Revista Subterra num 15

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are mokkelbost

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ficcionario: el ed

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a journey round my skull

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bolutas de humo

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recuerdos

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dossier: recordar es volver a vivir

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imaginantes

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9000

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murakami y los beatles

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belleza p谩lida

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dossier: el misterioso tunel de la memoria

portada: calamar en su tinta.

ilustraci贸n: Gerardo Vargas

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ilustración: Roberto Andrade

Revista Subterra XV: Recordar es... Volver a vivir

*Una Publicación de Calamar en su tinta.

Colaboraron en este número

Luis Fernando Safa Gabriel Gutiérrez Orlando Portillo

Omar Garfio,Gerardo Vargas,Oscar Jimenez, Roberto Andrade, Frvto, Luis San Vicente, Memex,Francisco León, Ed Carussi, Max Luccini, Tooco, Paty Luevano, Enrique Servin, Javier Lomelí,Janeth Rogelio, Victimario López,Yazmin Huerta y Monster Poster

www.calamarensutinta.com Dirección Orlando Portillo Dirección Editorial Luis Safa Difusión y medios Gabriel Gutiérrez Editor de Fotografía Raúl Rámirez Kigra Dirección Artística: Calamar en su tinta. Diseño Gráfico: Calamar en su tinta Edición: Calamar en su tinta Redacción: Janeth Rogelio Correción : Omar Arturo Garfio y Janeth Rogelio Estílo: Omar Arturo Garfio Soporte: Patricia Luevano

Agradecemos Ed Carussi,Revista Picnic,Oscar Jimenez, IvánJimenez, Watchavato, Grupo Horma,SalónCorona,Zozaya,Enventura,Wof TIger,Zhino Roberto Andrade,Kimberly de Pablo, Empi,Yazmin Huerta, Alejandra Esparza, Fabio Bonilla, Abdón Méndez,Gerardo Vargas,Instituto Chihuahuense de la Cultura, a Sdax,Iker Basauri,a todos nuestros patrocinadores,colaboradores y demás personas que hacen posible que esta publicación suceda, miles de gracias, esto es para ustedes... Una bella tipografía del recuerdo engalana algunos textos en esta edición, se trata de la familia de tipos Parisine de la casa francesa TypoFonderie, diseñada originalmente para hacer mas efectiva la legíbilidad en el sistema de metro Francés.

Ventas: Orlando Portillo hola@calamarensutinta.com Cel. 6141380900

Impreso en México.

“Esta revista cuenta con apoyo otorgado por el Programa “Edmundo Valadés” de Apoyo a la Edición de Revistas Independientes 2009 del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes”.

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Apoyo en logística y producción del evento: Programa de desarrollo cultural para la juventud del Instituto Chihuahuense de la Cultura.


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hola.

David Lynch, el pescador de ideas.Cortesía Imaginantes

La mayoría de las tragedias vienen del olvido y del comodísimo no me importa. Nuestra generación, cualquiera después de 1970, excluye con orgullo a la realidad en todos sus tiempos. Estamos suspendidos en un sitio donde gobierna el prejuicio basado en envidias, la perpetuación de apariencias, una nostalgia pretensiosa por revoluciones caducas, y sobre todo, un indiscutible desinterés por lo que sucede más allá del círculo intelectual y facebook. En nuestra edición XIV los integrantes de Revista Subterra tomamos la decisión de no engrosar la lista de publicaciones sóloamigos, egotecas o cualquier tipo de clasificado primer mundista. Si bien desde un inicio se ha pugnado por incluir colaboradores y temas que, forman parte de nuestra identidad social y memoria colectiva, explorando al lado del colectivo Calamar en su Tinta reafirmamos la necesidad de legitimar el sitio del pasado para crear un proyecto ambiguo y propositivo entre quienes vivieron antes y nosotros: Evolución. En medio de una verdadera crisis social y con la permisión absoluta hacia cualquier clase de información, es demasiado ingenuo continuar con viejos y desgastados estándares que lejos de proponer o simplemente divertir, nos atrapan en una realidad ajena a nosotros. Es común observar en las calles el rostro de figuras históricas o sobresalientes sin hallarles el menor sentido, la verdadera intención fue relegada por el uso sistemático. Así vemos pues a Zapata sin Tierra y Libertad, a Malverde enaltecido sin un por qué, al menos aparente, para quienes circulan por las principales avenidas. ¿Cuál sería realmente la razón para hacerlo? La mayoría aún no lo desciframos. ¿Será que los autonombrados rebeldes se adhieren a la lucha del santo narcotraficante? ¿O se burlan de nuestros gobernantes mediante la pega de su rostro? Habría que preguntarles. Y desgraciadamente hay cientos de ejemplos más en un mundo donde la pretensión y globalización parecen llenar necesidades y sólo complacen banalidades. Las carreras de ego entre fotos y número de comentarios por internet son la principal inquietud matutina, las fiestas con finta y disfraz de neoyorquino son el tema y preocupación máxime entre los círculos intelectuales y artísticos.

Resulta asqueroso y decepcionante ver a los más saciando su antojo creativo con sobras de países lejanos, mendigando la última receta de ilustración MTV, parafraseando reseñas musicales o textos ajenos por miedo a ser juzgado en sus propios zapatos. Cada día con pesar se multiplican diseñadores, literatos e individuos que añoran ser lo que sea mientras parezca extranjero, entran como ratas a las cloacas internacionales para salir portando caretas apestosas de segunda mano, andrajos franceses, americanos o chinos claro, se venden al mayoreo y más baratos. Y lo irónico es la inconformidad que deviene al día siguiente, la cruda física aumenta con la sensación de no tener una identidad propia que nos haga sentir verdaderamente parte de algún sitio, de algún México. De allí la necesidad imprescindible de recordar y volver a vivir, de retomar elementos que dormitan entre nuestras calles, casas, costumbres y tradiciones. Recuerda que el hombre no sólo se forma de experiencias pasadas y presentes, sino de lo que añora para sí mismo. Así que atáscate, en más de cincuenta hojas podrás hacerte agua los ojos o servirte un trago de conciencia. Como muestra dos talentos mexicanos: el memorable Roberto Andrade a cargo del reportaje de portada cien por ciento a mano y Gerardo Vargas con su manejo sublime de arte serigrafía: grandeza y sencillez admirables. Aunque parezca imposible los conocimos sin internet o visitas a Barcelona, fue a la antigüita, con interés, interacción persona a persona. Así pues, legitimamos uso de imagen y palabra como arma que lejos de perseguir culpables persigue la formación de tu propio criterio. En medio del clamor de un impulso desarrollista, el hombre ha perdido su participación y libertad en sociedad gracias a la indiferencia o miedo de ser empático. Y no se trate nadie de confundir, de afirmar que es anticuado pensarse en cúmulo ante la entrada del postmodernismo: aferrase a iniciar un viaje hacia el futuro sin haber conocido y amado suficientemente tu pasado y presente es darse un tiro directo a la sien que siempre, siempre, mata.

