MÁS QUE UNA PILDORA La Ministra de Sanidad ha anunciado que quiere que se pueda comprar la píldora del día después sin receta. También añadió que no se exigiría una edad mínima, que se hace para disminuir los abortos provocados y que no es abortiva. Cuando a uno le explican que los espermatozoides, diez minutos después de la relación sexual, ya pueden haber llegado hasta el óvulo y, por otra parte, se dice que la píldora se puede tomar hasta las 72 horas después, entonces se cae en la cuenta de que puede haber habido la concepción de una nueva vida humana a la que se impide su desarrollo. Su efecto, en este caso, corresponde a un abortivo precoz. Los datos contradicen que un mayor acceso a la píldora del día después disminuya el número de abortos. Desde que se comercializó en el 2001, y a pesar de su reparto masivo y frecuentemente gratuito, los abortos quirúrgicos siempre han aumentado. Cerca de 600.000 píldoras se distribuyeron durante el 2008 en España y nunca antes se habían provocado tantos abortos. Precisamente ¿cómo puede presentarse un fracaso como un éxito? Algunos juristas dudan de la legalidad de la venta sin receta. Hay dos sentencias de 2003 que establecen que no se puede administrar esta píldora a menores de edad y que debe ser autorizada por un facultativo por medio de una receta. Otras sentencias apoyan la objeción de conciencia de los farmacéuticos que no quieran vender ese producto. Y además, los laboratorios farmacéuticos no han facilitado datos sobre los efectos de esta sustancia en menores de 16 años. Por lo que se presupone que los datos no serán muy buenos. Tampoco se conocen los efectos negativos a largo plazo y se puede estar poniendo en peligro la salud de las mujeres. Ahora algunas farmacéuticas están de enhorabuena, dentro de unos años veremos lo que pasa, pero entonces habrá otra Ministra de Sanidad.
Xavier Sobrevia Vidal Publicado en “Revista del Vallés” (15/5/2009)