Directorio----11 ----05 Presidencia Verónica Ruiz del Vizo
Pablo Duarte Arianna Arteaga Quintero
Editor Jesús Torrivilla
Corrección Jesús Torrivilla Juan Pedro Cámara Pérez
Coordinación Editorial Joseph Artiles Diseño Gustavo Borges
Mercadeo Lis Mirabal Dayana Oliveri Adriana Paternó
Gerencia de Marca Catherin Valladares
Coordinación de Eventos Johanna Hernández
Producción General Joseph Artiles Lis Mirabal
Diseño Web Abner Valero
Producción Marisabel González Ocanto Andrea Torres Redacción Jesús Torrivilla Jessica Márquez
Asesor Editorial Leo Felipe Campos Administración Crimental, C.A. / RIF. J-29573168-0 Depósito Legal Pp200802DC2893
Colaboradores Jesús Roldán, Tomás Mujica, Luis Revilla, Patricia Anuel, Samantha Mesones, Andrea Saturno, Juan Expósito, Elena Sánchez, Enza García, Manuel García, Eduardo Meza, Ignacio Vinke, Leo Ramírez, Ajá Arte, Valerie Lollet, Erika Velázquez, Jhonnathan Ciavaldini, Corina Pérez Plaza, Víctor Hernández y Norma Guzmán, Juan Carlos Méndez Guédez, Leonardo González Alcalá, Maximiliano Cirino, Daniel Ruiz-Hueck. Agradecimientos Coorporación Digitel, Juan Manuel Acosta, Las Reseñas de la Nonna, Oscar Felibert, Alcaldía de Chacao, La MEGA 107.3, Pepsi y Empresas Polar, Valerie Lloret, Tequechongos, Fotoruido, Natalia Boccalon, Pacheko, DJ Yirvin, Osvaldo Pontón, Josmar Zambrano, Donaldo Barros, Gustavo Casas, Bajo La Manga Laboratorio Audiovisual, Bayer de Venezuela, Americania, Jan Pawell, Fundación UnoMás, Joanna Lugo Sáez, Hoy Que Hay, Escuela Foto Arte, Santa Teresa, CentroArt, Caracas Lounge, Gala Nacul, Alejandro Duque, María Gabriela Vincent, Andrés Ávila, Adriana Rivera, Marco Santos y Miro Pópic. Dirección Cnas. De Bello Monte, Av. Casiquiare, Calle El Colegio, Qta. Nuria Park, Intercom. 1, Código Postal 1050. Caracas – Venezuela. Teléfonos: 751.04.24/751.01.37 www.revistaojo.com / ojoproduccion@gmail.com Revista OJO es una publicación universitaria y bimestral. El contenido publicitario o de redacción no refleja necesariamente la posición del editor. Cada autor se hace responsable de lo que escribe. La revista es gratuita dentro de las universidades (repartida por pregoneros) y tiene un costo sugerido de 12BsF. para los puntos de venta. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido de la revista sin previa autorización por escrito del grupo editorial.
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Marco Antonio Santos Mejor conocido como @DjMaRco77. Luego de estudiar Mercadeo y Publicidad, en el 2002, decide dedicar parte de su tiempo a la música y el entretenimiento nocturno en Caracas. Es Dj Residente y Coordinador de medios del Moulin Rouge. Colabora con Unión Rock Show, La Liga Del Rock y El Teatro Bar. Actualmente es productor de la fiesta temática @Los90sAtacan y CEO de #NotiTuky (http://notituky.tumblr.com/ ). Puedes escucharlo todos los #LunesDeConversa de 12 a 2 a. m. por Hot 94.1 FM, junto a Víctor Méndez, en el Programa De Rumba.
Luis Revilla Luis se crió en Puerto Ordaz, donde el fútbol es el deporte más importante. Ahí Mineros se convertió en su equipo del alma. Asegura: “Del fútbol, me apasiona tanto su dinámica en la cancha como su folklore en las tribunas y las calles”. Ama este deporte por encima de cualquier equipo. Estudia en la USB, ha escrito para Visión Analítica y el blog A Bote Pronto, pero lo pueden encontrar en Twitter (@LuisRevilla) y en Ojo, que es su casa.
Arianna Arteaga Quintero ¿Qué podemos decir de esta chica que no se sepa? Lo viajera lo lleva en el ADN, igual que su amor por Venezuela. Revista Ojo nació con ella. La “Peque” es Comunicadora Social de la Universidad Monteávila y siempre nos está contando de sus viajes y sus aventuras en su blog www.lapequecomeflor.com y su Twitter @Arianuchis. Si están buscando un buen plan para sus vacaciones o para un fin de semana, visiten su página o escríbanle, pues siempre responde con una sonrisa. Mejor guía que ella no se puede pedir.
Miro Popic Nacido en Chile y radicado en Venezuela, Miroslav Popic ha llevado su ejercicio profesional de periodista a un terreno que le apasiona: las artes culinarias. Actualmente se desempeña como escritor y editor de publicaciones. Tiene una columna titulada Misión Gula en el diario Tal Cual y edita, anualmente, —como lo hace desde hace más de dos décadas— la Guía Gastronómica de Caracas. Llega a la sección Diablo por Viejo para reivindicar el valor y la potencialidad de cualquier alimento en la composición de un plato maravilloso.
Eduardo Meza Artista que se define a sí mismo como “más porno que gráfico”, Eduardo Meza asegura que uno de los principios de su exploración estética es la experimentación. Ha pasado por el Instituto de Diseño de Caracas, por el de Altos de Chavón en República Dominicana y, finalmente, por Parsons The New School of Design en Nueva York, donde actualmente vive y trabaja como director creativo. Él es el autor del Ensayo fotográfico de esta edición, un trabajo sobre contrastes de evidente naturaleza edípica o, como él mismo explica, “jugar con lo freak que se siente que tu novia sea igualita a tu mamá”.
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Juan Expósito Egresado de la Universidad del Zulia como diseñador gráfico, con veintitrés años ya ha participado en el V salón regional de jóvenes artistas, realizado en el 2009 por el Museo de Arte Contemporáneo del estado Zulia, y en 2010 en el XIII Salón Supercable de Jóvenes con la FIA, entre otras exposiciones colectivas. Para nuestra sección Ilustraciones, Juan Expósito nos mandó una serie de piezas en las que, utilizando técnicas como el collage, ofrece una reflexión sobre la masculinidad, con una narrativa que va desde el tropel moderno hasta la soledad y la fragmentación.
Juan Carlos Méndez Guédez Narrador venezolano, especial cultivador del cuento y la novela, Méndez Guédez ha publicado hasta la fecha doce libros. Nacido en Barquisimeto en 1967, ha sido finalista del premio Rómulo Gallegos con El libro de Esther (Madrid, 1999) y ganador del XL Premio Internacional Ciudad de Basbastro con su novela Tal vez la lluvia (Barcelona, 2009). Licenciado en letras por la Universidad Central de Venezuela y Doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Salamanca, para esta edición nos regaló una selección de mini cuentos bajo el título de Bararida, un zoológico de su Barquisimeto natal.
Leonardo González Es más probable que encuentres a Leonardo González recitando poemas en alguna librería caraqueña, acompañado por su guitarra, que defendiendo a una esposa infiel en un juzgado. Egresado en Derecho en la UCAB en el 2010, es ganador del Premio XII Bienal Francisco Lazo Martí del Ateneo de Calabozo con su poemario El país de los muertos. Estudiante, ahora, de Guitarra Clásica, Leonardo nos regaló un par de poemas extraordinarios para Pluma y Papel.
Adriana Rivera Es común escuchar la frase de que el periodismo en Venezuela está en crisis. Que a mucho de lo que sale publicado en la prensa le falta rigor y compromiso con la información. Para demostrar que hay quienes trabajan para derrumbar esta creencia es que elegimos a Adriana Rivera como nuestro Ojo con. Periodista de Siete días, suplemento dominical de El Nacional, Rivera se ha destacado por sus trabajos de investigación que ya le han hecho acreedora de premios como el tercer lugar a los trabajos periodísticos sobre los Objetivos del Milenio, otorgado por las Naciones Unidas y la agencia de noticias Inter Press Service (IPS).
Corina Pérez Plaza Corina se acercó a nosotros para contarnos su proyecto: intervenir con relicarios llenos de color y sincretismo los autobuses que cubren la avenida Sucre de Caracas. La idea nos pareció fantástica y Corina, quien actualmente vive en Margarita, voló a la capital para llevar a cabo su intervención. Revista Ojo estuvo allí de testigo, en una tarde atípica que tuvo como protagonista el caluroso sol caraqueño. Gracias a esta colaboración estrenamos la sección Taller de Arte, en la que esperamos descubras trabajos inspiradores.
Carta de amor------11 -----11 ----08 Examen La carta de amor de esta edición es un cadáver exquisito. Un ejercicio literario-intenso en el que cada miembro del equipo redactó un párrafo de la historia. En esta propuesta de creación colectiva, hasta Lewis Carroll se coleó en un salón de clases, en medio de la angustia de no saber qué responder en un examen
La certeza de que nunca iba a salir de ese salón de clases terminó cuando tocaron la puerta. Era un examen final y yo me había sentado en el pupitre como quien acomoda su cabeza en la guillotina. Estaba resignado y feliz, es cierto, pero eso no impedía que sintiera algo de temor. Solo tenía un bolígrafo azul, pedestre, de los más baratos. Y una brújula. El salón perdió por unos instantes eternos su luminosidad. Al parecer, nadie notó la oscuridad inminente en el aula, solo yo. Cerré los ojos, esperando la estocada final, esperando que todo terminara con esa última sorpresa, esperando que todo fuera un sueño, como lo esperaba desde que entré en el salón. Quería experimentar la sensación de caer, como cuando sientes que traspasas nubes, edificios, y al final estás todo adolorido en el suelo, con solo la sábana y la oscuridad como testigos. Esta vez no fue así. Lo supe finalmente cuando tocaron mi hombro. Vi entonces pasar un conejo blanco, ¿o era la chuleta de mi compañero? y antes de que entrara en el agujero, mi amiga Alicia (que vive en este país, que no es ninguna maravilla) me susurró: "¿Te sabes la respuesta a la tres?". En ese instante descubrí que el examen estaba en francés. "¡Pero si yo no hablo este idioma!", grité. Y mi amiga Patricia, vestida con una camisa con un enorme corazón, me regañó: "Van a cortarles la cabeza a las dos como sigan copiándose". Mis ojos se cerraban y se abrían, intermitentemente, y algunos fragmentos de lo que pasaba en aquel salón de clases se mezclaban con lo que, por instantes, soñaba al cerrarlos. Lo admito, mis sueños jamás han sido normales. De esa forma, escuché a una oruga fumadora narrar —haciendo uso de la voz de mi profesor de geografía— las instrucciones para el examen. De pronto volví a sentir una mano sobre mi hombro: “Bachiller, ¿para qué piensa utilizar esa brújula?”, dijo la oruga, mientras su cara se transformaba —al mismo tiempo que abría los ojos— en la del profesor. ¿Que para qué pienso usar esta brújula? —respondí mientras ganaba
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tiempo para pensar en un argumento lógico— es un amuleto de la suerte, le dije con una voz que se me hacía irreconocible; sentí en ese momento la conspiración del salón, que se aprovechaba de la distracción de la oruga fumadora, ahora profesor, para seguir copiándose. No importaba lo que se sucediera, creía que el final estaba escrito, pero de pronto volvió la luminosidad al aula y me dejó ciego por varios segundos. Ya sin la presión de la oruga-profesor, me di cuenta que la luz no sólo había cegado mis ojos. Sentía como la cabeza se me incendiaba mientras trataba de buscar respuestas a mi examen. Yo, que creía saberlo todo, ahora estaba siendo abrasado mientras hacía esfuerzos por buscar respuestas a un examen que, en francés, me estaba jodiendo la vida. Sueño o no, todo indicaba que este año no saldría de la universidad. Las manos sudorosas, la mirada nublada, mariposas en el estómago que mutaban en avispas y el incendio en mi cabeza que llegaba a su auge en un profundo sentimiento de decepción. El tiempo no avanzaba, mi mirada pasaba por encima de las preguntas sin que ninguna respuesta se asomara, hasta que una leve ráfaga de viento hizo preguntarme el tiempo que faltaba para seguir siendo torturado. Restaban 45 minutos. Lo aposté todo a la creatividad junto a los vagos recuerdos almacenados mientras mezclaba café con Pepsi la noche anterior, llevaba dos líneas escritas cuando tocaron la puerta y entró esa persona con su traje a prueba de holocaustos; fue entonces que en verdad supe para qué me serviría la brújula. "Tú eres el único con amuleto, el elegido", dijo el tipo con voz afectada, mientras se limpiaba los lentes polarizados. Lo que me pareció antes un traje contra radiaciones, se me reveló simplemente como la combinación de un chaleco antibalas, pantalones tubito, y un peinado de pinchos. "Diablo, que entregues la brújula". "¿Cómo?", respondí. "Sí, el blackberry, panita. No puedes ser tan boleta, ¿cómo lo vas a usar para copiarte en el examen?". Robado o decomisado por fuerza de la ley, al menos sentí el alivio de que la pesadilla había terminado.
Sumario----11 ----11
06. Pasando Lista 08. Carta de amor 12. OJO con / Adriana Rivera 13. Buzón de Entrada 14. Cartelera 16. Todo Oídos / DJ Yirvin 18. Todo Oídos / Jan Pawel 20. Todo Oídos / Americania 22. Fuera del Aula 1 / Pamuk atrincherado en Coche 24. Fuera del Aula 2 / Gulash al pie del Ávila 26. Adrenalina / Olimpíadas Especiales 27. Backstage / Torneo de Debates en la UCV 28. Pluma y Papel 1 / Juan Carlos Méndez Guédez 30. Pluma y Papel 2 / Leonardo González 31. Protagonista OJO / Josmar Zambrano 32. Lumiére / Personajes perdedores 34. Ilustraciones / Juan Expósito 38. Por los Caminos Verdes / Delfines de Mochima 39. Desde la Burbuja 1 40. Diablo por Viejo / Miro Popic 42. Ajá Arte 44. Backstage / Bajo La Manga Laboratorio Audiovisual 46. Ampliando Horizontes / Postgrados de ‘Coolhunting’ 48. Debate / ¿Qué opinas de la tv venezolana? 50. Mochilero / En la final de la Champions League 52. Ensayo Fotográfico / Eduardo Meza 56. Taller de Arte / Intervención en la Av. Sucre 58. Sociales 60. Desde la Burbuja 2 61. Punto de Encuentro / Ejercitarse al aire libre 62. Chuleta / Medicina UCV 64. Última Página / DJ Marco77
OJO CON
Por ADRIANA RIVERA
12 Preguntones con método
Estoy acostumbrada a escribir sobre lo que les pasa a otros: testimonios, entrevistas, historias de vida. Cuando me pidieron que escribiera sobre mi experiencia como periodista, lo primero que pensé fue “esto yo lo hago instintivamente”. Pero no. El periodismo, como cualquier otra disciplina, tiene un método. Por eso le pregunté a algunos compañeros de la sala de redacción de El Nacional, el diario donde trabajo desde hace seis años, qué debía escribir. Nada enriquece más el enfoque de una nota —sobre todo cuando se tiene poco tiempo en esto— que hablar con otros reporteros, con esa gente que es curiosa y preguntona por necesidad vital y que lleva años conociendo a ministros, funcionarios y empresarios. La pasión, lo bonito de la profesión… descartamos juntos los lugares comunes del mejor oficio del mundo, en palabras de Gabriel García Márquez. Debe haber otras actividades mucho mejores para ejercer en este país polarizado, eso es seguro. Hay profesiones en las que no dependes de que un entrevistado te atienda, en las que no tienes que esperar tres horas para que un funcionario te hable o en las que no te sacan de un lugar, gritos y ofensas mediante. El problema es que la emoción que sientes cuando confirmas un dato, cuando hallas la conexión entre las personas o las empresas que estabas investigando se convierte en un vicio. Por suerte, desde que comencé a trabajar he estado en el cuerpo de los domingos, el de reportajes y crónicas. Junto
con mis compañeros de la redacción, entendí que el periodismo de largo aliento y el de investigación requieren de paciencia y persistencia. No se trata solo de “hacer” fuentes: visitar 3.500 veces el ministerio a ver si alguien se apiada de ti y te da el informe que necesitas, hacerte amiga de los asistentes, volverte una cara familiar. O que venga un “garganta profunda” —a lo Watergate— y te cuente todo. El resto es técnica y práctica, hacer lo que sale en el manual: confirmar con al menos tres fuentes más y cerciorarse de que hay documentos para demostrarlo. Se trata también de una lucha interna. Los medios —con la crisis y el frenetismo de Internet y las redes sociales— están poco dispuestos a tener a un reportero dedicado dos o tres meses a investigar un tema. Es un lujo. Para escribir sobre los casos que despiertan nuestra atención lo mejor será negociar con el editor, lo que implica casi siempre trabajar horas extras para producir el texto que urge y luego avanzar, a un ritmo de vals, en ese caso que nos da vuelta en la cabeza. A veces hay que negociar hasta el precio de un pasaje aéreo para ponerte, en menos de un mes, en la ciudad del mundo donde una fuente tiene el documento que has buscado durante siete meses. Me ha pasado. Luego viene publicar y esperar que te lean, que haya reacciones. Que la gente no pierda la capacidad de indignarse por las desviaciones que algún poder —empresarial, político, militar— quiere esconder.
