Kerigma

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La niñez, hoy en día, debe ser destinataria de una acción prioritaria de la Iglesia, de la familia y de las instituciones del Estado, tanto por las posibilidades que ofrece, como por la vulnerabilidad a la que se encuentra expuesta. Los niños son don y signo de la presencia de Dios en nuestro mundo por su capacidad de aceptar con sencillez el mensaje evangélico. Jesús los escogió con especial ternura (cf. Mt 19,14), y presentó su capacidad de acoger el Evangelio como modelo para entrar en el Reino de Dios (cf. Mc 10,14; Mt 18,3). APARECIDA 438 La niñez, al ser la primera etapa de la vida del ya nacido, constituye una ocasión maravillosa para la transmisión de la fe. Vemos con gratitud la valiosa acción de tantas instituciones al servicio de la niñez. (APARECIDA 440).


UNA GRAN NOTICIA PARA LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES PRESENTACIÓN El encuentro que vamos a vivir al iniciar la Escuela Diocesana de Discipulado Misionero para niños, niñas y adolescentes, tiene como finalidad ofrecer una proclamación del Kerigma (primer anuncio). Es decir, dar a conocer la salvación que propone el Evangelio invitando a acoger el amor gratuito y paternal de Dios, de tal manera que, llegando a un encuentro personal con Jesucristo como Señor y Salvador, la vida de estos pequeños que inician en la fe se transforme. La Escuela brinda la posibilidad de formar en estas primeras etapas a niños y niñas que necesitan de fe, esperanza y amor para responder a sus ilusiones y esfuerzos en la vida; y a adolescentes, para un acompañamiento en su definición de vida y en la búsqueda de las expectativas dentro de las diferentes posibilidades de realización personal. Este encuentro de la gran noticia consta de tres momentos fundamentales que se realizarán con todos los miembros de la Escuela Diocesana de Discipulado Misionero. EN EL PRIMER MOMENTO Dios sigue fiel al amor que ha tenido como respuesta a los pecados de los hombres y por eso envía a su Hijo Jesucristo como salvador para restablecer la amistad perdida. • El amor de Dios : Es un anuncio que debe hacer sentir a cada niño, niña y adolescente que Dios lo ama. Aquí quien habla lo hace más desde los sentimientos que desde los saberes que tiene. La respuesta de estos niños y niñas al amor de Dios debe ser desde las buenas acciones que son las que traen consecuencias positivas para sus vidas. • Jesucristo Salvador : Dios envía a su hijo para que, a través de Él, todos obtengamos el perdón. EL SEGUNDO MOMENTO Es una invitación a los niños, niñas y adolescentes a responder al amor eterno de Dios con la conversión y la fe. Este encuentro culmina con una renovación del sacramento del Bautismo, a través de una celebración penitencial.


• Conversión: Si reconozco a Jesús como mi salvador, me abrazo a Él y lo acepto por medio de la conversión. •

Fe: La conversión exige la fe, creerle a aquel que me ama eternamente.

• Celebración penitencial: La respuesta al Señor que me ha llamado se concluye con una celebración que me lleva a renovar el Bautismo mediante la penitencia, virtud y sacramento. Esta celebración tiene tres partes fundamentales: Se prepara a los niños, niñas y adolescentes a través de un examen de conciencia, para que lleguen a tomar seriedad de sus actos indebidos y retomar sus buenas acciones. Se realiza una liturgia penitencial. Esta liturgia pretende llevar a las personas a un arrepentimiento sincero de sus pecados. (La celebración de la penitencia no necesariamente tiene que darse en el lugar donde se reúnen, es conveniente que la persona con tiempo busque un sacerdote en el momento o después para realizar una buena confesión). La tercera parte de la celebración penitencial debe ser muy alegre, ojalá tenga un ágape que exprese este momento gozoso de un modo comunitario. EL TERCER MOMENTO Culmina la proclamación del primer anuncio, donde las personas reconocen a Jesús como su Señor. Este es el centro del kerigma: tener la convicción de que Jesús es mi Señor. Luego reconocen que el Padre cumple su promesa por Jesús, enviándonos el Espíritu Santo, que llegó a los discípulos, y hoy llega a nosotros, como un nuevo Pentecostés, que experimentamos que renueva el sacramento de la Confirmación. • Jesús es el Señor: Este es el centro del kerigma. Jesús es mi Señor, es el dueño de mi vida. Este es el momento cumbre del encuentro con Jesús. Quien realiza este momento debe experimentar verdaderamente el señorío de Jesús. • La promesa del Padre renovada por Jesús: La realización de la promesa es el don del Espíritu Santo que Jesús envía a sus discípulos. • Nuevo Pentecostés en la Iglesia: En la Iglesia encontramos muchas realidades nuevas, frutos de la acción del Espíritu Santo. El Espíritu es para cada persona. • Dios te llama para ser Iglesia: Con el término “Iglesia”, se designa al pueblo que Dios convoca y reúne desde todos los confines de la tierra, para construir la asamblea de todos aquellos que, por la fe y el Bautismo, han sido hechos hijos de Dios, miembros de Cristo y templos del Espíritu Santo.


