Influencia de los medios de comunicación en la opinión de la población española

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Universidad Camilo José Cela. Facultad de Ciencias de la Salud. Departamento de Psicología. Autora: Olga Centelles González. Director: Francisco Pérez Fernández. Convocatoria: Junio 2014

INFLUENCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA OPINIÓN DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA SOBRE LA CRIMINALIDAD ESPAÑOLA.


RESUMEN En muchas ocasiones las personas tienen una idea errónea de la criminalidad que se da en el país. Una de las fuentes de información sobre delitos a la que tienen acceso todas las personas son los medios de comunicación, los cuales a veces muestran una imagen de la delincuencia que no es del todo veraz. En esta investigación se pretende averiguar qué opinión tienen los sujetos sobre la delincuencia que tiene lugar en España y si esta opinión se ve influenciada por la información transmitida por los medios de comunicación. Además, también se pretende contrastar si en la información sobre delitos que tienen intervienen las propias experiencias o las experiencias de personas del entorno. Para ello se ha utilizado una muestra de 300 sujetos elegidos de manera aleatoria con el simple requisito de que no estuvieran relacionados, o bien por su trabajo o por los estudios que realizaban, con la justicia o el mundo del crimen. Los resultados obtenidos muestran que los medios de comunicación son una fuente principal de información para las personas y que influyen en el delito que estas creen que más se da en España.

Palabras claves: medios de comunicación, delitos, seguridad en España, criminalidad, miedo al delito.

ABSTRACT. In many occasions the persons have an erroneous idea of the criminality that is given in the country. One of the sources of information about crimes to which they have access all the persons are the mass media, which sometimes show an image of the delinquency that is not completely veracious. In this investigation one tries to verify that the subjects have opinion about the delinquency that takes place in Spain and if this opinion meets influenced by the information transmitted by the mass media. Besides, also it is tried to confirm if in the information about crimes that have there intervene the own experiences or the persons' experiences of the environment. For it there has been in use a sample of 300 subjects chosen of a random way with the simple requirement of which they were not related, or for his work or for the studies that they realized, with the justice or the world of the crime.

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The obtained results show that the mass media are a principal source of information for the persons and that they influence the crime that these believe that more it is given in Spain.

Key words: mass media, crimes, safety in Spain, criminality, fear of the crime.

INTRODUCCIÓN Todo ciudadano se crea su propia imagen a cerca de la criminalidad que tiene lugar en donde vive. En dicha imagen interfieren varios factores importantes: la propia experiencia o bien la de personas cercanas, la información que recibe a través de los medios de comunicación, sus propios constructos ideológicos y culturales, y sus estilos atribucionales (Soto, 2005a). La intensidad de la preocupación de la población sobre la delincuencia u otros temas considerados como “de interés general” está directamente relacionada el poder de penetración social y comunicativa del medio. Este poder viene relacionado con 3 esferas de actuación: mensajeros de noticias, escenarios donde tiene lugar una discusión pública e instituciones que tienen el poder de crear opinión (D´ Adamo y García, 2007). Algunos autores otorgan a los medios el poder de “producir realidad” (Paricio, Núñez, y Rodríguez, 2012; Vinuesa 2008). Otros tan solo les responsabilizan de transmitir ideas a la población que reciben esta información a través de su televisor o el periódico (Fuentes, 2005). Cada medio crea una noticia teniendo en cuenta sus propias necesidades, carencias y tendencias políticas (Vázquez, 2006; Benavides, 2008). Los

medios

de

comunicación

hace

aproximadamente

treinta

años

representaban su profesión a través de tres aspectos: neutralidad, independencia y ser simples vehículo transmisores de la información. Hoy en día esto no se ve reflejado en el periodismo ya que elaboran una información como producto a partir de la que han obtenido previamente, que es la que años atrás sería transmitida (Benavides, 2008). En la actualidad el Código Deontológico de periodismo enmarca la objetividad como un principio fundamental. Como se puede observar en la mayoría de los medios de comunicación esta objetividad se convierte en una utopía

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profesional ya que el mensaje del periodista esta, la mayoría de las veces, cargado de subjetividad. Algunos periodistas creen que la plasmación objetiva de la noticia merma su profesión, que les convierte en meros intermediarios. Otro aspecto que aparece en este Código Deontológico es que se debe separar los intereses del medio del trabajo del periodista para así no degradar la información transmitida a los espectadores y hacerles llegar una información lo más veraz posible

(Vázquez,

2006).En ocasiones, si el periodista escribe una noticia que no se encuadra dentro de la línea editorial del medio la empresa no le permite su publicación (Fonseca, 2006). Las características sobre la información que los medios proporcionan son: imagen distorsionada de la realidad en general, como ya se ha hecho mención anteriormente, y del delito en particular; reflejan datos que no se asemejan a los estadísticos oficiales, crean estereotipos; hacen creer en una ola de delitos inexistente; generan preocupación e inseguridady etcétera (D´ Adamo y García, 2007; Fuentes, 2005; Inácio Thomé, 2004; Soto, 2005a; Soto, 2005b; Varona, 2011). Los estereotipos suelen ir encaminados a culpabilizar de los crímenes a extranjeros o personas de determinadas etnias, o a exponer características sobre las personas que cometen el delito, así como acerca de sus víctimas, alejadas de las circunstancias que tienen lugar en la realidad (Fuentes, 2005; Soto, 2005a; Soto, 2005b). Existen discrepancias entre autores en cuanto al proceso de selección que realizan los medios de comunicación para el noticiario que van a presentar en cada momento. Pese a ello existen dos posiciones fundamentales. La primera de ellas es la expuesta por Soto (2005b) quien argumenta que los medios de comunicación siguen una serie modelos prestablecidos a la hora de seleccionar y ofertar noticias: 1. Modelo de conciencia: tienen clara la idea de que el único medio a partir del cual las personas sabrán algo cerca de un tema será enterarse a través de la prensa. 2. Modelo de prelaciones: La importancia que se otorga a cada tema es influenciada por los medios. 3. Modelo de relevancia: realizan un proceso de selección a partir del cual eligen unos determinados aspectos de la información y eliminan otros. Con ello consiguen una deformación de la percepción de las audiencias sobre el tema en cuestión.

