¿Qué importancia tiene la labor de dirigentes? 1. 2. 3.
Debemos estimular a que el programa propio de cada unidad comprenda una gran variedad de actividades. Las actividades no pueden improvisarse. Ellas deben ser seleccionadas, preparadas, desarrolladas y evaluadas adecuadamente. No basta realizar actividades ni que éstas sean exitosas. Es necesario además estar atentos a las experiencias personales que obtiene cada niño o joven, lo que se realiza a través del seguimiento de su progresión personal.
Actividades internas y externas Internas aquellas que se realizan en las patrullas, la Unidad (manada o tropa) o fuera de ellas, pero por iniciativa de su programa de actividades. Externas son todas las que los jóvenes efectúan fuera de sus patrullas y de la Unidad y sin vinculación directa con ellas. La acción de los dirigentes adultos se refiere principalmente a las actividades internas, pero sería un error pensar que pueden desentenderse de las externas.
Actividades fijas
Actividades variables
Ayudan a "administrar el método".
Atienden los múltiples intereses de los jóvenes y los proyectan sobre la diversidad del mundo y de la vida.
Contribuyen a crear la atmósfera propia de la vida de grupo en la Unidad y producen vivencias de sabor típicamente scout.
Responden a las necesidades de la comunidad.
Una de las claves de la riqueza de la vida de grupo en las patrullas y la Unidad reside en construir, con la participación activa y responsable de los niños y jóvenes, un programa de actividades que mantenga un adecuado equilibrio entre estos dos tipos de actividades educativas. Este equilibrio se planifica al inicio de un ciclo de programa, primero al preseleccionar, luego al elegir y posteriormente al organizar las actividades. Las principales actividades fijas en la Tropa Scout
Las reuniones Al menos una vez por semana, durante un tiempo aproximado de tres horas, los scouts de la Unidad se reúnen para llevar a cabo algunas de las actividades que han acordado. Para promover el funcionamiento del sistema de patrullas, el tiempo de este encuentro semanal debe ser compartido entre las reuniones de patrulla y de Unidad. Por esta razón se sugiere alternar semanalmente reuniones de patrulla y de Unidad. En este mismo sentido, además de concurrir a las reuniones de patrulla en las fechas y horas convenidas por toda la Unidad, es recomendable que cada patrulla trate de encontrar momentos para realizar reuniones adicionales por sí misma. Si se trata de la reunión de Unidad o de las reuniones de patrulla en día y hora acordados para todos, los encuentros suelen realizarse -o al menos comenzar y terminar- en el local propio del Grupo Scout o en un lugar facilitado por alguna institución de la comunidad. Las reuniones adicionales propias de cada patrulla también pueden realizarse en el local del Grupo -especialmente si la patrulla posee allí un rincón propio- o en la casa de alguno de los integrantes, o en la escuela -si el Grupo reúne a alumnos de un mismo establecimiento educativo- o en otro lugar apropiado que la patrulla decida escoger como "rincón" para su reunión. Normalmente estos encuentros de patrulla y de Unidad se inician con un "saludo" o gesto simbólico breve: izar la bandera, elevar una oración, entonar una canción, proclamar el "grito" de la patrulla; inmediatamente se puede dar a conocer las principales novedades y se pasa en seguida a las actividades a que se dedicará la reunión. El cierre del encuentro puede adoptar una forma similar a su apertura. Durante la mayor cantidad del tiempo destinado a su desarrollo se preparan, realizan o evalúan algunas de las actividades fijas o variables previstas en el calendario de actividades del respectivo ciclo de programa. Además se cumplen ciertas tareas rutinarias y administrativas, tales como limpiar el local y arreglar los rincones de patrulla, agregar escritos, fotos o dibujos al Libro de Patrulla, actualizar el diario mural, o poner al día los registros y las cuotas. Para que el encuentro periódico mantenga su sentido, recomendamos tener presente : 1. 2.
