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Adrián Ruiz
terminable de citas para ver editores, agentes y autores, casi siempre para comprar derechos, pero también para vender o desarrollar proyectos propios. “Luego ceno hasta muy tarde con otros amigos editores o autores a los que veo cada año”, cuenta en entrevista para Cafeína. “Es muy grato sentir que has construido una comunidad de amigos y cómplices. En suma, hago de todo, menos dormir”. Antes de que diera comienzo esa semana intensa de encuentros, negocios y desvelos en Italia, buscamos a Daniel Goldin para indagar un poco en las peculiaridades y exigencias de su labor como editor de libros para niños, esa que le ha valido ser hoy una voz experta que lo mismo quieren oír bibliotecarios que editores, libreros que maestros.
Daniel Goldin
‘Lo Conquistas o t e a bandona’ El editor ha contribuido a cambiar la cultura del libro infantil y juvenil, abierto caminos en la promoción de la lectura e incidido en la vida de muchos lectores; además, entre los libros originales publicados por él, algunos se han traducido a múltiples idiomas
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MARZO-ABRIL 2012
Jesús Pacheco
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a tercera semana de marzo se llevó a cabo la Feria del Libro Infantil de Boloña. Entre centenas de editores, agentes y autores de todo el mundo, figuró, por supuesto, Daniel Goldin, artífice, director y editor de diferentes colecciones de libros para niños y jóvenes, primero en el Fondo de Cultura Económica y actualmente en Océano. Allá, en Boloña, una jornada típica de Goldin suele empezar muy temprano. Acostumbra llegar antes de que inicien formalmente las actividades para poder pasear por los stands en busca de cosas interesantes. Más tarde, llega una sucesión in-
¿Crear lectores, crear amor por los libros...?, ¿dónde están puestas las prioridades de un editor de libros para niños? La prioridad es estar más interesado en los lectores que en los libros, o más exactamente, estar atento a los efectos que quieres producir en el niño y no suponer que el libro o la lectura son en sí mismos valiosos. Si tienen algún valor es porque para un sujeto concreto esos libros dicen algo importante, algo íntimo, lleno de sentido. En otras palabras, si quieres formar lectores, si quieres generar el amor a los libros, no puedes por ningún motivo dejar de tener en cuenta que del otro lado hay alguien al que debes recibir con un gesto de hospitalidad y no tirarle una retahíla de consignas. Podría imaginarse que la labor de un editor de libros para niños es más exigente que la de un editor para adultos, en tanto que el niño está desprovisto de algunas de esas ideas preconcebidas del adulto que lo harían poseer o leer un libro a pesar de no sentirse cautivado... ¿A qué rasgo de la personalidad de un niño apela un editor de libros infantiles? Creo que en esencia la labor del editor de niños o adultos es muy parecida: debe imaginar efectos que quiere producir en los lectores o en el espacio social a partir de la edición de libros. Lo que sucede es que el lector niño es más inclemente. No le gusta un libro y lo tira. No le im-
porta lo que dice la crítica. Así que lo conquistas o te abandona. En ese sentido, si no tienes presente a tu lector siendo editor de libros para niños estás perdido. ¿Cuáles son los retos de construir un catálogo de libros para niños? En un país como México, los retos de construir un catálogo aparecen por todos lados: en principio por asegurar tu supervivencia. Casi no hay puntos de venta y los que hay no suelen estar bien atendidos. Publicas un gran libro, que podrían amar muchos lectores, pero se muere si no se exhibe o presenta adecuadamente. También está el reto de la escasez de verdaderos profesionales, autores, ilustradores, traductores, editores. Hay, pero hay también mucho conformismo. Por último, debes luchar contra una cultura de la lectura en la que son muy frecuentes los discursos metafísicos y muy escasas las medidas reales para propiciar el encuentro libre de los niños y jóvenes con los libros. Cuéntame un poco sobre las satisfacciones de ser editor para niños. Mi mayor satisfacción ha sido haber incidido en la vida de muchos niños y jóvenes que han visto en los libros que he publicado aliados para crecer y hacer más habitable al mundo. Haber