EXPRESIONES LOCALES
VILLANUEVA DEL TRABUCO José Manuel Martos Aguilera
Expresiones locales (muchas de ellas con plena vigencia): Abajarse: bajarse. A caso hecho: adrede, aposta. Almársiga: cantidad grande. Almorsá: puñado. Apiolao: se usa esta expresión para impedir el arrepentimiento o la vuelta atrás en lo que alguien acaba de decir. Ancá: en casa de. A pique de: con alto riesgo de. Apollardao: despistado, distraído. Aporrillado: empecinado, afaenado. Arrascar: rascar. Arringarse: desmoronarse, caerse. Arruche: sin dinero. Asoplar: soplar. Atacarse: remeterse los pañales, acomodarse la parte baja de la camisa dentro de los pantalones. Atestar: empecinar, encabezonar. Barajustón: daño producido tras un mal movimiento, lumbalgia leve. Boca zapatúa: sensación característica que queda en la boca tras comer algún producto especialmente amargo. Bosar: rebosar. Caer mihíllas: lloviznear. Cagalástima: golpeo o rozamiento muy suave. Calcucear: rebuscar. Caliá: salud. Candabú: conjunto de cosas desordenadas situadas por "enmedio". Caneársela: masturbarse. Caneo: masturbación. Cansinar: acosar o perseguir a alguien hasta agotarlo. Caramochazo: golpetazo en o con la cabeza (calamorrazo). Carne peropetrópica, peropetrópica carne: trabalenguas. Carrilillo del lobo: “broma” consistente en presionar con el pulgar, deslizándolo hacia arriba a contrapelo, la sien del compañero. Cascarle a alguien: ganarle en la pelea. Caucar: chochear. Cepazo: caída, golpe.
Chacho: tío, tío abuelo. Chambao: sombrao, lugar protegido del sol por juncias y otros ramajes. Chapú: trabajo menudo o mal hecho. Charabasca: persona no fiable por irresponsable. Charamandusca: persona irresponsable. Chiquelea: conjunto de niños. Chonío: pasado, podrido, marchito (un fruto). Cisca: vara fina. Cochite y hervite: dícese de una cosa mal hecha y a la ligera. Cocho, a: reseco, piel arrugada por el agua. Coger corondilla: tomar carrerilla. Con toda tu india: con la máxima fuerza. Corrida y sucio: perteneciente a la jerga de las bolas. Crivi: triángulo del juego de las bolas. Cuento de las habas que nunca se acaba: pues eso. Dar el punto y coma: castigo que se le aplicaba a quien abandonaba un juego antes de su finalización. Consistía en golpearle en la espalda al tiempo que se le decía “el punti coma ras, la cagá de la paloma, toma y toma”. Dar esquinazo: despistar a alguien. Dar un pingo: dar un salto. Deúro, deúramente: seguramente Echar un chorro: orinar, mear. “El que se pela se estrena”: expresión, acompañada de un cogotazo, que se le dedica a quien muestra en su cabellera los inequívocos síntomas de haberse cortado el pelo recientemente. El “to que to”: el quid de la cuestión. Emparigüertao: empatado. Empicarse: acostumbrarse, habituarse. Encabezonar: empecinar, atestar. Ensalamarse: aficionarse excesivamente. Esarbolarse: ponerse fuera de sí. Escarpusia: restos de comida. Esento: avaricioso, afanoso, que no retiene el ímpetu de la codicia. Gobernarse (un miembro): Producirse un esguince o lesión leve en un brazo, una mano…
Guachi: paseo que se daba un jugador a otro transportándolo a la espalda. Ifrés: desaliñado, haraposo. Irse a porras: reanudar un juego de canicas comenzando desde la raya de inicio. Malafollá: persona que obra sin ninguna gracia (singracia). Mariquita azúcar: homosexual. Más allaílla: un poco más allá. Mateo con la guitarra. (“Estar como Mateo …”) muy contento. Meco: puñetazo, golpe. Mihílla: trozo pequeño. No, ni ná: ¿acaso lo dudas? Parada y limpio: de la jerga del juego de las bolas. Pasaderas: piedras que, colocadas a corta distancia unas de otras, permitían atravesar los ríos por zonas poco profundas. Pasibolí: hacer una cosa a la ligera. Pingado: sucio, empapado. Pingo: salto. Pingoneo: (ir de pingoneo: vagar sin hacer nada de provecho) Pitrenque: jerga del juego de las bolas. Ponerse en pompa: posición en que, bajando el tronco, se dejaba en prominente posición la parte trasera. Ponerse pingando: mancharse. Quedarse pegao: quedarse pasmado, impresionado. Raío: pelarse a raío, pelarse al cero. Raspujeo: movimiento sigiloso. Rauñar: arañar. Rebelión: hacer una cosa a la ligera, sin atención. Recacha: lugar soleado. Reola: rodaja. Resfalandeta: tobogán natural formado por la lluvia en terrenos embarrados. Resfalar: resbalar. Retostín: acaloramiento. Romanso: remanso. Ruílla: paño de cocina (rodilla). Singracia: persona que obra sin gracia alguna (malafollá). Sombrao: chambao, lugar protegido del sol por juncias y otros ramajes.
Tarto: tino, puntería. Tío mantequero: personaje siniestro con el que asustaban a los chavales y que se entretenía, entre otras cosas, en sacarles la sangre. Trecha: voltereta. Untar salivilla en las orejas: ganar una pelea o combate. Vellahí (vel’ahí): he ahí. Zangarrear: zarandear. José Manuel Martos Aguilera