BUZON DE ENTRADA
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Revista Ojo está hecha con la voz de sus lectores. Todo cabe, siempre y cuando haya nombre y apellido. La invitación es a que participen y escriban. ¡La línea está abierta! Cualquier cosa, cualquiera, peguen un grito. Escriban en nuestra página web www.revistaojo.com, llamen a nuestra oficina 0212 887-5354, manden mensajitos de texto a nuestros celulares DIGITEL 0412 2720664. ¡O nos buscan en las universidades! Digan “Ojo” tres veces y, al estilo Beetlejuice, ahí estaremos. ¡Gracias por sus mensajes!
Ojo es una alternativa de información y entretenimiento que va acorde con las aspiraciones y los intereses de los estudiantes universitarios de hoy. Presenta una diagramación fresca y espaciosa, con ilustraciones y fotografías originales que estimulan la creatividad y el intelecto de los lectores, ansiosos de material sustancioso entre tantas publicaciones superficiales. –––– Carolina Travaglio Arquitectura Universidad Central de Venezuela Me encanta leer Ojo porque siempre reseñan o recomiendan cosas cool para ver, escuchar o hacer, desde música hasta eventos culturales a los que vale la pena ir. María Cristina Lamardo, 10mo semestre Comunicación Social Universidad Central de Venezuela La Universidad Católica debería mejorar su sistema académico. Cada escuela debería adaptarse a sistemas más modernos y prácticos que permitan a los alumnos avanzar de manera más eficiente. El sistema anual no solo me parece prehistórico, sino que además nos limita y rompe con la fórmula básica que nos repiten desde que llegamos a 5to año: “Cuando llegues a la universidad, las cosas serán distintas, tomarás tus decisiones y crear tu propio camino”. ¿Cómo puedes elegir tu “camino”? si apenas entras en la universidad y eliges tu carrera ya tienes todo elegido por ti, los horarios, la cantidad de materias; lo único que te toca a ti es adaptarte a un sistema que en realidad era el mismo que tenías en bachillerato. Al final este cambio no solo favorece a los alumnos, los profesores también se beneficiarían de un sistema más efectivo para la corrección de notas e incluso el aprendizaje de la materia. –––– Litay Russián Guevera Ciencias Sociales Universidad Católica Andrés Bello Me parece muy chévere el la revista, está muy bien diseñada y me gusta su contenido. –––– Eduardo García 3er semestre de Ingeniería Industrial Universidad Católica Andrés Bello Recuerdo que un día, estando en segundo semestre, recibí la primera edición de la revista. Desde ese momento no he dejado
de leerla, así sea online, y de estar pendiente de todos los eventos. Estoy a un trimestre de graduarme y ustedes estuvieron siempre presentes para informarme y entretenerme durante mi vida universitaria. Sigan con este hermoso proyecto porque espero poder seguir leyéndolos. –––– María José Palacios Estudios Liberales 12˚ trimestre Universidad Metropolitana Todos notamos el deterioro del país, pero creo que el shock es mayor para aquellos que vivimos en el exterior y que pasamos períodos largos sin venir. Es bien lamentable llegar a Venezuela porque cada vez se nota que las cosas desmejoran más y más y, como venezolana, eso duele. De está última visita lo que más me ha sorprendido es la desidia en temas como la seguridad, la infraestructura, los servicios públicos, entre otras cosas. Bueno, y el aumento de los precios es alarmante. –––– Daniela Hernández Administración y Marketing Internacional Suffolk University Revista Ojo es original, creativa, innovadora y alternativa, una publicación que brinda la oportunidad de mostrar el talento joven de nuestro país. –––– Alfredo Martínez Administración de Empresas Turísticas Universidad Nueva Esparta ¡Me encanta Revista Ojo! Siempre está en todos lados, tienen muy buen diseño y la información de la revista es coherente. Me encanta la sección en la que el equipo de la revista cuenta anécdotas de su vida. Están súper activos en las redes sociales y siempre planifican eventos. –––– Isabella Mogna Economía Empresarial Universidad Metropolitana Así como los ojos son la ventana del alma, Ojo es la ventana a la cultura universitaria. De ahí su responsabilidad en ser fieles y virtuosos en la promoción y manejo de contenido. –––– María Verónica Torres Derecho Universidad Monteávila
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El rey de la selva en 3D El cine en 3D no solo llegó para las últimas producciones cinematográficas, pues los viejos clásicos de Disney también tendrán su parte. De esta forma, como no fue suficiente ver morir al papá de Simba en las pantallas del año 94, a finales de este año serán necesarios los lentes 3D para, nuevamente, disfrutar —llorando— con Timón, Pumba y el joven león en El Rey León. Es recomendable un pañito por si se empañan las gafas
Juegos en Google+: ¿Facebook en peligro? Google está al ataque con su nueva red social Google+ y, para evitar un nuevo fracaso, ya incluyó una quinta pestaña exclusiva para juegos. Cuenta con Angry Birds, Bejeweled, Zinga Poker, Crime City, Zombie Lane y otros. Sin duda, el principal objetivo es destronar a Facebook y provocar la migración a esta nueva red social. La guerra se declaró hace tiempo, así que toca esperar los resultados.
Elena de vacaciones En el blog www.elenaenvacaciones.com están escritas las cotidianidades de una chica que es adicta a los videos, el diseño, la animación y el mundo audiovisual. En él puedes encontrar tanto anécdotas personales como los videos de humor ácido ("Stand Vid Comedy"). Es un blog bastante personal, escrito de manera sincera y libre (incluyendo las recomendaciones, curiosidades, críticas y similares). Es un buen lugar para invertir el momento de ocio.
Conoce Mi País, Tu País Los comediantes José Rafael Briceño, Led Varela, José Rafael Guzmán y George Harris, luego de varios años de investigación y análisis de lo que significa ser venezolano, nos traen una nueva opción teatral. Mi país Tu País se estrena este 2 de septiembre en Teatrex y tendrá funciones los viernes, sábados y domingos. Si quieres saber más puedes seguirlos en su Twitter: @Mipaistupais
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Las Reseñas de la Nonna Hace un par de años una viejita bonachona decidió compartir sus gustos musicales y audiovisuales con la juventud venezolana. Con la ayuda de dos de sus nietos, socios de Mostro Contenidos, inició su aventura en un blog en el que siempre podrás encontrar contenido fresco y hecho con mucho amor, propio de una octogenaria. Cine, TV, música, publicidad y, sobre todo, humor inteligente es lo que encontrarás al visitar www.LasResenasdelaNonna.com. Puedes seguirlos en Twitter por @Resenaslanonna.
En septiembre comienza una Era extraña Neon Indian es el proyecto de Alan Palomo, un músico norteamericano que se ha propuesto recrear la nostalgia mediante la electrónica. Con dosis de psicodelia, lo-fi y sonidos que nos podrían recordar a juegos de video, Neon Indian es una banda que se ha hecho nombre a punta de festivales independientes y blogs. El 13 de septiembre fue la fecha pautada para el lanzamiento de su segundo disco, que lleva el título de Era extraña y que promete seguir en la misma onda de añoranza chill.
Spam que vas a querer leer Cuando revises el blog http://reportasspam.wordpress.com/ vas a cambiar la idea que tienes del spam: ahora será diseño, cine de autor, bandas independientes y contenido raro, incómodo, pero siempre artístico y divertido. Con una propuesta que busca descubrir obras de culto para sus lectores, Report as spam ofrece un contenido que no vas a encontrar en páginas más tradicionales, pero que son joyas de las que vas a poder presumir que conoces.
Más libros para Esther Ante el éxito de ventas de su primer tiraje, la editorial venezolana Lugar Común decidió sacar al mercado una nueva edición de El libro de Esther, obra de Juan Carlos Méndez Guédez —nuestro Pluma y Papel, para más señas— que trata sobre un periodista venezolano que parte a las Canarias persiguiendo el recuerdo de su amor adolescente, Esther. Enmarcado en la tradición de la literatura que ha tomado la adolescencia como fuente de inspiración, El libro de Esther promete páginas cargadas de buen humor y la más fina escritura.
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Texto y Foto JESÚS TORRIVILLA
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La electrónica con rapto de Dj Yirvin Los impulsores de la changa tuky reivindican el nombre Raptor House para designar a un género de música electrónica que encendió las fiestas en las zonas populares caraqueñas durante la primera década del 2000. Yirvin es uno de los músicos detrás de este fenómeno cuyo mayor sobreviviente es una onomatopeya
En el año 2006 uno de los primeros videos de youtube que se regaría por todas las computadoras de los venezolanos era tan solo una ventana a una escena musical que llegó a convocar a miles de jóvenes: la changa tuky. Las palabras claves para encontrar el video siguen siendo las mismas: “Cotiza vs. Petare”, y remiten aún hoy a diez minutos intensos de bailes entre grupos que se identifican con cada una de esas zonas de la ciudad de Caracas. Ya la changa, ese estilo de música inclasificable pero inconfundible al oído, había evolucionado de su clásico
punky punky propio de los años noventa. La onomatopeya es ahora otra: tuky, y es la puerta de entrada a todo un fenómeno cultural del que muy poco se ha hablado. Un reciente auge de la música electrónica bailable de orígenes populares, como el Juke en Chicago y el Kuduro, proveniente de Angola y que produce furor en Portugal, ha hecho que comiencen a surgir preguntas sobre lo que estaba pasando en Venezuela en el año 2006. Una sencilla pesquisa —guiada por uno de los puntos geográficos del video— saca a relucir el nombre de Yirvin, uno de los Djs
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más reconocidos de Petare. En sus palabras: “Llegué a ser de los que tenían más música sonando en Caracas, mis canciones eran muy solicitadas por otros DJ, es me hizo agarrar más más fama”. Profeta en su tierra En la redoma de Petare todo está en ebullición. Vendedores, transeúntes, predicadores, caminan y se agolpan mientras los sentidos se saturan. Entre gritos y fritangas cada habitante concilia su historia, mezclada con la euforia y las carcajadas estentóreas, con los piropos. Desde la estación del metro hasta el estudio de Yirvin hay apenas unos pasos. Ciertas expectativas cinematográficas confirman en el Dj las maneras expansivas del rockstar. Mientras camina, saluda a varias personas. Pródigo en abrazos, palmadas y apretones de mano coreografiados, es evidente que Yirvin es reconocido, hasta el punto de parecer un político en campaña. Establecido como productor de artistas de géneros como el hip hop, el reggaetón, la salsa y el merengue, logró acomodar su estudio de grabación en un cyber café abandonado. La sala principal es un cementerio de escombros tecnológicos y sillas de todas las clases. -Yo me establecí acá porque encontré la oportunidad de montar mi estudio. A pesar de que vivo en Chacao, vengo todos los días. Sin embargo, estoy pensando en mudarme; muchos artistas no quieren venir hasta acá por miedo a la inseguridad. Sentado en el master y con la exclusiva luz de los dos monitores que están conectados al disco duro de la computadora, Yirvin dice esto con vaga resignación. No queda rastro de sus gestos altisonantes. Empieza a elaborar la historia de la changa tuky con parquedad, alternando una sonrisa reticente con el gesto de acariciarse una escasa —y cultivada— línea de barba. Al cuello, carga un collar que resplandece entre la oscuridad reinante, ocasionada por una falla eléctrica reciente que no ha logrado resolver. Tuky no, Raptor House Los primeros años de la década de los noventa fueron el caldo de cultivo que más tarde habría de hacer ebullición en los barrios caraqueños. La canción Pump The Jam de la banda belga Technotronic puede ubicarse fácilmente como
el paradigma de la changa, como el padre espiritual del estilo tuky. “Antes se escuchaba solamente changa. Como a la gente le gustaba bailarlo, el estilo fue evolucionando hasta el 2004, cuando, por afinidades musicales, decidimos impulsar el Raptor House”. El plural mayestático no es incidental. Inspirados por el tipo de música que más hacía bailar al público, un grupo de Djs caraqueños se unieron para promover un género que bautizaron como Raptor House, según Yirvin: “Una mezcla de techno con ritmos latinos, africanos y música noventosa”. Más tarde, él se separaría de esta coalición liderada por DJ Baba y crearía su propio género, el Hard Fusion, pero el verdadero pico de la escena se dio con el Raptor House, el preferido de los matinés, fiestas al margen de la legalidad que se organizaban para menores de edad que aún no podían entrar a las discotecas. “Eso era de los chamos, un género menos agresivo que el techno, pero más movido. Se hizo tan popular que yo tenía que forrar los temas con voces para que no me los robaran”. El primer aniversario del Raptor House, celebrado en 2005 en el parque Naciones Unidas, llegó a congregar a más de cuatro mil personas. Apenas un año después, la fiebre comenzaría a bajar abruptamente. “Los videos ayudaron a que el ritmo se conociera más, pero también originaron la palabra tuky. Eso influyó para que todo se terminara. La gente sabía que era un insulto, nadie quería que lo llamaran tuky”. El auge de la palabra coincidió con la prohibición tajante de los matinés. Yirvin dice divertido: “Esos carajitos se volvían locos”. Esta afirmación la hace como recordando tiempos dorados. Busca en su computadora fotos de esos años, videos. Vuelve sobre el término y reflexiona sobre las modas, y cómo se terminan imponiendo la palabras. Es quizás su derrota más sentida: las ansias iniciales por darle un nombre telúrico a su música, que por su violencia no podía sino ser la del rapto, de la garra, terminaron en una onomatopeya despectiva. La sentencia no es final. Comenta sobre su intensión de seguir trabajando, sus planes de mudarse. Me repite al renovado interés en el género y a las posibilidades de darle otra lectura a la palabra. En eso llega su pauta del día: un conjunto de salsa está grabando su segundo disco. Yirvin enciende el master y se olvida de todo lo demás.