animado a muchos a pensar la LIJ y la promoción a la lectura con nuevas preguntas también. No ha sido poca cosa lograr que libros originales publicados por mí se hayan traducido a más de 13 idiomas. Ahora cuéntame un poco sobre las frustraciones... Mi mayor frustración es el presente del libro y la lectura en México. Me parece que en el espacio público se han cerrado espacios y posibilidades, y frecuentemente me siento como un bonsái, en un entorno diferente podría hacer más y mejores cosas. Pero ni modo; uno tiene que crecer, aun entre las piedras. ¿Qué tanto puede verse de la historia de la infancia a través de la literatura infantil? Es decir, ¿qué nos dice la literatura infantil de la infancia a través del tiempo? Sobre ese tema he escrito un ensayo muy largo. El resumen es que ha habido una evolución paralela de la
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libros ]
noveDaDes
art y max DaviD Wiesner océano travesía
ría que es Tom P o r s u s Sawyer. Porque ahí se muestra que la inteligencia no L o C o n o C e r á s tiene que ver con la escolaridad y ¿Cuál ha sido la peque la felicidad no lícula para niños se alcanza sólo con dinero ni provique te ha cautivado o entusiasmado niendo de una familia consolidada. recientemente? Lo siento, hace un par de años que ¿Qué suele escuchar Daniel Goldin? apenas voy al cine. Quizá porque Escucho mucha música clásica. A Theo tiene exactamente un par de Bach lo reescucho mucho. Un desaños. cubrimiento reciente es Clement Janequin, un compositor francés del ¿Cuál es tu libro para niños favorito siglo 16... Como ves, no estoy a la de todos los tiempos? moda. Si tuviera que escoger uno, hoy diDaniel Goldin confiesa sus gustos como consumidor cultural.
Pasiones
LIJ y la infancia. Del in-fans, que literalmente quiere decir el que no habla, hemos pasado a un estadio en la historia social en el que a los niños no sólo se les reconocen derechos, sino que se les incita a hablar, participar e incluso a decidir su consumo. La LIJ contemporánea promueve y refleja esa voluntad de tratar al niño como un sujeto que habla y al que se le debe escuchar. Si las ventas sirvieran para delinear un perfil del niño lector, ¿cómo es el niño lector en México? En una situación como la de México, un niño lector es un cuasi milagro: para la inmensa mayoría es tan difícil encontrar una librería cercana o una biblioteca (y las que hay están mal surtidas); por lo mismo, prefiero no hacer un perfil: los que leen son ya afortunados. ¿Y cuál sería el lector ideal para Daniel Goldin? Me gustan los niños y jóvenes que leen ficción y no ficción con igual deleite y que saben conectar sus lecturas con pensamientos propios y observaciones sobre el mundo. Una feria como la de Boloña debe ser un magnífico lugar para tomar el pulso a las tendencias mundiales en lo que al libro infantil se refiere. Una tendencia es que se ha masificado la oferta. Hoy todos quieren el éxito inmediato. Entonces, están dispuestos a sacrificar todo por alcanzarlo. Hay pocos editores originales y dispuestos a apostar por algo a lar-
go plazo. Y lo peor es que cuando alguien alcanza el éxito, los demás lo copian. O se copian a sí mismos, que es el colmo. Eso es lo negativo. Lo positivo es que la LIJ contemporánea ha dejado de ser un monopolio de los países más desarrollados. Muchas de las cosas más originales son de nuevos actores, como Corea, Japón, China, Polonia. Entre ellas, algunas propuestas de Iberoamérica, incluido México. ¿Qué has descubierto en Boloña? Muchos autores que hoy son de dominio público, Anthony Browne, Chris van Allsburg, Oram y Kitamura, Taro Gomi. Ahí también descubrí a la mamá de Theo, mi cuarto hijo, un tesoro que sigo descubriendo. De las imágenes a las emociones
Antes de saber leer, Daniel Goldin ya hojeaba libros que aún retiene en la memoria. Uno de ellos: El libro Barsa del Año 1960. No se trataba de un libro para niños, sino una especie de almanaque que la Enciclopedia Barsa regalaba a quienes la habían comprado. “Yo me quedaba viendo las fotos del hombre más alto del mundo, o de Laika, la perrita rusa que se perdió en el espacio en una cápsula Soyuz, o de un auto que iba a flotar”, rememora Goldin. “Perdía —o invertía— mucho tiempo en fantasear con imágenes como ésas. Luego me fascinaron Sin familia, Tom Sawyer y El libro de la jungla, que nos leía mi padre en voz alta”.
