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La minería como herramienta para salvar al planeta

Durante la primera quincena de noviembre, la ciudad escocesa de Glasgow fue sede de la 26. ª conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como COP26.

El Acuerdo Final fue suscripto por los casi 200 países presentes en la COP26: no se trata de un documento que tenga carácter vinculante, pero sirve de base para establecer una agenda global para la próxima década, enfocada en la lucha contra el cambio climático. La prioridad principal debe ser limitar el incremento de las temperaturas globales en solo 1,5° C como techo máximo, así como la meta cero para 2050.

Desde Glasgow se mencionó al carbón como el principal factor detrás del calentamiento global; en ese sentido existe un compromiso de parte de China e india, países que pretenden reducir gradualmente su consumo, pero no eliminarlo.

Otra conclusión sobresaliente es instar a los países desarrollados a que otorguen instrumentos financieros a las naciones en vías de desarrollo, a efectos de que se puedan adaptar al cambio climático para 2025.

Con el objetivo de alcanzar estas metas ambiciosas, e imperativas para las generaciones presentes y futuras, es necesario avanzar en la descarbonización de las economías. Se requiere cifras multimillonarias: en Glasgow, unas 450 organizaciones del sector financiero que controlan unos US$130 billones han decidido fomentar aquellas inversiones apuntadas a tecnologías destinadas a un mundo verde, como el caso de la energía renovable.

Este 2021 ha visto, como nunca, la necesidad de transformar el planeta en un lugar más amigable para vivir; existen opiniones de que este deseo debió haber sido puesto en acción hace algunos años, de la misma manera que existe la posibilidad que la pandemia del COVID haya acelerado los pasos. De una forma u otra, las respuestas se requieren en forma urgente.

La minería, nuevamente, se posiciona como el sector económico que marca el rumbo de la humanidad: los metales son los insumos críticos para poder avanzar en la electromovilidad y el almacenamiento energético. Atento a una demanda que crece exponencialmente, el requerimiento de metales como el cobre, níquel y litio podría hasta quintuplicarse para 2030. Otros metales también incrementarán su demanda en forma significativa.

Los especialistas coinciden en que no será suficiente con potenciales expansiones de aquellas operaciones en instancia de producción. Se requiere en forma urgente de la puesta en valor de nueva oferta, ya sea a partir de la puesta en acción de depósitos o yacimientos ya conocidos, de la misma manera de trabajar incansablemente en el ámbito exploratorio para identificar nuevos recursos.

Contar con un planeta más verde y armónico es un imperativo que no se discute. Las soluciones se requieren de forma urgente, y es por ello que no se puede esperar. En este contexto, la minería de Argentina puede figurar como uno de las jurisdicciones que aporte su grano de arena para una mejor calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.

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