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Hacia una lírica de la mujer
Quizá uno de los aciertos de la reciente sesión de fotos de Lana para Interview Magazine haya sido el de no intentar ningún concepto nuevo. El de entender que ella muta por sí misma. En retratarla una vez más en el centro mismo de esa mitografía americana de bodas express, moteros y soledades, para comprobar cuál es la distancia exacta entre la Lana de ayer y la de hoy. Donde estaba la fragilidad perturbadora de sus primeros años hay ahora un aura viole(n)ta que me recuerda a la Liz Taylor de madurez, con esa seguridad y esa sensualidad dañadas que acompañan siempre a la corona. Rotunda pero aún fantasmal, vestida de novia contra un ocaso de diners petrificados, no puedo evitar, al verla, recordar las palabras de Roland Barthes sobre Greta Garbo en Mitologías: “El rostro de la Garbo ejemplifica ese momento inestable en el que el cine extrae una belleza existencial de una belleza esencial, cuando el arquetipo va a inflexionarse hacia la fascinación de figuras perecederas, cuando la claridad de las esencias carnales va a dar lugar a una lírica de la mujer. (…) Como momento de transición, el rostro de la Garbo concilia dos edades iconográficas, asegura el paso del terror al encanto”. Igual, el rostro de Lana Del Rey -y ha sido un largo lapso sangriento de nueve discos e innumerables querellas- asegura el paso del arquetipo a la carne. Del mito marmóreo al rito fluido.

En todo caso, para reafirmarse en la belleza de esa fluidez, basta con descender, después, a la entrevista que le hace Billie Eilish -a petición de Lana misma, que exigió que fuera ella o John Waters-, en la que se explaya sobre su adoración por Cat Power o Daniel Johnston, la posibilidad de abolir la muerte y un proceso de trabajo, enfrentamiento y sinceridad que retrata con claridad desarmante (“hay una parte tan grande de mi vida que consiste en sentarme en mi escritorio metafórico, sola y escribiendo…”). “Este debería ser el momento”, ha declarado Jack Vhay, uno de los responsables de Interview, “en el que nos centremos y reflexionemos sobre cómo la prolífica producción de MADRE nos ha formado a través de los años. Yo y mis compañeros hacemos exactamente eso”. MADRE (Mother, Mommy, Mum) es Lana, claro. Así la conocen sus fans. Pero ese es un misterio para otro momento y otro lugar.
LA CALIFORNIANA ANA ROXANNE ES UNA DE LAS MÁS INTERESANTES VOCES DEL AMBIENT CONTEMPORÁNEO. SU MÚSICA HABLA DE ESPIRITUALIDAD, DEL PASO DEL TIEMPO Y DE LA TRANSEXUALIDAD. VISITA MADRID EL VIERNES 17 DENTRO DEL CICLO SOUNDSET (C.C.C. CONDEDUQUE).
ana roxanne recto es una artista y cantante de ambient experimental nacida en California en 1987. Con dos álbumes publicados hasta la fecha, su música se caracteriza por la combinación de estructuras tomadas de la música jazz y sonidos característicos de la música tradicional indostaní, la canción coral y la tradición musical electrónica de vanguardia. Ana es también conocida por representar la identidad intersexual a través de su trabajo. Su segundo álbum, Because of a Flower (Kranky, 2020), funciona como una oda a las identidades intersexuales y no binarias, cuya narratividad parte de la propia experiencia de la artista como persona intersexual.
Para Ana Roxanne la música es una manifestación de la espiritualidad. Permite que nos conectemos con algo más grande que nosotras mismas. Esta idea se reforzó al aprender sobre la música clásica indostánica viajando por el subcontinente indio: “La música indostánica está inherentemente vinculada a lo espiritual y me ayuda a conectarme con esa parte de mí misma”. El título del disco es una alegoría a la intersexualidad: curiosamente, mientras las flores hermafroditas son un símbolo de belleza, las personas hermafroditas son rechazadas y discriminadas por la sociedad. La artista reflexiona a propósito de la falta de educación sobre este tema y los cambios producidos en la última década: “Internet ha sido una herramienta muy importante para conectar a las personas y compartir información. Creo que se están desafiando nuestras definiciones de belleza y lo que consideramos ‘normal’. Siento que estamos repensando esa tendencia a ‘tratar de arreglar a alguien’ para que no destaquen sus rarezas. Estamos alentando a las personas a ser ellas mismas”.