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4. Modelo de articulación de pre-opiniones latentes: esto tiene lugar cuando los medios hacen uso de la popularización de determinados estereotipos y favorecen que los ciudadanos que no tienen ninguna opinión previa, sobre el tema que se está tratando coja acepten lo expuesto por el medio como si se tratara de un punto de vista propio. La manifestación más directa de sus efectos es la repetición por parte del espectador de comentarios que ha oído en la prensa.

Otros autores, en segundo término, apoyan la idea de la existencia de la llamada agenda-setting. Este concepto es entendido como el proceso a través del cual la prensa determina los temas sobre los que va a informar y sobre los que se va a hablar en un momento dado. Esta selección se realiza teniendo en cuenta varios aspectos entre los que a menudo no se encuentra la verdadera importancia que dicho tema tienen para la población (Soto, 20005b; Varona, 2011). Esto lo hacen en conjunto agentes sociales, económicos y políticos destacados. Determinan que temas van a preocupar a la sociedad y cuales silencian (Rodríguez, 2011; D´Adamo y García, 2007; Fonseca, 2006). Muchas veces esta elección se ve influenciada por determinados partidos políticos, quienes establecen los temas a tratar teniendo en cuenta cuáles son sus objetivos en cada momento. Este fenómeno a veces ocurre de manera inversa, es decir, son los medios los que eligen los temas con el propósito de que el partido político que se encuentre en el poder realice determinados cambios en materia política y, en el caso que nos ocupa, en el ámbito de la política criminal (Soto, 2005b). La

información

recibida

a

través

de

los

medios

de

comunicación,

conjuntamente con la propia experiencia o la ajena crea lo que recibe el nombre de “percepción social de la delincuencia”, es decir, la situación en la que se encuentra la criminalidad según la ciudadanía, y que puede coincidir o no con la realidad del asunto (D´Adamo y García, 2007. La influencia ejercida por los medios de comunicación en la audiencia varía según la persona y medio (Rodríguez, 2011. La interpretación que una persona hace de la información que recibe a través de la prensa es denominada por expertos en psicología, sociología como framing. Concepto referido al poder de los medios para dirigir la forma de pensar de las personas sobre determinados temas (Varona, 2011). Otras autores definen el proceso framing como el origen de determinados marcos y la difusión de los mismos por parte de los medios de comunicación. El framing explica el fenómeno de la creación de una

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perspectiva de los acontecimientos por parte de las personas influenciado por el marco utilizado por los medios. En conclusión, el efecto framing se entiende como la capacidad de los medios para producir diferentes conclusiones en su audiencia según la forma en la que les presentan la información (D´ Adamo y García, 2007). La literatura sobre la evolución de la delincuencia en España (García, Díez, Pérez, Benítez, y Cerezo, 2010) apunta a que nuestro país es uno de los más pesimistas en cuanto a la relación existente entre las tasas reales de delincuencia y el miedo al delito de sus ciudadanos. Es decir, la población española cree que la delincuencia ha ascendido cuando la realidad es otra bien diferente. Esto es debido a que los medios, aunque a veces de modo no intencional, presentan una imagen distorsionada sobre la violencia social. Esto hace que la sociedad piense que el crimen y el delito son mayores de lo que realmente son en realidad (D´ Adamo y García, 2007). Esta violencia que aparece en los medios forma parte no solo de la información en cuanto que ofrecen los medios, sino también de su propuesta de entretenimiento (Pérez, 2007). García et al. (2010), por su parte, afirman que la visión errónea que por lo común tiene la población española en torno a la realidad de la criminalidad se debe a las numerosas noticias sobre hechos delictivos que aparecen en los medios de comunicación. A su vez, quitan importancia a la tesis de que el motivo de esta percepción errónea del ciudadano

se deba a su propia experiencia, a la de sus

allegados, o a la de otras personas conocidas. Fuentes Osorio (2005) otorga aspectos positivos y negativos al papel de la prensa a la hora de informar sobre fenómenos delincuenciales. Entre los positivos encontramos la función de avisar sobre un problema social existente, poniendo a su vez los límites entre los que se encuentra el mismo. Otro de los aspectos a favor de los medios de comunicación es el poder de crear un debate sobre el tema que se está tratando, lo que proporcionaría una diversidad de opiniones tanto sobre los motivos de su aparición, así como sobre la manera de erradicar dicho problema. Por otro lado encontramos multitud de aspectos negativos entre los que se encuentran convertir determinadas noticias en foco de atención aun cuando estas cuentan con inexactitudes y que modifican los hechos según los intereses de aquellas personas que controlan los medios.

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MIEDO AL DELITO Según Inácio Thomé (2004) los ciudadanos obtienen información sobre el estado de la delincuencia a través de los medios de comunicación hecho que influye notablemente en el miedo de estos al delito. El miedo al delito puede definirse como la percepción que tiene el sujeto sobre la eventualidad de convertirse en víctima de un delito (Soto, 1995a). El desorden social, entendido como aquellos factores o situaciones que alteran el buen funcionamiento de un lugar como por ejemplo la prostitución o la venta de drogas en un barrio, así como la percepción del riesgo de victimización poseen una gran influencia sobre este hecho. Otro elemento de peso que apuntan algunos autores es el haber sido víctima de algún delito o conocer a alguien que lo haya sido (Medina, 2003). Los medios de comunicación necesitan mantener una audiencia estable por lo que utilizan las emociones para atraer la atención de las personas. El miedo en la población es una variable importante en este control emocional que hace que las personas necesiten informarse sobre la delincuencia, cosa que hacen a través de los medios de comunicación (Ordóñez, 2006). La transmisión de una noticia de forma inmediata es un elemento esencial para la implicación emocional de la audiencia y por consiguiente su consumo del medio de manera frecuente. Además, recurren en muchas ocasiones a lo llamativo, excepcional, lo insólito, enfatizando lo que capte el interés del espectador así como su fascinación (Ahumada, 2012). Es por ello que determinados delitos, como el asesinato, tienen un gran peso en los noticiarios de los medios de comunicación, gozando de especial importancia aquellos que son más macabros (Rodríguez, 2008). Además, el medio tiende a dotar a la información de una carga de dramatismo que aumenta el interés por parte de la audiencia (Soto, 2005a). Soto (2005) hace referencia a cinco variables que influyen de manera considerable sobre el miedo al delito: 1. Circunstancias personales. 2. Factores ambientales 3. Factores socioeconómicos. 4. Victimización previa de él mismo. 5. Victimización de personas cercanas.