TODO OIDOS
Por JESÚS TORRIVILLA -@jtvillaFoto OSVALDO PONTÓN
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Jan Pawel, canciones para desatar nudos Demasiado viejo para morir joven es la ópera prima de Juan Pablo Oczkowski, mejor conocido como Jan Pawel. En él realiza un ejercicio de catarsis, lleno de romanticismo y de un aire de madurez alcanzada
Cuando Juan Pablo Oczkowski era adolescente tomó la decisión de renegar de la música. De la clásica, al menos. Fanático de Nirvana y Joy Division, fue tajante al despreciar las clases de piano que constantemente le sugería su padre, músico de orquesta. Con la rebeldía del apóstata le dio la espalda a un hogar marcado por las partituras más académicas: su hermano es pianista y su madre cantante lírica. Ahora, cuando acaba de lanzar en digital su primer trabajo formal como músico, el EP Demasiado viejo para morir joven todos aquellos cuestionamientos parecen haber atracado en un puerto de sentido.
“Ahora lo acabo de digerir: ellos son mi mayor influencia”, admite Juan Pablo, maracucho ahora con el nombre de Jan Pawel, en referencia a su ascendencia polaca. En seguida enseña, a través de la ventana del Skype, el tatuaje de acordeón con el nombre de su padre que se hizo en el brazo. “Mi hermano me regaló una guitarra y descubrí inmediatamente que ese era mi instrumento. Soy autodidacta, empecé a escribir canciones a los 23 años. Ahora acabo de cumplir los 30 y me arrepiento de no haber aprovechado para tener una formación teórica más amplia”.
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Influenciado por la banda The Magnetic Fields, la búsqueda de Jan Pawel también pasó por aceptar su particular faceta de letrista, y no duda en afirmar —con un rapto de sinceridad— que puede llegar a ser “demasiado pangola”. “El disco 69 songs of love me llenó de valor. Todos aman, desde el punketo hasta el reguetonero, eso es universal y hermoso. Yo escribo canciones de amor, ¿cuál es el rollo?”. Esto lo dice en un tono perfectamente acorde con la idea de reírse de sí mismo, de la catarsis que componer significa para él. Es un proceso cuyo hito fue su mudanza a Margarita.
cuarto, en el espacio que estás viendo. Creo que tengo una naturaleza medio arrogante, me ha costado eso de ‘cómo hago para grabar’. Ese asunto lo-fi me gustaba, pero llegó el momento de enseriarse, de convertirlo en un trabajo. Ulises Hadjis me ayudó mucho con eso”.
Prepara otro lanzamiento con el título de Conejillo de indias, once canciones que tiene desde hace tiempo, junto con otras cincuenta “que están ahí esperando algo”. También prepara varios covers de artistas venezolanos que disfruta, como TLX, José Ignacio Benítez y Al cruzar la calle, proyecto de Linda Sjöquist, una joven cantautora también “El título del EP fue lo primero que estuvo listo: Demasiado de Maracaibo. viejo para morir joven. Me gustó el hecho de haber venido a Margarita, hubo muchos cambios en mí porque venía con Cada una de sus canciones pasa por un particular proceso un estilo de vida nocivo. Comenzó un proceso de de creación. “En mis canciones hay emoción, y encima de redescubrirme, estaba muy inconforme con mi vida. Ese es la emoción hay palabras que se arman como un el tema del disco. La ilusión que tienen los rocanroleros de rompecabezas. Escribo en función de cada palabra, cada morir jóvenes… no era un proceso consciente, pero se oración. Durante tres meses son puro tarareo, y de ahí los convirtió en una especie de chiste cruel”. espacios empiezan a llenarse con palabras. Es un proceso lento. Tengo muchas canciones en potencia. Tienen todo La canción “Hoy los muertos están de pie” es la más menos letra. Están naciendo con un ukelele. Yo mido como representativa de ese cambio. Jan Pawel hace un esfuerzo dos metros diez y se ve súper cómico, pero lo hago por por recordar la letra sin cantarla: “Más alarmante que el comodidad. Tengo un porche con una hamaca que es mi desastre tocando a la puerta / fue la inconciencia al no lugar de tocar”. sentir ningún temor”. Viene otro verso: “Eso nos pasa por salir de casa”. Y la confesión última: “Esos muertos que Su profundo tono de voz llega en reverberaciones están de pie soy yo. En ese sentido del renacer y de peos entrecortadas, amén de una pobre conexión a internet. existenciales”. Pocas preguntas fueron suficientes para que Jan Pawel hablara con profusión sobre sí mismo y su música, que se El espíritu de cada uno de los seis temas que componen el comparte por Internet a una velocidad que lo tiene EP fue guiado por una sencillez acústica que devino en orgulloso. Es una victoria agridulce, pues componer pasa synth-pop. En el camino, recibió la ayuda de otros músicos por un sentimiento incómodo: “Es un nudo que tienes como su compatriota Ulises Hadjis y Cheky, de la banda dentro y uso la canción para desatarlo, lo convierto en una Jóvenes y Sexys. Al respecto, comenta: “Me pareció que fuerza creativa”. De pie, con el mismo ímpetu con que era el momento de conectarme con la gente, de aceptarme tempranamente la rechazó, asume con orgullo su pasión como músico y como cantautor. El disco lo grabé en mi ineludible.
TODO OIDOS
Por MARISABEL GONZÁLEZ OCANTO -@MarisaOcantoFoto MANUEL GARCÍA
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Tiempo de minimalismo con Americania Así como Steve Jobs se valió de la simplicidad para hacer de los productos Apple algo maravilloso, Americania se valió del mismo principio para conquistar un buen lugar en la escena musical venezolana
Tres voces, sumadas a una guitarra, un bajo y una batería han sido elementos suficientes para hacer que aquellos amantes del rock alternativo disfruten, coreen y pidan más en cada lugar donde se presenta el trío caraqueño. La pasión, la entrega y, sobre todo, las armonías de las que se vale Americania en cada una de sus canciones suelen cautivar y dejar más que satisfecha a la audiencia. El encuentro ocurre en la Quinta Piaroa, una casa caraqueña de gran valor arquitéctonico. Escaleras con forma piramidal, ventanales que ocupan más de una planta
y muchas piezas artísticas rellenan el interior de la casa. La entrevista fluyó como una charla mañanera entre amigos, sentados en la pequeña mesa ubicada en la parte techada de los jardines del lugar, con una brisa que llegaba cargada con algunas gotas de lluvia y una guacharaca que quiso pasar a saludar. Álvaro Casas (batería, voces), Ítalo Pizzolante (guitarra, voz principal) y Armando Añez (bajo, voces) son los integrantes de esta joven banda que nace en el año 2008 con la concepción de que menos es más. Antes, integraban un
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grupo llamado Cabeza, en el que hacían un rock más latino, sureño. Sin embargo, con el auge de bandas que se dieron a conocer a través del Internet, se aventuraron con ritmos ingleses y neoyorquinos como los de Interpol, The Strokes y Arctic Monkeys. De Cabeza, surge Americania con un concepto más maduro. El trío afirma que se permitieron darse todo tipo de lujos en la producción vocal, enfocándose en lo lírico y enfatizando las armonías de las voces, bajo, guitarra y batería. En la parte instrumental, la intención fue producir para desproducir, como comentó Armando. Los temas se armaban mientras les quitaban más cosas. Ítalo cuenta que para el tema Estuve contigo, llegó con arreglos de guitarra “súper trancados”, que terminaron quedando en algo muy simple. Este álbum tiene otra particularidad: cambiaron el orden de una grabación estándar. Ítalo se iba a estudiar afuera y debían grabar antes de su partida. Lo normal es batería, bajo, guitarra y voces; pero la urgencia los llevó a cambiar el método: primero la guitarra con secuencias de batería y de bajo, luego la voz principal, seguido del bajo, la batería y, por último, los coros. Los chicos aseguran que los temas tenían que estar muy claros pues no había chance para grabar nuevamente. El objetivo se logró y Sigo, la primera producción discográfica de este trío caraqueño, transmite esa sencillez de la que quisieron valerse. No lo pensaron dos veces para desechar aquello que sobrara y no aportara nada nuevo a
sus temas, a final de cuentas reducir es estilizar, como diría el diseñador gráfico John Maeda. Americania estuvo dos años grabando el disco, en un período en el que les tocó crecer y dejar atrás la adolescencia, con todos los cambios que eso implica. El trío explica que de ese proceso viene el título del álbum, cuyo concepto se refleja también en el arte, diseñado por Armando, donde un joven —“El tierno”, como ellos lo llaman— está en una especie de coliseo y, valiéndose de una espada, lucha contra un animal, que puede interpretarse como sus miedos, para así crecer y continuar. La distancia no es problema para Americania: Ítalo estudia Ingeniería de Sonido en Madrid; Armando, Cine en la misma urbe española; y Álvaro, Comunicación Social en la Universidad Monteávila. “Es cuestión de organización y dedicación”, afirman los tres. Cuando están afuera tienen reuniones semanales valiéndose de los recursos y programas de Internet, y cuando están todos aquí aprovechan el tiempo al máximo con toques y entrevistas. Resumen el concepto de Americania con una sola palabra: honestidad. Escuchar cada una de las canciones que conforman Sigo es comprobar y sentir esa intención de transmitir su mensaje de la forma más franca posible. La simplicidad no le resta profundidad a esta producción, que se refleja en los temas de sus canciones o en los pequeños detalles de sus arreglos y armonías. Así que si aún no lo tienes, descarga su álbum en www.americania.com.ve y síguelos en Twitter a través de @Americania.
FUERA DEL AULA
Por ENZA GARCĂ?A
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Pamuk atrincherado en Coche
y me doblo / y me quiebro / en la espera de esa otra transparencia. Extranjero. Adalber Salas Hernández.
Mi gran encuentro con el galardonado Orhan Pamuk devino en llanto una noche acalorada de julio cuando terminé El Museo de la Inocencia. Pero también trajo el recuerdo, a medio camino entre la ira y el agradecimiento, de otras lecturas vitales que he hecho en cada de una de las habitaciones alquiladas por las que he transitado estos cuatro años, desde que dejé Puerto la Cruz para sobre-medio-anti-vivir en Caracas. A saber: Edificio P., aparatamento de la vieja neurótica, donde descubrí los avatares de un burgués universal y deslumbrante como Sándor Márai, que llevó a cabo la radiografía más descarnada y honesta que se ha podido hacer a la amistad, con El último encuentro, mientras que la vieja irrumpía en el cuarto para quejarse de sus nueras ostentosas o de sus nietos que nunca la visitaban lo suficiente. “Yo no sé para qué lees tanto, eso no te enseñará a vivir”, todavía la escucho repetirme mientras desayuno. Edificio Luxor, aparatamento de El matón de Los Símbolos, donde me acerqué a La llama doble, del reverenciado Octavio Paz, ese tratado erudito y lúdico sobre erotismo y amor, mientras que el casero gozón aterrorizaba a sus inquilinas a punta de armamentos japoneses e invitaciones a ver películas clase C. Apartamento de la extía estafadora, Baruta, donde regresé, religiosamente, a mis lecturas capitales: La comedia humana, de William Saroyan; Pnin, de Vladimir Nabokov, Montejo y Morábito o los cuentos de Miguel Gomes, mientras la casa nadaba en excremento de ratón y me preparaba para perder mis últimos cobres a manos de una ludópata con mal gusto para vestirse y que se ufanaba de leer al Arquitecto de sueños. Así, al terminar la novela de Pamuk, bajo la seña irrefutable de una tristeza casi insolente (el drama de la virginidad, y de nuevo la tragedia del burgués que no sabe a qué bando atenerse, el amor desvergonzado y humillante: esas cosas que no pasan de moda), llegué a la apresurada conclusión de que esa sería la lectura más importante en el apartamento del joven narrador Mario Morenza, mi casero más reciente, que la verdad rara vez me interrumpe o me asusta, salvo cuando deja a su paso el desorden propio de un soltero risueño que cree en la belleza a toda costa.
como una ocasión de hacer de la vida una patria modesta, pero por ello tal vez más auténtica y, por tanto, de hacer de la intimidad una sutil forma de extranjería, construyendo una cotidianidad en el ihnóspito recinto del otro. Porque puedo leer tengo fronteras y poseo un lenguaje propio. Me educo, me dispongo, me encierro. Hago mis leyes y me defiendo de molinos transmutados en salvajismos: dice Nabokov en su curso sobre El Quijote que aquel fue un libro sobre la crueldad. ¿Acaso la crueldad que debe padecer el hombre solo por habitar, como extranjero de sí mismo y del mundo, ese mismo mundo? Así, un viaje en metro es el lugar donde hacemos gala de una extranjería poderosa, que mientras la mami de Coche viaja con Tito El bambino a todo volumen en su smartphone, la doñita de más allá se deja llevar por las líneas de Pablo Neruda antes de hacer transferencia en Plaza Venezuela. Que mientras mi casero da vueltas en la madrugada, trabajando en su próximo libro o metiendo su ropa en la secadora, yo me atrinchero en mi cuarto a través de una Turquía que ya no sé si existe, pero que se me antoja tan real y prejuiciosa como la mayoría de las familias de la buena sociedad. Es por ello por lo que, en otra época, cuando asistía a la humillación de ser estafada o aterrorizada por los seres de pacotilla a quienes les alquilé una habitación (“Serás una mierda como mis hijos”, todavía le escucho decir en sueños a la casera loca), también asistía a la fundación de algún recodo de mi alma, gracias a la confrontación con el texto. Escribo estas líneas desde el computador de mi casero, que va de la cocina al cuarto, echando los cuentos del día. Yo le grito: “Eres peor que un niño de diez años”. “¿Y tú? Tú eres peor, eres un niña de ocho”, me responde. Se oyen detonaciones a lo lejos, las mismas que se repiten en la madrugada. Mario no se inmuta, se siente seguro, este es su barrio natal, pero, sobre todo, esta es su pequeña república donde la historia y sus libros han cursado el paso de casi treinta años. “Todo lo que haces adquiere importancia porque estás lejos”, dice Daniel Alarcón. La discusión entre mi casero y yo se disuelve entre la risa y las ocupaciones de cada quien. Todo lo que hacemos como lectores —postura, convicción, entrega, sacrificio— nos configura para el resto de las cosas: estamos lejos cuando leemos y además somos importantes, somos la materia cuya forma muta a través de la palabra. Renunciamos un poco al mundo para adentrarnos en él. “Hay que tomar lecciones de abismo para habitar la superficie de la tierra”, sentencia Juan Villoro. Curiosamente, estos son los autores que Mario habita en estos momentos, son su propia extranjería que se cruza con la mía.
Lo que estoy tratando de trazar es cómo el recorrido de un lector también lleva la impronta de un reino por construir en un mundo incesante y sanguinario: la intimidad fundada en gestos y lecturas, en herencias arrastradas que nos digifican En suma, agradezco que los libros me hagan diferente y y nos confunden, cuando no hacen más que elaborar extranjera. O, con suerte, más instruida o problemática. No interrogantes. La intimidad que nos impone el ejercicio lector necesito fingir modestia. Esta es mi bandera.
