* La percepción es ese proceso en el que organizamos e interpretamos los estímulos que nos rodean. Adler, en su libro La Naturaleza Humana dice que “una percepción no puede ser comparada nunca con una imagen fotográfica, porque algo de lo peculiar y de la cualidad individual de la persona que percibe está inextricablemente unido a ello”. Por lo tanto percibir no es recibir, es relacionar lo que se capta del exterior con un significado que se encuentra dentro de nosotros mismos.
* Es importante señalar que la percepción interpersonal es de gran interés en el proceso social, puesto que somos entes sociales que tenemos que convivir a diario con muchas personas y esto no sería posible sino percibiéramos y juzgáramos, así como a nosotros, a los individuos con los que participamos en la sociedad.
* La personalidad del individuo es el resultado de lo que percibe y cómo escoge percibirlo. De esta forma, cada individuo crea una concepción de sí mismo y del mundo que influye en sus conductas y es a lo que Adler denominó “esquema de apercepción o apercepción tendenciosa”. Adler decía que esta concepción del mundo es determinantemente en la elección de comportamientos que nos permitan enfrentar aquello que percibimos.
* Por ejemplo, si alguien cree que una sombra es un animal o algo extraño, su temor es tan intenso que actúa como si ese "algo" realmente existiera. Muchas de estas interpretaciones pueden ser dañinas ya que generalmente el esquema de apercepción es autoreforzador como cuando una mujer cree que "todos los hombres son malos" y se impide a si misma crear una relación sana con alguien del otro sexo. También alguien que sufre de anorexia se ve siempre gorda aunque los huesos salten a la vista.
* Allí radica la importancia de la percepción pues a través de ella interpretamos todo aquello que nos rodea de una forma única y particular. Hacemos suposiciones de aquello que nos rodea basándonos en nuestra experiencia personal.
* Si hacemos una descripciĂłn de un trabajador al que llamaremos "Juan" que siempre llega a su oficina puntualmente, cumple con sus horarios y que incluso se queda trabajando hasta tarde despuĂŠs del horario de salida y, al mismo tiempo, mencionamos a otro al que llamaremos "Pedro" que casi siempre se retrasa unos minutos de su horario, sale siempre temprano y se reĂşne con sus amigos luego de la oficina.
* Nuestras experiencias nos llevarán a imaginar a un "Juan" y un "Pedro" de manera similar a alguien de nuestra oficina o algún otro conocido e incluso, alguien visto en la televisión o de acuerdo al patrón que se tenga en la sociedad. Probablemente imaginamos a "Juan" muy bien vestido, tal vez de anteojos, algo aburrido pero muy responsable y trabajador. Puede ser que hayamos visualizado a "Pedro" vistiendo algo más casual, alegre, bonachón pero algo irresponsable.
* No importa cu谩l imagen hayamos creado en la mente respecto a estos dos personajes, 茅sta responde a lo que se ha experimentado y no a una realidad pues de tal descripci贸n no podemos deducir el tipo de persona que son ellos ni mucho menos la forma en que trabajan. De la misma forma nos creamos ideas de las personas sobre la base de nuestras creencias las cuales no son la realidad sino una interpretaci贸n de lo que vivimos.
* De esta manera nos formamos imĂĄgenes de las personas, predecimos su comportamiento en ciertas situaciones y seleccionamos lo que, segĂşn nuestro punto de vista, es la mejor manera de acercarnos a ellas, influirlas o comunicarnos. A menudo, cuando interpretamos la informaciĂłn, vemos o escuchamos lo que esperamos ver o escuchar, en lugar de tratar con hechos objetivos.
* Nuestra capacidad de interpretar las experiencias es válida únicamente en nosotros mismos. Un observador externo puede interpretar y clasificar las ideas de los demás pero esto es erróneo, puesto que para comprender la conducta de otros necesitamos conocer la interpretación que ellos realizan de los acontecimientos que experimentan.
