Las 5 etapas del Fotógrafo Aficionado a Fotógrafo Profesional
Existen varias etapas en las que un fotógrafo se puede encuadrar hasta llegar a ser fotógrafo profesional. Estas etapas son consecutivas y cualquier fotógrafo se puede encuadrar en alguna de ellas, completa o parcialmente. No importa si estás empezando o llevas años trabajando como fotógrafo profesional, identificar en qué etapa te encuentras puede ayudarte a tomar acción para dar un paso más. Al final tienes una encuesta para indicar en qué etapa te encuentras. Te tomará un segundo, un clic, te agradecería si me dieras tu respuesta para poder ofrecerte mejores contenidos en el futuro. Pero antes vayamos con lo que interesa, espero que te guste.
Etapa 1: El Fotógrafo Curioso ¿Quién es? Normalmente es el que tiene interés por la Fotografía pero como tal aun no le podríamos llamar fotógrafo. Ha visto el trabajo de algún fotógrafo profesional y le llamó la atención. No tiene aún claro si valdrá la pena comprar una cámara de las grandes. Le gusta la Fotografía desde hace algún tiempo y quería experimentar lo que se siente al estar detrás de la cámara. Ya sea con la Reflex o con cualquier otra compacta decide experimentar un poco. Al principio todo es muy bonito, tiene muchas ganas de salir y hacer fotos de todo. Probar diferentes tipos de foto será parte del día a día, intentando conseguir esas fotos de aquella revista. Aquí la pasión y el entusiasmo son latentes. ¿Qué sabe? Está comenzando. De momento va descubriendo cosas nuevas constantemente. Empieza a descubrir las funcionalidades de la cámara, hace sus primeras fotos y enseña sus resultados a familiares y amigos que les hacen buenos comentarios. Aún no sabe muy bien si lo que haces está del todo bien o no, pero quiere seguir mejorando. El modo automático o los modos pre-configurados son los más usados. Entiende que el conocer la cámara podría mejorar sus imágenes pero de momento con lo que hace es suficiente.
¿Qué hace? Sale a la calle a hacer fotos de todo. No se sabe por qué pero las flores y los animales son como objetos relucientes que parecen pedir que les hagas una foto. La cámara aún no es algo importante, se usa de vez en cuando. Cuando la usa le gusta, pero aun no es lo suficiente como para hacerlo de manera recurrente. ¿Qué equipo tiene? Lo normal cuando se empieza es tener una cámara prestada de alguien conocido o bien una primera cámara comprada DSLR de las más baratas pero que ya es una “de las grandes”.
Etapa 2: El Fotógrafo Aficionado ¿Quién es? El principiante ya ha pasado la primera etapa y sabe que le gusta la Fotografía, no es un simple capricho, y está dispuesto a conocer un poco más. Probablemente ya lleva la cámara a cuestas a todos lados, porque le gusta, y aprovecha para hacer fotos en fiestas, reuniones de amigos, cenas familiares, etc. ¿Qué sabe? Está hambriento de conocimiento y se empiezan a definir los gustos fotográficos. Tiene algún fotógrafo profesional como referencia y lo intenta imitar. En esta altura se empieza a interesar más por una especialidad fotográfica y se pone a investigar todo sobre ella. Puede ser paisajes, retratos, bodas, producto, etc. El modo automático va quedando en el olvido. Empieza a usar los modos de prioridad de apertura y obturación, y empieza a descubrir el manual. Al principio cuesta, pero cuanto más practica menos atención tiene que darle a la cámara y más a otras cuestiones como la composición, la luz, etc. Empieza a entender también que la Fotografía es algo más que la cámara. Objetivos, luces, retoque fotográfico, cursos, revistas e incluso comienza a pensar en cómo sería dar un paso más y hacer de su hobby un trabajo. ¿Qué hace? La gente de su entorno se empieza a interesar por su Fotografía y probablemente ya reciba algunas “ofertas” de trabajo. Esas “ofertas” de momento son gratis o cobrando poco. En esta etapa no le da importancia, lo importante es que está poniendo en práctica lo aprendido hasta ahora y el simple hecho de ver el resultado final ya vale la pena.
En el momento en el que se consigue el primer trabajo remunerado hay una mezcla de sentimientos entre dudas, ganas, responsabilidad, compromiso… El resultado de esas primeras experiencias definirá la evolución hacia otras etapas o el quedarse en esta con ingresos muy esporádicos. ¿Qué equipo tiene? La cámara Reflex básica puede que se quede corta, por lo que empieza a invertir en una cámara mejor, así como varios accesorios comienzan a formar parte del equipo fotográfico: flash externo, diferentes objetivos, trípode, etc.
Etapa 3: El Fotógrafo a Media jornada ¿Quién es? Es aquel que después de dedicarle bastante tiempo a entender el funcionamiento de la cámara, experimentar bastante y hasta incluso hacer algunos trabajos esporádicos es hora de tomárselo un poco más en serio. Empieza a descubrir poco a poco su marca personal. La Fotografía empieza a ser fuente de ingresos y eso conlleva a plantearse la posibilidad de hacerlo un trabajo con ingresos recurrentes de algo que le gusta. En este estado aún es fácil compaginarlo con tu trabajo habitual, tal vez compaginándolo con los fines de semana o a final del día. ¿Qué sabe? La cámara ya no es una dificultad, la conoces bien y sabes lo que puedes sacar de ella. Ya no es sólo la cámara sino también los diferentes accesorios e incluso otros fotógrafos con los que puedas llegar a trabajar conjuntamente de vez en cuando. Se ve en la obligación de no fallar en la sesión, siendo creativo, rápido poniendo en práctica todo lo aprendido hasta ahora. Pero empiezan a aflorar las primeras dudas en cuanto al conocimiento de todo lo que envuelve el negocio. ¿Cómo poner un precio adecuado? ¿Cómo organizar el proceso desde el primer contacto con el cliente hasta la entrega del material? ¿Cómo puedo hacer para captar más clientes? Quiere saber cómo no cometer errores. ¿Qué hace? Cada vez más le buscan porque saben cómo trabaja y que esto le gusta. Incluso algunas de las personas con las que ya ha trabajado empiezan a referirle a amigos y conocidos. Empieza a ver que conforme más seria se pone la cosa más responsabilidad tiene encima. La necesidad de una web de fotografía donde exponer sus trabajos se hace casi imprescindible.
