CLINT EASTWOOD
CLINT EASTWOOD el último clásico homenaje a los creadores de mundo fantástico
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lint Eastwood es un actor, director, productor y compositor estadounidense cuyos comienzos en el séptimo arte se dieron al interpretar pequeños roles televisivos y cinematográficos. A partir de entonces, su legado en el cine ha conseguido extenderse por más de cinco décadas, en las cuales ha intervenido en varias series de
televisión, de las que destaca su protagónico en Rawhide, cuya participación le permitió hacerse más tarde con los estelares de Por un puñado de dólares, Per qualche dollaro in più e Il buono, il brutto, il cattivo, Asimismo, ha participado en más de 55 películas, entre las cuales figuran Hang ‘Em High, Escape from Alcatraz, Los puentes de Madison y Gran Torino.
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Su incursión en la dirección ocurrió en 1971, asumiendo el rol de productor a partir de 1982 con los proyectos Firefox y Honkytonk Man. Por otra parte, ha compuesto piezas musicales para algunas de sus cintas, las cuales él mismo interpreta en algunos de los casos. Los principales géneros en los que suele aparecer el actor son el western, la acción, la comedia y el drama. Eastwood suele ser vinculado con los personajes del hombre sin nombre, en la trilogía del dólar, y Harry Callahan, en la serie Harry el sucio. Otras actuaciones notables incluyen a El extraño en High Plains Drifter, Philo Beddoe en Every Which Way but Loose y su secuela Any Which Way You Can, el Predicador en El jinete pálido y Frankie Dunn en Million Dollar Baby. Su más reciente proyecto, la cinta Invictus, se estrenó en diciembre de 2009. A finales de este mismo año, comenzó el rodaje de su siguiente filme, Hereafter Acreedor a numerosos premios y nominaciones por su trabajo en las películas Unforgiven, Mystic River, Million Dollar Baby, entre otras más, Eastwood ha sido reconocido también con los premios Óscar, Directors Guild of America, Globo de Oro y People’s Choice. De acuerdo al sitio web especializado en recaudaciones Box Office Mojo, las películas en las que ha participado Eastwood han recaudado más de $1,67 billones de dólares en territorio estadounidense, con un promedio de $37 millones por cinta. Actor, director de cine, productor cinematográfico, guionista, músico y compositor... son pocas las facetas en las que Clint Eastwood no haya dejado huella. A lo largo de su extensa carrera, que ocupa más de 50 años y que se alarga hasta la actualidad, acumula un palmarés reservado a los grandes del cine: 4 premios Oscar, 5 Globos de Oro y numerosos galardones internacionales.
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El 31 de mayo Clint Eastwood cumple 80 años y TCM no duda en homenajear a esta leyenda dedicándole la programación de las noches del fin de semana de este mes, con una sesión doble, con un total de 13 películas dirigidas o protagonizadas por Clint Eastwood. Una vida, ciertamente, muy cumplida. En lo personal, dos esposas, tres relaciones estables más, infinidad de amantes, siete hijos de cinco mujeres distintas y una corta experiencia política (1986-1988) como alcalde republicano de Carmel, pequeña ciudad de origen español al sur de California. En lo profesional, decenas de películas como actor y van para treinta y dos sus filmes como director, desde que debutara, en 1971, con Escalofrío en la noche. Como intérprete, dotado de una alta, monolítica y dura sosez de palo, su carrera se lanzó con el éxito de un serie televisiva, Rawhide (1954-1963), que no hubiera sido suficiente sin la imagen de vaquero silencioso y de ceño fruncido, puro al morro, gatillo fácil y poncho inesperado que inmediatamente lo consagró en la trilogía de “spaghetti-
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western” rodada por Sergio Leone en Almería: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966), con la que el Hombre sin Nombre se ganó el favor del público y el desprecio de la crítica. Y la cosecha como director de Eastwood es, vista con retrospectiva, ciertamente impresionante. El nivel es por lo general alto. Es cierto que ha firmado cintas prescindibles, pero también lo es que entre las mejores películas americanas de los últimos treinta años habría que colocar varias de las suyas. Y también es cierto que hoy está claro que es el autor de varias obras maestras, algo que está al alcance de muy pocos. Una completa retrospectiva de su cine equivale sin duda alguna a una estupenda revisión de la historia de los EE.UU en la que nada queda escatimada, y es, desde luego, una lección de cine “a la manera” antigua, es decir, un estudio de cómo rodaban y planificaban los grandes en el periodo clásico de la caligrafía cinematográfica hollywoodiense. Actor, músico, productor, guionista, director, empresario
