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RAÍZEN ARGENTINA ofrece soluciones integrales para la minería
El negocio de la minería atraviesa constantes cambios, con condiciones climáticas extremas y marcada dificultad en el acceso a los recursos. En ese contexto, los proyectos se vuelven más complejos y son mayores las responsabilidades ambientales a considerar.
Tomando ese desafío como propio, Raízen Argentina diseñó un servicio integral para las empresas del sector, con un amplio portafolio de productos y servicios, que abarca combustibles, lubricantes y asesoría técnica. Para ello, es clave conocer en detalle los desafíos de la industria y elaborar soluciones para afrontarlos.
La competitividad en los costos y las inversiones en nuevos yacimientos dirigidas a maximizar el rendimiento y reducir los costos por unidad de producción, son ejemplos de ello.
Para medir la capacidad operativa se suele aplicar el concepto de Costo Total de Propiedad, sabiendo que la reducción de esta variable a lo largo de la vida útil del equipo permite extraer el mejor valor posible al activo. Sin embargo, también se ha visto que el impacto de la lubricación dentro del Costo Total de Propiedad con frecuencia es subestimado.
La minería enfrenta además desafíos tecnológicos y, como consecuencia, las buenas prácticas de lubricación y mantenimiento deben acompañar este proceso. Los equipos están sometidos a altas temperaturas, presiones de trabajo y aumento de las cargas efectivas y requieren de los aceites economía de combustible, baja en las emisiones, y extensión de las frecuencias de cambio. Estos cambios, sumados a la reducción de los depósitos de aceite, hacen que los lubricantes sean sometidos a alto estrés.
Pero no se trata sólo de lubricantes. Dentro de nuestro portafolio de soluciones, el combustible tiene un rol destacado. Raízen Gas Oil Minero es un combustible especialmente desarrollado para su utilización en operaciones mineras, en las que las temperaturas ambientales son extremadamente bajas. Es un diésel sin contenido de biocombustibles en su formulación, que tiene un elevado índice de cetano y un contenido máximo de azufre de 10 partes por millón,y que cumple con las normas europeas para vehículos pesados, para motores de tecnología Euro V o superior.
Además, la selección de un aceite o grasa de alto rendimiento mantiene los equipos libres de depósitos y los protege eficientemente contra el desgaste y la corrosión, ayuda a prolongar su vida útil, reducir la frecuencia de las fallas e incrementar su disponibilidad. En este sentido, la selección debe estar acompañada de buenas prácticas aplicadas a todos los procesos asociados con la lubricación.
El uso adecuado de los lubricantes permite disminuir los costos de mantenimiento, fundamentalmente por: reducción de paradas, las tareas dedicadas a la lubricación de los equipos y mejoras en los procesos de producción.
Además de cumplir con los requerimientos de los fabricantes, resulta fundamental tener en cuenta que su elección dependerá también de las condiciones operacionales y ambientales, es decir temperaturas, humedad y ubicación del yacimiento.
Los aceites deben contar con la viscosidad adecuada, cumplir con las aprobaciones requeridas y poseer en su formulación los aditivos necesarios para afrontar dos principales problemas: la acumulación de depósitos de hollín y de ácidos que contribuyen a su degradación. El exceso de hollín provoca espesamiento y desgaste abrasivo, característica particularmente desafiante en minas subterráneas, en operaciones de alta montaña y en motores con sistemas de postratamiento tipo EGR (Recirculación gases de escape).
El uso de aceites de motor de alto desempeño como Shell Rimula R6 100% sintético y con base GTL* responden a esos desafíos en línea con los ahorros de mantenimiento, extensión de los períodos de cambio, el aumento de la protección contra el desgaste y economía de combustible.
Para optimizar el funcionamiento del negocio y de los procesos es indispensable detectar oportunidades de mejora y para ello Raízen cuenta con asesores técnicos especializados en lubricantes que realizan un relevamiento en el sitio para ayudar a los clientes a identificar áreas para mejorar la lubricación. Se abordan todas las etapas del proceso de lubricación, incluida la selección del producto, la entrega, el almacenamiento, la distribución en todo el sitio y la aplicación del producto. Los cambios son implementados y medidos a través de una valorización de proyectos de mejora continua.
También se realiza un monitoreo del desempeño con equipos de técnicos altamente capacitados. Disponemos de un gran equipo de expertos en servicio de lubricantes (LSE), que acompañan in situ, inspeccionando maquinaria crítica como excavadoras, palas, molinos y hornos, e identificando posibles problemas de lubricación. Esto alerta a los clientes sobre la necesidad de mantenimiento preventivo, evitando averías importantes y el ahorro de cifras que deberían adjudicarse al arreglo de equipos.
Raízen brinda además capacitaciones personalizadas con un programa dirigido por expertos técnicos de Shell con experiencia en el campo. Se trata de un entrenamiento práctico al personal de los clientes sobre técnicas de manejo de lubricantes.
Para el análisis de lubricantes, se suma el servicio global de monitoreo de aceite y equipo que ayuda a los clientes a evaluar la condición del lubricante, identificar problemas potenciales y comparar el rendimiento del equipo con muestras de aceite comparables de todo el mundo. El servicio permite a los clientes monitorear el equipo sin interrumpir las operaciones y brinda orientación sobre la interpretación de los resultados.
En síntesis, Raízen cuenta con combustibles y lubricantes de excelencia para el sector minero, y con la Asesoría del Centro Técnico, un equipo de expertos apasionados por agregar valor al cliente, que vuelca todo su expertise y trayectoria para conseguir el mejor cuidado de los equipos y maximizar los resultados tanto en costos como en rendimiento.
Acerca de Raízen Argentina
Raízen Argentina se creó en octubre de 2018 a partir de la compra, por parte de Raízen, del negocio de downstream de Shell Argentina. Sus accionistas son Shell y el grupo Cosan de Brasil. Entre sus activos se encuentran la Refinería de Buenos Aires, ubicada en Dock Sud, la planta de Lubricantes en el barrio de Barracas, la red de 796 estaciones de servicio, los negocios de combustibles marítimos, combustibles de aviación, asfaltos, químicos y especialidades, así como las actividades de suministro y distribución en el país. Mediante un acuerdo de licencia de marca, Raízen utiliza la marca Shell, lo que permite a los clientes continuar teniendo acceso a productos y servicios de altísima calidad, que han caracterizado a la marca en sus más de 100 años de historia en el país.