JULIO-AGOSTO 2012
Boletín para profesionales de la salud La grasa como reserva energética del organismo. Genes de cazador-recolector en la era de la abundancia.
Alimentación y salud.
Hábitos dietéticos, gasto calórico y factores hormonales en la obesidad.
Innovación alimentaria
Evolución del contenido en grasa de los alimentos. De la eliminación a la sustitución de las grasas.
Legislación alimentaria
¿Qué significan las declaraciones en cuanto al contenido en grasa en el etiquetado y publicidad de los alimentos?
Dr. Leandro Plaza
“La tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares disminuye poco a poco”
Contenidos ALIMENTACIÓN BÁSICA
La grasa como reserva energética del organismo. Genes de cazador-recolector en la era de la abundancia. ALIMENTACIÓN Y SALUD
INNOVACIÓN ALIMENTARIA
Hábitos dietéticos, gasto calórico y factores hormonales en la obesidad.
Evolución del contenido en grasa de los alimentos. De la eliminación a la sustitución de las grasas.
LEGISLACIÓN ALIMENTARIA
¿Qué significan las declaraciones en cuanto al contenido en grasa en el etiquetado y publicidad de los alimentos?
“La tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares disminuye poco a poco”
EROSKI, LÍDER EN RESPONSABILIDAD SOCIAL PUBLICACIONES AL DÍA LA VISIÓN DE ... Dr. Leandro Plaza. Presidente de la Fundación Española del Corazón.
Alimentación básica
La grasa como reserva energética del organismo. Genes de cazador-recolector en la era de la abundancia. La grasa es un nutriente abundante en muchos alimentos, además de constituir la moneda de reserva energética que utiliza nuestro organismo. La cantidad de grasa y las características de esta juegan un papel relevante en multitud de procesos metabólicos. Además, nuestro diseño genético determina una marcada tendencia al acúmulo de reservas energéticas en forma de grasa, situación descompensada con la disponibilidad constante de alimentos. Por otro lado, existen dos tipos de tejido adiposo en nuestro organismo, el blanco y el marrón. La interacción y equilibrio entre ambos puede dar pie a desajustes energéticos que determinen la aparición de obesidad La grasa, en sus múltiples formas, es un nutriente implicado en un número elevado de procesos metabólicos y forma parte sustancial de moléculas, tejidos y órganos. A nivel metabólico la grasa ejerce un papel fundamental, como combustible energético y sobre todo como almacén de energía en forma de triglicéridos. La grasa puede oxidarse en prácticamente todas las células del organismo con un rendimiento energético de 9 kcal por cada gramo, más del doble que los otros macronutrientes1. Tejido adiposo como lugar de síntesis y almacenamiento El tejido adiposo es el principal reservorio de triglicéridos. Cuando se requiere energía, se produce la lipólisis de los triglicéridos gracias a la hidrólisis por la enzima lipasa, que es muy sensible a determinadas hormonas. Es activada por la adrenalina, glucagón, ACTH, glucocorticoides, hormona de crecimiento y tiroxina. La insulina en cambio es la principal hormona antilipolítica. La lipólisis también es regulada por el tejido adiposo a través de la leptina, una hormona que informa al cerebro del estado nutricional del organismo y que controla la ingesta y el gasto energético en los periodos interdigestivos 2. Genes de cazador-recolector en la época de la abundancia Hace millones de años, los primates antecesores de los humanos se alimentaban de frutos, tallos, hojas, semillas y raíces, así como de insectos o pequeños reptiles como fuente de proteína animal3. Su alimentación era continua y esencialmente rica en hidratos de carbono, por lo cual, fisiológicamente necesitaba una secreción constante de insulina, indispensable para su metabolismo. Debido a la gran abundancia de alimentos en su hábitat no era necesario almacenar reservas energéticas, por lo que el tejido adiposo debió ser escaso y la obesidad inexistente. Cuando comenzaron los periodos de sequia prolongados, nuestros antecesores se irguieron en busca de alimento. Los siguientes peldaños evolutivos continuaron siendo esencialmente vegetarianos con una dieta pobre en proteínas, su alimentación era intermitente y de escaso valor nutricional. Cuando encontraban alimento, comían hasta saciarse, preparándose así para los periodos de hambruna4, 5.
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Los depósitos energéticos de estos homínidos estaban constituidos por grasa. El musculo esquelético con las largas caminatas empezó a adaptarse a utilizar preferiblemente ácidos grasos como combustible en vez de glucosa6. De esta forma, aumentó la sensibilidad a la insulina del tejido adiposo para acumular triglicéridos y disminuyó la sensibilidad a la insulina del tejido muscular para ahorrar glucosa, iniciándose el genotipo ahorrador7, 8. Tiempo más tarde, el Homo sapiens pasó de ser esencialmente cazador-recolector nómada a un individuo asentado que comenzó a cultivar sus propios alimentos y a domesticar animales para su propio consumo. En sus hábitos alimentarios no ocurrieron grandes cambios a excepción de que aumentó su consumo de cereales. En periodos de abundancia de nutrientes y energía, la adaptación ahorradora hace que estos se utilicen con la máxima eficiencia energética, acumulándose el exceso en forma de grasa. El desequilibrio entre un genotipo adaptado a las carencias nutricionales y el panorama de abundancia actual es el responsable de la epidemia de obesidad y, por consiguiente, del riesgo aumentado de sufrir otras enfermedades crónicas como el síndrome metabólico y la diabetes tipo 29. Lípidos y genética. Cómo las características de la grasa de la dieta modula la expresión de los genes Los últimos avances en el campo de la nutrigenómica nos permiten conocer cómo influyen determinados nutrientes en la expresión de los genes relacionados con el metabolismo. Los lípidos son los protagonistas de muchas de las investigaciones, por su papel fundamental en la génesis de diversas enfermedades. En función de la cantidad y tipo de ácidos grasos de los alimentos ingeridos se producen diversas respuestas para mantener la homeostasis lipídica. Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) interactúan con el factor de transcripción “receptores activados por proliferadores de peroxisomas” (PPAR), los cuales se unen al receptor nuclear RXR. Estos tres elementos, AGPI, RXR y PPAR, se unen al elemento de respuesta PPER. Esta unión promueve la expresión génica y posterior síntesis de enzimas implicadas en la beta-oxidación de los ácidos grasos y, por lo tanto, se estimula la metabolización de la grasa lo que determina una disminución en las reservas lipídicas. Estos mismos ácidos grasos poliinsaturados i nteractúan con otros factores de transcripción, las “proteínas de unión al elemento regulador de esteroles” (SREBP). La unión de SREBP a los elementos de respuesta correspondientes produce la inhibición de la expresión de los genes responsables de las enzimas lipogénicas hepáticas, con lo que se reduce la producción de nuevas reservas lipídicas. Por tanto, se puede concluir que un elemento presente en la dieta, la grasa insaturada (presente mayoritariamente en alimentos vegetales y marinos), provoca distintas respuestas en función de los genes activados, aumentando la oxidación
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y disminuyendo la síntesis de ácidos grasos. Ambos efectos favorecen la utilización de la grasa como combustible energético, evitando su almacenamiento y previniendo, por tanto, la obesidad, entre otras patologías10. Tejido adiposo blanco y marrón: órgano de almacenamiento enregético frente a órgano de gasto. Una nueva diana terapéutica frente a la obesidad. En la mayoría de mamíferos el tejido adiposo puede experimentar hipertrofia, causando obesidad. La aparición de obesidad es determinada por un desajuste entre la ingesta y el gasto calórico. Consecuentemente, el exceso de combustible circulante es principalmente almacenado en el tejido adiposo, pero también en zonas ectópicas, como el hígado (causando esteatosis hepática), músculo, páncreas y riñones. El exceso de triglicéridos almacenados en esas zonas está claramente asociado con resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa, dislipemia e hipertensión. El metabolismo adiposo actúa para amortiguar el exceso de nutrientes promoviendo el almacenamiento lipídico con el incremento de la adipogénesis y de la lipogénesis.