¿Cuál fue el primer libro ilustrado que te cautivó? Cuando yo era niño no había libros ilustrados, al menos en el sentido actual. Por eso los que realmente me han fascinado han sido de adulto. Donde viven los monstruos es uno. En parte porque moviliza emociones muy primitivas: esos monstruos son a un tiempo entrañables, simpáticos y terribles. ¿Qué rasgos de un libro para niños puede atraparte? Que movilice el inconsciente, nos recuerde lo vulnerable que somos los humanos y despierte nuestro deseo de pensar. ¿Y qué puede decepcionarte de un libro para niños? Las tomaduras de pelo. Que se trate a los niños como imbéciles, que se llene de diminutivos y buenas intenciones: eso último es lo peor. Tengo la impresión de que los libros para niños apelan más que otros libros a ese impulso que nos lleva a coleccionar algún objeto. ¿Es así? Los mejores libros para niños son objetos muy atractivos, además de ser vehículos para trasmitir (y producir) ideas, emociones, sensaciones. A mí me parece que es importante que el libro movilice al lector en todos los sentidos y con todos los sentidos. Muchas veces cuidamos el tacto, algo que aparentemente no se lee, pero que sin embargo determina la experiencia de lectura. Los lectores adultos suelen olvidarse de esos aspectos y leer sólo las palabras, son más ascetas. Ojalá que los libros para niños no despierten el deseo de ser coleccionados, sino de ser usados. Hablar hoy de libros para niños supone hablar de un campo en el que entran libros para niños que no sólo no saben leer, sino que no saben hablar. Es un campo fascinante por eso: porque cuestiona y amplía el concepto de lectura y lo vuelve a una dimensión más profunda y primitiva, dialógica, en la que el libro es a un tiempo un vehículo para reproducir un texto, pero un propiciador de un espacio para relaciones intersubjetivas en el que están comprometidos todos los sentidos: el tacto, la vista, el oído... Y en no pocos casos el olfato y el gusto.
En pleno desierto, una lagartija aspirante a artista provoca un verdadero caos. La historia recuerda la torpeza del coyote de las caricaturas, en las que todas las empresas le salen mal; claro, sin faltar aquí los productos marca Acme. Con sus metidas de pata, Max va experimentando con las diversas técnicas de la plástica, desde el trazo lineal o un estallido de color al estilo Pollock hasta llegar a una especie de homenaje a Gaudí. La historia enseña que el arte también puede ser divertido e irreverente. Un Día Diferente para el señor amos philip c. steaD/ erin e. steaD océano travesía
Un elefante ajedrecista, una tortuga veloz, un pingüino tímido, un rinoceronte acatarrado y un búho con fobia a la oscuridad encuentran en Amos McGee, el cuidador del zoológico donde viven, no sólo un amigo, sino aquel que les resuelve los problemas cotidianos. Un día, ellos encontrarán la ocasión de regresar a Amos todo lo que ha hecho en su favor. Una historia diferente escrita por Philip C. Stead sobre el valor de la amistad, acompañada por las bellas ilustraciones de Erin S. Stead. manUal para corregir a niños malcriaDos francisco hinojosa alfagUara
Francisco Hinojosa es ya un clásico de la literatura infantil, autor del popular La peor señora del mundo. En este Manual para corregir a niños malcriados utiliza la psicología inversa: pide a los niños que no se acerquen, pues descubrirían los consejos que da a los padres para corregir a los traviesos. En el libro desfilan el que no quiere comer verduras, la malhablada, el desaseado, la desobligada, el cruel y el agresivo, entre otros, con recetas ingeniosas para curar esos defectos. Niños y adultos encontrarán sobre todo un remedio contra el aburrimiento.
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