Año 2 Nº 141 Coro-Punto Fijo
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uralista y retratista, la Nena Rosas parte de los rasgos íntimos de sus revelaciones plásticas para continuar en la muestra de su obra. Frente a un mural casi por concluir, la encontramos contándole los colores a sus pinceles. Desde allí Imaginerías pudo entrevistarla y quedarse como acompañante hasta que el talento se hizo luz.
El General Riera combatió en Sauca /2
La mazamorra /4
Doña Bárbara 80 años después
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Viejo dia Coro - Punto Fijo Viernes 20 de marzo de 2009
2 Tal vez son pocas las personas conocedoras de que el General Gregorio Segundo Riera dejó plasmado en tierras piriteñas testimonios de su legendario valor y coraje. Así se pone de manifiesto lo afirmado en un suceso ocurrido el 14 de febrero de 1902. Ese día, teniendo como mudos testigos la playa rumorosa y los espléndidos cocales de Sauca, tuvo lugar una acción de carácter bélico que contó con la participación de este caudillo coriano; hecho que se desarrolló dentro de los sucesos de la llamada Campaña Libertadora, la cual tenía entre sus estrategias políticas y militares invadir al estado Falcón por los lados de la Costa Oriental, persiguiendo como fin el derrocamiento del presidente Cipriano Castro. Al describir la presencia del General Riera en la pintoresca Bahía de Sauca, el escritor paraguanero Rafael Cayama Martínez, en su libro “El General Gregorio Segundo Riera”, narra al respecto textualmente lo siguiente:
Presidente: Ing. Oswaldo García Vicepresidente: Ing. Aída Gómez Directora de Información: Isvelys Bracho Directora de Mercadeo: Maribel Olivares Directora de Información Adjunta: Zuly Jiménez
Coordinador: Guillermo de León Calles Concepto Gráfico: Juan Bravo
“El punto designado de Sauca donde el general desembarcó bajo el plomo enemigo, estrecho y cerrado, junto con los generales Juan Pablo Peñaloza, Juan Sierralta Tinoco, el Dr. y General J.M. Ortega Martínez, el Dr. Calvani, el Coronel Izquierdo y otros”. Añade igualmente Rafael Cayama Martínez en su libro citado, refiriéndose a este suceso que el General Riera y su expedición “desembarcaron en tres lanchas con los hombres que apenas pueden contener. Un destacamento de más de 200 hombres, el mando del General Jesús M. Hernández, domina la pequeña bahía con un fuego incesante; y es desde entonces un recio combatir durante dos días, contra fuerzas tres o cuatro veces superiores que se empeñan en cercar la pequeña expedición, que avanza siempre bajo una lluvia de plomo hasta alcanzar el sitio denominado “La Piedra” donde se detuvo y resistió hasta entrada la noche”. Al describir todos los pormenores ocurridos en esta acción librada por el General Riera en la costa oriental del estado Falcón, el escritor Rafael Cayama Martínez cuenta además el encuentro sostenido en el sitio de “El Popotal”, afirmando que “fue una lucha por demás recia,
Diseño y diagramación: Zoraida Zárraga Colaboran en este número: Otilio Rojas Anavid Quevedo Rigoberto López Antonio Túa Maite Ramos Raquel Chirinos Anthony Alvarado Orlando Yores DIRECCIONES Coro: Calle Falcón, diagonal a CANTV Telefax: 0158 - 268 - 2530821 Punto Fijo: Calle Comercio, C.C. Richani Telefax: 0158 - 269 - 2469268 Tanto los artículos como las columnas de opinión y análisis publicados en este diario son de la absoluta responsabilidad de sus autores. Las personas interesadas en escribir pueden consignar sus propuestas ante la Dirección de Información del periódico, en extensión no mayor de 3.000 caracteres en programa Word, a la dirección: redaccion_nuevodia@yahoo.es
Heberto León Escalona
Las dos personalidades que llenan esta gráfica corresponden al profesor Rubén Ismael Padilla, recientemente desaparecido, y al periodista Virgilio Arteaga Hernández, ambos en permanente tertulia respecto del movimiento cultural que debía arropar a la ciudad. Los encuentros fueron frecuentes entre el presidente de la casa ateneísta y el redactor de los primeros estatutos de la institución.