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Fuentes Osorio (2005) considera que los medios favorecen el desarrollo de miedo y preocupación de las personas sobre el delito. Además, existen cuatro factores importantes que influyen en estos pensamientos: experiencia personal, confianza en la seguridad existente, características de la propia persona y factores ambientales. Uno de los errores más comunes que cometen algunos individuos es el de igualar la seguridad percibida con las ideas subjetivas sobre la calidad y el tipo de delincuencia que tiene la persona en un momento determinado (Fraile, 2011). El miedo al delito provoca cambios en la forma de actuar de las personas que, buscando evitar ser víctimas de un delito, modifican sus costumbres y patrones de conducta habituales. Tales cambios afectan, como es de suponer, tanto a su calidad como a su estilo de vida. El proceso, por lo demás, opera tanto a nivel individual como a nivel colectivo, provocando que las personas eviten determinados sitios públicos y, con ello, se reduzcan las interacciones sociales del día a día (Soto, 2005a). La percepción del riesgo de victimación que tiene cada persona es un factor determinante a la hora de desarrollar miedo al delito. Esta cifra suele estar poco relacionada con la criminalidad registrada judicialmente o en fuentes policiales. (García et al, 2010) Este riesgo de victimación es influido de manera considerable por el desorden social (Medina, 2003). Como aludíamos con anterioridad, uno de los aspectos importantes a la hora de determinar la percepción que cada persona tiene sobre la delincuencia son las informaciones inconsecuentes, incompletas o divergentes transmitidas por los medios de comunicación, que a su vez reciben numerosas críticas sobre las informaciones desde diferentes vías (Ahumada, 2012; Rodríguez, 2008). Tanto las Instituciones Públicas como expertos en la materia achacan a menudo a los medios de comunicación que sus noticias están cargadas de prejuicios, sesgos, estereotipos y valoraciones subjetivas (Rodríguez, 2008). Este problema intentó solventarse en el año 2007 (Rodríguez, 2008). La entonces vicepresidenta del gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega, firmó un convenio de colaboración con los medios de comunicación para que estos se comprometiesen para tratar de manera adecuada las noticias relacionadas con sucesos de violencia de género (Rodríguez, 2008). Con este acuerdo tan solo se estaba regulando la cantidad y calidad de las noticias sobre estos hechos. Sin embargo, el resto de noticiario quedaría en manos de la línea editorial de la que disponga cada medio.

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Las políticas criminales españolas también consideran la información que otorgan los medios de comunicación a la población como una fuente esencial para la evolución que se ha producido tanto en el proceso como en el sistema penal en estos últimos años (Varona, 2011). Este dato se refleja en la investigación realizada por Soto (2005b.) en la que se muestra, efectivamente, que la prensa influye de manera considerable y no siempre para bien en la política criminal de los Gobiernos. Los

medios,

de

hecho,

también

pueden

ocasionar

cambios

en

el

funcionamiento de un país como el de producir altos costes políticos, generar un aumento de agentes o propiciar una reforma legislativa (Soto, 2005 a). Aebi y Linde (2010), en su trabajo sobre las encuestas de victimación y criminalidad europeas, consideran oportuno que estas políticas criminales se basen en las encuestas de victimación antes que en los datos “objetivos” con los que cuenta el Estado. Hoy en día esto no se suele hacer en España, donde los gobernantes suelen dotarse de fuentes alternativas para determinar la evolución de la delincuencia. Parece que con la realización de encuestas se corre el riesgo de que los distintos partidos políticos interfieran en los resultados en el caso de que estos no ayuden a la consecución de sus objetivos. Esto se haría por miedo de que salgan a la luz a través por ejemplo de los medios de comunicación (Aebi y Linde, 2010; Soto, 2005a). Esto se encuentra en concordancia con lo expuesto por algunos autores sobre los medios, en la medida que tienen el poder de “producir realidad” (Pérez, 2007; Paricio, Núñez, y Rodríguez, 2012). En su tesis doctoral Inácio Thomé (2004) expone que los medios de comunicación son de suma importancia a la hora de que una persona determine su estilo de vida ya que influyen de manera considerable en sus expectativas y actitudes. Vinuesa Tejero (2008) concreta más sobre el papel de los medios de comunicación, otorgándoles peso como medio de aprendizaje y socialización política. Siguiendo la línea de Inácio Thomé, Fonseca de Roca (2006) apunta que en los procesos de comunicación interfieren muchos factores psicológicos entre los que encontramos las actitudes, que proporcionan una determinada respuesta en una persona hacia una determinada situación. A través de este proceso actitudinal las personas se crean una imagen mental sobre la realidad. Estas actitudes establecen, a nivel colectivo, unas determinadas relaciones entre las personas. Llega un momento que las personas, debido a la influencia de los medios de comunicación, no toma las decisiones por sí mismas si no que es el medio quien lo hace por ellas. Por lo que Fonseca (2006) señala que los medios de comunicación son

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formadores de características personales, actitudes de las personas ante sus vidas, de sus valores y también de las relaciones de estas con otras personas. Sin embargo, las consecuencias que pueda producir la prensa en las personas no es uniforme, pues interfieren determinados aspectos como son la propia experiencia o bien a qué personas y a qué lugar hace referencia la noticia (Fuentes, 2005). Cuanto menor es esta experiencia directa sobre un determinado tema mayor es la influencia que ejerce el medio de comunicación sobre estas personas (D´ Adamo y García, 2007). Autores como Varona (2011) apuntan a la existencia de una mitología sobre la criminalidad creada por los medios de comunicación. Estos mitos son: aumento constante del fenómeno criminal, los que cometen algún delito utilizan la violencia y son criminales con un alto grado de peligrosidad y, por último, la justicia española es muy indolente o complaciente con los criminales.