Janeth Rogelio. 8


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Imaginaria: Se requiere el uso de la imaginación

imprimiendo es memoria llamada cuarta dimensión El tiempo se puede definir de muchos modos. Una definición podría ser la que dan los físicos al definir el tiempo como aquello que pueden medir con exactitud los relojes. Otra podría ser algo más filosófica al considerarlo como una forma real y objetiva de existencia e incluso como una forma de envolver los sucesos reales que crea nuestra propia mente. Pero, ¿por qué considerarlo como una cuarta dimensión? Are Molkelbost, logra por medio del uso del collage, utilizando medios impresos desechados, como revistas y periódicos que comúnmente la gente tira o desperdicia, una obra que a pesar de su abstracción genera un diálogo muy interesante, a veces retórico, cuestionando qué tan desechables somos, sobre todo tomando en cuenta el día a día lleno de miles de experiencias, que es lo que hace que algunas sean mas válidas que otras, o como dice Stephen Hawking, la memoria reside en una cuarta dimensión llamada tiempo.

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entidad 2 Are Mokelbost collage sobre acrĂ­lico

...El tiempo, ya que al tiempo y al destino Se parecen los dos: la imponderable Sombra diurna y el curso irrevocable Del agua que prosigue su camino... -Jorge Luis Borges

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El tiempo es decidido, no suena su campana, se acrecienta, camina, por dentro de nosotros, aparece como un agua profunda en la mirada... -Pablo Neruda

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entidad 1 Are Mokelbost collage sobre acrĂ­lico

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entidad 2 Are Mokelbost collage sobre acrĂ­lico

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¨Coleccionar libros de todo el mundo, me permite contribuir con material visual que poca gente ha visto.¨

1. SubTerra (ST): Háblanos de tu sitio en BlogSpot

2. ST: Cuando descubrimos tu BlogSpot nos quedamos impresionados, el perfil de las cosas que muestras es único. ¿Cómo encuentras este tipo de cosas?

3. ST: Nombra tres artistas que representen la mayor influencia para realizar tu BlogSpot o tu búsqueda de arte.

Will Schofield (WS): En un inicio A Journey Round My Skull mostraba imágenes digitalizadas de mi colección de libros y otras ilustraciones, y a veces citas de o anécdotas acerca de tales libros. He estado coleccionando libros desde la preparatoria, la mayoría de autores no muy populares de talla internacional de los años 1850 a 1950. Me interesa la literatura extremadamente visual, en especial de escritores franceses como Lautreamont, Raymod Roussel y Henri Michaux. Tal enfoque atrajo artistas al sitio. De hecho uno de los placenteros efectos colaterales de crear el sitio web es conocer artistas de todo el mundo. Así, el verano pasado empecé a hacer más cosas basadas en imágenes.

WS: Durante poco más de un año, las imágenes jugaban un papel secundario en el blog. Gracias a la positiva respuesta que tuvieron las entradas cargadas de imágenes, como las de Rokuro Taniuchi, Walter Schnakenberg y un libro de texto de Biología de los 70 bizarramente ilustrado, comencé a buscar material visual. Primero volteé a ver mi propia colección buscando más imágenes que palabras, portadas creadas por artistas y diseñadores famosos, publicando cubiertas incluso cuando no tuviese nada qué decir acerca del libro. Luego comencé a comprar catálogos de colección y y revistas internacionales de diseño gráfico difíciles de conseguir así como libros de arte. Ahora colecciono imágenes de la misma manera que lo hago con los libros: encuentro un artista que me gusta, investigo quién fue su influencia, a su vez quién fue la influencia de este y así sucesivamente.

WS: Descubrir al ilustrador japonés Rokuro Taniuchi (1921-1981) fue una revelación. Encontré un libro suyo por azar. Estaba buscando libros de Tadanori Yokoo, quien editó un libro en japonés del trabajo de Rokuro. Lo compré a ciegas, sin saber que terminaría por adorar su trabajo. Este libro resultó ser muy escaso y difícil de encontrar, así que sentí como si hubiera encontrado un tesoro enterrado. El libro de Rokuro me llevó a apreciar libros ilustrados para niños, los cuales han sido un enfoque reciente que le he dado a mi sitio web. También fue uno de los primeros libros que compré a sabiendas de que no iba a entender una sola palabra del mismo. Coleccionar libros de todo el mundo, me permite contribuir con material visual que poca gente ha visto.

El blog es además un proyecto de colaboración con el escritor Gilbert Alter-Gilbert. Él provee la mayor parte del mejor material, ensayos de introspección de fascinantes escritores desconocidos. Además ha contribuido con bastantes traducciones. El blog se llama así por un libro salvaje del autor húngaro Frigyes Karinthy. Se trata de unas memorias de 1930 tituladas A Journey Round My Skull, en las que escribe vívidamente acerca de someterse a una cirugía cerebral solo con anestesia local.

Peacay del sitio web BibliOdissey me enseñó todo lo que sé acerca de hacer búsquedas y escarbar en línea. Te recomiendo que cheques su lista de interminables fuentes de imágenes. La cacería de imágenes en línea involucra mucha talacha, buscar a ciegas en páginas interminables para encontrar algo que valga la pena, me hace recurrir a mi falso lado obsesivo compulsivo.

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. 4. ST: ¿Cuál fue tu primer contacto emocional con el arte, lo primero que te motivó emocionalmente para hacer A Journey Round My Skull? WS: Dos portadas extrañas de libros me inclinaron a iniciar el Blog: Una portada anónima del libro A Dark Stranger de Julien Gracq: www.flickr. com/photos/ajourneyroundmyskull/1570755159/ y la portada de Seymour Chwast para Moravagine, obra de Blaise Cendrars. También me interesa que la gente voltee a ver el libro The Writing of Stones de Roger Caillois, el cual contiene trabajo accidentalmente artístico en piedras cortadas: www.flickr.com/photos/ajourneyroundmyskull/2630355426/

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TAKASHI MURAKAMI y su relación con el anime (animación) y el manga (cómic) resulta central en la concepción estética de este artista que debutó a comienzos de la década de los noventa. Ambos géneros son, según sus propias palabras, “representativos de la vida cotidiana en Japón” y tienen su origen en la subcultura otaku, un término referido a jóvenes recluidos en sus casas y obsesionados con el anime y el manga. Su trabajo también está influido por la cultura popular y por determinadas corrientes artísticas europeas y americanas, de ahí que la práctica de Murakami combine brillantemente la viva paleta del pop, la planaridad del arte tradicional japonés, y algunos elementos del movimiento Surrealista, donde lo onírico era una parte fundamental del proceso creativo.

