Plegarias desde los senderos mexicanos 2017

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Plegarias Desde los senderos mexicanos

Abdiel Espinoza Gonzรกlez (Compilador)


Antonio Altamirano Trujillo Priscila Barredo Pantí Abdiel Espinoza González Diana León Hernández Alejandra Ortiz Chacón Carmen Pérez de Camargo Samuel Rodríguez Tapia Aarón Daniel Ruiz González Andrés Emiliano Sierra Martínez Ruth N. Valencia Arona Damaris Juárez Bendito


Plegarias. Desde los senderos mexicanos. © Nos y otros, 2017 Tecate, Baja California, México Diseño: Diana León Hernández Las fotografías de esta obra son libres de derechos de autor.

Nos y otros es un esfuerzo editorial virtual y comunitario.



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Introducción

l año 2017 inició particularmente agitado económica y políticamente para México. Al alza de los costos de la gasolina, y la posterior inflación, se agregó al descontento social acumulado en los últimos años del sexenio en turno. Ayotzinapa, la Casa Blanca, la guerra contra el narcotráfico, el abuso que sufren los inmigrantes centroamericanos en México, la violencia contra las mujeres, la criminalización de la protesta y las reformas estructurales forman parte de la lista de puntos en contra que han desgastado a la administración federal actual. Como resultado, la sociedad civil ha reaccionado. Son destellos que nos permiten imaginar el comienzo de un proceso de organización para exigir al gobierno federal y a los gobiernos estatales, rendición de cuentas y gobiernos en favor de la ciudadanía y no de los intereses personales o partidistas. Por si no fuera poco, la situación empeoró a raíz de los cambios en la política exterior de los Estados Unidos. La presión directa y violenta que la nueva administración estadounidense comenzó a ejercer a México, y la tibia respuesta del titular del Ejecutivo, exhibió la aparente incapacidad del gobierno federal para enfrentar la crisis satisfactoriamente. A consecuencia de todo esto, la aceptación presidencial cayó a límites históricos jamás visto. En medio de este contexto brevemente expuesto ¿Qué hacer como pueblo de Dios en un país como México? ¿Será que estas realidades triunfarán a pesar de todos los esfuerzos por frenarlas? Como discípulos y discípulas de Jesús decimos no. Creemos y proclamamos a Jesús como el Señor, no sólo de nuestras vidas en términos privados o espirituales, sino en toda la complejidad de nuestra realidad. ¿Pero eso qué significa? Las Escrituras nos ayudan a mantener la perspectiva y nos ofrecen un marco para cómo vivir a la luz de la fe en Jesús. Previo a lo que conocemos como la “Gran Comisión”, Jesús dice a sus discípulos primero: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo como en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones”. 1 Puesto que Jesús es el Señor de todo, el Reino de Dios ha llegado y está entre nosotros. Como escribió Pablo a los Corintios: “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación”. 2 El Reino …es Jesucristo y, a través de la iglesia, la reconciliación de todas las cosas con él. Para el presente, es el crecimiento en el mundo de la gracia, el gozo, la salud, la paz y el amor vistos en Jesús. […] Sus verdades y valores son aquellos que enseñó y vivió Jesucristo, y que entregó al núcleo de sus seguidores. Este reino se manifestará completamente cuando Jesucristo regrese a la tierra en poder y en gloria. 3.

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Mateo 28,18-19. 2 Corintios 5,19. Howard A. Snyder, La comunidad del Rey. (Buenos Aires: Ediciones Kairós, 2005), 6.

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¿Cuál es el papel de la iglesia como agentes del Reino? Definitivamente no es la pasividad, el escapismo o la evasión de estos problemas. Al contrario, es el compromiso activo con Jesucristo mismo a ser sus testigos, por el poder del Espíritu, en nuestro contexto inmediato con lo que decimos, somos y hacemos. En el Evangelio según Juan, leemos: “Jesús les dijo otra vez: “Paz a ustedes; como el Padre Me ha enviado, así también Yo los envío.” 4 ¿Cómo vivir este llamado a la luz de nuestros contextos donde la violencia, la injusticia, la corrupción, el abuso y la impunidad imperan? Haciendo la misión como Jesús, encarnándonos en el lugar que Dios nos ha puesto en este país para testificar como iglesia a nuestros vecinos, familiares, amistades, compañeros de escuela y trabajo la esperanza que tenemos en Jesucristo nuestro Señor. ¿Cómo? La respuesta es tarea de cada individuo y congregación local. Como iglesia, no podemos negar que también hemos padecido por los problemas que afectan a nuestro país y ciudades. No estamos exentos de sufrir los estragos de la sociedad. Aunque nuestra confianza está en Dios, en su cuidado y sustento, somos también parte de la sociedad y estamos llamados y llamadas a ser agentes del Reino en ella. En este libro asumimos que la misión de la iglesia es integral, lo que significa: “Cuando la iglesia se compromete con la misión integral y se propone comunicar el evangelio mediante todo lo que “es”, “hace” y “dice”, entiende que se propósito no es llegar a ser grande en número, o rica materialmente, o poderosa políticamente. Su propósito es encarnar los valores del Reino de Dios y testificar del amor y la justicia revelados en Jesucristo, en el poder del Espíritu, en función de la transformación de la vida humana en todas sus dimensiones, tanto a nivel personal como a nivel comunitario” 5. En medio del contexto mexicano, con sus matices regionales, hay cristianos y cristianas que han decidido involucrarse y comprometerse, como parte integral del llamado a ser agentes del Reino, con los diferentes movimientos y organizaciones civiles en busca de cambios que traigan paz, justicia y cuidado de los más indefensos. También es cierto que hay quienes han preferido mantenerse al margen y continuar sus vidas privadas, familiares y eclesiales como si no pasara nada. Como consecuencia de estas dos posturas, podemos encontrar, lamentablemente, algunas ocasiones fricciones entre miembros de la iglesia. Sin embargo, en este libro queremos dar un salto en busca de unidad por medio de la oración. Reconociendo la necesidad de orar para que el Señor siga extendiendo su Reino y actuar en nuestro contexto acorde a esa realidad. Esperamos que Plegarias desde los senderos mexicanos ayude al pueblo de Dios que desea orar pero no saben cómo o por donde iniciar. Este texto no pretender convertirse en un manual rígido sino una invitación a orar con hermanos y hermanas que ya lo están haciendo. A cada una de las plegarias le antecede un texto bíblico, cada participante eligió una porción de las Escrituras para orar. Una fotografía enmarca los versículos ayudándonos como puente entre texto-contexto-oración. 4

Juan 20,21. C. Padilla, “¿Qué es la misión integral?”, Serie DEL CAMINO, Número 1 (2006): 15-16.