Este momento termina con una liturgia para implorar la nueva efusión del Espíritu, donde se renueva el sacramento de la Confirmación. Para el inicio de la Escuela Diocesana de Discipulado Misionero, el encuentro de la gran noticia es fundamental, es una oportunidad privilegiada para el encuentro con Jesucristo y la decisión de seguirlo con generosidad. Todos estamos llamados a conocer la experiencia de Dios en nuestras vidas, experimentando su amor, que nos transforma y nos ayuda a enseñar a los demás niños, niñas y adolescentes que Él está vivo. Quienes serán sus discípulos ya lo buscan (cf. Jn.1,38). Pero es el Señor quien los llama: "Sígueme" (Mc. 1,14; Mt 9,9). En ese llamado del Maestro a la búsqueda del sentido de nuestra vida, se nos dan herramientas propicias para el encuentro con Cristo. Este encuentro debe renovarse constantemente por el testimonio personal, el anuncio del evangelio y la acción misionera de la comunidad. El primero no sólo es una etapa, sino el hilo conductor de un proceso que culmina en la madurez del discípulo de Jesucristo. Quien orienta estos encuentros debe comprender las características de la experiencia cristiana que cada uno de los participantes tiene. En este camino que se inicia, es normal que en el grupo se junten personas con experiencias y niveles de fe diversos. Quien orienta debe evitar, en todo momento, hacer comparaciones entre los miembros del grupo. Quien va a proclamar el primer anuncio debe hacerlo, no como transmitiendo unos conceptos académicos, sino a partir de su experiencia personal del amor salvador de Dios manifestado en Cristo Jesús. Por ello, es bueno que tenga presente estos consejos en el anuncio que va a realizar : • Con sentido de paternidad: Como un padre que genera a su hijo, así el que proclama el kerigma lo hace con ese deseo de generar la vida de la fe en sus oyentes. Pablo decía: "¡Hijitos míos!, por quienes sufro dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en ustedes." (Gal. 4,19). • De corazón a corazón: La predicación que sale del corazón con calor humano y busca llegar al corazón del otro y no simplemente a su cabeza es la apropiada para el kerigma. Aquí cuanto se busca es ayudar al corazón humano a abrirse a Cristo, Señor, Salvador y Santificador. Se desea facilitar una experiencia viva del Señor. Por ello es que el kerigma se comunica con convicción, con pasión y con energía, pero también con humildad y buena dosis de alegría. Al fin de cuentas, es una gran noticia.

1 Tomados de: Mons. Luis Augusto Castro en Diálogos misioneros y otros alegatos. Bogotá. 1996. p. 67-68


• Buscando la inmediatez: Eso de la Inmediatez significa que los oyentes capten fácilmente el mensaje, sin tener que hacer fatigosas elaboraciones mentales para entenderlo. Por ello, en el kerigma se ofrece lo esencial, dentro de una gran sencillez y un lenguaje apropiado. • Con la fuerza de Dios: Quien proclama el kerigma lo hace con convicción porque no está diciendo cosas suyas, es el Espíritu Santo quien está hablando en él y le da la fuerza necesaria para anunciar con valentía esta buena noticia. • Desde la oración apostólica: El kerigma llega al corazón porque el maestro interior, el Espíritu Santo, lo lleva hasta el interior del oyente y lo hace comprender. Pero la acción del Espíritu hay que invocarla así como hay que agradecerla y alabarla. PROPUESTA METODOLÓGICA Los encuentros cuentan con una propuesta metodológica basada en acción, participación y reflexión, fundamentada en la propia experiencia de los participantes, en la construcción conjunta de aprendizajes y en el análisis de estos conocimientos relacionados con la realidad. Así, se proponen 4 momentos: Brújula: Señala el norte, es el inicio del recorrido y permite ponerse en sintonía con lo que se va hacer. Por lo general, se conforma por juegos de animación, preguntas sobre el tema por desarrollar o presentación de las temáticas. Caminemos: Es la actividad central del encuentro. Allí se encuentra el eje central del encuentro, por ejemplo, juego de roles, collage, carteles, cuestionarios, obras de teatro, posibles situaciones construidas por los mismos participantes. A la sombra del árbol: Es la reflexión de todo lo que se ha realizado hasta el momento y cómo se relaciona con la cotidianidad. Reto para el regreso: Permite aplicar lo aprendido y construido en la cotidianidad, en la familia y en la escuela. Se basa en ejercicios prácticos: acciones para realizar en casa con la familia, con compañeros de la escuela o con la comunidad.


