Resumen audiencia 6 de diciembre de 2010 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA DIAZ BESSONE La auciencia En el dìa de hoy -Lunes 6 de diciembre- Tomasa Verdún de Ortiz fue la primera en declarar por la mañana. Narró que fue secuestrada en su domicilio en 1977 junto a su marido Mario Luis Ortiz, donde se encontraban junto a su madre y sus tres hijos de 7, 6 y 5 años. “Nos hicieron poner contra la pared, incluso a mis chicos, nos vendaron, nos esposaron, no podíamos preguntar nada porque cuando hacíamos una pregunta un cachetazo te tiraba al piso. Mis hijos lloraban, con las manitos arriba. Fue terrorífico. Yo no hice nada, éramos familia trabajadora que luchábamos para salir adelante con mis hijos.” En el Servicio de Informaciones fue salvajemente torturada. “Me desnudaron, me pusieron en una camilla en posición ginecológica y ahí me empezaron a torturar. La verdad yo prefería la muerte, y no lo que me estaban haciendo. Me han hecho de todo, tan cobardes fueron... Tuve hemorragia en la vista, a pesar que tenia la venda me ponían la picana en los ojos, por debajo de la venda. Me han tatuado la cara, con la picana...Fueron bestias, no tenían compasión de nada, ellos lo gozaban, se reían, yo no tenia noción de nada. Después de 4 días de tanta tortura, va uno y me dice sabe señora que usted se salva porque se equivocaron con usted. Y yo le digo cómo se salva? Alrededor mio ahi, estaba en el infierno, veía que no era nada lo que me hacían a mi con lo que le hacían a otros chicos. Estaban quemados, reventados.” Relató que a raíz de las torturas sufridas no pudo trabajar y mostró las cicatrices que aún conserva. “Por lo menos ahora las puedo mostrar, antes me decían tapa eso, no te pasó nada.” Cerró su conmovedor relato diciendo: “Yo no se si ustedes jueces, si alguien me puede explicar que me paso, que viví. Qué significa lo que han hecho. Yo le busqué el sentido a esto y no lo encuentro. Ni sé qué contestarle a mis hijos cuando me preguntaban por qué, para qué... No sé si tendrán familia si no, cómo le miran la cara a los hijos, cómo se le mira la cara a los hijos sabiendo que vos mataste gente, mataste chicos inocentes, arruinaste vidas.” Luego continuó Osvaldo Daniel Bas y Mansilla quien estuvo detenido desde el 21/02/77 hasta el 18/10/83. En el Servicio de Informaciones fue interrogado y torturado salvajemente por la patota. Recordó que entre el 15 y 20 de marzo del 77, dado la inminente llegada de la Cruz Roja Internacional, lo sacan en un operativo policial y los hacen dar vueltas por la ciudad junto a otros compañeros de cautiverio, entre los que estaban Adrián Sánchez, Elias Carranza, Analia Minnetti, Daniel Farias. Los nombres de Analía Minetti y Daniel Farías, ambos desaparecidos, fueron los más nombrados por los testigos de hoy.
Luego fue trasladado a Coronda. La Dra. Gabriela Durruty preguntó si estar legalizado en Coronda le hacia sentir seguridad, a lo que contestó que “No, estando ahí murieron 4 personas, 3 por falta de asistencia médica y Daniel Gorosito que fue sacado de la cárcel y asesinado. Cuando llego lo de Gorosito ya había ocurrido. El primer contacto que tuve con la justicia penal es cuando me dicen que me habían abierto una causa. Se presenta un juez federal Shopp y me comunica que me abren la causa. Ahí le comunico la presencia de inseguridad que teníamos, porque ya había ocurrido la muerte de Daniel Gorosito. La respuesta me la dio un joven que oficiaba de secretario ayudante del juez, que me contestó que nunca iba a estar mas seguro que en una institución pública.” Finalizó diciendo: “Si me interesa declarar no es para relatar mi circunstancia personal, yo tengo 53 años y una vida construida, esta historia está allí pero no condicionando mi vida. Pero declararé todas las veces que sea necesario, aún deseando que sea la última vez, si es para decir que yo estuve con Analia Minetti y Daniel Farias, hay una clara seguridad que ellos se apropiaron de su vida y espero se pueda hacer algo al respecto.” Por la tarde comenzó declarando Carmen Lucero quien fue secuestrada a los 16 años de edad el 22 feb 77 siendo militante de la Unión de Estudiantes Secundarios. Relató que no fue esa la primera ocasión en que la represión estatal golpeó a su familia. Su padre, Juan Lucero, era diputado provincial, había sido parte Comisión Bicameral que investigó el secuestro y desaparición de Angel Tacuarita Brandazza. Habían volado su auto, tiroteado su domicilio siendo diputado. Estuvo secuestrado un mes, y luego permaneció preso en Coronda. Carmen fue trasladada al Servicio de Informaciones, allí fue duramente torturada. “En un momento escucho la voz de la Polaca, eso fue un golpe terrible ya que eramos compañeras de militancia en la UES en el Superior de Comercio, no supe hasta ese momento que ellos estaban colaborando, que ellos torturaban, que salían a buscar compañeros. La Polaca diciéndome hija de puta empezá a hablar porque sabés muy bien que yo te conozco.”, en referencia a Nilda Folch (prófuga) y el Cady Chomicki (imputado en la causa). En otro tramo de su relato dijo: “Ella y el Cady participaban de los interrogatorios, en una oportunidad lo mandan al Cady para que me haga hablar y me agarra a las piñas en la parte redonda.” Inmediatamente vino la sesión de tortura con picana eléctrica en la que participaban el Ciego Lofiego, el Cura Marcote, entre otros. “Se siente como que el cuerpo se te secó, el cuerpo hirviendo.” Fue recurrente la mención del “Tony” (Daniel Farías) en su relato. “En una oportunidad lo tiran al tony arriba mío, pude sentir todo su cuerpo lastimado. Lo torturaron terriblemente. Con el tony pudimos charlar, nos pasábamos nombres y direcciones y nos prometimos que el que salía primero iba a ir a visitar a la flia.” Sobre Analía recordó: “La flaca era un sol, tenía 21 años, muy alegre, con muchas ganas de vivir, era muy maternal con nosotros. A ella le sangraba el oído. Esa fue la última vez que la vi a la Flaca. La madrugada del 24 marzo escucho cuando se la llevan a la Flaca y al Tony.”
Relató también el especial ensañamiento que tenía Feced con su familia quien personalmente le aplicó una picana de mano en su cara en varias ocasiones. El 12 de octubre de 1977 fue liberada junto a María Inés Luchetti de Bettanin y partió hacia el exilio junto a su padre. Culminó con un emotivo recuerdo hacia los compañeros desaparecidos: “al Tony, a la Flaca, a Manolita (Fernández) y a los 30.000 que están siempre presente y al compañero que dijo que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la casa de Gobierno, Néstor Kirchner y Cristina Fernández porque gracias a su política y a los Organismos de ddhh son posibles estos juicios.” Luego declaró FANCISCA VAN BOVE, secuestrada el 19 marzo 77 junto a su ex pareja Benito Espinoza, sus dos niñas de 5 y 4 años y Manolita Fernández que estaba en su casa. En el Servicio de Informaciones fue interrogada por el Cady Chomicki y la Polaca (Nilda Folch) y torturada salvajemente, “me lastimaron bastante en la vagina, era la mayor parte de la tortura.” También mencionó haber visto a Analía Minetti y escuchar al Tony. “Ella bajaba y me preguntaba si precisaba agua. Estaba bastante caída, después la escuché una madrugada que gritaba el nombre y la sacaron, no la volví a ver nunca más.” La última en declarar fue María Isabel Crosetti, secuestrada el 28 de marzo de 1977 y llevada al Servicio de Informaciones. Luego de ser torturada pudo ver entre otros compañeros a Manolita Fernández. ”Al cabo de un tiempo me entero que se la llevaron, hoy se que es una desaparecida.” También recordó como compañeras de cautiverio a, María Inés Luchetti, las hermanas Marciani, María del Carmen Sillato (todas ellas habían tenido a sus bebés allí), Carmen Lucero, Mirta Castellini, Ana María Ferrari, entre otras. Al mencionar al grupo de represores, una vez más resonaron los nombres de Lofiego y Marcote, a quienes pudo ver y reconocer. María Isabel es psicóloga, al ser preguntada por la querella sobre las consecuencias de lo vivido y pese a la oposición de los defensores que fue desestimada por la Dra. Baravani que presidió el Tribunal, relató: “Por un lado las consecuencias a nivel psicológico fueron muy devastadoras. La tortura es la mayor crueldad posible, se busca la des-objetivación de la persona. Lo que se intentaba era no sólo desarticular nuestra subjetividad, buscaban la aniquilación de la capacidad de pensar y de la identidad, al ser militantes políticos eso no les fue tan fácil porque había un ideal que nos sostenía. Muchos tuvimos que remontar con tratamiento psicológico lo que vivimos. No sólo está este efecto devastador en nosotros sino también el efecto colectivo, en la sociedad en su conjunto...cuando se mata y tortura y queda como algo banal, la banalidad del mal, eso genera efectos devastadores... Por eso son importantes estos juicios, que se ponga en juego de nuevo esta legalidad que debe respetarse..Esto fue mucho más que un delito, fue un exterminio de un modo de vivir que tenemos que recuperar y mejorar.”