Este encuentro no siempre debe durar tres horas. Cada cierto tiempo –idealmente, cada 5 ó 6 semanas- se puede desarrollar durante todo un día, coincidiendo con una actividad variable que requiere más tiempo. En algunas ocasiones -por ejemplo, cuando se realiza una actividad variable de larga duración- se ocupará casi todo el tiempo disponible en desarrollar una parte de dicha actividad.
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También por exigencias derivadas de las actividades variables de que se trate, a veces las reuniones no se desarrollarán en el local sino en un sector de naturaleza cercano, o en otra parte del vecindario o de la ciudad, actuando las patrullas de manera autónoma o toda la Unidad en conjunto, según sean las necesidades de la actividad. Durante el encuentro es conveniente combinar las actividades y las tareas administrativas, evitando separarlas en dos bloques, lo que dividiría la reunión en dos partes: una interesante y otra de contenido árido. En cualquier caso, los encuentros semanales siempre deben ser activos, evitando largos intervalos o reuniones pasivas que hagan perder el interés de los participantes.
Campamentos y excursiones Los scouts de una Unidad suelen acampar entre tres y seis veces al año, tratando de lograr entre veinte y treinta días de campamento. Dependiendo de la época del año, la duración de los campamentos varía entre dos y cinco días, con excepción del campamento final de un año de actividades, que puede durar de diez a quince días. A manera de ejemplo, una distribución de los tiempos de campamento durante un año podría ser la siguiente: Las excursiones son salidas de patrulla y algunas veces de la Unidad con una duración de un día o dos, que se realizan durante el año de actividades, según lo acordado para cada ciclo de programa. Los principales propósitos por los que las patrullas y la Unidad Scout realizan campamentos y excursiones son los siguientes: 1. 2. 3. 4.
Contribuir a que los jóvenes desarrollen su autonomía personal. Fortalecer el sistema de equipos, a través de una autonomía progresiva de las patrullas. Disponer de un ambiente especial que facilite el logro de los objetivos personales de cada joven en todas las áreas de crecimiento. Permitir a cada joven ejercer responsabilidades, y enfrentar y superar dificultades.
El campamento de Unidad tiene características propias que consideran principalmente el grado de autonomía de sus patrullas. 1.
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Las patrullas de la Unidad acampan en un mismo lugar, pero en condiciones de distancia y espacio que les permitan desarrollar con independencia su vida como comunidad y equipo. De ahí que son ellas quienes habilitan, ambientan y mantienen sus sectores de campamento, preparan su alimentación y realizan sus actividades propias en los tiempos asignados para ellas. Por esta razón, la elección del lugar de campamento para esta etapa de la vida scout, es una de las condiciones de su éxito. Debe ser un lugar que invite a descubrir, que haga posible jugar a la aventura, en medio de una naturaleza rica y variada que estimule a la exploración. El equipo de dirigentes acampa en un sector propio, idealmente equidistante de los sectores en que acampan las patrullas. Preferentemente debe preparar su propia alimentación, aunque sus integrantes con frecuencia acepten invitaciones de las patrullas. En los campamentos de larga duración, el equipo de dirigentes también atiende aspectos relativos al suministro central de ingredientes para la preparación de la alimentación en las patrullas. Durante el desarrollo de un campamento de mediana o larga duración, al menos una vez, cada patrulla realiza una excursión fuera del lugar en que acampa toda la Unidad. Esta salida puede durar entre 24 y 48 horas. Estas excursiones no consisten en un mero paseo turístico, deben tener un fuerte contenido de exploración de la naturaleza y observación del medio ambiente, conocimiento de la región y de sus habitantes y, evidentemente, una cuota de esfuerzo físico. Este desafío, implica preparación por parte de cada miembro de la patrulla y la aplicación de conocimientos y técnicas. La planificación y realización de la excursión deben ser supervisadas cuidadosamente por los dirigentes, quienes pueden acompañar su desarrollo, especialmente en patrullas con poca experiencia o formadas por jóvenes de menor edad.