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klint.

bolutas de humo. Serie ganadora de la bienal de fotografĂ­a del centro de estudios de la imagen, 2009 Gerardo Montiel Klint

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estudio de marina con sobreviviente de atque de tibur贸n I

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estudio de paisaje con vomito I

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Y de ese ambiente redondo, redondo por negativo, mi coraz贸n sali贸 herido y mi conciencia turbada. Un recuerdo mantenido: redonda, redonda nada.

klintandphoto.com

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de portada

VIVIR DE RECUERDOS el relato de mi extraña cita con el destino en el hotel Lafayette fotos. Gabriel Gutiérrez texto. Victimario López y las fabulosas ilustraciones de: Roberto Andrade

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Venía de afuera, de tragar humos donde nada sucede y todo se pasa, venía de Chihuahua. Era un día de no me acuerdo si llevo dos o tres vagando por el defeño. Entré al Hotel Lafayette para darle de largo hasta mi cuarto, cuando vi una puerta emparejadita con cara de estoy lo suficientemente dispuesta para que me empujes y puedas ver adentro. Me acerqué, con la mano aventé un poco la puerta y allí vi un hombre sentado frente a la cama, inclinado con lápiz en mano. Normalmente hubiera echado hasta la habitación, no tengo tiempo para cazar sombras y armarle historias a desconocidos. Últimamente, parezco añorar días que, me conducen a días, que sólo prometen más días infinitamente venideros. Pero ya estaba con el tacón enterrado en la alfombra y echar un ojito podría, como en los viejos tiempos, traficar otras cosas. El citado hombre que será multicitado en los siguientes párrafos, no se inmutó con mi presencia. Se quedó echándole impulso al grafito versus papel, donde se veía el conocido gallito del Peje. Pensar que todavía algunos le prenden su veladora. Total, entré y como él no hablaba y yo, ya estaba con los ojos muy entretenidos en las pilas de libros y revistas, nos quedamos tragando silencio. Miré mucho en poco: ilustraciones, diplomas, una botella de brandy Don Pedro. No sabía cómo sacarle plática y lo peor, tenía que irme porque quedaron de darme aventón a la expo de La Chapelle, pero obvio, debía volver para sacarle historia y de paso algunas fotos. ¿Qué decirle? Él callado dibujando, yo clavada de los dientes por la precisión de sus trazos y el coloreado perfecto sin la mugre del photoshop. En cinco minutos me supe presa de mi seudo vouyerismo ya rehabilitado. ¿Qué relación podría haber entre las galletas príncipe sobre la cama, las revistas Vaquero, el ex perredista a medio hacer, las revistas de El Semanal y aquel hombre? Y en eso estaba cuando el morador del cuarto uno, me miró haciendo la silla para atrás y prendiendo un tabaco Raleigh. Aló, le dije abriendo en abanico mis dedos. Lo maravilloso de las sorpresas es saberse desprotegido, sin expectativas, lo que es más, ni siquiera sabemos estar a la víspera de algo. La casualidad tiene la cualidad de la inocencia, te topas de frente, te entregas sin frases o poses premeditadas, de humano a humano. Cruzas el lobby, mirujeas y de pronto: Estás con la boca abierta y la mano temblando, estás magnetizada por la habilidad del hombre que vive dentro del hotel a donde llegaste por mero azar y buen precio. Te agarran desprevenida y cuando reaccionas, hay alguien abriendo el hemisferio izquierdo de tu cerebro, haciéndole cosquillas a tu piedra de la locura. Pero ni chance de explayarte, debes dar fuga a la exposición, porque es re tarde. Y sí me fui, no había de otra, excepto quedar de platicar al día siguiente y por supuesto, quedé.

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Y le caí a la exposición de La Chapelle. Salimos, y entre que me echo un taco, otra chela y alguna quesadillita, la constante siguió siendo quien más tarde, sabría es Roberto Andrade. Fue tan sencillo como abrir la puerta correcta, como prestarse al espacio donde el tiempo es pleonasmo y dos personas de diferente época se unen en presente. Al siguiente día bajé al desayuno continental: café negro, pan tostado y avena instantánea. Su puerta estaba cerrada. Toqué y no contestaron, fue hasta más tarde cuando al pasar, para darle fuego a un delicado, vi la invitación del cuarto entreabierto. Don Roberto estaba sentado en el lugar del día anterior, alzó la vista enraizada a un buenas tardes, ¿quieres agua? Y yo ni pío, tenía el ánimo de nomás le di un trago y mira cómo me puse, con la cámara en mano empecé a retratar y él a sacar revistas y diplomas de los buenos y viejos tiempos. Jamás nos dijimos mucho, era cual si cada quien, adivinará nuestro interés. “¿Y pa qué quieres las fotos?” Preguntó en tono desconfiado. Porque en tiempos donde la moda viene de hacerse luchador y secuestrar, como dice el gobierno, a adultos mayores, nadie es de fiar. “Para una revista de Chihuahua, se llama Subterra”. Ah dijo, y soltó que hace rato vinieron unos a sacarle entrevista, foto y mucha porra y jamás enviaron algo, y además “con eso del Internet y computadoras a uno lo sacan del juego”. ¡Tanto talento sucumbido ante la falta de un correo electrónico! o de perdis el latin chat. Ya en nuestros tiempos el hombre ha sucumbido ante la máquina, los verdaderos talentos se vuelven consuelo de su propia memoria. Haber trabajado treinta años para el Grupo Novedades y de eso sólo las gracias, el adiós y el recuerdo donde vuelve a revivir su fino pulso, en revistas como El Semanal, Mecánica Popular y Vaquero. “¡No así no!”, me dijo dándome un manazo cuando puse los dedos al interior de una de sus imágenes, “se agarra así porque se maltrata”. Y allí lo supe, vive solo. Sobrevive en el primer piso del hotel donde quizá alguna vez alguien se atreva a irrumpir, para calcar sus huellas digitales en sus ilustraciones o para preguntarle desde su infancia hasta el nombre de los santos que tiene en el buró junto a cuatro dados de cubilete y un cenicero: religión, juego y vicio, indispensables para nuestra condición humana.

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Y Don Roberto, le pregunté, ¿desde cuándo dibuja?, y a placer fue contando lento, anécdotas donde le pedían ilustraciones al

“Vivo aquí ya no me acuerdo hace cuanto, pues esto es lo mío, dibujar”. Y aunque yo le solté a modo de ráfaga decenas y decenas de preguntas, la respuesta siempre fue similar. Para aquel de pocas palabras, compañía con diez ojos y una cámara digital.

por mayor, y él no titubeaba, añoraba verse de pie, a un paso del precipicio de la hoja en blanco donde cabe cualquier trazo, mas no cualquier orden de colores y formas.