FUERA DEL AULA
24 Gulash al pie del Ávila
Por JESSICA MÁRQUEZ GASPAR -@jessisnews-
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Los Chorros es una urbanización misteriosa. Establecida en las faldas mismas del Ávila, mantiene en su vientre el parque homónimo, monumento natural de quebradas de agua helada que discurren a lo largo de varios kilómetros. Fresca, vertical, esta zona de Caracas acoge un espacio que reúne a un grupo de personas unidas por un cordón umbilical común: Hungría, el corazón de Europa. La Casa Húngara podría no llamar la atención de quien pasara frente a ella. De altos muros blancos, vive su mejor momento ciertos domingos cuando tienen lugar almuerzos típicos que son amenizados por el grupo de danzas folklóriGyöngyösbokréta (no tiene traducción al español porque es un nombre propio). Es entonces que varias generaciones se encuentran. Las migraciones durante la Segunda Guerra Mundial del viejo continente al nuestro fueron fuertes. Españoles e italianos las encabezaron, pero los húngaros también vinieron. Y lo hicieron de nuevo en 1956, cuando, establecida la Unión Soviética y repartida Europa en dos, fue el primer país en sublevarse para recuperar su perdida independencia. Desde entonces, este pueblo de ojos y cabellos claros, tez blanca y un idioma tan único que está en una familia de solo dos lenguas —la otra es el coreano— habita la tropical capital de nuestro país, como si de Budapest se tratara. Los abuelos, inmigrantes originales, y sus hijos y nietos, mestizos ya, se reúnen para compartir varios platos tradicionales: repollo relleno y gulash de res con ñoquis son frecuentes en la oferta cocinada, siguiendo las viejas recetas, especiales por su uso de la páprika. En el interior del edificio aguarda una enorme sala. En su techo, un gran dibujo del Corazón de Europa, como es conocido este país por la forma de sus límites geográficos, recibe a los visitantes. Dos pisos llenos de mesas y sillas de maderas esperan a los comensales. Un largo mesón sostiene las humeantes bandejas metálicas. Pronto se llena de familias que conversan entre ellas en húngaro y en un español marcado por un acento particular, que recuerda a otras tierras. Todo pareciera imitar un encuentro familiar cualquiera en esa nación de apenas 93 mil kilómetros cuadrados. Su bandera y escudo, y los colores que la identifican: rojo, blanco y
verde, marcan la decoración de toda la habitación, menos los manteles, que son blancos y tejidos delicadamente. Pronto todos disfrutan la comida, mientras los tan conocidos aromas ocupan el espacio. Se hace entonces el momento de la presentación. Primero suben al escenario un grupo de jóvenes, adolescentes. Vestidas como campesinas tradicionales, con camisas bordadas a mano y pañoletas en la cabeza, bailan la danza de la cosecha, de la recolección, cantando en un perfecto húngaro. Recuerdan que el país de origen de muchos de los presentes se destaca por su producción agrícola de altísima calidad, que incluso los llevó a ser aceptados en la Unión Europea en 2004. Más tarde es el turno de los hombres. Llevan camisas blancas, manga largas, pantalones color ocre y caqui, que entran en unas botas negras, que rememoran la caza. Sujetan látigos. Y pronto, al ritmo de la música y de sus cantos graves, comienzan a ejecutar una elaborada coreografía que consiste en tocarse las botas con las manos a alta velocidad, y alternar eso con golpes del látigo, describiendo figuras circulares o trapezoidales. La atención se centra durante este tiempo en los bailarines. Mientras el postre llega: strudel de manzana y la versión húngara de la crep francesa. Una de las cocineras confiesa, en gesto cómplice, que la receta de estas últimas se la enseñó su abuela, que solía vivir en el boulevard de Sabana Grande, frente al Gran Café. Mientras todo termina y los húngaros se dispersan a sus hogares caraqueños, se hace imposible, entonces, no imaginarse que una escena como esta se repite a lo largo de la ciudad en espacios como la Hermandad Gallega o el Club Chino, donde cientos de personas se encuentran sentadas compartiendo la mesa, la música, el baile, los aromas, unidos por un vínculo que es anterior a ellos, que no decidieron tener, que les marca las facciones del rostro, la forma de hablar, el color del cabello y su visión del mundo. Desde la Europa del Este hasta el norte de América del Sur, la distancia disminuye en estos encuentros: tal vez, y solo tal vez, durante un par de horas, este grupo de venezolanos nacidos en otras tierras se sientan en Magyarország (Tierra de los Húngaros), en Hungría.
ADRENALINA
Texto y Foto JUAN PEDRO CÁMARA PÉREZ -@juanpecamara-
26 36 Un equipo especial lucha contra la discriminación Los deportistas con síndrome de Down enfrentan los retos característicos de su profesión y se brindan el apoyo necesario para triunfar en un país en el que, para las personas especiales, las oportunidades son escasas
entrenara, pues en todos los polideportivos a los que asistía ponían restricciones y se negaban a integrarla a los entrenamientos de los atletas no discapacitados. “En todos los sitios a los que acudí me pusieron excusas: que la LOPNA no dejaba que nadaran con menores de edad, o que si los ponían con los muchachos regulares los iban a retrasar. Siempre terminaban por ofrecerme las piscinas en horarios A los muchachos los acompaña su experiencia y trayectoria. imposibles y bajo condiciones poco favorables”. Desde que comenzó a nadar, Alexandra se plateó como meta conseguir los tiempos exigidos para llegar a los campe- Belkis Moriscal, madre de Alexandra, ha vivido el mismo onatos mundiales de la Down Syndrome International Swim- proceso con su hija. Alega que en ninguna de las piscinas en ing Organisation (DSISO), a los que ha logrado asistir junto a las que nadó antes de llegar al Centro Líbano —en donde los sus compañeros. En estas competencias destaca la partici- tres practican actualmente— le prestaron la atención que pación de Juan Carlos, quien todavía ostenta el récord requería. “En todos los sitios en los que estuvo Alexandra el mundial de los 1500 crol, en su categoría. Tailing, por su entrenador le asignaba el número de piscinas que debía parte, es también una deportista consagrada entre cuyos nadar y se iba, y, francamente, se requiere mucho más que logros resalta la medalla de oro en el estilo mariposa que eso para que un muchacho avance”. obtuvo en las Olimpiadas Especiales de Irlanda, en el año Juan Carlos tampoco ha escapado a esta realidad. Su 2003. hermana, Anabel Castillo, hace un llamado sencillo: “Yo lo Como atletas de alta competencia, buscan nuevos retos que que quisiera es que los dejaran de ver con lástima en los les permitan seguir superándose. Sin embargo, sus famili- sitios a los que ellos van a competir, que les brindaran el trato ares alegan que su principal limitación, lejos de ser su que se merecen”. discapacidad, es la discriminación de la que son objeto. Explican que, en muchas ocasiones, no son tomados en Y es que la discriminación puede adoptar muchas formas. serio por personas y entidades del gremio, y que esta No se trata de brindarles más compasión; todo lo contrario. conducta pareciera ser propia de nuestro país, pues, cuando Estas tres mujeres que luchan de la mano de estos atletas asisten a competencias en el exterior, experimentan un alegan que la integración debe ir más allá, que no consiste solamente en no despreciarlos, sino en no subestimarlos, en verdadero respeto por su ejercicio profesional. hacerlos parte de la sociedad, en reconocer que, al igual que Milagros Blanco, madre de Tailing, describe la lucha que el resto de las personas, tienen metas, sueños y ambiciones, significó conseguir un espacio adecuado para que su hija que son adultos capaces. Alexandra Zirit (29), Tailing Hung (29) y Juan Carlos Garranchán (44) convergieron, hace cinco años, en una misma piscina. Desde ese momento conformaron un equipo que les ha permitido afianzarse como atletas profesionales, y seguir compitiendo bajo el auspicio de la Federación Venezolana de Deportes Acuáticos (FEVEDA).
BACKSTAGE
Por CATHERIN VALLADARES -@CathVonDFotos PABLO DUARTE
27 I Campeonato Mundial Universitario de Debate en Español
Bajo el lema “Propiciamos la mejor comunicación para lograr el entendimiento” la Agrupación Ucevista de Debate y Acción Social – AUDAS tomó la batuta para realizar el I Campeonato Mundial Universitario de Debate en Español (CMUDE)
El Auditorio de FACES de la Universidad Central de Venezuela abrió sus puertas para albergar el I Campeonato Mundial Universitario de Debate en Español del 25 al 31 de julio, con participantes de Colombia, Chile, México, Guatemala, Perú, Argentina, Croacia, España y Venezuela. Se reunieron para “reafirmar y perfeccionar la capacidad de argumentación, la agilidad mental y el orden lógico de las ideas”, como afirmó Alejandro Duque, Coordinador General del campeonato. Este grupo de estudiantes decidió tomar la iniciativa ante el Consejo Mundial de Debate para convertirse en la sede, y planean hacerlo todos los años. Alejandro asegura que progresivamente tendrán una mejor acogida. “Es como si perdiste el estreno de una película pero la ves la semana siguiente. Los que no asistieron al evento este año, estarán pendientes para el próximo”, resaltó. En esta primera edición participaron un total de 160 debatientes de los cuales un 45% pertenecían a la UCV. De resto, la representación de Venezuela contó con equipos de la UNIMET y USB. Los temas a tocar en cada jornada, así como la posición que tomaría cada equipo (a favor o en contra), fueron seleccionados por el Jefe de Adjudicación, Maximiliano Murath —profesor de la universidad de Los
Andes de Chile—, quince minutos antes de comenzar la ronda de debate. Howard Álvarez, estudiante de la UCV, ha participado en el Tour Universitario de Debate y el Torneo de Debate en Bogotá, en esta ocasión forma parte del Campeonato Mundial de Debate en Español. “Este evento se ha caracterizado por un alto nivel, se evidencia la mejora. Cada actividad es una experiencia de la que se aprende muchísimo, no solo desde el punto de vista académico sino cultural, por el intercambio con los demás países”. Ingrid Rodríguez, participante de Colombia, asegura que cada debate le enseña algo nuevo, pues ayudan a mejorar mucho en su formación. En cuanto a la dinámica del campeonato, cree que lo bueno de que hayan asistido otros países es el intercambio cultural: “A pesar de que la mayoría son de Latinoamérica y tenemos similitudes, es bueno ver las diferencias, algunos hablan más rápido, otros son mejores en oratoria”. La final del campeonato la disputaron tres equipos venezolanos y uno colombiano; los ganadores del I Campeonato Mundial de Debate en Español fueron Alaín Herrera y Jesús Gorrín, estudiantes de la USB. ¡Felicitaciones para ellos!
PLUMA Y PAPEL
Por JUAN CARLOS MÉNDEZ GUÉDEZ
28 BARARIDA (CINCO TEXTOS) EL GALLO PIENSA EN OMAR KHAYAM, CONTEMPLA EL FIN DE LA MADRUGADA Y EXCLAMA Vivir en la incomprensión, asociado para siempre con esa hora primera del día, con ese despertar del aire y de la luz, cuando en realidad ese canto del amanecer no es una celebración, no es un amable aviso, sino el aterrado quejido, la desesperada certeza de que otra noche festiva se ha marchado, de que cada vez falta menos.
LA HORMIGA LAICA Fue la más extraña de las hormigas. Conocía su destino, su oficio, su misterio entregado a la belleza. Pero se negó a cumplir su tarea y decidió quedarse para siempre en lo más profundo del hormiguero. Las otras, la de allí, la de allá, la de más lejos y la de más cerca, fueron ascendiendo en fila hacia la carretera para buscar la euforia de un terrón de azúcar, un codo de pan, un insecto moribundo, carnoso. Cada tanto, cuando un jeep, una moto, un autobús pasaba a toda prisa por la carretera, las hormigas quedaban aplastadas contra el asfalto como un oscuro ideograma, como un denso signo que sólo podía leerse desde el cielo. “Nadie vive allá arriba”, susurró la hormiga en lo más profundo de su cueva pensando en nubes, en cielos azules, temblorosos, llenos de viento. “Somos la muerte que escribe un signo que nadie puede leer”.
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LA VANIDAD DE LAS ARAÑAS NOVELISTAS
AVISO CLASIFICADO I
Por tradición, las arañas se dedican al género de la novela. Cultivan todas sus posibilidades, la novela lírica, la novela de aventuras, la novela experimental, la novela de tesis. Sus novelas son respetadas, leídas con entusiasmo por miles y miles de personas en la isla de Bararida. Pero para ellas no es suficiente. Viven con el dolor y la repugnancia de que no se les consulte sobre los grandes asuntos de Estado, sobre las grandes decisiones, que no se solicite su orientación para las fundamentales transformaciones que esta sociedad necesita. Los hombres adolescentes de la isla de Bararida conocen esta situación. También guardan la creencia de que devorar arañas asadas en una fogata los hace más atractivos para las mujeres. Entonces salen de cacería y al encontrar una araña la rodean. Feroz y atenta, ella se prepara para defenderse e inyectarles su mortal veneno. Pero entonces uno de los jóvenes le pregunta: “¿Es cierto que la totalidad de su obra es un anticipo de lo que sería la literatura posmoderna?”. Entonces la araña relaja su actitud guerrera. Y desde otro lado, un joven alto y delgado suelta otra interrogante: “¿Qué piensa usted de la crisis de las hipotecas, de la aberrante globalización, de la caída de las acciones en Wall Street, de las posibles mutaciones de la gripe A, de las energías que sustituirán al petróleo, de la muerte de las focas, del islamismo, de la devaluación del dólar?”. Entonces la araña se hincha, plena, feliz, y alzando la ceja izquierda se prepara para responder con voz nítida y pedagógica a cada consulta, momento que aprovechan los jóvenes para agarrarla por las patas y lanzarla al fuego, donde en pocos minutos quedará lista para ser devorada con pan de pita y un poco de salsa tabasco. Dicen que incluso en el momento de la agonía final, la araña continúa respondiendo a todas las preguntas de los muchachos, y se siente eufórica, porque al fin le parece que la juventud está ansiosa por devorar sus sabias palabras.
Ratón recién divorciado y algo deprimido, posición económica aceptable, hijos viviendo lejos, tranquilo, hogareño, ojos melancólicos, amante de las novelas de Isabel Allende, busca gato de ojos claros y pelambre oscura. Para pasear con él, conocer la ciudad o experimentar situaciones intensas y vivir hasta el límite. Gatos vegetarianos abstenerse.
A Fernando Iwasaki y Andrés Neuman.
AVISO CLASIFICADO II Tiburón abandonado por reciente compañera veinte años menor, solicita amistad con tiburones en situación semejante. Para jugar ajedrez, recordar buenos momentos, cantar tangos de Gardel, o rentar apartamento compartido. Cita en la parte sur de la isla. Cerca de las playas de los surfistas. Desde hace poco tiempo utilizo pendiente y camisetas de vivos colores. Me reconocerán fácilmente porque el pendiente nunca cicatrizó bien, aunque a ella le gustaba la viril hinchazón de mi oreja.
