“La vigilancia debe ser activa y comprometida� Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario
Domingo anterior • El tema fue la
Iglesia: como Iglesia, tenemos la hermosa vocaciĂłn de trabajar para edificarla.
• La edificamos
gracias a que cada uno tiene un distinto carisma o talento
que nos permite hacer comuniĂłn en medio de las diferencias, pues quien da consistencia a todo en la unidad es el EspĂritu Santo.
Los carismas nos ayudan a vivir la fe • Como Iglesia, vivimos el ser discípulos del Señor desde una fe activa y comprometida, alegre y perseverante. • Por eso la primera lectura sugiere palabras como: “hacendosa”, “trabajo con las manos”, “gozar del fruto”.
Los talentos El trabajo “con las manos”, lo logramos gracias a los talentos que se nos han dado. Entonces….. ¿Qué es un talento? 1. Es un don otorgado para el bien de todos: “fui enseguida a negociar”. 2. Es una gracia dada gratuitamente: “a cada quien según su capacidad”.
3. Capacitan para tareas concretas: “cinco me dejaste, aquí tengo otros cinco”.
4. Debe cuidarse, haciendo un uso correcto de este: “Te felicito, siervo bueno y fiel”.
• Esto quiere decir que la vida espiritual no es “soñolienta”, “desatenta”, “perezosa”, pues san Pablo nos advierte que “el día del Señor llegará como ladrón en la noche”. • Es decir, no somos cristianos “por contrato”, somos cristianos SIEMPRE, porque el Señor nos trata como
• El GRAN DON que hemos recibido es la salvación. Eso quiere decir que ya “no vivimos en las tinieblas, sino que somos hijos de la luz”. • Si somos los siervos del Señor, estamos llamados a corresponder a esa misericordia de Dios, “manteniéndonos despiertos” y trabajando por ser cada día mejores cristianos.
• Trabajar por ser cristiano (discípulo), implica vivir la vida de manera auténtica y cosechar frutos.
• Sólo así el
discípulo puede ser llamado “bueno y fiel”.
• No vivir de esa manera tiene implicaciones serias, puesto que sería renunciar a los más altos ideales: “los tesoros del Reino”, y alguien sensato no renuncia a los tesoros más grandes de la vida: los que tienen que ver con
la vida eterna.
Por eso es importante arriesgar • El tercer siervo cometió un error grave:
“no hacer nada”.
• Se dejó paralizar por el miedo a usar sus talentos.
• El Señor nos invita a arriesgar. El Evangelio
implica una aventura: confiar en Dios y darlo todo.
Arriesgar→ Dar frutos • Arriesgar desde el Evangelio significa asumir una actitud creativa, transformadora: • “Una auténtica fe –que nunca es cómoda ni individualista-, siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra” E.G. #183
• De ahí que los carismas que se esconden no fructifican… ¡¡se mueren!!
• El riesgo prudente es lo que transforma el mundo. • Por eso el cristiano siempre está despierto, activo, comprometido, pues es lo que abre los caminos al Reino de Dios.
Se acerca el final del año • Estamos llamados a repensar una vez más nuestra fe, y revisar cómo la hemos vivido este año, pues Dios nos da la oportunidad de renovarnos, de recomenzar. • Es el Espíritu quien nos mueve a esa audacia y a esa búsqueda creativa que nos hace multiplicar los talentos.
• La próxima semana celebraremos a Jesucristo Rey del Universo. El Señor
viene como el Buen Pastor.
• Presentémonos
ante Él como los siervos fieles que hemos hecho lo que teníamos que hacer.