General Gregorio Segundo Riera, hijo (Foto tomada de Curiana)
de fuego desesperado bajo continuas y cerradas descargas, tras las cuales declaróse en derrota el ejército del gobierno, dejando en el campo veintisiete muertos, mucho mayor número de heridos, 36 mulas aperadas, diez mil cápsulas y gran cantidad de armas. Con estas municiones del enemigo el General Riera repuso su parque que ya tocaba a su fin. Apenas obtenido este triunfo el General Riera vióse atacado por retaguardia por las fuerzas que desde Sauca venían en su persecución comandadas por los Generales
Jesús María Hernández y Aureliano Trompis, y trabóse un nuevo combate no menos recio que el anterior y en peores condiciones para las fuerzas revolucionarias, porque tenía que enfrentarse a tropas frescas; no obstante, las fuerzas del gobierno fueron derrotadas nuevamente”. Tomando en consideración que el escritor Rafael Cayama Martínez compartió y vivió muy de cerca experiencias y vivencias con el General Gregorio Segundo Riera, resulta de un alto valor testimonial el libro mencionado de su autoría y el cual hemos utilizado como fuente para la preparación de esta crónica; de allí que tomamos también del mismo una nueva referencia acerca del suceso que nos ocupa y en donde cuenta que luego de los encuentros de Sauca, La Piedra y El Popotal, y contando con un escaso número de soldados, “En la noche y con la ayuda de un experto baqueano de toda su confianza, pudo el General Riera con sus compañeros salirse de aquel cerco de plomo por una vereda de contrabandistas e internarse en las montañas de Píritu”. Este valiente caudillo coriano falleció el 15 de diciembre de 1917 en la ciudad de Caracas. Lic. Elis J. Lastra A. Cronista del Municipio Píritu
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Tu huerto Aquella despedida
Vertientes del tedio
significó el encuentro definitivo,
Me asomo a mi ventana y espero verte en la puerta, buscándome.
porque entré a tu vida
Pero no diviso nada que se parezca a ti. Una vez más,
cuando pensé que no te vería más.
tendré que cerrar las alas de la puerta, cuando quisiera
Me aprendí de memoria
que se abrieran como las de un pájaro capaz de volar
cada punto del huerto de tu casa,
a lo más alto.
donde solía sembrar mis mejores semillas
Inventario
y lo regaba cuidadosamente,
Me releí como ciento cincuenta páginas
para mantenerlo
del Inventario III, de Benedetti de un solo coñazo,
siempre florecido.
y se me aparecieron unas inmensas ganas de beber
Es lamentable
y escuchar, a la vez, el disco El sur también existe.
que una epidemia llamada distancia
En eso estoy ahorita, inmensamente feliz, a mi manera.
me impidió seguir embelleciéndolo.
Tus lunas llenas
Cuestión de guerra
Frente a tus lunas llenas Entre los dos ni siquiera existe una guerra fría. recordé mi infancia. Lo que enfrentamos es una guerra a muerte. Tan es así, Entre tus lunas llenas que a estas alturas, no me explico cómo sigo escribiendo me sentí reposado, versos con el bolígrafo que me regalaste un día al alejarme de mi cumpleaños. del sitio que compartía,
Falta de inspiración
y trasladarme por todo el cielo
Hace que las mostraba como siete años con su inigualable claridad. que no escribo un poema. Frente a tus lunas llenas Supongo que eso me pasa nunca pude atrapar porque tengo, exactamente, al inquieto niño siete años que no te veo. que no se cansaba de aminorar el hambre. Entre tus lunas llenas encontré la aceptación Héctor Hidalgo Quero
de conocer tu mundo.