Durante el campamento se realizan las actividades variables y fijas que hayan sido previstas en el ciclo de programa, considerando así grandes juegos, veladas y fogatas, celebraciones, acciones de servicio y tantas otras. Ni en campamentos ni en excursiones se realiza ninguna actividad que, bajo el pretexto de incentivar destrezas o el dominio de sí mismo, pueda poner en riesgo la salud o la seguridad de los jóvenes o pudiera generar en ellos inhibiciones o temores. Campamentos y excursiones constituyen la forma en que se desarrolla la vida al aire libre de los scouts en la Unidad, la que tiene un impacto educativo que no puede ser sustituido por ningún otro medio. La vida al aire libre permite que los scouts se reencuentren con los ritmos naturales, vivan el desafío de la aventura que los pone en contacto con mundos inexplorados, pongan en juego todos sus sentidos, desarrollen su imaginación, pierdan el temor a lo desconocido, descubran la importancia de ser solidarios, trabajen en equipo, experimenten la vida en condiciones simples y rudimentarias, tengan la oportunidad de maravillarse ante la Creación, se encuentren con ellos mismos y aprendan cosas nuevas que están muy lejanas de quien vive en las ciudades, especialmente de aquellas excesivamente urbanizadas. Los juegos En los jóvenes el juego es un medio espontáneo de exploración de sí mismos, de los demás y del mundo. Jugar implica experimentar, probar hasta dónde se puede llegar, ensayar, aventurar, esforzarse, alegrarse; jugar con otros incluye compartir, ayudarse, organizarse, saber ganar y perder. El juego es un factor de introducción a la vida social, por cuanto al jugar se observan determinadas reglas que todos deben respetar como en la vida cotidiana. Los juegos organizados son los que suelen atraer más los jóvenes y los que facilitan esta formación. En ellos, cada participante desempeña una función en la mejor forma posible, aportando su inteligencia y dejando de lado lo rutinario. Asimismo, los más hábiles comparten con aquellos que lo son menos y éstos, a su vez aprenden de ellos.
La vida scout está concebida como un gran juego en el que el joven ansía participar porque encuentra la posibilidad de satisfacer sus deseo e interés de actuar. A través de la acción, el joven se revela y permite a los dirigentes identificar la forma de apoyarlo en sus necesidades. Al mismo tiempo, en el juego el joven descubre aspectos de sí mismo que debe mejorar, aprende a compartir con sus compañeros y a desarrollar su alegría de vivir. En esta etapa el juego de los jóvenes requiere cierta elaboración que les permita reflexionar y decidir por sí mismos y un considerable despliegue físico. Por eso es frecuente el gran juego, que se desarrolla en la naturaleza o en la ciudad, el que junto a la actividad física, considera conocimientos y destrezas de tipo técnico y aspectos tácticos para aplicar un plan, originado en la iniciativa personal o grupal de los participantes. Para que los juegos tengan éxito,es necesario: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8.
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Conocer juegos variados o disponer de suficiente material de consulta. Elegir bien el juego de acuerdo a la ocasión. Preparar con anticipación el material necesario. Establecer reglas sencillas que no den margen a interpretaciones y explicarlas con claridad en el momento oportuno: debe conocerse con anticipación cómo se juega y -si cabe- por qué se gana o se pierde. Animar constantemente el juego sin que los dirigentes se conviertan en jugadores. Dar continuidad al juego y no interrumpirlo sin motivo válido. Procurar la continua participación de todos los jugadores, salvo que alguno haya debido salir en virtud de las reglas del propio juego, las que, si su mecánica lo permite, debieran considerar su pronto reingreso. Terminar el juego antes de que empiece a decaer el interés, siempre que su finalización sea regulable, ya que hay juegos en que la solución de la trama requiere ir hasta el final y no se pueden concluir anticipadamente sin que el objetivo se frustre. Un juego que terminó en un buen momento será bien recordado y dejará deseos de volverlo a jugar. Hacer respetar al perdedor y reconocer el mérito al ganador. No repetir un juego con demasiada frecuencia. Evaluar el juego, el desempeño de sus participantes y el cumplimiento de las tareas asignadas a quienes lo condujeron.