Existen dos tipos morfológicos de tejido adiposo: el tejido adiposo blanco y el marrón. El blanco predomina, y se localiza en la región subcutánea y diferentes regiones viscerales, envolviendo los órganos internos como el corazón, intestino, riñones y gónadas. La principal función del tejido adiposo blanco es almacenar energía como triglicéridos que pueden ser movilizados en caso de restricción energética. El balance energético es regulado por las adipokinas, secretadas desde el tejido adiposo blanco (son ejemplos de ellas la leptina y la adiponectina). Claramente diferenciado del tejido adiposo blanco, el tejido adiposo marrón existe en roedores y humanos. Su principal papel es el de órgano termogénico. La grasa marrón en adultos humanos normales responde a la estimulación beta-adrenérgica y determina la generación de calor11. Lipólisis deficiente en el tejido adiposo blanco: posible agente obesogénico Con un exceso en la ingesta calórica y una baja actividad física, el equilibrio energético se sitúa en modo de almacenamiento, lo que hace funcionar al tejido adiposo como el mayor órgano de almacenamiento de energía. Durante periodos de incremento en la demanda energética, el tejido adiposo blanco tiene la habilidad de cambiar a proveedor de nutrientes a otros órganos. El balance entre lipogénesis y lipólisis está controlado, principalmente, por la insulina y la leptina. En roedores y
en humanos el sistema nervioso simpático es el principal iniciador de la lipólisis. En ausencia de la señalización mediada por la leptina, la lipólisis es fuertemente inhibida mientras que la lipogénesis se ve aumentada, favoreciendo el almacenamiento de triglicéridos en los adipocitos. De las observaciones que se han llevado a cabo tanto en ratones como en humanos es probable que un mecanismo de lipólisis dañado, que determine una movilización deficiente de lípidos en el tejido adiposo, sea un claro factor que contribuya a la aparición de obesidad. Tejido adiposo marrón: ¿solución a la obesidad? Al contrario que las células grasa blancas, los adipocitos marrones almacenan lípidos en múltiples gotitas lipídicas (multilocular), siendo su principal función participar en la termogénesis quemando su grasa almacenada en respuesta a la activación nerviosa simpática.
Las localizaciones más comunes para el tejido adiposo marrón son la zona cervical, supraclavicular y mediastínica superior. Estos depósitos están agrupados junto con tejido adiposo blanco. Estas islas de tejido adiposo marrón presentan otras importantes características como una densa inervación, una densa red capilar, numerosas mitocondrias citoplasmáticas y pequeñas gotas lipídicas citoplasmáticas. La grasa marrón ha sido reconocida por su potencial gasto energético con demostradas propiedades antiobesidad. De hecho, la supresión genética de la grasa marrón en ratones, determina la aparición de obesidad y trastornos metabólicos. En este mismo sentido, la hiperactivación de la grasa marrón lleva a un fenotipo delgado con un mayor gasto energético y un metabolismo lipídico más activo. Los estudios en humanos sugieren una menor actividad en el tejido adiposo marrón en individuos con obesidad o sobrepeso en comparación con individuos delgados.
Bibliografía 1. Mataix J y Quiles JL. Lípidos. En Nutrición y Alimentación Humana, Tomo I. Mataix Verdú, J (ed). Ergon , Madrid 2002; pp:.85-116. 2. Ailhaud G, Hauner H. Development of white adipose tissue. En: GA. Bray, Claude Bouchard,W.P.T. James, editores. Handbook of Obesity. New York: Marcel Dekker Inc, 1998: 359-378. 3. Kay, R. F. Diet of early Miocene hominoids. Nature 1997; 268: 628-630. 4. Milton, K. Nutritional characteristics of wild primate foods: do the diet of our closets living relatives have lessons for us? Nutrition 1999; 15: 488-498. 5. Milton, K. Back to basis: why foods of wild primates have relevance for modern human health? Nutrition 2000; 16: 480-482. 6. Goodpaster, B. H., and Kelley, D. E. Role of muscle in triglyceride metabolism. Curr. Opin. Lipidol. 2008; 9: 231-236. 7. Campillo, J. E. El mono obeso. Ed. Crítica, Barcelona, España, 2004. 8. Neel J.V. Diabetes mellitus: A thrifty genotype rendered detrimental by “progress”? Am. J. Hum. Gen. 1962; 14: 353–362. 9. Anderson PJ, Critchley JAJH, Chan JCN et al. Factor analysis of the metabolic syndrome: obesity vs insulin resistance as the central abnormality. International Journal of Obesity. 2001;25:1782-8. 10. Hardwick JP et al. PPAR/RXR Regulation of Fatty Acid Metabolism and Fatty Acid omega-Hydroxylase (CYP4) Isozymes: Implications for Prevention of Lipotoxicity in Fatty Liver Disease. PPAR Res. 2009; 2009: 952734. 11. Marcelin G, Chua S. Contributions of adipocyte lipid metabolism to body fat content and implications for the treatment of obesity. Curr Opin Pharmacol 2010; 10(5): 588-593.
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Alimentación y salud
Hábitos dietéticos, gasto calórico y factores hormonales en la obesidad.