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4 no de los platos tradicionales dentro de la gastronomía nacional, sobre todo en lo relacionado con el medio rural, es indudablemente el de la ma-
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zamorra, una espesa preparación a base de maíz, que fue alimento obligado, tanto por consumo como por precariedades económicas, cuando el sol se despedía y empezaban a percibirse los primeros luceros de la noche. De acuerdo con la receta heredada por Paula Bracho, contribuyente regular de las actividades que realiza el Museo de Antigüedades de Punto Fijo, el maíz en concha tiene el mismo procedimiento que el que se usa para pelarlo y concluir con la elaboración de las arepas, es decir, con la presencia de la cal, pero a diferencia de los resultados de la molienda, en el caso del verdadero pan nuestro de cada día, el maíz se fractura en la forma conocida como machire, término que traduce la ordinariez en que derivan los granos del cereal previamente salcochados. Destaca la preparación revelada por la hermana, precisamente, del director del nombrado museo,
José Bracho, que todo lo anteriormente descrito se mezcla preferiblemente con leche de cabra y se coloca en el fogón o en las cocinas actuales y que para servir esta mazamorra bien se le coloca sal, aunque algunas personas la prefieren con azúcar o panela.
Cabe destacar que en tiempos pasados el indicador para determinar a qué hora debía servirse este plato era un lucero que tempranamente aparecía en el firmamento y que nuestros campesinos y pueblerinos llamaban el lucero “mazamorrero”.
La verdad primera de Earle Herrera
“Sábado que nunca llega” Confieso que no deja de resultar excitante eso de hacer un ejercicio sobre el otro prólogo, más aun si uno ha leído la obra recién salida de la editorial, y sobre todo si se ha conocido personal y políticamente al autor en el antes, mediante y el ahora. Este es justamente el caso de “Sábado que nunca llega” de Earle Herrera. Releer el libro me resultó gratamente placentero. Volver a donde empezamos, a la nueva literatura que afloró en el país de la mano de la renovación académica en las universidades. A 1969, con el epicentro en la Escuela de Periodismo de la UCV, de la cual, a la postre, resultó director el autor que hoy tenemos en “El Otro Prólogo”. Por una coincidencia de la vida, “Sá-
bado que nunca llega” fue impreso en los talleres de Cromotip, en Caracas, en 1976, pero debió esperar casi seis años para encaramarse en los anaqueles de las librerías. No fue sino hasta 1981 cuando Monte Ávila decide sacarlo a la venta, en razón del avance literario de Earle Herrera, conquistado por otras vías, como el haber ganado un concurso en un taller del Centro de Estudios “Rómulo Gallegos”(Celarg) con su trabajo titulado “A la muerte le gusta jugar a los espejos”. Ahora bien, “Sábado que nunca llega” aglomera diez relatos que comienzan con “La rebelión de las llaves”, como a capricho nuestro debió titularse el libro, porque cuando uno cierra la última página tiene forzosamente que abrir de nuevo
la puerta, que casi nos da en las narices con “Nadie tiró la toalla”, el último relato de la camada. No obstante ser éste su primer libro, Earle exprimió todo cuanto recuerdo se trajo a Caracas de su terruño anzoatiguense, El Tigrito, amalgamándolos con una vivencia llevada a empujones aparejada a sus estudios de periodismo. Tenía para ese entonces 27 años de edad y cubría la fuente de economía en el diario El Universal. En resumen, es un conjunto de cuentos donde pone de manifiesto su permanente humor crítico rayano en el humor negro, pero rabiosamente testimonial. Hasta a las circunstancias embarazosas le saca provecho, transmutándolas en divertidas, sin perder por ello su lenguaje fluido
de narrador nato. Este escritor, que no se toma demasiado en serio ni a sí mismo y que aún siente añoranza por “Sábado que nunca llega”, ha sido merecedor de muchos premios y reconocimientos, además autor también, entre otros libros, de “Penúltima tarde” (Poesía 1978), “Hay lívidos que matan” (relatos humorísticos medio porno), “A la muerte le gusta jugar a los espejos” (relatos) y varios libros de periodismo. Por cierto, y con respecto a esto último, la Facultad de Humanidades de la UCV le publicó la tesis de grado con la cual optó al título de Licenciado en Comunicación Social, Mención Impreso, mediante concurso nacional auspiciado por el CNP: “¿Por qué se ha reducido el territorio venezolano?” (1979).