Resumen audiencia 7 de diciembre de 2010 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA DIAZ BESSONE La audiencia: El primero en declarar fue Benito Espinoza, quien fue secuestrado el 19 de marzo de 1977 junto a su mujer Francisca Van Bove, sus pequeñas hijas y una conocida de la familia que se alojaba en el domicilio, de nombre Gladis Fernández, apodada Manolita, asesinada por la patota que operó en el Servicio de Informaciones. Todos fueron llevados al SI, donde Espinoza, su mujer y Fernández fueron brutalmente torturados. “Me amenazaban con matar a mi hija mas chica, le ponían un arma en la cabeza, si yo no decía donde tenia armas, donde tenia escondidos montoneros. Hasta eso hicieron”, relató emocionado Espinoza. “Después vino una hermana de mi mujer y retiró a los chicos que los tenían en la jefatura.” Mncionó entre los represores a Portillo (alias Diego), Marcote (alias el cura), Managua, Kunfito (de apellido Leiva), Juan (correntino), Jorge, Darío, Caramelo Altamirano, Vergara (alias Colorado), Beto, Guzman (alias el mudo), Costeleta, Mireya (Nilda Folch) y el Cady (Chomicky), “ese era compañero nuestro y paso a colaborar con la policía”, dijo. Terminó su relato diciendo “Por qué pasaron tantos años? Por que demoraron tanto la justicia? Nosotros recibimos palizas, fuimos torturados y asesinados y ellos estaban de lo mas bien afuera. Yo quiero que se haga justicia, sobre todo por las mujeres, se han ensañado con las mujeres, las han torturado, las han deshonrado. Quiero pedir justicia por todas las víctimas que han pasado aquí en Rosario y en todo el país. Si esto se hubiese hecho mas temprano, habría más de ellos que podrían estar presos, pero algunos se murieron, otros tienen 80 años o 90 y ahora dicen que son viejos para estar en la cárcel, pero en aquella época fueron terribles.” En segundo lugar declaró Mirta Castellini, quien fue secuestrada el 23 de marzo de 1977 en un operativo del que participaron Marcote, Scortechini, Chomicky, Lofiego y otros más. “Me llevan al SI, me sacan la ropa, a los empujones, me acuestan en una camilla, me atan de manos y pies y comienza la sesión de torturas. Tengo marcas en la pierna derecha, de las sogas que se iban incrustando al pegar saltos el cuerpo por la corriente.” Narró que durante su cautiverio vio a Gladis Fernández (Manolita). “Una mañana, el 5 o 6 de abril, me dicen que me saque el pañuelo y se lo de a Gloria Fernández. Yo escucho una maquina de escribir, como que le están tomando una declaración, y escucho las voces de el Cura (Marcote), Archi (Scortechini) y Carlitos (Gómez). Como a las dos horas vuelven, estaban muy exitados y el Cura me devuelve el pañuelo y me dice que Gloria estaba en la alcaidía. Después supe que la habían asesinado.” Antes de terminar su relato dijo: “Yo vine porque quiero aportar los nombres de los compañeros que vi, para que las familias puedan tener una orientación, un cierre a un
capitulo como quisiera tenerlo yo con mi hermana y con mi cuñado. Pido disculpas a las familias de los compañeros que no recuerdo. Quiero decirle especialmente a Chomicki que dice que fue reducido al servilismo, que esta ha sido su oportunidad para decirnos donde están los compañeros pero no lo hace, dice que está arrepentido pero no lo demuestra, y es porque no está arrepentido; porque él nunca estuvo reducido al servilismo, él eligió hace 33 años y sigue estando del mismo lado. Yo no sé con que cara todos ellos miran a sus hijos, a sus familias o si se, porque yo tenía de compañera de trabajo a la hermana de Bueno y un día, cuando se enteró de mi historia, vino y me pidió perdón.” Al retirarse de la sala, sacó la foto de su hermana y se la mostró a Chomicki, “ella es mi hermana, decíme dónde está”. Chomicky sonrió y dijo “no la conozco”. Luego de un breve receso, declararon los hermanos Daniel y Juan José Gollán. Ambos fueron secuestrados el 27 de julio de 1976 y llevados al SI, donde fueron torturados. Daniel relató que fue salvajemente torturado, con golpes, picana eléctrica y submarino. Que lo hacían descansar un poco y luego continuaban la tortura y así estuvo varios días. “En un momento me dejan solo, atado a la camilla y escucho una canilla que goteaba, yo tenía mucha sed. Trato de desatarme la mano, lo logro y luego me desato el resto de las ligaduras, me siento en la camilla, soy médico y sabía que si tomaba agua después de la tortura podía sobrevenir la muerte por paro cardiaco. Puse la boca debajo de la canilla y tomé líquido con la intención de terminar todo esto, pero no pasó nada, no me morí que era lo que quería. Yo no quería ni siquiera caer en la tentación de que me arrancaran algún nombre y esa persona pasara lo que yo estaba pasando.” Su testimonio además fue muy importante porque acredita la presencia del Ejército en el Servicio de Informaciones, circunstancia que Díaz Bessone negó rotundamente en su indagatoria hace unos meses. Dijo: “Hacia el atardecer yo estaba vendado y me hacen llevar de nuevo a la parrilla para torturarme. Viene un militar, puedo ver el uniforme por debajo de la venda y dice que me siguieran pegando pero que no me muriera. Después supe que mi tío, que era general del ejército, había hecho algunos llamados.” Juan José, que viajó desde Brasil sólo para dar su testimonio, también narro el horror vivido en carne propia; pero sólo se emocionó hasta no poder hablar cuando le preguntaron por las condiciones en las que estaba su hermano Daniel. Con lágrimas en los ojos sólo pudo decir “estaba muy mal”. Al cerrar su declaración, expresó emotivamente “Pertenecí a una generación fuera de serie, con mucho coraje, que quiso cambiar la historia de este país y fue muy maltratada. Me resulta poco menos que increíble estar acá contando esta historia, pensé que nunca se iba a hacer justicia, que nunca ibamos a tener la oportunidad de recuperar la memoria y la justicia. Sin duda está vinculado al esfuerzo de miles de argentinos, de las madres y las abuelas y fundamentalmente a una política que hizo posible esto y que con 30 años de demora pueda haber justicia, que pueda castigarse a estas personas para que no vuelva a suceder, porque esto no puede volver a pasar.” Resumen audienci 14 de diciembre de 2010 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR
CAUSA: DIAZ BESSONE La audiencia En el dìa de hoy -Martes 14- continuaron los testimonios de testigos en la causa Diaz Bessone que se tramita en el tribunal Oral federal Nro 1 de los Tribunales Federales de Rosario. La primer declaración fue de Ana María Moro. Antes de relatar su detención, aclaró que en ese momento su hermana gemela Miriam Susana Moro ya había sido secuestrada junto con Antonio López en septiembre de 1976 y permanecían desaparecidos. También había desaparecido el compañero de Miriam, Roberto De Vicenzo. El 21 de mayo de 1977 Ana fue secuestrada, estando embarazada de 5 meses, junto a su esposo Juan Carlos Cheroni por un operativo de la patota en el que participaban Darío Fermoselle y el “Sargento” Vergara, entre otros. Fueron llevados al Servicio de Informaciones. Allí escuchó cómo torturaban a un chico que era de Córdoba y que uno de los torturadores le dice a ese muchacho “hablá hijo de puta que te voy a reventar el ojo con la birome”. “Esos gritos me persiguieron durante mucho tiempo. Siguieron horas y horas torturándolo. En un momento sentimos que arrastran algo, un cuerpo. La persona que amenazaba con reventarle el ojo era el Cady Chomicki.” Durante su cautiverio se reencontró con su esposo Juan Carlos Cheroni, su cuñado Hugo Cheroni y la mujer de éste Stella Maris Porotto que también estaba embarazada. También mencionó entre sus compañeras a Mirta Castellini, terriblemente torturada. Relató que el Pollo Baravalle le dijo en el servicio de Informaciones que no pregunte más por su hermana y su cuñado porque los habían matado a los dos. Sobre su hermana Miriam contó que “en el año 84 tengo que reconocer las fotos de mi hermana muerta tirada en un zanjón. Me devolvieron la ropa llena de sangre y de agujeros de bala, once balazos en la espalda, amordazada como un perro, así la mataron. Ella tenía muchos sueños, tenía dos hijos, Darío y Gustavo que tomaba la teta. Tenía 24 años, estaba embarazada, tenía sueños de cambiar el mundo. Pido justicia señores jueces.” Con respecto a su cuñado, Roberto De Vicenzo, a principios de este año fue identificado por el Equipo de Antropología Fortense. “Baravalle me dijo que a Roberto lo tuvieron ahí, que lo torturaron mucho, que lo sacaron y lo fusilaron. Le pregunté si lo habían tirado al río y me dijo que no. Le pregunté por qué el sabía que lo enterraron en un cementerio, me dijo que a él lo sacaban a enterrar gente. A Roberto lo fusilaron en camino Barrancas, estuvo sepultado estos años como NN junto con Furtiaga.” Luego fue el turno de su esposo Juan Carlos Cheroni. Relató en igual sentido el secuestro de ambos y que cuando llegaron al Servicio de informaciones escucharon la tortura del
muchacho cordobés y agregó: “Se abre la puerta y sentimos como que arrastraban una bolsa de papa, un peso muerto, esa misma voz (que la que torturaba) dice en tono burlón “acaba de salir un féretro”, refiriéndose a Chomicki. En otro tramo de su declaración precisó “Chomicki se comportaba como un policía, como un verdugo, no se comportaba como detenido, tenía la libertad absoluta de moverse y verduguear a sus compañeros y así lo hacía.” Escuchó cómo lo torturaban a su hermano. Ante una pregunta del fiscal de la causa Dr. Gonzalo Stara sobre las torturas señaló: “Todos decían que las comandaba Lofiego, que tenía conocimiento de medicina. En particular mi hermano me dijo que a él lo torturó Lofiego y Chomicki. Era vox populi que Chomicki participaba en las sesiones de tortura y en los interrogatorios, al conocer a los compañeros sabía qué preguntar, su participación en los interrogatorios era indudable, más allá de que aplique picana o no. De Marcote también era conocida su participación en la tortura.” Luego declaró su hermano Hugo Cheroni, quien fue secuestrado el 21 de mayo de 1977 y llevado al Servicio de Informaciones. Allí relata que “en un momento escuché la voz de mi cuñada Ana Moro. Me comuniqué y descubrí que estaba mi hermano Juan Carlos y mi esposa Estella Maris Porotto.” Contó que al ser secuestrado era dirigente gremial. “Fui echado en una fábrica industrial de zona norte por actividad gremial, después tuve muchísimas dificultades para conseguir trabajo. La empresa dio mi dirección a la policía, la empresa era Saieva en el cordón industrial en San Lorenzo...Me enteré muchísimos años después, un compañero mío de la secundaria era ingeniero en Saieva, pensó que cuando me detuvieron me habían matado porque la policía fue luego de mi secuestro y dijo en la empresa que “ya habían liquidado el asunto del infiltrado acá adentro, del terrorista que tenían adentro.” El único detenido fui yo, por eso deduzco que la empresa dio mi domicilio.” Luego su esposa, Stella Maris Porotto relató que aquel 21 de mayo de 1977 fue la patota a su departamento a buscar a su marido. Como éste no estaba se quedaron durante largas horas en donde la torturaron salvajemente y la violaron. Estaba embarazada de 5 meses en ese momento. “Desde las 10:30 de la mañana hasta las 16:30 estuvieron esperando, fui muy golpeada, violada, me ataron delante de la puerta porque pensaban que mi esposo venía armado, pensaron que si había un tiroteo yo iba a morir primero.” Una vez que llega al Servicio de Informaciones, escucha cómo lo torturan a su marido “Pasó mi ex esposo, presenciamos su tortura, nunca habíamos visto semejante cosa. Los efectos luego son una persona que se arrastra sin poder contenerse durante buen tiempo, lo picanearon, lo torturaron.” Al ser preguntada por el fiscal Stara sobre los miembros del grupo represivo, sindicó que el Cura Marcote, Lofiego, Chomicki “estaban tiempo completo. Creo que eran el elenco
estable” y que la sorprendió Chomicki porque “estaba muy alegre, tomaba la tortura como patear un guijarro por la calle, nos pateaba, era un joven muy malvado.” En otro tramo de su relato dijo: “El tema de las violaciones sólo se puede decir ahora, ahora la sociedad entiende. Antes decían `y ustedes eran estudiantes, estaban con la iglesia´….estábamos con culpa y mucha vergüenza. Nos costó mucho tiempo reconstruirnos, lo hemos hecho, seguimos apostando a lo mismo, a una vida mejor, que ninguna mujer la violen y digan que fue porque se portó mal, porque ayudaba a los pobres. Queremos justicia, aunque pasen 100 años. En algún lugar creo que sigo siendo esa joven entusiasta.” El último testimonio fue el de Adriana Koatz. Era estudiante de ingeniería química y militaba en la juventud universitaria peronista al ser detenida el 21 de octubre de 1976 y llevada al Servicio de Informaciones. “A partir de ahí viene una seguidilla de golpes, torturas, vejaciones.” Mencionó a varios de los miembros de la patota: el Cura Marcote, Kuriaki, Tu Sam que era Carlos Brunato, Guzmán Alfaro y que compartió cautiverio en el sótano con Ester Fernández, Graciela Villarreal, Ana María Ferrari, Olga Cabrera Hansen, entre otras. Entre los varones recuerda a Pérez Risso y Píccolo. Luego fue remitida a Devoto donde su padre le dio la noticia de que su hermana Graciela Koatz había sido asesinada junto a su novio Labrador. La audiencia continua el próximo 21 de diciembre a las 9:30 hs. Resumen 21 de diciembre de 2010 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA DIAZ BESSONE La Audiencia El día del hoy -Martes 21- fue la última jornada de audiencias en la causa Díaz Bessone, las mismas continuarán el próximo 7 de febrero donde seguirán declarando los testigos. La jornada sobresalió por la declaración de Enzo Tossi, militante del Partido Comunista y Secretario General del gremio de los mosaistas al momento en que sufrió los dos secuestros en el año 1976 por parte de la patota. El primero de ellos fue el 18 de julio de ese año, permaneciendo por 10 días en el Servicio de Informaciones donde fue duramente torturado. Relató que al salir en libertad, “El abogado del Partido Comunista Lindolfo Bertinat me trajo a este edificio y denuncié todas las torturas.” Al poco tiempo, el 13 de noviembre, fueron a buscarlo nuevamente y lo llevaron al Servicio de Informaciones, previo secuestro de Pedro Galván, comunista, secretario de actas del sindicato mosaistas.