Y sí vive allí, sus amigos son los clientes del hotel con los que nunca habla, los empleados y sus recuerdos. Ayuda de vez en cuando a tender las camas de otros cuartos y dibuja por gusto y sueldo; robando miradas extrañas de cualquiera con tiempo para hojear y escuchar el pasado. Recordar es volver a vivir, pensé, y nada mejor que hacerlo en compañía de quien cuenta, de quien manipula a placer la historia y es además, su protagonista.

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el arte de Roberto Andrade

izq ilustraciรณn para novela grรกfica

der la deidad รกrabe y abajo el torturador, para el libro siniestro

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dossier

RECORDAR... ES VOLVER A VIVIR. con las actuaciones de:

Gabriel Gutierrez,Fco,Frvto,Max Luccini El Ed, Memex, Gerardo Vargas,Roberto Andrade,ToocoYazmin Huerta, Alan Oronoz Luis San Vicente y Monster Poster.

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36 Luis Sanvicente


37 YazmĂ­n Huerta


38 Max Luccini


39 Alan Oronoz


40 Gabriel GutĂ­errez


41 El Memex


42 El ed


43 Roberto Andrade


44 Frvto


45 Francisco Le贸n


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digital.

Utiliza iconos de la cultura pop globalizada y sobrentiende un lenguaje simbólico global (para los que nacieron y vivieron en la gestion del i love ny) Desgarra, ironiza y viola brutalmente varios paradigmas de la comunicación moderna, por medio de sus ya clásicos collages amarillentos y de mala calidad; de origen colombiano y casi anónimo, 9000 está conmocionando con su inventivo y sorprendente trabajo, desde publicaciones como yuxtapose en Estados Unidos, o la bak en Portugal, todos sucumben ante la transgresión comunicativa de este (según dicen las leyendas) adolescente diseñador latinoamericano.

visita su multigalardonado flickr: www.flickr.com/dinosonic

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manual.

Utilizando iconos cultura pop y sobrentendienMeg se define como de unalaoptimista, y su globalizada, trabajo lo demuestra, utilizando do un lenguaje simbolico global (para los que nacieron y vivieron solo ténicas manuales y un estilo relajado, cuenta historias románticas deen la del i lovedeny) desgarra, y viola brutalmente trás de gestion escenas rutinarias la vida, donde ironiza todo es acentuado por un muy varios paradigmas de ellacolor comunicación moderna, por de medio de romántico uso del color, expresa el estado de ánimo sus persus ya clásicos collages amarrillentosos y de mala calidad; de orisonajes, en un lenguaje claramente impresionista, mitad humanos,mitad gen colombiano y casiconviven anonimo, 9000 como esta conmocionando con figuras mitológicas,estos y juegan niños a ser adultos, o su invientivo y sorprendente trabajo, desde publicaciones como adultos jugando a ser niños. yuxtapose en estados unidos, o la bak en portugal, todos sucumben ante la transgresion comunicativa de este (segun dicen las leyendas) adolescente diseñador latinoamericano.

échale un vistazo en: www.meghunt.com

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Norwegian Wood.

Son los sesenta y la cultura pop vale la pena. Watanabe se enamora, se desenamora, vive, muere y renace siempre con una canción de fondo, la banda sonora de su película. Su película: Mi vida en la universidad, que por cierto, apesta. Emociones menos frecuentes que una luna llena, sin amor ni paz, ni sicodélia, sólo colores sombríos y paisajes de otoño en primavera. Lástima por todo, mientras todo lastima, qué pena ser él, que pena ser. De esta mala película sólo vale la pena la música, prefiere cerrar los ojos para evitar una escena triste y disfrutar solamente la música, Norwegian Wood. el final de la película es trágico: dos suicidios, dos desamores, que bueno que ya ha terminado. 30 años han pasado y todo ha pasado. Y en el pasado se ha quedado, hoy está en un aeropuerto alemán, esperando su vuelo a Estados Unidos. Mientras tanto en el sonido ambiental del lugar: Norwegian Wood, maldita sea. Y junto con ella, un recuerdo, luego otro, de repente todo es recuerdo, un mar de recuerdos al son del rock británico. Recordar es dejar de vivir, piensa con la vista perdida.

inspirado en el libro Norwegian Wood de Haruki Murakami

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Norwegian Wood.

Son los sesenta y la cultura pop lleva por nombre The Beatles, más famosos que Jesucristo. Su Mesías Lennon, bajó a la tierra como hombre y conoció el pecado, el amor y el desamor, nacía y renacía mientras componía sus melodías pop, milagros, que multiplicaban masas, su vida genial: besos y caricias a la orden de cada noche de concierto, amor psicodélico. Cada experiencia lo acerca un poco más... Compone Norwegian Wood en 1965. Es su pecado su secreto, su confidente donde en su letra se descubre un amor fugaz, la cítara es ella, es el sonido ajeno a su naturaleza, es como la India, una tierra exótica y única, la ama y la posee, el ídolo encuentra un ídolo. Norwegian Wood, el testigo de este amor. el Mesías muere como mártir. 30 años han pasado y todo ha pasado, y en el pasado se ha quedado. Hoy estoy en un aeropuerto estadounidense, en el lobby sentada frente a mí una chica esperando su vuelo hacia Alemania mientras el sonido ambiental hace sonar Norwegian Wood. El sonido de la cítara y su rostro es casi lo mismo, son el uno para el otro, ella sólo cierra los ojos, y sonríe: está recordando lo que ha dejado de vivir.

Inspirado en la canción Norwegian Wood de The Beatles.

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belleza pálida no sos igual a las demás, perla rosada, frágil caparazón

Fotográfia Raúl Kigra

Dirección Calamar en su tinta

Maquillaje Dahena Buhaya

Ilustración Gerardo Vargas y Francisco Leon fco Modelos

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Gabriela y Laura Perez,Gema Martinez ,Ada Lozoya y Marian Dursterwitz

Vesturario Roberto de la Nuva


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a.

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m.

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selección del staff...

album.

Bibio es la buenaondez, definitivamente, está dentro de esa categoría de reciente denominacion : piratas bpm, artistas sonoros que extraen su materia prima o la reciclan de fuentes poco comunes, videos low fi de youtube, coros grabados en teléfonos celuláres, etc. Desde el oscuro burial en Inglaterra,el Banksy de la música y el collage house de girl talk en Gringolandia, la propuesta francesa, Bibio, nos regresa a esa sensacion que provocaba oir a Air en los noventa: Buenaondez.

Bibio. Ambivalence Avenue. 2009 Warp Records.

