Misoginia en espacios de putos

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De la historieta Assigned Male de Sophie Labelle (www.assignedmale.com). El personaje principal –que no aparece en esta tira– es una nena trans súper inteligente de 11 años. La autora tradujo algunas tiras al castellano en: www.facebook.com/nuncafueunchico


Misoginia en espacios de putos: cómo tener una pija sin ser un forro* Por Brandyn Gallagher –¡Que dios se apiade de nosotros! Una vagina acaba de entrar. –El barrio se está yendo al carajo –dijo mordazmente Dustin, frunciendo su cara y concordando con el comentario de Eric antes de pavonearse hacia la barra buscando otro trago. A veces se olvidan. O, si estoy parado cerca de un grupo de tipos que todavía no conozco bien, probablemente no saben. A menos que tenga puesta mi remera de Puto de tres agujeros o que esté desnudo, nadie puede darse cuenta de que tengo concha. Para ellos, soy sólo uno de los chicos. Normalmente incluso uno de los tipos que les caen bien. Dan por sentado que soy cisgénero, y no me esfuerzo por corregirlos. Érase una vez… yo era un joven puto disfrazado como chica. A lo largo de la secundaria, sistemáticamente salía con chicos que eventualmente se daban cuenta de que eran gays y me dejaban para poder salir con hombres. El rechazo –escuchar que mi cuerpo no es lo suficientemente deseable o legítimo para los hombres que me atraen– ha sido parte de mi narrativa interna desde que tengo memoria. Las cosas han mejorado para mí a lo largo del tiempo, pero el tema de las citas en el mundo gay está lejos de ser fácil – para cualquiera, pero especialmente para un varón trans. Hacia el comienzo de mi transición, sentía que los hombres gays tenían todo el derecho del mundo de proclamar su desdén hacia los genitales que apuntan hacia adentro. Escuché este tipo de afirmaciones con la frecuencia suficiente como para convencerme de que esta actitud podía darse por hecha entre todos los varones gays. Me había vuelto tan asqueado por mi propio cuerpo como parecían estarlo tantos hombres gays, e incluso por un tiempo yo mismo participé en esta práctica de * Título original: “Misogyny in Fag Space: How to Have a Dick Without Being a Dick”. (Personalmente creo que habla de cissexismo y falocentrismo más que de misoginia)


misoginia desvergonzada, reforzando mi sentimiento de pertenencia entre hombres frente a mi franca inseguridad sobre mi masculinidad. Llegué a comprender que el sólo existir en Espacios de Putos significa estar sujeto a una humillación constante. Y no es sólo la humillación hacia las vaginas. También son rampantes la humillación en torno a la pija, el tamaño [del cuerpo], el vello, y la promiscuidad. Los Espacios de Putos a menudo se sienten como un mundo saturado de humillaciones donde existimos simultáneamente y por igual como objeto y objetificador. Como ya me sentía avergonzado por mi cuerpo y su supuesta inadecuación, como quería ser un buen puto, como no quería nada más que validación social y amor – por años, no dije nada. Pero el ultimo año y pico, estuve saboreando mi nuevo privilegio masculino – mi sensación de tener el derecho a estar en los Espacios de Putos sin un gramo de preocupación sobre si verdaderamente pertenezco ahí. Sé que sí pertenezco. Ha sido un trabajo arduo el alcanzar este punto desde donde estaba, pero tengo la confianza de que éste es mi lugar. Ahora que mi actitud cambió, ahora que el auto-desprecio ya no es algo que me atrape, empecé a sentir mucho rechazo hacia la misoginia que atestiguo entre mis pares. Vengo notando con mayor frecuencia las instancias en que los hombres gays que me rodean hablan con crueldad casual acerca de los cuerpos. A menudo, si oigo a un tipo decir “vagina”, queda claro que quiere decir “mujer”, a pesar de que algunos hombres tienen vaginas y algunas mujeres no. El reducir a la gente a sus partes del cuerpo es una práctica común para muchos en esta cultura de objetificación. “Oh, no se lo diría en la cara a ella”, explicó Eric con desdén cuando le llamé la atención por su comentario inapropiado y frívolo. “Sólo lo digo acá porque entre tipos está bien. Sabés que te amo, querido. Sólo que no me gustan las vaginas. Puaj. Este lugar debería ser solo para pijas. Pijas grandes y lindas.”


