“Los deberes para con Dios siempre nos llevan al hermano� Domingo XXIX Tiempo Ordinario
¿Quién es Dios? Recordemos que Dios es Persona, y esencialmente el Amor. Es un ser en relación con otro. Y eso otro somos nosotros.
• Esto es importante
decirlo porque quiere decir que Dios, que ha creado todas las cosas, no está en contraposición con el mundo, con el universo, pues lo ha creado: Él ha dado armonía, orden a las cosas.
De ahí que “el poder de Dios” no entra en competencia con el “poder humano” por dos razones:
1. Todas las cosas pertenecen a Dios. 2. El “poder” es el del Amor, lo cual significa que todo está impregnado de ese Amor de Dios.
¿Qué ha sucedido? • Nosotros hemos distorsionado ese amor, haciéndolo prepotencia, egoísmo,
fracturando el verdadero sentido del amor.
• Por eso la pregunta: “¿es lícito o no pagar el tributo al César?” tiene de fondo esa fractura: tendemos a dividir y no a unir.
• El pecado ha distorsionado la imagen de Dios en el ser humano.
Somos imagen de Dios • Jesús pregunta: “¿De
quién es esta imagen y esta inscripción?” • Nosotros tenemos una imagen y una inscripción en el corazón: la de Dios.
Dios es Persona, nosotros tambiĂŠn. Por lo tanto, somos imagen de Dios:
por eso estamos llamados a amar:
primero a Dios y luego a todo el que tiene semejanza con Dios, es decir, a cada persona humana, pues cada persona estĂĄ hecha a imagen de Dios.
¿Qué es ser imagen de Dios? • Es amar.
te llamé • Dios nos ha llamado para amar. • Nos ha participado de su imagen para reflejarla en los demás. Por eso la
madre Teresa de Calcuta dice: “Si no se
vive para los demás, la vida carece de sentido”
¿Qué debemos darle al mundo? • Debemos impregnar el mundo del amor de Dios. Esa imagen, “ese poder del amor” que Dios nos da y que le damos a Él, debe dársele al mundo. “No esperes a que otro te ame, sino adelántate tú y empieza” San Juan Crisóstomo.
Domingo de las misiones • Ahora podemos comprender por
qué no se contraponen Dios y el mundo. Todo lo contrario: el amor de Dios se manifiesta en el mundo. San Pablo nos recuerda: “Dios nos ha elegido” ¿Para qué?
Para amar…. Eso es ser misionero.
¿Qué es ser misionero? San Pablo nos dice: “recordamos sin cesar las obras que manifiestan la fe de ustedes…”
Recordemos las obras que manifiestan nuestra fe, para ponerlas en práctica todos los días:
Distintivos de la misión-amor en el cristiano Amar sin interés, sin esperar nada a cambio: dice una frase: “el mundo es
de quien lo ama y mejor si sabe demostrarlo”. No es “medir” si es del César o de Dios, es de ambos, porque amar es una tarea de todos y para todos.
Amar sirviendo: Es “dar
la vida”
¿Dónde damos la vida? en la vida diaria, en los pequeños detalles, poniéndonos al servicio de los demás. Es sentir con el corazón. El cristiano es un servidor en el mundo, con el “poder de la
imagen de Dios en él”.
Ser misionero es creer en el amor de Dios y darlo al mundo: “El amor
auténtico no razona, no mide, no levanta barreras…” por eso tantos misioneros dan la vida en los cinco continentes.
“No nos dejemos robar el entusiasmo misionero” Ser misionero no es complicado, se trata de vivir la alegría de “salir” de sí mismo. Dios esconde todo a aquellos que están demasiado llenos de sí mismos.
Tenemos un hermoso deber: ser de los que dan al mundo, el regalo del amor que Dios nos dio.