La obesidad es una de las enfermedades más prevalentes en todo el mundo. Son múltiples los condicionantes ambientales y genéticos que determinan el desarrollo de la obesidad y múltiples también los procesos metabólicos que determinan la ganancia de peso. La composición de la dieta, las hormonas que controlan la saciedad y el apetito, así como el gasto calórico son algunos de ellos. En el contexto de potenciales nuevas terapias para enfrentar la obesidad, la transformación selectiva de tejido adiposo blanco en marrón ha mostrado su eficacia en ratones, pudiendo ser efectiva también en humanos. La obesidad se define como un exceso de grasa corporal debido a un balance positivo en la ecuación energética, bien por una ingesta excesiva, bien por un descenso en el gasto energético, o desequilibrios en ambos factores1. Se trata de uno de los principales problemas de salud pública en la actualidad, ya que está asociada a otras patologías como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la dislipemia y la enfermedad cardiovascular. En la aparición de la obesidad parecen estar implicados tanto la carga genética del individuo como factores ambientales. Durante los últimos años se ha elaborado un mapa genético dónde se recogen todos los genes con posible trascendencia en la obesidad. Estos genes están implicados en la homeostasis del metabolismo energético, la regulación del apetito y saciedad y la génesis de adipocitos. La relación entre obesidad y genes es multigénica y determina una mayor probabilidad de desarrollar obesidad, pero son los factores ambientales los responsables de que se produzca un desequilibrio energético que desencadene un exceso de peso2.
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Hábitos dietéticos: la clave del balance enrgético La ingesta de macronutrientes, el gasto energético y la oxidación específica de los sustratos energéticos van a determinar el balance energético de cada individuo. Así, la ingesta de proteínas y de hidratos de carbono desencadena espontáneamente un potente ajuste de regulación en la oxidación de estos nutrientes, mientras que el balance lipídico está regulado de forma menos precisa. Precisamente la grasa es uno de los nutrientes que ha recibido mayor atención como posible agente etiológico de la obesidad. Aunque la presencia lipídica en el intestino delgado disminuye el vaciado gástrico, estimula la liberación de hormonas gastrointestinales y suprime el apetito y la ingesta de energía como resultado de la liberación de ácidos grasos, a largo plazo, el consumo aumentado de grasa atenúa la respuesta hormonal gastrointestinal y acelera el vaciado gástrico, induciendo una mayor ingesta de energía3. De este modo, sí parece asociarse, a largo plazo, una alta ingesta de grasa con una mayor ingesta total de calorías.
Otro de los factores dietéticos responsable de la epidemia de obesidad actual es el elevado consumo de dulces y bebidas azucaradas, especialmente en los niños. El consumo elevado de fructosa (presente en la mayoría de refrescos azucarados) disminuye los nieveles de leptina, la hormona de la saciedad, aumentando la sensación de apetito4. Otro de los factores nutricionales implicados en la etiología de la obesidad puede ser el bajo consumo de compuestos antioxidantes. Las dietas actuales con exceso de energía y déficit de antioxidantes provocan un aumento de radicales libres en las mitocondrias celulares, conduciendo al organismo a un estado de estrés oxidativo, induciendo mecanismos inflamatorios. Los procesos inflamatorios se extienden a otros tejidos, ya que se inactivan los receptores de insulina ante el exceso de nutrientes, que se dirigen a otras zonas. Si estos procesos inflamatorios llegan hasta las células neuronales, estas desarrollan una resistencia a la insulina y a la leptina. Como consecuencia, el cerebro es incapaz de conocer el estado de los depósitos grasos, provocando la estimulación del apetito en un círculo vicioso5.
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Finalmente, el aumento en el consumo de proteínas en la dieta se ha postulado como un factor relevante en cuanto a la terapia dietética de pérdida de peso. Un mayor poder saciante, entre otros, parece ser el mecanismo que determina una menor ingesta calórica derivada del consumo de proteínas. Según las investigaciones desarrolladas hasta el momento, a corto plazo las dietas hiperproteicas (con un aporte proteico que se sitúa en torno al 30-40% del total calórico) han mostrado determinar una mayor pérdida de peso que las dietas hipocalóricas. Sin embargo, a largo plazo, esta pérdida se equipara, presentando los inconvenientes, además, que se derivan de la cetosis causada por su insuficiente aporte de hidratos de carbono6. A mayor gasto calórico, menor acúmulo de grasa El exceso de peso se produce cuando la energía ingerida supera al gasto calórico. En las sociedades actuales la disminución de la actividad física hace que el gasto calórico sea menor, pero no es el único factor influyente en personas obesas. Diversos estudios han demostrado que la tasa metabólica basal de estas personas es inferior a la que les correspondería por sus condiciones de edad, sexo y peso, sobre todo teniendo en cuenta que al tener un peso mayor deberían gastar proporcionalmente más energía. En los obesos también está alterado el tejido adiposo marrón, encargado de la termogénesis, y la regulación de la temperatura corporal. Actualmente se están llevando a cabo estudios sobre la termorregulación y la fisiología de la grasa parda y sus proteínas desacoplantes, con el objetivo de conocer los factores que regulan el gasto energético y el peso corporal y aplicarlo al tratamiento de la obesidad7.
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Hormonas del tejido adiposo, al mando del barco energético El tejido adiposo es un importante órgano secretor de péptidos bioactivos conocidos como adipokinas, con actuación a nivel local y sistémico. Una de las proteínas más estudiadas es la leptina, aunque su mecanismo de acción y activación no es del todo conocido. La leptina tiene la capacidad de informar al cerebro del estado de los depósitos grasos corporales. Cuando el balance energético es positivo, los niveles de leptina aumentan, disminuyendo la ingesta y aumentando el gasto energético. Los estudios demuestran que las personas obesas presentan niveles elevados de leptina debido a una resistencia a la acción de esta sustancia. Otro factor que parece afectar a las hormonas del tejido adiposo son las horas de descanso. La falta de sueño afecta de forma directa a la concentración hormonal: disminuye la leptina y aumenta la grelina (hormona orexígena). Como consecuencia se produce un aumento de apetito, que conduce a una ingesta excesiva8. Obesidad y resistencia a la insulina, casi siempre juntas Recientemente, se ha identificado una nueva molécula, la resistina, una adipokina secretada por adipocitos maduros y que se ha postulado como el posible enlace entre la obesidad y el desarrollo de resistencia a la insulina. De hecho, se ha observado que los niveles circulantes de resistina están aumentados tanto en modelos genéticos como dietéticos de obesidad, y que el tratamiento con fármacos antidiabéticos disminuye los niveles circulantes de resistina. Además, la administración de un anticuerpo antiresistina a ratones con obesidad inducida por la dieta mejora los niveles sanguíneos de glucosa e insulina9.