* El punto es que cada quien interpreta de forma particular. No podemos esperar que las personas piensen o actĂşen como nosotros creemos que deben actuar pues nosotros interpretamos las situaciones de una forma distinta a como ellos las perciben y cada quien cree que esa es la realidad verdadera.
* Si tomamos en cuenta lo anterior, nuestras interpretaciones determinan nuestro pensamiento, nuestros sentimientos y nuestra forma de comportarnos. Adler se帽al贸 que respondemos de forma activa y creativa a las distintas influencias que afectan nuestra vida. No somos objetos inertes que aceptamos pasivamente el mundo exterior. Interpretamos y seleccionamos las circunstancias que nos rodean y sobre esta base determinamos lo que queremos lograr respecto a ellas.
* En otras palabras, la conducta humana está dirigida hacia un propósito y si tratamos de entender la conducta de una persona desde su percepción particular, es más útil preguntarnos ¿para qué utiliza la conducta? En vez de ¿qué causó la conducta? El proceso de formación de una meta está basado en un esquema de apercepción, la persona interpreta algo de su alrededor, establece una meta dentro de ese ambiente y elige una conducta para lograrla.
* Esto es diferente cuando buscamos “causas” de la conducta. Uno de los mayores errores es la tendencia a buscar las causas de la acción de una persona puesto que la forma en que ésta se conduce está influenciada por su forma de percibir un estímulo.
* Por ese motivo para Adler las causas no son mĂĄs importantes que los fines, pues las causas son situaciones que aunque constituyen una influencia las mismas son interpretadas de forma particular. Adler creĂa firmemente que no somos las vĂctimas indefensas de nuestra mente inconsciente, de nuestro pasado ni de las circunstancias actuales. Opinaba que podemos establecer un plan con objetivos definidos y medios apropiados para lograrlos.
* En un análisis causal de la conducta las personas se convierten en "víctimas" de las circunstancias mientras que si entendemos la conducta desde el fin que la persona persigue, ésta se convierte en responsable de sus propias interpretaciones y por consiguiente sus decisiones. Este pensamiento hace de la Psicología Individual una teoría teleológica y no causal.
* La mayorĂa de nosotros no somos conscientes de los fines de nuestras conductas, sĂłlo reaccionamos a las circunstancias justificando asĂ nuestro comportamiento en las mismas. Los seres humanos somos capaces de elegir y tomar decisiones y en la medida que seamos conscientes de nuestros fines responderemos responsablemente ante las consecuencias de tales decisiones.
* La percepción es el proceso por el cual interpretamos los estímulos que llegan hasta nosotros. La lección más importante que debemos aprender de la percepción es que nadie tiene una percepción totalmente exacta. Discutir respecto a lo que diferentes personas vieron u oyeron es a menudo inútil. Es mejor tomar las ideas que pueden enriquecer nuestro conocimiento.
* Para establecer relaciones interpersonales exitosas debe iniciarse por conocernos a nosotros mismos sobre todo en la forma que captamos el mundo exterior porque al hacerlo comprendemos nuestros propios juicios sobre todo aquellos que nos creamos respecto a otros. Además, a partir del conocimiento de lo que haríamos en condiciones similares a los de otros, estamos en mejor situación de comprender los motivos e intenciones de los demás
* Por lo tanto no solamente se trata de percibir a alguien, sino analizar su entorno, nuestros prejuicios, los estereotipos y la intención con que llevan a cabo sus acciones. Como administradores debemos comprender la forma en que vemos las situaciones y si ésta difiere de la forma en que los demás las ven, verificar nuestras percepciones objetivamente y examinar los aspectos que influyen en la misma. Tratar de ponerse en el lugar de los otros, ayuda a comprender la percepción de otros y ser más tolerante con los demás.
* Breve explicaci贸n del tema que trata:
(m谩ximo 2 hojas) Nombre del archivo: (recuerde que el pdf o doc se encuentra ubicado en la carpeta de Lecturas Complementarias)