El canto y la danza El canto y la danza contribuyen de manera importante al desarrollo de las aptitudes artísticas de los jóvenes, a la creación del espíritu de patrulla y a la atmósfera de la Unidad. Cantar y bailar son actividades que unen al grupo, que ayudan a superar inhibiciones y que despiertan la alegría en los adolescentes que frecuentemente suelen concentrarse en sí mismos. Además, en estas edades es habitualmente fácil encontrar quienes tienen habilidad para tocar un instrumento musical que acompañe la canción de todos. Los cantos y danzas no requieren ser necesariamente "scouts". Tu región y nuestro país poseen un rico material folclórico al cual siempre es conveniente recurrir. Los propios jóvenes, de manera espontánea, entonan canciones populares que expresan lo que les interesa y lo que sienten. A compartir con ellos, los dirigentes estarán en condiciones de aportar criterios de orientación que les permitan valorarlas. La fogata o fogón Consiste básicamente en un encuentro artístico en torno al fuego, de una duración aproximada de una hora a noventa minutos de "diversión planificada", en el que se mezclan canciones, pequeñas representaciones, breves historias, danzas y otras actividades artísticas presentadas por los jóvenes. Habitualmente se organiza una fogata con motivo de un aniversario importante para todos, al final de un ciclo de programa, con ocasión de la última noche de un campamento –en campamentos de larga duración puede realizarse más de una- o en otras ocasiones similares. Sobre el contenido de la fogata, recomendamos lo siguiente: 1. 2. 3. 4. 5.
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El programa debe ser preparado previamente con la participación de todos los jóvenes actuando en sus patrullas, con las orientaciones acordadas en el Consejo de Unidad. Suele tener un cierto ritual mínimo para convocar a los participantes y para encender el fuego, lo que añade sabor e interés al momento de celebración. El ritmo de la fiesta va de la alegría expansiva al recogimiento. De ahí que las actividades más festivas se ubican al comienzo y las más reposadas al final, hasta concluir en un momento de reflexión y de oración. En campamento, el término de la fogata coincide con el momento en que los jóvenes se retiran a sus sectores de patrulla a dormir, salvo que se introduzca un breve intervalo en que se comparte un rato en quietud junto a las brasas mientras se disfruta de una bebida caliente o de un refresco. Cuando se realiza en la ciudad, puede invitarse a padres y familiares, aunque no siempre, ya que con frecuencia la Unidad necesita celebrar privadamente esta fiesta. La fogata puede tener un tema central en torno al cual giran las distintas representaciones: una leyenda, un hecho histórico, el recuento de las anécdotas del campamento y muchos otros.
La fogata se realiza en una ocasión especial y tiene un cierto ritual. De ahí que cuando cada patrulla o los scouts de toda la Unidad sólo desean pasar un buen rato juntos, basta con organizar una velada, la que no tiene exigencias de ritmo, no necesita la presencia del fuego y hasta puede servir de actividad preparatoria de una fogata. Las actividades variables deben ser:
desafiantes, útiles, recompensantes y atractivas Hemos dicho que las actividades variables pueden referirse a los contenidos más diversos, dependiendo fundamentalmente de los intereses de los jóvenes y de las necesidades de la comunidad en que actúa la Unidad Scout. Los temas que con más frecuencia surgen entre las actividades variables de las Unidades son las técnicas y habilidades manuales, los deportes, la expresión artística en sus distintas formas, el conocimiento y protección de la naturaleza, el servicio a la comunidad, la reflexión, el conocimiento de uno mismo y de los demás, la vida familiar, la comprensión intercultural, los derechos humanos y el aprendizaje de la paz y la democracia. Que estos temas se desarrollen con mayor frecuencia, no descarta que se consideren otros que pueden surgir de los intereses de los jóvenes.
Fuente: Oficina Scout Interamericana Organización Scout Interamericana