En la canción Take the Rose, Leave the Thorn, la artista californiana samplea al cantante castrato italiano del siglo XIX Alessandro Moreshi, que fue capado antes de la pubertad para conservar su voz aguda. Como muchos castratos han sido posiblemente forzados a hacerse este tipo de intervenciones cuando eran niños, Ana Roxanne vincula la experiencia a aquellas otras vividas por personas intersexuales, a las que se les hacen cirugías no consensuadas cuando todavía son bebés, eliminando una parte de ellos mismos que tal vez echarán de menos el resto de sus vidas. Es sorprendente la falta de educación sobre la intersexualidad, si se tiene en cuenta que no es tan poco común como se piensa. Cerca del 2% de la población es pelirroja, y casi el mismo porcentaje de población es intersexual.
A pesar de que le hace feliz ayudar a otras personas cuando habla de ello, este discurso también le provoca un profundo dolor: “Estás sacando a relucir tu trauma como una forma de educar a las personas, y eso es increíble, pero sigue resultando doloroso. A veces te gustaría quedarte con algo de eso solo para ti. Tenemos que ser conscientes de cuánta energía se dedica a esto. Puede ser realmente agotador y traumático. Estoy empezando a darme cuenta de que mi forma de ser activista es simplemente hacer música y ser yo misma, vivir mi vida con honestidad”.
Otra característica de la música de Ana Roxanne es el manejo del concepto de lentitud. Menciona pasajes de la novela La lentitud, de Milan Kundera, como fuentes de inspiración para su música. Por ejemplo la siguiente cita: "¿Por qué ha desaparecido el placer de la lentitud?". Ana Roxanne toca este mes de marzo en Madrid junto al artista ambient keniata KMRU, que se ha planteado preguntas similares en su último álbum, Epoch (Seil Records 2022), en el que también enarbola la lentitud como objeto de estudio. En una época en la que el capitalismo salvaje nos exige ser rápidas y productivas sin descanso, la lentitud se convierte en una actitud “antisistémica”. Ana Roxanne se muestra de acuerdo con esta idea y añade: “A menudo compongo música porque tengo muchas cosas que hacer y un sentimiento de confusión en mi mente, en mi corazón... Así que utilizo la música para entrar en este tipo de estado meditativo”.
“SIENTO QUE ESTAMOS REPENSANDO ESTA TENDENCIA A ‘TRATAR DE ARREGLAR A ALGUIEN’ PARA QUE NO DESTAQUEN SUS RAREZAS. ESTAMOS ALENTANDO A LAS PERSONAS A SER ELLAS MISMAS”.
POR: LUIS J. MENÉNDEZ | FOTOS: PLAYINCOLORS
EL TRABAJO DE VÍCTOR GARCÍA BAJO EL ALIAS ARTÍSTICO DE PLAYINCOLORS -O PLAY IN COLORS, DEPENDIENDO DE LAS CIRCUNSTANCIAS- INUNDA DE COLOR LAS PISTAS DEPORTIVAS DEL SUR DE ESPAÑA. VÍCTOR APUESTA POR LLEVAR UN PASO MÁS ALLÁ EL MURALISMO URBANO, REHABILITANDO Y MEJORANDO LAS CONDICIONES DE HABITABILIDAD DE ZONAS DEGRADADAS. JUGÓN.
NUEBO: Háblame de tu formación.
Creo que estudiaste Publicidad, fuiste a formarte como diseñador en Estados Unidos, ejerces de dibujante, y en una entrevista reciente directamente te definían como artista multidisciplinar...
Víctor García: Me licencié en Publicidad y RRPP en la UMA Málaga, lo que me llevó a trabajar en agencias de publicidad y a participar en equipos creativos. Empecé a acercarme al diseño gráfico haciendo un máster en GAUSS, Málaga. Esto me motivó a montar mi propio estudio de diseño gráfico, que se llamó LaCarcel, creatividad perpetua. Tras un par de años actuando en Málaga en estos campos decidí moverme en 2013 a Barcelona para hacer un máster en Diseño Gráfico avanzado y Dirección de Arte en IDEP. Ciudad donde me quedé seis años diseñando, pintando y creando. Tras estos años en Barcelona viajé repetidas veces a California, donde contacté con la cultura americana -basket, lifestyle- y eso fue determinante en la creación de PlayinColors.
N: Y, más específicamente, ¿de qué manera te introdijiste en el terreno del arte urbano?
¿Qué peso han tenido en tu trabajo referentes como las pistas del barrio de Pigalle en París?