MÉTODO Muestra La muestra de la que se dispone está compuesta por un total de 300 personas, 150 hombres y 150 mujeres. La muestra ha sido elegida de manera aleatoria, únicamente con el criterio de que ningún sujeto tuviese un trabajo relacionado con el ámbito de la delincuencia, es decir, psicólogos, abogados o criminólogos. También se ha descartado aquellas personas que estuviesen estudiando alguna carrera relacionada con el ámbito criminal. De este modo se han evitado los posibles sesgos a la hora de cumplimentar el cuestionario. La muestra se ha agrupado teniendo en cuenta la edad de los sujetos, dividiéndolos así en tres grupos. También, se ha tenido en cuenta la accesibilidad de la muestra para realizar dicha división. El primer grupo lo formarían adolescentes de entre 18 y 30 años, el segundo jóvenes entre 20 y 35 años, un tercer grupo formado por personas de entre 31 y 50 años y por último uno formado por personas mayores de 51. El objetivo que se persigue es averiguar si los medios de comunicación influyen en la opinión que tienen las personas acerca de la criminalidad en España. Además, también se pretende averiguar si la información que estos medios de comunicación transmiten a la población es veraz.

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A continuación se muestra una tabla clarificadora acerca de las características de la muestra que se quiere utilizar: Tabla 1: muestra por grupos y sexo. Edad sujetos

Mujeres

Hombres

Total

18-30

50

50

100

31-50

50

50

100

51 en adelante

50

50

100

Total

150

150

300

Instrumentos Para la realización de esta investigación se ha hecho uso de un cuestionario elaborado ad hoc a partir de una revisión de las estadísticas sobre criminalidad oficiales disponibles (véase anexo I). También se han tenido en cuenta los datos proporcionados por varios artículos científicos en los que se hace referencia a aspectos relacionados con el tema de estudio. El cuestionario consta de un total de 20 preguntas. Todas ellas son de carácter cerrado. Hay algunas que se les da tres o cuatro opciones para que elijan una de ellas y en otros casos las respuestas son dicotómicas, de Si o No.

ANÁLISIS DE RESULTADOS Y DISCUSIÓN. La muestra con la que se cuenta se divide en tres grupos según la edad de los sujetos. Además esta muestra está dividida entre hombres y mujeres a igual porcentaje. Del total de la muestra el 65,3% de la muestra creen conocer a alguien que transgredido la ley alguna vez a lo largo de su vida como afirman en el ítem 1. Cuando se les pregunta sobre si España es un país seguro el 60,7% piensa que si que lo es en comparación al resto de países del mundo. En contra posición, el ítem que hace referencia a si España es un país peligroso, un 21,7% piensan que sí que lo es a diferencia del 78,3% que contestó que no era peligroso. Además, el 82,3% de la muestra piensa que ha aumentado la delincuencia en España. Si analizamos si tiene relación la opinión de las personas sobre la seguridad en España y si esto se relaciona con su experiencia previa de haber sido víctimas se puede observar que las que no han sido víctimas de ningún delito tienen puntuaciones

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mayores en las dos variantes y se reparten de manera homogénea en los tres grupos. Además, de las que han sido víctima, excepto en el caso del segundo grupo, existe un mayor número de personas que apoyan la idea de que España es un país seguro (véase Gráfico 1). Cabe señalar que un 65% de la muestra no han sido víctimas de ningún tipo de delito. Gráfico 1: Relación muestra entre las personas que han sido víctimas o no y la opinión de si España es un país seguro.

SUJETOS

150 100 50 0 Grupo 3

E.S-V 18

E.S-NV 40

E.I-V 15

E.I-NV 27

Grupo 2

16

42

19

23

Grupo 1

24

42

13

21

Para intentar descubrir si la experiencia de personas cercanas influye más que la experiencia propia, se analiza esta vez si la variable España seguro y la de conoce a alguna víctima guardan alguna relación. En los tres casos, las personas que conocen víctimas de algún delito piensan que aun así están en un país seguro. Lo mismo pasa con la gente que no conoce a ninguna persona que haya sido víctima de algún delito, la mayoría opina que es un país seguro (véase Gráfico 2). En este caso un un 80,7% de la muestra sí que conocen alguna persona que ha sido víctima de un delito. Respecto a esto último se les preguntó y la mayoría respondieron que habían sido víctimas de delitos de robo y hurto. Gráfico 2: Relación muestra entre las personas que si conocen o no a una víctima y la opinión de si España es un país seguro.

SUJETOS

150 100 50 0 Grupo 3

E.S-CV 43

E.S-NCV 15

EI-CV 36

EI-NCV 6

Grupo 2

46

12

31

11

Grupo 1

56

10

30

4

12


Para observar si existe diferencia entre sexo y grupo de edad podemos observar la Gráfico 3. Tanto los hombres como las mujeres de todos los grupos opinan que España es un país seguro. No existe una gran diferencia en los datos obtenidos entre los grupos y el sexo de la muestra. Gráfico 3: Diferencia entre sexos en cuanto a su opinión de si España es un país seguro.

100 SUJETOS

80 60 40 20 0 Grupo 3

E.S-H 30

E.S-M 28

E.I-H 20

E.I-M 22

Grupo 2

28

30

22

20

Grupo 1

33

33

17

17

En el grupo 1, tanto los que piensan que España es segura como, por el contrario, que España no es segura son los que reciben noticias sobre delitos de manera muy continuada. No existen diferencias muy grandes entre los diferentes grupos de edad ni en la cantidad que reciben noticias sobre delitos (véase Gráfico 4). La frecuencia con la que reciben noticias sobre delitos es alta en un 48,3% de los casos, media en un 33,7% y baja en un 18%. Gráfico 4: Opinión de los sujetos sobre si España es segura y la frecuencia con

SUJETOS

la que reciben noticias sobre delitos.