PRIMER MOMENTO Consta de tres encuentros: El amor de Dios El pecado del hombre La salvación de Dios en Cristo

1- EL AMOR DE DIOS Dios te ama Niños, niñas y adolescentes, vivamos la experiencia del amor de Dios. Dios te ama, esta es la buena noticia que estás llamado a experimentar: la alegría que Jesús vino a anunciar a todo hombre. Pues Dios te ama como tú eres. Su amor es fiel y firme, siempre seguro, no falla nunca, en ninguna circunstancia y por ningún motivo.

OBJETIVO Dar a conocer el anuncio del amor de Dios en nuestra vida, reconociendo que somos hijos y llamados a permanecer fieles a ese amor. BRÚJULA Después de que los asistentes hayan leído Is 49, 14 -16, se recomienda tener tres signos que ambienten el lugar donde se realice la actividad. 1. Tinta y pluma: El amor de Dios. 2. Camino: El pecado del hombre. 3. Cruz: La salvación de Dios en Cristo. Posteriormente, se recomienda a cada asistente que observe los signos y lea sus significados. Cuando ubiquen el símbolo 1, el coordinador les dibuja un sello en la mano derecha. Cuando ya todos tengan el sello se les pregunta: ¿qué significa este sello para cada uno de ustedes? Luego se lee el texto Isaías 49,16: “Fíjate te llevo tatuada en la palma de mi mano”, partiendo de esto se realiza una corta reflexión sobre el hecho de ser tatuados cada uno para recordar el amor que Dios nos tiene.


CAMINEMOS El amor misericoridoso de Dios El coordinador, a partir de la siguiente lectura, les da a conocer a los niños, niñas adolescentes la importancia del gran amor que Dios tiene por todos nosotros, en especial por los niños y niñas del mundo. Dios te ama personalmente porque Él es tu padre. Así dice Dios, tu Creador, el que te hizo: No temas porque yo te he rescatado, te he llamado por tu nombre, tú eres mío. ( Is 43,1.) Con amor eterno y gratuito te he amado. (Jer 31,3). Dios ama a todos los hombres, pero también ama a cada uno de manera personal, como cada uno necesita ser amado. No nos ama porque seamos buenos o por lo que hacemos, sino porque Él es nuestro Padre: Cual la ternura de un padre para con sus hijos, así de tierno es Dios para quienes le buscan. Sal 103,13). Porque Dios es amor, Él te ama incondicionalmente: ¿Podría una madre olvidarse del hijo de sus entrañas? (1 Jn 4,8) Pues Yo de ti nunca me podré olvidar. (Is 49,15.) A cada uno nos dice, en lo más íntimo, esta gran verdad: eres mi hijo amado en quien tengo mis complacencias. Dios te ama con tus cualidades y defectos. Es más, Él ama de manera especial a los pecadores: El peor de todos los pecadores es el más amado de Dios, porque donde abunda el pecado sobreabunda su amor misericordioso. Dios quiere lo mejor para ti porque eres su hijo. “el amor no consiste en que nosotros amemos a Dios, sino en que Él nos amó primero:” (1Jn 4,19) y dio su vida por nosotros. Características del amor de Dios: Es un amor incondicional (Os. 11, 1-5; Is. 49, 15). Aunque seas pecador, rico, o pobre; vino a salvar lo que estaba perdido (Lc. 19, 10). Es un amor personal (Is. 43, 1; Jer. 31, 3). Me amó y se entregó por mí. Su amor es eterno. Nunca pasará (Is. 49, 15). Dios no te pone ninguna condición para amarte, te ama incondicionalmente. Él te ama como eres: rico o pobre. No importa lo que hayas sido o seas en el presente: pecados, vicios o defectos, Dios te ama incondicionalmente, porque su amor no cambia. Todo fracaso, problema y hasta pecado en tu vida es ahora una oportunidad para que experimentes su amor que es siempre fiel.


