Taller literario del año 2015

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ESCRITOS Autor: OSCAR BOTERO PÉREZ Taller de Literatura Letraldea-Sabaneta Año 2015


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Tabla de contenido BELLUM ____________________________________________________________ 4 COMENTARIO SOBRE LA OBRA “UNA NOCHE DE INVIERNO” DEL ESCRITOR PAUL AUSTER ____________________________________________________________ 4 COMPARTICIONES ___________________________________________________ 5 EL DARDO __________________________________________________________ 6 EL VIAJE ____________________________________________________________ 7 EN PRIMERA PERSONA. _______________________________________________ 8 EN TERCERA PERSONA ________________________________________________ 9 GLOOMY SUNDAY (TRISTE DOMINGO) __________________________________ 10 INCERTIDUMBRE ___________________________________________________ 12 LAS PRIMERAS LETRAS _______________________________________________ 13 ¿PLAGIO? _________________________________________________________ 13 POETA OLVIDADO___________________________________________________ 14 SORTILEGIO ________________________________________________________ 14 UNA TARDE DE DOMINGO ____________________________________________ 18

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BELLUM En el mundo de las apariencias nada es lo que parece. Una voz dulce de palabras engañosas puede contener el sutil argumento de la torva maquinación. Transformar en el oído del incauto espantosos crímenes en una delicada fábula hace que la máscara del verdugo simule tierna mueca convincente. El monstruo creado como víctima incauta ha sido sacrificado en el altar de las mentiras. La maquinación cobarde tuerce el cauce de los seres ingenuos. Crea con frialdad astuta una conspiración. El teatro, supuesto tinglado espeluznante, emana efluvios delatores. Deformadas intensiones son recitadas para ocultar verdades. En la dimensión de los hechos una luz poderosa mostrará la obra corrupta. El vaho acusador será la señal de los lirios. El duro mundo de la ilusión material, espejismo, dejará caer el velo. La velocidad del universo cesa y entonces sabremos que los monstruos no existen. La astucia del verdugo es su condena. Entonces, en la cartelera de la infamia, la nueva representación pulirá los roles. El orden suplantará la guerra, la paz no es posible mientras el movimiento continúe.

COMENTARIO SOBRE LA OBRA “UNA NOCHE DE INVIERNO” DEL ESCRITOR PAUL AUSTER En “Si una noche de invierno un viajero”, de Ítalo Calvino, el narrador en segunda persona actúa a modo de un máster de juego de rol, intentando que el lector se identifique con el personaje principal y se meta, a través de la imaginación, en su propia piel. Otra obra mucho más reciente que nos muestra un caso de narrador en segunda persona es “Diario de invierno”, de Paul Auster. En esta autobiografía novelada Auster se dirige al lector en segunda persona 4


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contando su propia historia, ya que la idea que pretende que se desprenda del libro es que sus emociones y vivencias son cotidianas, normales, y podrían ser las de cualquier otro. De esta forma, a través del narrador en segunda persona, el autor logra el curioso efecto de que el lector viva la vida del escritor como si le hubiese sucedido a él. Como muestra, aquí os dejo el inicio de Diario de Invierno: “Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quien jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”.

COMPARTICIONES Entonces cuando quiero compartir todo no mido el alcance y sus consecuencias. Sin control o miramientos dejo fluir la desatada manía sacra de no importarme la crítica con sus calificativos. Grave despiste. Eso no está bien, debes seleccionar, me dice la timorata voz de la conciencia. Sin nada para perder o ganar, rebelde en la agonía, como dice el tango, doy suspiros gélidos para enfriar el calentamiento ego maniático. Pedazos de hielo para confundir el fragor del combate porque el día a día de esta batalla intransigente debe enfrentarse sin ilusiones. Las amelladas armas del destino, desgastadas como parafernalia de uso y abuso, como accesorio de una obra teatral que se repite, me recuerdan la improbable finura de un acto perfecto. Inmune a jerarquizaciones determino la inutilidad del esfuerzo. Arriba o abajo son términos inoficiosos. Las metas trazadas; desperdiciadas en esa convicción inexorable de los quiméricos triunfos y las derrotas felices; aparecen borrosas e insustanciales. Destructor de espejismos ha sido mi desierto. 5


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El brillo fugaz del tiempo actual fue y será noche eterna y olvido. ¿Para qué el espaviento, entonces?