VG: Cuando tenía diez años, en 1999, conocí el graffiti. Ya me gustaba dibujar desde más pequeño, pero fue esto lo que me llenó e hizo que desde entonces estuviera jugando y experimentando con formas y colores todo el rato, dedicando mi tiempo libre a pintar. Seguía estudiando y formándome cada vez más cerca de lo que hago hoy en día, pero no sabía cuándo iba a llegar el momento en que mis estudios y mi hobby combinaran para crear PlayinColors. Estoy seguro de que estoy en el camino hacia otra cosa. Stéphane Ashpool es un referente en casi todas sus disciplinas. Me encanta la moda y es una fuente de inspiración. La emblemática pista de Pigalle ha sido intervenida creo que cuatro veces, aunque fue su última intervención la que se hizo más conocida. Más allá de la gráfica que crea para esta intervención, lo que más me gusta es el movimiento que hay alrededor de la obra gráfica, torneos, cápsulas de ropa, música, etc. Es un punto importante en lo que busco con PlayinColors. Por supuesto, otros referentes para mí pueden ser Salvador Dalí, Carlos Cruz-Diez, Virgil Abloh, 100 Architects o Felipe Pantone, entre otros.
N: A estas alturas no terminamos de tener claro si PlayinColors es el nombre artístico de Víctor García, una línea de tus múltiples facetas artísticas o un proyecto colaborativo liderado por ti…
VG: Es muy buena pregunta, algunas veces también me la hago yo. Quizás todas las respuestas son correctas. Es el proyecto de Víctor García que surgió en
2020 con la intención de intervenir espacios urbanos y privados sin marginar ningún tipo de superficie, horizontales y verticales, combinando formas y colores. También es la excusa perfecta para poder trabajar con amigos y personas a las que admiro de otras disciplinas: música, animación, video, fotografía...
N: Y en esa misma línea, ¿quiénes forman parte del proyecto PlayinColors? Porque lo que sí sabemos es que cuando aterrizáis en un espacio para intervenirlo hay varias personas trabajando en el proyecto...
VG: Actualmente cuento con un equipo de amigos para materializar la obra gráfica que diseño. Más que trabajadores, son atletas por la forma en la se esfuerzan en cada proyecto y abordan la intervención con la misma ilusión que yo desde el minuto cero. Aparte de ellos, para cada proyecto y según lo que se requiera para su solución y dinamización, cuento con diferentes amigos, cada uno de ellos top en lo suyo.
N: ¿Puedes explicarme cuáles son las diferentes fases de actuación a la hora de abordar una obra?
VG: Algo que aprendí trabajando en publicidad es el ser creativo resolviendo problemas o situaciones. Cuando un cliente me contacta para intervenir un espacio o realizar una obra lo abordo como si fuese una campaña, trabajando con él, haciendo brainstorming, chequeando moodboars, perfilando un briefing. Esto hace que se convierta en partícipe de
"SIEMPRE HE QUERIDO HACER MURALES, PERO NO DEJAN DE SER OBRAS CONTEMPLATIVAS. PLAYINCOLORS
INTENTA QUE LA OBRA SEA TAMBIÉN PARTICIPATIVA" la obra final, lo que enriquece el proyecto. Aunque no siempre es fácil, esto hace que cada proyecto sea diferente al otro. Tengo en cuenta al cliente, al espectador y al usuario. De esta combinación sale la propuesta gráfica. Lo siguiente es reproducirla, y esto depende totalmente del emplazamiento, su estado y su situación.
N: ¿Hasta qué punto tus trabajos encajan en el concepto de murales urbanos?
VG: Realizamos muchos murales de gran formato. Es una de las cosas que siempre he querido hacer, pero no dejan de ser obras contemplativas. Con PlayinColors intento que la obra sea también participativa. Me gusta más ver una foto de la obra con personas jugando o pasando por encima que verla estática, como un cuadro colgado en la pared. Creo que es uno de los puntos claves del proyecto, y a esto llegué cambiando la orientación de la pintura, de vertical a horizontal. La suma de las dos, para mí, es la combinación perfecta.
N: Recientemente has intervenido en el Oxo Museo, el museo del videojuego en Málaga. ¿En qué consistió ese trabajo y qué desafíos te supuso en comparación con otras obras?
