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Hay Muchas Maneras de Ser Madre
Liz Hernández
Desde joven dudé de mi vocación maternal. De repente me encontré existiendo, casi sin consciencia de las cosas, solo yendo y viniendo, haciendo lo necesario para seguir viva y actuar en consecuencia. Ahora, a tiempo de distancia, detecto que el tema de la maternidad estaba en mí como un evento automático, era como una forma de saber que me iba a llegar, sí o sí, ¿pero realmente lo deseaba? Conforme fui avanzando en edad, también adquirí consciencia de mí, y de repente, me hallé en un punto donde no me visualizaba siendo madre, sin embargo, sí que había sentimientos de ternura, ganas de ayudar, deseos de guiar a alguien para hacerle su vida más llevadera y un poco feliz, si se podía, pero además detecté que esa vocación surgía al estar en contacto con perritos. ¿Acaso podría ser madre perruna?
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Liz Hernández