PLUMA Y PAPEL
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ESCLAVO de la sangre amada de la cuenta regresiva de los que no creen de las novelas que callo del olvido misterioso y de la memoria que desde dentro habla del océano que no estuvo cuando volvimos sus rostros duro esclavo de una ciudad que nos llama y a la que acudimos como si visitásemos un enfermo del silencio que no logran aún mis pasos del cuerpo lleno de balas que seré algún día de las sentencias de mi padre del gesto que intenta unir la taza rota de este humo que voy siendo sin que lo notes la diaria rebelión de mi cuerpo contra el vasto latido
DECRETO En los sótanos de un parque central la contraloría general de mi República se acuesta con un perro que le habla despacio satisface su cuello la contraloría sabe muy bien el arte de arrodillarse y recibir bajo su falda corta manos hostiles tiene los labios rotos la contraloría general de mi República de tanta noche tiene los labios rotos dios y federación
Por LEONARDO GONZÁLEZ-ALCALÁ
PROTAGONISTA OJO
Por JOSEPH ARTILES -@JoArtilesL Foto CORTESÍA JOSMAR ZAMBRANO
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Josmar Zambrano: un futuro Vinotinto se luce en España
El fútbol venezolano se encuentra en plena etapa de crecimiento, tal como el juvenil tachirense que hoy juega con el Club Deportivo Tenerife. Josmar, de 19 años de edad, fue seleccionado por segundo año consecutivo entre los mejores juveniles de las ligas españolas y es uno de los nombres que alimentan las esperanzas mundialistas de la Vinotinto
Josmar desborda, en cada una de sus palabras, optimismo y buenas energías para seguir creciendo. Es enfático al hablar de su país y la ilusión que significa la oportunidad de representarlo en la máxima categoría, la meta inmediata de Brasil 2014. La madurez que muestra en su discurso es la misma que muestra en la cancha, en la que su talento lo hace destacarse por encima de cualquiera. Piqué, Sergio Ramos y Navas son sólo algunos de los que entraron, en sus años noveles, en una lista en la que hoy está Josmar, como futbolistas con mayor proyección en España. ¿Cómo fue la decisión de hacerte futbolista? ¿Qué fue lo más difícil? No fue una decisión difícil, al contrario, fue gustosa. Y no es que haya decidido, sino que creciendo y creciendo fui jugando, participando en equipos y competencias, y evolucionando. El fútbol lo disfruto desde siempre. Es mi pasión.
¿Cómo ha sido tu experiencia en España, qué retos te has encontrado y qué diferencias importantes ves con Venezuela en lo que a fútbol se refiere? Mi experiencia en España ha sido maramara villosa. Empezando porque venir a jugar para acá significó reunirme con mi mamá de nuevo, ya que ella se había venido a Tenerife mucho tiempo atrás. Con Venezuela hay varias diferencias. Aquí el fútbol es más rápido. Tienes que desarrollar una capacidad mental de reacción veloz, aprender a jugar sin balón, saber más de táctica; pero, al final, el fútbol es universal. Lo más difícil fue agarrar el ritmo de juego, pero hoy me siento tranquilo, con ganas de ser cada día mejor. Otro obstáculo que tuve que enfrentar fue que, cuando llegué a España, me diganosticaron un síndrome congénito en el corazón (Wolff-Parkinson-White), y sentí muchos nervios; pero tenía cura, así que hice el tratamiento, y hoy, gracias a Dios, estoy bien y listo para
salir a la cancha todos los días. ¿Qué esperas para tu carrera de aquí a cinco años? Uno siempre espera estar mejor, pero el destino es el destino, y para conocerlo hay que tener paciencia. Claramente uno sueña jugar como un grande, pero para eso hay que trabajar muchísimo, y es lo que hago día a día. Josmar se despide confensando su admiración por Tomás Rincón, un jugador que él califica de “diferente”, seguramente haciendo referencia a la actitud con la que es reconocido dentro de la selección nacional, y con la que perfectamente un deportista en formación se puede identificar: ese combinación de humildad, talento, ímpetu y constancia que se necesita para tener el éxito. Así, se sigue entrenando en el Tenerife, deslumbrando a los fanáticos europeos, mientras alcanza la edad necesaria para ser convocado a la Vinotinto, equipo que para él representa una pasión.
LUMIÉRE
Por PABLO LUÍS DUARTE BORGES -@pabludu-
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Los perdedores sobresalen en 35 mm El mundo vive de ellos. Son personajes que les dan sentido a las vidas de los demás. Piezas pequeñas que adquieren protagonismo en momentos especiales, aguardando resaltar como tímidas medallas ocultas entre grandes trofeos. Son los perdedores, y varios documentalistas se han embarcado en la tarea de redimirlos
Necesitamos el reflejo de esos personajes que no temen ser realmente como quieren ser, a pesar de tomar decisiones que los hacen tan dispares a la aparente moda. Retratarlos no es difícil; muchos buscan el protagonismo, o que se les reconozca por lo especiales que son. En el cine generalmente figuran como el amigo raro del que todos se burlan. Mucho daño se ha realizado ya. Parece ser irreparable; sin embargo, algo se puede rescatar: el género documental les ha permitido ser quienes quieren ser realmente, mostrarse como son, independientemente de que los vean como héroes o fenómenos.
Cuatro documentales tienen como protagonistas a estos personajes, que son más reales que aquellos salidos de la ficción de la gran pantalla, o de la misma ficción a la que nos enfrentamos todos los días. No ocultan quienes son realmente, más bien agradecen tener una cámara que registre las peculiaridades de sus vidas, para demostrárselo a esos que los tildaron de extraños. Comencemos hablando de American Movie (1999), cinta escrita y dirigida por Chris Smith, y que pareciera tener solo un protagonista, pero en la que figura más bien un momento, un pueblo que experimenta un flash distinto en sus vidas gracias a la realización de una película. El
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documental retrata a Mark Borchardt, un “cineasta” con un proyecto al que arrastra a familia, amigos y vecinos, quienes están dispuestos a ayudarlo con los ojos cerrados. Borchardt, al igual que el personaje cumbre de Cervantes, es un soñador que quiere conquistar un objetivo lidiando con las locuras e ideas que le hacen ver una realidad inexistente. Al igual que Don Quijote, el protagonista está siempre acompañado de un amigo fiel, quien está a su lado componiendo tonadas y versionando temas de Heavy Metal. Mark Borchardt está cegado a tal punto que no concibe errores en sus producciones, ni está interesado en entender el lenguaje cinematográfico en su sentido completo, más allá del que a él le interesa, compuesto de malas actuaciones y equivocaciones en registros de escenas. Al final, lo que le importa es que él se mantiene en la cinta, que su sueño ya no es suyo únicamente, sino que les pertenece a los que aún lo apoyan. American Movie lo sigue mientras consigue el financiamiento para finalizar el corto Coven, paso que lo llevaría a realizar su ópera prima, Northwestern. A lo largo del camino, se apoya en su fiel compañero, su madre y su tío, con quien logra una relación parecida a la que existió entre Bela Lugosi y Ed Wood. La trama de este documental nos lleva a preguntarnos: si la pasión de un hombre pudo llevarlo a realizar algo tan arduo como una película, ¿qué podría lograr la pasión de cientos, de miles, de millones? Trekkies (1997) relata cómo una serie de televisión —Star Trek, en este caso— puede generar tal fidelidad que las personas que la vean necesiten organizarse y reunirse para demostrar a los otros qué tan fanáticos son. Dirigida por Roger Nygard y reportada por la actriz Denise Crosby, la cinta entra en las convenciones más grandes de Star Trek en Estados Unidos, en las que entrevistan a hombres y mujeres que respiran con la serie, que viven su día a día bajo su filosofía. Estos personajes absorben la serie y la hacen suya, muchas veces extrapolando sus elementos y convirtiéndolos en parte de sus vidas. Como el caso de un odontólogo que modifica su consultorio usando los elementos que conforman el Entreprise, la nave insigne del programa; o la diseñadora gráfica que participó en un juicio vestida con los trajes típicos de la serie. El documental es considerado una obra de culto por los
fanáticos de Star Trek, y por los amantes del género. Nygard ha seguido con la idea original y estrenó, en el 2004, la segunda parte del documental, que no supera a la primera versión. Además de obsesiones con películas, también se puede vivir de las ilusiones de los videojuegos, y así lo demuestra la cinta The King of Kong: A Fistful of Quarters (2007), de Seth Gordon. El documental muestra la lucha eterna entre dos jugadores de arcade que buscan superarse en el clásico juego Donkey Kong. A pesar de que el videojuego salió al mercado en 1981, aún genera pasiones de tal calibre que, entre sus seguidores más acérrimos, produce enfrentamientos como los que vemos entre países por recursos naturales y territorios. Tanto es así, que la cinta ha generado hipótesis que sugieren la falsedad de muchos de los hechos, que aseguran que Gordon jugó con la historia para volverla más dramática. La lección es que si todas las guerras se resolvieran con un joystick y un mono subiendo escaleras esquivando barriles y demás, el mundo fuera un lugar mejor. Finalmente, la ópera prima de Errol Morris, uno de los cineastas que está en el grupo de los mejores documentalistas de la historia, reúne a varias personas que quieren conseguir que sus mascotas fallecidas logren el descanso que ellos creen que merecen. Gates of Heaven (1978) es un documental en tono coral, en el cual varias personas están unidas por pequeñas lápidas y espacios de tierras subterráneos: dueños de funeraria, dueños de perros, todos cantan por separado sus experiencias en esas pequeñas parcelas de tierra. Morris escenifica el documental en dos cementerios de animales: uno exitoso y otro fallido, donde sus dueños relatan cómo decidieron tomar esa decisión de poner a funcionar tan particulares negocios. La mayoría de los personajes viven con los recuerdos y lamentos por el fallecimiento de estos animales, muy parecido al que puede existir cuando desaparece un familiar o amigo muy cercano. El documental ofrece una conclusión que se puede hacer extensiva a cualquiera de estas cuatro piezas: al final, todos sobreviven en sus peculiaridades, esperando que los visitemos una vez más en los terrenos del celuloide, donde quedará congelado el testimonio de sus extrañezas.
ILUSTRACIONES
Por JUAN EXPÓSITO
POR LOS CAMINOS VERDES
Por ARIANNA ARTEAGA QUINTERO -@arianuchis
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Los Delfines de Mochima Un encuentro desde la superficie
En Venezuela existe una reserva importante de delfines, una de las especies más inteligentes que habitan el planeta. Su supervivencia está amenazada por el turismo indiscriminado y la contaminación, pero todavía se puede presenciar el bonito espectáculo de verlos en su hábitat natural
Mochima es un gran lugar para encontrarse con estos animalitos brillantes. Según los estudios llevados a cabo por el biólogo marino Jaime Bolaños junto a otros colegas de la Sociedad Ecológica Venezolana Vida Marina (SEA VIDA), el tamaño promedio de los grupos avistados es de 32 individuos, compuestos en un 37% por crías y juveniles; en 59% de las ocasiones los delfines se acercan a interactuar con las embarcaciones. También me comenta que ha visto grupos de hasta 150 delfines de la especie delfín común, predominante en la zona, cuyo nombre científico es Delphinus sp. Mi primer encuentro con ellos fue hace un par de años. Estaba con mi mamá para hacer el paseo de Aventura Marina al Santuario de los Delfines. Nuestro guía fue Carlos Israel Gooptar, un señor de ascendencia árabe, encantador y profundamente agradecido con los delfines que le salvaron la vida en un naufragio. Zarpamos tempranito en la mañana. En menos de una hora mi personita gritaba eufórica desde la proa de la lancha. Eran muchos, brincaban, nadaban de barriga para vernos, perseguían la lancha y con la misma que aparecieron ¡fuaz!, se perdieron en el azul. Luego, hace unos meses mientras paseaba en velero por Mochima, los volví a ver. Nos levantamos a las seis de la mañana para zarpar de regreso a Puerto La Cruz, habíamos visto varios en la ida, pero esta vez el mar estaba como un
plato, la luz era cálida, el viento apenas soplaba y los dichosos animales ultra inteligentes podían verse con la claridad de quien está en el agua con ellos. Entonces me pongo cursi. Con los delfines es distinto, me conmueven profundamente esos mamíferos inteligentísimos, los únicos después de nosotros con un cerebro tan grande en relación con su cuerpo, los que sanan con las ondas ultrasónicas de su ecolocalización, viven en grupos con fuertes lazos sociales, se comunican, copulan cuando les provoca, pueden dormir sólo la mitad de su cerebro, cazar en equipo, suicidarse y, a veces, hasta tienen la capacidad de ser brutalmente violentos. Lo triste es que estos seres viven en un entorno enfermo, pues según la organización Parks Watch (www.parkswatch.com) el Parque Nacional Mochima se encuentra “críticamente amenazado” por la creciente población, contaminación, turismo y demás males de la civilización. Debe ser por eso que Jaime Bolaños insiste: “Para que la actividad pueda ser considerada como ecoturismo debería incluir aspectos científicos, educativos y una reglamentación oficial”. Si en la próxima vida se me concede el deseo de ser un delfín, espero que Mochima se encuentre mejor y que mis nietos vayan a visitarme para dar volteretas eufóricas de bienvenida en la proa de alguna embarcación realmente ecoturística.
DESDE LA BURBUJA
B1
Por ANDREA SATURNO C -@andreasaturnoc(Instituto Universitario de Nuevas Profesiones)
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Escribo esto para contarles cómo fue que entré a la burbuja universitaria. En el mes de julio del año 2005 terminé mi bachillerato. Tenía diecisiete años, era grande para algunas cosas y chiquita para otras. Era eso que llaman una adolescente, tan segura de mí misma y tan insegura a la vez, tan independiente y tan dependiente, tan mujer y tan niña. En ese momento tenía que tomar una de las decisiones más importantes de mi vida. No se podía esperar. En una carrera contra el tiempo, y sin la sabiduría ni experiencia necesarias, debía decidir a cuál profesión me quería dedicar el resto de mi vida. ¿Médico?, ¿veterinario?, ¿comunicador social?, ¿psicólogo?, ¿astronauta?, ¿o nada? Nada hubiese estado bien, pero las presiones sociales y familiares siempre te exigen ser algo. ¿Cómo saber qué quería estudiar en ese momento en que no sabía ni quién era? ¿Cómo tomar la decisión correcta? Mi solución mágica fue ir para un psicólogo a que me hiciera un estudio para descubrir en qué podría ser buena. Esperé ansiosa los resultados de esos tests que encerraban la clave de mi vida. Dormí tranquila unos días. El psicólogo, cual oráculo, me diría mi futuro.
Esa tranquilidad se desvaneció al ver en el informe una lista tan larga de opciones que me dejaron igual de perdida que antes. Servía para tantas cosas que no me podía decidir por ninguna. En un ejercicio de ensayo y error ya me he cambiado de carrera dos veces: primero Diseño Gráfico y después Publicidad y Mercadeo. Lentamente voy descifrando lo que me gusta. Como quien dice, a paso lento, pero seguro. La vida tiene su tiempo, y la sociedad su destiempo. Cuántas veces tomamos mal una decisión por estar presionados, por cumplir con exigencias externas no acordes con nuestro momento. Decidir una profesión a los 17 años es como intentar manejar un trasatlántico cuando solo sabes hacer barquitos de papel. Así hemos aprendido a vivir, a equivocarnos, a corregirnos, a darnos oportunidades y a entender que en ese ensayo y error está la clave. Solo la experiencia, los fracasos y los aciertos nos acercan a lo que somos, nos permiten conocernos y tomar decisiones más acertadas. Ahora entiendo que cada decisión que se toma implica la renuncia a algo. Yo a los 17 años lo quería todo, sin renunciar a nada.