5 René

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Cada una de las treinta plegarias compiladas en este texto han sido escritas desde el caminar cotidiano por personas que representan un amplio espectro del panorama evangélico mexicano, hombres y mujeres de diversas ciudades del país. Estas oraciones son un testimonio de la búsqueda de Dios en desde los diferentes contextos regionales. Son oraciones hechas a un Dios que escucha, ve el mundo y que actúa en la historia. Oran pidiendo que Dios intervenga frenando la maldad, proteja a los desamparados y juzgue a los opresores y violentos. Aquí también hay oraciones de arrepentimiento por la insensibilidad de la iglesia ante el dolor del país, por las actitudes que nos han hecho cómplices de los males que nos aquejan y por no ser testigos y testigas de Jesús fieles en este tiempo. Otras son oraciones pidiendo dirección para que Dios nos ayude a discernir las mejores decisiones como iglesia e individuos en nuestro contexto local. Finalmente también hay plegarias solicitando fuerzas al Señor para que, por medio de su Espíritu, seguir firmes y fieles a él en nuestras actividades sin caer en las tentaciones del poder, la corrupción o indiferencia. En el fondo de todas estas oraciones también hay ecos de un clamor que ora y dice: “Ven Señor Jesús, ven”. . Abdiel Espinoza González

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Y perdĂłnanos nuestras deudas, como tambiĂŠn nosotros perdonamos a nuestros deudores. Mateo 6:12 (RVR1960)


“Tú nos escuchas”

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adre nuestro, que estás en los cielos, a ti clamamos hoy. Acerca tu cielo a la tierra. Tú conoces las cargas de nuestro corazón, los motivos de nuestro dolor y angustia. Has visto la injusticia de los que desobedecen tus caminos, y la indiferencia de los que dicen temerte. Tú conoces, Padre, las deudas que tenemos frente a ti. Perdónalas. Restáuranos, ayúdanos a descubrir la esperanza de un nuevo comienzo contigo. Sin rencores, sin pena, sin la culpa por lo mucho que te hemos ofendido. Restituye a los agraviados, y llénanos de fuerza, porque nosotros también restituiremos. Nosotros también perdonaremos las deudas, pero no olvidaremos las ofensas. Nosotros también restauraremos las relaciones que han sido rotas, buscando tu reino y su justicia. Libéranos, quita el yugo de la deuda, y nosotros también quitaremos las cargas que oprimen a los pobres. Así buscaremos un mundo nuevo, enderezaremos nuestro andar. Guíanos en el camino del perdón, de la renovación y de la justicia. Sabemos que cuando clamamos Tú nos escuchas, que nos acompañas y estás con tu pueblo. Por eso pedimos, Padre Nuestro, acércate a nosotros, restitúyenos y acerca tu cielo a la tierra. Amén. AESM

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ÂżHablan ustedes en verdad justicia, oh poderosos? ÂżJuzgan rectamente, hijos de los hombres? No, pues en el corazĂłn cometen iniquidad; La violencia de sus manos reparten en la tierra. Salmos 58-1-2:12 (NBLH)


“Tú sigues al control”

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eñor, mira nuestro país, escucha nuestra voz, comparte nuestro dolor. ¡Estamos hartos de las injusticias de los poderosos! Estamos hartos, incluso de nuestras propias injusticias que como nación hemos cometido hacia Ti. Queremos ver tu justicia plenamente en la tierra, pero ayúdanos a entender que se trata de TU justicia y no la nuestra. Ayúdanos a entender como los sucesos diarios que leemos en el periódico y en las noticias no son el fin, ni tienen la última palabra y que Tú sigues al control de tu mundo, de la historia, de la creación y del cosmos. ¡Sigue siendo Señor! Hazte visible en medio nuestro y de las circunstancias. Muéstrate Poderoso en medio de los poderosos, engrandece Tu nombre. Ayúdanos a entender como encajamos en este mundo y ayúdanos a ser valientes y estar del lado de Tu justicia. Dirige nuestro corazón a la honestidad, el perdón y la fe. ¡Sigue siendo Señor! Amén

RNVA

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Nuestras tierras y nuestra patria han caído en manos de extranjeros. ¡Hasta el agua y la leña tenemos que pagarlas! Lamentaciones 5: 2 y 4 (TLA)


“Alienta la esperanza y la fe”

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mado Dios, eres nuestro protector, la roca que nos da refugio, nos libras del temor y la injusticia. Te alabamos y glorificamos. Nos acercamos a ti, exponiéndote la situación de nuestro país, para clamar por tu orientación y ayuda. Nuestras niñas, niños, adolescentes y jóvenes no cuentan con un futuro prometedor. Nuestros yacimientos petroleros y mineros, nuestras tierras, nuestro viento, la producción de energía eléctrica son vendidos o alquilados a países extranjeros. Las ganancias se reparten entre los miembros de la clase gobernante y las pérdidas tienen que ser pagadas por la clase trabajadora. Nuestra patria se ha convertido en un mercado que vende al mejor postor, reduce o niega servicios básicos a quienes más los necesitan, eleva costos y afecta el patrimonio de toda la ciudadanía. Señor guíanos para saber qué hacer, enséñanos a ser promotores del cambio en lugar de víctimas. Muéstranos la salida, danos las capacidades necesarias para, sin recurrir a la violencia, recobrar la vida en abundancia que tú hiciste posible al hacerte humano y al regalarnos esta abundante tierra. Refuerza entre nosotros la ayuda mutua y solidaria. Alienta la esperanza y la fe en ti en toda la población. Eres Dios con nosotros. Amén

CPC 15


“Así dice el SEÑOR Todopoderoso: Practiquen la justicia,y sean verdaderamente justos. Que haya bondad y compasión entre ustedes.” Zacarías 7:9 (PDT)


“Nuestra justicia”

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ios, te damos gracias porque no te limitaste a hablar en contra de las injusticias, sino que enviaste a tu Hijo para demostrar cómo combatirlas. Nos ponemos en tus manos para que hagamos lo que debemos respecto a la justicia en nuestro tiempo y en nuestro entorno. Te pedimos que nos sensibilicemos ante el dolor ajeno a causa de las injusticias, y nos solidaricemos en sus cuitas cotidianas. Oramos para que las personas en función de administrar y ejercer la justicia, en todos los niveles y poderes, cumplan a cabalidad su encomienda, que la entiendan como convicción y vocación de vida, y no un simple trabajo administrativo y/o vía de enriquecimiento. Intercedemos para que las fuerzas del orden público no vean en los necesitados y demandantes de justicia a enemigos a quienes combatir, sino a hermanos con quienes empatizar y unirse a sus justas demandas. Suplicamos por quienes legislan, para que su labor se oriente hacia el servicio y atención de quienes representan, y no de las élites que oprimen. Gracias por enviar a Jesús a ser nuestra justicia. Amén

