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MARA y Josemaría, buques insignia del cobre argentino
Mucha agua ha corrido por debajo del puente en la industria minera de Argentina desde los ’90 hasta la actualidad: más de 20 años desde la construcción y puesta en producción de Bajo la Alumbrera, el emblemático yacimiento cuprífero situado en la provincia de Catamarca, que representó el puntapié inicial de la gran minería de nuestro país. Este emprendimiento marcó el inicio de una nueva era para el sector minero nacional, de momento que se posicionó como uno de los principales centros de cobre-oro a nivel mundial, medido en volúmenes de producción. Nuevos emprendimientos tomarían la bandera en el futuro cercano.
Desde el cese de la producción en Bajo la Alumbrera, Argentina no registra más oferta del metal rojo. De cualquier manera, existe una media docena de cuerpos cupríferos que se encuentran entre los más grandes emprendimientos sin desarrollar a nivel mundial, algunos de ellos en etapas muy avanzadas.
De la mano del crecimiento en la producción de vehículos eléctricos, generación de energías renovables y mayor electrificación para reducir el consumo de combustibles fósiles, los minerales juegan un rol crítico en la apuesta trascendental para las generaciones actuales, así como las venideras. En este contexto,