y político son los calificativos que se le pueden atribuir al cinco veces ganador de los premios Oscar, Clint Eastwood. Desde su debut en la pantalla grande con La venganza del monstruo de la laguna Negra hasta su más reciente film, Gran Torino, en donde fue productor, actor, director, y actuaron dos de sus siete hijos, Eastwood ha demostrado ser un hombre duro, que toma la cosas con sus propias manos, con decisión y determinación en lo que hace, muy similar a los papeles que interpretó cuando saltó a la fama. Como director, Clint Eastwood se ganó poco a poco el respeto de la crítica por su clásico enfoque de la realización y por su capacidad para manejar la acción con fluidez, sin restar por ello profundidad psicológica a los personajes ni fuerza dramática y humana a los conflictos planteados. En ocasiones sumó a su labor de director la de intérprete de sus propios filmes, sin que una actividad ahogase a la otra. Después de varias décadas de profesionalidad, Clint Eastwood es considerado un maestro de la dirección, e incluso se aprecia que su trabajo interpretativo ha mejorado
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BIOGRAFIA
Clint Eastwood esta considerado una leyenda del cine. Sus padres fueron Clinton Eastwood Sr. y Margaret Ruth (Runner) Eastwood. Nació en San Francisco y se crió en Oakland, después de ir de una ciudad a otra con su padre en busca de trabajo durante la Gran Depresión. Éstos no podían permitirse pagarle estudios superiores por lo que, tras acabar los estudios primarios, tuvo que empezar a trabajar en diversas labores como leñador, albañil, pianista, bombero forestal, limpiapiscinas, obrero del metal y muchos otros más que ejerció para ganarse la vida. Cu m p l i ó e l s e r v i c i o m i l i ta r com o instructor de natación en Fort Ord. Esto le permitió ahorrar unos dólares con los
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que pudo pagarse unas clases de arte dramático en Los Angeles College. Cabe destacar que fue fuertemente influenciado por dos amigos que conoció en el campamento militar, David Janssen, que luego fue famoso por su papel como actor en la serie El fugitivo, y Martin Milner, que realizó otra serie titulada La vida de Ritley. Gracias a ellos logró un contrato con la Universal de 76 dólares semanales, garantizadas cuarenta semanas al año de trabajo en sus estudios. En esa época los grandes estudios tenían una política llamada del Star-system, con la que se encargaban de formar y pulir a las futuras estrellas. Pero su gran salto a la fama fue en 1964, cuando Richard Harrison y James Coburn rechazaron el papel protagonista de
Magnificent Stranger de Sergio Leone, rodada en Almería. La película acabó titulándose Por un puñado de dólares. Anecdóticamente, Eastwood tuvo que aportar su propio vestuario, comprando el poncho que sería famoso en las siguientes películas de Sergio Leone. Con los spaghetti westerns Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio (en Hispanoamérica Por unos dólares más) y El bueno, el feo y el malo, Clint Eastwood se embolsó la cifra de 270.000 dólares. Eastwood estampa en estos films su clásica figura de duro y sin piedad. En 1986 entra en la vida política como alcalde por el Partido Republicano, de Carmel, la ciudad donde reside habitualmente y un año después abandona el cargo por la falta de tiempo para realizar sus películas, pero ya como director y actor. Su vida sentimental sufre un brusco cambio al conocer a la actriz Sondra Locke, mientras rueda Ruta suicida, de la que terminaría enamorándose y provocando la ruptura con su esposa Maggie Johnson, después de 25 años de
CLINT EASTWOOD con los años. Artísticamente ambicioso, su estilo aspira siempre a la perfección, tanto interpretativa como de dirección, búsqueda que no ha estado reñida con el éxito de taquilla. Entre sus últimas películas sobresalen la citada Un mundo perfecto (1993), Medianoche en el jardín del bien y