Además de su rol en la resistencia a la insulina y la diabetes, la resistina ha mostrado jugar importantes roles regulatorios en diversos procesos biológicos como la ateriosclerosis y enfermedad cardiovascular, hígado graso no alcohólico, enfermedades autoinmunes, asma, enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad renal crónica10. Tejido adiposo: de blanco a marrón, posible terapia antiobesidad Las estrategias que tienen como objetivo un incremento de la lipólisis y la subsiguiente utilización de ácidos grasos podrían ser útiles en la mejora y prevención de la obesidad. Sin embargo, las concentraciones elevadas de ácidos grasos circulantes se han asociado con la acumulación de triglicéridos en zonas ectópicas. Además, promover la oxidación de ácidos grasos en el músculo esquelético conduce a la aparición de miopatía, al igual que favorecer la utilización cardiaca de lípidos lleva a la aparición de cardiomiopatía. En consecuencia, estas observaciones sugieren que es críticamente trascendente el equilibrio en la oxidación de substratos para la salud a largo plazo de los tejidos.
Este cambio fenotípico del tejido adiposo blanco de un órgano de almacenamiento de energía a otro en el que se quema energía, podría utilizarse como modalidad terapéutica en desórdenes del equilibrio energético y la obesidad. En este sentido, la oxidación de ácidos grasos del tejido adiposo marrón tiene lugar debido a la expresión de determinadas proteínas. Se ha podido observar en ratones que los adipocitos del tejido blanco se pueden convertir en un órgano consumidor de energía, incluso sin coincidir con una restricción calórica. De este modo, estos adipocitos blancos quemadores de grasa pueden jugar un importante rol en la reducción de los triglicéridos almacenados, mejorando los defectos metabólicos asociados a la obesidad. Este cambio ya ha podido ser inducido in vivo en ratones obesos tratados con un agonista específico de los receptores beta-3 adrenérgicos. De hecho, la estimulación adrenérgica induce a la aparición de adipocitos marrones en el tejido adiposo blanco. Estos modelos en ratones se constituyen como herramientas modélicas para el diseño de una estrategia terapéutica en humanos11.
De este modo, un incremento en la tasa de oxidación de ácidos grasos puede compensar el incremento en la liberación de ácidos grasos desde el tejido adiposo, previniendo el incremento de ácidos grasos libres circulantes. Esta situación puede verse estimulada cuando el tejido adiposo blanco adquiere características del tejido adiposo marrón.
Bibliografía 1. Hall KD. Et al. Energy balance and its components: implications for body weight regulation. Am J Clin Nutr 2012; 95: 989-994. 2. José Mataix Verdú. Nutricion y Alimentacion Humana. Ed. Ergon. 2ª Edicion. 2009. 3. Little TJ et al. Modulation by high-fat diets of gastrointestinal function and hormones associated with the regulation of energy intake: implications for the pathophysiology of obesity. Am J Clin Nutr 2007; 86(3): 531-541. 4. Esquivel-Solis,V, Gómez-Salas, G. Implicaciones metabólicas del consumo excesivo de fructosa. Acta méd. costarric. 2007, vol.49, n.4 pp. 198-202. 5. Martínez JA et al. Obesidad y estrés oxidante: papel de la suplementación con antioxidantes de la dieta. Rev Invest clin 2009; 61 (2): 127-139 6. Recomendaciones nutricionales basadas en la evidencia para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos (Consenso FESNAD-SEEDO). Revista Española de Obesidad 2011; 9(Suppl 1): S1-S78. 7. Zaninovich, A. Hormonas tiroideas, obesidad y termogénesis en grasa parda. Medicina (Buenos Aires) 2001; 61: 597-602. 8. Patel s and Hu F. Short Sleep Duration and Weight Gain: A systematic Review. Obesity (2008) 16 (3): 643–653. 9. Way JM, Gorgun CZ, Tong Q, Uysal KT, Brown KK, Harrington WW et al. Adipose tissue resistin expression is severely suppressed in obesity and stimulated by PPAR{gamma} agonists. J Biol Chem 2001; 276(28): 26.651-26.653. 10. Jamaluddin MS et al. Resistin: functional roles and therapeutic considerations for cardiovascular disease.Br J Pharmacol 2012; 165(3): 622-632. 11. Marcelin G, Chua S. Contributions of adipocyte lipid metabolism to body fat content and implications for the treatment of obesity. Curr Opin Pharmacol 2010; 10(5): 588-593.
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Entrevista
La tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares disminuye poco a poco
Dr. Leandro Plaza Presidente de la Fundación Española del Corazón.
Más vale prevenir que curar. Este dicho popular nunca ha sido más cierto que en el caso de las enfermedades cardiovasculares. En los últimos años, los ciudadanos han adoptado más medidas preventivas, pero todavía hay una asignatura pendiente: seguir una alimentación sana y hacer ejercicio para combatir el sobrepeso. Por esta razón, la Fundación Española del Corazón (FEC) ha decidido dedicar este año la “Semana del Corazón” al sobrepeso. Leandro Plaza, presidente de la FEC y jefe de Servicio del centro Duque Guadalupe, en Madrid, desvela cuál es la situación al respecto en España.
¿Cuáles son los objetivos de la Semana del Corazón? Esta campaña pretende concienciar a la población sobre la importancia de controlar los factores de riesgo, que favorecen el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares y que son la causa de muerte más frecuente en los países desarrollados.Además, es de suma importancia tener en cuenta que una vez diagnosticas no tienen cura, aunque haya tratamiento. Por lo tanto, la mejor forma de combatirlas es la prevención. Sin embargo, a pesar de ser la primera causa de muerte, la prevención no es frecuente. Se mejora poco a poco todo lo relacionado con la prevención, pero el problema es que los pacientes deben tomar una actitud activa para preservar su salud y éste es un trabajo un tanto arduo. Es mucho más cómodo acudir al médico para que nos recete una pastilla, que cambiar nuestros estilos de vida. Esto último tiene un inconveniente añadido: hay que hacerlo de forma continuada. Hay que seguir una alimentación adecuada, evitar el sedentarismo y controlar factores de riesgo como la hipertensión y el colesterol, además de luchar contra el tabaquismo y la diabetes. Esto debe ser así
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siempre. Estos son factores de riesgo de sobra conocidos. “La tasa de mortalidad cardiovascular disminuye si se sigue una alimentación adecuada” Son los denominados “cuatro jinetes del Apocalipsis”. Los pacientes deben adoptar una actitud activa, ir al médico y seguir sus indicaciones. Pero lo más difícil, y la práctica que más cuesta, es seguir una alimentación sana cardiosaludable, basada en el consumo predominante de frutas y verduras, aceites de oliva y menos carnes grasas, que deben equilibrarse con carnes magras como el pollo y el pavo, siempre sin piel. Ésta se debe quitar antes de cocinar. Entonces, ¿proporcionan una lista de alimentos prohibidos? No somos favorables a prohibir alimentos, pero sí defendemos una dieta equilibrada compuesta por los alimentos que he citado, así como el pescado, de manera global, y el queso y los productos lácteos en menos cantidades debido a su exceso de colesterol y ácidos grasos saturados.