A LA SOMBRA DEL ÁRBOL Se dividen en grupos, teniendo en cuenta el número de asistentes, a cada grupo se le entrega por escrito la siguiente lectura, al final realizarán una conclusión. Cada grupo debe socializar la actividad realizada. El alfarero de la vida Una historia sobre cómo descubrir el infinito amor de Dios por sus creaturas El alfarero es el encargado de hacer vasijas de barro, de loza o de cerámica. Un alfarero puede hacer humildes botijos para beber agua fresca como hermosos jarrones que adornan los palacios de los reyes. Un jarrón tiene más valor en el mercado que un botijo, pero sólo en el mercado, ya que en la práctica la función de los jarrones es principalmente decorativa, mientras que se utilizan los botijos para beber agua fresca. Sin embargo ni el botijo ni el jarrón podrían existir sin el alfarero. El barro o el caolín mezclados con agua, sin la intervención del alfarero, no son nada. Y nada sale de ellos, los súper milagros no existen. Podemos hacer la prueba: coger tierra, mezclarla con agua y luego amasarla. La dejamos para que repose pero no obtendremos nada, ya que necesitamos de las manos y del ingenio del alfarero para que éstas tomen forma. El alfarero toma ese barro en sus manos y decide hacer un jarrón o un botijo. Lo pone en el torno y lo va modelando con sus manos, dándole forma. Supongamos que el barro o la porcelana tuviesen vida, y pudiesen escapar del torno. ¿En qué acabarían?, en nada, en un montón de tierra mojada que la lluvia arrastraría. Pero en el torno van tomando la forma y se convierten en botijo o jarrón. Podemos pensar que ya está acabado el proceso, pues no. Es preciso, todavía, que el alfarero los meta en el horno, en la fragua, que soporten la prueba del fuego. También esta debe ser muy dolorosa, si los imaginamos con sentimientos. ¿Y qué pasaría si el botijo o cualquiera de sus compañeros decidiesen escaparse del horno, de la prueba?, que se quebrarían, que no valdrían para nada y habría que desecharlo como a un trasto inútil. Hay un alfarero distinto a los demás. Este tiene la particularidad de amar con locura a sus obras. Estas, a su vez, son libres a veces rechazan el horno, o incluso el torno. Cuando uno de estos objetos se rompe, este alfarero no deja el botijo roto o tirado en un rincón; por el contrario, lo toma de nuevo, lo amasa en el torno, no con agua, sino con sangre, con la sangre de su hijo. Porque ese alfarero es el Padre Dios; su hijo, Jesús; el botijo o el jarrón, cada hombre o mujer; el torno, la fe y el horno, la vida.


RETO PARA EL REGRESO Motivemos a los participantes a realizar un símbolo significativo para ellos a través de la lectura del alfarero de la vida y el amor que Dios nos ofrece. Se le entrega a cada uno un pedazo de plastilina, para que se moldeen como creaturas de Dios. “Tú eres mío. Eres precioso a mis ojos, eres estimado, yo te amo.” (Is 43,1.4)

2 - El pecado del hombre Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre Celestial también os perdonará a vosotros. Pero si no perdonan a los demás, tampoco su padre les perdonara sus culpas. (Mateo 6,14 – 15). Entendamos el pecado desde la relación con dios. El pecado está presente en la historia del hombre: sería vano intentar ignorarlo o dar a esta oscura realidad otros nombres. Para intentar comprender lo que es el pecado, es preciso en primer lugar reconocer el vínculo profundo del hombre con Dios, porque fuera de esta relación, el mal del pecado no es desenmascarado en su verdadera identidad de rechazo y oposición a Dios, aunque continúe pesando sobre la vida del hombre y sobre la historia. (Catecismo de la Iglesia 386-387). OBJETIVO Dar a conocer las causas y consecuencias del pecado en nuestra vida y lograr que los niños, niñas y adolescentes encuentren la respuesta del amor de Dios desde las buenas acciones que son las que traen consecuencias positivas para sus vidas. BRÚJULA Solo no puedes: Comienza dando un pedazo de cinta adhesiva o pegamento a cada uno de los jóvenes asegúrate de que todos tengan un pedazo. Luego anuncia que van a realizar un concurso, pídeles que tomen la cinta adhesiva y que se la peguen en la parte de atrás de la mano izquierda asegúrate que todos lo hagan bien. Una vez que todos lo hagan explica que el concurso va a dar inicio y que no se vale hacer trampa. Se trata de ver quien puede quitarse la cinta de la mano izquierda usando nada más que la propia mano izquierda. Al percatarse que nadie puede, explícales que así es el pecado en la vida del hombre. Luego pídeles que con la mano derecha remuevan la cinta. Explícales nuevamente que la mano derecha representa a Jesús que viene a ayudarnos y limpiarnos si nosotros se lo pedimos. La mano izquierda = el hombre La mano derecha = Jesucristo El remover la cinta = la libertad La cinta = el pecado


