Caius Iulius Caesar
Denise Cosgaya Rodríguez Iris Fernández García
Julio César y el final de la República Caius Iulius Caesar, nació en
el año 100 a.C en el seno de una familia patricia, la gens Iulia. Aunque su padre murió cuando el tenía 15 años, el joven César, comenzó temprano su participación en la vida política. Obstentó varios cargos en su
larga carrera política (cursus honorum): fue tribuno militar (en 71 o 72 a.C), edil (65 a.C), pontifex maximus (63 a.C), pretor (62 a.C) y procónsul en Hispania.
Inicio del triunvirato
En el 60 a.C. se unió a dos hombres muy influyentes: Pompeyo y Craso, uno de los hombres más ricos. Con ellos, César integró el llamado triunvirato, un verdadero gobierno en la sombra que tomaba en secreto decisiones políticas de trascendencia para la vida de una República que entraba así en franca decadencia. En el 59 a.C., César fue elegido cónsul junto con otro político llamado Bíbulo. Tres años más tarde, los tres políticos del triunvirato renovaron su compromiso en la llamada conferencia de Luca (56 a.C.).
La guerra de las Galias
En apenas siete años (entre 58 y 51 a.C), César sometió la llamada Galia Transalpina, un territorio que incluía la actual Francia, Bélgica y parte de Holanda, Suiza y Alemania.
El propio César fue tan hábil como para presentarnos, en su célebre obra Comentarios a la guerra de las Galias, la conquista romana como una intervención para favorecer a las tribus galas frente a las incursiones de los germanos de más allá del Rin.
Nuevas expediciones
Con el objetivo de mantener pacificada la zona sometida y evitar nuevos movimientos de pueblos germanos, César llevó a cabo entre el 55 y 54 a.C sendas incursiones al otro lado del Rin. Igualmente, para atemorizar a los galos, lideró dos expediciones a Britania (la actual Inglaterra), derrotando al líder britano Casivelauno. El momento más difícil llegó en el 52 a.C cuando una sublevacion general en la Galia, dirigida por Vercingetorix, el líder de la belicosa tribu de los arvenos, estuvo a punto de acabar con la dominacion romana. Finalmente, los rebeldes fueron derrotados en Alesia.
La guerra civil
El pacto secreto que unía al triunvirato pronto se vio afectado por la muerte de Craso en la guerra contra los partos (Carras, 53 a.C) y por el acercamiento político de Pompeyo al Senado.
Al regresar César de su campaña victoriosa en las Galias, se encontró con la orden del Senado de licenciar a sus tropas. César, desobedeciendo las órdenes, cruzó con sus ejércitos el límite de la Galia Gisalpina en el 50 a.C, y se dirigió a Roma, provocando la huida de Pompeyo y los miembros del Senado.
La guerra civil II
Esto supuso el comienzo de una guerra civil entre romanos, que tendría por escenario gran parte del Mediterráneo, desde Hispania hasta Egipto. Tras un primer revés de César en Dirraquium, las tropas de Pompeyo fueron derrotadas en Farsalia (48 a.C) y el líder romano se refugió en Egipto, donde sería finalmente asesinado por los egipcios para congraciarse con César.
Veni, vidi, vici
Mostrando su desprecio por esta acción ya que al fin y al cabo Pompeyo era un ciudadano romano, César intervino en los asuntos de Egipto tomando partido por Cleopatra en el conflicto que le enfrentaba a su hermano Ptolomeo XIII.
Después se dirigió a Asia Menor, dodne obtuvo una clara victoria sobre el monarca Farnaces. De esta cmapaña procede su célebre frase ‘‘veni, vidi, vici’’.
La dictadura de César
Durante los avatares de la guerra, César se había hecho conceder el consulado y la dictadura perpetua, imponiendo su voluntad y haciendo del nuevo Senado una cámara dócil a sus deseos y, si bien César no puede ser considerado técnicamente un emperador por las magistraturas que ocupó, sí sentó las bases del futuro poder imperial. De hecho, el nombre de César sería sinónimo de ‘‘emperador’’ con el paso del tiempo.
Reorganización del estado César utilizó sus poderes para reorganizar el estado romano:
Introdujo una administración con mayor vigilancia para evitar los abusos de poder, tan habituales en las provincias, e impulsó el asentamiento de ciudadanos sin recursos y veteranos de su ejército en territorios conquistados por Roma. Aumentó la construcción de obras públicas. Redujo el número de romanos que no poseían medios de vida y que, hasta ese momento, recibían trigo gratuitamente por parte del estado. Reorganizó las bibliotecas públicas. Bajó el asesoramiento del astrónomo Sosígenes, se llevó a cabo una reforma del calendario basado en el cálculo de 365 días y 6 horas como cómputo global para el año. Hasta la reforma que condujo a nuestro calendario actual (llevada a cabo por Gregorio XIII en 1852), se utilizó en Europa el calendario juliano, llamado así por Julio César.
FIN