90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 Grupo 3

E.S-B 18

E.S-M 16

E.S-A 27

E.I-B 7

E.I-M 11

E.I-A 24

Grupo 2

11

18

29

7

18

17

Grupo 1

7

26

33

7

12

15

13


Como se puede observar en la tabla 2, al relacionar la frecuencia con que la persona recibe noticias de delitos y la frecuencia con la que lee o ve la significación en ambos caso es menor a 0,05 por lo que existe una correlación entre estas variables. El signo de la correlación se puede observar en la Correlación de Pearson. En el primer caso, donde se relacionan la frecuencia con la que recibe noticias y la frecuencia con la que lee se observa la existencia de una relación baja ya que la correlación de Pearson se encuentra entre 0 y 0,30 (0,251). En el caso de la relación entre frecuencia con la que se reciben noticias y la frecuencia con la que se observa que la relación que guardan estas variables es media ya que la Correlación de Pearson se encuentra entre el intervalo de 0,3 y 0,7 (0,426) que es el que le corresponde a las variables que guardan este tipo de relación. Es decir, la televisión seguramente será la fuente principal de la que reciben información sobre delitos en España la población que conforma la muestra. Tabla 2: Correlación entre

la frecuencia con la que reciben noticias y la

frecuencia con la que ven la televisión y leen el periódico.

Frecuencia noticia Frecuencia noticia

Correlación de Pearson

Frecuencia lee ,251**

,426**

,000

,000

300

300

300

**

1

,248**

1

Sig. (bilateral) N Frecuencia lee

Frecuencia ve

Correlación de Pearson

Frecuencia ve

,251

Sig. (bilateral)

,000

N

300

300

300

**

**

1

Correlación de Pearson

,426

,000

,248

Sig. (bilateral)

,000

,000

N

300

300

300

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).

Es significativo observar que aunque muchos tienen como fuente principal sobre información de delitos la televisión en el caso de los periódicos el grupo 1 tan solo 2 personas lo utilizan como su fuente principal. Además, las mujeres leen más periódicos que los hombres, tanto en el grupo 2 como el del 3. También, las mujeres obtienen mayor información por parte de la gente acerca de los delitos que suceden en el país. Los más jóvenes son los que reciben la información a través de otros medios que no son la televisión, la gente o los periódicos (véase Gráfico 5).

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Gráfico 5: Fuente de información sobre delitos según el sexo.

SUJETOS

45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 Mujeres

Hombres

TV-1 TV-2 TV-3 42 36 37 42

43

45

G.1 3

G.2 6

G.3 2

P.1 1

P.2 7

P.3 9

O.1 4

O.2 1

O.3 2

4

1

0

1

5

4

3

1

1

Como se observa en la Gráfico 5 la televisión es la fuente principal de información de los delitos que ocurren en España de un 81,7% de la muestra. La siguiente fuente de información es el periódico con un 9%. A colación de las respuestas obtenidas, se les pregunto sobre la frecuencia con la que leen o ven la televisión. La respuesta obtenida fue la siguiente: -

40,7% leen el periódico en una de vez en cuando, el 26% de forma muy habitual y el 33,3 % leen poco los periódicos.

-

Un 54,7% ven la televisión con una frecuencia alta, un 33,7 de manera moderada y un 11,7 baja. Como observamos en la tabla 3 que representa a la prueba de chi-cuadrado,

existe una relación significativa ya que el nivel de significación es inferior a 0,05. El grado de significación expresado en porcentajes nos indica que los que ven la televisión con una frecuencia alta son los que reciben mayor número de noticias acerca de los delitos que tienen lugar en nuestro país. Tabla 3: Prueba Chi-Cuadrado frecuencia recibe noticia y frecuencia con la que ve la televisión. Frecuencia ve Baja Frecuencia noticia

Baja

Recuento % dentro de Frecuencia noticia % dentro de Frecuencia ve

moderada

Alta

Total

17

23

14

54

31,5%

42,6%

25,9%

100,0%

48,6%

22,8%

8,5%

18,0%

15


moderada

Recuento % dentro de Frecuencia noticia % dentro de Frecuencia ve

Alta

52

39

101

9,9%

51,5%

38,6%

100,0%

28,6%

51,5%

23,8%

33,7%

8

26

111

145

5,5%

17,9%

76,6%

100,0%

22,9%

25,7%

67,7%

48,3%

35

101

164

300

11,7%

33,7%

54,7%

100,0%

100,0%

100,0%

100,0%

100,0%

Recuento % dentro de Frecuencia noticia % dentro de Frecuencia ve

Total

10

Recuento % dentro de Frecuencia noticia % dentro de Frecuencia ve

Si realizamos el Chi-Cuadrado pero esta vez con respecto a la frecuencia con la que leen los periódicos obtenemos que también existe una relación significativa ya que el nivel de significación es inferior a 0,05. Observando los porcentajes de la tabla (véase tabla 4) se puede observar que las personas de la muestra que reciben un alto porcentaje de noticias sobre delitos también lee a menudo periódicos.

Tabla 4: Prueba Chi-Cuadrado frecuencia recibe noticia y frecuencia con la que leen los periódicos.

Frecuencia lee baja Frecuencia noticia

Baja

Recuento % dentro de Frecuencia noticia % dentro de Frecuencia lee

Moderada

Recuento % dentro de Frecuencia noticia % dentro de Frecuencia lee

Alta

Recuento % dentro de Frecuencia noticia % dentro de Frecuencia lee

moderada

alta

Total

33

12

9

54

61,1%

22,2%

16,7%

100,0%

33,0%

9,8%

11,5%

18,0%

26

60

15

101

25,7%

59,4%

14,9%

100,0%

26,0%

49,2%

19,2%

33,7%

41

50

54

145

28,3%

34,5%

37,2%

100,0%

41,0%

41,0%

69,2%

48,3%

16


Total

Recuento % dentro de Frecuencia noticia % dentro de Frecuencia lee

100

122

78

300

33,3%

40,7%

26,0%

100,0%

100,0%

100,0%

100,0%

100,0%

Como se puede observar en el gráfico 6 tanto en el caso de los hombres como el de las mujeres ambos opinan que los delitos que más se dan en España son el robo y la corrupción. Para el primer grupo el delito que más se da es la corrupción, como en el caso de los otros dos. La respuesta de la muestra en su conjunto sobre el delito que más se comete en España las respuestas son: -

49% piensan que el delito que más se da es la corrupción.

-

Un 41,7% piensa que es el robo el delito que más se da en España.

-

Tan solo un 9,3 % piensa que son los delitos de violencia de género los que más se dan en el país.