La búsqueda de nuevos conocimientos está a la orden del día. Quiere mejorar en todo lo que hace, pero cada vez más inclina sus preferencias en la parte del negocio menos creativa como puede ser la educación financiera y el marketing. ¿Qué equipo tiene? Puede que empiece a alquilar un estudio para ciertos trabajos con clientes. Si no, trabajar en casa con algunos fondos, luces y cuidando el ambiente podría ser suficiente. Parte del dinero que gana lo reserva para ir renovando el equipo. Invertir en nuevo material se hace casi indispensable para cuidar la calidad final de las fotos, por lo que buscar un nuevo cuerpo de cámara así como lentes y luces profesionales empiezan a formar parte de la lista de “lo tengo que comprar”.
Etapa 4: El Fotógrafo Semi Profesional ¿Quién es? Aquí es donde las cosas se ponen serias. Ya ha hecho de la Fotografía su principal fuente de ingresos y aunque dichos ingresos no sean estables ya es un orgullo presentarte como fotógrafo, o lo que es lo mismo, dueño de tu propio negocio de Fotografía. No necesariamente debe tener un estudio o un local para trabajar que, aunque recomendable, dependerá de la especialidad y del volumen de trabajo el que sea necesario o no. ¿Qué sabe? La confianza en la técnica es la de un fotógrafo profesional aunque a veces algún cliente le rete a enfrentar nuevos trabajos, con mayor número de personas, en un menor tiempo o en un área más desconocida para el fotógrafo. Empieza a detecta que debe dedicar más tiempo a pensar en la parte del negocio. Ser el dueño de su propio negocio no es fácil y debe hacer lo posible por conseguir más clientes. Debe establecer procesos para optimizar su agenda y que todo lo que tiene que tratar. ¿Qué hace? Tal vez sea el momento de contratar a alguien de apoyo para ciertas tareas en las sesiones o bien en la parte más financiera. Empieza a tener que delegar partes de su negocio (financieras, de administración, etc.) para poder dedicarse a otras tareas más importantes.
Piensa que si dedicara más tiempo a organizar todos los flecos del negocio sería más productivo. Sabe que aplicando algunas ideas de marketing puede ayudarle a traer más clientes, que al final es una de las tareas más difíciles de mantener a lo largo del tiempo. ¿Qué equipo tiene? Tiene todo el equipo que necesita para completar cualquier sesión para la que se le contrate. Aunque siempre con un ojo puesto en aquel nuevo cuerpo de cámara, objetivo o accesorio que tiene en mente comprar, ya que parte del material que tiene se está quedando viejo. Probablemente sigue usando alguna de las primeras cámaras rRflex que compró pero como segunda cámara. Toda precaución es poca y tener un plan B por si algo no funciona en la hora de la sesión es fundamental.
Etapa5: El Fotógrafo Profesional ¿Quién es? El fotógrafo profesional es aquel que ya lleva años de experiencia trabajando de una forma exitosa. Los altos y bajos de anteriores etapas quedaron en el olvido y tiene unos ingresos recurrentes que le permiten vivir de una forma cómoda haciendo lo que le gusta. ¿Qué sabe? Todos esos años sirvieron para definir lo que funciona y lo que no y ya está implícito en el trabajo del día a día. Entiende todo lo que conlleva manejar un negocio, desde el marketing hasta las ventas, desde la sesión hasta el retoque, y todo lo demás. Mirando atrás le hubiera gustado que alguien le hubiera dado algunos consejos cuando era principiante para poder llegar a donde está más rápidamente. La cámara es una extensión de su mano. Su ojo es capaz de ver el resultado de la foto incluso antes de tocar la cámara. Maneja a la perfección la luz, natural y artificial. Y ha llegado a un punto en el que cualquier foto que haga tiene ese punto de personalidad que lo diferencia del resto de fotógrafos, y es por eso que los clientes lo buscan. Mucha de la exposición que tiene es gracias a su web y si alguien le hubiera dicho los beneficios que un blog le iba a traer a su negocio, lo habría empezado mucho antes.
¿Qué hace? Parte del éxito se debe a la constancia que puso todos los años pasados en su trabajo. Ya no tiene meses malos porque sabe que todo negocio no puede depender de una sola actividad. Ya interiorizó aquello de “No pongas todos tus huevos en la misma cesta”. Probablemente si dejara el negocio tal y como está, seguiría funcionando sin problemas. Pero entiende que un profesional que no mejora y avanza cada día está retrocediendo. Por tanto, continúa aprendiendo cosas nuevas e incorporándolas a su negocio y Fotografía siempre que sea posible. ¿Qué equipo tiene? El equipo ya no es un motivo de preocupación. Tienes lo necesario para ser exitoso y cumplir con todos tus compromisos. Tienes material para salir adelante de un plan B e incluso de un plan C, si las cosas se complican en alguna sesión. Cámaras full-frame y un abanico de objetivos y accesorios que a veces hace que lo más complicado de la sesión sea cargarlo todo hasta la misma. Nuevos equipos van apareciendo en el mercado y esporádicamente querrás probar o comprar alguno para reemplazar el material que necesario para poder mejorar aún más sus fotos.