JAAT 17


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Los delitos de Israel han llegado a su colmo; por tanto, no revocarĂŠ su castigo: Venden al justo por monedas, y al necesitado, por un par de sandalias. Pisotean la cabeza de los desvalidos como si fuera el polvo de la tierra, y pervierten el camino de los pobres. AmĂłs 2: 6-7 (NVI)


“Rogándote que intervengas”

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ios Creador, Dios de todo lo que existe, con agradecimiento por el regalo de la diversidad venimos ante ti reconociendo la riqueza que nos has dado en este país con más de 60 grupos étnicos que constituyen 15 millones de mexicanas/os, y los 65 idiomas y lenguas indígenas que nos representan. Con todo, admitimos que como sociedad no hemos honrado ni valorado a nuestros pueblos, que hemos menospreciado sus aportes, conocimientos y espiritualidades y que, de distintas maneras, hemos sido cómplices de la desigualdad e injusticia que viven nuestras hermanas y hermanos indígenas a causa del racismo, la discriminación y el clasismo también presente en nuestras iglesias. Por esto, pedimos perdón, y asumimos nuestro papel como voz profética, rogándote que intervengas en las luchas por quienes han sido despojados y desplazados de sus tierras; por la liberación de hombres y mujeres indígenas que han sido encarcelados/as injustamente; por el esclarecimiento de hechos violentos, desapariciones y asesinatos contra nuestras hermanas/os en las zonas rurales; por la igualdad de oportunidades para las niñas y niños de estas regiones. También te pedimos que nos acompañes para que, como tu iglesia, sembremos esperanza en cada persona, cada pueblo, cada lugar de nuestro país que ha sido herido y olvidado. ¡Acompáñanos, Dios de todos los pueblos! Camina a nuestro lado, ¡fortalécenos! Amén. PBP 20


Concebimos, tenemos dolores de parto, pero damos a luz puro viento; ninguna liberaciรณn hacemos en la tierra. Isaias 26:18 (RVR1960)


“Confiar y perseverar en ti Señor”

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omo un joven que hace alardes de la potencia de su auto frente a la quietud de las aves, así hemos sido delante de ti Señor. Construimos refugios secretos para nuestras tinieblas que luego nos sorprenden. Son nuestros anhelos, nos enredamos con ellos. Es nuestra visión inconsistente de la vida: mascota tierna que se vuelve bestia incontrolable, dolor agudo; ¿Debemos escondernos por un tiempo y cerrar las puertas, hasta que pase la indignación? ¿Debemos identificar cuando tu mano alzada signifique azote, juramento o recompensa? ¿Debemos desear tu juicio antes que la rutina? ¿Debemos aprender a buscar justicia, a guardar verdades a concebir y tener dolores de parto? ¿Debemos esperar a que demos a luz alguna liberación y no tan solo viento? Necesitamos confiar y perseverar en ti Señor: ¡fortaleza de los siglos!

SRT 22


Pisotean a los pobres, robándoles el grano con impuestos y rentas injustas. Por lo tanto, aunque construyan hermosas casas de piedra, nunca vivirán en ellas. Aunque planten viñedos exuberantes, nunca beberán su vino. Amós 5:11 (NTV)


“…que nuestro vivir sea un reflejo de tu amor”

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adre nuestro ¡clamamos a ti! En este día, escucha nuestro gemir por el dolor de nuestro pueblo, un pueblo que ha sufrido tanto, por la opresión y la avaricia de poder, donde más de la mitad viven en pobreza, sin poder siquiera imaginar un escenario diferente a su realidad. Señor trae justicia a esta nación, mientras gobernantes comen en banquetes a expensas del esfuerzo e impuestos del pueblo, éste padece de hambre. Padre nuestro, perdónanos porque también hemos participado con nuestra manera de vivir, por buscar nuestra comodidad sin voltear a ver el costo social, por favor, mueve a tu iglesia a actuar, no podemos seguir siendo indiferentes ante tal injusticia, porque nos has mandado a hacer juicio y justicia, y librar a la persona oprimida de mano de quien la esclaviza. Ayúdanos a establecer tu reino en esta tierra, ayúdanos a luchar por la restitución de los derechos que les han sido quitados y que nuestro vivir sea un reflejo de tu amor. ¡Sí Seño ayúdanos! Amén

DJB 24


Yo, el Señor, he dicho: Practiquen la justicia y el derecho. Libren de sus opresores a los oprimidos. No engañen ni roben al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda. No derramen sangre inocente en este lugar. Jeremías 22: 3 (RVC)


“Que tu justicia brille como el sol de mediodía”

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eñor de señores, Fuente de amor, ¡A ti clamamos! Venimos ante tu presencia implorando que tu justicia brille como el sol de mediodía en medio de la creciente maldad e impunidad que impera en las esferas de poder de nuestro país. Mira las redes de corrupción que se han tejido de punta a punta en esta nación, redes hechas por el Estado, el narcotráfico, y los dueños del dinero que han construido sus reinos sobre el dolor y necesidad de nuestro pueblo. Sol de justicia, alumbra nuestro caminar, trae esperanza en medio de la angustia y la desesperación; escucha los ruegos y gritos de quienes claman por sus desaparecidos, sus muertas, sus tierras, sus hijos e hijas. Atiende las plegarias de quienes han sido privados de su libertad injustamente, de los perseguidos políticos, de las y los periodistas que viven bajo amenaza, de todas las personas migrantes que llegan a nuestras tierras y que viven vejaciones por parte de las autoridades. Dios de verdad, no dejes que los opresores, los gobernantes, los poderosos prosperen; ayúdanos a resistir, a levantar la voz, a luchar contra este sistema de dominación que nos hiere; no nos dejes caer en tentación, ¡líbranos del mal! Porque tu reino ha venido ya, y te necesitamos. Amén. PBP 26


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“No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo”.” Marcos 16:6 (NVI)


“Perdón Señor, perdón”

