“EL LATÍN”
La lengua de los romanos Marta Lombardero y Marina López 1º Bachiller “B”
La lengua latina El latín es una lengua indoeuropea de la rama occidental y del tronco greco-itálico. Dentro del latín podemos diferenciar dos ramas: latín culto y latín vulgar. La mayoría de las lengua que se hablan en España derivan de éste último.
Latín culto En el siglo VI a.C., en la península itálica se hablaban varias lenguas, muchas de ellas de procedencia no indoeuropea: mesapio, véneto, griego (indoeuropeas) etrusco, ligur y púnico (no indoeuropeas). A medida que Roma fue extendiendo su dominio del Lacio, el latín se afianzó como lengua de la península itálica. Roma se fue extendiendo por toda Europa, en la cual, a finales del siglo III d.C. se hablaba latín en casi toda ella, no obstante, las lenguas autóctonas siguieron hablándose. El latín se fragmentó en dos ramas, occidental y oriental, las provincias pertenecientes a ésta última se desprendieron de las influencias latina y, en ellas, el griego fue la lengua culta por excelencia. A lo largo de los siglos, el latín culto evolucionó y pasó por siete fases: arcaico, preclásico, clásico, posclásico, tardío, medieval y humanístico.
Latín vulgar No todos los hablantes del latín se expresaban de igual modo. Frente a un latín culto, oficial, literario, existía un latín llamado vulgar, de carácter espontáneo y coloquial, hablado por los campesinos, soldados y súbditos del Imperio alejados de Roma. Del latín vulgar nacerían en Europa las llamadas lenguas romances.
El marco geográfico Italia es una península europea situada en el centro del Mediterráneo. Su privilegiada situación geográfica, la riqueza de sus tierras y las amables condiciones de su clima permitieron el desarrollo de los pueblos que los habitaron. De Preneste, antigua del lacio, procede el más antiguo texto latino conocido. Es la Fíbula de Preneste, un texto inciso sobre una fíbula de oro, datada en el s.VI a.C.
La Fíbula de Preneste La fíbula es un broche que usaban griegos y romanos para sujetar y ornar sus prendas. La que se encontró en Preneste es un objeto parlante; es la propia fíbula la que nos menciona el nombre del artesano. Se lee de derecha a izquierda. Está escrita en primera persona, en caracteres griegos, y en dialecto prenestino. Existen dudas cobre la autenticidad de la inscripción y de la fíbula.
Roma y su legado •
LA SITUACIÓN GEOGRÁFICA: Roma nació en el corazón del lacio, su emplazamiento es el de una ciudad defensiva, debido a que está situada en un lugar estratégico y de difícil acceso. El lacio recibe influencias religiosas y socioculturales, tanto de los pueblo indoeuropeos de la zona, como de los etruscos y de los griegos. Italia es el corazón del mediterráneo, el eje de simetría que separa la cuenca oriental y la occidental; Italia mira por igual a África y a Europa
• LA PENÍNSULA ITÁLICA La península itálica ocupa el espacio centra en la cuenca del Mediterráneo. Su perfil es el de una bota de caña, con la silueta del tacón bien marcada por abajo. Los mares Tres mares bañan la península itálica: El Adriático, el Tirreno y el Jónico. La orografía La península itálica tiene una larga cadena montañosa, los Apeninos, que la dividen en dos partes, oriental y occidental. Al norte esta cerrada por los Alpes. Los romanos atravesaron los Alpes si éstos no lo hubieran hecho, ahora tendríamos un panorama cultural diferente y la expresión Mare Nostrum estaría restringida a los países mediterráneos.
La división regional Al norte de Italia estaba la Galia Cisalpina. Al sudeste de ésta estaban Etruria, Umbría y Piceno. Más al sur, el Lacio. Al sur del Lacio, la Campania. Al oriente, los bosques del Samnio. En el sur, Apulia, Lucania y Brucio. La hidrografía Los principales ríos de Italia son: el Po y el Tíber. Las islas Sicilia, al sur, siempre se vio como la prolongación natural del continente. Al oeste, Córcega y Cerdeña. Pequeñas islas como Elba y Capri son una especia de oasis en las desiertas aguas del Tirreno.
El pueblo romano Debido al suelo y al clima favorables, Italia pudo permitirse el lujo de una economía autosuficiente y cerrada. El romano, en sus orígenes un campesino de espíritu práctico, sencillo y tenaz, será un pueblo capaz de generar un progreso tecnológico importante, basado en la creación de infraestructuras. Esas raíces son las que se asienta el alma romana son la clave para entender los avatares de su historia. A partir de ellas, se perfila la historia un pueblo guerrero y mas propenso a la acción que a la contemplación.