ROOM DOCUMENT N°9 (Spanish Version)
JOINT OAS/OECD TECHNICAL SEMINAR ON: OAS CONTINUOUS REPORTING SYSTEM ON LABOUR MIGRATION FOR THE AMERICAS (SICREMI) Tuesday 17 March 2009 Venue: 1889 “F” Street, N.W., Washington, D.C. 20006 Padilha Vidal Room EL SICREMI EN EL CONTEXTO DE LA MIGRACIÓN EN AMÉRICA LATINA. APUNTES DE POLÍTICAS PÚBLICAS MIGRATORIAS
Gustavo Mohar Betancourt This room document has been prepared by Gustavo Mohar Betancourt. The views expressed are those of the author and do not commit either the OECD, the OAS or the national authorities concerned.
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EL SICREMI EN EL CONTEXTO DE LA MIGRACIÓN EN AMÉRICA LATINA. APUNTES DE POLÍTICAS PÚBLICAS MIGRATORIAS.
Gustavo Mohar Betancourt1
Introducción La iniciativa de la OEA, con el apoyo de la OCDE de impulsar en el seno de la misma un ejercicio de seguimiento, discusión y conocimiento sobre la situación actual, la evolución y las perspectivas de los flujos migratorios internacionales que tienen lugar en el territorio del continente americano es ambiciosa pero no por eso no merece todo el apoyo de los gobiernos de la región. La migración internacional es sin duda uno de los temas centrales de la agenda global; el asunto se debate en los ámbitos bilaterales, regionales, subregionales y multilaterales. Viene asociado con la globalización de los flujos comerciales, de la inversión y de los movimientos de capitales. Es así, pues implica una inexorable, silenciosa pero cada día más clara interconexión de los mercados laborales, sociales y culturales, que trasciende las fronteras nacionales, inclusive, los continentes. El continente americano no es excepción. Desde que se tiene registro, la región ha experimentado una intensa movilidad de sus habitantes: asentamientos temporales, permanentes, de trabajadores derivados de razones económicas y de conflictos políticos que continúan hasta la fecha. Por su estadio de desarrollo, la región en su conjunto es básicamente expulsora de migrantes tanto hacia otros países del área, principalmente a Estados Unidos, como hacia Asia y Europa. Sin embargo, también se dan movimientos sur-sur de flujos irregulares hacia sectores básicos de las economías relativamente más desarrolladas. Es por ello que este mosaico de variables migratorias representa un reto de gran alcance para construir un esquema de intercambio de información estadística confiable y oportuna, herramienta indispensable para estar en condiciones de adoptar políticas públicas ajustadas a la realidad y las necesidades de cada país. Particularidades del fenómeno migratorio en América Latina En los últimos años el fenómeno de la migración se ha intensificado en los países del hemisferio, en particular en América Latina, que después de haber sido una región de importantes flujos de inmigración en la primera mitad del S XX, en las últimas décadas se ha convertido en una de las zonas expulsoras más importantes del planeta.2 Se estima que en 2005 había 51.5 millones de inmigrantes en países del hemisferio; la mayoría - 44.5 millones - en América del Norte (Estados Unidos, México y Canadá) y 6.6 millones en América Latina y el Caribe. Los inmigrantes representan el 13.5% de la población de América del Norte y el 1.2% de la población de América Latina. La tendencia de la migración sur-norte ha sido predominante en el continente americano en las últimas décadas, al punto de representar el porcentaje más alto de migración sur-norte del mundo (87%). 3 La 1 2
Corresponsal de México ante el grupo SOPEMI de la OCDE. Jorge Martínez y Daniela Vono, “Geografía migratoria intrarregional de América Latina y el Caribe al comienzo del siglo XXI,” Revista de Geografía Norte Grande, no. 34, (diciembre 2005), p. 42.