Luego de relatar las torturas padecidas, las condiciones en que permanecían los secuestrados y los miembros del grupo represivo, señaló: “nunca voy a poder transcribir, hacer llegar a los jueces, la real dimensión de lo que vivimos, ni el mejor narrador, ni la mejor de las abstracciones puede describir esos hechos. Uno pierde la percepción, los sentidos, a tal efecto la razón no cumple su función, es un autómata esperando la muerte. Por eso me gustaría ser un buen narrador para ayudar a los jueces para que en sus abstracciones puedan recomponer este rompecabezas, apelo a Uds., a su profesión, a su experiencia, a sus conocimientos, a su sabiduría, para poder abstraerse de tal forma y aproximarse medianamente a ese horror, a ese genocidio, que fue altamente planificado. Sres. jueces, espero una tarea ciclópea.” Continuó diciendo “En medio de este horror, de estas penurias, de estos tormentos donde los torturadores decidían tu vida, todos los compañeros, todas las víctimas con algunas excepciones (dándose vuelta y mirando a Chomicki), en medio de ese horror, nacieron los gérmenes más sublimes de la solidaridad que dieron parte a la resistencia posterior en las cárceles.” También relató que al salir en libertad, relató a todos los vecinos del barrio lo vivido y que luego sus amigos le confesaron que la gente decía que estaba loco. “León Rozichner señaló que era necesario implementar desde el terror del estado la desaparición de personas para que millones de personas del pueblo acepten su propia desaparición como sujeto político en democracia. No pasaba por mi cabeza ni por la de mis compañeros este horror que se mostraba en esta gente, una terrible pauperización en las conciencias.” “Quisiera terminar diciendo que este genocidio altamente planificado fue pergeñado por el imperialismo yanqui e implementado por los militares de este país, y los sectores que le fueron funcionales, como los empresarios, la iglesia, sectores del campo. No sólo barrieron con los revolucionarios y los sueños de estos sino que también vinieron por los vestigios de lo que quedaba, la clase trabajadora aporto el 50 por ciento de las victimas. El saldo fueron más de 30000 desaparecidos, exiliados, robo de bebés, una sideral deuda externa, desaparición de todas las organizaciones populares.” También declaró en el día de hoy Juan Alberto Fernández, secuestrado el 10 de junio de 1977 junto a su esposa Nora del Huerto Díaz. En el Servicio de Informaciones pudo ver al matrimonio Sklate: “me encuentro con una pareja, Jorge Sklate y Teresa Soria. A este chico lo torturaban todas las noches, el encargado de venir a buscarlo era el Cura. Dejó su nombre escrito con lapiz en la pared, yo le daba de comer por la boca porque no podía levantar los brazos. Una vez deciden bañarlo, lo visten y según él, nos grita “me blanquean, me llevan a los tribunales federales”. Jorge está desaparecido. También relató un episodio que involucra a Chomicki: “buscaban a un muchacho al que llamaban Chicote. El día que lo dejan en libertad al Cadi Chomicki, escucho una llamada telefónica, a los gritos uno de ellos dice “el cadi habló desde Río de Janeiro entre Córdoba y Rioja, vio entrar al Chicote”. Tomaron las armas, amartillaron y salieron. A los pocos días
escucho la radio, que hubo un operativo militar en la zona de Río de Janeiro y Córdoba, el Chicote está desaparecido.” Luego declaró Esteban Raúl Borgonovo, quien además de haber sido víctima del terrorismo de estado, fue autor del Informe que emitió en el año 97 siendo miembro del Gobierno Provincial, sobre la Causa Feced y la actuación de la policía de la provincia en la última dictadura civico militar. Borgonovo fue secuestrado en octubre de 1977 y llevado al Servicio de Informaciones. Relató que en medio de una de las sesiones de tortura, Lofiego le dice “levantate la venda, yo soy lofiego, el que metí en cana a todos tus compañeros“, y haciendo referencia a Raúl Bustos, le dijo: “querés ver cómo quedó, acá tengo las fotos…” También describió a los demás miembros de la patota: el Cura Marcote, el Pelado o Sargento Vergara, Darío, Carlitos, el Lagarto. Sobre el Informe que elaboró en el año 97 dijo que fue en cumplimiento de una directiva del entonces ministro de gobierno Roberto Rosúa y que concluyeron a raíz del mismo que: “Era absolutamente evidente que había habido con conciencia del jefe de policía Feced una patota policial que operaba de esa manera, clandestina, con los mecanismos de secuestro, tortura, desaparición y que fueron los dueños de la vida y la muerte de esas personas en ese momento. Impresiona que eso ocurrió en pleno centro de la ciudad… De las declaraciones también surgió la participación de civiles no sólo con información sino también realizando detenciones, algunos aseveran haber visto civiles armados, y también civiles torturando. También participaban de las detenciones otras fuerza, inclusive el ejército.” Declaró también Laura Judith Hanono, quien al momento de su secuestro tenía 16 años y era militante de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Una vez en el Servicio de Informaciones fue brutalmente torturada: “Me llevan a la sala de tortura. Allí reconozco las voces, sobre todo la del Cura, muy finita. Eduardo estaba presente, Tu SAM estuvo, el Ciego también. Me preguntaban si había participado en la UES, si era alumna de la Vigil, insistían mucho con mi origen de judía”. Ante una pregunta del fiscal de la causa Dr. Gonzalo Stara, relacionada con su profesión de psicóloga y la apreciación que como tal tiene de lo vivido en ese lugar, respondió: “Permanecimos en condiciones de piltrafa humana, me hace acordar al texto de Primo Levi, esto reproduce los campos de concentración. Aparte de la tortura sistematizada había la idea de que la tortura era un método, repudio eso.”
Se reinician los Juicios JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR
CAUSA DIAZ BESSONE
El lunes 7 de febrero se reinician los juicios a represores de la última dictadura militar que se tramitan en el Tribunal Oral Federal Nro 2 de los Tribunales Federales de Rosario. Recordemos que la caratula se denomina Diaz Bessone, el tribunal es integrado por los jueces Otmar Paulucci, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echague y los imputados son: son Ramón Genaro Díaz Bessone (Oficial superior (R) - ex Comandante del II Cuerpo de Ejército); José Rubén Lofiego(Oficial Principal de la Policía de Santa Fe); Marcote, Mario Alfredo (Oficial de la Policía de Santa Fe); Ramón Rito Vergara (Suboficial de la Policía de Santa Fe), José Carlos Antonio Scortechini (Comisario principal de la Policía de Santa Fe), Ricardo Miguel Chimcky (Civil). En todo el juicio declararan más de 180 testigos. Se juzgan los delitos de lesa humanidad cometidos en el mayor Centro Clandestino de detención de la dictadura en Santa Fe: el Servicio de Informaciones (SI) de la ex Jefatura de Policía de Rosario (ubicado en San Lorenzo y Dorrego) y concretamente en este primer juicio se juzgan crímenes de lesa humanidad cometidos contra 94 personas que sufrieron secuestro, privación ilegítima de la libertad y torturas, de las cuales 17 de ellas fueron desaparecidas y asesinadas.y A partir de este lunes -habrá audiencias lunes y martes- ante el Tribunal brindaran su testimonio: lunes 07: Esther Cristina Bernal, Graciela Borda Osella, Oscar Moreno, Sonia Mustetiu, Angel Almada, Gonzalo Fernández
Martes 08 Rodolfo Fernandez Bruera, Gustavo Piccolo, Carlos Péres Rizzo, Eduardo Azum, Laura Ferrer Varela ACTIVIDADES DESDE TEMPRANO EN LAS PUERTAS DEL TRIBUNAL Con motivo del reinicio del juicio desde Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, se invita a toda la ciudadanìa para participar, de la actividad que se desarrollará el mismo lunes 7 desde las 8hs frente al Tribunal Federal, sito en Bvar. Oroño 940. La actividad consistirá en mostrar " Paneles Itinerantes", "Estos Paneles fueron hechos por cada uno de los familiares de nuestros compañeros, quienes depositaron su confianza en nosotros para que los saquemos a la calle y que todos puedan ver en ellos, la historia de vida, de cuando eran pequeños, cuando iban a la escuela, cuando fueron creciendo y también reflejan el compromiso militante de nuestros queridos Desaparecidos
y asesinados, por quienes en este momento están siendo juzgados, en la causa "Díaz Bessone". explicaron desde Familiares Además, desde el espacio Juicio y Castigo Rosario, (EJyCR) anunciaron que al cierre de la audiencia, cerca de las 18, la murga la Memoriosa ‒formada a instancias del espacio e integrada por sobrevivientes, familiares y amigos‒ realizará una breve actuación sobre la peatonal del bulevard.
Resumen 7 de marzo de 2011 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA DIAZ BESSONE La Audiencia En el día de hoy –Lunes 7 de febrero- se reiniciò el juicio de la denominada causa Diaz Bessone en los Tribunales Federales de Rosario, declarando durante esta jornada tres testigos. La primera en hacerlo fue Ester Cristina Bernal, quien relató que fue secuestrada el 17 de agosto de 1977 por un grupo de personas que no pudo identificar y trasladada al Servicio de Informaciones. Atada, vendada y con un trapo en la boca fue torturada con picana eléctrica, lo que le provocó una grave infección en la zona vaginal. La testigo relató que fue torturada durante 8 horas seguidas y que hicieron que su hija, de tres años y medio de edad, presenciara la tortura. “No puedo explicar al tribunal la incertidumbre, la desesperación que se siente cuando te arrancan a tu hijo de los brazos” dijo al recordar que la niña le fue quitada al ingresar a la sala de torturas. Bernal agregó que su compromiso con la militancia peronista desde su infancia por influencia de su familia y luego por propias convicciones. Ante las preguntas realizadas por el Fiscal de la causa, Dr. Gonzalo Stara, sobre la fisonomía de los torturadores, señaló en la sala de audiencias a Mario Alfredo Marcote, a quien mencionó como “El Cura”, a la vez que el defensor del mismo intentaba objetar la pregunta. También la testigo relató con mucho valor los padecimientos sufridos y exigió justicia a los jueces para poder creer. “Se discute si corresponde imputar a un niño de 14 años por cometer delitos y estos señores andan sueltos y caminan por las calles junto a nosotros” dijo. Y luego agregó “mi hija hace solo dos días pudo contarme lo que presenció y vivió