Earle Herrera es un acucioso investigador y docente universitario, centrado en la actualidad de la actividad política con la misma pasión que, junto a Ramón Hernández, Thaellman Urguelles y Víctor Suárez; hacían de
las suyas a panfletazo limpio en los predios universitarios de la Caracas juvenil influida por el Mayo Francés, por Marcuse, por Mao Tsé Tung. Edgar Lugo Yamarte Edgar_yamarte@hotmail.com
De tiempos lejanos Curiosidades en la historia del bolero
El bolero “Cosas como tu” es inspiración de un colombiano que trabajaba como locutor en una emisora de radio en Nueva York, se llamó
Ernesto Hoffam Liveano, en su lugar de trabajo lo conoció el autor de la música de dicho bolero Santiago Alvarado. Charlie Figueroa interpretó por muchos años el bolero “Madrigal”, inspiración del compositor Felipe Goyco, quien lo tituló originalmente Estando contigo. Panchito Riset, impuso el estilo de cantar boleros con acento sonero, esto le sirvió para calar hondo en el gusto del público latino. Este cantante sufrió de diabetes, por lo que fue necesario cortarle las piernas, pese a todo continuó su vida de canto y farándula, hasta rendir la vida el 9 de agosto de 1988. Entre sus éxitos
están: “Allí donde tu sabes”, “El cuartito”, “La vida es un sueño” y “De cigarro en cigarro”. Juan Arvizu, quien fuera un tenor de nacionalidad mejicana, fue el descubridor de dos grandes compositores: Agustín Lara, mejicano, y Mario Clavell de Argentina. De ambos popularizó algunas canciones. Pedro Ortiz Dávila, más conocido como Davilita, fue el primer cantante en grabar tangos en tiempo de boleros, y lo hizo con la orquesta de Noro Morales en la ciudad de Nueva York, “Nieblas del riachuelo” fue uno de ellos. “Siempre en mi corazón”, un hermoso bolero del compositor y músico cubano Ernesto Lecuona, tenía como titulo original “Si no puedo yo quererte”, además tenía otra letra, pero para adecuarlo a la versión americana de la película Always in my heart, en la cual resultó todo un éxito, le cambió la letra al mismo. El bolero en sus inicios era canción sólo para ser escuchada, fue necesario esperar hasta 1927 cuando se comenzó a bailar. Oswaldo Farres, compositor cubano, en el año 1954 compuso y dedicó la canción “Madrecita”,
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5 a su señora madre. Este bolero se convirtió en el himno de las madres cubanas; sin embargo, hay algo paradójico en todo esto, la madre del compositor nunca pudo escucharla, pues era sorda. Los actores y cantantes por lo regular adoptan nombres artísticos, así tenemos que: Leo Marini, se llamaba realmente Alberto Batet Vital. Javier Solis, su nombre real fue Gabriel Siria Levario. Toña La Negra, su nombre fue María Antonia del Carmen Peregrino Álvarez. Virginia López se llamó realmente Dolores Virginia Rivera, y Elvira Ríos, su nombre de bautizo era Elvira Gallegos. Juan B. Colina Medina
Crónica de poeta Juruguagua, espejo de sol L
os compañeros se habían marchado ya, junto a Carlos, mi primo, y Patricia, su esposa. Sólo quedamos tres terminando las botellas, Nandy, Isaac y yo. El día había transcurrido en conversas sobre los proyectos, actividades culturales, y problemas del acontecer de la península. Eran días de trabajo intenso, del encuentro de la amistad, de los recitales de música y poesía, de los ensayos teatrales, de los festivales de danza. La tarde era abrigada por unos secos cujíes que se recostaban a la brisa, el olor de los corrales de chivo, el balar de las cabras, el cielo límpido iluminaba nuestros rostros y el sol calentaba nuestros cuerpos. A Isaac se le ocurre echar a andar por los caminos y nos pide se-
guirlo. Poco podemos hacer para alcanzarlo, tiene ventaja, a veces se detiene a esperar. Nos internamos en el monte, por senderos de chivos, tunas, cardones, tropezando con palos y piedras, arañados por el ramaje furioso de esta tierra, con las manos mancadas, esquivando alimañas, agitados por la correría y ansiosos por saber qué nos espera; escuchamos los gritos de nuestro guía adelante. En ocasiones nos perdemos por otros caminos, pero él viene a buscarnos o nos señala la trilla. Entonamos cantos de Silvio, Pablo, tarareamos algunas canciones de Serrat o Carlos Vives; compartimos impresiones, e Isaac, en tono confesional, nos cuenta de sus vagabundeos, junto a su padre, por estos caminos de
