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Camino a la electrificación
La necesidad de contar con más minerales y metales que permitan descarbonizar el planeta implica una transición hacia la electrificación de los equipos mineros. Cambio en marcha, se requerirá de importantes inversiones en infraestructura, equipos y capacitación, a la vez de satisfacer cada vez más los criterios ESG.
El mundo está cambiando rápidamente hacia tecnologías bajas en carbón; el avance en la fabricación de molinos de viento, paneles solares y dispositivos de almacenamiento de baterías para combatir el cambio climático requiere que estas tecnologías puedan acceder a ingentes cantidades de minerales y metales en forma constante a lo largo de las próximas décadas. Para ello se necesita de diferentes elementos: cobre, litio, cobalto, grafito, indio, vanadio, níquel, plata, tierras raras, molibdeno, aluminio, manganeso conforman solo una parte de una larga lista de materias primas críticas para apostar por un mundo más verde.
Las tecnologías de energías limpias son intensivas en el consumo de materiales. Atento a ello surgen importantes desafíos de esta transición en proceso: la necesidad de que se pueda acceder a los minerales en forma sostenible y lo más verde posible, circunstancia que permitirá minimizar la huella de carbono de la industria que nos concierne.
Es necesario garantizar la neutralidad en carbono y una correcta trazabilidad en la producción de minerales, no sólo para ir en línea con las demandas crecientes de la sociedad sino también para satisfacer los criterios ESG (Environmental, Social and Corporate Governance) Desde el sector minero existe la posibilidad de realizar un aporte clave hacia la descarbonización de otras industrias, lo que implica descarbonizar también los procesos mineros para evitar zonas grises en aquellos rubros que a partir de la minería están encarando su propia transformación productiva.
Sin embargo, más allá del objetivo ge- neral más amplio de lograr cero emisiones netas en todo el mundo para 2050, el sector minero ofrece un enorme potencial para una respuesta personalizada para descarbonizar sus propios modos de operación.
La Importancia De Electrificar Los Centros Mineros
De amplio conocimiento es la dependencia histórica que posee la industria minera respecto a los combustibles fósiles, entre ellos fósil representa una proporción significativa de los costos operativos actuales de la industria minera; más allá de ser recursos costosos, los combustibles son limitados, y en algunas veces puede haber problemas de disponibilidad y abastecimiento que pueden derivar en interrupciones.
De esta manera, la electrificación de las minas posee varios puntos a favor:
Menores costos de energía
Productividad, eficiencia y rendimiento mejorados
Mayor seguridad
Un factor importante en la electrificación de la industria minera es el cambio asociado con las maquinarias. En general, la maquinaria minera son equipos de grandes dimensiones que funcionan con diésel, pero el camino hacia la electrificación significa que la industria tendría que moverse hacia vehículos con motores alternativos, como los eléctricos o los de hidrógeno. Los equipos de minería electrificados generalmente consisten en una variedad de modelos que funcionan con baterías o están conectados por cable.
Oportunidades
el diesel, indispensable para desarrollar las actividades en sitio.
La electrificación de las operaciones mineras es una cuestión central que comienza a emerger para el sector minero, así como sus esfuerzos para mejorar la confiabilidad, la seguridad, así como para reducir costos. La dependencia del combustible
Existe una notable falta de tecnología asociadas a equipos electrificados, lo que puede presentar una oportunidad importante para el futuro de la electrificación minera, ya que el mercado aún es relativamente incipiente y está maduro para la inversión. Sin embargo, quedan desafíos considerables cuando se trata de cambiar la industria del diésel por los vehículos eléctricos impulsados por baterías.
Asimismo, la electrificación y la automatización podrían presagiar una nueva era en la industria minera. La electrificación también presenta una oportunidad para integrar tecnologías de Internet de las cosas (IoT), como vehículos autónomos, redes de comunicaciones y análisis de datos para mayor seguridad y eficiencia. En este sentido, es posible que no pase mucho tiempo antes de que los vehículos y otros equipos de minería envíen datos sobre su consumo de energía automáticamente a los analistas en la superficie, o que los programas de inteligencia artificial puedan recomendar dónde enviar mejor a ciertos mineros.
Desaf Os
Avanzar hacia la electrificación implica grandes beneficios, sin embargo, no es tarea fácil: eliminar el uso de diésel y combustibles fósiles en las minas es un proceso largo debido a la diversa gama de desafíos técnicos y financieros en la minería. También existe cierta incertidumbre sobre en qué tecnología invertir; especialmente cuando el valor total de la electrificación requiere un plan completo en el diseño de la mina.
Para ello se requerirá de inversiones sustanciales en infraestructura, tecnologías y hardware, así como la colaboración entre los operadores de la mina y las industrias de servicios, las organizaciones de investigación y los gobiernos, así como mano de obra calificada. En este último caso, será necesario contar con trabajadores que mejoren sus habilidades.
A modo de conclusión, es preciso destacar que muchos de los actores más importantes de la industria se mantienen firmes en su compromiso de alcanzar cero emisiones netas para 2050, y la electrificación es el camino claro a seguir para alcanzar este objetivo.