hace 33 años”. “33 años esperé justicia, 33 como Evita, como Jesús y como el Che. Ellos hacían justicia, yo la esperé por el mismo tiempo.” Le tiro un vaso de agua Al finalizar su testimonio y antes de retirarse de la sala de audiencias, Bernal miró fijamente a Marcote y le pidió que tenga el valor de mirarla a la cara, mientras este seguia con su vista fijo al piso, fue en ese momento que la testigo tomò un vaso con agua que estaba junto a la mesa de los abogados defensores y lo arrojò sobre la cara de Marcote. Ante esto, la presidencia del tribunal ordenó el desalojo de la testigo por personal de gendarmería. El público se alzó para aplaudirla y también fue desalojado de la sala, prohibiendose el ingreso de varios de los asistentes que manifestaron su apoyo a la testigo por el resto de la jornada. En segundo lugar declaró Graciela Borda Osella. “Primero les voy a relatar mi relación con el comandante Feced, que era primo hermano de mi padre y se odiaban”, inició diciendo. Evienciando su gran solidaridad, dijo “Tenia 3 amigos, Mercedes Sanfilippo, el Dr. Franccesio y José Luis Acosta. Trabajabamos juntos desde el 71 en el Hospital de Niños, en un momento pensé que podían tener relación con montoneros, pero no hablamos nunca de la situación. Una vez Mercedes Sanfilippo me dice que el Dr. Francesio era perseguido y corría riesgos y le dije que viniera para mi casa, no por relación política sino porque eran como mis hermanos, iba a intentar defenderlos.” Borda Osella permaneció seis días en el SI, donde fue interrogada por su propio tío, Agustín Feced. Menciona también entre sus captores y torturadores a Picha, Pirincha, El Cura y el Ciego. Dijo “Un día me sacan, me sacan fotos y luego me llevan a alcaidía donde me encontré con mi marido. Salimos de ahi a la noche,eran las 12 más o menos, caminando con mi marido por calle San Lorenzo. Antes de salir se me acercó un hombre, dijo que era cura, me dijo que todo había sido un error, que no contara nada para no tener más problemas. Yo quería saber quien era, porque yo no había visto a nadie. Yo le dije que él había sido muy amable conmigo, que quería verlo. Entonces me bajó la venda. Era el Cura Zitelli, y si no era él, era alguien indéntico. Salimos con miedo, porque sabiamos que mataban gente diciendo que era una fuga.” Finalmente, manifestó que al salir se acercó a la APDH, a mediados del año 78. “Yo nunca había sido subversiva, ellos me volvieron subversiva. Salia a la calle con los carteles de los desaparecidos por calle Córdoba. Eso hasta que volvió la democracia. Ahi con todas las denuncias que había hecho pensé que era suficiente, yo me dediqué después a reconstruir todo lo que habíamos perdido.” Finalmente declaró Carlos Fernández Bruera, quien narró los terribles hechos sufridos por su familia. “Una de las siuaciones más terribles de esa noche era la sensación de cuando me dicen que me iban a vaciar el cargador del fall en el lomo. Como cuando lo golpean a
mi padre, yo era un chico de 16 años y sabía que podían hacerlo y que nada les iba a pasar”, dijo. Terminó su relato diciendo “Mi padre estuvo 40 días. No hubo una causa contra mi papá. Mas que ser el padre de alguien.Lo quisieron tener para que se entregue mi hermano, para que la persona que ellos por su propia incapacidad operativa, perdieron, se entregue. Nosotros sabíamos que si mi hermano se entregaba su destino era la muerte, no existia ni una garantía. Mi padre era el rehen de ellos por eso. Lo mejor que pudo pasar es que mi hermanos pudiera irse. Mi papá salió. Los bienes perdidos son cosas materiales. Tal vez las cosas cambiaron, no fue más lo mismo. Pero gracias a las circunstancias o al destino, todos seguimos vivos después de eso.”
Resumen 8 de marzo de 2011 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA DIAZ BESSONE La Audiencia El día de hoy -Martes 8 de febrero- prestó testimonio solo uno de los testigos programados para la fecha. Al terminar este relato "el Tribunal decidió suspender la audiencia por problemas de salud del Dr. Venegas Echagüe, informando que la misma se reanudaría el próximo lunes a las 9:30 de la mañana, día en que declararán los testigos que estaban citados para hoy", informò Daniela Asinari, abogada querellante. Rodolfo Fernández Bruera inició su relato afirmando que su padre, José Esteban Fernández, fue víctima del terrorismo de estado vivido en nuestro país entre el marzo de 1976 y diciembre de 1983; siendo detenido el 1 de julio de 1977 por un grupo de tareas que se presentó en su domicilio diciendo ser de drogas peligrosas. “Entran a mi casa buscándome a mi. Estaban solos mi hermano y mi padre. Terminan deteniendo a mi padre, golpeándolo.”, dijo el testigo ante el TOF 2 Expresó que a raíz del secuestro y desaparición de su padre se contactó con un pariente que tenía buena relación con la dictadura y que estimaba mucho a sus padres y que luego de un par de días de comunicaciones telefónicas con el mismo, este le dijo “tu viejo es el rehén, te quieren a vos. No va a salir si no te entregas. Le dije está bien y le pregunté: pero vos me garantizás la vida? Contestó que no.” Desde la clandestinidad también tenía contacto telefónico con su hermano mayor. Este, la última vez que hablaron, le dijo: “si te querés entregar presentate en Balcarce y Córdoba, la sede del comando, y me da el nombre de un coronel para que hable con él. Eso te lo digo formalmente, pero como hermano te digo que tomes distancia, porque a vos te quieren muerto.”
Manifestó emocionado: “Mi padre hizo un relato de lo vivido. Describe como lo trataban, como era la rutina mientras estuvo detenido, menciona nombres, describe el pozo, los diferentes lugares donde estuvo en el SI, los compañeros con los que estuvo. Menciona a Pérez Risso, el Befo y un Fernández, con quienes estuvo un tiempo y discutía mucho de política con ellos. Todo está escrito. Lo hizo para nosotros, los hijos. Lo hizo para no perder un pedazo de historia, porque siempre decía que con el tiempo se pierden datos.” Esto motivó que el Fiscal Gonzalo Stara, solicitara la incorporación del escrito como prueba de juicio, al igual que lo hizo con las fotografías del taller gráfico de la familia Fernández que fue saqueado por el Ejército y con el artículo del diario La Capital de aquel entonces. Luego de un breve receso el Tribunal decidió a favor del pedido del Fiscal, a pesar de la enérgica oposición que –una vez más- presentaron las defensas.
El lunes se reanuda la audiencia, desde las 9:30 hs.
Resumen 14 de marzo de 2011 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA: DIAZ BESSONE La Audiencia En el dìa de hoy - Lunes 14 de febrero- Cuatro testigos brindaron sus relatos en el día de la fecha. El primero de ellos fue Carlos Pérez Rizzo, quien fue secuestrado junto a Cristina Costanzo en el mes de octubre de 1976 y permaneció detenido hasta abril de 1984. Inició su testimonio diciendo: “Y voy a hablar de los que no están y nos tienen a nosotros para contar su historia.” Y así fue, sus largos años cautivos y las idas y vueltas desde las cárceles al SI hicieron que Pérez Rizzo presencie muchas cosas que hoy pudo relatar. Su testimonio vuelve a acreditar que Daniel Barjacoba, Sergio “El Turquito” Jalil, María Cristina Márquez, Analía Murgiendo, José Oyarzabal, Cristina Costanzo y Eduardo Laus fueron todos víctimas de la patota que operó en el SI, entre los que se encuentran los imputados en la causa. Dijo: “La noche del 16 de octubre del 76 nos ponen a todos los varones boca abajo, nos atan, nos esposan con las manos a la espalda, refuerzan los vendajes y nos van retirando del SI. A mi y a Gustavo Piccolo nos dejan, se llevan al resto. Cuando lo sacan el Turco Jalil da nuestro grito de pelea, de lucha. ¡Vivan los montoneros! Y fueron sus ultimas palabras, al menos las que yo escuché. Todos ellos, los siete, estaban relacionados entre si de alguna u otra manera. A la madrugada del 17 cuando regresan los de la patota escucho lo de Los Surgentes salió perfecto.” Luego, estando en Devoto, leyó en el diario
que habían sido hallados siete cuerpos a la vera de un camino en la localidad cordobesa de Los Surgentes. La mora inexplicable de la justicia hizo que por distintas cuestiones procesales un hecho que es único e indivisible, como los asesinatos de los compañeros cuyos cuerpos fueron abandonados en la localidad de Los Surgentes, se eleve a juicio desmembrado. Sim embargo, los testimonios no dejan lugar a dudas. El grupo de tareas del SI es responsable de las privaciones, los salvajes tormentos y los homicidios de estos siete compañeros. Menciona también a Marisol Pérez. “Era una hermosa rubia de ojos celestes. Me dice cuando me salte la ficha a mi me matan. Vengo escapando del norte, mi compañero le cortaron las manos y lo dejaron desangrar.” Hoy está desaparecida. Por lo demás, el caso de Daniel Gorosito, también excluído del juicio oral, sigue siendo uno de los más presentes en la audiencia. Recordando a Gorosito dijo: “Daniel sabia que lo iban a matar, lo habían traido de Coronda para eso y sin embargo seguia adelante y no se quebraba. Es admirable, no se que palabras ponerle, es una cosa demasiado trágica y demasiado vital, esa situación de la muerte y la vida... y él estaba con la vida.” También declaró Eduardo Azum, quien acreditó el cautiverio del Chino Hyon y contó su secuestro y cautiverio en una casa aún no identificada, lo que demuestra la vastedad del circuito represivo. RELATO DE LA ACTUAL SECRETARIA GENERAL DE LA COAD Luego, dio su testimonio la Secretaria General de la COAD, la Ingeniera Laura Ferrer Varela. Narró su cautiverio durante la dictadura militar desde agosto del 77 hasta dic del 79 y que, al momento de ser ingresar al Servicio de Informaciones, la patota le pide a su padre un pañuelo limpio para vendarla y se la llevan. Completó una descripción muy detallada del funcionamiento del Servicio de Informaciones, que finalizó con un croquis a pedido del fiscal Dr. Gonzalo Stara. Al relatar las condiciones de detención, hizo hincapié en la terrible situación en que se encontraban los menores de edad: “Patricita (la hija de Cristina Bernal), de tres años, se planteaba como que también estaba detenida, cuando la vienen a buscar ella les dio un beso a las compañeras y les dijo “me voy en libertad”. También señaló que: “En una oportunidad hacen subir a un par de compañeros y les muestran a otros (que los habían hecho bañar y ponerse ropa limpia) y les dicen algo como que “esos se iban a encontrar con unas balas de frente“. Entre ellos estaba el Cali Valle, al que conocía de las luchas estudiantiles contra el tríptico. Otros reconocen a Luis Esteban y a Juana Castellini. Durante la madrugada baja el Sargento Vergara y les dice que ya han cumplido con su deber. Nunca mas los vieron, ni pudieron hallar algún supuesto enfrentamiento.” También dio un exhaustivo detalle de los nombres, apodos y características de los demás represores, entre ellos del “Cura” Marcote, a quien también llamaban “el sátiro de la bufanda blanca” porque violó a muchas compañeras.