¿Cuál es el lema de esta Semana del Corazón? El lema de este año es “Aligera tu corazón. El sobrepeso es un riesgo”. Al mejorar las condiciones de vida de los países desarrollados, la comida, además de nutrir, se ha convertido en un entretenimiento. Por esta razón, y porque muchas personas comen fuera de casa y cuando acuden a un restaurante se ingiere más más cantidad que en el hogar, no se seleccionan tanto los alimentos y aumentan los casos de sobrepeso. ¿Qué sucede con los más pequeños? “Uno de cada cuatro niños hasta 10 años tiene sobrepeso” La población infantil en España tiene cada vez más sobrepeso. Uno de cada cuatro menores hasta 10 años tiene sobrepeso y esta cifra es una barbaridad. Esto ocurre porque se elige un tipo de alimentos más grasos y que contienen grasas trans, que no se aconsejan por ser nocivas además de favorecer el sobrepeso. En Estados Unidos, el porcentaje de niños con sobrepeso es incluso superior. Por este motivo, intentamos cambiar esta situación con el apoyo de progenitores y profesorado. ¿El sobrepeso es, por lo tanto, el factor de riesgo en el que los españoles suspenden? Exacto. Los clásicos como la diabetes y la hipertensión se controlan bien desde el sistema de salud y los pacientes siguen de manera correcta las instrucciones médicas. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el sobrepeso, por eso lo escogimos como lema de esta Semana del Corazón, que se celebrará en siete ciudades.
¿Hay un problema con el ejercicio físico? “La situación perfecta sería caminar dos veces al día y a paso ligero, pero sin correr” De la manera que se promueve su práctica, en general, no hay tiempo suficiente para realizarlo. Cuando una persona vuelve del trabajo está cansada. Además, el ejercicio físico se ha especializado demasiado y parece que sólo se pueda hacer en un gimnasio y a una hora determinada. Sin embargo, es posible a cualquier hora del día, con un cambio sencillo de hábitos: si se sale del metro una parada antes y se camina durante 15 minutos más para ir al trabajo. Caminar es el ejercicio físico más fácil y, al mismo tiempo, un hábito que se puede repetir de manera continuada, todos los días. ¿Cuánto tiempo sería preciso caminar? Caminar una hora por la mañana y otra por la tarde sería lo mínimo deseable, pero la situación perfecta es dos veces al día y a paso ligero, pero sin correr. Desde la FEC enseñamos a caminar a personas con determinados problemas de salud, como la artrosis. Estos pacientes tienen que aprender una técnica para andar, poner el pie de una determinada forma e inclinar el tronco hacia delante.
¿Qué actividades se llevarán a cabo esta Semana del Corazón para concienciar a la población? Esta semana empieza en Toledo y sigue en Madrid, Oviedo, Santiago de Compostela, Palma de Mallorca, Badajoz y Málaga. Se habilitarán unas carpas, donde un equipo de médicos y enfermeras tomarán medidas genéricas de tensión arterial y obesidad. Con el cálculo del índice de masa corporal que resulta del cociente del peso y la talla, una persona puede hacerse a la idea de qué tasa de sobrepeso tiene. Hay previstos talleres divulgativos y preventivos con cocineros que indiquen pautas y consejos; se hablará de hábitos en un mercadillo nutricional, que consistirá en emitir un informe alimentario y productos favorables para elcorazón; consejeros nutricionales informaran de qué cantidades de alimentos se deben ingerir; y dispondremos de un equipo de monitores para que enseñen a los niños de centros educativos, que siempre nos visitan, cómo pueden hacer actividad física de manera habitual sin tener que acudir forzosamente a una instalación determinada.
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Innovación alimentaria
Evolución del contenido en grasa de los alimentos. de la eliminación a la sustitución de las grasas.
Paralelamente al aumento de las cifras de obesidad y enfermedades crónicas derivadas de la alimentación, cada vez se emplean más esfuerzos en producir alimentos con menos cantidad de grasa, grasas saturadas, azúcar y sal. En el caso de la reducción de grasa, existen diversas alternativas, desde la eliminación total o parcial de la grasa de los alimentos, al empleo de ingredientes sustitutivos de la grasa que contienen, o el empleo de grasas modificadas que son digeridas y absorbidas sólo parcialmente. Si bien no siempre es posible eliminar/reducir la grasa debido a las funciones tecnológicas que ésta cumple. La grasa aporta una textura suave y cremosa, así como sabor a los alimentos, por lo que la reducción de la misma provoca cambios en las propiedades organolépticas del alimento y por tanto en su aceptación por parte del consumidor. Los sustitutos de la grasa pueden ser mezclas de hidratos de carbono, proteínas o emulsiones de grasa y agua, entre otros. Además, suele ir unido a cambios en las condiciones de procesado de los alimentos para optimizar el resultado. Las últimas investigaciones realizadas en este sentido amplían el abanico de posibilidades a disposición de las industrias. Se han realizado diversos estudios para evaluar la sustitución de grasa por inulina, en concreto, un estudio realizado por el Grupo de Microestructura y Química de Alimentos de la Universidad Politécnica de Valencia y el Grupo de Propiedades Físicas y Sensoriales del Instituto
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de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) mostró que se puede sustituir la grasa por inulina en la elaboración de bizcocho, obteniendo un producto de textura suave y esponjosa con un 70% menos de grasa1. Otro estudio llevado a cabo también por el IATA-CSIC consiguió reemplazar la grasa por inulina en un postre lácteo, además de actuar como prebiótico manteniendo un nivel de aceptabilidad similar respecto al de referencia y consiguiendo mejores valores de viscosidad y cremosidad2. En la línea de los sustitutivos de grasa a base de hidratos de carbono, investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC) reemplazaron la grasa contenida en salchichas por un gel a base de glucomanano de konjac, obteniendo productos sensorialmente aceptables con un 14,8% menos de grasa3. En el College of Life Sciences and Biotechnology de la Universidad de Corea evaluaron el efecto de reemplazar la grasa en hamburguesas de carne de porcino con una sustancia similar al surimi elaborada con el músculo longissimus dorsi de porcino. La elaboración de hamburguesas con un 20% de esta sustancia dio como resultado un producto con un menor contenido en grasa (1,76%) y unas mejores características fisicoquímicas y organolépticas que las hamburguesas de referencia: mayor rendimiento en la cocción, menor contracción
