Impreso por Javier Pastoriza Portela. Prohibida su reproducción.
FARO DE VIGO
4 ■ VIGO
DOMINGO, 17 DE AGOSTO DE 2014
RUI MOREIRA ■ Alcalde de Oporto
“Poco o nada prometí; recorrí las calles, me senté con los ciudadanos y les escuché” “Las redes sociales fueron cruciales en mi campaña y atiendo mensajes a diario” 왘 “El problema de Podemos es que ahora muchos votos son contra otros partidos; deberán decir qué proponen” J. PASTORIZA
En una primera impresión Rui Moreira podría dar el perfil de un conservador clásico.Miembro de una familia de la burguesía tradicional de Oporto, posee una dilatada experiencia en el mundo de los negocios en sectores como el transporte marítimo –ya era armador a los 27 años–,el conservero o el inmobiliario,y ha sido doce años presidente de la influyente Associação Comercial local. Pero otras facetas de su vida contradicen esa impresión. El alcalde de la segunda ciudad de Portugal,acérrimo seguidor del FC Porto,fue comentarista deportivo en televisión y columnista en el Jornal de Notícias y A Bola,además de dueño de una discoteca, y sale con frecuencia por las zonas de la movida.Culto,políglota y con don de gentes,su pensamiento está impregnado de una amplia perspectiva histórica. Las elecciones municipales lo convirtieron en el político del momento, al punto de que The New York Times lo llevó a portada.Moreira se lanzó al ruedo sin siglas y con un sencillo lema:“O nosso partido é o Porto”. Su éxito resultó un fenómeno sin precedentes.Al ver la naturalidad con la que se mezcló con los ciudadanos sin distinción de clases en su frenética campaña,la imagen de adusto hombre de negocios desaparece.Su hijo tiene un barco en Baiona y él vendrá pronto a Vigo.“Saldré a navegar por la Ría y comeré una parrillada en Cíes”,cuenta. –Su lema electoral dio en la diana. La ciudad por encima de todo. –La idea de concurrir fue exactamente esa.Un grupo de personas con espectros ideológicos y recursos de vida diferentes pensamos que lo que estaba en juego tenía poco que ver con la agenda de los partidos,que muchas veces discuten en campaña temas nacionales y europeos.Nosotros queríamos discutir sobre Oporto. –¿Y qué propusieron? –Ninguna candidatura defendía lo fundamental, que es la cohesión social.Las ciudades deben desempeñar ese papel porque el Estado ya no puede.Tenemos instituciones de solidaridad, laicas y religiosas, y es necesario reforzar esa red con nuestros recursos. Otro eje fue la economía,no creando directamente empleo porque no podemos,pero sí convirtiendo la ciudad en un terreno fértil,atrayendo inversores,aliándonos con la universidad,las pequeñas empresas,los emprendedores.Y el tercero es la cultura,el gran activo escondido de Oporto. Lanzamos estas ideas personas que conocemos bien Oporto. Entendimos que la ciudad podía comprenderlo y así fue. –Y se quedaron al borde de la mayoría absoluta. –A mil y pocos votos.No era lo que queríamos,pero sí fue muy significativo y demuestra que,explicando nuestras propuestas,es posible convencer a los ciudadanos.
El alcalde Rui Moreira, en el balcón de la Câmara do Porto, frente a la Avenida dos Aliados. // Marta G. Brea
FICHA PERSONAL ■ Rui de Carvalho de Araújo Moreira (Oporto, 1956) pertenece a una familia de la alta burguesía de la ciudad lusa. Se licenció en Estudios Comerciales en la Universidad de Greenwich (Londres) y residió, entre otros países, en Alemania, Dinamarca y Noruega. Su actividad empresarial abarca desde el comercio marítimo a la distribución vinícola, el sector inmobiliario y el ocio nocturno. Comentarista deportivo, columnista en diarios y campeón de vela, presidió la Associaçâo Comercial do Porto. En septiembre de 2013 se presentó como independiente a las municipales quedando al borde de la mayoría absoluta. Gobierna en coalición con el Partido Socialista.