Dios cuando era niño, de las historias que le contaba y las que posee cada centímetro de Paraguaná, sus hatos y caseríos. Nos cuenta una historia que a su vez le contó su padre siendo muy niño y que a él se la contó el abuelo. Cerca de allí hay una hondonada que se llama “barriga de culebra”. Según una vieja leyenda pasó una culebra inmensa y plasmó allí su vientre y batió el rabo para hacer el cercano saladar. Poco ha importado
la caminata, lo largo del camino o los cactus hendidos en la piel, los tropezones; pues al terminar el tupido monte nos deslumbra una formación salina conocida como Juruguagua, Bajariagua, o Santa Rosa, que se roba nuestros sentidos. Es una explanada que produce poca sal, y no ha sido industrialmente explotada. El agua alcanza a cubrirnos los talones, los vientos salitrosos nos acarician, la inmensidad es nuestra
en ese momento, la soledad no tendrá otra hermosura. En su profunda claridad giramos y saltamos como si encontráramos la tierra prometida, su belleza es única, nos quita el poco aliento que tenemos, su radiante superficie devora el cielo. Juruguagua es una salina que, junto a Las Cumaraguas, produjo sal para los cargamentos perecederos de los barcos que se surtían de carnes y cuero de chivos para el inter-
Anthony Alvarado
cambio comercial con las Antillas. Fueron utilizadas también, mucho antes de que los españoles arribaran a la península desde San Román, por los habitantes originarios de estas tierras. Tiene la particularidad de poseer tres nombres, pues está rodeada por tres antiguas casas de hato y se le conoce como salina de Santa Rosa, de Bajarigua o de Juruguagua, y más hacía el oeste como salina de El Zaino o de El Infierno.
Cátedra de folklore Coro - Punto Fijo Viernes 20 de marzo de 2009
6 “Cuando un pueblo se expresa a través de su folklore no hace otra cosa que recordar las grandes razones de su vivir y las grandes razones de la vida en la tierra.” (Juan Liscano) Partiendo de esta aseveración, en el bloque de las costumbres el folklore aborda las manifestaciones colectivas, entiéndanse como el conjunto de expresiones del grupo de individuos que hacen vida en una sociedad o comunidad, compartiendo una historia, una vida y una cultura local, que les permite establecer lazos comunes, que a su vez proporciona sentido de pertenencia e identidad hacia el terruño, que es una razón de vivir, luchar, construir y preservar. Destacan en las manifestaciones colectivas las rondas, los juegos tradicionales, fabricación de muñecas de trapo, alfarería, novenarios, cantos de velorio, fiestas patronales, peleas de gallos, cacería de conejos, bendición del mar, técnicas artesanales de construcción, etc. Las fiestas patronales forman parte del acervo cultural del venezolano y a lo largo y ancho de nuestra geografía encontramos pueblos y ciudades identificados con el culto y adoración de santos, ángeles y vírgenes, con los que establecen un lazo reli-
gioso y asumen estas figuras como patronos y protectores del grupo social. Durante la celebración de las fiestas patronales se ofician misas, cantos devocionales, rezos y procesiones, también se organizan exposiciones agropecuarias y artesanales, carreras, juegos, bailes populares, etc., y asisten los lugareños y visitantes, pues son abiertas a todo público. María, bajo la advocación de la Virgen de Coromoto, es la primera figura religiosa en aparecer al indio Coromoto, cacique de la tribu de Los Cospes de tierras venezolanas, en una quebrada irrigada por las aguas del río Tucupido en 1652, por esta razón es la patrona de Venezuela. Su templo se ubica en Guanare, estado Portuguesa, y sus fiestas se celebran el 11 de septiembre. A la Virgen de Guadalupe, patrona de México y Emperatriz de América, se le venera en El Carrizal, estado Falcón, el 12 de diciembre, y a la Divina Pastora se le adora multitudinariamente en el estado Lara cada 14 de enero al igual que en la población de Baraived, estado Falcón. Así también la Virgen de Chiquinquirá en el estado Zulia cada 18 de noviembre. Todas estas festividades son, entre otras, manifestaciones colectivas de carácter religioso del folklore venezolano. El 19 de marzo, de acuerdo al santoral, es un día dedicado a glorificar a San José y en su honor se celebran en diferentes localidades de Venezuela fiestas patronales caracterizadas por los ritos religiosos y las expresiones populares que se organizan para rendir tributo a quien se distinguiera como guardián de la familia, abnegado trabajador y padre ejemplar. Al principio el cristianismo no honraba a los hombres y mujeres ejemplares sino a los mártires y este no era el caso de José, esposo de María, padre adoptivo o putativo de Jesús, humilde carpintero descendiente del linaje
