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Té de primavera
años anteriores y por la historia de los orígenes de esta mágica costumbre.
En nuestro país, ya en épocas de la Colonia, era un rito de la sociedad. El Club Centenario, desde su fundación, incorporó a su agenda de actividades sociales, el debut de algunas hijas de socios, pero en las fiestas de fin de año.
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Según consta en actas de la Comisión Directiva del Club Centenario, en 1945 se decidió realizar la primera Fiesta de Primavera a la que se denominó Cóctel danzant, y debido al éxito obtenido se repitió al año siguiente sin que en ella se realizara debut alguno.
En 1946, durante la fiesta de fin de año, acontecimiento durante el cual solían debutar algunas hijas de socios, hubo un incidente que marcó el inicio de una tradición muy bien conservada hasta la fecha. Y es que a una de las jovencitas que se presentaban en sociedad, Mabel Serrati, se le quemó el vestido de tul con los buscapiés, característicos de las fechas de fin de año. Fue por eso que la Directiva decidió a partir de entonces que los debuts en sociedad se realizarían siempre en la Fiesta de Primavera, en el mes de septiembre, y que el Club se haría cargo de la organización del evento. Fue precisamente en la primavera de 1947 cuando debutaron las primeras cuatro hijas de socios: Ketty Acosta, María Magdalena Codas, Ruth Solalinde y Beba Benito.
A través de los años, esta fiesta se convirtió en la más importante del Club, una tradición respetada por todas las Comisiones Directivas y símbolo de las actividades sociales del Centenario.
Actualmente, el debut en sociedad no solo es un acontecimiento social, sino que pretende ser un compromiso de las jovencitas con su Club y con su país. Si bien las debutantes cambian, no así los vestidos, los bailes que siguen haciendo soñar.