EL DARDO Durante la niñez los días pasan entre nubes, juegos y olvidos. Un día, cuando mi madre debe salir quedamos en compañía de la tía Sara. Entonces ocurre un incidente que ha quedado en mi memoria. Aciago día cuando la víctima es mi hermana Alicia. Ese día le clavo un pedazo de papel enrollado como dardo certero, en su ojo derecho. Mi mamá recién llega de hacer sus vueltas mientras practico tiro al blanco con la cerbatana, un pedazo de tubo comprado por diez centavos en la ferretería del barrio. Por supuesto mi intensión no involucra herir a la hermana. El azar la pone como blanco. Soplo con fuerza la boquilla del tubo y, sin querer, acierto en ella. Mejor dicho, en uno de esos ojos que siempre han irradiado lo mejor de su persona. Un tremendo caos resuena por todo el vecindario. El llanto de Alicia, los gritos de mi madre y Sara, la perplejidad de Darío y María José, la inocente culpabilidad mía; todo, todo, todo es azoramiento. Nadie entiende lo que pasa. Ya la suponemos lisiada de por vida… o algo peor. Aparecen vecinos. Alguien trata de poner calma en la barahúnda. Mira atentamente ese ojo lacerado. Saca con cuidado el dardo. No está clavado, solo ha permanecido sujeto entre la cuenca y el párpado. Un colirio, unas frases apaciguadoras… y listo. El arma y un posible héroe de historieta desaparecen de las ilustres páginas de aventuras. Tarzán y demás personajes continuarán solos en su trashumancia. Épica de historieta en épocas felizmente superadas. Travesura irrepetible hacia una hermana insuperable.

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EL VIAJE Viajamos en el pequeño automóvil. Mi esposa ha comprado una chaqueta de lana oscura para apaciguar el frio y calentar el ánimo decaído ante la lluvia, los baches y un sorpresivo desperfecto del coche. Descendemos en la noche. Sin luces, tanteo el camino. A regañadientes aceptamos que es imposible continuar. Parqueo el lado de la carretera y optamos por caminar hacia lugar donde, minutos antes, ella adquirió la prenda. Debemos subir y luego bajar cerca de dos kilómetros hasta una especie de centro comercial y punto de encuentro de camioneros. Esperamos hallar refugio y una ayuda para reparar el carro. El lugar lleno de personas, como una feria del rebusque, tiene un aire sombrío. Entre ruidos y vendedores, la algarabía me confunde. De un momento a otro, mi esposa desaparece. Perdidos entre la multitud trato de buscarla. Un joven me ofrece su ayuda. Agradezco su apoyo. Recorremos el lugar sin encontrar el menor indicio. Él es un vendedor ambulante y hace parte de una banda de timadores que lo increpan por estar perdiendo el tiempo conmigo. Mi preocupación aumenta. Siento la mirada burlona de ciertas mujeres, cuya función consiste en chequear a los viajeros y avisar a sus compinches sobre posibles víctimas. “Qué tonto soy, tengo el celular”. Busco en mis bolsillos, pero éste ha desparecido. Desesperado, busco un lugar para llamarla. Nada. La billetera tampoco está. Como en una pesadilla, solo y angustiado, entro a un local a pedir ayuda. Sentados en espera de alguien, un grupo de niños me miran. La infinitud de sus ojos me penetran como dardos. Entonces comprendo el milagro. A su lado todo desaparece. En este momento una tranquilidad absoluta me invade. He despertado.

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EN PRIMERA PERSONA. Cuando iba por la página 343 necesité descansar de esta lectura. Leer libros tan largos en el formato pdf conlleva ciertas incomodidades. Con un poco más de la mitad de 50 SOMBRAS DE GREY leído, mis ojos empiezan a acobardarse con las 5000 sombras que permanecen ocultas. Al menos, leyendo a Sade, pude encontrar connotaciones históricas y filosóficas que permitieron formar una idea del enfermizo sistema político y social de su época. E. L. James es una escritora británica, quien al escribir esta trilogía banal, me recuerda a Corín Tellado. El uso de diálogos ligeros, centrados en un romanticismo de telenovela cursi esconden la verdadera intensión mediática y subliminal de esta novela. Los ingredientes apropiados para enganchar la atención del lector en un tema tabú. Clichés personificados en el macho atractivo, rico y dominante y la preciosa doncella curiosa. Una fábula relevando los ideales de éxito, progreso y realización personal dentro de una sociedad ansiosa, angustiada, alienada y explotada. Las 50 sombras de un capitalismo que no niega la voracidad e inhumanidad codiciosa donde los dominantes se sienten superiores, dioses de la religión del dinero, apabullando a la sumisa cofradía de las ovejas cuyo dios interior acepta cualquier humillación para poder disfrutar las mieles de la falsa pero atractiva opulencia. Para resumir esta orgía de lectura informativa decido ver la película. Un enérgico dios interior me ordena parar. Como no soy ajeno a la curiosidad, busco en google “como termina 50 sombras de grey”. La muchacha parece que al fin se rebela. Insulta al tipo y se va. Me digo “Oscar, no leas tanta basura”. Y continúo diciéndome “leeré esto a mis compañeras del taller de literatura, ninguna de ellas es sado8