Tracks recomendados : Ambivalence Avenue. Jealous of roses Sugarette 62


esos lugares oscuros de la memoria

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Radar

A SANGRE FRIA

La relación entre fotografía y mundo exterior sigue constituyendo un elemento muy poderoso en nuestra manera de percibir y apreciar este lenguaje artístico. El aura de referencia directa que sigue emanando la fotografía no ha logrado debilitarse ni mucho menos desaparecer, por más que los géneros de la fotografía manipulada o compuesta hayan alcanzado situaciones de verdadero

Texto : Enrique Servin Foto : Raúl Kigra

auge y popularidad. Frente a una imagen fotográfica, casi cualquiera que ésta sea, siempre sentimos algo de testimonial, y por lo tanto nuestras actitudes interpretativas deben adoptar estrategias diferentes a las que utilizamos frente a una escultura, una pieza musical o una pintura. La serie “Muertes en la Esperanza”, del fotógrafo Raúl Ramírez, al tratar, además, el polémico tema de las corridas de toros, opera muy dentro de esta órbita de referencialidad que he mencionado, y sin embargo logra sortear los peligros del fotorreportaje o la de la fotografía ideológica. Un tema que suscita en nuestro contexto cultural respuestas emocionales inmediatas —tanto de quienes ven en el toreo uno de los aspectos más llamativos y ritualizados de nuestro patrimonio cultural, como de quienes vemos en él, por el contrario, una costumbre inhumana y cruel, independientemente de su elaborada forma externa— no puede dejar de enfrentar al fotógrafo a los peligros de la sensiblería, o todavía mucho peor, del efectismo expresivo.

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Si el martirio del animal es susceptible a ser negado, también es susceptible a ser negado el martirio del individuo que no se nos parece: el del hereje, el del disidente, el del “bárbaro”. Como en cualquiera de las artes, una de las tentaciones más burdas del fotógrafo, es ciertamente, el efecto. Una temática por sí misma controvertida, que habrá de suscitar entre los espectadores reacciones garantizadas. Pero conformarse con este resultado es, por supuesto, una facilidad, y el arte es precisamente lo contrario de la facilidad. El arte es la técnica, es decir, la maña, la marrullería expresiva, el juego de estrategia intelectual, la dificultad plenamente buscada y dominada. Ya en otras circunstancias, al hablar de la literatura, he comentado que el escritor debe escribir para el lector malicioso, ya que el lector ingenuo o no existe, o es, evidentemente, un mal lector. Algo análogo puede decirse de las artes plásticas, incluyendo a la fotografía. El fotógrafo no debe chantajear al espectador ingenuo con imágenes sensibleras, estridentes o mediante ninguna otra facilidad, ya que el espectador ingenuo, para empezar, no está, ni jamás estará interesado en la fotografía de arte. Los interesados en el arte son personas inteligentes, formadas, maliciosas, y a estas no se le compra con unos cuantos fuegos artificiales. ¿Cuál es, entonces, el juego lícito del creador de imágenes fotográficas? El lugar común nos remite, por supuesto, a temas como la composición, el dominio técnico, el sentido de oportunidad y la habilidad (aparentemente sencilla pero en realidad difícil de encontrar) de quien sabe oprimir el obturador en el lugar preciso del tiempo y el espacio

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Y sin embargo nada de esto es suficiente. En la fotografía, como bien lo ha demostrado Susan Sontang, la realidad exterior es ineludible y de esta condición deriva, precisamente la especificidad y la magia del arte fotográfico. El talento está entonces en saber generar imágenes de significación que, partiendo de la realidad, logren espacios de libertad estética e intelectual en los que lleguen a ser posibles la ambigüedad, la magia y la pluralidad de significados. Una de sus virtudes más inmediatas es la conjugación eficaz de los bloques de luz y de sombra en un contexto de movimiento e impresión general de fugacidad. En ocasiones, por entre las rendijas que sobreviven a estos grandes bloques de luz y sombra aparecen, como si fueran jeroglíficos, o signos de interrogación, o desgarradores garfios, los cuernos del toro que todavía no se ha dispuesto a convertirse en la gran presencia de la escena fotográfica. En medio de la velocidad, súbitamente nos detienen los artefactos rituales que el toreo ha desarrollado con el pasar del tiempo: sacos bordados y manieristas, espadas amenazadoras y posturas que en ocasiones recuerdan a las de la escultura o la danza. Si el martirio del animal es susceptible a ser negado, también es susceptible a ser negado el martirio del individuo que no se nos parece: el del hereje, el del disidente, el del “bárbaro”. Así, será igual de fácil decir que la conquista no fue una guerra de exterminio sino un episodio histórico inevitable; que los indios no tienen alma y que por lo tanto sus tierras pueden ser repartidas desde el otro lado del mundo; que el genocidio armenio no fue un genocidio sino la respuesta a una insurrección, que el holocausto judío es una fabricación que nunca ocurrió. Pero el otro existe y es nuestro deber el aprender a imaginarlo y a defenderlo. En la corrida de toros el martirio del animal está allí, frente a nosotros, realmente ocurre, es desgarrador, es atroz, y no tiene más sentido que el frívolo e inaceptable sinsentido de emocionar por un rato a los espectadores. Una fotografía, al igual que cualquier otra manifestación del arte, no puede por sí misma (para volver a Susan Sontag) generar una conciencia. Pero si dicha consciencia preexiste, si la sensibilidad ética —que necesariamente representa la crítica de la Ley del más fuerte— es parte de quien contempla la fotografía, la imagen es capaz de erigirse en un llamado, en una exhortación para que sus destinatarios tengan el valor y la inteligencia de emprender la difícil tarea de hacer la crítica de su propia cultura.

Visita www.kigra.com para ver la serie completa “Muertes en la Esperanza”

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radar

agridulce y chicloso texto Yazmin Huerta ilustración Luis Safa

1. Los patrones y el Zócalo

vibrantes o brillantes, ellos siempre me caían bien, en ese tiempo con sólo mirar

Me sorprendo de nuevo mirando a los niños con melancolía agridulce, se reúnen

sus zapatos sabía si me caería bien, era muy sencillo conocer a las personas por

justo en el centro de la enorme plaza al lado del asta a jugar con sus globiproyecti-

medio de sus zapatos, ahora todo es complejo, ambivalente y engañoso. La fasci-

les metálicos. Siento de nuevo el deseo de volver al tiempo en que el mundo estaba

nación por los ritmos y patrones secuenciales viene de ahí, justo de cuando tenía

arriba y todo era gigante; el librero enorme, inalcanzable, que solía derrumbarse

seis años.

conmigo en el afán de trepar, cortando de algún cadáver polvoso unas cuantas páginas para dibujar con mis plumonitos, esos que se borraban con el “mágico

2. Las texturas y Venezuela 27

blanco”. esta atrocidad mutilante era, en ese entonces para mí, la manera más fácil

Cuando cumplí nueve años todo cambió: me llevaron a vivir al Centro Histórico.

de obtener hojas nuevas. En esta enorme plaza han caminado cientos de miles

Una niña nerd, hiperactiva, proveniente del sur del DF., lleno de árboles, plazas

de locos, los recurrentes, manifestándose y recordándonos que por más que nos

comerciales, pijamadas en casa de mis amigas, salidas a andar en bici y noches

guste, no debemos olvidar el pasado; hordas interminables coreando eufóricos la

coloniales; sí, todo rosa y chicloso, ahora en el centro de la ciudad más grande

ingrata y/o hips don´t lie, hombres con machete en mano exigiendo justicia, milita-

del mundo. De pronto me encontré atorada en medio de una manifestación, ate-

res que lucen sus nuevos uniformes en vehículos que sólo salen del los cuarteles el

rrada en los brazos de mi papá, llorando de desesperación y miedo, entre basura,

día del tan esperado desfile, estudiantes de teatro practicando estatuaria, Winton

vendedores ambulantes y mares, ahora sí, verdaderos mares de gente gritando.

