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Pedagogía de la postración

JESÚS SILVA-HERZOG Agencia Reforma @jshm00

La “nueva escuela mexicana” no es una escuela. Es una estrategia de adoctrinamiento. Los libros de texto que el gobierno empieza a distribuir lo dejan muy claro. No ofrecen a los niños un camino para desarrollar su curiosidad, no les dan claves para descifrar el mundo, para insertarse en su comunidad con herramientas de conocimiento. No trazan una ruta de aprendizajes sino consignas para apretar al puño. El pedagogo marxista Paulo Freire ofrece el trazo básico de esa estrategia. El admirador de Fidel Castro no solamente aporta una pista para abrir el aula al diálogo, sino la orden de emplear la escuela como trinchera de la revolución. Uno de los propósitos centrales de eso que el oficialismo llama “revolución de las

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Editorial

Los gastos que se vienen

conciencias” es la identificación del opresor. El maestro no es la persona que comunica amor por las letras o entusiasmo por las ciencias a cada uno de sus estudiantes, es el militante que agrega aleccionados a su causa. Su impacto verdadero no está ahí, en el salón de clase, sino afuera: en la política. El niño como persona, como individuo con talentos y retos únicos, queda borrado en este comunitarismo que subordina el aprendizaje a la causa de la revolución. Uso la palabra “revolución” porque es la que emplean los catequistas. En el manual para los profesores de primer año de primaria se instruye a los docentes para que asuman el sitio que les corresponde en la lucha de clases. La cita es de Freire: “Sólo

Actualmente, todo el alumnado está de vacaciones, pero el nuevo ciclo escolar 2023-2024 está a la vuelta de la esquina, por lo que los gastos en este mes de agosto agotarán los bolsillos de los padres de familia.

Hay que pagar colegiaturas, cursos, inscripciones y reinscripciones, como avalancha los gastos llegan de golpe.

Algunas personas son muy previsoras, de hecho, las condiciones económicas obligan a serlo, pero otras no tanto. El ahorro soluciona muchas de las presiones financieras, pero hay que entender que éste también anda lejos de los bolsillos de los sinaloenses. Por lo que es muy importante que los padres de familia aprovechen el arranque hoy del canje de uniformes y útiles escolares. Es de gran ayuda tener los uniformes para no estar pagando en ropa o comprar por su cuenta las prendas que correspondan a cada nivel educativo.

Y no se diga los útiles escolares que son un gran puntero ante las demandas que tiene cada escuela de ellos.

Los que saben de finanzas recomiendan mucho el reciclaje, sobre todo en los útiles y materiales escolares.

Y ya no es que lo que deje un hermano mayor sirva para el menor, que eso sigue estando vigente, sino en el cuidado que se tenga con los materiales, y claro que también influye mucho como siempre la creatividad de madres y padres de familia.

Entonces, hay que aprovechar estos programas de canje de uniformes y útiles escolares, también falta saber cuándo se darán apoyos de calzado para alumnas y alumnos.

No hay que dejar ir estos planes que, primero, se pagan con nuestro dinero y el suyo, y segundo, son en verdad de gran ayuda.

OMAR LIZÁRRAGA MORALES omar_lizarraga@uas.edu.mx

Airbnb desplaza a la hotelería tradicional

Se le conoce como economía colaborativa (o economía compartida), a esas plataformas y aplicaciones con las que se presta y/o se consume un servicio entre dos personas a través de un portal mediador. Los servicios de este tipo más relacionados al turismo son los dedicados al transporte, como Uber, Didi y Cabify; y los dedicados al hospedaje, como Coachsurfing, Homeaway y, sobre todo, Airbnb.

Estas plataformas actualmente están revolucionando la forma de consumo y de hacer negocios, pues cualquier persona física está en condiciones de capitalizar un activo propio, como un auto o una propiedad.

En este modelo de negocio, se necesita de tres agentes: un consumidor y un productor, que se ponen en contacto a través de un tercer mediador, que funciona como plataforma de comunicación entre ambos. Así se diluye la división entre productores y consumidores, creando los llamados “prosumidores”, agentes que son potenciales clientes y vendedores a la vez.