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masoquista, sus afiladas uñas lucen impecables, jamás osarían destrozar mi cara”. Cumplida la tarea, enciendo un cigarrillo y bebo el delicioso café. Posiblemente tendremos una animada charla sobre el tema de escribir en primera y tercera persona. Aquí todos somos seres humanos, la clase social a la que todos pertenecemos. Aquí nadie se cree más que nadie. Eso es lo bonito e interesante de participar en un taller de literatura. Compartir con seres inteligentes para mejorar nuestras ilusiones literarias ya que del error también se aprende.

EN TERCERA PERSONA Oscar leyó hasta donde pudo LAS 50 SOMBRAS DE GREY. Él quería enterarse de la novedad, estar in. La mediocridad del tema y sus ojos cansados fueron superiores a su deseo. Jamás terminaría con las casi 500 páginas de súplicas, contratos, helicópteros, látigos y descrestes mito maniáticos. En su juventud leyó las novelitas de Corín Tellado. Para esa etapa adolescente, estas apasionadas galanuras satisficieron su curiosidad amatoria ante la embestida de las hormonas. Después cayó en la ramplonería de las telenovelas, pero pudo superar esta etapa y se dedicó a cosas más profundas, tanto que tocó fondo y por poco no logra salir del pantanero. Y ahora llega LAS 50 SOMBRAS DE GREY. La humanidad no aprende. Se repite, aunque con mayor intensidad, el drama de la oculta necesidad de experimentar y conocer. El Oscar vapuleado por fin entiende que no hay que buscar el sadismo. Este existe a pesar suyo. Cruel y despiadada es la vida que los noticieros muestran, lo que ocurre en los círculos de poder, en las maliciosas manipulaciones de las multinacionales depredadoras, en el negocio nefasto de las guerras oportunistas, en la miseria de los desprotegidos humillados por su miedo e ignorancia, en la destrucción codiciosa de los recursos naturales y en las falsas promesas para distraer la ilusión de la juventud inexperta, entre otros latigazos. 9


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Él no pierde la fe. Asiste responsablemente a las reuniones de taller de literatura. Espera que llegue el día en que pueda escribir satisfactoriamente. Recibe opiniones, críticas y comentarios con asombrosos estoicismo. El sabe que la letra con sangre entra. El entiende que vivimos en un mundo sadomasoquista. El ama a estas personas que lo acompañan en el viaje. Viva la literatura.

GLOOMY SUNDAY (TRISTE DOMINGO) Triste domingo, con cien flores blancas Y ornado el altar de mi loca ilusión Donde mi alma se ha ido a postrar Mientras mi boca llamándote está Muere en mi sueños ocasos de hastío Cansados de espera y de soledad

¡Triste domingo! Tú no comprendes la angustia terrible De estar esperando, sin verte, llegar ¡Vuelen tus pasos que debo marchar! No ves que muero con mi loco afán Quiero que seas la blanca y piadosa Mortaja que cubra mi hora final

¡Triste destino! 10


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Querido Junto a mi ataúd que circundan muchas flores Aguarda mi confesión un sacerdote Y a él le digo: Lo quiero, lo espero.

No temas nada si encuentras mis ojos Sin vida y abiertos y esperándote Tus manos son quien los deben cerrar Y acaso entonces yo habré muerto en paz Siento un doblar de campanas, que Lúgubremente sus voces me ordena marchar

¡Triste domingo!

