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DOMINGO, 28 DE ENERO DE 2018
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ECONOMÍA
AGRO
CIFRAS DEL SECTOR
AGRO INFORME
Un negocio de 1,4 millones de caballos de fuerza De acuerdo con Confecámaras, hay 143 sociedades registradas como criaderos de equinos, en Antioquia reposan 20 de estos centros. Por NATALIA CUBILLOS MURCIA
Q
uienes aman a los equinos no dudan en afirmar que por sus venas corre el ADN de estos cuadrúpedos que han estado al lado del ser humano como fieles transportadores y que con el paso de los años se han consolidado como fuente de prestigio y poder en el mundo. “Hace 100 años todo el mundo tenía un caballo y solo los ricos tenían un carro, hoy toda la gente tiene un automóvil y solo los ricos tienen caballo”, esta afirmación propia de la actividad es muestra de que este hobbie también es un negocio que se mueve en el país. De acuerdo con el censo equino 2017, en Colombia existen 1,4 millones de caballos. La cifra, según explica Wiliam Monroy Guevara, líder nacional de la especie equina del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), proviene de la contabilización que se realiza cuando se desplazan a hacer “la vacunación de Aftosa (...) y a su vez levantan el censo de otras especies, pero hay fincas que no tienen bovinos, así que esos los contamos con asociaciones ecuestres”. Así, Monroy Guevara reconoce que son datos proyectados. “Para hacerlo realmente deberíamos visitar más de un millón de fincas”. Con las cifras propuestas, Antioquia es el departamento líder en la posesión de estos animales al concentrar 11,4 % de ellos; seguido de Tolima, con 8,2 %, y Cundinamarca, 7,5 %. En Colombia hay 143 sociedades que se registraron y expresaron que su actividad económica es de cría de caballos y otros equinos, según la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras). De ellas, el departamento es el tercero y representa 13,99 %, después de Valle del Cauca, con 23,78 %, y Bogotá, que concentra 19,58 % de estas sociedades. Así las cosas, pese a que en el censo Antioquia se muestra como el departamento con la mayor cantidad de equinos, no es el que registra más sociedades que se dedican a su cría. La derrama económica también se evidencia en el nivel de empleabilidad. En junio de 2015 se estimaba que el sector ecuestre generaba al menos 147 mil empleos directos,
Gonzalo Franco, uno de los más importantes montadores de Antioquia, con Nuevo Género de Santillana, ejemplar de trote y galope colombiano en las Pesebreras Punto Fijo. FOTO MANUEL SALDARRIAGA
SOCIEDADES QUE SE DEDICAN A LA CRÍA DE CABALLOS Y OTROS EQUINOS Valle del Cauca
34
Bogotá
28
Antioquia
20
Cundinamarca
11
Santander
9
Huila
7
Norte de Santander
7
Boyacá
4
Meta
4
Sucre
3
Tolima
3
Bolívar
3
Cauca
2
Córdoba
2
Caldas
1
Atlántico
1
Arauca
1
Magdalena
1
Quindío
1
La Guajira
1
TOTAL GENERAL
al ocupar a montadores, palafreneros, veterinarios, empleados de pesebreras y de criaderos, y 184 mil indirectos, entre marroquineros, elaboradores de alimentos, transportadores, fabricantes de medicamentos, ayudantes y criadores. Paso Fino, autóctono En Colombia hay diferentes razas de caballos, como árabes, españoles andaluces y los criollos que se distinguen según su andar (ver Glosario). Hace dos años, mientras el reconocido amante de los caballos Aurelio Iragorri era ministro de Agricultura, se aseguró que en el país se estaba trabajando para reconocer al Paso Fino Colombiano, un tipo de andar que es propio del caballo nacional y es ampliamente reconocido a nivel internacional, como autóctono. “La elegancia y sutileza de las pisadas de este ejemplar, constituido genéticamente en Colombia y aplaudido en competencias de chalanerías, ferias y cabalgatas, lo hacen meritorio para que sea considerado como un producto típico de exportación como el café o la orquídea”, recalcó el Ministerio de Agricultura en una comunicación del mismo año. En 2017 esta ley vio la luz e Iragorri sostuvo que implicaba
“hacer labores de promoción, protección y conservación, programas de divulgación para que la gente sepa que entorno al caballo hay una actividad lícita que genera un movimiento importante en la economía”, en la revista de la Federación Colombiana de Asociaciones Equinas (Fedequinas), publicada en noviembre de 2017. Además, sostuvo que gracias a esta Ley se podría parametrizar la parte “mecánica o física de los caballos reproductores para saber (...) el potencial genético de un animal” y que esto podría potenciar la actividad en el conocimiento genético del animal y su comercio internacional. En 2012, por ejemplo, se evidenció la exportación de 24 registros de caballos en pie para la reproducción por 135.435 dólares; es decir, unos 383,9 millones de pesos, de acuerdo con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. A partir de allí, no se hay más de 31 registros de caballos. Se dio en 2015, y fue una transacción de 734.200 dólares, unos 2.081 millones de pesos. En la venta de caballos de carreras, los números son menores. En 2012 se dio la venta al exterior de cuatro registros por 24.095 dólares, unos 68,2 millo-
143
nes de pesos, pero en 2016 solo hay uno por 2 mil dólares, unos 5,6 millones de pesos. Micronegocio Esta última cifra de exportación de un caballo para reproducción podría ser decepcionante, pero la realidad es que hay algunos que por su excelente genética pueden costar esta suma e incluso 4.000 millones de pesos o más. Equinos de paseo, cabalgata y trabajo pueden estar en el país entre 5 y 15 millones de pesos, y un caballo de competencia o alto rendimiento se encuentra entre 80 a 100 millones de pesos o más. En las transacciones, “todo depende del tipo de caballo, el dueño y para qué se quiere”, explica Alejandro Vélez, director ejecutivo de la Asociación de Caballistas de Antioquia (Asocaba). “El gusto y la química cuando se monta en el caballo también es importante, hay personas a las que les gustan los caballos más suaves, o cuando se busca uno de competencia se mira su récord”, explica Vélez. Para el montador, Gonzalo Franco, “los caballos son como alumnos, hay unos muy buenos y otros que no lo son tanto, pese a la genética”. Entre los aspectos para evaluar un buen equino están: “su noble-
za, que tenga buena pisada y su descendencia”. En 2016, se registraron 6.196 caballos por 24 asociaciones equinas del país, dato que es relevante sobre todo si se quiere tener un caballo para alguna actividad de exposición, deportiva o incluso transaccional. Los registros son como la cédula de ciudadanía de un equino, es decir tiene los datos de su genealogía (padres, abuelos y bisabuelos), sus características del andar y el reporte de monta (qué caballo inseminó y de qué criadero es, si es hembra o macho). El registro no es propio de una sola entidad, sino que cualquier asociación puede realizar el trámite, con precios propuestos por Fedequinas. Entre los trámites relevantes se diferencia el precio de los registros entre los menores y mayores de 18 meses. Para los menores, el elemento clave es un porcentaje del salario mínimo 40% de él o 60 %, según si se es socio o no en Asocaba. Y en los mayores, la suma oscila entre 60 % del salario y uno completo. Los registros de asnales, mulares y capones de cualquier