y mayor terneza, por lo que puede ser una alternativa eficaz para mejorar las propiedades de las hamburguesas bajas en grasa4. Por otra parte, la sustitución de la grasa de los alimentos por grasas más saludables ha sido objeto de recientes investigaciones. Un estudio realizado por investigadores del ICTAN-CSIC mostró que se pueden elaborar salchichas bajas en grasa utilizando emulsiones de aceites más saludables (aceite de oliva, lino y aceites de pescado) estabilizadas con diferentes sistemas de proteínas no cárnicas como sustitutivos de la grasa de porcino. Con ello se obtuvo un producto con un contenido en lípidos más saludable en cuanto a cantidad y perfil de ácidos grasos, que presentó cambios en algunas propiedades como la morfología de la matriz, la oxidación de los lípidos o la población microbiana, si bien estas no supusieron una pérdida de la seguridad alimentaria o una disminución de la vida útil. Por todo esto, la utilización de emulsiones de aceites como el de oliva, lino o pescado puede constituir una estrategia adecuada a nivel nutricional, sensorial y tecnológico en la fabricación de salchichas saludables5. Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Nayarit, en México, mostró el potencial a nivel nutricional y tecnológico de la sustitución de la grasa por aceites vegetales en hamburguesas de porcino tras el cocinado y el almacenamiento en refrigeración.Tras sustituir el 50% del contenido en grasa
de las hamburguesas (con un 10% de grasa inicial) por aceites de aguacate, girasol y oliva, mejoró el perfil lipídico y la estabilidad oxidativa sin mostrar modificaciones significativas en el color y la textura del producto6. En línea con los últimos hallazgos científicos se ha lanzado la gama EROSKI Sannia, que incluye alimentos en los que hemos realizado reducciones de al menos un 30% de grasa saturada. Con ello, desde el lanzamiento de la gama EROSKI Sannia, la receta de nuestros productos contiene 11,68 toneladas menos de grasa (en el consumo de un año). GRASAS TRANS: el compromiso de EROSKI Además de las ventajas que pueden atribuirse a la reducción de la cantidad de grasa de los alimentos, hay que tener en cuenta que se debe controlar el tipo de grasa que se consume. En este sentido, la presencia en los alimentos de grasas trans resulta perjudicial por su efecto en los niveles de colesterol plasmático, ya que tras una ingesta elevada y continuada de este tipo de grasas se produce una reducción en los niveles de HDL a la vez que se elevan los de LDL y triglicéridos. Todo ello favorece la aparición de enfermedades cardiovasculares. Las grasas trans se introdujeron en la industria alimentaria como alternativa saludable al uso de grasas animales saturadas.
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Estas se generan tras someter a los aceites vegetales a procesos de hidrogenación con el objetivo de modificar las propiedades físicas de los mismos. El uso de grasas trans proporciona una ventaja tecnológica en la producción de alimentos al contribuir a mantener la estructura deseada del producto, así como prolongar la vida útil del mismo. Además, la adición de este tipo de grasas abarata los costes de producción. En la actualidad se emplean procesos alternativos a la hidrogenación para obtener aceites vegetales sólidos, o bien se realizan mezclas de grasas saturadas junto con aceites vegetales insaturados para reducir la cantidad de ácidos grasos saturados y eliminar la presencia de ácidos grasos trans. EROSKI está comprometido con la eliminación de las grasas trans de sus productos, por ello han llevado a cabo una acción pionera de reformulación de los mismos buscando materias primas alternativas que no contienen aceites o grasas vegetales parcialmente hidrogenadas.
A la vez se ha mejorado la calidad nutricional del producto final potenciando la utilización de aceites vegetales insaturados frente a las grasas saturadas, así como evitando el incremento de las cantidades de sal y azúcar. Todo ello manteniendo las propiedades organolépticas del producto, de manera que sea percibido por el consumidor como igual o mejor que el anterior. Como resultado del esfuerzo realizado, se han eliminado una media de 0,8 gramos de grasas trans por cada 100 gramos de producto (contenido inicial de 0,9 g frente a contenido final de 0,1 g) y 6,5 gramos de grasas trans (procedentes de aceites hidrogenados) por cada 100 gramos de grasa (de 7,5 g a 0,9 g). Estos productos se pueden identificar mediante la inclusión del logo informativo sobre la retirada de las grasas trans (procedentes de aceites hidrogenados) en la etiqueta de los productos.
Bibliografía
1. Rodríguez-García J, Puig A, Salvador A, Hernando I. Optimization of a sponge cake formulation with inulin as fat replacer: structure, physicochemical, and sensory properties. J Food Sci. 2012 Feb;77(2):C189-97. doi: 10.1111/j.1750-3841.2011.02546.x. Epub 2012 Jan 17. 2. Arcia PL, Costell E, Tárrega A. Inulin blend as prebiotic and fat replacer in dairy desserts: optimization by response surface methodology. J Dairy Sci. 2011 May;94(5):2192-200. 3. Ruiz-Capillas C, Triki M, Herrero AM, Rodriguez-Salas L, Jiménez-Colmenero F. Konjac gel as pork backfat replacer in dry fermented sausages: Processing and quality characteristics. Meat Sci. 2012 Oct;92(2):144-50. Epub 2012 Apr 27. 4. Choi YM, Choe JH, Cho DK, Kim BC. Practical use of surimi-like material made from porcine longissimus dorsi muscle for the production of low-fat pork patties. Meat Sci. 2012 Feb;90(2):292-6. Epub 2011 Jul 23. 5. Delgado-Pando G, Cofrades S, Ruiz-Capillas C, Solas MT, Triki M, Jiménez-Colmenero F. Low-fat frankfurters formulated with a healthier lipid combination as functional ingredient: microstructure, lipid oxidation, nitrite content, microbiological changes and biogenic amine formation. Meat Sci. 2011 Sep;89(1):65-71. Epub 2011 Apr 3. 6. Rodríguez-Carpena JG, Morcuende D, Estévez M. Partial replacement of pork back-fat by vegetable oils in burger patties: effect on oxidative stability and texture and color changes during cooking and chilled storage. J Food Sci. 2011 Sep;76(7):C1025-31. doi: 10.1111/j.1750-3841.2011.02327.