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mayor parte de los emigrantes de America Latina tienen como destino países desarrollados, que en general son miembros de la OCDE. Destinos El principal destino de los migrantes de América Latina es Estados Unidos. Tan sólo entre 1990 y 2005, ese país recibió 15 millones de inmigrantes. Para 2005, era el país con el mayor número de inmigrantes internacionales, con 38.4 millones, tres millones más que en 2001, lo que representó cerca del 20% del total de migrantes internacionales. Según el Current Population Survey, en 2006 la población de inmigrantes en Estados Unidos era de 39.5 millones. De los 38.4 millones de inmigrantes que residían en Estados Unidos en 2005, el 50% provenían del continente americano. Sin embargo, de 1990 a 2005, la migración latinoamericana se ha diversificado y expandido geográficamente. En países como España, Japón, Portugal, Italia y Canadá se han incrementado los flujos de inmigración provenientes de América Latina y el Caribe. Se estima que España, segundo receptor de migrantes latinoamericanos en el mundo, tenía en 2007 1.8 millones de inmigrantes de América Latina. Según la CEPAL, tres millones de personas provenientes de América Latina y el Caribe viven fuera del hemisferio. Los principales países de destino son miembros de la OCDE.
Fuente: Elaboración propia con datos de Naciones Unidas, “Trends in Total Migrant Stock: The 2005 Revision,” datos en formato digital, 2006 en “Migración internacional y desarrollo” Informe del Secretario General ONU, mayo, 2006.
Remesas Las remesas son un indicador importante del comportamiento de la migración en el continente. Según el Banco Mundial, en 2007 los países de América Latina y El Caribe recibieron 607 mil millones de dólares en remesas, 16% más que en 2006, representando el 24.14% de las remesas que se envían a los países en desarrollo. México es el principal destino de remesas del continente (41% del total de las remesas), que en 2007 correspondieron a 25.1 mil millones de dólares, lo que lo ubica en el tercer lugar del mundo, después de 3
Organización Mundial de las Migraciones (OIM), Informe sobre las migraciones en el mundo 2008, “América”, p. 423, (DE, 19 de febrero, 2009: http://www.iom.int/jahia/webdav/shared/shared/mainsite/media/docs/wmr/regional_overviews/ro_americas .pdf).
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India y China.4 En 2007, siete países de la región recibieron transferencias de remesas que representaron más del 10% de su PIB nacional.5 Migración irregular La migración irregular es una constante en la región, sustancial y en crecimiento. La falta de visas temporales, permisos y documentos oficiales propicia que una parte importante de la migración en el continente sea indocumentada. Al ser Estados Unidos el principal país receptor de migrantes en el continente, es el país que más población indocumentada recibe. De acuerdo con la OCDE, la población indocumentada que entra a Estados Unidos es de aproximadamente 500 mil al año, lo que representa entre el 0.15% y el 0.20% de la población total. Por su parte, el Pew Hispanic Center calcula que en 2006 la población indocumentada en ese país era de 12 millones de personas. El U.S Department of Homeland Security indica que la presencia de esta población ha ido creciendo: en la década de los ochenta era aproximadamente 120 mil migrantes al año; para 2006 alcanzaron la cifra de 850 mil. 6 Sistemas precarios de información migratoria La recolección de información migratoria en América Latina, así como en otras regiones del mundo, tiene muchas limitaciones. Entre las más importantes se encuentra la falta de generación de datos continuos y oportunos –debido, en gran parte, al uso de los censos nacionales como la principal y / o única fuente de generación de estadísticas. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señala que los factores que limitan la recolección de datos son las diferencias en el uso de definiciones (por ejemplo, quién es considerado un migrante) y la dificultad para determinar cuándo empieza y cuándo termina el ciclo migratorio de una persona.7 En general, los países de América Latina y el Caribe en particular, no cuentan con mecanismos que permitan identificar registros de la salida de migrantes, además de que es complejo cuantificar la migración irregular. Entre las fuentes de información más utilizadas para medir la migración se encuentran los censos, los registros administrativos y encuestas complementarias (como las encuestas de hogares y laborales). En el continente americano, la principal y prácticamente, única fuente para construir estadísticas de migración continúan siendo los censos. Los censos permiten obtener datos de manera general, pero se utilizan para la construcción de estadísticas migratorias debido a la ausencia de fuentes de información complementarias que permitan la obtención de datos continuos. De acuerdo con Jorge Martínez Pizarro, los censos siguen siendo la fuente matricial de información migratoria para los países de la región. Esta situación ocurre, en general, porque las alternativas como las encuestas no se han desarrollado en forma suficiente, ni se han mejorado sustancialmente los registros administrativos. Los sistemas creados en los países andinos y mesoamericanos han sido importantes, pero hasta ahora han mantenido una trayectoria errática, y los insumos alternativos o complementarios a los datos censales no han terminado de probar cabalmente que sean útiles por sí solos para la investigación y el 4 5
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OIM, op. cit., p. 430. Estos países son: Honduras (25.6%), Guyana (24.3%), Haití (21.6%), Jamaica (18.5%), El Salvador (18.2%), Nicaragua (12.2%) y Guatemala (10.3%). Banco Mundial 2008. OIM, loc. cit., p. 429. Jobs Köhler, “Chapter 9: Enhancing the knowledge base,” en Organización Internacional para las Migraciones, World Migration 2008: Managing Labour Mobility in the Evolving Global Economy, 2009, p. 239.
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diseño de políticas. De ahí que, en realidad, no se hayan superado completamente las carencias de información para el diseño de políticas y acuerdos. 8 Sin duda, el uso de fuentes censales para construir bases de datos migratorias puede ser útil. Sin embargo, su uso exclusivo, sin contemplar fuentes complementarias, conlleva a la perpetuación de sistemas precarios de información migratoria. En primer lugar, los datos censales adolecen de atemporalidad, por lo que el estudio fenómeno suele ser incompleto. América Latina: años de realización de los censos País Argentina Bolivia Brasil Chile Colombia Costa Rica Cuba Ecuador El Salvador Guatemala Haití Honduras México Nicaragua Panamá Paraguay Perú República Dominicana Uruguay Venezuela
Censo 1980 1980 No se realizó censo 1980 1982 1985 1984 1981 1982 No se realizó censo 1981 1982 1988 1980 1980 1980 1982 1981 1981 1985 1980
Censo 1990 1991 1992 1991 1992 1993 No se realizó censo No se realizo censo 1990 1992 1994 No se realizó censo No se realizó censo 1990 1995 1990 1992 1993 1993 1996 1990
Censo 2000 2001 2002 2000 2002 2005 2000 2002 2001 2006 2002 2002 2001 2000 2005 2000 2002 2005 2002 2004 2001
Por otro lado, el uso de los censos como fuente exclusiva para medir la migración no permite la obtención de información precisa sobre este fenómeno. Si bien en algunos países los censos han contemplado preguntas relacionadas al tema migratorio a través de los años, organizaciones como la OIM han detectado que la información que puede ser estimada no contempla temas como la migración irregular o variables cualitativas como podrían ser las condiciones laborales de los inmigrantes, lo que hace cada vez más necesario realizar encuestas complementarias. 9
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Jorge Martínez Pizarro, “Medición e información sobre la migración internacional a partir de los censos: lecciones, desafíos y oportunidades,” Seminario-Taller “Los censos de 2010 y la migración interna, internacional y otras formas de movilidad territorial, Santiago de Chile, 10 al 12 de diciembre de 2008. Jobs Köhler, op. cit., 2008, p. 240.