Luego fue el turno de Rafael Augusto Stancanelli, hermano de Alejandro Víctor Stancanelli, asesinado a los 21 años de edad en calle San Luis y Alvear de esta ciudad. Narró cómo se enteró de la noticia a través de un noticiero que dio cuenta de la muerte en un “enfrentamiento” de su hermano. Mencionó que entre los compañeros de su hermano estaba Carlos Brunato, al que le decían TU SAM. La novia de su hermano le contó que lo estaba esperando a Alejandro en San Luis y Oroño, cuando ve al “gordo TU SAM” quien le grita desde un auto y la secuestra, le preguntaba con violencia dónde estaba el Pato (sus compañeros de rugby le decían así a Alejandro). “Lo asesinaron por la espalda. No lo tengo resuelto, auspicio que ustedes lo resuelvan de la mejor manera. No necesito protección pero les digo sinceramente, soy docente, trabajo en la universidad, pero la gente que tengo atrás no tendría que estar libre.” Sobre lo que pudo relatarle su padre antes de fallecer dijo: “Mi padre quería esclarecer y fue varias veces a la jefatura, este Sr. Guzman Alfaro le dice “déjese de joder Stancanelli porque le va a pasar esto” y le mostró cadáveres colgando de los pies. No tengo palabras para lo aberrante de los sucesos que pasaron en esa época, no hay que teorizar, el mal es el mal y estuvo personificado en estas personas.” Sobre el final, interpeló a Ricardo Chomicki: “CADY, MI MIRADA ES PARA QUE DIGAS QUIEN MATO A MI HERMANO”, y finalizó su emotivo testimonio diciendo: “Lo más terrible se aprende enseguida y lo más hermoso nos cuesta la vida.” Cabe destacar que en el día de la fecha el Tribunal dio a conocer la resolución en virtud de la cual mantiene el estado de libertad de los imputados en la causa, entendiendo que los mismos han cumplido con las obligaciones impuestas en su acto de soltura. Resumen 15 de marzo de 2011 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA: DIAZ BESSONE La audiencia La audiencia de hoy Martes 15 de febrero comenzó con la declaración de Margarita Molina de Gamboa, quien relató cómo escuchó desde su domicilio vecino, los gritos desgarradores de la madre de Carlos Ignacio Kruppa, quien fue secuestrado el 16 de julio de 1976 y todavía hoy permanece desaparecido. Acto seguido prestó declaración testimonial Luis Lapisonde, quien haciendo gala de una entereza envidiable relató los tormentos que sufriera luego de ser secuestrado y retenido ilegalmente en el Batallón de Arsenales de Fray Luis Beltrán.
Allí pudo escuchar la voz de Carlos Kruppa, siendo hasta la fecha la última declaración de alguien que viera con vida a Carlos Ignacio, en el centro clandestino de detención instalado por las autoridades militares en el Batallón de Arsenales. También prestó declaración Lelia Ferrarese, quien valientemente relató los padecimientos que sufriera al ser detenida ilegalmente el 5 de marzo de 1976. Desde los penales de Alcaidía de Jefatura presenció el desfile de compañeras que llegaban atormentadas desde el SI. Especialmente relató lo ocurrido a Rut Gonzalez, quien luego de recibir un ultimátum por parte del mismo Feced, es trasladada desde alcaidía con destino incierto y cuyo cuerpo aparece a los 3 meses en un enfrentamiento fraguado junto con el de su hermana Estrella y su cuñado Héctor Vitantonio Asimismo acreditó los tormentos sufridos por Marta Bertolino, a quien pudo ver enyesada , torturada y a punto de parir en el suelo de la alcaidía. La misma le comenta no conocer el destino de su marido, Oscar Manzur quien aún hoy es un desaparecido. Luego es trasladada para dar a luz, aún en calidad de desaparecida. Finalmente declaró la hija de Rut, Josefina Gonzalez, quien relató como fue haber construido su vida sin su madre, su padre Dardo José Tosetto, sus tíos Estrella González y Héctor Vittantonio y su abuela materna Amorosa Brunet de Gonzalez, también desaparecida. Su padre fue secuestrado el 9 de diciembre de 1975 frente al Hospital Español de Rosario y permanece desaparecido. Recién a los 15 años Josefina conoció la identidad de su padre y aún hoy no puede llevar el apellido de aquel. Relató que el 19 de julio de 1976 fueron secuestradas su mamá, su hermana Mariana de 3 años, ella de 3 meses y Pedro Paulón. Al llegar al Servicio de Informaciones, Rut fue separada de las niñas y en octubre de ese año fue asesinada junto a su hermana Estrella y Héctor Vittantonio. Josefina, al igual que su hermana Mariana, fue recuperada por su tía abuela Judith. Describió cómo en estos 34 años pudo ir reconstruyendo su historia a través del relato de las compañeras de cautiverio de su mamá y de quienes la conocieron a ella y a su papá. "Destrozaron mi familia pero la vida se encargó de que arme una muy numerosa", dijo. Al finalizar, la abogada querellante Gabriela Durruty solicitó al Tribunal se permita incorporar a la causa las fotografías y la copia del cuaderno que la Rut dejó a sus hijas, a lo que el Tribunal accedió.
