado, reconocer el parecido). Me gustan incluso los intentos fallidos: el retrato de Joseph Berretti, amigo del Doctor Johnson, de Joshua Reynolds, que, gracias a la miopía hiperbólica del retratado, parece una anticipación de Escher o de Sbernini. Kitaj, que pintó al poeta beatnik Robert Creeley pudo aprobar también la prestancia estable de Gombrich. Entre la historia de la poesía en curso y la historia del arte solamente un lápiz puede atrapar la semejanza en ciernes, la desfalleciente diferencia. Cuando las fotografías de Nadar quisieron o pudieron invalidar un arte
y una actividad precedentes (Gautier hacía lo mismo con el cincelado del verso), Gérard de Nerval se opuso con la obstinación de un cetáceo unicornio (vale decir, de un narval): “El daguerrotipo vil es el que pervierte el instinto y el impulso artístico!” Por cierto, y por suerte, damos hoy a la fotografía el valor que se merece. No es lo mismo que el pincel, no es lo mismo que la sanguina o la carbonilla. No es lo mismo que el lápiz. La mano se acerca a la cara, no el ojo (el ojo ya lo hizo, el ojo lo hizo antes) y encuentra por fin una razón, un argumento, una correspondencia visual capaz de abolir el concurso de distracciones que impuso un parpadeo. Se dice que no hay en La Ilíada una sola descripción de la belleza física de Elena. Resignémonos a creerlo. Hay en la realidad inconstante, en este presente desvalido y sin custodia (no hablo del objetivismo paranoide de las cámaras ocultas), en la vigilia a sus anchas una representación que alcanza, y que solo determinados artistas alcanzan, una especie de sereno croquis introspectivo (“Así el espejo averiguó callando, así Narciso en pleamar fugó sin alas”). Las apariencias ya no engañan. Podemos confiar sin resignación en el acercamiento metódico, gradual, genial de Noemí Spadaro.
Luis Chitarroni
Cuando ya no importe II acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1998
Ficciones religiosas
... Escuchando los ruidos de la sala
Junta
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1998
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1999
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1995
Otra vez Lolita
El tuerto es rey
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1999
acrílico, tinta y pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 2000
Ay de los tibios! acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 1998
El sabía que todo terminaría como ese 6 de julio acrílico,tinta y pastel tiza sobre papel 107 x 75 cm 1998
Cuando todo importa acrílico, tinta y pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 2001
Solo ahí acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 110 x 75 cm 2003
1891
Un día común, un lugar común
Cosas que pasan
pastel tiza sobre papel 50 x 35 cm 2006
pastel tiza sobre papel 50 x 35 cm 2006
pastel tiza sobre papel 50 x 35 cm 2006
Mis muchachos acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 100 x 70 cm 2004
Intrusos en el jardín
En el jardín
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 2004
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 2004
Retrato con manos, 1939 acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 2004
Campo acrílico, tinta y pastel tiza sobre papel 107 x 75 cm 2004
Epistolario acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 107 x 74 cm 2004
Del paraíso al infierno técnica mixta sobre cartón 41 x 32 cm 2006
Del paraíso al infierno III técnica mixta sobre cartón 41 x 32 cm 2006
Del paraíso al infierno II técnica mixta sobre cartón 41 x 32 cm 2006
Qué es una mujer tinta, pastel tiza sobre papel 30 x 45 cm 2010
Incidencia acrílico, tinta y pastel tiza sobre papel 35 x 15 cm 2008
A pesar de todo detalle tinta y pastel tiza sobre papel 15 x 15 cm 2011
Mateo