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Legislación
¿Qué significan las declaraciones en cuanto al contenido en grasa en el etiquetado y publicidad de los alimentos? El etiquetado y publicidad de los alimentos aporta información sobre las características de los productos en cuanto a la denominación del alimento, la cantidad contenida en el envase, el listado de ingredientes y de alérgenos, la fecha de caducidad o duración mínima, las condiciones de conservación y uso, etc. Pero además indica la información nutricional, que permite conocer las cantidades de los diferentes nutrientes que aporta el producto. Junto a esta se incluyen declaraciones que permiten diferenciar aquellos productos que destacan por su composición nutricional especial o bien por sus propiedades beneficiosas sobre la salud.
• BAJO CONTENIDO DE GRASAS SATURADAS Se puede indicar si la suma de ácidos grasos saturados y de ácidos grasos trans en el producto no es superior a 1,5 g/100 g para los productos sólidos y a 0,75 g/100 ml para los productos líquidos, y en cualquier caso la suma de ácidos grasos saturados y de ácidos grasos trans no deberá aportar más del 10 % del valor energético del alimento.
En el caso del contenido en grasa de los alimentos, el Reglamento 1924/20061 establece los parámetros para destacar aquellos que tienen un menor contenido en este nutriente o bien un mejor perfil de ácidos grasos, ofreciendo al consumidor una manera fácil de identificar aquellas opciones que más se adaptan a su alimentación.A continuación se muestran las declaraciones nutricionales relacionadas con la cantidad o la calidad de la grasa de los alimentos que pueden realizarse en el etiquetado y publicidad de los mismos:
• ALTO CONTENIDO DE GRASAS MONOINSATURADAS Se indica en los alimentos si al menos un 45 % de los ácidos grasos presentes en el producto proceden de grasas monoinsaturadas y estas aportan más del 20 % del valor energético del producto.
• BAJO CONTENIDO DE GRASA Indica que el alimento no contiene más de 3 g de grasa por 100 g en el caso de los sólidos o 1,5 g de grasa por 100 ml en el caso de los líquidos (1,8 g de grasa por 100 ml para la leche semidesnatada). • SIN GRASA Se puede indicar en aquellos alimentos que no contienen más de 0,5 g de grasa por 100 g o 100 ml.
• SIN GRASAS SATURADAS Indica que la suma de grasas saturadas y de ácidos grasos trans no es superior a 0,1 g por 100 g o 100 ml.
• ALTO CONTENIDO DE GRASAS POLIINSATURADAS Se indica si al menos un 45 % de los ácidos grasos presentes en el producto proceden de grasas poliinsaturadas y estas aportan más del 20 % del valor energético del producto. • ALTO CONTENIDO DE GRASAS INSATURADAS Indica que el alimento contiene al menos un 70 % de los ácidos grasos procedentes de grasas insaturadas y estas aportan más del 20 % del valor energético del producto. • FUENTE DE ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3 Se indica si el producto contiene al menos 0,3 g de ácido alfa-linolénico por 100 g y por 100 kcal, o al menos 40 mg de la suma de ácido eicosapentanoico y ácido decosahexanoico por 100 g y por 100 kcal.
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• ALTO CONTENIDO DE ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3 Si el producto contiene al menos 0,6 g de ácido alfalinolénico por 100 g y por 100 kcal, o al menos 80 mg de la suma de ácido eicosapentanoico y ácido decosahexanoico por 100 g y por 100 kcal. • CONTENIDO REDUCIDO DE GRASA Se indica en aquellos productos en los que se ha reducido, como mínimo, el 30 % de la grasa en comparación con un producto similar.
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• LIGHT/LITE (LIGERO) Los productos deberán cumplir las mismas condiciones que las establecidas para el término «contenido reducido»; asimismo, la declaración deberá estar acompañada por una indicación de la característica/s que hacen que el alimento sea «light» o «lite» (ligero).
Pubicaciones al día
Publicaciones al día. Reseña de las últimas publicaciones de investigadores españoles. Estudio con participación de investigadores españoles encuentra un valor significativo en la medida de la circunferencia de la cintura para establecer un mayor riesgo de padecer diabetes. Un reciente trabajo publicado en PLoS Medicine en el que han participado investigadores de los grupos 11, 24, 28 y 34 de CIBERESP (Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública), mide la asociación del índice de masa corporal (IMC) y la circunferencia de la cintura con diabetes tipo 2 a partir de mediciones de peso, talla y circunferencia de la cintura, encontrando que tanto el IMC como la circunferencia de la cintura están asociados independientemente con el riesgo de diabetes tipo 2, sin embargo la circunferencia de cintura tenía un riesgo más fuerte en mujeres que en hombres. Los autores comentan el valor significativo que puede tener la medición de la circunferencia de la cintura en la identificación de las personas que, de entre la gran población de personas con sobrepeso, poseen un mayor riesgo de padecer diabetes.
Científicos del Hospital Reina Sofía de Córdoba investigan el efecto de la calidad de la grasa de la dieta en el estado inflamatorio postprandial propio de los pacientes con síndrome metabólico. El estudio se llevó a cabo en 75 voluntarios a los que se asignaron aleatoriamente 4 dietas durante 12 semanas: dieta rica en ácidos grasos saturados, dieta rica en ácidos grasos monoinsaturados, y por último dos dietas bajas en grasa y ricas en carbohidratos complejos; una complementada con ácidos grasos omega 3 de cadena larga, y otra sin complementar (placebo). Los resultaros demostraron que el consumo a largo plazo de una dieta saludable con alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados es capaz de atenuar el estado inflamatorio postprandial asociado al síndrome metabólico. Fuente: Cruz-Teno C, Pérez-Martínez P, Delgado-Lista J, YuberoSerrano EM, García-Ríos A, Marín C, Gómez P, Jiménez-Gómez Y, Camargo A, Rodríguez-Cantalejo F, Malagón MM, Pérez-Jiménez F, Roche HM, López-Miranda J. Dietary fat modifies the postprandial inflammatory state in subjects with metabolic syndrome: the LIPGENE study. Mol Nutr Food Res. 2012 Jun;56(6):854-65.
Fuente: The InterAct Consortium. Long-Term Risk of Incident Type 2 Diabetes and Measures of Overall and Regional Obesity: The EPICInterAct Case-Cohort Study. PLoS Med 9(6): e1001230.