Marsalis con Lila Downs, miles desnudos incentivados por Spencer Tunick y otros

Protestaban por un aumento del 50% en el sueldo; entre los gritos me enteré de

menos por el orgullo gay, interminable lista de bellos locos, todo esto gracias a la

que eran maestros Oaxaqueños de la sierra, así supe que en el sur México, había

bendita Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, que nos da muy

más pobreza que en la capital, que los maestros estaban furiosos, llenos de rabia,

buen circo. A los 6 años me encantaba observar los zapatos de toda la gente,

desesperación y dispuestos a todo con tal de obtener su aumento. Esto se volvió

sobre todo en las multitudes, juntos y moviéndose rítmicamente, como siguiendo

cosa de todos los días, maestros de Michoacán lanzando bombas molotov, grana-

un compás; ahora sé, el compás del tiempo acelerado, nunca suficiente. Miles de

deros gas lacrimógeno, la calle se volvió un caos, violenta, viva, exigente, todo esto

zapatos de formas y tamaños distintos, siempre me gustaban más los de colores

me lleno de miedo. Por ese profundo miedo a salir a la calle en la tarde después de la escuela, perderme en esa vorágine de pies, gritos, violencia, protestas y ratas,

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elegí el encierro temporal en Venezuela 27. El edificio viejo de departamentos donde

hay tanto en ella, tanto y nunca se llena, o ¿sí?; tal vez con el tiempo, va tirando

crecí, oscuro, frío, sucio, lleno de telarañas y varillas salidas por todas partes, resul-

a la basura lo que no le significa, lo que no ella no desea, lo que se estanca y no

tado de una fallida restauración después del temblor desastroso de 1985. Él fue mi

crece; crac, crac, crac, suena la bella máquina de la memoria y uno comienza

refugio antibombas, antigente y antirealidad; en él nació mi compulsión por observar

a recordar. A la izquierda en Brasil con dos Seveneleven en la misma cuadra y

los detalles, descubrí la textura oxidada maravillante, mi favorita; el yeso roto y polvo-

hombres insistentes que preguntan ¿Quéleimprimoquenecesitanotasfacturas-

so que roía y comía cuando nadie me observaba; los vidrios rayados con telarañas y

hornorariooooos?. Siempre ayuda el olfato, si se tiene la suerte de ser invadido

reflejosespejos borrosos; encontré portales a mundos paralelos en los charcos, todo

por un aroma conocido, ella se aceita inmediatamente y todo comienza a surgir

esto decorado con la interminable caca de paloma.

a borbotones. Llegamos a la plaza de Santo Domingo, aquí mataban “brujas” en milquinientos y tantos; pobres hippies torturadas, ahora sólo quedan impresores

3. La máquina de la memoria

de títulos profesionales, pagados por médicos que nunca han pisado un hospital e invitaciones de bodas y XV años, cada vez más sofisticadas. Los recuerdos

¡Salud!. Es la media noche en el viejo Salón Corona y hemos cerrado un número

a borbotones son los que cada que se necesita, te sacan del apuro de crear.

más de PICNIC; hoy me cuesta creer que a los veinticinco años no me queda

La máquina apurada funcionando; apurada porque hoy a los veinticinco años,

tiempo para contemplar con voracidad el mundo; ya no hay más momento para

crear es cuestión de minutos. Derecha en Venezuela, las altas paredes de la SEP

ese antiguo y placentero vicio. Ahora, atorada en el tráfico, miro el vidrio empañado

producen el eco de nuestros pasos y palabras; silencio, al fin silencio con viento

con gotas de jugo de arándano, resultado del reflejo en cada gota de las luces rojas

y eco. Caminar por el centro de la ciudad más grande del mundo en silencio, es

de miles de autos estancados en Reforma. Un tarro de michelada cubana oscura

privilegio de fantasmas, noctámbulos y borrachos, llegamos a Venezuela 27.

¡Por favor! La sorpresa, cada vez más escasa, se asoma en la entrada de la cantina, dibuja la silueta que hace tanto no abrazo; ha llegado de Canadá después de La Feria de Ceniza. Me pregunta si esta noche vamos a dormir, escupo un rotundo NO, hay tanto que contar. Tomo mi tarro de a Hidalgo, me despido de todos y salimos de la cantina. Caminamos silenciosos por Madero, tiendas, boutiques, cafés y cantinas, incrustadas a fuerza en edificios altos, viejos, barrocos y polvientos, como los de todos los centros de las ciudades mexicanas. Al fin después de tres cuadras él rompe el silencio; -La presentación fue muy emotiva, todos lloraron, no lo podía creer, es tan bello tener el poder de usar las imágenes para provocar y evocar en las personas; me sentí poderoso, realmente poderoso,

y el dolor de espalda se esfumaron, aunque después de todo, sentí una extraña culpa por usar mi historia personal, ya sé que es un recurso infalible, pero me da culpa. Interrumpo, damos vuelta en Palma. Chocamos con usureros y vendedores de oro, plata, relojes, y anillos arrebatados de sus dueños en tiempos de vacas flacas. -Culpa, ¿Por qué?, ¿De qué más vamos a hablar nosotros?; la historia personal es lo único que nos queda además de los sueños. Los sueños y nuestro pasado son el punto de partida cuando el blanco de la pantalla del monitor, fría, déspota, imponente; demanda creación. Doblamos a la derecha en Donceles; libros viejos, cientos de miles; telescopios para desafiar el cielo capitalino contaminado, buscando una que otra estrella y lo último en cámaras fotográficas, que congelan el tiempo a la maravillosa resolución de quince megapixeles. Tú, frente la página en blanco con ella oxidada, rechinante, intentando arrancarla

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recordar es volver a morir. (por eso del 68) por Victimario L贸pez

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Nostalgia por Tiempos que Nunca Existieron Miro en retrospectiva y todo eso es Tijuana, y lo acepto y me da gusto haber

J. Manuel Lomelí www.chango100.blogspot.com El autor es criminólogo, escritor y periodista independiente

crecido mi adolescencia en una ciudad que permitía siempre un poco más de la cuenta. Me niego aceptar que esos recuerdos tengan que ver con la condición actual, prostitutas y narcos no son lo mismo, drogas y asesinatos tampoco, sordidez y crimen no están obligadamente relacionados. La tolerancia que ofrecía, por que ya no la ofrece, se ha agotado o cuantificado o diluido o controlado, no tiene

Cada vez que tengo sentimientos de nostalgia por la Tijuana perdida, pienso que

que ver con la guerra que celebra el estado contra la mafia.

toda remembranza o recuerdo está cimentado en un enorme engaño. Cualquiera que guarde alguna memoria grata de su vida en cualquier ciudad fronteriza, Tijuana o Juárez por ejemplo, y que pueda hacer de lado a las putas, los congales, los bares sórdidos y llenos de placeres inmediatos, y cualquier clase de leyenda negra, debe saber también que vivió engañado.