real de la casa de David. En el siglo IV la Iglesia Copta inicia el culto a San José, en Bolonia se erige en el siglo XII una iglesia dedicada a José, los Padres Carmelitas trasladaron su culto fuera de Europa. Algunos Papas dieron especial evocación a San José; Sixto IV introdujo su nombre el 19 de marzo en el calendario romano, fecha que se conserva; Inocencio VII y Clemente XI dieron especial importancia a las fiestas en su honor; Pío IX le consagró como patrono de la Iglesia Católica y Pío XII instituyó la fiesta de San José Obrero el 1 de mayo. San José es el patrono de El Vínculo, población ubicada en el municipio Falcón, península de Paraguaná, allí el pueblo asiste masivamente cada 19 de marzo a la misa del santo patrón. Esta localidad adoptó esta ce-
II Concurso Literario Nuevas Voces de la Poesía Nuestro encarte cultural Letra Viva, con motivo del tercer aniversario de su aparición, en este órgano periodístico, convoca a los creadores que aún no hayan trascendido su obra a través de publicaciones formales, a un concurso de poesía, para lo cual quedan establecidas las presentes bases: Podrán participar los poetas falconianos o residenciados en nuestra región, que para la fecha de convocatoria del presente certamen, estén considerados como inéditos, bien a través de sus propios nombres o de la utiliza-
ción de seudónimos. El poemario, deberá ser realizado, en un máximo de 20 cuartillas, escritas a doble espacio. De cada poemario deberán ser enviadas 3 copias, hasta el 15 de abril del presente año, suscrito por un lema o seudónimo y en sobre aparte, debidamente sellado, constará la identificación real del autor, con las indicaciones de numero de cédula, dirección, correo electrónico si lo hubiere y teléfonos particulares. El material deberá ser enviado a la siguiente dirección: Diario Nuevo
Día, atención concurso literario “Letra Viva”, calle comercio, Edif. Richani, Punto Fijo. El premio único consistirá en diploma de honor, compensación en metálico de 4.000 bolívares. El jurado calificador, cuya integración se dará a conocer oportunamente, queda facultado para declarar desierto a este concurso, en caso de que lo considere necesario. El premio será entregado el 2 de Mayo del presente año, en acto especial por la celebración del 3º aniversario de Letra Viva.
lebración a principios del siglo XX, se presume que fueron iniciadas por descendientes de españoles que se encontraban establecidos en la posesión comunera El Vínculo de Curaidebo. Desde acá un saludo sincero y fraternal a los coterráneos de mis padres, y a los que como yo tienen su ascendencia en El Vínculo y una creencia firme en el santo patrono que tantos favores ha otorgado. “¡Oh glorioso Patriarca San José! protégenos y derrama sobre la humanidad tu sabiduría y tus dones, bendice de forma especial a los pueblos que te veneran como guía y protector.” María G. Urbina G. Email: mgurbinag@gmail.com marguaurgua@mipunto.com
TORRE DE BABEL A partir de las próximas entregas, Letra Viva ha considerado necesario que aquellos lectores que tengan inquietudes de carácter literario, inserten sus creaciones en una sección especial, que será denominada Letra Viva con los Lectores, para lo cual los interesados, cuyo desenvolvimiento se ubique en los distintos géneros de la disciplina mencionada, deben enviar sus apreciaciones a través del correo electrónico loslectoresconletraviva@gmail. com. El próximo mes de abril el grupo de teatro Espejos viajará España para presentarse en distintas poblacio-
nes de Isla de La Palma, invitados por el ayuntamiento de Santa Cruz. La obra seleccionada ha sido La secreta obscenidad de cada día, del dramaturgo Marco Antonio de La Parra, la dirección y el elenco correspondiente están integrados por Vicente Hernández, Charles Rodríguez, William Nieto y Luis Rodolfo Rojas. Esta agrupación emblemática del teatro nacional tiene todo dispuesto en el mencionado país, pero requiere del apoyo financiero para cubrir lo relacionado con los pasajes, lo cual amerita la solidaridad de instituciones públicas y privadas.