matrimonio. La relación sentimental entre Sondra y Clint, terminaría en 1989, debido a su romance con la también actriz Frances Fisher (Sin perdón o Titanic), con la que tendría una hija. Siete años después terminaría casándose con la periodista latina Dina Ruiz. E x pe r i m e nta n do co m o d i re c to r y evolucionando hacia una etapa más creativa realiza varias películas seguidas, interpretadas por el mismo, destacan Firefox, Impacto súbito, El jinete pálido y finalmente El sargento de hierro. Por su pulido y exitoso trabajo, en 1991 recibe el Premio Irving G. Thalberg a su trayectoria en la gala de entrega de los Premios Oscar. A partir de ese momento dirige una serie de películas que le convertirán en uno de los directores más destacados de los años 90: tras Bird y Cazador blanco, corazón negro, dirige la que algunos consideran su mejor película, Sin perdón (llamada también en Hispanoamérica Los imperdonables), que a la larga se convierte en clásico de los western, que fue galardonada con un Globo de Oro al
mejor director y 4 Óscar, entre ellos el de mejor película y mejor director siendo también candidato como mejor actor. En Un mundo perfecto se dirigió a sí mismo y compartió cartel con uno de los intérpretes de moda en ese momento, Kevin Costner, tras lo cual filmó Los puentes de Madison, donde su calidad interpretativa se reafirma compartiendo cartel con Meryl Streep. Dirige a su propia hija en Medianoche en el jardín del bien y del mal (1997) y en el año 2000 junto a los renombrados actores, Tommy Lee Jones, Donald Sutherland y James Garner, protagoniza y dirige Space Cowboys, segunda película más taquillera de los Estados Unidos ese año. Mystic River, película que dirige en 2003, significa la vuelta de Eastwood al drama. Con esta película consigue seis candidaturas a los premios Óscar, entre ellas mejor película y mejor director, ganando dos premios, mejor actor y mejor actor de reparto.
excelente película de corte dramático que reedita el éxito cosechado con Sin perdón, y que le hace ganar su segundo premio Óscar como mejor director, además de conseguir el premio a la mejor película. En 2006 v uelve a su faceta como director y dirige dos películas llamadas Banderas de nuestros padres (basada en la novela escrita por uno de los hijos supervivientes de la batalla) y Cartas desde Iwo Jima. La película Cartas desde Iwo Jima cuenta las experiencias de la desde los puntos de vista estadounidense y japonés respectivamente. Cartas desde Iwo Jima ganó el Globo de Oro 2007 en la categoría de mejor película de habla no inglesa. Eastwood fue doblemente nominado al premio al mejor director, pero no le fue concedido. En 2008 escribió, dirigió y actuó en Gran Torino, seguido en 2009 de Invictus, y para 2010 está programada Hereafter.
En 2004, dirige y protagoniza junto a Morgan Freeman Million Dollar Baby, una
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del mal (1997), Ejecución inminente (1999) y Space Cowboys (2000). De un modo sorprendente, el año pasado anunció que se retiraba como actor y elegía para ello su magnífica interpretación en ‘Gran Torino’, la cual fue ignorada por la Academia de Hollywood (igual que todo lo demás de esa película, para muchos una de las obras maestras de este hombre).
e inmutable ante los reveses comerciales de sus films —una actitud propia de sus caracterizaciones— y ha sabido aglutinar elementos Mirada con atención ‘Gran Torino’, se tradicionales y clasicistas en un cine hace casi obvio que Eastwood tomara que demuestra de forma gradual ahí su drástica determinación, pues su madurez y la asimilación de las no hay modo de encontrarle mayor enseñanzas de algunos de los técnicos sentido poético a la clausura de un con los que trabajó (los directores personaje como el que Eastwood ha Don Siegel y Sergio Leone, y el interpretado a lo largo de décadas en operador Lee Garmes). El camino la pantalla: el pecho por delante. Es para conseguir esta posición de favor, difícil imaginar como un actor que no obstante, ha tenido un recorrido frecuentaba los spaguetti-westerns sinuoso e impredecible. Debido y un espacio de televisión de serie al auge que aún seguía gozando el B (Rawhide) se erija hoy en día en western, la televisión emprendió una uno de los valores más sólidos del desaforada competencia con la emisión cine americano y haya alcanzado el de series consagradas al género más consenso crítico. Pero, sin duda Clint genuinamente americano. Rawhide Eastwood se ha mantenido impertérrito se inscribe en esta dinámica en la cual
