2013 Oscar Mendoza Camino (OMC) 26/06/2013
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La Inteligencia Emocional no Existe
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL NO EXISTE por: Oscar Mendoza Camino (OMC) Creador y director de www.recetasparaelexito.org
Últimamente se ha puesto de moda la frase “Inteligencia emocional”, por la cual se realizan conferencias, talleres y convivios, mediante los cuales se tratan de implantar absurdas teorías, muchas veces improvisadas sobre la marcha. A esta frase se le han sumado otras, como la ya popular “Inteligencia social”, pero ninguna de ellas tiene un asidero lógico que le permita ser algo más que expresiones creativas y filosóficas que se descartan en los hechos cognitivos conductuales. En el caso de la “Inteligencia emocional” (la cual mantendré siempre encerrada entre comillas), no es más que una teoría surgida de seres humanos exacerbados y sometidos por sus propias emociones y creencias, que no pudieron distinguir que la inteligencia es una neuro-capacidad que posee el ser humano, para analizar y valorar las cosas de forma individual y en conjunto, pudiendo sacar de ellas conclusiones; mientras que las emociones son sentimientos que provocan reacciones nerviosas, las cuales corresponden a los instintos, y no a la inteligencia, pues a esta se le atribuye la capacidad que tiene la mente de discernir, mediante complejos cambios e intercambios eléctricos y químicos que se producen en el cerebro, centro de procesamiento de datos que utiliza el ser humano. Si bien los instintos te ponen en alerta sobre una amenaza; la inteligencia, esa capacidad que tenemos de analizar las cosas y los casos, nos brinda las posibles soluciones para salir del paso. En tal caso se podría decir, que las emociones estimulan el uso de la inteligencia, no que existe
en sí misma (y con residencia aparte) la supuesta “Inteligencia emocional”, pues estaríamos desvirtuando el sentido de la palaba “Inteligencia” que no es más que la capacidad consciente del ser humano de aprender sobre lo conocido para crear cosas nuevas y transformar otras, en base a las informaciones que percibe mediante el uso de los sentidos, siendo la mayoría de las veces motivado por sus necesidades, las cuales le causan exaltación y lo impulsan a buscar soluciones. Para mí, las emociones relacionadas con la inteligencia, es como el viento desplazándose sobre el mar. A mayor velocidad e intensidad del viento, mayor altura de la ola que del mar se forma. En ese hipotético caso, represento al mar como el contenedor de la inteligencia intrínseca que tiene cada ser humano la cual, si no sopla el viento, se mantiene en reposo; pero cuando el viento de las emociones surge, la inteligencia se activa, se desplaza y toma altura. Cuando digo que no existe una inteligencia emocional, sino que las emociones estimulan la inteligencia, lo puedo demostrar con el simple dicho de que “la necesidad agudiza el ingenio”. Por eso mentes creativas crearon los graneros para el almacenamiento de granos, y del mismo modo surgió la agricultura, cuando por la necesidad que tenía el ser humano de alimentarse para vivir y sobrevivir, se vio impulsado por las emociones que la escases de alimentos le causaba, sobreviniendo un estímulo a la búsqueda de soluciones, donde los más inteligentes, fueron quienes aportaron las ideas y regularmente las desarrollaron.
De modo que así surgió la rueda, el arado, la doma y domesticación de los animales, y toda una gama de inventos que fueron fruto del estímulo que recibieron mentes de por sí inteligentes, que contaban, unas con el espíritu de la observación, otras con el de la deducción, algunas con el poder de la visualización, y así sucesivamente, con diferentes capacidades, siendo las mentes más privilegiadas, las que combinaban varias de estas y otras aptitudes, las cuales, al desconocerse con certeza su origen, fueron calificadas como “Talentos” de los seres humanos, o dones especiales concedidos por un ser supremo, por los cuales posteriormente surgieron genios de la música, como Beethoven, Mozart y Vivaldi; genios del Ajedréz, como Bobby Fischer, Kasparov, y el recordado genio infantil, Capablanca, así como genios de la arquitectura, de la pintura y de la guerra, como fueron sucesivamente: Gaudi, Dalí y Alejandro Magno, cuyas inteligencias eran estimuladas por sus emociones, pero no padecían de esta rara enfermedad de hoy día, a la que llaman “Inteligencia emocional”. Si esta supuesta “inteligencia emocional” carece de sentido, mucho menos puede tenerlo la supuesta “inteligencia social”, pues lo que más podría relacionarse, para darle algo de lógica, sería el de “inteligencia asociada”, como aquella que en la segunda guerra mundial se hizo para fabricar la primera bomba atómica. Quizás se podría alegar, desde otro punto de vista, que así como supuestamente existe una “conciencia social” (que no es más que una repercusión de la “conciencia política”), también puede existir una “inteligencia Social”, pero todo esto se refiere a una manifestación de sentimientos, de acuerdo a una percepción o vivencia que, incluso, puede haber sido inducida.