¡A

y Señor!, ¿Por qué, si tú también las escogiste para servirte, nosotros las excluimos? y, ¿Por qué, si tú les diste vida y sanidad, nosotros las matamos y somos indiferentes ante sus asesinatos y enfermedades? ¿Por qué, si tú las hiciste testigos y mensajeras de tu resurrección, nosotros las silenciamos? ¡Ay, Jesús!, ¡Estamos haciéndolo todo mal! Perdónanos, mamá, por menospreciar tu maternidad; perdónanos, hermana, por pensar que somos superiores; perdónanos, maestra, por ignorar tu autoridad; perdónanos, mexicana, por no respetar tus derechos. Por favor, perdónenos a nosotros a los hombres, mujeres quien quiera que sean, por no seguir el ejemplo de Jesús. Y, sobre todo, perdónanos, Dios justo, por no entender que humanidad es hombre y mujer y no sólo hombre. ¡Esto no debe seguir así!, ni en nuestras escuelas, ni en nuestros hogares, ni en nuestros lugares de trabajo, ni en nuestros medios de comunicación, ni en nuestras iglesias; ¡Ya no más! Mujeres, ¡resistamos la opresión, porque Jesús defiende su causa!, y hombres, ¡cambiemos nuestra perspectiva, no nos dejemos llevar por la cultura!, y pueblo de Dios, ¡obedezcamos al Señor en esto! ¡Ay, Señor, ayúdanos!, ayúdanos a mirar el dolor, a darnos cuenta de la opresión y despierta nuestros corazones, llénanos de valor para enfrentarlo. Confiamos en que tú estás con nosotros, todos los días, hasta el fin; entonces dirígenos y acompáñanos en esto también.

ADRG

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Pero los hombres no quisieron escucharle, asĂ­ que el levita tomĂł a su concubina y la trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la maĂąana; entonces la dejaron libre al amanecer.

Jueces 19:25 (LBDLA)


“Tú conoces cada vida de las desaparecidas y violentadas.”

S

eñor, este es uno de los versículos más desgarradores de una de las historias más desconcertantes de la Biblia. Y también representa la realidad de muchas mujeres en nuestro país, víctimas de violencia doméstica e institucional, de marginación y sin voz. Estas cosas suceden cuando cada quien hace lo que quiere y nadie te reconoce a ti como Señor y Rey. Cuando vivimos bajo nuestros propios valores, es fácil abusar de los y las más vulnerables. Cada semana leemos o escuchamos de historias de desapariciones de niños y mujeres, de feminicidios y de violencia. ¡Señor, detén tanta muerte y maldad! Señor, a ti te duele cada historia, tú conoces cada vida de las desaparecidas y violentadas. Padre, tú las acompañas en medio del dolor y les harás justicia. Hazte presente en la vida de las que hoy están sufriendo. Sensibiliza a tú Iglesia y que no permitamos más abusos. Haznos parte de los cambios para tratar a todas las mujeres con dignidad, así como Jesús nos enseñó. Danos valentía, amor e integridad para sostener a quienes están sufriendo y para orar solidariamente por las desaparecidas. Tú las amas y las conoces, permítenos ser más como tú. Amén.

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Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús Gálatas 3:28 (NVI)


“Romper el silencio”

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uestro amado Jesús, gracias porque tú, através de tu sacrificio en la cruz quitaste todo muro de separación, gracias porque tu viniste a romper un sistema social que discriminaba a la mujer y nos reivindicaste como tus hijas, gracias porque tú amas igual tanto a hombres como a mujeres. Enséñanos a luchar por la justicia social, desde donde nos encontremos, que logremos ser agentes de cambio, ser luz en medio de este mundo caído y que tu nombre sea glorificado a través de nuestro vivir, abre nuestros ojos a la violencia de género que el mercado ha publicitado, viendo a la mujer como un objeto y no como sujeto. Que el gobierno ha perpetuado con un sistema patriarcal y que culturalmente se ha arraigado en el machismo, pero tú nuestro Salvador quieres liberarnos de este yugo opresor. Que tu pueblo escogido marque una diferencia en su pensar y actuar, ayúdanos a romper el silencio de esta realidad. Gracias porque tú ya nos has dejado el perfecto ejemplo, gracias porque has traído unidad y porque tu gracia es sobreabundante para cada persona. Amén.

DJB 33


Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa contra gente sin piedad, ponme a salvo del hombre traidor y malvado Salmos 43:1 (BP)


“Dios de Abraham, Sara y Agar”

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ios de Abraham, Sara y Agar, escucha nuestro clamor, ¡nuestros gritos de impotencia que inundan los aires! Dios de justicia, mira nuestro profundo dolor, ¡nuestras lágrimas que empapan los suelos! Mira nuestro lamento por ellas, por nosotras/os, por las que hoy sufren y las que ya no están. Dios de amor, con suma tristeza, te pedimos que te acuerdes de todas las mujeres que cada día son víctimas del abuso, la explotación, la exclusión, la discriminación, de las distintas violencias surgidas de un sistema de dominación que las oprime y denigra. Amigo amado, con gran indignación, te pedimos que hagas justicia, que defiendas la causa de todas las niñas, adolescentes, y adultas víctimas de la violencia de género. Que nos pongas a salvo de los hombres que, en las calles de regreso a casa, nos acosan, agreden y violan. Que nos protejas de aquellos que en la casa nos abusan y maltratan de diferentes maneras, legitimando su violencia en el seno familiar. Que nos resguardes de quienes nos discriminan y explotan; de los que bajo la trampa del “amor romántico” nos lastiman y asesinan; de los hombres que con su poder político, religioso, institucional nos controlan, amenazan y persiguen. Diosa de la vida, a ti venimos, clamando por las mujeres que, a manos del Estado corrupto y de las redes de explotación impunes en nuestro país, han sido invisibilizadas, encarceladas, desaparecidas, asesinadas. Diosa de justicia, a ti clamamos en memoria de nuestras hermanas en Ciudad Juárez, y de todas las que no sobrevivieron: ¡Justicia! ¡Esperanza! ¡Amor! Amén. PBP

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“Dios le respondió a Jonás: —Estás preocupado por una planta que no sembraste ni hiciste crecer. En una noche creció, y en la otra se secó. ¿No crees que yo debo preocuparme y tener compasión por la ciudad de Nínive? En esta gran ciudad viven ciento veinte mil personas que no saben qué hacer para salvarse, y hay muchos animales.” Jonás 4:10-11 (TLA)


“Tu voluntad y no la nuestra”

