UNIDAD DE VIDA Y RECTITUD DE INTENCION 1,- Miles de veces repitió s Josemria esta jaculatoria (rectitud de intención). Una de las tres jaculatorias síntesis de los fines últimos del Opus Dei
dentro del fin de la Iglesia. Pidamos que toda nuestra vida sea para toda la gloria de Dios. Para eso necesitamos vivir una de las características fundamentales del espíritu, de la Obra la unidad de vida. La unión íntima entre el aspecto ascético, apostólico y secular . De la profunda unidad de vida totalmente dedicada a Dios Padre por Cristo Señor nacen la necesidad y como el instinto sobrenatural de purificar todas las acciones 2. Hemos de tener presente el programa de vida que nos proponía s Josemaria: cumplir La Voluntad de Dios en el trabajo, contemplar a Dios en el trabajo, trabajar por amor de Dios y al prójimo. convertir el trabajo en medio de apostolado, dar a lo humano valor divino: ésta es la unidad de vida, sencilla y fuerte, que hemos de tener y enseñar" . Aplicar este rasgo del espíritu de la Obra a nuestra vida de sacerdotes, para que todo nuestro día sea una dedicación al servicio del Señor y al cuidado de las almas. 3. Sin embargo, aunque no sea más que para alejar el peligro de la rutina, debemos vigilar para que todo nos conduzca a agradar a Dios, esforzándonos por vivir la unidad de vida. En el caso de que se viesen indicios de que esa unidad se está quebrando, habría que recomponerla. Habría que volver a vibrar, es decir, habría que volver a la piedad, a la sinceridad, al sacrificio -gustoso o dificultoso- por las cosas de la Obra, del apostolado, a hablar de Dios sin empachos ni respetos humanos 4. ¿Rectifiqué la intención buscando en todas las cosas solamente la gloria de Dios? La unidad de vida -nos dice Don. Álvaro-, es, sí, don de Dios, pero al mismo tiempo es tarea ejecutada fielmente día a día”exige rectificar constantemente la intención: no perder nunca el punto de mira sobrenatural. Rectifiquemos constantemente la intención porque cada personatiende desordenadamente a sí misma y a satisfacer el propio egoísmo... ¡Ahoguemos inmediatamente, en cuanto los percibamos, esos bajos motivos, y remontémonos de nuevo hasta el Señor! 5. En nuestro firmamento espiritual no debe haber más que un solo norte: el cumplimiento de la Voluntad de Dios. Cualquier otro interés o finalidad noble ha de quedar subordinado, incorporado, al querer del Señor; y, si es necesario, hemos de saber desecharlo, aunque humanamente se trate de algo en sí bueno y atractivo, si comporta el riesgo de perder el punto de mira sobrenatural . 6. En ocasiones habrá que renunciar incluso a un plan pastoral pensado con generosidad; otras veces, la rectitud de intención nos impulsará a proponemos metas más altas en la vida interior, en nuestros encargos, superando la comodidad con el amor. Rectifica la
intención y ¡adelante!, con hambre de servir a este Dios nuestro . 7. En la oración para la devoción a s Josemaría pedimos: “convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir..”. La unidad de vida es consecuencia de la influencia recíproca de las Normas de piedad en el trabajo, del trabajo en la oración, etc. Buen socorro para alcanzar esta meta: acudir a la Santísima Virgen María.