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Teatro venezolano en reinvención
Si de algo hay que estar orgullosos en estos tiempos es porque el teatro venezolano está despertando de ese letargo que consume a veces a los hacedores de este arte. Prueba fehaciente de ese vuelco positivo que los venezolanos damos hoy al género dramático. El apoyo que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura otorga en la actualidad es altamente valorado por los teatreros. A través de la plataforma del IAEM y de los gabinetes. Es de destacar también el trabajo de
la Compañía Nacional de Teatro, la cual rompió esquemas con esas 24 coproducciones que hicimos el año pasado, ya que Espejos realizó “Los dientes están de más” por el estado Falcón. Desde el 9 de marzo comenzó una fiesta del teatro auspiciada por el Ministerio y la Compañía, talleres, seminarios, conciertos, obras teatrales y danza serán algunas de las actividades que llenarán los espacios de la ciudad hasta el martes 31, fomentando así el libre acceso y el disfrute de
las venezolanas y los venezolanos a la cultura. El Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de los institutos relacionados con las áreas de danza, música, teatro y cine, ofrecerá a la población caraqueña durante el mes de marzo una Muestra Nacional de Artes Escénicas y Musicales con entrada libre a todos los eventos. Dentro de esta muestra se planteó la formación de talleristas que de cada rincón del país asisten al Seminario de Técnicas Combinadas, en el cual actualizarán conocimientos para luego socializarlos a cinco comunidades de su estado. Falcón no está exento de esta maravillosa oportunidad y Saira Romero desde el pasado domingo 8 de marzo está en Caracas aprendiendo al máximo para compartir esos saberes adquiridos con su natal estado. Esta actriz de trayectoria en las tablas iniciará en abril un circuito de talleres para hacer llegar al pueblo falconiano estos conocimientos. En cualquier caso, es de mirar lo productivo que se vuelve nuestro teatro abriendo el camino a nuevas voces a personas que desde hace años hemos estado en este arte y que no
7 teníamos acceso a estos privilegios sino que se centraban en Caracas y en pequeños feudos culturales. Con estos nuevos caminos que recorremos estamos reescribiendo la historia del teatro venezolano. Charles Moisés Rodríguez Charlesmoises@hotmail.com
Doña Bárbara 80 años después
E
n la conmemoración de los ochenta años de la publicación de Doña Bárbara, y luego de la respectiva relectura que la ocasión impone, no me ha abandonado la inquietante premonición de que una mujer voluptuosa de porte altivo y perturbador me espía de reojo cuando camino por la calle. Ya me parece advertirla detrás de una pareja tomada de la mano o cerrando la puerta del taxi en el que se hurta de mi mirada inquisidora, iluminada por el deseo. Presiento su presencia
y me decepciona no ser lo suficientemente hábil para descubrirla entre la gente. Me pregunto entonces si esa mujer esquiva y enigmática está entre nosotros. No es necesario pensarlo mucho para darse cuenta que, afortunadamente, sí está. Instaurada soberanamente en nuestra psiquis colectiva, en una de esas infinitas capas de ese sentimiento que llamamos identidad. Nos la presentan en bachillerato como “La devoradora de hombres” y desde ese entonces los muchachos deseamos ser hombres para ser devorados por ella. Nos intentan explicar que hay una tesis, que ella es un símbolo cuya contra cara es el patiquín de Santos Luzardo; que ella representa el mal, el atraso, la barbarie
y el doctor el bien, el progreso, la civilización. La novela es entonces un campo de batalla, o en justicia sería mejor decir un llano de batalla donde estos titanes chocan. -¿Entendieron…?- repite el profesor de castellano y literatura, mientras nosotros, los muchachos, nos vamos imaginando la belleza adolescente de nuestra contemporánea Marisela y pensamos que si algo sacó de la madre debe ser un retoño de tigresa. ¿Madre e hija?… nos acariciamos la barbilla y comenzamos a envidiar a Santos Luzardo. Luego en la universidad, si logramos sobrevivir al naufragio del inmenso caudal de bibliografía que nuestra cumpleañera ha generado, declinamos defenderla y suscribi-