Por eso, aunque se dice que el pueblo fue inteligente al decidir por esto o aquello, nadie puede ocultar que al rededor de esa supuesta inteligencia del pueblo, gravitan satélites políticos muchos más inteligentes, que manipulan la “conciencia inteligente del pueblo”. Mi percepción me dice, que la inteligencia no se puede dividir en clases de inteligencias para tratarla después como conjunto, porque no podríamos hablar de la supuesta “Inteligencia espiritual”, la cual también han puesto de moda, sin hablar también de la “inteligencia criminal” No señores, tratar de darle características camaleónicas o pluricelulares a la inteligencia que, al igual que la mente (y contrario al cerebro), es del orden abstracto, no hace más que confundir a los menos inteligentes. La inteligencia señores, es una unidad. No se puede dividir en clases. No se tiene una inteligencia criminal, se tiene una inteligencia dedicada al crimen; se tiene una inteligencia dedicada al cristianismo, y se tiene una inteligencia dedicada a lo que a cada cual le dé la gana. Lo malo es que a muchos les da las ganas de tratar de influenciar sobre las demás personas, buscando convertirse en líderes, de los cuales, hay muy pocos auténticos, por lo que siempre veremos surgir nuevos rostros de las tinieblas, tratando de hacerse visibles, sin aportar nada que no sea sueños y quimeras que nadie puede realizar, como los que pregonan todos los gobiernos del mundo, con sus planes de acabar con el crimen y la pobreza, cuando casi todos forman parte de un plan muy bien orquestado, del cual también surgió la teoría de la “inteligencia emocional”,
un término que engrosará las filas de pacientes para ver al sicólogo, al sentir afectada su (antes desconocida) “inteligencia emocional”. Las discusiones que se centran sobre el tema de la inteligencia, no son nuevas, y se han dedicado quizás millones de hojas al estudio de la misma, cuando se debería estar más enfocado al estudio de los procesos mentales, o más bien cerebrales, de los cuales les hablaré en otro momento. Lo que no quiero dejar de mencionar, es algo que nos ayudará a comprender mejor, no lo que es la “Inteligencias emocional”, sino, lo que no es la inteligencia: Inteligencia procede del latin “inteligere”, compuesta de intus (entre) y legere (escoger), que parece referirse, a la capacidad mental de un ser humano para escoger la mejor opción, de la múltiples que se le presentan. De una frase tan simple, como “Saber elegir”, surgieron grandes debates en el pasado, redimensionando el sentido de estas palabras a significados que nunca tuvo. Así surgió la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, dándole carácter de irrebatible y tomadas como formal, las siguientes: Inteligencia Lógica-Matemática: De la que dice, es la habilidad que poseemos para resolver problemas tanto lógicos como matemáticos, descartando el mismo su teoría, pues refiere que es una habilidad, y la habilidad no es fruto de la inteligencia.
Inteligencia Lingüistica-Verbal: Refiere que es la fluidez que posee una persona en el uso de la palabra y, además la tacha como una destreza en la utilización del lenguaje, diciendo también que esa inteligencia nos capacita para escribir poemas, historias, etc., pero cayendo nuevamente en la misma equivocación, al referirse a “destreza”, ya que la misma corresponde en mayor medida a herencia genética y entrenamiento, con la excepción de los que podrían distinguirse como “Abortos de la naturaleza”, por ser seres extraordinarios que por sus virtudes, talentos y aptitudes, sobresalen de los llamados seres comunes, no obstante, si el talento no se ejercita, termina atrofiándose. Inteligencia Visual-Espacial: “Es la habilidad de crear un modelo mental de formas, colores, texturas, ... Está ligada a la imaginación. Una persona con alta inteligencia visual capacitada para transformar lo que crea en su mente en imágenes, tal como se expresa en el arte gráfico… “ Nuevamente hace referencia a que es una “habilidad”, lo que para mí es un “Talento Innato” que puede ser desarrollado para sacarle beneficio, además de que lo visual no puede corresponder a la inteligencia, ya que la vista es un órgano simple y puramente para darnos referencias sobre lo que existe en el entorno, como lo hace el tacto, el olfato y el oído en otras distintas formas de percibirlo. Lo que verdaderamente tiene que ver, con lo que Gardner, quiso figurar, es la mayor capacidad cerebral para procesar datos que tienen los artistas visuales, pudiendo transmitirlos sensitivamente y de forma física, mediante el dibujo, la pintura y el diseño (entre otras artes), pero luego de ejercitar su mente en la teoría, y sometidos a la práctica, sin dejar de contar las
excepciones que ya hemos mencionado antes, a las que agregamos ahora en el canto a Caruso y Pavaroti, que escasamente surgen cada cien años. Así refiere Gardner también, sobre la Inteligencia Corporal-Cinética, la Inteligencia Musical, la Inteligencia Interpersonal, y la Inteligencia Naturalista, esta última, obviamente, creada en honor a Darwin, a Nicolás Steno y a Galileo Galilei, ya que hace énfasis en la observación científica de la naturaleza, de la biología, la geología y la astronomía. Teorías como estas se cuentan por montones, pero no aportan nada a la inteligencia misma, que no puede proceder sino, de la Inteligencia Divina, del orden y del caos, de lo verdadero y lo falso, de la luz y de la oscuridad, del Cielo y de la Tierra, pero sin conocerse a sí misma, en esa diversidad y multiplicidad de formas que la hacen adoptar, como si ella fuera contorsionista... Para concluir a media con este tema que luego desglosaré con los términos científicos de lugar, sólo me resta decirles que no dejen que su “Inteligencia emocional” (la cual ya saben no existe) los conduzca a creer lo que yo digo, ya que toda tesis tiene una anti-tesis; además de que tengo la intima convicción de que la verdad absoluta no existe, aunque eso sea algo que no puedo demostrar. Oscar Mendoza Camino (OMC) Creador y director de www.recetasparaelexito.org
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