En Mazatlán, que es el principal destino turístico del estado de Sinaloa, los espacios de hospedaje ofertados en la plataforma Airbnb, han tenido un crecimiento acelerado en los últimos tres años. En el año cuando los oprimidos descubren nítidamente al opresor, y se comprometen en la lucha organizada por su liberación, empiezan a creer en sí mismos, superando así su complicidad con el régimen opresor”. Esa la “reflexión crítica” a la que convocan los redactores del manual. Esa es la tarea que deben hacer los profesores antes de enseñar el abecedario y la suma del 2 + 2. La SEP no da herramientas prácticas a los profesores para dar clases, no comparte técnicas para provocar curiosidad, para estimular la atención de su grupo, para mejorar sus capacidades pedagógicas.

El abominable manual para los profesores de sexto año de primaria es un panfleto que glorifica la guerrilla. La vía armada es enaltecida en un libro oficial del gobierno mexicano como demostración del verdadero compromiso con el pueblo. La SEP invita a los profesores a enterrar los fusiles porque podría ser necesario volverlos a usar. La Revolución Cubana se pinta como un camino a la utopía, las “pequeñas” expropiaciones revolucionarias se describen como razonables estrategias de lucha y el secuestro de Eugenio Garza Sada se describe como una “retención”, una acción en la que, simplemente, perdió la vida un empresario. La vía armada es enaltecida como la “herencia cultural del magisterio”. “Seremos como el Che” decía la propaganda castrista. Seamos como Lucio Cabañas, es la convocatoria de la SEP. La lectura es necesaria para la toma de conciencia crítica, dicen los autores. ¿Qué lecturas sugiere? El capital de Marx, el ¿Qué hacer? de Lenin, Las venas abiertas de América Latina, la Pedagogía del oprimido, de Freire, por supuesto, y libros de Gramsci, Foucault, de Marcuse, de Lukács. Lecturas todas que refuerzan una ideología. Valdría recordar las lecturas a las que invitaban los libros de texto que desecha el régimen. Lecturas que no pasaban por el embudo ideológico, sino que expandían la imaginación al comunicar el placer y la inte-

Ciza As De Cece A

ligencia de la literatura. El libro de Lecturas para sexto año que coordinó con admirable sensibilidad Felipe Garrido, invitaba a leer a Horacio Quiroga y a Emily Dickinson, a Édgar Allan Poe y a Vicente Huidobro. Incluía poemas visuales de Appollinaire, y cuentos breves de Tolstoi y de Tito Monterroso. El alumno podría leer ahí fragmentos de Alfonsina Storni, Silvina Ocampo, Borges, Rosario Castellanos y García Márquez. Y también aparecía. ¡bu!, Octavio Paz. Eran lecturas para ensanchar el mundo, no para regimentarlo. Leer los libros de texto primero indigna, luego entristece. En el caos de sus páginas se perderán profesores y alumnos. Con estos libros mal hechos y mal pensados se invita a millones de niños a sospechar de la ciencia y a darle la espalda a la técnica para reverenciar una tradición intocable. Muy lejos de su retórica, estos libros defienden una pedagogía de la postración.

Buhedera

GUILLERMO FÁRBER gfarber1948@gmail.com @Farberismos

Potlatch

https://www.muyinteresante.es/curiosidades/25501.html “ Vigente hasta el Siglo 20, se trata de una costumbre social por la que ciertas tribus indias de Alaska y Canadá donaban y destruían gran parte de sus riquezas. Cuenta el antropólogo Marvin Harris que eran festivales competitivos en los que el jefe de una población invitaba a un enemigo para humillarle. Reuniendo grandes cantidades de comida y pieles se las ofrecía a su visitante, informándole de que sus posesiones eran tantas, que se permitía hacerle tales regalos. Así, el convidado se veía obligado a aceptar humildemente su inferioridad, tomando los presentes. En algunos de estos festines, el jefe llegaba incluso a quemar su propia casa, para vergüenza de sus huéspedes y regocijo de los anfitriones”.