Descubren un nuevo mecanismo de regulación de la grasa parda, clave en la lucha contra la obesidad. Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Santiago de Compostela y de la Universidad de Barcelona pertenecientes al CIBERobn en colaboración con otros equipos de Iowa, Estocolmo y la coordinación general del de la Universidad de Cambridge, descubren un nuevo mecanismo de regulación de la llamada grasa parda; la publicación demuestra que la administración de la proteína llamada BMP8B en la región cerebral del hipotálamo activa la grasa marrón, el sistema “quema calorías” natural del organismo. Este descubrimiento realizado en roedores constituye una importante diana terapéutica para contra la obesidad en humanos y abre la puerta a la creación de fármacos que ayuden a controlar la masa corporal.
Fuente: Whittle AJ, Carobbio S, Martins L, Slawik M, Hondares E, Vázquez MJ, Morgan D, Csikasz RI, Gallego R, Rodriguez-Cuenca S, Dale M, Virtue S, Villarroya F, Cannon B, Rahmouni K, López M, Vidal-Puig A. BMP8B Increases Brown Adipose Tissue Thermogenesis through Both Central and Peripheral Actions. Cell. 2012 May 11; 149(4):871-85.
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La visión de...
Agustín Markaide. Presidente ejecutivo del Grupo Eroski
Queremos contribuir a la divulgación del conocimiento científico en materia de nutrición ¿Por qué una publicación para profesionales de salud? Porque el GRUPO EROSKI lleva muchos años trabajando para contribuir a que los consumidores tengan la opción de llevar una alimentación lo más saludable posible. Para nosotros, la información al consumidor es fundamental. Hemos llevado a cabo iniciativas como el semáforo nutricional, con el que fuimos pioneros en transparencia y en dar al consumidor información relevante y comprensible. Además, hace ya 30 años pusimos en marcha CONSUMER, nuestra publicación para consumidores que acumula 700.000 lectores en su edición impresa y más de 3 millones en la versión online. La creación de esta publicación es un paso más. Es apoyar al profesional de la salud, ayudarle en su responsabilidad de proporcionar consejo nutricional a sus pacientes. Desde hace ya varios años colaboramos en diferentes iniciativas con Sociedades Científicas, especialmente aquellas que tienen relación con patologías que pueden prevenirse o mejorar a través de una alimentación saludable, como son las enfermedades cardiovasculares o la obesidad. Sabemos que los profesionales de la salud demandan información sobre nutrición, por lo que EROSKI ha tomado la decisión de contribuir a la divulgación de la actualidad en
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investigación relacionada con la nutrición y la salud a través de una herramienta de comunicación que tiene vocación de convertirse en un elemento que, no solo ayude al profesional de la salud a estar al día en esta materia, sino que le ayude a comunicarse mejor con su paciente. El GRUPO EROSKI asume su liderazgo en materia de nutrición como una responsabilidad de está en toda su cadena de valor. Nos esforzamos en proporcionar al consumidor alternativas saludables sin renunciar al sabor y a precios asequibles. Ahora, además, queremos contribuir a la formación de los profesionales de la salud a través de una publicación científica y a la vez divulgativa, rigurosa y a la vez amena, y muy ligada a la actualidad. Confiamos en conseguir nuestro objetivo y que pronto se convierta en una herramienta de referencia.
RSC
EROSKI ha renovado por séptimo año consecutivo la certificación internacional SA8000, primera norma auditable en el campo de la responsabilidad social. Que la alimentación es uno de los factores que mayor impacto tiene sobre la salud humana es en una afirmación que, por si existiesen dudas, los avances científicos en materia de nutrición vienen corroborando en los últimos años. La incidencia de muchas de las enfermedades que constituyen un problema de salud pública podría reducirse drásticamente a través de la modificación de hábitos de vida relacionados, en buena medida, con la alimentación. ºInformación al consumidor y mejora del perfil nutricional de los productos: las apuestas de EROSKI a favor de la salud Ante el aumento de casos de enfermedad cardiovascular en España y la prevalencia de algunos de los factores riesgo que propician su aparición - como son la diabetes, la hipertensión, la obesidad y el colesterol – EROSKI, empresa caracterizada por integrar la Responsabilidad Social en su día a día y en toda su cadena de valor, comenzó hace años a trabajar tenazmente con el fin de poner en manos del consumidor herramientas para llevar un estilo de vida saludable. Para alcanzar este fin ha puesto especial empeño en promover la formación a través de diversas campañas y de la revista EROSKI Consumer y ha apostado por la ampliación y la mejora constante de su oferta. Bebiendo de iniciativas anteriores como la retirada de las grasas trans procedentes de aceites vegetales parcialmente hidrogenados de todos los productos de marca EROSKI, la creación del Semáforo nutricional y la incorporación de productos sin gluten aptos para celiacos al catálogo de alimentos de marca propia, en 2012 EROSKI ha ampliado las opciones del consumidor desarrollando una marca propia especializada: EROSKI Sannia. Toda una gama de productos que ayudan a llevar una alimentación más saludable gracias a la reducción del contenido en sal, grasa o azúcar en su composición, así como el incremento de fibra y la adición de otros ingredientes beneficiosos. Una alimentación más equilibrada con menos sal, menos grasa y menos azúcar
Un cambio de hábitos de alimentación a favor de la salud cardiovascular se traduce en una una dieta rica en fibra – frutas, verduras y cereales integrales- baja en grasa saturadas, con el aporte adecuado de grasas insaturadas, moderada en cuanto a la cantidad de sal, y en la que el consumo de calorías se adecúe a las necesidades energéticas del individuo. Las especiales características de EROSKI Sannia, además de su contenido en fibra y otros ingredientes – Omega-3, fitosteroles - ayudan a que el perfil de la dieta se adapte a estas indicaciones. Así, contando con el respaldo de relevantes sociedades científicas, entre ellas la Fundación Española del Corazón, EROSKI ha presentado EROSKI Sannia como el fruto del esfuerzo de la empresa ante un reto necesario que se planteó hace años: el aportar soluciones a los desequilibrios nutricionales más habituales en la población española y que pueden comprometer la salud. Así, la marca EROSKI Sannia, con un perfil nutricional mejorado y orientado a contrarrestar estos desequilibrios, aporta opciones más saludables para todo tipo de personas y atiende la demanda de aquellas con necesidades especiales. romiso de la empresa con el bienestar y la salud de los consumidores. Un compromiso que seguirá plasmándose en proyectos a favor de esa meta común que es la promoción de un estilo de vida saludable.
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