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esús, llevamos todo un mes despertándonos enojados, tenemos todo un mes enfurecidos durante el día, porque no importa a dónde vayamos, ahí están los mentirosos comerciales y la infame propaganda de estos corruptos y sinvergüenzas que intentan justificar sus crímenes. Ellos hundieron a los invisibles hasta la muerte, a los pobres hasta la invisibilidad, a la clase media hasta la deuda de por vida; pero a los ricos, los llevaron hasta la cima de montañas de dinero. A veces quisiéramos que lloviera fuego del cielo para quemarlos como ellos nos dijeron qué pasó con nuestros 43 estudiantes, o que bajaran osos salvajes y los deshicieran, junto con todo lo que han robado; o que la tierra se abriera y se los tragara con todo el desastre que han hecho. Pero Señor, a veces no se nos ocurre preguntarte lo que Tú quieres. ¿Quieres que mueran o que se arrepientan?, ¿darnos venganza o misericordia?, ¡Reconocemos que sin tu misericordia, seríamos nosotros los quemados, deshechos y enterrados! Te pedimos que nos ayudes, Cristo, a pensar y sentir cómo Tú, a trabajar para que venga tu Reino y tu justicia, y a hacer tu voluntad, no la nuestra. Amén ADRG

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“¡Prefiero que se cierren las puertas de mi templo! Ya no me traigan esta clase de ofrendas, porque estoy muy molesto con ustedes y no se las voy a aceptar. »En todas las naciones del mundo hay quienes reconocen mi grandeza, y por eso me presentan ofrendas aceptables. Pero ustedes los sacerdotes hacen todo lo contrario: me faltan al respeto, y desprecian mi altar y las ofrendas que allí se me presentan».” Malaquías 1:10-12 TLA


“Tu iglesia”

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eñor, a veces miramos nuestras iglesias y no sabemos qué sentir. Cuentan con edificios lindos, en medio de barrios pobres; servicios religiosos, durante protestas que exigen justicia; personas viviendo excesos, mientras los migrantes mueren en las calles; música que habla sólo de nosotros mismos en vez de ti; y alabanzas que te reduce a un novio o un genio de la lámpara mágica. ¿Con qué ojos miras nuestras iglesias locales?, ¿Qué sientes cuando nos escuchas cantar esas canciones ególatras?, ¿Qué piensas de nosotros, que decimos amarte, pero no amamos a la gente que está en frente de nuestras casas e iglesias?, y aún, ¿Qué dices de nosotros, que admiramos a Juan el Bautista, pero no seguimos su ejemplo de denunciar públicamente la inmoralidad de nuestros gobernantes civiles? Te pedimos perdón, Jesús, por no amar de verdad; te pedimos perdón, México, por no amar de verdad; y aún, te pedimos perdón, hermano y hermana, por no amar de verdad y no saber ser prójimo.

ADRG

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No nos cansemos (No desmayemos) de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. AsĂ­ que entonces, hagamos bien a todos segĂşn tengamos oportunidad, y especialmente a los de la familiade la fe. GĂĄlatas 6:9-10 (NBLH)


“Perdónanos”

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inceramente Señor, estamos cansados. ¡Hartos y cansados! Hartos de seguir viendo el avance del mal, de cómo el rico se vuelve más rico mientras el migrante es deportado o violentado. Estamos cansados de que la palabra democracia en este país no sea respetada, que sea manipulada y traspasada. Estamos cansados de las soluciones de nuestros expertos. Estamos cansados de las reformas que dicen estar a favor del desfavorecido, pero que a la larga solo siguen comprando lujos de unos cuantos. También estamos cansados de las cortinas de humo, de los shows y el entretenimiento. Del consumismo que hemos creado y comprado. Estamos cansados de nuestro propio individualismo y pasividad. De que en lo pequeño y desde nuestras trincheras no nos importe nadie más. Perdónanos. Nuestras fuerzas ya no dan para más. Ven en nuestro rescate y danos nuevas fuerzas. Revístenos con el bien. Ayúdanos a verte con mayor claridad y actuar tiernamente por otros. Danos nuevas fuerzas, día a día a día. Amén. RNVA 43


ÂżHas entrado tĂş en los tesoros de la nieve, O has visto los tesoros del granizo, Que tengo reservados para el tiempo de angustia, Para el dĂ­a de la guerra y de la batalla? Job 38:22-23 (RVR1960)


“Apresúrate”

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ándanos los tesoros de la nieve los que tienes reservados para el tiempo de angustia Los días de la guerra ya están aquí ¡Apresúrate Señor! Andamos como el caballo: oliendo desde lejos la batalla; el grito de los capitanes y el vocerío

SRT 45


Ese mismo día llegaron unos fariseos y dijeron a Jesús: — Vete de aquí, porque Herodes quiere matarte. Jesús les contestó: — Vayan y díganle a ese zorro: “Has de saber que yo expulso demonios y curo enfermos hoy y mañana, y al tercer día culminaré la tarea”. Pero entre tanto, hoy, mañana y pasado mañana tengo que seguir mi camino, porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.

Lucas 13:31-33 (BLPH)


“El Reino de Dios ya está aquí”

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eñor Jesús, a tu predicación también reaccionaron con amenazas los poderes religiosos y políticos, pero tú no te dejaste intimidar por ellos. Sabías a qué te había enviado el Padre y eso te daba la confianza para seguir tu obra a pesar de la oposición. Entendías que el Reino es de Dios y los poderes de este momento no tienen la última palabra. Señor, ayúdanos a mantenernos fieles a tu misión en nuestras ciudades. Que tu Espíritu nos infunda aliento y valor para ser testigos tuyos a pesar de las dificultades. Porque el Reino de Dios ya está aquí y será consumado con tu regreso. Dios, en este país los poderes religiosos y políticos también se oponen a tu Reino. Encubren, amenazan y desaparecen a quienes tienen una voz profética. Perdón porque aveces nuestras congregaciones prefieren alianzas con los poderes para conseguir prebendas y beneficios, en lugar de proclamar y vivir tu Evangelio. Perdón cuando guardamos silencio ante las realidades de nuestros vecinos. Perdón cuando no hacemos nada para amar al prójimo por miedo a perder nuestra comodidad. Ayúdanos a ser fieles colaboradores tuyos en nuestras localidades. Recuérdanos que Tú estás en el trono y que las amenazas de los poderosos no deben limitarnos para que tu iglesia nos mantengamos encarnados, como Tú, en la misión. AEG

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Los malvados conciben el mal; estĂĄn preĂąados de dificultades y dan a luz mentiras. Cavan una fosa profunda para atrapar a otros, luego caen en su propia trampa. Los problemas que provocan a otros se vuelven en su contra; la violencia que maquinan les cae sobre su propia cabeza. Salmos 7:14-16 (NTV)


“Cantar y orar con esperanza”