Resumen 1 de marzo de 2011
JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA: DIAZ BESSONE La Audiencia En el dia de hoy -Martes 1ro de marzo- declaró ante el Tribunal Oral federal Nro 2 Eric Domergue El testigo indicó ante el Tribunal: "Tengo dos familiares victimas del terrorismo, uno mi hermano, Ives Domergue y mi compañera, Zialceta. En Argentina viviamos unicamente mi hermano y yo, el resto de la familia ya se habia vuelto a Francia. Mi familia llego en 1959 y se volvio a Francia en 1974, quedamos solos mi hermnao mayor y yo" "En 1976 viviamos los dos en Bs As, el hacia tiempo que ya militaba, primero en la Universidad y luego se incorporó al PRT. A raiz del golpe de estado tomó algunas medidas de autoprotección, pasó a vivir en la clandestinidad, yo no tenía como ubicarlo a él pero él a mi si. Cada tanto me avisaba que tenia que hacer algun viaje, cuando volvia nos encontrabamos, intercambiabamos noticias, etc", señaló el testigo y continu´o diciendo que, "a mediados del mes de septiembre, por correo convencional, me llega una carta desde rosario donde me aclara que en poco tiempo viajaba a la capital, que la vida en Rosario se estaba complicando, que algunos amigos se estaban enfermando, escribía con eufemismo. Pasó el tiempo y no tuve ninguna noticia de él, hasta que decidí hacer la denuncia en la embajada de Francia. La embajada decide dar la noticia a mis padres y sacarme inmediatamente del pais". En otro tramo del relato Domergue dijo que, "A fines de octubre del 76, yo todavía estaba en el pais, llega una carta a la embajada de Francia y una igual a la de inglaterra, donde denuncian la desaparición de un ciudadano francés Domergue, ponen como fecha de secuestro el 5/10 en la calle en Rosario. La manda familiares de presos políticos. Luego mandan otra rectificando la primera, diciendo que saben ahora que la desaparición fue a fines de septiembre, no pudiendo precisar el dia. De esto me entero muchos años despues, es para poner en evidencia el rol de los funcionarios diplomáticos franceses en Argentina". . "Una historia paralela es la del secuestro de Cristina. Varios años después se junta con la nuestra. Recien en 1979 me entero que Ives no estaba solo en su secuestro, yo no sabía que el tenía una compañera. Luego entro en contacto con Maria Elena Marull, la madre de Crisina. Cristina ya no vivia con su madre. Va a su trabajo y le anuncia a la madre que se va de viaje, le habla de un destino de estudios en la ciudad de Parana y se despide. Fue la ultima vez que maria elena ve a su hija. Al dia siguiente un policia de civil y un soldadito tocan timbre en la casa de maria elena, suben, le preguntan por Cristina, aca vivia Cristina, no, aca vive cristina. No hizo mas comentarios el policia. Revisan la habitacion y se llevan una agenda y se retiran", fue otra parte del testimonio del testigo ante el TOF 2
Luego en otra parte de su aloción Domergue señaló qu "el 3/10/76 hay un llamado anonimo telefonico a la casa de un tio que dice no la busquen mas a Cristina, la matamos. Y cuelgan. Fue el mensaje que le hacen llegar a maria elena. A partir de ese momento la mamá de cristina, sola, porque estaba separada y Cristina era hija única. Ante ese mensaje Maria Elena recorre hospitales, morgues, centros militares. Se le cierran todas las puertas. Busca, busca. Ahora ya sabemos que hacia varios dias que la habian matado. Cuando se cumplen 4 años de este 20/9/76 que fue la ultima vez que ve a su hija, como un último recurso desesperado, le escribe una carta a Videla. Quiero leer una parte de esa carta..." "Tuvo que esperar 30 años para saber que había pasado con su hija y recuperar sus restos, como recuperamos también los de mi hermano", agregó Tambièn declarò hoy ante el TOF 2 Marcelo Marquez (hermano de Maria Cristina Marquez, uns de la vìctimas del caso de los surgentes- hasta hoy desaparecida). Mañana siguen las audiencias Resumen 2 y 3 de marzo de 2011 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR CAUSA: DIAZ BESSONE La Audiencia En el dia de hoy -Martes 1ro de marzo- declaró ante el Tribunal Oral federal Nro 2 Eric Domergue El testigo indicó ante el Tribunal: "Tengo dos familiares victimas del terrorismo, uno mi hermano, Ives Domergue y mi compañera, Zialceta. En Argentina viviamos unicamente mi hermano y yo, el resto de la familia ya se habia vuelto a Francia. Mi familia llego en 1959 y se volvio a Francia en 1974, quedamos solos mi hermnao mayor y yo" "En 1976 viviamos los dos en Bs As, el hacia tiempo que ya militaba, primero en la Universidad y luego se incorporó al PRT. A raiz del golpe de estado tomó algunas medidas de autoprotección, pasó a vivir en la clandestinidad, yo no tenía como ubicarlo a él pero él a mi si. Cada tanto me avisaba que tenia que hacer algun viaje, cuando volvia nos encontrabamos, intercambiabamos noticias, etc", señaló el testigo y continu´o diciendo que, "a mediados del mes de septiembre, por correo convencional, me llega una carta desde rosario donde me aclara que en poco tiempo viajaba a la capital, que la vida en Rosario se estaba complicando, que algunos amigos se estaban enfermando, escribía con eufemismo. Pasó el tiempo y no tuve ninguna noticia de él, hasta que decidí hacer la denuncia en la embajada de Francia. La embajada decide dar la noticia a mis padres y sacarme inmediatamente del pais".
En otro tramo del relato Domergue dijo que, "A fines de octubre del 76, yo todavía estaba en el pais, llega una carta a la embajada de Francia y una igual a la de inglaterra, donde denuncian la desaparición de un ciudadano francés Domergue, ponen como fecha de secuestro el 5/10 en la calle en Rosario. La manda familiares de presos políticos. Luego mandan otra rectificando la primera, diciendo que saben ahora que la desaparición fue a fines de septiembre, no pudiendo precisar el dia. De esto me entero muchos años despues, es para poner en evidencia el rol de los funcionarios diplomáticos franceses en Argentina". . "Una historia paralela es la del secuestro de Cristina. Varios años después se junta con la nuestra. Recien en 1979 me entero que Ives no estaba solo en su secuestro, yo no sabía que el tenía una compañera. Luego entro en contacto con Maria Elena Marull, la madre de Crisina. Cristina ya no vivia con su madre. Va a su trabajo y le anuncia a la madre que se va de viaje, le habla de un destino de estudios en la ciudad de Parana y se despide. Fue la ultima vez que maria elena ve a su hija. Al dia siguiente un policia de civil y un soldadito tocan timbre en la casa de maria elena, suben, le preguntan por Cristina, aca vivia Cristina, no, aca vive cristina. No hizo mas comentarios el policia. Revisan la habitacion y se llevan una agenda y se retiran", fue otra parte del testimonio del testigo ante el TOF 2 Luego en otra parte de su aloción Domergue señaló qu "el 3/10/76 hay un llamado anonimo telefonico a la casa de un tio que dice no la busquen mas a Cristina, la matamos. Y cuelgan. Fue el mensaje que le hacen llegar a maria elena. A partir de ese momento la mamá de cristina, sola, porque estaba separada y Cristina era hija única. Ante ese mensaje Maria Elena recorre hospitales, morgues, centros militares. Se le cierran todas las puertas. Busca, busca. Ahora ya sabemos que hacia varios dias que la habian matado. Cuando se cumplen 4 años de este 20/9/76 que fue la ultima vez que ve a su hija, como un último recurso desesperado, le escribe una carta a Videla. Quiero leer una parte de esa carta..." "Tuvo que esperar 30 años para saber que había pasado con su hija y recuperar sus restos, como recuperamos también los de mi hermano", agregó Tambièn declarò hoy ante el TOF 2 Marcelo Marquez (hermano de Maria Cristina Marquez, uns de la vìctimas del caso de los surgentes- hasta hoy desaparecida). Mañana siguen las audiencias CAUSA. DIAZ BESSONE La audiencia
En el día de la fecha continuaron las declaraciones en la causa Díaz Bessone. Ya en las últimas horas de ayer prestaba su emotivo testimonio Marcelo Márquez, hermano de
María Cristina, quien mostró su foto y dijo que “seguíamos viéndonos aunque en el último
tiempo estaba intranquila por lo que sucedía y el 22 de mayo de 1976 es la última vez que estuvimos juntos"
"la ultima vez que la vimos vino con Daniel Barjacoba y tuvimos una cena, también estaba mi mamá. Ella me dijo que iba a volver, que nos íbamos a ver, pero eso no sucedió”, agregó el testigo
Dos días después se produce un allanamiento en su casa por personal de civil fuertemente armado, él tenía 11 años. El testigo relató el sufrimiento de su familia frente a las mentiras recibidas al intentar averiguar el paradero de su hermana como las dichas por Héctor García capellán de gendarmería y secretario del arzobispado de rosario quien le dijo “quedate tranquilo que está presa, está viva en el sur, prepárense que esta navidad va a estar con Uds”, señalò ante el TOF 2 Marcelo quien despues hablando con su papá se enteró que en otros momentos recibían anónimos diciendo que su hermana estaba con vida, que estaba en un lugar que no podían decir. Recibieron una vez la visita de un policía en el año 76 o principio del 77 diciendo que su hermana estaba con vida. Finalmente frente al Tribunal el testigo dijo: “Esto tiene para mi una importancia
enorme, me permito ver a mi hijo crecer y que tenga la misma edad que yo en ese momento. Pasaron 34 años, siempre pude rescatar los hechos de vida. Por eso voy a dejar un librito donde están las fotos y las historias de vida de cada uno de los 7 compañeros”
"Fue el primer familiar en declarar en esta etapa oral de los secuestros y asesinatos conocidos como el caso de “los Surgentes”, en referencia al lugar donde aparecieron vilmente asesinados Cristina Costanzo, María Cristina Márquez, Ana Lía Murgiondo, Daniel Oscar Barjacoba, Sergio Abdo Jalil, Eduardo Felipe Laus y José Antonio Oyarzabal. Los siete fueron sacados del Servicio de Informaciones de la Jefatura de policía de Rosario en la madrugada del 17 de octubre de 1976", señalò la abogada querellante Leticia Fascendini
En tanto en la jornada de hoy -Miercoles 2 de marzo- prestaron su testimonio María Inés y Francisco Oyarzabal, hermanos de José Antonio secuestrado el 12 de octubre de 1976 junto a su compañero de militancia y estudio en la facultad de derecho, Eduardo Laus. Ambos recordaron el último almuerzo en la casa materna, como se
enteraron del secuestro de su hermano y el interminable recorrido que debieron transitar para saber de su destino final. María Inés sintetizó más de 34 años de lucha por la verdad frente a las mentiras que fueron recibiendo en todos los estamentos civiles, militares y eclesiásticos donde iban, como se fueron reuniendo las 7 familias, el horror de presenciar las exhumaciones de la fosa común en el Cementerio San Vicente en Córdoba en el año 84 donde fueron encontrados más de 50 cráneos (muchos de los cuales presentaban orificios de balas y algunos todavía tenían las vendas en los ojos), enterarse en el 2003 luego de dar muestras de sangre al Equipo Argentino de antropología Forense que los restos óseos habían sido incinerados en 1985 pese a la orden judicial de depositarlos nuevamente en el cementerio tomando los recaudos tendientes a su perfecta conservación e identificación inmediata. La testigo finalizó su testimonio diciendo que “aprendimos con este horror palabras que para nosotros tenían otro significado, que es desaparecido, que es tortura, NN, submarino. Nos asomamos a todo esto. Las madres de seis ya están muertas, nos queda Angela Costanzo, por lo que sufrieron, por las mentiras recibidas, en nombre de ellas, de mi madre pido justicia” y se retiró en medio de un fuerte aplauso luego de entregar numerosa prueba periodística para ser agregada a la causa.