DIABLO POR VIEJO
Por ERIKA VELÁSQUEZ Foto CORTESÍA MIRO POPIC
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La pluma añeja de Miro Popic
Este texto sobre Miro Popic, periodista sibarita de amplia trayectoria, fue el ganador del premio Zapato de Oro de la UCAB a mejor perfil, reconocimiento que se entrega a los mejores trabajos producidos por los estudiantes de Comunicación Social de esa universidad
Probar, leer, escribir y viajar son las cuatro necesidades básicas de Miroslav. Dice que la cultura empieza por el estómago. De turista, va primero al mercado y luego al museo porque los pintores comen y después pintan. Es director de catas, periodista, editor y escritor de gastronomía y vinos desde hace 35 años. Se desempeñó como profesor del diplomado en vinos de la Universidad de Preston (Estados Unidos). Ha colaborado para publicaciones internacionales especializadas como: Virium (España), Enotria (Italia), Lan in
(Chile), Sazón (Panamá) y la Guía Mundial del Vino. Popic pertenece al movimiento internacional de origen italiano llamado Slow Food. Ampara la importancia del tiempo para el disfrute de la comida y rechaza el término fast food. Edita guías viales, ecoturísticas y gastronómicas en Venezuela. De su autoría son los libros: Morir en Tacoa, El libro del pan de jamón, Manual del Vino y Misión Gula. Un hogar en Venezuela El polvo reposa en los muebles de la
casa N° 938. Obreros trabajan con fuertes golpes en las paredes externas. En la segunda planta, el primer cuarto funciona como oficina. Adentro, Miroslav reposa su cuerpo en una silla. Se da tiempo para despegarse de su labor periodística. Hace divagaciones con humor. Bromea cuando dice que no come nada que lo engorde. Detrás de su escritorio, un clavo sostiene un mapamundi. No está rayado, pero si lo estuviera ya no habría espacio para marcar su próximo destino. Asiste a conferencias internacionales de vino y gastronomía. Antes de que el
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año termine, su próxima agenda de viajes se ocupa. Los primeros meses del año explora nuevos rumbos. Siempre permanece en Venezuela los últimos seis meses, tiempo en el cual produce, junto a su equipo de colaboradores, la Guía Gastronómica de Caracas. Firma sus libros y artículos con las cuatro letras del primer nombre y su primer apellido completo: Miro Popic. Sin embargo, no se ahorra la tarea de corregir la pronunciación del segundo. “Es Popich, así como el sonido de la ch.” Su apellido es de origen croata como su padre, pero Miro es chileno. Nace en 1942 a 475 kilómetros de Santiago de Chile, en La Serena, la capital de la Cuarta Región de Coquimbo. Popic se graduó en febrero del año 1965 de Periodismo en la Universidad de Chile. A los diez días se embarcó en un viaje para Santo Domingo. Trabajó cuatro años como independiente, pero siempre en el periodismo. Editó el primer libro Poemas de rutina de César Young Núñez, en una época donde el dinero escaseaba. En 1969 reactivó el término freelance en Europa. Laboró por tres años en restaurantes en Francia y siguió viajando. “Estuve en París, Suiza, Croacia y Panamá, hasta que me asenté en Venezuela en 1975. Uno no puede vivir con una maleta en la mano toda la vida. Me enamoré de Venezuela y en Venezuela”. Trabajo en Venezuela Miro involucra a su familia en su trabajo. Verónika Popic trabaja con su padre: publicita y coordina la edición de la Guía Gastronómica de Caracas. En 20 años de edición de la Guía, la visita a los restaurantes sigue siendo un esfuerzo grupal. “Cada vez que íbamos a un restaurante era de trabajo y había que probar la mayor cantidad de platos de la carta. Mi padre escogía
lo que cada uno iba a comer. Ahora no nos ordena, pero sí hace sugerencias”, comenta Verónika. Con la postura de sus manos Popic cubre un papel. Agarra un bolígrafo y anota lo que explica. Dibuja diez estrellas y una carita feliz. “Mira, así califico a los restaurantes que visito. Una estrella, notable. Dos estrellas, bueno. Tres estrellas, muy bueno. Cuatro estrellas, excepcional. La carita sonriente, recomendable.” Respira profundo y continúa con la aseveración: “No hay restaurantes excepcionales en Venezuela”. Se levanta y va en búsqueda de una libreta verde. En sus hojas se lee: nombre, dirección, propietario, tipo de comida, servicio y precios. Rayita, espacio, punto y aparte. Una estrella, dos, tres y cuatro. Al final, los comentarios. La lleva consigo al momento de evaluar un restaurante nuevo. Gastrónomo democrático Miro se levanta a las cinco de la mañana. Hace ejercicio, se desayuna y revisa su cuenta de correo electrónico antes de irse a la oficina. En el año 2006 fue invitado a colaborar como cronista gastronómico en el diario Tal Cual. “La columna Misión Gula se fue delineando casi espontáneamente, a partir de un esquema básico que comprende una relación entre el hecho noticioso, la documentación gastronómica y la política”. Popic investiga y luego escribe. Lee dos y tres libros simultáneamente en casa. Su hija se sorprende porque es capaz de devorarse con la vista un libro de 700 páginas en tres días. Compra el periódico diariamente y todavía no le afana el internet. El libro sigue siendo su referencia porque no confía en las fuentes electrónicas. A la cerveza le dice el pan líquido, al pepino lo reivindica en sus facultades culinarias y desentraña el origen de las comidas. “¿Qué dice la gente cuando
algo no le interesa?, me importa un pepino. No sé de dónde salió esta expresión. No hay alimento más vilipendiado que el pepino, lo cual me parece absolutamente injusto. El pepino es muy apreciado en las cocinas del este de Europa y en las del Medio Oriente”. Entre una palabra y otra se le escapa su tendencia política. Él la expresa abiertamente como también manifiesta su afición por los Tiburones de La Guaira. De esta manera, empezó una crónica sobre los golpes: “Muchos pensarán que nos referimos al 4 de febrero de 1992, al 27 de noviembre de 1992 y al 11 de abril de 2002, pero se equivocan tanto ustedes como los semiólogos bolivarianos que buscarán en estas líneas alusiones a quién sabe qué tontería se les ocurra inventar. Como lo nuestro es la comida, nos referimos a los ansiados y necesarios tres golpes diarios: desayuno, almuerzo y cena”. El director del diario Tal Cual, Teodoro Petkoff, habla de Miro en el prólogo del libro Misión Gula y exalta su escritura. “Me encanta su humor y su manera de mezclar con la mayor destreza un manjar con la última estupidez que dijo un alto funcionario o las paradojas dadaístas que tratamos de comprender cada día en este país de Jauja”. En su cocina no falta el aceite de oliva. Prefiere hacer la mayonesa que comprarla y no desprecia a ningún alimento. Se declara fiel a sus principios y cuando las situaciones son adversas se toma una buena champaña. “Lloro y río. Soy amigo de mis amigos y me enamoro. Soy amante de la sencillez y estoy feliz con lo que hago. Si moriría volvería a ser periodista. Tengo la suerte de tener un hobby y de que mi hobby también es mi trabajo, lo disfruto.”
AJÁ ARTE
Por JESSICA MÁRQUEZ GASPAR -@jessisnews-
42 Ojo se deconstruye y se transforma La artista plástica y arquitecta Norma Guzmán se alió con ¡Ajá! Arte Para Llevar en un proyecto: reinterpretar el logo de Ojo en una franela
Norma, de lentes y hablar pausado, es arquitecta graduada de la UCV, y estudió dos años en el Instituto Armando Reverón, pero confiesa que nunca terminó la carrera. Al principio se muestra nerviosa, pero poco a poco olvida el grabador que está colocado, estratégicamente, entre ella y Víctor Hernández, el Director y Fundador de ¡Ajá!
Explica, también, que se siente muy influenciada por el psicoanálisis y la filosofía de Jung, por lo onírico. “He soñado imágenes así con frecuencia, ciudades no destruyéndose, sino desfasadas”, revela. Y tiene sentido, entonces, que sus piezas recuerden a una representación muy famosa del inconsciente: una ciudad deconstruida, porque todo ser humano está fundado sobre el subconsciente que es su Hernández lo explica fácilmente cuando señala que el deconstrucción. concepto es sencillo: franelas únicas, innovadoras, que se destacan porque sus diseños son obras tanto de artistas que No obstante, hace una salvedad: “Es diferente la deconno son conocidos, como de aquellos que sí lo son o que son strucción de la destrucción. Porque en la primera tú desarimportantes, pero no han recibido la atención que merecen mas y con esos elementos reconstruyes, y por ello cambia en el país. “Así logramos que la gente se conecte con ellos”. su significado. En cambio, cuando destruyes es la nada, Las franelas se convierten en un medio para llevar el arte acabas con su filosofía y su esencia”. siempre con uno. El silencio priva durante unos segundos, mientras las diverLa explicación de Guzmán es más compleja. Extrae de un sas torres en lo que parece un archipiélago de ciudades bolso dos cartulinas. Cada una de ellas incluye una de sus abrazan el Ojo como elemento interno que siempre debió propuestas con nuestro negro logo. “Desarrollé el concepto estar ahí, como si se tratara de una línea más, de otra escala partir de dos ópticas: una de seres animados, que tienen era, que sube o baja, pero nunca va a ningún lado. personalidad y movilidad, se parecen a unos insectos; y hay otra relacionada con una de las facetas de mi trabajo, que Cuando el tiempo se acaba, Guzmán afirma como para sí son las torres, y todo el tema de la deconstrucción de la misma: “Creo en el purismo de las cosas. Trabajo en papel materia”. aunque es endeble y no perdura en el tiempo porque me agrada su textura y la tinta sobre él. No diría que es una Llama la atención especialmente la segunda. Mientras la escuela clásica, sino que me gustan las cosas en su propia imagen rueda de mano en mano, ella indica que la torre tiene esencia; pero ahora tendrán que ser franelas”, concluye varias connotaciones: la sublimación a la altura, porque es sonreída. para estar más lejos del suelo, pero de pronto es para estar más cerca de arriba, del cielo. Toma la hoja entre sus manos y la observa durante unos segundos. “Todo es un ciclo donde no hay límites, solo un Su portafolio digital evidencia una estética que subyace: se constante movimiento, el principio de la energía nos rige, no priorizan poco los colores, el manejo de la línea destaca y se crea ni se destruye, solo se transforma. Eso quise expresusurra su formación de arquitecta; sus piezas, todas, sar”. Y, gracias a ella, Ojo también. recuerdan al pintor ruso Wassily Kandinsky, con sus imágenes deconstruidas, de ciudades y torres, padre del abstraccionismo.
BACKSTAGE
Por ELENA VICTORIA SÁNCHEZ Fotos CORTESÍA DE BAJO LA MANGA
44 Impulsar y producir cine: Bajo la manga laboratorio audiovisual El boom del cine nacional ha traído consigo una explosión de productoras audiovisuales. Quien analice el fenómeno se dará cuenta de que grandes casas como Bolívar Films, por ejemplo, han tenido que comenzar a competir contra otras más pequeñas, conocidas como “de bolsillo” o “maletín”. Dentro de estas últimas se encuentra Bajo la Manga Laboratorio Audiovisual
Fundada en 2009 por los jóvenes Daniel Ruiz Hueck y Juan Fermín, esta productora ha llamado la atención por dedicarse a la promoción del cine nacional mediante festivales, concursos y proyecciones. Al preguntarle a Daniel el origen del concepto, responde: “Nuestro nombre viene de la posibilidad de cumplir el sueño de vivir haciendo cine. Ojo, cine en todos sus ámbitos; por eso somos una empresa de gestión y desarrollo de proyectos audiovisuales, ya que no solo nos encanta filmar, sino también hacer festivales de cine como La Semana Animada de Caracas, el Festival de Cortos de Caracas CHORTS y CCS CLIP VIDEO FEST”. Antes de esto, Daniel estudiaba derecho en la Universidad Católica Andrés Bello y Juan, ingeniería de producción en la Universidad Metropolitana. Acerca de esta aparente contradicción, cada uno lo explica desde su área. Juan Fermín asegura: “Soy un ingeniero-cineasta porque Dios, el destino —o como quieran llamarlo— es demasiado sabio y bueno conmigo. Contar historias es algo que me apasiona desde pequeño, y creo que el cine es uno de los mejores medios para hacerlo. Estudié ingeniería en primera instancia porque para mi familia era una locura el simple hecho de pensar que mi carrera y oficio fuera hacer películas en Venezuela. Al final, la pasión pudo más que cualquier cosa. Estar ahogado entre números y fórmulas no era lo mío, así que estudé cine conjuntamente. Cuando terminé mis dos carreras y empecé a dirigir películas, me di cuenta de que no solo se necesita pasión; también es necesario liderazgo e ingenio, y eso me lo dio la ingeniería. Cada vez que estoy a punto de decir ‘acción’ me doy cuenta de la cantidad de personas que hay que engranar para que todo fluya correctamente. Eso es más un trabajo de gerente que de cineasta”. Daniel Ruiz Hueck opina: “El derecho me da una estructura de pensamiento muy importante para la producción ejecutiva y general, más que todo en lo que a organización y lógica se refiere; una lógica que no tienen los comunicadores, un sentido común en relación con las cosas y hechos que es la base para cualquier productor cinematográfico. Igual, nunca ejercí el derecho. Teóricamente me parece una carrera interesante, pero, en la práctica, nada que ver. El vínculo o puerta que me permitió entrar en la industria del cine fue un festival de cortos estudiantiles que organicé por varios años (se refiere al Festival Iberoamericano de Cortometrajes Estudiantiles VIART), donde conocí a Juan Fermín cuando ganó, en el 2007, con su cortometraje Caja de fósforos”. Trabajando en Bajo La Manga Por ser una productora fundada y manejada por jóvenes, el ambiente de trabajo es desenfadado, entretenido, pero no deja de existir la presión característica del medio: entregar anteproyectos, hacer presupuestos, realizar los manuales de producción, atender las solicitudes de los clientes, reunir el personal para las pautas, buscar patrocinantes para los festivales.