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Fuentes de información del fenómeno migratorio para países SICREMI País Argentina
Belice Brasil Chile Colombia Ecuador El Salvador México Uruguay
Fuentes - Censos nacionales - Encuesta Permanente de Hogares (2003) - Encuesta Complementaria de Migraciones Internacionales (2003) - Censo de Hogares y Población (2000) - Censos nacionales - Encuesta Nacional de Hogares (2005) - Censos nacionales - Censo nacional (2005) - Encuestas Nacionales de Hogares - Censos nacionales - Censos nacionales - Censos nacionales - Conteo de Población y Vivienda (1995) - Censos Nacionales
A manera de ejemplo, en diversos países de la OCDE se utilizan como fuentes de información complementaria a los censos, los registros poblacionales y las encuestas de fuerza laboral, permitiendo entonces la obtención de datos que dan como resultado estimaciones y análisis en el ámbito laboral, educativo y de salud. El uso de fuentes alternativas a los censos es, entonces, una prioridad, sobre todo si consideramos nuevas aristas en el análisis del fenómeno migratorio: diásporas, migración circular, migración altamente calificada, remesas, migración irregular e impactos económicos y sociales de la migración en los países de origen. Poco se ha hecho para registrar los datos referentes a la salida de nacionales a otro país. Algunos países latinoamericanos incluyen en sus últimos censos preguntas relacionadas con la salida de nacionales y remesas, como son Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Sin embargo, estos datos se refieren usualmente a stocks de emigrantes y no a flujos, lo que hace difícil dimensionar las características actuales de los nacionales que emigran. Por tanto, los datos recabados tienen como principal fuente aquéllas de los países de destino. 10 Ausencia de coordinación en la armonización de estadísticas migratorias: lecciones de SOPEMI Una preocupación constante en la colección de información migratoria es la armonización de variables y definiciones. Actualmente, existen dos enfoques para buscar armonizar esta información. 11 El primero es el Top-down approach, que se refiere a la promoción de estándares a partir de organizaciones internacionales, principalmente la ONU. Por lo general, las organizaciones internacionales promueven la armonización de estadísticas migratorias por medio de programas de recolección de información, en los que los países proveen información conforme a lineamientos previamente determinados.
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Se considera que la ONU tiene la base de datos migratorios comparable para países de origen y de destino. Recientemente ha habido esfuerzos por cruzar información migratoria, como la que en 2006 hicieron la Universidad de Sussex y el Banco Mundial. Véase World Bank, “Bilateral Estimates of Migrant Stocks,” diciembre 2006: http://go.worldbank.org/U4RXL56V20. Jobs Köhler, op. cit., 2008, pp. 243-245.
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El segundo es el Bottom-up approach. Consiste en mecanismos bilaterales de cooperación para el intercambio de información migratoria, que se apoyan en los esfuerzos que para estos efectos realizan los Mecanismos Regionales de Consulta. En el continente americano se han realizado esfuerzos por la recolección de información estadística, aunque no se ha avanzado mucho en cuanto a la armonización y actualización de cifras migratorias. Además de la falta de criterios homogéneos para la medición de los flujos migratorios en el continente, la falta de información actualizada crea dificultades para que los gobiernos instrumenten políticas públicas certeras en torno al tema migratorio. Las faltas administrativas que genera la ausencia de un sistema de información migratoria confiable es un incentivo para su creación y consolidación. La mejor prueba de que es posible avanzar en la armonización de la información a partir de definiciones y lineamientos más precisos es el sistema ONU. Fuera del sistema de Naciones Unidas se encuentra la Eurostat y la OCDE (con su Sistema Continuo de Reportes sobre Migración, SOPEMI). 