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Clint Eastwood tuvo una participación creciente a lo largo de seis temporadas. Su personaje de Rowdy Yates había puesto sobre la pista a Sergio Leone, un director italiano dedicado a los peplums y los spaguetti-westerns. Precisamente, en este subgénero Eastwood obtuvo su bautizo cinematográfico. Por un puñado de dólares —una variante occidental de El mercenario (1961) de Akira Kurosawa—, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo constituyen una desgarrada y violenta visión del viejo Oeste que ha perpetuado en cierta manera la imagen de tough guy de Clint Eastwood. Los honorarios prácticamente testimoniales recibidos por Eastwood en Por un puñado de
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dólares -un título, en este sentido, lleno de ironía-se elevaron a 250.000 dólares en El bueno, el feo y el malo, obteniendo asimismo el papel principal en Rawhide. Una vez finalizada la serie de televisión, Clint Eastwood declinó la oferta de protagonizar un nuevo spaguetti-western urdido por Leone, Hasta que llegó su hora. Su intención era trasladar el éxito obtenido en Europa con los films de Leone al marco del cine americano. Un primer intento baldío supuso Cometieron dos errores, que significó su debut al frente de la emblemática productora Malpaso, pero un año después El desafío de las águilas mostró la cara más amable del triunfo. Eastwood había confiado la dirección en Brian G. Hutton, responsable tras la cámara de la confección de numerosos episodios de Rawhide y de Los violentos de Kelly. Por tanto, se trataba de una operación encaminada a familiarizarse con la técnica cinematográfica in situ, aunque
sería Don Siegel quien despertaría el definitivo interés por la realización en Eastwood. La unión entre Don Siegel —hasta entonces un eficaz narrador de series B como La invasión de los ladrones de cuerpos (1956) o Crime in the Streets (1956)— y Clint Eastwood han supuesto para este último la identificación con un estereotipo que va más allá de sus asépticas composiciones para los films de Sergio Leone. El sheriff Walt Coogan en La jungla humana anticipa el perfil de, policía autoritario, expeditivo y tildado de parafascista Harry Callahan en Harry el sucio y posteriores secuelas. Convertida en una seña de identidad del cine americano de los setenta, Harry Callahan también ha tenido un espacio en la era Reagan, desde formulaciones más tendentes a la reflexión como Impacto súbito o En la cuerda floja. Pero en ambas décadas Eastwood ha tratado de subvertir los términos y conferir a algunos de sus personajes un carácter antiheróico —Jonathan McBurney en El seductor
o Josey Wales en El fuera de la ley—. En cierto modo, Clint Eastwood ha seguido aferrado a esta línea de conducta en su doble vertiente como director-actor iniciada con Escalofrío en la noche. La consideración actual de Eastwood como uno de los últimos clásicos proviene fundamentalmente de la puesta en escena de obras como El fuera de la ley, El jinete pálido o Sin perdón, erigiéndose en el revisionista del western por excelencia en las últimas décadas, junto con Walter Hill. El apego a las fórmulas clásicas también se descubre en films de temática dispar, pero con un mismo criterio a la hora de inclinarse por personajes sombríos, errantes y solitarios: el trasunto de John Huston en Cazador blanco, corazón negro —homenaje al espíritu aventurero y anárquico de un director fallecido dos años antes, a través de uno de sus films más admirados— y Charlie Parker (Forest Whitaker) en Bird —
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2004 DRAMA
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Hilary Swank Clint Eastwood Morgan Freeman
minutos
MILLION DOLLAR BABY.
Con Million Dollar Baby Eastwood, aún utilizando el marco del cine de boxeo, se aproximó a aquellas historias, también con una larga tradición literaria y cinematográfica, pobladas por seres que, marcados dolorosamente por un hecho del pasado, reclaman una segunda oportunidad en la vida.