Cuando se requiere —ya sea para un comercial, festival o similar— , Daniel y Juan convocan a los profesionales en las áreas que necesitan, hasta que arman el grupo de personas que se dedicará a la producción de dicho material. Fermín suele ser el director y Ruiz Hueck el productor general de la pieza. También cuentan con la ayuda de Andrea Bello quien trabaja en la oficina apoyándolos en los proyectos. Si bien los tiempos de producción y entrega de las piezas finales se cumplen con disciplina, trabajar en Bajo La Manga es una experiencia amena: los horarios son flexibles, la dinámica se vuelve muy familiar, y por eso, luego de cumplidas las 8 horas de trabajo, suelen quedarse hablando hasta tarde. Juan Fermín anima el ambiente con sus anécdotas, Daniel Ruiz Hueck divaga sobre la situación del cine nacional, y, en ocasiones, puedes oírlos debatir en su oficina. En general, siempre habrá algo que conversar y aprender. Siempre están en búsqueda de pasantes: estudiantes interesados en el cine y que —tal y como explica Daniel— estén dispuestos a dar lo mejor de sí. Es una experiencia recomendada para todos aquellos que deseen conocer el lado “real” de la producción audiovisual nacional. Expectativas para el 2011 Explican que para lo que falta de año estrenarán Lo que nunca pensé decir, un corto que rodaron en junio y julio, durante 8 días, mayoritariamente en un tren. Lo definen como una comedia romántica, inteligente y divertida, y esperan que tenga una buena aceptación del público ya que se proyectará en las salas de cine comercial. Acera de sus proyectos, explican: “Igualmente, seguimos organizando CHORTS, el festival de cortos que en dos años se ha convertido en el más importante del país, y no nos cabe duda de que en un par de años será de los más importantes de América Latina, ya que este año lo haremos internacional. Por ahí viene también un Festival de Cine Animado. En producción, estamos en el desarrollo de Los fantásticos suicidas, un largo dirigido por Eduardo García. Igualmente, estamos desarrollando un largo documental llamado Abuela Kueka regresa, por la gran amiga Blanca Núñez, además de otros cortos entre documentales y ficción”. Bajo La Manga luce como una empresa que va creciendo mientras más se adentra en la producción nacional. Quizás la clave, más allá de tener experiencia y los contactos adecuados, es adelantar un paso y dar a conocer la cinematografía nacional. En este sentido, podría decirse que no es solo una productora que llena una cuota audiovisual en los registros de CONATEL o que compite bruscamente contra otras, sino que, de hecho, exhibe el trabajo de todos, mientras realiza los suyos. Una buena técnica en este feroz medio, ingeniada por dos jóvenes que solo quieren contar historias. Si quieren saber más de ellos pueden visitar: www.bajolamanga.com
AMPLIANDO HORIZONTES
Por PATRICIA ANUEL -@patynetaFoto PETER DUHON. Bajo una licencia cc by 2.0
46 El oficio de cazar tendencias Si te apasiona todo lo que sucede en las grandes pasarelas del mundo, conocer lo último que hizo Banksy y tienes a Pitchfork como página de inicio en tu explorador, es probable que seas un Coolhunter y aún no lo sabes. Te invitamos a que conozcas cómo hacer de este oficio una profesión formal
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La moda es un fenómeno antropológico y sociológico que conjuga dos partes antagónicas inherentes al ser humano: el deseo de seguir lo que el entorno impone, y, a la vez, destacar la personalidad de cada individuo. Esto se traduce en la búsqueda constante de elementos que nos diferencien de los demás. A principios de los noventa, algunos profesionales en el área de la moda comenzaron a especializarse en la proyección y observación de tendencias, con el fin último de descubrir la estética de lo cool. Allí nació el Coolhunting. La premisa de este nuevo oficio radicaba en analizar e investigar nuevas tendencias en áreas tan complejas como el arte, la música, la vestimenta, el esparcimiento e, inclusive, tendencias ligadas directamente con el mundo digital, como gadgets y aplicaciones. Para ser Coolhunter es recomendable estudiar una carrera previa como Diseño Gráfico, Arte o Comunicación Social, debido a que es necesario tener las herramientas básicas para poder realizar un estudio exhaustivo de cómo y por qué un elemento puede convertirse en moda, tomando en cuenta sus antecedentes y analizando, demográficamente, cómo puede amalgamarse a la sociedad. Existen varias especializaciones en el área de Tendencias y Coolhunting, principalmente en Europa. Muchas de ellas pueden realizarse a distancia, por lo que son una buena opción para aquellos que no disponen del dinero necesario para trasladarse a otro país. Sin embargo, lo más importante para ir acercándose a este maravilloso mundo es tener criterio y un buen ojo. De allí en adelante, el trabajo es mucho más sencillo. Una Madame con mucho estilo Valerie Lollet, también conocida como Madame Fedora, es el ejemplo perfecto de cómo un profesional puede convertirse en Coolhunter. Estudió Comunicación Social en la UCAB y Técnicas Gráficas Digitales en el Centro de Diseño Digital. Luego de una amplia experiencia en el mundo de la publicidad, entró en Sony Entertainment Television, en donde tuvo la oportunidad de crear y producir conceptos creativos para diversos segmentos del canal. Algunos años después decidió complementar sus estudios con el curso online Coolhunting aplicado a la moda, del Instituto Superior de Arte, en España. Lollet relata: “Aunque la duración
estipulada es de dos meses, realmente dura mucho más, ya que los trabajos prácticos son extensos, y el tutor puede tardarse bastante en enviar de vuelta las observaciones y correcciones”. Valerie ahora es Directora Creativa de su propia empresa, y asegura que haber realizado el curso sin duda expandió su visión de las cosas y perfeccionó sus métodos de investigación y observación. Actualmente tiene un blog —que no pueden dejar de visitar— llamado www.madamefedora.com, en el que reseña las últimas tendencias de moda, música y arte. Esta joven emprendedora hace recomendaciones a los interesados en el oficio de Coolhunter: “Deben contar con tiempo, mucho tiempo y paciencia para observar, navegar en internet, leer, ver fotos, salir a la calle, hacerle seguimiento a las diferentes personas, núcleos y ciudades que son generadores de tendencias. Hay que investigar muchísimo, documentarse, abrir los ojos y oídos a todo lo que se pueda recibir, y tener muy claro lo que se está buscando”. ¿Dónde estudiarlo? -Instituto Europeo de Diseño (www.ied.edu), con programas en Barcelona y Madrid -Programa online de la Escuela Superior de Moda y Empresa de Madrid (http://www.esmemadrid.es/) http://www.esmemadrid.es/ http://www.esmemadrid.es/) -Instituto Internacional de Marketing y Diseño de Modas POLIMODA (www.polimoda.com). Ubicado en Florencia, Italia, ofrece un Máster en Predicción de Tendencias de Moda. Páginas que Valerie Lollet recomienda a los lectores: http://www.style.com/, http://www.wwd.com/ http://www.fashionologie.com/ http://www.refinery29.com/ http://www.interviewmagazine.com/ http://www.purple-diary.com/ http://www.colette.fr/, http://www.nowness.com/ http://www.net-a-porter.com/ http://www.coolhunting.com/, http://trendland.net/ http://pitchfork.com/
DEBATE
48 ¿Qué opinas de la televisión venezolana? Quienes se encuentran en las universidades son una generación que pasó su infancia viendo televisión nacional. Esto se evidencia porque en cualquier conversación se recuerda con nostalgia programas como El club de los tigritos, Contesta por Tío Simón, Radio Rochela, entre otros. Por eso, les preguntamos a los estudiantes universitarios qué opinan de lo que se transmite hoy por las pantallas criollas. ¿Todavía se ve televisión? Con menos opciones disponibles, problemas de presupuesto, éxodo de talento, polarización política, el panorama no pareciera ser demasiado alentador.
Entra las novelas de la tarde y la noche, siento que no hay nada que valga la pena. Honestamente, cuando se terminó el Club de los tigritos la dejé de ver. Quisiera expresar mi especial descontento hacia los comerciales de zapatos, los arreglos de reguetón son totalmente incoherentes. –––– Piera Brito Ingeniería Electrónica Universidad Simón Bolívar Hay programas en los que se nota la falta de calidad, están hechos para salir del paso, llenar tiempo al aire y sacar dinero. No más allá. –––– Mario Tarfuro 9no semestre de Comunicación Social Universidad Católica Andrés Bello
–––– Marcel José Serrano
5to semestre de Comunicación Social Universidad Católica Andrés Bello Existen buenas ideas y talento, pero hacen falta producciones de calidad y factura que nos hagan salir del esquema de televisión tercermundista. –––– Cristina Barres 10mo semestre de Comunicación Social Universidad Católica Andrés Bello
Son pocos los programas que no caen en la mediocridad. Entre las novelas con trama repetitiva y comedias grotescas, en las cuales hay que ser homosexual o vulgar para dar risa. Se ha perdido el sentido educativo y refrescante de una televisión amena que rompa con el día a día, y no se enfoque en recordar de modo burlón la decadencia de la No veo televisión nacional porque no veo televisión en sociedad. general. Mi carrera no me deja tiempo. Un hito para mí fue el –––– Rafael Logreira programa “Sudando la gota gorda”, eso me alejó para siem- 5to año de Medicina Universidad Central de Venezuela pre del control remoto. La calidad ha decaído mucho. –––– M. Gabriela Quintas Nunca me he considerado un gran fan de la televisión veneIngeniería Química zolana en la actualidad, para mí no tiene una gran originaliUniversidad Simón Bolívar dad ni brinda entretenimiento en lo que a programación se La TV venezolana ha decaído, está en crisis y la intensificó refiere. Vemos muchos canales que repiten su programación RCTV, no es que RCTV la originó. Tuvo su época dorada una y otra vez e incluso hacen "nuevos canales" —como que marcó a la televisión latinoamericana, nuestras novelas Venevisión Plus que es un vulgar reciclador de programas eran transmitidas en el extranjero y los libretos eran tomados viejos más la Guerra de los Sexos—. También existen casos para hacer remakes, ahora pasa lo contrario. No hay de programas que son copias o intentos de simular producprogramas de opinión interesantes como lo había antes, ciones internacionales, series infantiles para niños que en vez tampoco de periodismo investigativo. Los canales se han de producir un avance mental o entretenimiento con centrado en el entretenimiento barato y para las clases D y educación lo que muestran es el reflejo de una gran estupidez e ignorancia, tal es el caso de "Somos tu y yo". E, olvidándose de las otras. Por otra parte, la televisión actualmente está muy
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politizada, por lo que ver un canal específico te etiqueta en un bando político. Lo único que le reconozco a la televisión nacional es el canal Meridiano. En el campo deportivo nuestra televisión ha avanzado enormemente, pues tiene una variedad en programación para cada deporte e incluso un análisis, atracción y neutralidad mayor que muchos canales internacionales como ESPN, en el que la parcialidad por México se les desborda por las venas, cuando se supone que es un programa internacional. –––– Antonio Manuel Felipe Nevado Primer año de Estudios Internacionales Universidad Central de Venezuela Ha desmejorado demasiado en la última década. En los 90's me gustaba en VTV "Contesta por Tío Simón" y "Beverly Hills 90210". –––– Sofía Lucía 9no semestre de Comunicación Social Universidad Santa María No me gusta en lo absoluto y no la veo casi. Sí noto que hay cierto esfuerzo por mejorar, pero muchos programas apelan a un humor demasiado básico. Dejé de ver televisión hace como tres años, cuando me fui de Maracay a Caracas a estudiar. En la residencia solo teníamos tv nacional, así que prefería apagarla. Sin embargo, puedo decir que me gustaba el programa que tenía Iván Matta en las noches en Canal i, así como los Stand Ups del Molino Rojo, me gustaría ver más propuestas como esa. –––– Emiliano Crespo Ingeniería en Materiales Universidad Simón Bolívar Generalmente las producciones nacionales son mediocres, de mala calidad y están dirigidas a un público con un nivel cultural bajo. Pero, en mi opinión, lo más preocupante es la decadencia imparable en la que la televisión venezolana se encuentra sumergida. Los programas no solo son malos, sino que cada vez son peores. –––– Estefanía Martel Publicidad y Relaciones Públicas Universidad Complutense de Madrid
Pienso que la televisión de aquí glorifica el pensamiento marginal de las personas; aquellas que tienen busto y trasero operado protagonizan novelas o programas aunque no tengan talento actoral o carisma para animar. Se ve que todo está hecho para salir del paso, y la mala calidad se hace notar tanto en las escenografías como en los libretos y los actores. Hay mucha gente preparada y seria que le gusta la actuación, y que son ignorados porque no salieron del Miss Venezuela. –––– David Vecchio Contaduría Universidad Católica Andrés Bello La producción de los programas es terrible, todo está como mal hecho. Quizás es porque no producen espacios con temáticas de mi interés, pero creo que no hay creatividad ni en los programas ni en la publicidad. Bueno, admito que me gusta Quién quiere ser millonario. –––– Isabella Bello Ingeniería en Producción Universidad Metropolitana La televisión venezolana es víctima del populismo. Si bien es cierto que en el país hay movimientos que buscan las rescatar los espacios perdidos, la tv es uno de los menos tomados en cuenta. La gente busca entretenerse de forma banal, ha perdido la necesidad de hacer cultura y hacer que el pueblo analice, reflexione. Una novela te deja una moraleja jocosa y/o alejada de la realidad. Particularmente, me gustaría que las telenovelas fuesen más como el cine nacional que cada día crece en espacio, profundidad y categoría. –––– María José Betancourt 4to año Comunicación Social Universidad Monteávila A la tv venezolana le hace falta más entretenimiento, más allá de las novelas. Le faltan producciones más ambiciosas. Estudiar a fondo la sociedad para no fracasar en los proyectos nuevos. –––– Marisela Delgado 9no semestre comunicación social Universidad Católica Andrés Bello
MOCHILERO
Por LUIS REVILLA -@LuisRevillaFotos IGNACIO VINKE -@igvinke-
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Final de la UEFA Champions League en Wembley “¿A dónde vais con eso, eh?”, nos pregunta un hombre, mientras señala la bufanda del Barça que descansa sobre mi maletín. En seguida se echa a reír y se sienta cerca de Ignacio, mi compañero de viaje. Aparenta unos cuarenta, pero viste como niño: shorts, franela, chaqueta, morral y gorra. Lleva bordado el escudo del Barcelona en casi todas sus prendas visibles. Se llama Byron, y decidió romper el hielo porque necesita cómplices en el crimen de exhibir con orgullo los colores blaugranas en el aeropuerto de Madrid. Su pregunta es retórica, claro. A 24 horas de la final de la
UEFA Champions League, sentados en la puerta de embarque de un vuelo Madrid-Londres con enseres culés, no teníamos otro destino posible. Pero aún así contestamos: “¿A dónde más? ¡A Wembley!”. La UEFA hace bien en interpretar la final como un evento independiente, con temática y logo propio. Tienen claro que su alcance trasciende los noventa minutos que dura el partido. Ese enfoque, que este año involucró desde modelos de Heiniken con carteles de bienvenida en los aeropuertos hasta un espectacular fanzone en Hyde Park,
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capitaliza y promueve la expectación alrededor del encuentro durante la semana. La final, que involucra a más de noventa mil fanáticos, es un monstruo logístico, abrumador, incluso, para nuestra venezolana capacidad de improvisar, esa que nos permitió alojar una Copa América con magníficos estadios parcialmente construidos. También es cierto que la presencia en la final del Manchester United, máximo campeón de Inglaterra, era un aliciente para los aficionados londinenses, aunque por motivos no tan sospechados. En un país y una ciudad donde la pasión por el fútbol es sinónimo de fidelidad sectaria al gentilicio, la cercanía geográfica no garantizaba una cálida acogida al United y sus hinchas, sino todo lo contrario. El orgulloso fanático de la capital ve con recelo los éxitos de sus paisanos del norte, fuerza dominante del fútbol inglés junto al Liverpool. Londres estaba con el Barça y los londinenses aprovechaban casi cualquier oportunidad para dejarlo claro. “Realmente espero que aplasten al United esta noche”, nos dijo un transeúnte, no sin antes preguntarnos en un noble pero torpe intento de castellano si hablábamos inglés. Los mismos hombres y mujeres que en un día corriente consideran afrentosa la más inocente mirada, reaccionaban con euforia ante las banderas de Cataluña y el color blaugrana de sus celebrados invasores. Nuestro recorrido por la ciudad nos deparó numerosos toques de corneta, hi-fives y amistosos saludos, todos auspiciados por nuestra bufanda. Así, entre el odio al United y el evangelizador fútbol coral de Xavi, Messi y compañía, el Barça se aseguró una buena tajada de los neutrales, mientras que sus aficionados fueron los consentidos de la jornada en las calles y plazas de Londres. Los red devils, por su parte, mantuvieron un perfil bajo, conscientes del favoritismo del rival. Eso sí, en el camino en metro hacia el estadio se hicieron sentir: “We’ll do what we want, we’re Man United!”, reza una de las consignas favoritas de los Busby boys. Es una experiencia extraordinaria la de escuchar los cánticos de los fanáticos en cada estación, en cada vagón. Leña para el fuego de la ansiedad pre partido. Wembley es un estadio majestuoso que se apodera del horizonte a varias cuadras de distancia. El descomunal arco que sostiene a la estructura es de postal. Una vez adentro, pudimos comprobar empíricamente la supremacía anímica de los hinchas del Barcelona. Su optimismo fue avasallante. Con la complicidad de la estupenda acústica del estadio, los cánticos opacaron la megafonía, tanto que a los presentes nos costó disfrutar del célebre himno de la Champions. Casi se podría sostener que el equipo catalán anotó su primer gol desde la tribuna, donde toma lugar una batalla particular, pero no ajena a lo que ocurre dentro del gramado. El fútbol es un estado de ánimo, después de todo. Y los culés lo
tenían claro: “Si todos animamos, ganaremos”, cantaban vigorosamente en catalán, al son de The Entertainer, una canción cuya melodía todavía lucho por arrancar de mi cabeza. Pero, a cambio de su entrega, el hincha blaugrana llega a ser sobre exigente con los suyos: “¡Hombre! ¡Més rapid, més rapid!”. “¿Más rápido?”, me preguntaba ante la demanda de nuestros vecinos. “Estos no han visto jugar a Mineros”, pensé. Durante el encuentro, el fanático del Barcelona sentado detrás de mí ordenaba cada movimiento de su equipo, como si los jugadores pudieran oírle. Ese hincha era capaz de predecir cada pase y cada acción, siempre que no la tuviera Leo Messi. El astro argentino se mueve en el terreno de lo ilógico; es capaz de ignorar los obstáculos en cada jugada y ejecutar maniobras imposibles. Por eso, cuando el balón llegaba a los pies del rosarino, los fanáticos del Barça se levantaban de su asiento, sin tener idea de lo que ocurriría a continuación. Era el momento de olvidar los fundamentos cuasi académicos del juego de su equipo y, por una vez, proferir una demanda más cargada de fe que de rigor: “¡Vamos Leo!”. El Barcelona dominó el partido en forma apabullante, pero no fue capaz de sentenciar la justa en el primer tiempo, que terminó empatado uno a uno con gol de Pedro para los catalanes y de Rooney para los ingleses. Tenía que ser Messi el autor del gol de la diferencia. Lo hizo apenas comenzada la segunda etapa. En la celebración, La Pulga gritó como pocas veces se le ha visto hacerlo tras anotar, y la tribuna explotó. El resto del partido fue una fiesta para la parcialidad blaugrana, a la que aún le deparaba la satisfacción del golazo de David Villa, redentor para la temporada del asturiano. Tras el silbato final no hubo euforia desmedida en los vencedores ni tristeza desconsolada en los caídos. Hubo un buen rollo atípico para este tipo de partidos. “Esto es un poco extraño”, confesaba una chica a la salida del estadio al notar la paz reinante. El equipo de sus amores acababa de ganar La Champions por cuarta vez en su historia, y se lo tomaba con una naturalidad tremenda. Tampoco hubo ni una pizca de hooliganismo entre los hinchas del United. Estaban resignados, pero orgullosos. Después de todo, acababan de perder contra el que muchos consideran el mejor equipo de la historia, el de Messi. En Trafalgar Square, sin embargo, aguardaba una fiesta barcelonista a la altura. El alcohol hizo que miles entraran en razón y celebraran como las circunstancias lo exigían. Al fin y al cabo, el ritmo de la noche endulzó el triunfo para unos y la derrota para otros. A muchos otros nos ayudó, también, a dignificar la espera del amanecer. El overbooking en los hoteles nos dejó en la calle, pero qué más daba tras semejante día.