SUJETOS

Gráfico 6: Segmentación de muestra según el delito que más se da en España.

80 70 60 50 40 30 20 10 0

Robo-H

Robo-M

V.G-H

V.G-M

Corrupción Corrucpión -H -M 26 17

Grupo edad 3

19

23

5

10

Grupo edad 2

22

23

3

4

25

23

Grupo edad 1

20

18

3

3

27

29

Se puede deducir a través de la tabla 5 que las noticias sobre delitos las reciben, en su mayoría, a través de los medios de comunicación. Esto se deduce porque el nivel de significación en ambos casos es inferior a 0,05 por lo que la relación entre ambas es significativa. Atendiendo a la media la variable más importante es la frecuencia con la que las personas que conforman la muestra ven la televisión. Además, la correlación de Pearson nos indica la covarianza. En ambos casos la correlación es positiva por lo que cuando una variable asciende la otra también y cuando una desciende la otra también. Es decir, cuanto mayor es la frecuencia con la

17


que leen los periódicos y ven la televisión mayor es la frecuencia con la que reciben noticias de delitos.

Tabla 5: T-Student para muestras relacionadas entre la frecuencia con la que las personas de la muestra reciben noticias sobre delitos y la frecuencia con la que leen el periódico o ven la televisión. Correlaciones de muestras emparejadas N Par 1

Frecuencia noticia & Frecuencia lee

Par 2

Frecuencia noticia & Frecuencia ve

Correlación

Sig.

300

,251

,000

300

,426

,000

Prueba de muestras emparejadas Diferencias emparejadas 95% de intervalo de

Media

Media de

confianza de la

Desviación

error

diferencia

estándar

estándar

Inferior

Sig.

Superior

t

gl

(bilateral)

Par Frecuencia 1

noticia -

,377

,933

,054

,271

-,127

,778

,045

-,215

,483 6,990

299

,000

299

,005

Frecuencia lee Par Frecuencia 2

noticia Frecuencia ve

-,038

2,818

Cabe resaltar que independientemente de la fuente de la que las personas reciben la información el delito que más se da en España para todos es la Corrupción. Además, también es reseñable que la mayoría de la muestra recibe la información sobre delitos a través de la televisión siendo esta la fuente más elegida en el cuestionario (véase tabla 6).

18


Tabla 6: Pruebas de Chi- Cuadrado con las variables delito que más se da en España y la fuente de la que recibe la información sobre delitos la muestra.

Fuente hablando con otra televisión Delito

Robo

más

Recuento % dentro de Delito más % dentro de Fuente

violencia de

Recuento

género

% dentro de Delito más % dentro de Fuente

corrupción

Recuento % dentro de Delito más % dentro de Fuente

Total

Recuento % dentro de Delito más % dentro de Fuente

gente

periódicos

Otros

Total

107

6

8

4

125

85,6%

4,8%

6,4%

43,7%

37,5%

29,6%

33,3%

41,7%

21

0

7

0

28

75,0%

0,0%

25,0%

0,0% 100,0%

8,6%

0,0%

25,9%

0,0%

9,3%

117

10

12

8

147

79,6%

6,8%

8,2%

47,8%

62,5%

44,4%

66,7%

49,0%

245

16

27

12

300

81,7%

5,3%

9,0%

100,0%

100,0%

3,2% 100,0%

5,4% 100,0%

4,0% 100,0%

100,0% 100,0% 100,0%

Un 96% de la muestra opina que en los medios de comunicación sí que aparece un delito con mayor frecuencia que los demás. De este 96% un 66,7% opina que es la corrupción, el 20,5 % piensa que es la violencia de género, un 12,2% los robos y un 0,7% opina que ninguno de estos tres. La significación entre los dos pares que aparece en la tabla 7 es inferior a 0,05 por lo que se procede a observar la columna de Media. Podemos observar que la variable más importante es el delito que más sale en los medios de comunicación. En los dos casos, cuando nos fijamos en la correlación de Pearson, vemos que es positiva.

19


Esto aplicado apoya la idea de que cuanto más ven la televisión las personas más inclinadas están a pensar que el delito que más aparece en este medio es precisamente el que más se comete en España. Además, cuando las personas ven con mucha frecuencia la televisión coinciden en el delito que con mayor frecuencia se produce. Es decir, la televisión influye de manera notable en las opiniones acerca de la delincuencia del país. Tabla 7: T-Student para muestras relacionadas entre la frecuencia con la que ve la televisión y el delito que más se da en España y el delito que más se da en los medios. Correlaciones de muestras emparejadas N Par 1

Frecuencia ve & Delito más

Par 2

Frecuencia ve & Qué delito más

Correlación

Sig.

300

,003

,962

288

,089

,132

Prueba de muestras emparejadas Diferencias emparejadas 95% de intervalo de

Media Par Frecuencia ve 1

Delito más

Par Frecuencia ve 2

Qué delito más

Media de

confianza de la

Desviación

error

diferencia

estándar

estándar

Inferior

,357

1,175

,068

,223

-,115

,943

,056

-,224

Sig.

Superior

t

Gl

,490 5,257

-,005

2,062

(bilateral)

299

,000

287

,040

Lo primero que hay que observar en la tabla 14 el nivel de significación, que en este caso nos indica que sí que hay relación significativa entre variables ya que es inferior de 0,05. Nos fijamos en la media, como ocurre en el caso anterior, la variable con más peso es la que mide qué delito sale más en los medios de comunicación. Teniendo en cuenta los datos obtenidos en la Correlación de Pearson en ambos casos son cifras positivas. Como en el caso del análisis realizado anteriormente cuanto los sujetos más leen los periódicos más coinciden en el tipo de delito que más se da en el país, y lo mismo ocurre con el delito que más se da en los medios de comunicación, es decir, que cuanto más lean los periódicos habrá mayor coincidencia sobre el delito que más aparece en este.

20


Tabla 8: T-Student para muestras relacionadas entre la frecuencia con la que lee periódicos y el delito que más se da en España y el delito que más se da en los medios. Correlaciones de muestras emparejadas N Par 1

Frecuencia lee & Delito más

Par 2

Frecuencia lee & Qué delito más

Correlación

Sig.