Rescate
detalle tinta y pastel tiza sobre papel 15 x 15 cm 2011
detalle tinta y pastel tiza sobre papel 15 x 15 cm 2011
Otra vez
Roma
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 15 x 15 cm 2012
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 15 x 15 cm 2012
Borges ensayo 2 tinta y pastel tiza sobre cartón 10 x 15 cm 2011
Intentando volver atrás acrílico y pastel tiza sobre tela 70 x 50 cm 2011
Mordisquito I tinta y pastel tiza sobre papel 25 x 17,5 cm 2010
Mordisquito III tinta y pastel tiza sobre papel 21 x 17,5 cm 2010
Mordisquito IV tinta y pastel tiza sobre cartón 24 x 17,5 cm 2010
Un espía acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 75,5 x 57 cm 2012
Domingo pastel tiza y tinta sobre papel 65 x 50 cm 2012
Siete letras acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 70,5 x 41 cm 2012
El roce de la hierba tinta y pastel tiza sobre papel 56 x 38 cm 2012
El hombre que llegó al pueblo tinta y pastel tiza sobre papel 57,5 x 38 cm 2012
Como contado dos veces
La velocidad de la vida
acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 70,5 x 50 cm 2012
acrílico y pastel tiza sobre papel 59 x 46.5 cm 2012
Historias parecidas acrílico, tinta, pastel tiza sobre papel 70,5 x 50 cm 2012
Descubrimiento poético de Roma tinta, pastel tiza sobre papel 50 x 35 cm 2012
Otra respiración tinta, pastel tiza sobre papel 56,5 x 38 cm 2012
El artista tinta y pastel tiza sobre papel 50 x 35 cm 2012
En la cabeza tinta, pastel tiza y lápiz sobre papel 35 x 50 cm 2012
Todo el día, sentados en el patio, en un banco estaban los cuatro hijos idiotas del matrimonio Mazzini-Ferraz. Tenían la lengua entre los labios, los ojos estúpidos, y volvían la cabeza con la boca abierta.
El patio era de tierra, cerrado al Oeste por un cerco de ladrillos. El banco quedaba paralelo a él, a cinco metros, y allí se mantenían inmóviles, fijos los ojos en los ladrillos. Como el sol se ocultaba tras el cerro al declinar, los idiotas tenían fiesta. La luz enceguecedora llamaba su atención al principio; poco a poco sus ojos se animaban; se reían al fin estrepitosamente, congestionados por la misma hilaridad ansiosa, mirando el sol con alegría bestial, como si fuera comida. Otras veces, alineados en el banco, zumbaban horas enteras imitando al tranvía eléctrico. Los ruidos fuertes sacudían asimismo su inercia, y corrían entonces alrededor del patio, mordiéndose
La gallina degollada Horacio Quiroga. Cuentos de amor de locura y de muerte.
la lengua y mugiendo. Pero casi siempre estaban apagados en un sombrío letargo de idiotismo, y pasaban todo el día sentados en su banco, con las piernas colgantes y quietas, empapando de glutinosa saliva el pantalón.
Gula bestial tinta sobre papel 42 x 30 cm 2011
“Porvenir extinguido”
Sombrío letargo
tinta sobre papel 50 x 35 cm 2011
tinta sobre papel 50 x 35 cm 2012
Primogénito tinta sobre papel 50 x 35 cm 2011
En el banco zumban tinta sobre papel 50 x 35 cm 2012
Frenesí bestial: en la cocina tinta sobre papel 34 x 25 cm 2011
Cuatro engendros tinta y lápiz sobre papel 50 x 35 cm 2012
“Monstruos I“
Rencores tinta sobre papel 30 x 20 cm 2011
tinta sobre papel 50 x 35 cm 2011
“Monstruos” tinta sobre papel 29,5 x 19 cm 2011
“Ocho ojos” tinta sobre papel 55 x 41,5 cm 2012
NOEMI SPADARO |
Buenos Aires 1962
Formación: Dibujo y composición con Kike Sanzol. Pintura con el maestro Carlos Gorriarena - Pintura, taller de Carlos Fels Dibujo, modelo vivo. Asociación Estímulo de Bellas Artes, Prof. Carlos Fels. - Workshop dibujo ilustración, Luis Scafati. Litografía, Centro de Edición Litográfica dirigido por Natalia Giacchetta. Principales Salones 1981 1998 1998 1998 1998 1999 1998 1999 1999 2000 2000 2000 2000 2002 2003 2004 2007 2009 2011