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eñor, tú eres justo y haces justicia. Aun cuando en nuestro mundo y en México las acciones de los malos florecen sin castigo y nosotros nos desesperamos y creemos que tú no ves. Pero al contrario, tú eres un Dios justo, lleno de bondad, que aborrece el mal. Señor, trae tu justicia y tu reino a nuestro país. ¡Que los que hacen mal por placer paguen por sus fechorías! ¡Qué las víctimas sean restituidas! Señor, ayúdanos a ver la injusticia y la maldad. El salmista ve lo que sucede a su alrededor y no lo ignora. El salmista sabe que tú no eres indiferente y conoce que el final de los malvados será su propia destrucción. Nuestra oración es por el arrepentimiento de los malvados, para que te reconozcan como juez honrado en defensa de los justos. Señor, que nosotros estemos siempre del lado de los que practican la justicia y nuestro clamor sea por perdón cuando no actuemos rectamente y por justicia cuando presenciamos la maldad. No queremos ser indiferentes, sino lamentarnos al ver la impunidad para después cantar y orar con esperanza como el salmista: “Daré gracias al Señor porque él es justo, cantaré alabanzas al nombre del Señor altísimo.” (v.17)

AOC

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¡Con tu mano,Señor, sálvame de estos mortales que no tienen más herencia que esta vida! Con tus tesoros les has llenado el vientre, sus hijos han tenido abundancia, y hasta ha sobrado para sus descendientes. Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte.

Salmos 17: 14-15 (NVI)


“Dependemos de ti”

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eñor, en esta país las noticias de los políticos y gente poderosa que roba cínicamente es común. Personas sin temor y conocimiento de ti, se creen dueños y dueñas de todo. Tu Palabra no es ajena a estas realidades. Cuando somos víctimas podemos recurrir a ti como nos muestra el salmista. ¡Sálvanos de los que sólo viven para sí mismos y creen que esta vida lo es todo! Tú permites que hombres y mujeres se llenen de abundancia, pero eso no los satisface ni los conduce a ti. Señor, si no se arrepienten tú los juzgarás y evidenciarás su desnudez. Los que te buscamos y andamos en tus sendas confiando en tu obra a favor nuestro queremos caminar en integridad. Ayúdanos Señor. Aleja nuestros pasos de procurar el mal y vivir sólo para este mundo. Guíanos en sus sendas eternas de vida abundante. Sácianos de ti y danos nuestro pan diario. Dependemos de ti en este mundo lleno de desigualdad. ¡Tú serás nuestra porción y nuestra herencia! Que aquellos cercanos a nosotros sepan que nuestra vida es tuya y nuestra satisfacción es conocerte. Amén.

AOC

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¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti? Salmo 85:6 (RVR1960)


“Danos vida en medio de tanta muerte”

E

n este momento clamamos a ti, Señor, esperando una respuesta a las preguntas que más aquejan el andar cotidiano. Nos duele ver nuestras calles llenas de violencia y de egoísmo. Nos duele ver la impunidad de los corruptos. Nos duele ver que no estás. Duele la presencia de todas las cosas que acompañan tu ausencia. Con tu ausencia se llenan de valor los malvados, y los rebeldes se atreven a decir que nunca volverás. ¿Hasta cuándo hemos de aguantar a quien dice que nos has olvidado? ¿O acaso, si no nos has olvidado, la realidad es que nos odias? No tomes en cuenta nuestro pecado a la hora de pensar en nosotros, Señor, porque somos como paja que se lleva el viento. Ten compasión de nosotros, tu pueblo, que fielmente esperamos en ti. Danos vida en medio de tanta muerte. Danos luz en medio de esta oscuridad. No tardes, no demores en regresar para darnos vida en abundancia. Es difícil caminar todos los días entre llantos y augurios de muerte. Renueva nuestro gozo, para que hablemos de ti en nuestro país. No nos callaremos en las asambleas. Tú puedes devolver la alegría a nuestras calles. No tardes más. Amén.

AESM

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Pero nosotros esperamos, segĂşn sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. 2 Pedro 3:13 (RVR1960)


“Somos cautivos de esta esperanza”

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adre, clamamos a ti buscando compasión. Clamamos pidiendo que tengas misericordia de nuestra tierra. Pero ten misericordia haciendo realidad tu justicia entre nosotros. El mundo que vivimos, oh Señor, es un mundo de mentiras y falsos testimonios. Pero tu Palabra es verdadera y tus promesas son el fundamento de nuestra esperanza, como una roca firme en la que construimos nuestras vidas. Te damos gracias por tus promesas, por tu Palabra, por no quedarte callado. Jesús, hermano mayor, maestro y amigo, eres Tú el cumplimiento de la gran promesa de redención de nuestro Dios. Eres Tú la razón por la que seguimos esperando hasta el final. Según tus promesas, Señor, es que hoy en día seguimos caminando sin conformarnos a las mentiras, falsos testimonios en este mundo. Seguimos luchando cada día con la certeza de que veremos un cielo nuevo y tierra nueva en los que more la justicia. Somos cautivos de esta esperanza, estamos convencidos por la promesa de tu justicia. No vamos a detenernos en la búsqueda, Señor, del mundo que prometes. Condúcenos por este caminar, Jesús amigo. Enséñanos a descubrir tus promesas, Jesús maestro. Muéstranos la justicia del Padre, Jesús hermano mayor. En tu nombre esperamos, Amén.

AESM

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No hagan sufrir al extranjero que viva entre ustedes. Trátenlo como a uno de ustedes; ámenlo, pues es como ustedes. Además, también ustedes fueron extranjeros en Egipto. Yo soy el Señor su Dios. Levítico 19:33-34 (DHH)


“Aceptas y amas a toda la humanidad”

S

eñor, te alabamos porque aceptas y amas a toda la humanidad, nos has hecho a tu imagen, te hiciste un ser humano, viviste en carne propia ser extranjero. Te pedimos perdón por los malos tratos y las barreras que pone nuestro gobierno a quienes quieren ingresar a nuestro país, sea para quedarse aquí o porque van de paso para Estados Unidos. Perdónanos por la avaricia, ambición, explotación, despojo, pobreza existentes que obliga a compatriotas y a personas extranjeras a salir de su país. Perdónanos también, como personas y como iglesias, si hemos sido indiferentes, críticos, incomprensivos o abusadores con las personas migrantes. Enséñanos a amarlas y tratarlas como Tú lo haces. Te damos gracias por las personas, organizaciones e iglesias que han abrazado la protección, cuidado y defensa de migrantes; cuídalas Señor, protégelas y provéeles para su misión. Intercedemos por todas las personas y familias migrantes, pidiendo tu protección, tu abrigo, la confianza en tu presencia a su lado, la valoración de sus personas y su trabajo, el trato justo. Te encomendamos en especial a quienes pertenecen a pueblos originarios. Anhelamos la llegada del día en que todos nos tratemos como iguales. Ven Señor Jesús hoy y siempre. Amén. CPC 59