A Maggie Fitzgerald no le atormenta ningún acontecimiento pretérito ni clama por una nueva oportunidad, sino lo que busca con ahínco es algo tan sencillo y a veces tan difícil de conseguir como es esa primera oportunidad. Maggie, que ya sobrepasa la treintena, es un chica que todavía no ha vivido. Falta del necesario cariño familiar desde la muerte de su padre, se ha criado en una cochambrosa población del sudoeste de Missouri sita, como se afirma en el cuento de Toole y en la película de Eastwood, «entre cedros y robles, entre ninguna parte y el olvido», de la que sólo ha podido escapar para realizar tareas de camarera durante los ocho últimos años en locales de mala muerte. Tal y como muestra su antológica primera aparición escénica surgiendo de la oscuridad de las gradas de un estadio en donde se está celebrando un combate, la manera como pretenderá encontrar su lugar en el mundo será a través del boxeo, «cuya magia, de tener alguna, es la de presentar batalla más allá de la resistencia, de las costillas fracturadas, de los riñones reventados y de los desprendimientos de retina, es la magia de arriesgarlo todo por un sueño que nadie ve más que tú», en palabras del ex boxeador Scrap (Morgan Freeman), que ejerce de narrador de la historia. Es por ello que su encuentro con el ex cut man y actual preparador boxístico Frankie Dunn, otro ser castigado por la vida, en perpetua y fallida búsqueda de la obtención del perdón de una hija por unas ofensas de las que nunca sabremos y cuyo periplo a la largo de la historia parece hacer honor a su máxima de que «con ser duro no basta», se caracterizará por la idea de la enseñanza y del amor paterno filial. Eastwood impregna a la primera parte de Million Dollar Baby de un tono que bascula con admirable equilibrio entre la ternura que desprende la relación que se va estableciendo entre Frankie y Maggie y la melancolía que se apodera del relato cuando este se decide a rastrear en el pasado de sus protagonistas.Pienso en este sentido en la desazón que se refleja en el rostro de Frankie en aquellas secuencias en que, al regresar por la noche a su casa, se encuentra en el portal
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de la misma las cartas que invariablemente le devuelve su hija con la que intenta reconciliarse en vano; en la conversación en la cafetería entre Maggie y Scrap, en la que este último le cuenta como conoció a Frankie y, con la excusa del relato del que fuera su último y dramático combate, inculca en Maggie la certeza de que todo tiene un límite, un final, aunque nosotros no sepamos cuando se producirá el mismo; y, por supuesto, el excelente instante en que, estacionados en un área de servicio tras la humillante visita a sus familiares, el rostro afligido de Maggie, recobra momentáneamente la sonrisa al reconocerse en la niña que la saluda con un perrito en su regazo desde una furgoneta vecina, recuperando así de manera fugaz la inocente felicidad que acostumbra a llevar aparejada la infancia, cuando su padre y su perro Axel todavía vivían. Ello no impide que, durante su primera hora y media, Million Dollar Baby carezca de momentos distendidos e incluso humorísticos como los que se producen durante las conversaciones entre Frankie y Scrap, o en algunas intervenciones del imposible aspirante a boxeador apodado «peligro» (Jay Baruchel), pero estos instantes nunca distraen la atención de sus dos protagonistas principales y de la preparación del drama que se desencadenará en su parte final e incluso, mirados con atención, llegan a tener un reverso más bien triste: tanto Scrap como «peligro» son, como la propia Maggie, dos seres desamparados.
7OSCAR
candidaturas
DIRECTOR PRODUCTOR COMPOSITOR INTÉRPRETE
5 GLOBO DE ORO
candidaturas
1954 2004
CLINT EASTWOOD
50 A Ñ O
desde su primera pelicula
Mejor película Mejor director Mejor actor de reparto
El primero de ellos, tras no haber sabido retirarse a tiempo, recibió un duro correctivo en el ring que lo dejó ciego de un ojo y ahora vive en una pequeña estancia improvisada en el gimnasio de Frank para el que trabaja haciendo tareas de limpieza. Por su parte «peligro» es un chico medio retardado que fue abandonado en la ciudad por el actual novio de su madre y que, a pesar de su evidente incapacidad con los guantes, sueña con enfrentarse con un antiguo campeón boxístico que, sin él saberlo, se retiró dos años atrás. Este regusto amargo que desprenden estos dos personajes sirve para perfilar, si cabe aún mejor, el particular ideario de Frankie, caracterizado por su afán protector con aquellos que le son cercanos, que le ha llevado ha convertir el gimnasio que regenta en una especie de refugio de seres desplazados, necesitados de amparo, pero también