Salón Primavera, Asociación de Dibujantes de la Argentina. Auditorio de Bs. As. Premio al Arte Joven Argentino Deutsche Bank Ed. 97. Centro Cultural Recoleta Premio de Pintura “La Casella” Palacio de las Artes Belgrano R. XXIX Salón Anual de Artes Plásticas Fernán Felix de Amador. Municipalidad de Vicente López. Quinta Trabuco. XV Salón Anual de Artes Plásticas de San Isidro. Disciplina: pintura. Casa de la Cultura. Municipalidad de San Isidro. Salón de Pintura “La Casella” 2da. edición en la Argentina PALAIS DE GLACE Salón del Tango, Museo Municipal de Bellas Artes “Fernán Félix de Amador”. Luján. Salón Nacional del Mar. Sección Pintura. Centro Cultural Auditórium. Mar del Plata. Salón Nacional de Pintura Fernán Félix de Amador. Museo de Bellas Artes de Luján. Salón. 3er. Aniversario, Sección Pintura. Palacio de las Artes Belgrano R. Fundación Mecenas. VI Salón del jazz Ilustrado. Artistas Visuales de Vicente López. XXXI Salón anual de Artes Plásticas. Fernán Félix de Amador. Quinta Trabucco Salón “La Casella”. 3ra edición en la Argentina. PALAIS DE GLACE. 10° Salón Regional de Pintura . Premio “Mariquita Sánchez”. Fundación AVON para la Mujer. Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha. La Plata. 11°Salón Regional de Pintura “ Mariquita Sánchez” Fundación Avon para la mujer. Museo de Bellas Artes Luján. Salón Regional de Pintura Fundación Osde. Palacio San Miguel XXXVIII Salón anual de artes plásticas Fernán Félix de Amador. Palacio Raggio. V Salón de Artes Visuales Junín 2009 Dibujo. Museo Municipal de Arte de Junin. Pcia de Bs.As VII Salón de Artes Visuales Junin - Pintura. Museo de Arte Contemporáneo Argentino MACA
Muestras Grupales y Colectivas 1980 1981 1981
Teatro Lasalle. Crupo Alternativo de Arte. Teatro Lasalle. Casa de Cátulo Castillo.
1982 Casa del Pintor Pérez Célis. 1981/82 Centro de Cultura Independiente (C.E.C.I.) 1980/82 Miembro del grupo “Tansfiguración” 1998 Muestra “PERSONAJES”, junto a R. Aguirre y J. Espósito. Centro Cultural Recoleta, sala 20. 2002 Arte y psicoanálisis. 2003 “La cosa Freudiana”. Centro Cultural Recoleta. Sala 8. 20 Años de CONJETURAL 2011 International Art Zurich - Galería de arte Karina Paradiso 2011 Minimum BA - Centro de Edición Litográfica galería de arte. 2012 Tintas de la serie “Lagallinadegollada: la lengua entre los dientes” Galería Das Ding- Buenos Aires 2012 Muestra de Gráfica argentina contemporánea, Paraná 2012 Muestras individuales 1997 2001 2002 2004 2006 2007 2007 2008 2012 2012 2012 2012
Sociedad Porteña de Psicoanálisis. Escuela Freudiana de la Argentina. Auditorio Suteba, Cuestiones del Psicoanálisis. Librería del Mármol Gorriti 3538 Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Mes de Mayo 2006 Casa de la Cultura de Ramos Mejía : “Primeros Planos en serie”. Escuela Freudiana de Buenos Aires : Pinturas y dibujos Biblioteca J.B.Alberdi “Miradas en la biblioteca” pinturas Ateneo Grand Splendid pinturas “El siglo que fue” Hotel Tribeca pinturas Museo Municipal José A. Mulazzi, Tres Arroyos. Pinturas: Retratos y otros papeles 1995-2012 Banco de la Nación Argentina, Galería de Arte Alejandro Bustillo. “Sueños y pesadillas”tintas, litografías y acrílicos. Noviembre 2012.
Premios 1981 Tercer premio del Salón Primavera de la Asociación de Dibujantes de la Argentina (A.D.A.) 1997 Tercer premio del XXIX Salón Anual de Artes Plásticas “F.F. de Amador”. M. de V. López 1998 Mención Salón Primavera “Universidad popular de la Boca”. Sección Pintura. 1999 Mención Salón Tomás Le Bretón, sección Pintura. Universidad popular de la Boca. 2000 Segunda Mención Salón del Jazz Ilustrado. Artistas visuales de Vicente López. Obra en colección privada de pintura joven argentina de Wagner Ekkerhard “A pesar de todo” 1998. noemi.spadaro@gmail.com
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