2020 había 4 mil espacios de alquiler ofertados en la ciudad, y pasó a 6 mil 517 en el año 2023. Esto según la página Airdna que muestra toda la información estadística de esta plataforma. Por otra parte, el puerto cuenta con 250 hoteles tradicionales que ofertan un total de 14 mil 400 cuartos. Un número superior hasta ahora, pero si tomamos en cuenta que, de esos 6,517 espacios de hospedaje en Airbnb, casi la mitad (3,025), son casas o departamentos de dos recámaras, entonces la capacidad de hospedaje, contando cuartos, es prácticamente la misma. Si comparamos la oferta en estas dos formas de hospedaje en los principales competidores de Mazatlán, como Cabo San Lucas y Puerto Vallarta, encontramos el mismo comportamiento. En Cabo San Lucas hay en la actualidad, 21 mil cuartos de hotel y 7,800 sitios de hospedaje Airbnb, la mayoría de dos recámaras. En Puerto Vallarta existen hasta el día de hoy, 22 mil cuartos de hotel y 9,800 alquileres a través de Airbnb.

Ahora bien, si la oferta de hospedaje de Airbnb y hotelería, es casi la misma en la actualidad, se puede prever que muy pronto la superará, pues el crecimiento de espacios de alquiler en Mazatlán y Puerto Vallarta es de un promedio del 10 por ciento trimestral. Esto sin contar los espacios de renta vacacional que no se ofertan en ninguna plataforma. En Mazatlán, de acuerdo a la información del mismo portal Airdna, que ilustra la ubicación de todos y cada uno de los alquileres ofertados en Airbnb, podemos localizar cuatro polos principales donde se concentran, esto es: la zona de Cerritos, la Zona Dorada, el malecón y el Centro Histórico. La mayoría se ubica frente al mar o cerca de él. Aunque hay que decir que también hay oferta de alojamiento en casi todos los fraccionamientos y colonias populares al interior de la ciudad.

Los costos varían dependiendo la cercanía al mar y las amenidades que ofrecen, pero van desde los 1,500 a los 3 mil pesos por noche para un departamento de dos recámaras, con las ventajas de tener cocina integrada. Mientras que un cuarto de hotel ronda en los 3 mil y 3,500 el cuarto para dos personas. En España, a nivel nacional son más ya las camas ofertadas por Airbnb que en los hoteles. Y en ciudades como Barcelona, hay una superación del 64 sobre el 36 por ciento. Yo recuerdo cuando viví un año en Alicante, que en los periodos vacacionales había visiblemente muchos más turistas que los que podrían hospedar sus doscientos hoteles. La respuesta era que estaban hospedados en ese tipo de espacios. Muchos inversionistas han tenido que adaptarse a los nuevos modelos de negocio, y así como los Uber han desplazado a los taxis tradicionales, empresarios hoteleros han decidido invertir ahora en torres departamentales y ofertar rentas vacacionales. El auge inmobiliario de Mazatlán, bien puede explicarse por esto. Es cuanto...

Wikipedia (ficha editada): https://es.wikipedia.org/wiki/Potlatch “Potlatch (regalo) es el nombre de una ceremonia practicada por los pueblos autóctonos o locales de la costa del Pacífico en el noroeste de Norteamérica, tanto en los Estados Unidos como en la provincia de la Columbia Británica de Canadá. Ejemplos de aquellos pueblos son: los Haida, Tlingit, Tsimshian, Salish, Nuu-chah-nulth, y Kwakiutl(Kwakwaka’wakw). El potlatch, vigente hasta el Siglo 20, toma la forma de festín ceremonial para el que se utiliza carne de foca o salmón. En este festín se observan las relaciones jerárquicas entre los grupos, que se refuerzan mediante el intercambio de regalos (mantas) y otras ceremonias. El anfitrión muestra su riqueza e importancia regalando sus posesiones, queriendo dar a entender que tiene tantas que puede permitirse hacer todos esos regalos. Por tanto, se puede decir que el potlatch consistía en cambiar regalos por prestigio, que se incrementaba con el valor de los bienes distribuidos. Cuando el número de mantas poseídas se hace muy grande se puede convertir en un “cobre” (lámina de cobre batido de 75 centímetros) Estos cobres tienen nombre, historia, y poseerlos conlleva prestigio. Cuando este cobre es destruido por su propietario tirándolo al mar, se convierte en puro prestigio. A partir del Siglo 19, los pueblos que practicaban el potlatch, y en particular los kwakiutl, comenzaron a comerciar con los europeos, lo que supuso un gran aumento de su riqueza, al mismo tiempo que disminuía drásticamente su población debido a las nuevas enfermedades que estos introdujeron. Ello estimuló una intensa competencia por el prestigio, hasta el punto de que los kwakiult comenzaron no solo a regalar bienes como mantas y piezas de cobre, sino incluso a destruirlos. En algunos casos, los anfitriones destruían la mayor parte de sus propiedades, e incluso llegaron a quemar sus casas. Este hecho produjo el que algunos estudiosos llegaran a considerar estas prácticas como comportamientos económicamente derrochadores, resultado de un impulso irracional de búsqueda de estatus y prestigio.