a perder a su más prometedor púgil, cansado de que Frankie retrase continuamente la posibilidad de pelear por el título. La media hora final de Million Dollar Baby, centrada en la agonía de Maggie tras haber quedado tetrapléjica por un fuerte golpe recibido durante su combate por el título y en la drástica decisión que Frankie tomará para evitarle el sufrimiento que padece, debe de figurar entre lo más intenso que jamás ha rodado Clint Eastwood. El cineasta no se privará de mostrar sin tapujos la situación con la que debe lidiar un ser humano que se ha visto privado, casi en su totalidad, de su capacidad de autonomía. Aquí no hay lugar para las muecas rebosantes de ironía de Javier Bardem haciendo de un Ramón Sampedro a vuelta de todo en Mar adentro (2004), ni para las proclamas en voz alta propias de las tertulias televisivas tan presentes en el film de Alejandro Amenábar. Eastwood no pretende demostrar ni convencer de nada, sólo exponer la terrible situación de una persona que no puede valerse por sí misma, reducida a llevar una existencia casi vegetativa a perpetuidad. Para ello le basta con exhibir las úlceras que se producen en los brazos y piernas de Maggie al no poder cambiar de posición su cuerpo
Mejor actriz
4 OSCAR
postrado en la cama de un hospital y que le llevaran a la amputación de una de sus piernas; con recoger con su cámara la tráquea de la muchacha perforada por las sondas que le suministran el oxigeno que la mantiene con vida al no poder respirar por su misma; o con mostrar la sanguinolenta boca de la chica después de que ésta haya intentado acabar con su vida arrancándose la lengua a mordiscos. La parte final del film de Eastwood es la constatación por parte de Maggie que con sus triunfos en el cuadrilátero y con su relación con Frankie ha conseguido, aunque de manera efímera, llegar a sentirse viva y querida y que esto nunca podrá volver a repetirse; que como le contaba Scrap para ella ya ha llegado el final del recorrido. Por ello en la intimidad de la noche, tumbada en la cama del hospital, le recordará a Frankie la historia de como su padre, ya enfermo, se llevó a su querido perro Axel a las montañas para sacrificarlo cuando éste apenas ya podía moverse pidiéndole de esta manera al maduro preparador, como un último acto de amor hacia ella, que ponga punto y final a su vida, convertida ahora en un simple espejismo. Frankie nunca obtendrá el perdón de su hija biológica ni habrá conseguido proteger de los peligros de la vida a Maggie, su hija adoptiva. Es por ello que tras atender a la petición de Maggie y sin haber obtenido respuestas ni consuelo alguno en la religión, Eastwood abandonará a su personaje, ya vacío de esperanza alguna, en el mismo lugar de donde procede Maggie «entre cedros y robles, entre ninguna parte y el olvido», apenas entrevisto a través de los ventanales del restaurante de carretera que, de pequeña, Maggie frecuentaba con su padre. Quién lo iba a decir, pero con Million Dollar Baby, Clint Eastwood consiguió, con aparente facilidad, un bello y conmovedor relato de corte existencial sobre los golpes que a lo largo de nuestra existencia debemos encajar por el simple hecho de estar vivos
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evocación de su etapa adolescente en la que fundamentó su devoción por el jazz, género musical presente a lo largo de su obra con la confección de bandas sonoras a cargo de Lennie Niehaus o de su propia cosecha—. En las últimas décadas, Eastwood ha simultaneado trabajos personales, que en algunos casos se han tornado en sorprendentes éxitos (Bird, Sin perdón, Million Dollar Baby) con su participación en proyectos que, si bien a priori se sitúan en parámetros alejados de sus intereses, han servido para ampliar sus horizontes interpretativos y de realización, como muestra en Los puentes de Madison o Un mundo perfecto. Después del reconocimiento explícito que la industria de Hollywood le tributó por Sin perdón, Clint Eastwood ha incluido en su galería de personajes al fotógrafo Robert Kincaid en Los puentes de Madison —a las antípodas de los Harry Callahan (personaje recuperado, en cierta medida, en Gran Torino su última y definitiva aparición en la gran pantalla) o Walter Coogan de antaño—.•
ENTREVISTA
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Clint Eastwood fue durante mucho tiempo el actor mejor pagado de Hollywood. No obstante, nadie duda ahora, mal que le pese a Harry El Sucio, que Eastwood pasará a la historia por sus labores detrás de la cámara. Hoy se estrena El intercambio, melodrama basado en la historia real de una mujer, Christine Collins, interpretada por Angelina Jolie –nominada a los Globos de Oro– que, en su lucha por 10