La tierra no debe venderse a perpetuidad porque la tierra es mía. Ustedes sólo son inmigrantes y huéspedes míos viviendo conmigo en mi tierra Levítico 25:23 ( PDT)


“Nuestro peregrinaje por esta tierra”

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ios de la creación y la transformación de la nada en todo; Dios del movimiento como potencia y acto de la humanidad creada; Dios de las posibilidades y oportunidades para mejorar en cada movimiento; Rey de reyes y Señor de señores, damos gracias por la bendición que traes a nuestra humanidad en lo general, y a nuestra individualidad en lo específico. Agradecemos por permitirnos transitar por este mundo hacia el lugar preparado y reservado, en tu amor y misericordia, para ser nuestra morada eterna. Pedimos de tu gracia para que nuestro peregrinaje por esta tierra sea productivo para el extendimiento de tu Reino. Imploramos por todos aquellos en necesidad de desplazamiento –migración- en el mundo entero, y en nuestra patria. Que sus necesidades físicas no nos sean ajenas, que sus dolores puncen nuestras vidas; que sus desvelos mantengan nuestros ojos abiertos hacia arriba, hacia ti en constante intercesión. Que no hagamos oídos sordos a sus peticiones y llantos. Oramos por quienes han sido expulsados de sus lugares de origen o residencia, para que pronto vuelvan a reinsertarse en ellos. Dios de las bondades y la unidad espiritual, mantennos cerca de quienes están alejados de sus familias y raíces. Lo imploramos en el nombre de Jesús, también peregrino en esta tierra. Amén. JAAT

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Pero Jesús dijo: -Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es para los que son como ellos. Mateo 19:14 (BLPH)


“Verles a través de tu mirada”

N

uestro amado maestro, gracias por mostrarnos la importancia que tiene las niñas y niños para ti, gracias por el ejemplo de cuidado y amor, porque detuviste tu ocupada agenda para acercarte, poner tus manos y bendecirles. En este mundo acelerado y adultocéntrico, qué importancia toma tu actuar. Recorremos las urbes y observamos con dolor en aquellas esquinas una infancia robada. Una realidad lacerante también son las y los niños indígenas jornaleros, que migran de sus pueblos para no morir, de campo en campo trabajando, sus rostros muestran el dolor de esa injusticia. Una infancia invisibilizada. Jesús, ayúdanos a verles a través de tu mirada, que nuestro corazón se duela y no permita indiferencia o resignación, detén nuestras agendas, que volteemos para hacer justicia y misericordia, que no seamos un obstáculo para que se acerquen a ti, sino que seamos tus manos que les abrazan y les bendicen. Jesús nuestra luz del mundo, alúmbranos hoy con tu esperanza, aquella de tu reino instalado. Jesús nuestro pan de vida, sácianos con tu verdad, tu palabra es verdad. Jesús nuestro buen Pastor, guía nuestro caminar para actuar según las obras que el Padre ya ha preparado de antemano. Este es nuestro clamor. Amén DJB

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“El SEÑOR Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara.” Génesis 2:15 (NVI)


“Oración por el jardín”

N

unca será suficiente, ¡Oh, Dios! nuestro agradecimiento a ti por la naturaleza que creaste, y en la cual por gracia nos has colocado. Enséñanos a no ser esclavos de las filosofías huecas que someten la creación al arrogante poder humano; ayúdanos a tener en perspectiva que el cosmos es obra tuya, y por ello debemos cuidarlo en todos los sentidos. Haznos recordar, con asiduidad, la manera puntual y precisa en la cual cuidas la naturaleza que nos rodea. De la misma manera, en cuanto a intensidad, que nos dolamos por los estragos que irresponsablemente le causamos a tu perfecta creación. Que honremos el jardín que nos entregaste para cuidarlo, que veamos en ello un aspecto importante, complementario a la Misión que nos entregaste. Porque esa humanidad que te necesita, también necesita valorar que tu creación es para que vivamos en armonía con ella, porque tuviste cuidado al diseñarla. Padre eterno, este es nuestro hogar, inquiétanos para que no le dañemos, y ármanos de valor para levantar la voz en defensa de su cuidado y armoniosa preservación. Gracias por poner todo debajo de nuestros pies, que este reconocimiento nos impulse a tener un adecuado cuidado de toda la naturaleza que nos entregaste.. JAAT

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¿Rechazará el Señor para siempre? ¿No mostrará más Su favor? ¿Ha cesado para siempre Su misericordia? ¿Ha terminado para siempre Su promesa? ¿Ha olvidado Dios tener piedad, O ha retirado con Su ira Su compasión? Entonces dije: “Este es mi dolor: Que la diestra del Altísimo ha cambiado.” Me acordaré de las obras del Señor; Ciertamente me acordaré de Tus maravillas antiguas. Meditaré en toda Tu obra, Y reflexionaré en Tus hechos. Santo es, oh Dios, Tu camino; ¿Qué dios hay grande como nuestro Dios? Salmos 77:7-13 (NBLH)


“Danos esperanza”

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eñor, Tú no cambias con las circunstancias, Tú no cambias con el tiempo, Tú no cambias ni aún con nuestro actuar. Pero nuestro corazón, cerebro y otras voces nos hacen creer que sí. Hemos confiado más en nuestras fuerzas y en nuestro sistema de educación, pero una vez más, el sistema nos ha fallado. Nuestros niños y familias están inmersas y sufriendo por culpa nuestra y nuestro mundo roto. Muestra tu favor, tu misericordia y compasión. Ten piedad y rescátanos una vez más de nuestro propio dolor. Rescátanos no solo del mal y del maligno, sino de nuestros propios pecados. No te olvides de nosotros, aunque nosotros nos hayamos olvidado de Ti. Ayúdanos a meditar y reflexionar en tus obras. Reorienta nuestro corazón y danos esperanza. Nuestras soluciones, mejoras educativas y buenas intenciones solo han agravado el problema. Por eso, regresamos a ti. No hay Dios sino solo Tú. No hay rescate, sino el planeado por Ti. No hay favor, sino al que Tú eliges para Ti. Muestra Tu favor, tu misericordia y compasión. Dios inmutable, a ti elevamos nuestra oración, cumple Tu promesa y camina con nosotros. Amén. RNVA

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Ten misericordia de nosotros, oh Jehovรก, ten misericordia de nosotros, Porque estamos muy hastiados de menosprecio. Hastiada estรก nuestra alma Del escarnio de los que estรกn en holgura, Y del menosprecio de los soberbios Salmo 123:3-4 (RVR1960)


“Sigue siendo”