¡Vuela mi vida tu paso querido Que llega la hora que debo partir! Quiero tenerte en mi viaje final Y algo me dice que no llegarás Triste domingo visítame amado 11


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Que ahora en mi tumba yo te he de esperar

¡He de esperar!

INCERTIDUMBRE “No temes abandonar la vida, sino el pasado. Y ese pasado está muerto” (Las invasiones bárbaras). Te queda una memoria incierta y el vano beneficio de los aportes sin importancia. El claro abandono de los amigos que la casualidad cruzó en el camino y las costumbres dominantes de los días. La fiel soledad llena el vacío de la existencia. Una soledad, que no es abandono, porque este sentimiento nunca tomó la forma la forma de la angustia. Los momentos propios propician actividades distractoras. Ilusión de preparar la escena de las relaciones fracasadas y los encuentros con el pensamiento ajeno, extrañamente cercano, de los libros… las películas… dibujos… manualidades. Los dueños reales de las horas han sido los sueños esquivos. La dimensión prometedora de mundos embozados. La trampa no es crecer, es nacer. Sin contrato, embargado en la ignominia de una incapacidad para defender el potencial sagrado que rápidamente se desgasta. Alienado en la miseria de los seres castrados. Sin garantías para desarrollar habilidades prometedoras y circunscrito al hábito detestable y ancestral de la sumisión. Heredero descastado de la especie, la impotencia disfrazada impide reconocer el designio miserable que aceptamos sin rebeldía efectiva. Vanas pataletas toman características burlescas en cada etapa del desarrollo de los huesos y la carne, de la mente embotada y un CRITICISMO absoluto; último refugio de la frustración. 12


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No hay consuelo para el perdedor, solo ingeniosos engaños que aceptamos como recompensa al hecho de sentirnos vivo y creernos dignos. Los triunfos son la derrota más adorable. Mueca luminosa de la ceguera de dioses inexistentes y demonios rigiendo el mundanal andamiaje de la mentira.

LAS PRIMERAS LETRAS Acompañado de mis tías, que como hadas velan por este sobrino, aprendo en “La alegría de leer” de Evangelista Quintana R. las vocales y las frases inmarcesibles: olano une la lona; elena no une lino ni lana; la nube en la luna; el enano bebe; lola no baila ni lee; anita iba en el bote, ata tu tilo a la tuna; boto el lulo a la tina. Es mi primer contacto con él mundo oculto cuya puerta, una vez abierta, ofrece un universo de infinitas posibilidades. Desplegados los papeles sobre la mesa del comedor, la tía Lilian dibuja patos y garzas, casa y carros que yo trato de copiar, maravillado ante la magia que esconde un lápiz. Al llegar de la escuela cumplo las tareas en el regazo de este ser lleno de ternura. Ella es la melliza de mi madre y con ella hago el aprendizaje, embebido en la fascinación contenida en letras, frases y viñetas. Este período memorable para mis ocho añitos representa la entrada a la dimensión de los deberes y las obligaciones, la disciplina y los horarios. Palabras nuevas, pinturas coloridas que hablan de otras realidades. Alas para la imaginación, alimento de los sueños. Los libros, con esta iniciación afortunada, serán la posibilidad de romper los límites y acceder al inagotable poder expresivo que una hoja puede ofrecer. La fiel compañía en el camino de la vida.

¿PLAGIO? 13


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Un manto de sospecha cae sobre el susodicho pimpollo de escritor. !!! plagiario !!! . El susdicho responde con un !!! NO !!! . Jamás osaré tomar las notas sublimes de cerebro ajeno. La vergüenza impide semejante acto. Dignidad ante la incomprensión. Pedir excusas y dar explicaciones no demeritan la admiración producida por la lectura ajena. Compartir razonamientos inteligentes es labor enriquecedora. Soy, lo que se dice y digo, consecuente ante las limitaciones propias. Pretensiones diferentes a la del simple testimonio no existen. Cuando superamos timideces esperamos críticas. Al menos eso tenemos claro. Sometido al criterio, sabemos ubicar la decente auto-crítica. Criterio y crítica aunados fortalecen la ansiada búsqueda. POR FAVOR, no dejen de golpear. ¡Pero plagiario? !!! jamás!!!.

POETA OLVIDADO Despojada de olvidadas palabras el alma del poema permanece.