averiguar el paradero de su hijo, se enfrentó a los poderes de Los Ángeles a finales de los años veinte. ¿Por qué decidió recrear este suceso histórico? Me sorprendió no haber oído hablar más sobre este asunto porque, aunque históricamente Los Ángeles es un lugar donde ocurren todo tipo de situaciones demenciales, se trata
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ACTORES
2008 2004 2002 1993 1985 1979
Gran Torino - Walt Kowalski Million Dollar Baby - Frankie Dunn Blood Work - Terry McCaleb In the Line of Fire - Agent Frank Horrigan Pale Rider - Preacher Escape from Alcatraz - Frank Morris
1976 1973 1972 1971 1968 1966 1965 1964
Y PERSONAJES EMBLEMATICOS
The Outlaw Josey Wales - Josey Wales Magnum Force - Insp. ‘Dirty’ Harry Callahan High Plains Drifter - The Stranger Dirty Harry - Police Inspector Harry Callahan Where Eagles Dare - Lt. Morris Schaffer Il buono, il bruto e il cattivo - Blondie Per qualche dollari in piu - Monco Per un pugno di dollari - Joe
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CIEN AÑOS DE CINE
FILMOGRAFIA
2009 2008 2008 2007 2006 2006 2004 2003 2002 2000 1999 1997 1997 1995 1993
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Invictus [ Invictus ] Changeling [ El intercambio ] Gran Torino Grace Is Gone [ La vida sin Grace ] Flags of Our Fathers [ Banderas de nuestros padres ] Letters from Iwo Jima [ Cartas desde Iwo Jima ] Million Dollar Baby Mystic River Blood Work [ Deuda de sangre ] Space Cowboys True Crime [ Ejecución inminente ] Midnight in the Garden of Good and Evil [ Medianoche en el jardín del bien y del mal] Absolute Power [ Poder absoluto ] The Bridges of Madison County [Los puentes de Madison] A Perfect World [ Un mundo perfecto ]
1992 1990 1990 1988 1986 1985 1982 1980 1977 1976 1975 1973 1972 1971
Unforgiven [ Sin perdón ] White Hunter, Black Heart [Cazador blanco, corazón negro ] The Rookie [ El principiante ] Bird [ Bird ] Heartbreak Ridge [ El sargento de hierro ] Pale Rider [ El jinete pálido ] Firefox [ Firefox, el arma definitiva ] Bronco Billy The Gauntlet [ Ruta suicida ] The Outlaw Josey Wales [ El fuera de la ley ] The Eiger Sanction [ Licencia para matar ] Breezy [ Primavera en otoño ] High Plains Drifter [ Infierno de cobardes ] Play Misty for Me [ Escalofrío en la noche ]
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de un caso muy extraño. El guionista Joseph Michael Straczynski adjuntó al guión fotocopias de los artículos que se publicaron sobre el caso en rotativos de la época como Los Angeles Times. Mientras leías el guión, podías ver las fotografías de las personas involucradas, lo que te hacía implicarte mucho en la historia. ¿Cómo se documentó para recrear la época?
mucha atención a lo que decían… y a lo que no decían. No obstante, las cosas han cambiado mucho desde entonces. Filmar una película que transcurre en 1928 siempre es difícil; pero si además transcurre en Los Ángeles, las dificultades se extreman. En esa época, era una ciudad muy centralizada y no demasiado grande si la comparamos con Chicago o Nueva York. Ahora se ha convertido en algo muy diferente.
de esos barrios, fundado en los años veinte, estaba un poco dejado de la mano de Dios. Pedimos permiso a los vecinos para filmar allí a cambio de adecentarles un poco sus viviendas: las pintaremos para que parezcan casas nuevas de 1928, les dijimos. Hay un par de escenas sobre la fuerza corruptora del poder que parecen remitir a eventos contemporáneos.
¿Intentaba que la audiencia hiciera esa ¿Todos los exteriores están filmados en conexión? La mayor parte del mérito corresponde Los Ángeles? Existe una clara relación entre la a Straczynski. Yo me crié en los años corrupción contemporánea y los egos treinta y aún mantengo frescos algunos Sí. Rodamos en vecindarios que aún de los agentes de Policía que vemos conservan un aspecto antiguo… y los recuerdos. Me acuerdo de cómo eran en la película, que toman decisiones acondicionamos para que parecieran mis padres cuando era pequeño: equivocadas. Hoy en día, vemos aún más antiguos. De hecho, uno muy pero que muy jóvenes. Prestaba
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COLLABORADORES IMPORTANTES
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urante años Eastwood cultivó frente a las cámaras la imagen del hombre rudo, violento, intolerable. Su aspecto físico y su registro actoral no le permitió afrontar con éxito otro tipo de roles. Sin embargo lo anterior no le ha impedido destacarse como un gran director de actores. Basta recordar las actuaciones de Forest Whitaker en Bird, Gene Hackman en Los Imperdonables, Sean Penn y Tim Robbins en Río Místico, Hilary Swank y Morgan Freeman en Million Dollar Baby, Angelina Jolie en Changeling y Matt Damon en Invictus.