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eñor, Aquí estamos Agazapados en la noche Como un animalito amedrentado por las tinieblas, al que en vano se le dicen palabras tiernas para calmarlo Estamos entre la visión y el sueño Recogiendo cada vez más nuestras pequeñas almas Queriendo ser nada Señor, sólo clamor en bruto Así que, en el corazón de la noche te pedimos: Sigue siendo zarza ardiente Sigue siendo voz que se pasea sobre el huerto Sigue siendo columna de fuego en la noche y nube en el día Sigue siendo la sangre sobre la puerta y el vino sobre la mesa Sigue vaciando nuestras tumbas Sigue escupiendo sobre el lodo y escribiendo sobre el suelo Sigue repartiendo lenguas como de fuego Sigue calmando las tormentas y echando nuestros demonios a los cerdos Sigue sacando monedas de los pescados y revelaciones de nuestras bocas Sigue bajándonos de los árboles Sigue llorando por nuestras muertes Sigue multiplicando nuestros panes Sigue recorriendo nuestras calles Sigue llamándonos por nuestro nombre Y sigue cambiándonos el nombre Sigue Señor, sigue Sigue con tus planes esta noche SRT 70


Da, pues, a tu siervo un corazón sabio para gobernar a tu pueblo y poder discernir entre lo bueno y lo malo. Porque ¿quién, si no, podrá gobernar un pueblo tan grande? 1 Reyes 3:9 (BCJ)


“Prepáranos para hacer la diferencia y participar”

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eñor y Padre nuestro, guía, amigo, hermano y consolador. Clamamos a ti por nuestro país: Un pueblo grande, maravilloso como todo lo que tú haces, padeciendo ahora el desamparo: sin trabajo o con salario que no alcanza ni para lo básico, sin casa, sin seguridad; la mortandad que incluye a todas las personas sin importar género o edad: muertes violentas de inocentes, a gran escala, en cada rincón del país, por enfrentamientos entre gobierno y narcotráfico, crímenes por ambición, odio y discriminación, fallecimientos por no tener acceso al debido tratamiento médico… En ti confiamos y a ti pedimos sabiduría -para quienes creemos en ti, así como para quienes no te conocen, quienes tienen riquezas mal habidas y quienes gobiernan políticamente nuestro país y se han corrompido- a fin de contribuir, por diversas vías, a impulsar los cambios necesarios para que reine la justicia, la paz, el amor incondicional, la esperanza, la fe, la abundancia en nuestro pueblo. Enséñanos a discernir entre lo bueno y lo malo, y a optar por lo bueno. Prepáranos para hacer la diferencia y participar en el resurgimiento de la vida para todas y todos. En ti Señor esperamos, a ti la gloria. Amén.

CPC

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Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. Vi además la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios, preparada como una novia hermosamente vestida para su prometido. Oí una potente voz que provenía del trono y decía: « ¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».

Apocalipsis 21:1-4 (NVI)


“Tú sigues siendo nuestra roca firme”

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ios, anhelamos que consumes tu Reino ya. Este país y este mundo sufre y llora por tantas muertes. Vemos a nuestros alrededores y es difícil imaginar mejores situaciones para el futuro, el sufrimiento pesa en los ojos y el corazón. La desesperanza nos ronda para destrozar nuestra confianza en ti. Señor, no nos dejes perdernos en el abismo de la conformidad. En ti está nuestra esperanza, a pesar de lo que vemos queremos confiar en ti. Cuando todas las instituciones carecen de credibilidad Tú sigues siendo nuestra roca firme, en ti podemos estar seguros. Tú estás actuando en la historia para llevar adelante tu Reino. Que tu Palabra nos regrese la perspectiva a nosotros, tu pueblo en este país llamado México. Por favor, que tu Espíritu nos abra los ojos para verte actuando, que nos impulse a vivir cada día como Jesús y nos use como testigos de tu resurrección. Tú estás haciendo todas las cosas nuevas, renuévanos el gozo de tu salvación para vivir a la luz de esa realidad. Que tu Iglesia podamos vivir tu Evangelio para que otros encuentren la esperanza perdida. Anhelamos el día en que ya no habrá más muerte, violencia, corrupción, enfermedad, crisis ambientales, desigualdad, pobreza, tráfico de personas, migración ni dolores. Mientras tanto, ayúdanos para dar testimonio fiel de ti Señor Jesús. AEG

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Participantes


José Antonio Altamirano Trujillo (JAAT)

Carmen Pérez de Camargo (CPC)

Pastor Bautista. Catedrático de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Baja California. Docente de Educación Media Superior.

Docente en Comunidad de Estudios Interdisciplinarios para la Misión Integral

Teológicos

Ciudad de México Tijuana, Baja California

Priscila Barredo Pantí (PBP) Maestría en Biblia del Seminario ESEPA, y Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA). Coordinadora de Comunicación en la Universidad Bíblica Latinoamericana, y en el Movimiento Juntos con la Niñez y la Juventud continental. También es parte del Comité Directivo de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, y del Observatorio Centroamericano de Género y Medios (GEMA). Originaria de Mérida, Yucatán, México, y residiendo en San José, Costa Rica.

Abdiel Espinoza González (AEG) Obrero de Compañerismo Estudiantil A.C. Originario de Tijuana, Baja California, México. Actualmente reside en Vancouver, British Columbia, Canadá.

Damaris Juárez Bendito (DJB) Coordinadora del Área de Población Jornalera Agrícola Indígena Migrante y Consejera Municipal del Instituto de la Mujer del H. Ayuntamiento de León, Guanajuato. León, Guanajuato

Samuel Rodríguez Tapia (SRT) Arquitecto y Obrero en Compañerismo Estudiantil A.C Zapopan, Jalisco

Aarón Daniel Ruiz González (ADRG) Licenciado en Ciencias del Lenguaje con acentuación en Enseñanza del Francés. Docente de educación básica. Monterrey, Nuevo León.

Andrés Emiliano Sierra Martínez (AESM) Asistente de investigación del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México/Asesor voluntario en Compañerismo Estudiantil A.C. Ciudad de México

Ruth N. Valencia Arona (RNVA) Obrera en Compañerismo Estudiantil A.C. Mérida, Yucatán

Diana León Hernández (DLH) Estudiante de Diseño en Universidad Autónoma de Baja California y líder estudiantil en Compañerismo Estudiantil A.C. Tecate, Baja California

Alejandra Ortiz Chacón (AOC) Obrera Regional en Compañerismo Estudiantil A.C.

Las opiniones expresadas en este documento son responsabilidad exclusiva de sus autores, y no representan necesariamente el punto de vista de las instituciones mencionadas.

Originario de Tijuana, Baja California, México. Actualmente reside en Vancouver, British Columbia, Canadá.

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