12 El SOPEMI ha ayudado a crear un sistema de información, con base en preguntas que dan respuestas tanto cuantitativas como cualitativas que muestren tendencias y comparaciones en materia migratoria entre los países miembros. Una de sus particularidades es la generación continua de información migratoria, de manera cuantativa y cualitativa. En el marco de la cooperación entre la OEA y la OCDE, se ha planteado el desarrollo de una versión del SOPEMI – OCDE para América Latina y el Caribe (SICREMI), mediante el cual será posible contar con un esquema de recolección y sistematización de información sobre flujos y tendencias de la migración en la región. De esta manera, el SICREMI podría convertirse en una opción viable para mejorar la armonización de la información para la definición de los mínimos esenciales que deben incorporar las fuentes estadísticas en cada país, en forma tal que en la práctica estas últimas tiendan a la adopción de normas congruentes en la recolección y procesamiento de la información. El SICREMI y las políticas públicas en materia migratoria Al autor de este breve documento de trabajo, por su carácter de Corresponsal mexicano ante el grupo SOPEMI de la OCDE, le permite presentar a consideración los siguientes principios, conceptos, ideas y sugerencias sobre las políticas públicas en materia migratoria que los gobiernos de la región podrían considerar a fin de sentar bases sólidas para el lanzamiento del SICREMI. Realismo. Las necesidades de la región rebasan siempre su capacidad financiera, institucional, administrativa y en ocasiones, hasta legal, para generar políticas públicas explícitas en materia del fenómeno migratorio internacional que tiene lugar en todo el continente y en sus múltiples regiones y subregiones. Por ende, las próximas discusiones y negociaciones deberán partir del reconocimiento a la realidad que cada uno enfrenta en cuanto a la importancia relativa que los movimientos migratorios tienen para sus sociedades y economías. Pragmatismo. La problemática migratoria es por definición de enorme complejidad; su medición estadística representa un reto mayúsculo para las instituciones nacionales responsables de los censos nacionales, de las valoraciones cuantitativas y de las encuestas públicas y privadas. Por ello es que hay que aprovechar el instrumental disponible en cada país y tal vez, en ciertos casos, empezar por identificar los aspectos prioritarios que más interés tengan para ciertos gobiernos y centrar los exiguos recursos
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OECD, International Migration Outlook: SOPEMI, 2008, Summary in spanish, (DE, 10 de febrero, 2009 http://www.oecd.org/dataoecd/31/25/41275950.pdf).
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disponibles a empezar a generar bases de datos y series que eventualmente se expandan a cubrir otros aspectos. Perseverancia. La acumulación de series estadísticas confiables sólo se logra con el tiempo, con metodologías sólidas y persistentes y más aún, con la mejor capacitada técnica y humana para asumir esa responsabilidad. En el caso mexicano, hay diversas autoridades que llevan a cabo el análisis y medición de la migración: el Consejo Nacional de Población, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Instituto Nacional de Migración y el Colegio de la Frontera Norte, entre otros. Si bien ello ofrece una sana competencia y fuentes alternas de información, a su vez genera diversas interpretaciones y metodologías que en ocasiones hace difícil arribar a cifras consensadas más oficiales. Cobertura jerarquizada. La salida o ingreso de o hacia sus territorios de migrantes no autorizados, a través de sus puertos de entrada con el uso de papeles falsos o cruzando sus fronteras, es una las problemáticas más difíciles de abordar para los países de la región. Estos movimientos casi siempre obedecen a la existencia de mercados laborales trasnacionales que no son reconocidos tanto por los países de origen como de destino. Sin embargo, la migración documentada, ya sea de naturaleza temporal o definitiva, siempre será más fácil de registrar. Empezar por tener metodologías y definiciones comunes o similares en la región sería un primer paso a llevar a cabo. Realidades geográficas. Será un propósito de largo alcance contar con información que cubra los flujos migratorios en todo el continente; hoy se antoja mejor concentrar los trabajos iniciales de SICREMI en identificar las expresiones bilaterales y subregionales más representativas por su volumen o sensibilidad económica o política. Propuestas de políticas migratorias El caso de Estados Unidos Para todos los países del continente americano, la relación con Estados Unidos es fundamental, tanto por la magnitud e importancia de la vinculación económica, comercial, de los flujos de dinero y de remesas como por la presencia de migrantes latinoamericanos en ese país. En mayor o menor grado, muchos latinoamericanos tienen aspiraciones de vivir en Estados Unidos, al menos por un cierto periodo de tiempo. Por ende, la posición que ese país tome sobre este ejercicio