A su turno, Francisco Oyarzabal relató como su hermano al que apodaban desde adolescente “el ciruja” por lo que a él por ser el menor de los hermanos le decían “el cirujita” tuvo que dejar el hogar materno pero que seguía yendo a su casa, contó el último almuerzo familiar el 12 de octubre de 1976. Relató como se enteró en la facultad por un compañero el jueves 14 de octubre que creían que a su hermano lo habían secuestrado. Allí comenzó una desesperada búsqueda llena de mentiras en todos los poderes instituidos (ejército, iglesia y poder judicial) en los que buscaban, como a partir de las informaciones falsas creía que su hermano estaba vivo, dijo “era el año 78 y no podía creer que fuera
posible otra cosa, por miedo recurría a lo instituido y no recurría donde efectivamente había información, en los organismos de Derechos Humanos”. Relató la angustia con el pasar de los años, el silencio, los Habeas Corpus presentados, hasta que en el 82 se enteró por un llamado telefónico la realidad, que su hermano junto a seis compañeros secuestrados habían sido sacados con vida del servicio de informaciones y que habían aparecido asesinados en los surgentes. Ahí fue el gran golpe, la certeza de la realidad, la verdad negada por el ejército y los curas durante tantos años. Como fue esta la parte más dura de la historia pero que fue generando nuevos afectos, después de tantas puertas cerradas encontraron solidaridad. Empezó a concurrir al local de calle Ricardone, donde funcionaban la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y Familiares de detenidos- desaparecidos. Se encontró con víctimas que habían puesto el cuerpo y ellos,
los familiares tenían el cuerpo intacto pero todo el dolor y la angustia y que hoy todavía sigue sin entender las ausencias. Dijo “cuantas madres murieron sin saber donde están
sus hijos, cuantas abuelas murieron sin saber donde están sus nietos….y ellos todavía callan”. Casi finalizando su emotivo relato mencionó el nuevo dolor de enterarse en el 2003 que los restos óseos de la fosa común habían sido destruidos en el 85, que para él fue un segunda desaparición de su hermano y finalizó diciendo al tribunal “esto lo digo
desde el dolor, para los abogados acá hay delitos: desapariciones, torturas, privaciones ilegales de la libertad, pero para los familiares más que delitos hay dolores. Y se pregunta cuántos dolores tienen que pasar por este escritorio para que los asesinos estén presos”. El público emocionado, llenó el silencio con aplausos.
Al respecto la abogada querellante Leticia Faccendini indicó: "Agradecemos a los familiares de las víctimas su confianza en nosotras al asumir la responsabilidad al representarlos. Nos planteamos el gran desafío que el tribunal conozca como un único e inescindible hecho estos siete asesinatos, tan significativos de lo que fue el accionar del terrorismo de estado en nuestra ciudad que Inexplicablemente llega desmembrado al juicio oral y que con el relato de los testigos pudo el tribunal imponerse con claridad de esta realidad".
Completando la jornada declararon Inés Gloria Paulón y Eduardo Sguglia. La primera, prima de Pedro Elio secuestrado junto a Rut Gónzalez y sus dos pequeñas hijas Josefina y Mariana, relató como los vio en el domicilio de Pedro a los 4 la noche del 19 de julio del 1976 al irse a trabajar y que al volver a la madrugada había un fuerte operativo policial por lo que se fue del lugar, no volviendo a ver más a su primo y que posteriormente se enteró que Tita (apodo con el que conocía a Rut) apareció asesinada junto a su hermana y cuñado. Sguglia relató como se enteró del secuestro de su amigo Osvaldo Matoski Severin, por un llamado que hizo un familiar a la casa de suegra diciendo que se lo habían llevado los militares. Aparentemente los mismos militares pasaron por su casa y también por la casa de su suegra y de sus padres, la noche posterior, con el claro motivo de buscarlo. Esa fue la última noticia que tuvo de su amigo.
Las audiencias se reanudan el lunes 14.
3 de marzo de 2011 COMUNICADO DE PRENSA
REPRESOR PROFUGO El Equipo Jurídico de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas tomó conocimiento que uno de los imputados en la Causa Díaz Bessone, José Antonio Scortechini, se habría fugado de su domicilio. El mismo está siendo juzgado por privaciones ilegítimas de la libertad agravadas, tormentos agravados y asociación ilícita cometidos en el Servicio de Informaciones de la Jefatura de Policía de Rosario. Habiéndose realizado en dos oportunidades la inspección que ordenara el Tribunal Oral Nº 2 de Rosario por parte del Ministerio de Justicia sin que se haya podido ubicar a Scortechini en su domicilio, dicho Ministerio procederá a informar al Tribunal y a la Fiscalía este hecho. Cabe recordar que desde este Equipo y la Unidad Fiscal venimos denunciando y solicitando al Tribunal que ordene la inmediata prisión preventiva de los imputados en la causa, de los cuales 5 se hallan en libertad y sólo uno, Ramón Genaro Díaz Bessone, en prisión domiciliaria. Asimismo, los numerosos testigos y querellantes que han declarado en la causa han solicitado a viva voz al Tribunal que ordene la prisión de los acusados. El propio Tribunal, así como el Juzgado Federal Nº 4, han rechazado hace muy pocos días la petición del Ministerio Público Fiscal a cargo del Dr. Gonzalo Stara y Mario Gambacorta en el sentido de que se revoquen inmediatamente las libertades ordenadas teniendo en cuenta lo que ha dispuesto la propia Corte Suprema de la Nación sentando criterios para ordenar las detenciones y mantener las prisiones preventivas en caso de crímenes de lesa humanidad. Una vez más sostenemos que la inmediata revocación de las libertades otorgadas es el requisito indispensable para que la sociedad en su conjunto acceda a la justicia buscada luego de más de 34 años.
4 de marzo de 2011 JUICIO A LOS REPRESORES DE LA ULTIMA DICTADURA MILITAR QUEDO DEMOSTRADO LA INUTILIDAD DE LOS MECANISMOS DE CONTROL A REPRESORES En el día de ayer fue denunciado por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre y Familiares de Detenidos y Desparecidos por Razones Políticas que uno de los imputados en la causa Díaz Bessone, José Antonio Scortechini, no se presentó en su domicilio al control que dispuso el Tribunal Oral Nº 2 de Rosario en dos ocasiones. El Tribunal, al conceder la libertad a los acusados, estableció reglas de conducta a las que los mismos deben someterse. Una de ellas consiste en no ausentarse de su domicilio por más de 2 horas sin dar aviso. Por esta razón, al no haberse localizado al imputado en dos
ocasiones en su domicilio por parte del Patronato de Liberados, el Ministerio de Justicia dió inmediato aviso a la Unidad Fiscal a cargo de los Dres. Gonzalo Stara y Mario Gambacorta. Finalmente, pasadas las 23 hs de anoche, Scortechini fue ubicado al retornar a su domicilio. "Lo que ha sucedido ayer habla a las claras de la inutilidad de los mecanismos de control dispuestos por el Tribunal. Compartimos el criterio sostenido en todo momento por la fiscalía en el sentido de que la única medida que garantiza la realización del juicio y la seguridad de los testigos y querellantes es la prisión efectiva", dijeron las abogadas de Familiariares y la LIga. Además, "esto es lo que ha afirmado la Corte Suprema de Justicia de la Nación en varios fallos con relación a los juicios donde se ventilan delitos de lesa humanidad y es el criterio que los tribunales inferiores deben acoger", agregaron Scortechini está siendo juzgado por los delitos más aberrantes que la humanidad puede imaginar, se trata de delitos de lesa humanidad (reiteradas privaciones ilegítimas de la libertad agravadas, tormentos agravados y asociación ilícita) cometidos mientras se desempeñó como policía dentro del Servicio de informaciones de la Jefatura de Policía de Rosario durante la última dictadura cívico-militar. Cabe recordar que tanto Scortechini como Lofiego, Marcote, Vergara y Chomicki, están transitando el juicio en libertad, mientras que Ramón Genaro Díaz Bessone se encuentra en prisión domiciliaria, por lo que se concluye que "ninguno de los enjuiciados en la causa se encuentra preso, pese a los innumerables pedidos que han realizado la fiscalía y las querellas", señalaron las letradas