Lo que ahora sucede es producto de cosas que jamás estuvieron a la vista, de mecanismos y engranes que se ajustaron y luego fueron soltándose en su inmensa movilidad y velocidad hasta perder el control. De algo que, quiero decirlo, se gestó entre el estado y los mafiosos que ahora se regodean asesinando y decapitando.

Así puedo ir sacando de la cabeza el olor del eucalipto, la quietud de los cerros al

El narcotráfico – quiero gritarlo – es producto del estado, de su corruptela, de

sur de la ciudad, la mar rítmica y en perpetua caída, y el placer de ser niño en una

sus incapacidades, de su complacencia e incompetencia, no del devenir social

ciudad donde había sitios oscuros, lugares anexos de culpabilidad y alegría. En

inherente de Tijuana. No fueron las putas ni los yonkis ni los bares ni los indigen-

realidad, pocos sabíamos que, mientras el alcohol y las prostitutas corrían contro-

tes ni los migrantes los que alimentaron el poder del narcotráfico. No son mis

ladas por su respectivo mercado, y unos se escandalizaban por eso, también se

recuerdos a los que debo culpar por lo que ahora sucede. Los ciudadanos sólo

germinaba todo lo que ahorita nos esta haciendo pedazos.

somos culpables de permitir que el estado sea simplemente imbécil e incapaz y corto de miras, y de permitirle que celebre una guerra ridícula donde nosotros

La primera vez que llegué a Tijuana, frente a la terminal de autobuses, cruzando la avenida, descubrí a un indigente parado al borde de la banqueta. Su barba rubicunda le daba un toque contundente a tantísima mugre. Recuerdo que pensé que jamás había visto un hombre así, tan miserable, y que además tenía la bragueta y el botón sueltos para sobarse los genitales flácidos y ocultos tras el vello púbico y las moscas. Yo tenía once años.

estamos sufriendo y donde la solución de fondo, la real, yace aletargada como una mujerzuela que manosean los políticos, intelectuales y periodistas, que se hacen de fama restregándola en sus discursos. Lo que ahora sucede, todavía peor, será el recuerdo de las nuevas generaciones. Y pienso en lo que sigue, en cómo el estado ha llegado a estas ciudades fronterizas a tergiversar nuestra forma de vivir, reinterpretándola para ajustarla a sus sazones bélicas. Esta guerra contra el narcotráfico va dejar, como legado,

A los pocos días me hallé a un hombre vestido de mujer y más que sorpresa me

además de muertos, miedo y hartazgo, un aparato capaz de reprimir la tolerancia

provocó alegría. Los únicos que me asustaron fueron los punks que intentaban

que la sociedad debería comprender, asimilar y ajustar. La propuesta es esa

encender un cigarrillo de mariguana, y que frustrados, le pidieron lumbre a mi

precisamente, ajustar. La solución es pulir las muescas para ensamblar el enorme

mamá que nos llevaba de la mano después de ir al cine. Recuerdo que les dijo

rompecabezas y no deshacernos de las piezas que no hemos podido acomodar.

que no fumaba y que yo la desmentí frente a ellos: pero tú sí fumas, mamá.

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vacas y marsupiales texto de Omar Arturo Garfio Méndez ilustración de Oscar Jimenez

Carne asada, barbacoa, hamburguesas. La cuaresma quedó atrás y con su fin,

enrolarnos en una Cuaresma eterna para que el planeta sobreviva y nosotros con

regresa la fiebre de viernes por la carne de ganado bovino y caprino. Al menos

él, sólo cambiar un poco nuestros hábitos alimenticios, quizás comer más marsu-

para quienes acostumbran abstenerse de ingerir tales delicias durante 40 días con

piales en vez de rumiantes. Los canguros por ejemplo, eructan 600 veces menos

todo y sus noches. No menciono al ganado porcino porque dicho animal casi no

metano que las vacas. El caso es que los marsupiales tienen un sistema digestivo

eructa metano. Y es que curiosamente las cabras y en mayor medida las vacas,

más sofisticado que las vacas y no afectan tanto al medio ambiente. Me parecería

víctimas de nuestro apetito por la carne, más allá de agradecer la cuaresma tienen

interesante ver menonitas criando koalas en sus campos. Habría que probar si su

una manera de desquitarse con todos los humanos, carnívoros y vegetarianos

carne es tan tierna como su apariencia. La de los marsupiales, desde luego.

por igual. Otra alternativa sería alimentar el ganado con una mezcla de pasto y maíz, en vez No me refiero a los paros cardiacos o congestión de nuestras arterias al comernos

de dejarlo que solamente paste. Con ello se reducen hasta en un 20% las emi-

su carne o sus derivados lácteos. No. Sus eructos, y en menor medida sus flatu-

siones de metano. Quizás sea buena idea en otros países, pero dudo que lo sea

lencias son, por increíble que parezca, más nocivos al medio ambiente que todos

en México donde el maíz es base de nuestra alimentación. Mejor aun me parece

los medios de transporte combinados en cuanto a emisión de gases de efecto

la idea de que las vacas y chivas coman tréboles y otras legumbres, o grasas no

invernadero, pues generan el 18% de la contaminación que incide directamente

saturadas como el aceite de coco y de girasol. Por el momento se me antoja difícil

en el calentamiento global. En otras palabras, una tonelada de eructos de metano

que cambiemos la carne de res por carne de koala o de canguro. Sobre todo

producidos por los rumiantes, es 25 veces más dañina al medio ambiente, que

porque no son dóciles como las vacas en cuanto a su crianza y en particular los

su equivalente en dióxido de carbono. Todo se debe a que los estómagos de los

koalas son especie protegida. En torno al sabor, ¿taquitos de marsupial? Quizás,

rumiantes, contienen unos microorganismos que les ayudan a digerir el alimento

pues si en Australia e Inglaterra la carne de canguro es comercializada, ¿qué tan

y a cambio generan metano. No resulta entonces del todo sano comer solamente

mala puede ser? Todo sea por el medio ambiente. Aunque por otro lado, la sola

hierba, al menos no para el Planeta.

idea de tomar leche de cangura no me resulta del todo agradable. Y de canguro, muchísimo menos.