ENSAYO FOTOGRテ:ICO
Por EDUARDO MEZA
ENSAYO FOTOGRテ:ICO
Por MEZA
TALLER DE ARTE
Por JESSICA MÁRQUEZ GASPAR -@jessisnewsFotos JHONNATHAN CIAVALDINI
56 Culto en movimiento ¿Cuál es el sitio idóneo para el arte? Las intervenciones urbanas se apropian de espacios inusuales, en experiencias como la que imaginó Corina Pérez Plaza, y llevó a cabo con nosotros en los autobuses de la avenida Sucre en Gato Negro
Suena la corneta de una camioneta que inicia su viaje en la Avenida Sucre. Las dos de la tarde, y el sol de la hora cae sobre nosotros. Estamos parados a la salida del metro de Gato Negro, con el Parque del Oeste a nuestras espaldas y una larguísima fila de autobuses en frente, que avanzan y retroceden, que cambian de lugar como si se tratara de una compleja coreografía ensayada hasta el agotamiento. Llegamos preparados. Corina Pérez Plaza, la artista que ideó todo, carga una caja de cartón que nos asemeja más a buhoneros que a los testigos, cronistas y participantes de una intervención de un espacio urbano poco común. El fotógrafo, Jhonnathan, deja descansar su cámara profesional sobre el pecho, y yo lo imito con mi cámara de video, mientras garabateo anotaciones en un bloc amarillo con un bolígrafo gastado. Destacamos terriblemente en aquel mundo de puestos de comida, de juguetes, de bebidas, de colas de viajeros que suben y bajan de y hacia La Guaira, de caminantes, de ancianos sentados en bancos viendo la vida pasar y de niños jugando después de la escuela, aún con el uniforme puesto. Pero vinimos a lo que vinimos. Y Corina consulta, entonces, su Guía de Supervivencia que posee como resultado de la primera fase de esta aventura. Egresada de la UNEARTE Armando Reverón, ella decidió realizar, como Tesis de
Grado, un conjunto de relicarios de imágenes religiosas del más maravilloso sincretismo y regalárselas a los autobuseros de aquella línea que está frente a nosotros, con la condición de que las incluyeran en sus unidades. En la primera oportunidad tuvo buen recibimiento. Regaló todas las piezas que representaban a la Sagrada Familia, el Divino Niño, el Arcangel Gabriel, Santa Bárbara, Francisca Duarte y José Gregorio Hernández, entre otras tantas, a los choferes que se encontraban aquel día bajo los árboles tomando papelón con limón o descansando dentro de sus autobuses. Ahora sabe que hay cuatro personajes importantes: El Fiscal, encargado del día de organizar a las decenas de vehículos que esperan su turno para salir, que cargan o descargan pasajeros; los socios, los de más rango, dueños de uno o varios autobuses y que toman las decisiones sobre si poner —o no— sus relicarios en ellos; el resto de los choferes, únicamente encargados de manejar; y los peluches, escuderos, Sancho Panzas de los recorridos hacia el Litoral. Buscamos por nombre, apellido y número de unidad (sí, están numeradas) a los autobuseros ya conocidos. Varios de ellos no están, otros sí, pero logramos un efecto dominó: cuando el primero acepta el regalo, luego de salir de su asombro porque “es gratis”, como pregona Corina, todos
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quieren participar. Se llaman unos a otros y se pelean por las piezas de colores llamativos, livianas y que combinan estética con culto, tradición con innovación. Subimos a las unidades, nos abren las puertas, nos dan paso. La artista les coloca teipe doblefax por detrás para adherirlas al vidrio, a los tableros, altares improvisados que invocan los poderes de protección de estas imágenes, en pro de terminar el recorrido con bien, de evitar ser atracados y regresar, al final del día, a sus hogares con sus familias. Las piezas se insertan perfectamente en el ambiente. Una unidad de El Arcángel Gabriel, de colores rojos y azules, con los forros de los asientos estampados con este nombre, con vinilos en los laterales y el vidrio trasero, es el lugar perfecto para colocar una de las imágenes redondas que hizo Corina. Y así tantas otras que encontramos en nuestro recorrido eterno a lo largo de la avenida. Mientras repetimos la operación hasta vaciar la caja de cartón y rayar sus cuatro lados con los datos de los receptores de sus regalos, conversamos. Me cuenta que ha viajado desde la Isla de Margarita para realizar esta aventura. Ahora que está en Caracas no quiere irse. Extraña el caos de la ciudad, como aquel que parece reinar en Gato Negro entre las camionetas, aunque en el fondo están sumamente organizadas. Logrado el trato, los choferes nos guían hasta sus unidades dedicadas a La Virgen María con grandes vinilos en los
vidrios traseros, con los forros de los asientos con la imagen estampada y con pequeñas esculturas de ellas. Una vez dentro de los oscuros espacios, que contrastan con el solazo del día, los conductores eligen el lugar para pegar los relicarios de Corina. Suelen quedar debajo de los extintores, a un lado del tablero, encima del parabrisas. Luego de las fotos correspondientes, resultado de las indicaciones de Jhonnathan a nuestros improvisados modelos, ellos avanzan en la cola hasta estar al principio, muchas veces con nosotros dentro de la unidad, en un ejercicio tremendo de equilibrio que hacemos todos, y empiezan a cargar a las cientos de personas que van en su carrera hasta el mar, más allá del Ávila. Finalmente, descubrimos que la caja de Corina está casi vacía. Nos sobra un relicario, pero el agotamiento nos ataca. Decidimos tomar una bebida fría y la vendedora, amable, nos rellena el vaso dos veces. Estamos tan agradecidos que le regalamos la última imagen para que la acompañe en sus recorridos con tobos azules llenos de hielo. Terminada la odisea, buscamos una sombra. Los choferes nos ofrecen la suya producto de un enorme árbol, y ahí nos quedamos un rato viendo a los autobuses entrar y salir, mientras tomamos el papelón con limón entre los conductores y vemos cómo las imágenes se alejan más allá del final de la avenida. Culto en movimiento, la intervención está hecha.
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DESDE LA BURBUJA
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Por MAXIMILIANO CIRINO -@MaximilianoCC19(High Training Educational Institute)
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A veces siento lástima por esos muchachos —y muchachas— a quienes los padres les meten en la cabeza que deben ser ingenieros o médicos porque sí, de esos que se pasan una vida y parte de otra estudiando para ser profesionales de algo que realmente no los motiva. Supongo que corrí con suerte; a mí me dejaron libre albedrío en ese caso y opté por la cocina. Soy estudiante del High Training Educational Institute, un instituto de artes culinarias en Caracas. Siempre se confunden las razones por las cuales alguien decide estudiar esta carrera. Todo el mundo cree que es como la militar: siempre está el que piensa que estudias cocina porque te cansas de ver clases, libros, cuentas. Quizás yo pensaba así. Pues no, la perfección es indispensable, la motivación no es como en la academia: sacar buenas notas, graduarte con honores, ser el mejor de la clase o qué se yo. El verdadero estímulo está en una cena familiar, en los gestos de gusto de las personas que prueban lo que hago; en los “Ven a mi casa y cocina”, “Estaba delicioso”. En ese
sentido, el chef se comporta como un cantante que se llena el alma de aplausos. Nuestra labor no es insignificante: “La vida interior necesita una casa confortable y una buena cocina” (David H. Lawrence). No es fácil correr de aquí para allá, soportar el calor de los fogones, hacer todo a tiempo exacto, vestido de un pesado uniforme blanco. Realmente aprendes a hacer las cosas rápido sin desmejorar tu calidad. Créanme, todo lo que han visto en el programa de Gordon Ramsay es real, así es la verdadera cocina. Aunque todos vestimos de blanco, ahí dentro hay un infierno que nadie debe conocer. Y en esas condiciones todo lo que salga de la puerta principal debe ser lo mejor que hayas hecho en tu vida. Amo esta carrera porque me acogió cuando estaba enterrado en la rutina y me dio a conocer que el arte no es solo pintar, también porque para mí nunca será algo netamente de trabajo u obligación, algo rutinario. Amo esta carrera porque hizo de mis manos las herramientas que construirán el resto de mi vida.
PUNTO DE ENCUENTRO
Por CATHERIN VALLADARES -@CathVonD-
61 Ejercitarse al aire libre Hacer ejercicio nunca está de más. La falta de tiempo y el exceso de trabajo muchas veces nos llevan a descuidar nuestra salud, a comernos una bala fría para salir del paso, solución que en algunos casos se vuelve rutinaria y nos deja fuera de forma. La solución para esta complicada ecuación calórica la tenemos nosotros: una pequeña guía para entrenarse de manera gratuita y al aire libre
Ya no tienes excusa para no ejercitarte, estas opciones funcionan para todos los horarios y van desde el Este hasta el Oeste de la ciudad, así que a ponerse en forma se ha dicho:
–––– Yoga en la Plaza Todos los lunes a las 7 p. m., en la plaza de Los Palos Grandes, Lilian Tintori dicta sesiones de Yoga gratuitas en las que cuenta con personas especializadas en esta práctica que se distribuyen dentro del espacio para ayudar a que todos los asistentes puedan visualizar cada una de las posiciones. Su time line está lleno de tips deportivos, síguela por @LilianTintori –––– RunnersVzla Este grupo de corredores se reúne siempre a las 6:30 p. m. Los martes y jueves el punto de partida es la plaza de Los Palos Grandes; los miércoles, el C.C. Galerías Prados del Este. Algunos sábados realizan una sesión de iniciación en el Parque del Este, en la mañana, por lo que tienes que estar pendiente si te interesa asistir. Lo único que necesitas para unirte a ellos es ganas de correr. Síguelos para que te enteres de todas sus actividades: @RunnersVzla o visita su blog http://runnersvzla.tumblr.com/ –––– Yoga en La Estancia Para los que quieran hacer yoga y sentirse en contacto con la naturaleza, una buena opción son las clases de yoga que se imparten los martes y jueves a las 5:30 p. m., y los sábados a las 11:00 a. m., en el Centro de Arte La Estancia, en Altamira. Para más señas puedes seguirlos: @PdvsaLaEstancia
–––– Paseo Los Próceres Más hacia el Oeste de la ciudad, el Paseo Los Próceres cuenta con un gimnasio al aire libre, dotado con máquinas multifuerza y de ejercicios cardiovasculares que están disponibles para todo público. Como es un paseo lo suficisufici entemente extenso, también se puede trotar, al mismo tiempo que se sortean monumentos y niños en patines. –––– Bailoterapia en el Parque del Este Los que prefieren mover el esqueleto al ritmo de la música pueden acercarse martes y jueves a las 6 p. m., y sábados a las 9 a. m., a la Concha Acústica del Parque del Este y quemar calorías con guaguancó. Para conocer más actividades en el parque sigue a @ParquedelEste
CHULETA
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El camino para formarse en la Escuela José María Vargas de la UCV está lleno de largas horas de estudio, de sensibilización por el ser humano y caletre. En este parcial de Medicina Interna vemos por qué los médicos no son famosos por su ortografía pero sí por su amplio y complejo vocabulario
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Marco 77, DJ residente del Moulin Rouge, promotor y colaborador de cuanta iniciativa se proponga para impulsar el rock nacional, nos envió esta última página de anotaciones con proyectos suyos que seguramente encontrarás interesantes
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