será de especial importancia. La experiencia demuestra que existen buenos espacios para dialogar con nuestro vecino del norte sobre el tema: citemos, por ejemplo, la Conferencia Regional sobre Migración (CRM), o Proceso Puebla, inaugurado en Puebla, México, en marzo de 1996, que se estableció a partir de esa fecha como mecanismo consultivo regional. Los que participamos en su lanzamiento no imaginamos que perdurara por más d 13 años y se consolidara como un espacio útil para los gobiernos que lo integran y soportan. Por lo mismo, será muy importante identificar la agenda de trabajo que Estados Unidos busca desarrollar con el resto del continente, y que los países de América Latina emprendan un diálogo constructivo con Estados Unidos que aborde las ventajas de tener una visión más compartida de los flujos migratorios— tanto los legales como los indocumentados—para entender mejor la realidad y tener elementos para, en su momento, adoptar las mejores prácticas. Remesas Todos los países de América Latina reciben, en mayor o menor medida, flujos de remesas. Es muy importante que se de un intercambio comparativo de experiencias, para evaluar cuáles son las mejores formas de aprovechar mejor las remesas.
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En México, contamos con la experiencia del Programa 3*1 para Migrantes de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), en el cual por cada peso que aporten los mexicanos en el extranjero para obras de impacto social, los gobiernos federal, estatal y municipal se comprometen a aportar tres. Sin duda, otros países tienen diversas experiencias de política pública en la materia que aportarían mucha riqueza al ejercicio. La OEA y la OCDE, sin duda alguna, también tienen mucho que contribuir en base a su experiencia práctica y de los estudios que han realizado sobre el tema. La migración calificada y las políticas de retorno Existe un problema en América Latina de pérdida de capital humano calificado (fenómeno conocido como el brain drain), y en mi experiencia en la OCDE—a diferencia del SOPEMI, en donde México y Turquía son los únicos países expulsores de migrantes de baja calificación—en general se conoce poco del tema. Hasta ahora, la poca información que se tiene sobre el tema no se sistematiza. Este espacio presenta una enorme oportunidad de avance. La fuga de talentos es una realidad, si bien poco tangible: existen becarios que nunca regresan del extranjero, personas que parten a Estados Unidos para estudiar y nunca regresan a su país de origen, pues encuentran oportunidades más atractivas en el extranjero. Si bien en el caso de México en particular hay poca información y sólo podemos hablar de tendencias, se trata de un fenómeno que se está acentuando, no sólo en México pero en toda la región, por lo cual el buscar generar incentivos para el retorno de estos migrantes debería de convertirse en un tema prioritario de atención para todos los países de ésta. Las políticas de integración En la región no existe realmente un análisis puntual sobre la manera en la cual un estado receptor de migrantes permanentes debería de facilitar la integración de éstos—o no—a sus sociedades. Tampoco abundan las políticas públicas expresas e integrales que aborden el problema de exclusión social de los grupos de migrantes en su territorio. En otros continentes, el tema es ampliamente debatido. En la Unión Europea, por ejemplo, la cuestión de la integración social de la población inmigrante es un problema mayúsculo que produce álgidas discusiones, no sólo en los países receptores pero también en las comunidades migrantes y sus países de origen, pues si bien una política de integración social efectiva podría hacer valer mejor sus derechos, también genera debate la cuestión de la pérdida de lazos (familiares, afectivos y económicos) con sus países natales. Se deben de identificar y analizar los problemas de integración de migrantes que existen en la región, y darle presencia al tema en las discusiones de política pública en materia migratoria. Las percepciones sociales En el mundo de los temas sociales, el de la migración es uno de los que más debates políticos y emocionales genera, tanto para bien como para mal. Desafortunadamente, a menudo prevalece más una visión negativa que una positiva. En Estados Unidos, por ejemplo, los grupos e intereses antimigrantes logran más fácilmente transmitir una imagen de los males de la migración que de sus aspectos positivos. Por estos motivos es tanto más importante que los gobiernos trabajen para influir en la percepción pública sobre los impactos de la migración.