Sin embargo, otras interpretaciones consideran el potlatch no como un simple derroche, sino como un mecanismo de adaptación cultural ante períodos alternantes de abundancia y escasez en el plano local. En efecto, los recursos fluctúan en la zona, por lo que un poblado puede tener un buen año mientras que otro lo tiene malo. Un poblado que disfrute de un año especialmente bueno disfruta de unos excedentes que pueden, como hemos visto, transformarse en prestigio. Sus potlatches distribuían alimentos y riqueza a otras comunidades que los necesitaban. Sin embargo, cuando un poblado anteriormente próspero tenía un mal año, sus gentes empezaban a aceptar invitaciones a potlatches de otros lugares donde iban mejor las cosas, aunque ello supusiera despojarse de parte del prestigio acumulado. De esta forma, la práctica del potlatch unía a los grupos locales a lo largo de la costa noroeste del Pacífico en una red de intercambio.

La práctica del potlatch fue prohibida por el gobierno canadiense en 1885. Esta prohibición duró hasta 1951.

La palabra viene de la lengua Chinook Jargon y quiere decir “regalar” o “regalo”; originalmente de la palabra pa a de la lengua Nuu-chah-nulth, que significa hacer un regalo ceremonial en un potlatch.

El potlatch ha servido de modelo para la explicación de otros fenómenos culturales aparentemente muy diferentes entre sí, como por ejemplo el modelo colaborativo y basado en el prestigio que funciona en Wikipedia”.

Lo Que Quiso Decir

RUBÉN AGUILAR

@RubenAguilar Animal Politico @Pajaropolitico

Cuba: más duro que el periodo especial

El pasado marzo pasé con mi compañera y unos amigos doce días recorriendo Cuba. Pudimos platicar con personas muy diversas siempre abiertas y dispuestas a hablar de la situación que viven. Comparto algunas notas.

Una de ellas, en Cienfuegos, Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco, nos dijo: “En 1993, en el periodo especial, que fue muy duro, todos los días se veía alguna mejora, pero ahora cada día que pasa la situación es peor. En ese entonces tenía 25 años y ahora 55 años. Y se pregunta: ¿hasta cuándo? Eso es lo que nos toca vivir y hay que aguantar. Siempre, por una u otra razón, hemos estado en una situación difícil”. Dice que ella y su marido estaban bien antes de la pandemia. Tiene dos hermanos en Estados Unidos y toda la familia de su esposo vive en ese país. Ellos no piensan dejar Cuba.

Asegura que con la actual crisis los que menos tienen son los más afectados. Ir en taxi a La Habana cuesta 120 dólares y el que quiera el servicio eso debe p agar no importa si es turista, empleado público o campesino. Para esos servicios no hay subsidio. Se tiene o no el recurso.

Nos dice que una persona, que viene todos los años, llegó hace dos meses y pagó de Santa Clara a Cienfuegos 5 mil pesos al taxi y al regresar, hace tres días, le costó de Cienfuegos a Santa Clara 8 mil pesos. La inflación es galopante.

En Trinidad, Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco, un hombre nos dijo: “Las personas que no están asociadas al turismo, la están pasando muy mal. Las cosas se pueden conseguir si se tienen euros o dólares. En 1997 los salarios eran bajos, pero había subsidios públicos que funcionaban; la luz y el teléfono eran prácticamente gratis. Funcionaba la tarjeta de racionamiento. Ahora eso no pasa”. Nos dice que es posible contratar mano de obra con la presentación de un proyecto, que diga para qué se necesita o qué función van a desempeñar los empleados. Se pagan salarios muy superiores a los que ofrece el gobierno. De otra manera no se consiguen trabajadores.

Y agrega que ahora hay familias que tienen mucho dinero. No saben qué hacer con él. Cuba se está convirtiendo en un país de viejos, todos los jóvenes se están yendo. No hay nada que detenga la migración. A donde llegan consiguen pronto trabajo y

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