–¿Cuál fue el secreto del éxito de su campaña? –Prometimos poco o nada. No planteamos obras faraónicas,que es la agenda tradicional de los partidos. No estamos en esa etapa. Es el tiempo de lo micro, no de lo macro. –Recorrió toda la ciudad y dedicaba cinco minutos a cada vecino, ¿qué le transmitían? –Sobre todo vi personas con mucha desconfianza hacia los partidos. Veían sus propuestas con sentimiento
de no creer nada. Los políticos van a los mercados con camisetas, bolígrafos,banderas...Nosotros recorrimos las calles,nos sentamos,hablamos y escuchamos atentamente.La gente quería hablar, no oír mucho. Fue una experiencia impresionante ver que los ciudadanos no se sentían representados. -¿Cómo un miembro de la burguesía tradicional venció la desconfianza de los ciudadanos sin que pensasen que obedece a otros intereses? –La gente me conocía, por el fútbol, la televisión, mis negocios... Era el presidente de la asociación comercial y estaba ligado a movimientos de ciudadanía a favor de cosas importantes como el puerto de Leixões o el aeropuerto. Eso hizo todo más fácil. Los intereses privados estaban asociados a otros candidatos. –¿Por qué decidió dar el salto y ponerse al frente de la candidatura independiente? –Fue una decisión muy difícil que implica un sacrificio personal, pero era casi una consecuencia lógica de lo que hice en los últimos años. La asociación comercial tiene una enorme importancia en la ciudad.Estuve allí doce años y era casi imposible ir más allá. No quería hacer política a través de partidos,nunca fui afiliado, y tampoco quería salir de Oporto. –¿Pisa la calle como antes? –Exactamente igual.Salgo de noche,voy a la movida,no tengo escolta, tomo el café aquí abajo... Igual. -¿Y dedica tiempo a escuchar a los ciudadanos, como en campaña? –Sí,mucho a través de Facebook, que es una gran herramienta.Mantenemos abierta nuestra página y todos los días recibimos y atendemos mensajes.Y cuando salgo a la calle la gente viene a hablar conmigo. Cuanto más humildes, más interés sienten, es muy curioso. –Usted es muy activo en las redes sociales. –Mucho. Fueron cruciales en la campaña, y seguimos usándolas. –¿Lo que le exponen en las redes influye en su agenda política? –A veces. Percibimos intereses organizados que nos bombardean y debemos andar con cuidado, pero hay muchas preocupaciones que se reve---> PASA A LA PÁGINA SIGUIENTE
“Vigo y Oporto tienen que ser socios; mi esperanza es potenciar nuestras sinergias”
El regidor, en su despacho. // M. G. Brea
–Vigo tiene el sentimiento histórico de estar discriminada por otras administraciones, ¿a Oporto le ocurre lo mismo con Lisboa? –Este es un país extraordinariamente centralista y ese sentimiento existe. La reforma política no no se hizo en el tiempo de las vacas gordas y ahora la población no quiere oír hablar de gobiernos autónomos porque piensa que va a costar más.Es el tiempo de utilizar nuestros recursos y poderes en la ciudad. –Crecer por sí mismos. –No vale la pena llorar.Por eso gané, porque las personas dejaron de creer en las promesas de los partidos tradicionales.Prometen y después dejan de ser críticas con el gobierno central.
–¿Vigo y Oporto pueden ser socios? –Tenemos que serlo si queremos un desarrollo sostenible. En promoción turística cruzada no veo razón para que no convenzamos a quien vaya a Vigo para que pase un día en Oporto, y viceversa.Y me parece obvia la colaboración en la gestión de las infraestructuras.Podemos potenciar esas sinergias, y esa es mi esperanza, o ver unos a otros y perder oportunidades. –La raia aún es una barrera. –Las personas de Vigo y Oporto se mueven entre ambas ciudades con una gran naturalidad. Donde no conseguimos romper las barreras fue en la comunicación social, y en lo económico
tenemos pocas empresas transfronterizas.No conseguimos trasladar el sentimiento afectivo entre nosotros a lo cultural, empresarial y político. Es una pena. –Usted propuso crear una Liga de ciudades. ¿Llegaría a Vigo? –Desde luego, sería del norte de Portugal y llegando a Vigo. –Al alcalde de Vigo se le tacha a menudo de localista. ¿Viendo su lema electoral se considera usted localista? –No,pero es normal que otras ciudades puedan sentirlo. Cuando llegué hicimos un frente atlántico con Matosinhos y Gaia. Ciudades próximas lo consideraron localismo. Muchas veces tiene que ver con la dificultad de entender el papel de las ciudades.