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En México, en los últimos años hemos dejado de considerar a los migrantes como traidores o chicanos de cultura extraña, y hemos cambiado hasta llegar a considerarlos como héroes, tanto por los grandes riesgos que enfrentan al migrar como por su aportación económica para la elevar la calidad de vida de sus familias —esto último dicho por el entonces Presidente de la República Mexicana, Vicente Fox, en el año 2000. La migración en México ya no se estigmatiza. Es de gran importancia, tanto en los países receptores como en los países emisores, que existan políticas para evitar las actitudes xenófobas y discriminatorias. La delincuencia asociada a la migración Es urgente que las políticas públicas en la región aborden el problema de la trata y el tráfico de personas, y que se desarrollen leyes e instituciones que castiguen estos delitos, a través de los cuales se dan violaciones graves a los derechos humanos y laborales de los afectados. La ausencia de esquemas suficientes que permitan flujos legales y ordenados automáticamente abre espacios de oportunidad para operaciones ilegales, lo cual induce a la violencia, al abuso y a la violación de derechos. Por estos motivos, el tema de delitos asociados debe de estar presente en cualquier discusión sobre el tema migratorio. La crisis económica y sus impactos En el SOPEMI se tuvo recientemente una muy rica discusión sobre los impactos de la crisis económica mundial en el tema migratorio, en la Unión Europea se ha abierto la discusión acerca de qué hacer con los inmigrantes que necesitan empleo. Asimismo, diversas instituciones académicas y de investigación en Estados Unidos han producido interesantes ensayos que buscan anticipar escenarios posibles respuestas y alternativas ante los inevitables efectos que la recesión económica tendrá en las políticas públicas en materia migratoria. La presencia de importantes números de extranjeros desempleados en un territorio puede tener importantes implicaciones sociales, económicas y políticas, tanto para los países receptores como para los países de origen, por lo cual es importante abordar la cuestión en el diseño de políticas públicas en la materia. También es importante evaluar el impacto de las remesas—y del aumento o disminución de éstas—en las regiones receptoras, no sólo en el caso de las remesas de Estados Unidos sino también de las remesas intrae interregionales. Acuerdos de trabajadores temporales Es importante tener un mecanismo de revisión sistemática y continua de las legislaciones y mejores prácticas que existen en la región sobre la materia, al igual que de los acuerdos existentes que permitan los movimientos temporales tanto de profesionistas técnicos como de trabajadores de baja calificación. Esto implica que tanto los países emisores como los países receptores desarrollen políticas para tratar el tema. Ya existen ciertos mecanismos regionales de cooperación (MERCOSUR) y de consulta (Proceso Puebla, Proceso Lima) que pueden servir de punto de partida. La emigración extrarregional y las políticas de reinserción Los principales flujos extrarregionales que se dan en América Latina son los flujos de peruanos a Japón o de ecuatorianos a España. También existe un flujo significativo de migrantes caribeños hacia Gran Bretaña, el cual es su segundo destino, después de Estados Unidos. (CREO QUE TAMBIEN DE ECUADOR Y COLOMBIA VAN MUCHOS A ESPAÑA Y BRASILEÑOS A JAPON)
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Si bien podemos constatar la existencia de estas tendencias generales, no contamos con fuentes estadísticas plenamente confiables que nos permitan hacer un análisis preciso del fenómeno. Mientras más desarrollados sean los sistemas de recaudación de datos, más fácil será entender la magnitud y las características del fenómeno que deben ser abordadas, lo cual facilitaría la creación e implementación, por ejemplo, de políticas de reinserción de migrantes después de su estadía en el extranjero.
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