Los hombres cisgénero a mi alrededor o bien levantan sus tragos, asintiendo, o revolean sus ojos y no dicen nada. Él da por sentado, por supuesto, que tengo pene. Y, aparentemente, también da por sentado que todos los hombres que pueden oírlo están bien dotados, o que por lo menos están de acuerdo con él. ¿Realmente está bien hablar de este modo? ¿Incluso “entre tipos”? Sé que hay algunos hombres cisgénero a quienes les molestan este tipo de comentarios y que incluso se sienten incómodos cuando los oyen. Sin embargo, muchas veces se quedan callados. No cuento esta historia porque un pelotudo en un bar me irritó, sino porque este tipo de misoginia ya me ha herido docenas de veces. He visto anuncios hechos sin pensar mucho para eventos “sólo para hombres”, a los que se sabía y esperaba que asistieran varones trans, donde se leía “es bienvenido cualquiera que tenga un pene incorporado”. He estado en bares leather donde miembros prestigiosos de la comunidad –quienes se consideran a sí mismos trans-inclusivos– se quejan de que los hombres cuyos penes no son lo suficientemente grandes son sólo un desperdicio de aire. He escuchado a fanáticos del tamaño exclamar directamente que cualquier hombre con una pija de cinco centímetros debería matarse y acabar con su desgracia humillante. Veo una oportunidad para cambiar cómo hablamos acerca de los cuerpos. Para prevenir la humillación y el dolor que son causados por palabras desconsideradas y comentarios irreflexivos. Todxs tenemos la habilidad de prestar atención a nuestras palabras y dejar de hacer presuposiciones. Tenemos el poder de decir lo que pensamos, y denunciar las palabras hirientes cuando las oímos de otras personas. Tenemos la opción de reconocer que todxs tenemos cuerpos diferentes, y que, a menos que hayas visto vos mismx los genitales de alguien, y hablado con esa persona acerca del tema, es imposible que sepas qué tiene entre sus piernas o cómo se siente en su propia piel.


Tenemos el poder de ser amables hacia todxs, incluso ante la ausencia de esta información. Nuestras palabras y nuestras voces están llenas de poder, en una comunidad que por décadas se ha sentido tan frecuentemente desempoderada para prevenir la muerte. Casi la mitad de todos los hombres trans intentan suicidarse en algún momento de sus vidas. ¿Habré sido uno de ellos? Tirá una moneda y decime de qué lado cae. ¿Cae del lado en el que siento la suficiente firmeza y confianza para decirme a mí mismo que Eric es sólo un pelotudo ignorante que no sabe de qué está hablando? ¿En el que alguien abre la boca para decir que sus comentarios no están bien? ¿O le recuerdan que los hombres gays han luchado demasiado duro, por demasiado tiempo, para sobrevivir, como para andar tirando abajo a otra gente? ¿O cayó del lado en el que las palabras de Eric abren una herida enorme que nunca termina de sanar? ¿En el que desborda toda una vida de auto-desprecio, de vergüenza, de inseguridad y de inadecuación? ¿Cayó del lado en que la palabra “vagina” ha sido usada demasiadas veces de una manera –por supuesto, no-intencional– que me hizo inferir que mi masculinidad es insuficiente y que yo nunca sería legítimamente reconocido en mi comunidad? ¿Vivo? ¿O muero? Tenés el poder para salvar mi vida. ¿Vale la pena para vos? Brandyn Gallagher, activista y servidor de la comunidad de Seattle, ha dedicado su vida a la redistribución de la felicidad mediante la concientización sobre el estigma en torno al HIV, la justicia social, y las luchas de las personas queer y gay por el acceso equitativo a los servicios de salud. Fuente: http://goo.gl/yh24xN


Enlace a esta tira: www.whatsnormalanyway.net/?page_id=344

Del webcomic “What’s Normal Anyway?”de Morgan Boecher:

(Nota: honestamente, no sé qué habrá entendido el interlocutor del protagonista por “hombre trans”; en ese tipo de sitios a veces lo interpretan como mujer trans o travesti, o se sienten confundidos y preguntan “qué sos??”)


LAS PREGUNTAS

del libro Transposes de Dylan Edwards

(Las preguntas que nos hacen a nosotros y a nuestras parejas sexo-afectivas son tan exasperantes que las próximas 5 páginas se dedican casi exclusivamente a eso)

“Se vuelve espinoso porque ni bien abordás a una posible pareja sexual y empieza a hacer él todas las preguntas, se genera una dinámica de poder asimétrica en la cual sentís que te están entrevistando. Me estoy volviendo más hábil en dar vuelta la situación y decir ‘En realidad, no voy a participar en una situación basada en que yo te dé información y espere a ver si me rechazás o me aceptás’.” –Tipo trans anónimo