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También, como buen director que es, ha sabido rodearse de leales colaboradores. En la confección del guión Eastwood ha tenido varios escritores (Jo Heims, Brian Helgeland, Paul Haggis) con algunos de los cuales ha repetido su participación. En la fotografía Jack N. Green y To m S te r n h a n s i d o s u s h a b i tu a l e s c o l a b o ra d o r e s ,
mientras que Lennie Niehaus lo ha sido en la composición de las bandas sonoras, The Blues, un documental realizado junto a Martin Scorsese, Mike Figgis, Wim Wenders y otros realizadores, Flags of Our Fathers y Letters from Iwo Jima (2006) con la colaboración de Steven Spielberg.
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cosas parecidas muy a menudo, así que la analogía parece bastante pertinente. No obstante, es importante no descuidar la atmósfera y las características propias de la época.
había pasado. Tengo escalofríos de pensar en la cantidad de casos que no fueron aclarados.
¿Refleja la película Los Ángeles actual?
Sí, era un pastor presbiteriano que tenía una iglesia cerca del Estadio Olímpico de Los Ángeles. Era una especie de activista que se implicaba en casos como el de Christine Collins, a la que consiguió encorajinar. En aquella época, las mujeres no podían expresarse de un modo franco y directo. Es fácil imaginarse las dificultades de esta madre a la hora de tratar con un cuerpo policial predominantemente masculino o con el establishment político. Sus primeros filmes hablaban sobre personajes muy masculinos.
Parece como si cada cierto tiempo la Policía de Los Ángeles cayera en una espiral de corrupción. En realidad, puede que esto ocurra en todas las ciudades donde cada día suceden millones de historias que merecen la pena ser contadas. El cine negro y las historias de detectives han convertido Los Ángeles en una ciudad glamurosa. Pero, en ocasiones, la realidad es más interesante que la ficción, como sucedió en el caso de Christine Collins. El elemento dramático está implícito en la historia de esta pobre mujer. En aquel momento, como no existía la televisión o Internet, la Policía conseguía salirse muchas veces con la suya y nadie se enteraba de lo que realmente
¿Existió el personaje de John Malkovich?
¿Por qué cuenta ahora historias de mujeres que luchan contra una sociedad patriarcal? No sé, tal vez me volví más femenino. Hablando en serio,
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siempre me intrigaron esta clase de historias. Cuando dirigí Los puentes de Madison (1995), me enfrenté a una historia escrita originalmente desde una perspectiva masculina. El libro contaba las peripecias de un fotógrafo que atravesaba el país y conocía a una mujer que había enviudado durante la guerra. El guión de la película, a diferencia del libro, se centró en la visión de la mujer. Honestamente, creo que el guionista tomó la decisión correcta, porque cada trama tiene sus necesidades y creo que las mujeres protagonizan historias más profundas y batallas más arduas que los hombres. Y la base del drama es el conflicto. ¿Va a dejar de actuar? Llevaba ya unos años amenazando con retirarme cuando surgió Million Dolar Baby (2004). Me gustó tanto el personaje del entrenador que dije: bien, voy a hacerlo una vez más porque creo que soy el tipo adecuado. Me
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ocurrió algo parecido cuando leí el guión de Gran Torino… Usted es simpatizante del Partido Republicano… Me hice republicano en 1951. Era un joven de 21 años que estaba en el Ejército y quería votar por Eisenhower porque prometía que iba a poner fin a la Guerra de Corea. Pero tanto el Partido Republicano como el Partido Demócrata cambiaron profundamente en esa década, de manera que poco a poco me fui convirtiendo en un libertario. El Partido Libertario no se comió nunca una rosca, pero todo ese rollo de dejar a la gente en paz y no regular nada casaba muy bien con un tipo como yo, alguien que creció durante la Gran Depresión, vio a sus padres sufrir y nunca quiso que le dieran nada a cambio. Hoy en día, los políticos prometen cosas como regalar coches, al estilo de lo que hace Oprah Winfrey en su programa. ¡Te daremos cualquier cosa! Creo que la política
está pervertida. Estamos en una época muy confusa. Mi mujer y yo somos libertarios. Cuando nos conocimos, ella era demócrata y yo, republicano. Nos juntamos en un punto intermedio, en mitad de ninguna parte…