“Velen y esperen con alegría, el Señor está cerca”
I Domingo de Adviento
ď ąCorremos un peligro en nuestra vida de fe: el tiempo va transcurriendo, vamos pasando por ciclos, ĂŠpocas, tiempos‌ pero no son pocos los que viven una actitud de pasividad.
• De eso tuvo conciencia el pueblo de Israel, de que habían pasado de la vigilancia al cansancio:
“Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes (…) estábamos marchitos, como las hojas, nuestras culpas nos arrebataban como el viento”
• Reconocemos en teoría que solo un Dios existe, “que es nuestro Padre y Redentor”, pero en el día a día, lo desconocemos, puesto que “bajamos la guardia”, entonces terminamos estancados.
Han pasado veinte siglos
• ¿Necesitamos un corazón nuevo?
¿Qué es Adviento? • Observemos la arcilla…
“Señor Tu eres Nuestro Padre, nosotros la arcilla y tu el Alfarero: somos todos la obra de tus manos”
Adviento es moldearnos • Adviento es el tiempo de nacer, de proyectar nuestra historia, hacer el proyecto de navidad, hacer que nazca el hombre. • ¿Qué haré con la arcilla? • ¿Qué persona quiero moldear en mí?
• Debemos volver a sentir la experiencia de fe como algo intenso, como en el siglo I. • Hoy no es “volver a lo mismo”, es ver una oportunidad: la de moldearnos según el proyecto de Dios… o acaso ¿no sentimos la necesidad de despertar e intensificar nuestra relación con Dios?
驴C贸mo moldear nuestra arcilla?
I. Velen y esperen • No podemos moldear nuestra vida si vivimos despreocupados de lo fundamental: de los valores espirituales y eternos.
• Velar, es abrir los ojos del alma para que no nos llegue de improviso el día del Señor. • Vigilar es estar alerta para que nadie nos engañe con falsas doctrinas. • Velar es postrarse ante Dios diciendo “Padre, dispón de mí, solo soy tu hijo, moldea la vida que quieras en mi”, es decir, confiar.
II. Alegres en la esperanza “Agradezco a Dios los dones divinos que les ha dado”.
• La comunidad de Corinto sabe que en medio de flaquezas hay una gran riqueza: los carismas dados por Dios , pues permiten construir alegría y esperanza en la segunda venida de Cristo.
• Tomamos la arcilla y empezamos a “trabajar nuestra vida”, porque sabemos que Él esta, que el viene, que es nuestra fortaleza.
• Nos vamos formando porque sabemos que Él nos invita a vivir en la autenticidad y en la verdad. Eso da alegría.
El Señor es el dueño del tiempo. Por eso no debemos preguntarnos ¿cuándo vendrá?
• Nuestra tarea y responsabilidad es estar atentos a la voluntad del Padre, a construir su Reino. Así es como nos vamos construyendo nosotros también. • Nuestra actitud por tanto debe ser fortalecer a los débiles, pues son signo de que Dios está modelando nuestra vida.
Hoy empieza nuestra tarea de alfareros ď ąNosotros somos obra de las manos de Dios.
ďƒźPero Dios nos ha dado la vida para que la administremos correctamente. Hoy somos alfareros de nosotros mismos, hoy empieza esa tarea de construirnos para dejar de estar adormecidos.
¿Qué saldrá? • A veces decimos: “lo que Dios quiera”. En este caso, lo que Dios quiere es que seamos alfareros de nosotros mismos. • Si despertamos, saldrá el ser humano creyente que sabe leer en los signos de la vida, el paso del Señor. • Pero si el Señor “nos halla durmiendo”, seguirá pasando el tiempo sin sentido alguno.