VG: Sí, es cierto. Es un proyecto en el que he disfrutado mucho, con una temática muy divertida y un infinito imaginario gráfico. Supuso todo un reto porque en este caso el emplazamiento que nos proponen intervenir son unas escaleras que conectan cuatro salas/plantas llenas de estímulos gráficos y digita- les. El cliente quería que las escaleras estuvieran al mismo nivel que las salas. Cada planta tiene una temática que responde a la ruta del museo, y eso es lo que intentamos plasmar en las gráficas de las escaleras. Intenté que las escaleras fueran un viaje lleno de estímulos y que cada tramo te preparase para lo que ibas a ver o sentir en la siguiente sala. hace mucho que los complejos se acabaron. la bass music inundó el torrente sanguíneo de la música, y desde entonces el subgrave reverbera en todos sus órganos: da igual que el cuerpo rebote en reguetón o dembow, flote en el ciberespacio hyperpop, se monte en barras finesse o coquetee con el pop, la música experimental y la mákina. El anillo único del bajo diluido y la cultura post break sirve para gobernarlos a todos, y ha dotado a los géneros urbanos de una permeabilidad poco vista antes. De todo ello se aprovecha un Saiko que reconoce haber crecido en el eclecticismo de una generación sin barreras: “Al principio solo escuchaba artistas latinos: Daddy Yankee, Omega el Fuerte, Don Omar... Pero luego empezaron cosas como La Mafia del Amor, el Dellafuente… Cuando lo empezó a hacer C. Tangana todos se pasaron ya un poco a lo latino, y ahora hay una conversación con todos los géneros”.
N: A diferencia de la mayoría de obras de arte, creadas con la idea de permanecer para siempre en las paredes de un museo, en tu caso tu obra está condenada a degradarse y desaparecer al exponerse al uso de los ciudadanos y las condiciones climatológicas. ¿Les quita ese factor valor artístico tus trabajos? ¿De qué manera condiciona eso tu posición como “creador”?
VG: Bueno, este es un punto interesante. El ego del artista quiere que su obra sea para siempre, pero sinceramente me da más satisfacción que la obra sea "útil" a que permanezca para siempre. Nadie va a estar aquí para siempre. La primera pista de baloncesto que realicé fue en 2019 en colores amarillos y rosas. Iba todos los días a ver cómo se iba usando y al principio sufría un poco por las manchas que iban apareciendo. Esto se convirtió en satisfacción cuando, después de una semana, todas las tardes había un montón de gente jugando y juntándose en las pistas. El lugar se llenó de vida y de historias nuevas. Fue como un reinicio del espacio, y ver eso produjo en mí un click que cambió el modo en que realizaba y entregaba la obra a vecinos y usuarios.
Intervención en el silo de Archidona (Málaga), actual sede de la Casa de la Juventud, un encargo del Ayuntamiento de la ciudad que difiere de otras obras de PlayinColors por su verticalidad.






Alhaurín de la Torre (Málaga) tiene más de una veintena de pistas polideportivas en uso. Es aquí dónde nace el proyecto PlayinColors.



Otro trabajo en la población que más obras de PlayinColors reúne: Alhaurín de la Torre. En este caso se trata de una intervención en el polideportivo de la localidad.



ES UNO DE LOS GRANDES REPRESENTANTES DE LA NUEVA OLA REGUETONERA EN ESPAÑA. HA TRABAJADO CON LOS BEATMAKERS DE OZUNA, CHENCHO CORLEONE Y RAUW ALEJANDRO. BLUEFIRE, CAME BEATS Y KABASAKI, NUEVO ACEITE PARA NUESTRAS MAQUINARIAS, LE QUIEREN EN SUS PRODUCCIONES. SE MUEVE BIEN EN EL DEMBOW PERO LO LLEVA A NUEVOS NICHOS DIGITALES. ES DE GRANADA Y TIENE POCO MÁS DE 20 AÑOS. ABRAN PASO A SAIKO, ABRAN PASO AL REPRESENTANTE DE UN NUEVO CRISOL LATINO.
“Lo latino” incluye en el presente más definiciones que nunca, especialmente en un momento en que ya domina -Bad Bunny, Bizarrap, Shakira o Rosalía mediante- el mercado norteamericano. Y es más un enfoque que una forma de etiquetar la música; más una síntesis de inputs culturales que una agrupación de características reconocibles. En los poco más de dos años que ha pasado sacando música como Saiko,
Flipando
YouTube se habían duplicado, mientras que sus oyentes mensuales de Spotify habían pasado de 500 a 800.000. Hoy, rozan ya el millón y medio. Se ha comprado una cámara VHS para documentar este momento, en el que también está viviendo su primera gira como headliner y su primera vez llenando recintos de toda España. “Estoy flipando, porque hace un año venían diez personas a los conciertos y ahora está siempre todo vendido… Cuando me dijeron que la gira iba a ser en invierno… ¿pero para qué y para quién? Ya te digo, estoy flipando. Y además así engancha un poco, ahora tengo ganas de dar conciertos. Antes daba más pereza porque dar un concierto es una cosa exigente, suelen ser en fin de semana… y, si no ves ese retorno de la gente, cuesta”. Empezó a escribir sus primeras canciones con 12 años. A los 13, cuenta, empezó en el mundillo del freestyle, y a los 14 ya había lanzado su primer tema. Es su hermano el que le introduce en esto, y con él forma el dúo de reguetón Wido y Saiko. Graban sus propios temas, los producen, los mezclan. Y los sacan sin pretensiones, por puro amor al arte. De esta etapa aprende el granadino el esfuerzo casi artesanal del do it yourself. “Pero mi hermano me saca 12 años y ya tiene una hija, tiene su vida… así que empecé a darle muchas vueltas a hacer algo yo, a tomármelo en serio. Con la cuarentena aumentó esa sensación que ya tenía de estar perdiendo el tiempo y me decidí”. Justo le habían dado una beca para estudiar un grado superior, pero prefirió invertir el dinero en una tarjeta de sonido y un micro. “Grababa en el portátil de mi madre con los cascos de la PlayStation”, confiesa entre risas.