8 cosas ridículas que los hombres gays [cis] les dicen a los hombres trans 1) “¿Sos hombre trans? Entonces, ¿querés ser mujer?” Alerta roja! Esto te dice todo lo que necesitás saber sobre la comprensión que tiene este tipo respecto a las personas trans. Obviamente no hizo ningún esfuerzo para aprender qué significa ser trans. 2) “No me acuesto con mujeres.” *Respiro profundo* ¿Estás tratándome con el género equivocado a propósito para lastimarme, o el binario de género ha afectado severamente tu vista, cerebro y modales? 3) “¡Siempre quise probar con un chico como vos!” En serio?! Un chico como yo? Bueno, te interesará saber que no soy un sabor de helado. Soy un hombre, tengo sentimientos, y soy más que un fetiche para tu entretenimiento. 4) “Sabía que había un motivo para que fueras tan lindo.” Los estándares cisnormativos de belleza son aburridos, gente. 5) “Perdón, necesito una pija ‘de verdad’.” Mi pija no es un producto de mi imaginación. La última vez que me fijé, funcionaba perfecto. A veces no es muy grande y otras veces tengo que ponérmela con un arnés, pero definitivamente es real. 6) “¿Te operaste?” Uy, dejame adivinar… te dan mucha curiosidad mis genitales. Qué sorpresa. 7) “Lo trans no me cabe.”


“Trans” no es un tipo de música o de actividad física. No hay problema con tener preferencias, pero me acabás de hablar como si fuera un objeto inanimado. Por cierto, los hombres trans y las personas trans en general no somos todxs iguales. Somos personas; sabelo. 8) “Solía salir con mujeres, así que no sos una novedad para mí.” Seh. Por lo que acabás de decir, puedo darme cuenta de que sí soy una novedad para vos. No te lo tomes a mal, pero no vamos a entrar en contacto… para nada. Nunca jamás. Fuente: http://www.pride.com/transgender/2015/10/23/outrageousthings-gay-cis-men-say-trans-men

¿Todavía tenés una vagina?


↑ ¿Cómo se identifica tu pareja?

↖ ¿Quién va a querer salir con vos?

←¿Cómo tenés sexo?

De la serie fotográfica A Series of Questions, de L. Weingarten. En este proyecto –a diferencia de muchos otros que abordan las cuestiones trans– no se objetivizan ni exotizan los cuerpos ni las experiencias de las personas trans, sino que se cuestionan las dinámicas de poder inherentes en algunas de las preguntas que frecuentemente recibimos. Mirá el resto del proyecto y otras obras de lx mismx autorx en: http://lweingarten.com/projects/


Fragmento de una tira mรกs larga de Bill Roundy. Leela en: http://comics.billroundy.com/?p=1116


Lou Sullivan Hasta donde sé, Lou Sullivan fue el primer tipo trans activista que era abiertamente gay. Nació en 1951 en Milwaukee, EEUU, y ya a los 17 empezó a estar con otros hombres gays; en un principio se autodenominó como female transvestite, que sería algo así como “mujer travestida” o “travesti hembra”. Desde 1974, publicó artículos en revistas como Gay People’s Union, incluyendo una respuesta a las críticas de ciertos sectores del feminismo hacia las personas trans. Organizó una de las primeras redes de apoyo para hombres trans y se lo considera una figura clave para la visibilización política de la comunidad transmasculina en los ’80 en EEUU. Al momento que decidió hacer una transición física, a fines de los años ‘70, en su país había que atravesar toda una serie de pruebas en una “clínica del género” para demostrar que unx era trans antes de acceder al servicio de endocrinología o de cirugía. Era sabido que para ser aprobadx unx tenía que acatarse a ciertas narrativas personales: “siempre supe que era trans; en la infancia quería juguetes del ‘otro’ género; una vez que transicione, voy a ser heterosexual”, etc. Lou se negó a mentir, sabiendo que lo iban a rechazar por ser un hombre gay; en efecto, le dijeron que era una mujer heterosexual confundida. Una parte de su trabajo activista apuntó a sacar la homosexualidad de la lista de contraindicaciones para el acceso a cirugías trans. En 1986, a Lou le diagnosticaron sida. Falleció en 1991 cuando tenía 39 años. Poco antes de su muerte escribió “Me dio cierto placer informar a la clínica del género que, aunque desde su programa me dijeron que no podría vivir como un hombre gay, parece que voy a morir como uno”. (Resumido de información proveniente, principalmente, del libro Transgender History de Susan Stryker, que es una académica trans lesbiana)


Fragmento del libro Transposes de Dylan Edwards (Northwest Press, 2012), basado en las vidas reales de ocho hombres trans queers


APUNTES FINALES Recomendación: FTMfucker.com Sitio de porno creado por el actor y director trans James Darling. Los protagonistas son siempre tipos trans o personas transmasculinas –con cuerpos de todo tipo– que cogen con personas de diferentes géneros.

Un saludo especial a las lesbianas trans ❤ Recomiendo el blog de una pareja de tortas (una trans, una cis) de Guatemala que viven en Buenos Aires: http://akntiendz.com/ https://www.facebook.com/akntiendz.chik

Fanzine publicado en julio de 2016 Podés escribir a ofensivotrans@gmail.com



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