300

,094

,103

288

,046

,440

Prueba de muestras emparejadas Diferencias emparejadas 95% de intervalo de

Media Par Frecuencia lee 1

Delito más

Par Frecuencia lee 2

Qué delito más

Media de

confianza de la

Desviación

error

diferencia

estándar

estándar

Inferior

Sig.

Superior

T

gl

-,147

1,165

,067

-,279

-,014 -2,181

-,628

1,025

,060

-,747

-,510

10,410

(bilateral)

299

,030

287

,000

La frecuencia con la que los sujetos leen no guarda relación con las variables “delito que más se comete” y “delito que más aparece en los medios de comunicación”, es decir, estas variables son independientes ya que la significación es mayor a 0,05. Por lo que se deduce que juegan un papel importante los prejuicios y que la información no es tan importante, por lo que estaría actuando un sesgo sociocultural. Sin embargo, sí que hay una relación significativa entre “delito que más se comete” y “delito que más aparece en los medios de comunicación” ya que su significación es menor a 0,05. Respecto a la relación de estas dos variables si observamos la Correlación de Pearson se puede determinar que esta relación es de nivel medio, 0,412 (véase tabla 9).

21


Tabla 9: Correlación entre la frecuencia con la que lee periódicos y los ítems “delito que más se comete en España” y “delitos que más se dan en los medios”

Frecuencia lee Frecuencia lee

Correlación de Pearson

Delito más

1

Sig. (bilateral)

Delito más

Qué delito más

Qué delito más

,094

,046

,103

,440

N

300

300

288

Correlación de Pearson

,094

1

,412**

Sig. (bilateral)

,103

N

300

Correlación de Pearson

,046

Sig. (bilateral)

,440

,000

N

288

288

,000 300

288

**

1

,412

288

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).

En este caso se observa en la tabla 10 que no existe una relación significativa entre la frecuencia que ve la televisión con los delitos que más se cometen en España y con los delitos que más aparecen en los medios de comunicación, es decir, estas variables no guardan relación ya que su nivel de significación es mayor a 0.05. De nuevo, se muestra que los sujetos que conforman la muestra se hacen una idea sobre la delincuencia independientemente de la información que reciben por parte de los medios de comunicación. Tabla 10: Correlación entre la frecuencia que ve la televisión y periódicos y los ítems “delito que más se comete en España” y “delitos que más se dan en los medios”

Delito más Delito más

Correlación de Pearson

Qué delito más

,003

,000

,962

300

288

300

**

1

,089

1

Sig. (bilateral) N Qué delito más

Frecuencia ve

Correlación de Pearson

Frecuencia ve

**

,412

,412

Sig. (bilateral)

,000

,132

N

288

288

288

Correlación de Pearson

,003

,089

1

Sig. (bilateral)

,962

,132

N

300

288

300

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).

22


Cuando se les pregunta sobre la validez que le dan a la información que reciben sobre delitos en los medios de comunicación el 77% de la muestra contesta que sí le dan validez a esta información. En relación con este ítem, se preguntó sobre el papel que juegan los políticos a la hora de transmitir la información por parte de los medios de comunicación a la población y en este caso el 60,7% opinan que influyen en la información que se les hace llegar a través de los medios, siendo un 39,3% los que opinan que no tienen ningún papel en los medios de comunicación. Esto puede deberse a que creen que la información que les llega a través de los medios de comunicación es totalmente veraz o que si esta información esta truncada no es precisamente a causa del papel que juegan los políticos en el medio. Según los resultados obtenidos a partir de los ítems del cuestionario podemos extraer un perfil del delincuente según la mayoría de la muestra: -

Un 97,3% de la muestra opina que los artífices de los delitos son en su mayoría hombres.

-

El rango de edad de las personas que más delinquen es de 26 a 40 años según el 60,3% de la muestra.

-

La nacionalidad de estas personas según el 54% es española. Aunque un 39,3% puso que tenían nacionalidad latinoamericana. Se profundizó sobre la casuística española de delitos preguntando si existen en

España o han existido asesinos seriales, la respuesta de los sujetos fue en un 58% que sí y un 42% que no. Este porcentaje se asemeja con el de las personas que reciben poco o nada de información sobre delitos en España. Se preguntó sobre si las personas que tienen un trastorno de esquizofrenia siempre cometen delitos violentos un 82% piensa que no y tan solo un 18% piensa que sí. Según los datos aportados en la tabla 11 la variable delito que más se da en España no guarda relación, es decir, es independiente del sexo de aquellas personas que cometen delitos. Si se tiene en cuenta lo antes mencionado sobre que el 97,3% de la muestra piensa que los delincuentes son varones, se puede concluir que existe un sesgo socioeducativo que hace que los sujetos piensen de esa manera. La variable “delito que más se da en España” si guarda relación con la edad y la nacionalidad de los delincuentes ya que su significación es menor que 0,05. En el caso de las variables “delito que más se da” y la edad de los sujetos que delinquen, estas guardan una relación baja ya que la cifra obtenida en la Correlación de Pearson es inferior a 0,30 (0,263).

23


Tabla 11: Correlación entre el delito que más se da en España y la edad, el sexo y la nacionalidad de los delincuentes.

Quién Delito más Delito más

Correlación de Pearson

Quién sexo 1

Sig. (bilateral) N Quién sexo

Correlación de Pearson

Quién edad

-,009

nacionalidad **

,263

*

-,124

,877

,000

,032

300

300

300

300

-,009

1

,030

-,025

,602

,661 300

Sig. (bilateral)

,877

N

300

300

300

**

,030

1

Sig. (bilateral)

,000

,602

N

300

Correlación de Pearson

Quién nacionalidad

Quién edad

,263

**

-,235

,000

300

300

300

*

-,124

-,025

**

1

Sig. (bilateral)

,032

,661

,000

N

300

300

300

Correlación de Pearson

-,235

300

**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas). *. La correlación es significativa en el nivel 0,05 (2 colas).

