Rosa Vañó, CEO de Castill o de Canena

Por Rosa Vañó, CEO Castillo de Canena

Las marcas son las que se “baten el cobre” de los aranceles

El sector envasador de aceite de oliva, sobre todo aquel que hemos apostado por la máxima calidad del virgen extra, dominado fundamentalmente por pequeñas y medianas empresas, nos estamos enfrentando al problema más importante de los últimos años: los aranceles de Estados Unidos.

Hemos perdido la igualdad de condiciones con el resto de exportadores de otros países y además corremos el riesgo de perder nuestro posicionamiento en tiendas gourmet, hoteles, restaurantes, por culpa del 25% del arancel.

Estamos ante una situación en la que las pymes somos las que nos “batimos el cobre” las que apostamos por las marcas y no queremos permitirnos perder lo que hemos conseguido durante muchos años y darle la oportunidad de ganar a otros envasadores de otros países.

Y mientras tanto, otros exportadores de aceites de oliva envasado, de mayor tamaño, viven el problema de los aranceles con otras perspectivas, dado que cuentan con mayores estructuras para sobrellevar el incremento de costes. Por ello, no dudan en plantearse otras estrategias de marketing, con alianzas y acuerdos con otras empresas del país.

En paralelo, las pymes exportadoras españolas nos encontramos en una situación en la que nos sentimos desamparados, sin respuesta de la administración, y sin medidas de apoyo de emergencia para poder mantener la marca. Desde nuestro punto de vista, habría que contar ya con un plan de emergencia, que permita mantener lo que se ha creado durante tantos años: las

marcas españolas; porque parece que todo el mundo se olvida de que la categoría del AOVE no existiría sin las marcas. Por ello, confiamos en que tanto la Junta de Andalucía como la Administración central adopten pronto medidas para suavizar una situación que puede durar años. Necesitamos planes sectoriales de apoyo a las marcas, ya sea por parte del ICEX o del Ministerio, porque las estrategias de comunicación de la Interprofesional del Aceite de Oliva de España no nos sirven. No podemos olvidar que esta organización se enfoca en defender la categoría del aceite de oliva, pero no las marcas.

No obstante, desde Castillo de Canena lo tenemos claro: vamos a invertir para que el consumidor y el mercado que hemos conseguido en Estados Unidos, durante 14 años, no se vea afectado por esa situación claramente injusta. Sabemos que va a ser duro, pero no vamos a dejar las puertas abiertas para que desaparezcan los AOVE en unos formatos.

Lo más importante es que no se puede caer en el optimismo de que el problema se va a solucionar en el corto plazo. Las circunstancias actuales a nivel político y económico no indican que vayan a mejorar las condiciones actuales de los aranceles. Por ello, tenemos que buscar soluciones ya y no pensar en lo que puede venir mañana.

“Las pymes exportadoras españolas nos encontramos en una situación en la que nos sentimos desamparados, sin respuesta de la administración”