SORTILEGIO En el país de las aves, remoto al desalado, existe hechicería diseminada en néctares cuya libación enajena. Junto a sus fuentes de vino y miel danzan grullas y pelícanos en las primeras luces de los repetidos amaneceres. Espectros de lo que somos controlan el vuelo de legiones cuya voluntad supera la medida de los tiempos. Para dignificar sueños perdidos- constancia de existencia- la noche del durmiente persiste en el poema, el beso y la locura, sin lo cual desmereceríamos esfuerzos y victorias. Quien encuentre la palabra precisa, cuyo sonido no será pronunciado en el mundo de los mortales, tomará la forma entera del universo. Plumas como dedos escribirán el nombre de las cosas en el abecedario de las perfecciones. Amo 14


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absoluto de su caprichosa creación, bandadas de colibrís y pájaros de precioso canto acompañan el delirio privilegiado, la inaccesible gracia de aquel etéreo conjuro. Y así, cuando cruces la puerta del espejismo, rotas las cadenas de tus átomos, comprenderás que ave, vuelo y vida atan la ilusa algarabía. Volarás con la voz impronunciable que ha sido dicha. UN SUEÑO DE OCTUBRE El sueño habla de academias mediocres que me niegan participar De incómodos vestidos colgados a la puerta de instituciones rechazadoras De salones sucios y suspicaces profesores que me evitan. De la inseguridad y el robo de algunas prendas de vestir De cafeterías donde no puedo pagar De la loca de la cafetería (quien me amará solo en ciertos momentos) De cercanos amigos locos alejándose. En el sueño hago lo mío Tan diferente a los otros Donde una mujer me rechaza Y me acepta con condiciones. En el sueño me transporto en equinos Y también veo las escaleras del alto edificio De puertas cerradas y habitaciones vacías y misteriosas Desde lo alto, bajo con decisión, sin importar los obstáculos y las limitaciones 15


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Los reglamentos y los miedos. Llego al sótano Donde un hombre y un niño trabajan Salgo a la calle con el niño Agua limpia como un rio al lado de la calle. Invita a entrar en la pureza de su raudal rodeado de barranco Dos personas me indican que entre al agua Que imagino modificable para convertirla en cómoda piscina. Sin dinero, sin equipaje, sin caballo o burro Camino con el niño inocente Los intelectuales del parque me ignoran Los veo indiferentes con sus gafas redondas y su cháchara indiferente Camino de nuevo por la calle que sube El niño, acostado a mi lado Escucha mis palabras: “no temas, no te haré daño” Quiero llegar a otro sector de la ciudad. El niño temeroso Quien me acompaña desde el sótano del feo edificio Se disuelve, estoy solo El niño soy yo mismo, ofreciéndose. Mi meta, cruzar oscuros caminos. 16


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Debo llegar no sé dónde. Lo único seguro es la promesa amorosa de las mujeres sin compromiso. Las mujeres son mi personal forma deseada. Las amo en mi propio amor. Las amo en mí. Lo sé. El camino es largo y oscuro. Estoy cansado y lo sé todo. No tengo miedo porque yo mismo soy único y poderoso Todos los rechazos no evitarán mi presencia ignorada. Tengo la seguridad de llevar en mí Lo que otros han despreciado. El mundo es un oscuro laberinto inseguro Nadie merece mi respeto. Vamos creando una distancia entre su irrespeto y mi respeto. Son incapaces de mirarme. Escondidos, murmuran contra mí Evitan mi presencia Me rechazan porque no tienen nada para ofrecer. Entiendo que quienes no tienen nada para dar Evitan la presencia que los busca. Si supero mi engaño Seré aceptado en la lejana zona de la ciudad oscura. Mi mundo es otro.

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Está claro que siempre he estado en el equivocado mundo de las sombras.

UNA TARDE DE DOMINGO En una tarde de domingo todo color parece mustio. La oscura pesadez de los sentidos, vino escanciado. El aire es fuego apagado por los designios insinuantes deambulando entre la acción inacabada y esa extraña capacidad de no querer pensar. La taza, fría ante los labios, permanece tan quieta como las hojas de los árboles y las nubes. Un gato despertará mañana. Señalado en almanaques escondidos tras puertas, él tiempo repta como tímida lagartija verde; cobijado en el desperdicio de las horas, los sonidos suenan ofensivos. La tarde asesina de un domingo domina la tristeza. El trayecto de la lluvia, pasos furtivos, y tu boca, sabor a chocolate. Hoja desprendida es una tarde de domingo.

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