CONCLUSIÓN. Las personas reciben gran parte de la información sobre delitos a través de los medios de comunicación. Concretamente en la mayoría a través de la televisión (81,7%) seguida muy de lejos por el periódico (9%). Esta información que reciben la dotan de validez y gran parte de la muestra cree que los políticos no interfieren en la información que dan los medios. La muestra cree que España es un país seguro (60,7%) aunque la delincuencia haya aumentado según el 82,3% de los sujetos. Esto puede deberse a que pese a que la delincuencia se ha visto aumentada España sigue siendo más seguro que muchos otros países. El perfil sobre los delincuentes que se puede elaborar a través de la respuesta de la muestra es hombre (97,3%), de unos 26-40 años (60,3%) y de nacionalidad española (54%). Si atendemos a las estadísticas ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 19 de septiembre de 2013 los datos no se diferencian, el 89,1% de las personas que cometieron algún delito eran hombres, edad media 35,7% y la

24


nacionalidad es española en el 74,2% de los casos. La nacionalidad latinoamericana fue la segunda opción más elegida por la muestra (39,3%), los datos del INE. El delito que más se da en España según arroja la muestra es la corrupción (49%) muy seguida de los robos con un 41,7%. Según los datos del INE el delito que más se comete en España de las tres opciones que se les dan a elegir a los sujetos es el robo que supone el 10,1% de los delitos totales que tienen lugares en España y es mucho más habitual que los otros dos delitos. Se les preguntó a los sujetos respecto a la poca incidencia que hicieron a los delitos de violencia de género, alegando varias razones: -

El robo aparecía mucho en los medios autonómicos y locales.

-

El robo era muy común ya que a todo el mundo le han robado alguna vez.

-

No conocían casos de violencia de género en su familia o personas cercanas.

La respuesta de los sujetos sobre este ítem coincide con lo expuesto en el ítem que hace referencia a los delitos que más salen en los medios. En este caso también el delito que más aparece en los medios es la corrupción (66,7%) pero en este caso el robo se encuentra en último lugar. Sin embargo, estas variables no guardan una relación significativa por lo que la información que les llega a las personas de los medios tiene menos peso que los prejuicios y muestra la existencia de un sesgo sociocultural que hace que tengan esa percepción del delito en España. Aunque algunos análisis realizados muestran que si que existe relación entre el delito que piensan los sujetos que se da más en el país y la frecuencia con la que ven la televisión o leen el periódico (véanse tablas 7 y 8). Como se ha mencionado anteriormente en el miedo al delito interferían entre otras, tres variables: l apropia experiencia, la experiencia ajena y la información que se reciben de los medios de comunicación (Soto, 2005a; Osorio, 2005).Con respecto a esto como se puede observar en los gráficos 1 y 2 si las personas conocen o han sido víctimas de algún delito no interfiere para su opinión de si España es un país seguro. De los tres factores la que se ha mostrado como variable más importante son los medios de comunicación. A partir de ello, estimamos necesario arbitrar alguna normativa con respecto a la forma en que los medios de comunicación elaboran y hacen llegar a la ciudadanía. Existe cierta normativa de estas características en las noticias de determinados delitos, aunque como se puede observar día a día en las noticias de televisión y en las de los periódicos el criterio que prima por encima de todo es el de aumentar la audiencia,

25


generándose así un miedo hacia el delito que no corresponde con la criminalidad que tiene lugar en nuestro país. Para ejemplificar esto, solo hay que observar la cantidad de casos de violencia de género que salen en los medios cuando los últimos datos oficiales del INE muestran que han descendido respecto a la cifra de años anteriores, en 2012 concretamente descendió un 9,2% respecto a la del 2011.

26


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28


ANEXO I

CUESTIONARIO SOBRE DELINCUENCIA EN ESPAÑA.

EDAD: ___________

SEXO:

HOMBRE

MUJER

A continuación se le van a hacer una serie de preguntas y se le ofrecerán unas posibles respuestas de las que tiene que señalar con una cruz la opción que elige. Para cada pregunta solo se podrá responder UNA de las opciones que se le ofrece. Se ruega que conteste todas las cuestiones. Si alguna pregunta no la entiende no dude en preguntarle a la persona que le está realizando la encuesta.

1. ¿Conoce a alguien que haya cometido un delito?

SI

NO

2. ¿Ha sido usted víctima de algún delito?

SI

NO

3. ¿Conoce a alguien que haya sido víctima de algún delito?

SI

NO

4. ¿Con que frecuencia recibe noticas sobre algún delito? BAJA

MODERADA

ALTA

5. ¿A través de qué fuente recibe la mayoría de las noticias sobre crímenes? A) Televisión. B) Hablando con otra gente. C) Periódicos. D) Otros. ¿Cuál?__________________________________ 29


6. ¿Cree que es España un país seguro?

SI

NO

7. ¿Qué delito cree que es el que más se da en España? A) Robo B) Violencia de género C) Corrupción 8. ¿Quiénes cree que son los que más delitos cometen en España? A) Mujeres B) Hombres 9. ¿Cree que han aumentado la criminalidad en España en los últimos años?

SI

NO

10. ¿Con que frecuencia lee noticias sobre delitos en periódicos? BAJA

MODERADA

ALTA

11. ¿Crees que los políticos controlan la información que aparece sobre criminalidad en los medios de comunicación?

SI

NO

12. ¿Con que frecuencia ve noticias sobre delitos en televisión? BAJA

MODERADA

ALTA

13. ¿Le da validez a la información sobre delitos que aparece en la televisión y periódicos?

SI

NO

30


14. ¿Quiénes crees que cometen más delitos de los siguientes? (En España) A) 16 a 25 años. B) 26 a 40 años. C) 40 años en adelante 15. ¿Cree que España es un país peligroso?

SI

NO

16. ¿Quiénes son los autores de la mayoría de los delitos que tienen lugar en España? A) Españoles B) Asiáticos C) Latinoamericanos 17. ¿Cree que hay algún delito que aparece mucho en los medios de comunicación?

SI

NO

18. Si la anterior respuesta ha sido afirmativa señale si es alguno de los que se menciona posteriormente o anote a cual se refiere: A) Robo B) Violencia de Género C) Corrupción D) Otros. ¿Cuál? ___________________________ 19. ¿Cree que hay asesinos seriales en España?

SI

NO

20. ¿Cree qué las personas con un trastorno de esquizofrenia cometen siempre delitos violentos?

SI

NO

Muchas gracias por su colaboración. 31


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