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Ucrania y la crisis energética

Ricardo Granados López

ricardo@oem.org.mx Analista de datos de mercados energéticos, especialmente tecnologías comos Machine Learning e Inteligencia Artificial.

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Desde el comienzo del conflicto entre Rusia y Ucrania, se han comentado los posibles impactos que puede tener en el sector energético mundial, ya que Rusia es uno de los exportadores de petróleo y gas más importantes. Durante los primeros días del conflicto se atacó la central nuclear de Chernobyl –que tuvo un accidente nuclear en 1986–, se perdió el control sobre el sitio de la central y días después fue atacada la central nuclear más grande de Europa, situada en Ucrania. Esta crisis empezó desde antes del conflicto armado, la pandemia también ha tenido un impacto negativo en el sector y ya tenía a la región europea con aumento en los precios y la inflación. Las sanciones económicas que le han impuesto a Rusia por parte de los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea han hecho que haya gran especulación sobre el petróleo ruso, por lo que los precios del crudo a nivel mundial han rebasado los 100 USD por barril y ha llevado al gas natural en la región de América del Norte a 5 USD por MMBTU (Millón de Unidades Térmicas Británicas) generando presión en los precios de la gasolina y la electricidad en Estados Unidos. Parte de las medidas que han tomado las gigantes energéticos fue darle la espalda a la petrolera rusa Rosneft, primero British Petroleum anunció su salida, seguido por Equinor, Shell y Exxon, quienes dijeron que dejarían las operaciones en Rusia, y Total Energies que declaró que dejaría de invertir en Rusia. Como estas, muchas empresas buscaron la salida de Rusia, no obstante estos gigantes energéticos tienen un camino difícil por delante para materializar sus comunicados, pues vender o negociar la salida de los proyectos en los que tienen presencia en Rusia va a tomar tiempo y no es claro si podrán venderlos a algún otro interesado, por lo que tomará un tiempo importante lograrlo... El conflicto inició en un momento difícil para el oeste, los precios del petróleo estaban recuperándose y el gas natural está comprometido en las diferentes regiones del globo, el mercado de gas natural licuado también está en su límite más alto, por lo que órdenes nuevas de GNL serán muy difíciles de surtir por los países exportadores como Noruega, Qatar o Argelia, y esta situación se repite con otros mercados de materias primas. El gobierno de Estados Unidos está preparándose para el impacto y sus oficiales están trabajando a marchas forzadas para encontrar mecanismos que

Europa buscará disminuir al máximo la dependencia del gas y petróleo “ Ruso, decisión que implica impulsar aún más la transición energética”

suavicen el alza en los precios de los energéticos para los norteamericanos. Al igual que el mercado de gas natural, el mercado de petróleo está apretado aguas arriba (upstream o producción) por lo que aún si se coordinaran los grandes productores: Arabia Saudita tiene alrededor de 2 millones de barriles diarios de reserva que se pueden añadir relativamente rápido al mercado; los otros miembros de los Emiratos Árabes Unidos podrían agregar medio millón adicional e Irán podría aumentar su producción un millón más. En total cerca de 3.5 millones de barriles, mientras que la producción rusa en riesgo de dejar de entrar al mercado es de 4 o 5 millones de barriles diarios, el mercado ha reaccionado tradicionalmente al subir los precios del crudo cuando se aumenta la producción pues se infiere que la capacidad de producción de reserva decrece, por lo que la batalla para disminuir los precios que se están viendo ahora será complicada. El gobierno de Estados Unidos y los gobiernos europeos han estado diseñando las sanciones con Rusia para evitar que se detenga el flujo de energéticos y suavizar el impacto que esto podría tener en las economías del oesteen caso de que el petróleo y gas ruso dejen de fluir. Otros flujos también se verán afectados, en Ucrania hay un importante mercado de minerales raros, que se utilizan en la fabricación de baterías y chips electrónicos que ya tenían problemas de suministro desde el año pasado. La industria automotriz ha resentido esta falta de suministro de chips y en el caso de las baterías, la demanda por el litio y otros minerales ha ocasionado que la escasez impulse el precio, de forma que el costo de las baterías aumente por primera vez en una década, siendo que la tendencia era a la baja, el conflicto también tendrá un impacto sobre estas cadenas de suministro y sus precios.

Por otro lado, Europa buscará disminuir al máximo la dependencia del gas y petróleo Ruso, decisión que implica impulsar aún más la transición energética a otros tipos de tecnologías, esta transición fijará la agenda del desarrollo de la región para el futuro próximo y el largo plazo. Este conflicto tiene repercusiones a nivel mundial y se sentirá en todos los rincones del globo de una u otra forma, desde Europa estaremos trayendo los temas más relevantes de la transición justa de la energía, así que puedes escribirnos a nuestras redes sociales para preguntar o sugerir temas, nos leemos a la próxima.

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