mos la opinión de la mayoría de nuestros compañeros, según la cual la novela es aburrida y anticuada. Cerramos sus páginas y nos disponemos a leer otros autores como Ramos Sucre, Cortázar y Borges, entre otros. Después de la universidad, sin las exigencias ni las obligaciones escolares, cuando con mayor ahínco queremos hacernos de un criterio propio de todo, porque nos embarga la sospecha de no saber a ciencia cierta casi nada, releemos… y esas relecturas nos develan lo que casi nunca pudimos o quisimos ver. ¿Qué nos dice Doña Bárbara ochenta años después? Escrita en la tercera década del siglo veinte, en plena hegemonía gomecista, ¿qué le dice a la Vene-
zuela del siglo XXI? Una de las primeras cosas que nos comunica es la explicación de por qué los mejores novelistas, de éste y otros continentes, desean unir su nombre al de Rómulo Gallegos ganando uno de los premios de novela más prestigiosos en lengua española. Muchos autores del llamado boom de la literatura latinoamericana de los años sesenta del siglo pasado, reconocieron en Gallegos un predecesor y un padre. Como pocos escritores venezolanos, Gallegos ganó con Doña Bárbara celebridad nacional e internacional. Un extraordinario best seller, la novela fue leída con furor por los venezolanos y es famosa la anécdota del mismo Gómez terminándola de leer a media noche
(I Parte)
en una carretera a la luz de los faros de un carro. Podríamos decir que Doña Bárbara, cumbre de los planteamientos estéticos y políticos de su autor, fue escrita deliberadamente para un contexto histórico-social específico que resultó ser el escenario ideal para su propia aceptación. Alifrank Laguna Gómez Prof. UBV-Falcón
Imaginerías
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on los pinceles en la mano, que ella quisiera transformar en instrumentos de lucha, la Nena Rosas está plantada frente a un mural inconcluso de una pared que hace tiempo venía clamando porque le sustituyeran su rostro de frisos descuidados y ranuras que amenazaban con desnudar lo morroñoso de sus bloques. Ella, quien vino con la mirada mojada de colores desde su Maracaibo, se identificó maravillosamente con el mar nuestro y allí mismo puso a navegar su talento creador y a recibir los complementos de su vida. Te conocemos como la Nena Rosas, pero en realidad ¿cómo te llamas? Como tú mismo me estás llaman-
do. Desde que me afilié al mundo de la pintura yo no respondo a otro tipo de llamado. ¿Tus cuadros y tus murales se identifican únicamente con esa firma? Es que no tengo otra, con lo de Nena yo siento que todos los días comienzo a nacer nuevamente, como la artista que la vida me ha honrado en ser. La Nena conjuga el cuidado de sus hijos con la salvaguarda del arte pictórico. Ambas entidades hermosas son su legado, a partir del recuerdo permanente de su unión con Chiche Rosas y de la reconquista frecuente de los rostros que se asoman a cada momento en su memoria. Hay uno de Alí Primera, por ejemplo, con su clásica barba y la mirada intensa, pero con la interpretación vital que la artista zuliano-falconiana le da al penetrar en las profundidades del hombre que cantó y habló. Es tiempo de esperar un tanto a que uno de los últimos trazos de su mural convide a una contemplación definitiva. Nena, ¿qué te propones a través de tu galería de retratos? Reflejar la conciencia más que los rasgos. En cada uno de ellos hay una vida interior, no sólo una mirada fugaz. ¿Y tus maestros? Además de la vida misma, me he encontrado con verdaderos encauzadores de los artistas recién llegados, entre ellos Gilson Cuba y Ángel Ventura. La pared, acostumbrada únicamente a los brochazos del sol, ha quedado resplandeciente a través de las múltiples manos que le colocaron un pedazo de la historia nuestra. La Nena Rosas respira muy hacia adentro y su logro le impone un color de triunfo al alma, hasta entonces refugiada únicamente entre el costillar de su cuerpo. La nueva creación la impulsa a proseguir, a indagar
sobre los espacios vacíos para ser poblados con seres humanos y hazañas históricas e insignes,
mientras que el retrato de Chiche se le revela en la nostalgia. Guillermo de León Calles