el granadino se ha convertido en algo así como el “reguetonero de España”. Pero musicalmente en ese poco tiempo Saiko también ha pasado con mayor o menor profundidad por experimentos con el drill, el latin trap, por el club, por el trap sureño, por el synth-pop, o el hyperpop… Su primer EP , 1371 KM, autoeditado y publicado en 2022, se conecta con el reguetón plugg de la escuela Jowell & Randy -vidrioso, cibernético y ultrametálico-, se sitúa en la onda retrowave liderada por Rauw Alejandro y fusiona reguetón romántico con drum and bass. Todo ello en solo tres temas. Esta es la generación del todo a la vez en todas partes. “Yo hago música, pero no hago reguetón. No me gusta que me encasillen en un estilo”, dice él.
Su proceso, apunta, ha sido progresivo, exponencial. Pero girar con Feid por EEUU, sus colaboraciones con Quevedo o con Lola Índigo y, sobre todo, el éxito de Polaris y su aparición en esa reunión en la cumbre del nuevo reguetón que es Turbulencias, del productor Kabasaki, han provocado que los últimos meses sean “una auténtica bomba nuclear”. “Antes 50 visitas eran un mundo -recuerda-; ahora son como 10 centímetros en el contexto de un campo de fútbol”. Entre finales de diciembre y enero de 2022, cuando se realizó esta entrevista, sus seguidores en Instagram y suscriptores de
Fue un momento difícil. Como él mismo reflexiona, “con 18 años recién cumplidos lo tienes todo muy claro... pero en realidad no tienes nada claro. ¿Qué hago? ¿Estudio? ¿Hago música pero no tengo suscriptores? ¿Trabajo?”. Se acababa de convalidar la ESO con una FP básica de marketing pero no ponía dinero en casa, y cada día que pasaba sin dar el pelotazo era un día más teniendo que convencer a su madre de que confiara en él. “Siempre he sabido que esto iba a pasar, pero al principio es cuando más cuesta convencerse a uno mismo y a los demás”. Y eso que su primera canción después de esa etapa, Te quiero fuera, venía con la bendición de Los Del Control. “Aquel año fue bien. No increíble, pero se intuía que podía pasar algo. Así que pacté con mi madre un ultimátum: si el verano siguiente esto no era sostenible y no ganaba dinero, me buscaba un trabajo. Y mira: creo que no va a hacer falta”. Está pensando en comprarse una casa y le parece surrealista… “Si mi felicidad es jugar a la Play...”, dice. Y ríe. Todavía no se ha independizado.
Antes quiere sacar su primer álbum. Ya está pensando en él y solo sabe “que será una macedonia, básicamente”. Tiene algunas canciones, “pero quiero estructurarlo todo bien antes de ponerme a grabarlo, tener un plan definido”. 2023 será un año ajetreado. En el horizonte cercano aparece un EP con Raul Clyde -del que ya se puede escuchar Tuenti y que asegura “tiene muy buena pinta”- y un par de remixes. Más allá, una extensa presencia en festivales de todo el país. Y, al final, seguirle sumando centímetros a un campo de fútbol que, a día de hoy, amenaza con no tenerlos.
ESTA ES LA HISTORIA DE CÓMO TRES HERMANOS BUSCARON SU SUEÑO EN UN LUGAR IDÍLICO PERDIDO EN LA SIERRA NORTE DE MADRID Y, CONSECUENCIA DE ELLO, TERMINARON CREANDO UN ESPACIO ARQUITECTÓNICAMENTE ÚNICO, UNA CABAÑA
CABIN LEVANTADA CON SUS PROPIAS MANOS Y SIN APENAS NOCIONES TÉCNICAS PREVIAS DE CÓMO HACERLO.