Todo indica que nuestras necesidades de consumo de carne y lácteos se duplicarán en los años por venir. Pero al parecer, no todo está perdido y no será

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Retrospectiva:

Vida y obra de un Diseño Envejecido texto de Patricia Luevano

Recuerdo el inicio de mi existencia, cuando mi vida era inocente y solo contaba con algunas expectativas de cómo podrían ser las cosas. Corrían tiempos difíciles para mis amigos de la infancia, quienes como Morris, con bellas utopías buscaban la solución a la deshumanización en los objetos. Fui creciendo en un ambiente de herreros, ceramistas y artesanos de todo tipo, que me enseñaron a jugar con formas y materiales definiendo mi carácter estético y evitando a toda costa al demonio de la industrialización. Poco a poco fui conociendo líneas curvas y fluidas que cegaron mi visión. Me enamoré de mujeres hermosas de cabellos largos y vestidos flotantes que entre sueños misteriosos me hablaban de la evolución de las especies. Con procesos de hierro forjado y madera doblada traté de conquistarlas, pero borracho de cariño, me dejé llevar por el glamour de los tiempos y preferí la suavidad exótica de pieles de animales, y la riqueza visual de la decoración sin fundamentos. Aquellas doncellas que me habían conquistado la primera vez, habían cortado en línea recta sus cabellos y endurecido sus facciones. Era inexperto en aquel entonces, y en esta juventud no podía más que derrochar banalidad, pero ¿quién se toma las cosas en serio con tan poca edad?. Sin embargo, aprendí que esta ideología no era la indicada. Vino tiempo de guerra y el dolor de mis usuarios me hizo retomar el camino y entender que no era cuestión de lujo o belleza; tenía la responsabilidad de mejorar la calidad de vida de todas las personas.

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Replanteando mi vida, maduré de pronto y comencé a explorar el significado de la verdadera estética, la funcionalidad con que daba solución a los problemas guió mis nuevos trazos limpiándome el espíritu de tantos excesos del pasado. Acogí la belleza tal y como era, sin maquillaje material o colores volumétricos. ¿Para qué pintar labios de mujer color rojo carmesí, si al beso a beso van perdiendo su color? ¿De qué sirven los collares de oro y piedras preciosas, si estamos desnudos cuando hacemos el amor? Y con esta mentalidad, traté de compartir estas ideas a mis amigos más queridos como Ludwig, y Marcel, entre otros en mi primera escuela, dando preferencia a mis antiguos amigos artesanos pero acogiendo otros nuevos como la tecnología y los procesos de la época. Fueron los años más felices. Años en los que mi enfoque era bueno y noble; embellecía mi vida, ayudando a los que me necesitaban. Pero todo por servir se acaba, y a la mitad de mi caminar fui seducido por nuevas tecnologías que representaban el reto de lo desconocido en ese momento para mí. Formas, plásticos y texturas espaciales invadieron mi composición y me orillaron a divorciarme de mis buenas intenciones. Dejando atrás todo lo que había alcanzado hasta ese día, me uní al sentimiento revolucionario de los jóvenes de la época al manifestar mi propia inconformidad y rebeldía a todo lo establecido. Escupí en la cara a mis antiguos principios y decidí que no había envejecido demasiado todavía, estaba a tiempo de “soltarme el pelo” y desvariar.


A mi alrededor todo me motivaba a creer que había hecho lo correcto. Me volví frívolo y superficial, buscaba expresar mis caprichos personales en cada silla, cada tetera, cada abrelatas. Me convertí en el canal de moda para los intelectuales que al igual que yo querían, experimentar nuevas (o no tan nuevas) maneras de comunicar. Lamentablemente desvirtué mi propia esencia, dejando de ser el medio y convirtiéndome en pretexto. Amistades como Mendinni o en ocasiones incluso Starck me aconsejaban mal, creando productos sin función, pero con mucho significado. Después de algunos años de diversión desenfrenada, me percaté del error. La resaca de la fiesta me hizo darme cuenta que tal como sucedió en mi adolescencia, me había perdido del camino deslumbrado por tanto hábito de rockstar. Con el paso de los años había generado una cantidad inmensa de basura, que no servía más que para ocupar un lugar en nuestro espacio cada vez mas reducido a causa del crecimiento de la población. Fui en parte contribuyente de la cultura de consumo desmedido que enferma a nuestra sociedad, ofreciendo a la gente puros espejismos inútiles de prestigio o absurda riqueza y despreciando una vida sencilla pero plena. Enamorado de mí mismo, permití que marcas, corporativos y estrategias de mercadotecnia usaran mi nombre para enriquecerse y así abusaran de la ingenuidad de los consumidores. Fue indescriptiblemente horrible.

Sin embargo, en este momento de la historia, tan complicado y sin buenos pronósticos a la vista, siento que ha llegado mi última oportunidad para reivindicarme. Es ahora o nunca. Tengo la esperanza de volver a nacer de la necesidad más básica de mis queridos usuarios; la supervivencia. Me gustaría volver a ganar su confianza y ayudarlos a salvar este planeta; a fin de cuentas estoy en el diseño de sus cunas, sus contenedores de agua, sus medios de transporte y de comunicación. Y hoy, avergonzado pero con la esperanza de un mejor mañana, entiendo que como en el caso de muchos, he tenido que vivir toda mi vida para darme cuenta que la estrategia a seguir se asemeja a la inocencia artesanal que recuerdo de mi infancia.

“A los 12 pintaba como Rafael, pero necesité toda la vida para aprender a pintar como niño.” - Pablo Picasso-

Me retiré un pequeño lapso de tiempo para analizar la situación y hacer algo al respecto. Conviví con tendencias más humildes y que emanaban cierta espiritualidad. Algunos conocidos como el arquitecto Ando me ayudaron a desintoxicarme y volver a comenzar con un silencio formal basado en una inspiración oriental a través del balance entre la abstracción de la naturaleza y la materialización del pensamiento. Fue así como encontré el valor para enfrentar mi propia decepción y volver a soñar. Posteriormente, realicé varios experimentos más a fondo y con esto descubrí nuevas rutas hacia la belleza volumétrica que alguna vez me había apasionado. Estudié la estructura morfológica de los seres vivos, de algunos inexistentes y resolví la tridimensionalidad de mi pensar con complejos algoritmos matemáticos. Mezclé romanticismos de otros tiempos con materiales y estéticas modernas. Aún así, he alcanzado una edad en la que los fantasmas del pasado me atormentan, Me da miedo encontrarme con el fin y entregarle cuentas con acciones que hayan dejado más problemas que mejoras. Siento ridiculizada mi imagen, y confundida mi esencia. Incluso llegué a oír que soy el error más grave de la modernidad. ¿Dónde quedaron mis sueños de la infancia? ¿Qué pasó con mi vida?

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HASTA PRONTO y gracias por conservarme!

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