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La minería y los tiempos de definiciones

El día 3 de este agosto que ya finaliza, Sergio Massa asumió como Ministro de Economía de la Nación. En la práctica con un amplio abordaje –o súper ministro-, de momento que suma otras áreas sensibles como Desarrollo Productivo y Agricultura.

En la búsqueda de un plan que permita estabilizar la economía, compleja misión que incluye combatir una inflación rampante, hacer frente a un dólar en alza, frenar la emisión monetaria e incrementar las reservas, la gestión de Massa no será tarea sencilla.

En este contexto, sectores industriales bien identificados son bases para tratar de estabilizar una macroeconomía con importantes debilidades: es de amplio conocimiento que la agricultura, el sector de hidrocarburos y la minería juegan un rol relevante y decisivo.

Por cuanto a la industria que nos compete, y según datos publicados por la Secretaría de Minería de la Nación en mayo pasado, el sector generó un total de US$3.230 millones en concepto de exportaciones en 2021, convirtiéndolo en el quinto complejo de Argentina. Sin duda importantes cifras, pero extremadamente bajas considerando los niveles presentados por vecinos de la talla de Chile y Perú, con US$56.755 y US$39.637 millones respectivamente, donde minería es un eje económico histórico. Si se tiene en cuenta la riqueza del subsuelo local, y considerando similitudes con la geología de los países andinos informados, Argentina debería multiplicar los valores de sus exportaciones. Solo en materia cuprífera, y considerando únicamente cuatro pórfidos, las exportaciones podrían incrementarse hasta los US$6.000 millones a través de inversiones de capital por unos US$15.000 millones.

Como se informara en editoriales pasados, alumbrar la riqueza del subsuelo argentino requiere de certeza y de definiciones para acelerar la puesta en marcha de proyectos conocidos desde hace décadas. Atento a las cifras informadas, se requiere de garantías, y con ello referimos pura y exclusivamente a la necesidad de respetar el marco normativo vigente. El sector que nos atañe genera valor no únicamente a partir de las exportaciones: salarios, obras de infraestructura canalizadas por fideicomisos, desarrollo de proveedores locales, son solo algunos de los más importantes ítems de una larga lista de una industria que genera transformación y desarrollo.

Argentina requiere de divisas para enderezar la economía, y la minería está dispuesta a colaborar, para lo cual se requiere de definiciones que iluminen y allanen el camino, que generen certidumbre para materializar inversiones multimillonarias.

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