CAMINEMOS No es bueno vivir sin reconciliación. Los cristianos hemos abandonado la reconciliación porque nos falta el sentido del pecado; no somos conscientes de hacer nada malo. "Yo no hago nada malo", "Yo no peco, vivo mi vida normal, sin meterme con nadie, sin hacer mal a nadie", así dice mucha gente buena, y dice la verdad. La objeción es que el "listón" con el que nos medimos es el nuestro. La cosa cambia cuando nos medimos con el Evangelio de Jesús. (Angelines y Fernando. Catequistas de jóvenes Revista Catequistas, No. 145, enero de 2003) Trabajar el dibujo • El dibujo presenta una red o rompecabezas con 12 viñetas. La elección de la red para describir esta realidad no es algo casual, es intencionada, es un entramado de hechos que relaciona y llega a toda la vida de la persona. • La distribución en bandas horizontales permite que los coordinadores hablen y expongan lo central del sacramento de la Reconciliación de manera sistemática, apoyándose en las viñetas. • Es bueno entregar una fotocopia del dibujo y adjuntar una fotocopia con la red o rompecabezas, pero sin dibujos en el interior. Cada persona (o los miembros del grupo) añadirá (escribiendo o dibujando) otras actitudes o situaciones de pecado. • Los protagonistas son niños, pero el dibujo vale para toda clase de edades. • Se puede hacer una lectura en forma horizontal (descripción de aspectos de pecado) o vertical (proceso o paso de la situación de pecado a una situación de armonía, como en el paraíso). Primera banda horizontal: Las viñetas describen situaciones de pecado, tales como la violencia hacia el otro; el menosprecio y abandono de la propia responsabilidad, del deber y del trabajo; la apropiación de "las cosas" del otro y la usurpación indebida de lo que no me pertenece. No es todo, pero son escenas que nos llevan a revisar "nuestra vida de pecado". Se evoca para provocar una pregunta: ¿Cómo se da esto en mi vida? ¿Cómo soy yo pecador? Segunda banda horizontal: El protagonista se interroga, reflexiona, vuelve sobre sí mismo. Se da cuenta de lo que ha hecho. Como trasfondo, aparece una referencia evangélica. Es el Evangelio el que nos hace descubrir que el corazón se nos mancha, que Dios en la cruz murió perdonando. No se trata sólo de conocer lo que uno ha hecho, sino de referenciarlo con el Evangelio y con el amor de Jesús. Es el camino para el' arrepentimiento: sabernos queridos por alguien. Se reconoce la propia realidad no para saber más de nosotros mismos, sino para mirarnos en el espejo del Evangelio y arrepentirnos. Tercera banda horizontal: El hijo pródigo, al caer en la cuenta de su pecado, vuelve a la casa paterna con el corazón rasgado, manchado. Así se lo comunica al padre y le pide perdón. Éste le perdona. A su vez, quien se siente perdonado da muestras de gratitud por haber sido acogido. En el sacramento de la Reconciliación, a estas etapas las llamamos acusación de los pecados, absolución y penitencia.


Cuarta banda horizontal: Refleja una situaci贸n nueva totalmente diversa de la inicial. Para llegar a ella, la persona ha realizado todo un proceso. El cambio no es repentino, es progresivo. Rehacer la vida, en ocasiones, es un largo proceso que no podemos llevar a cabo nosotros solos, necesitamos la ayuda de Dios y la ayuda de los dem谩s: su presencia cercana, sus palabras, sus consejos...


A LA SOMBRA DEL ÁRBOL. A continuación, el coordinador leerá la Parábola del Hijo Prodigo, Lucas 15,11- 32. Retomando la parábola, cada participante debe escribir una carta donde describan el amor de sus padres hacia ellos y ellos como corresponden a ese amor. Al finalizar, cada uno leerá sus cartas y se comprometerán a entregárselas a sus padres. RETO PARA EL REGRESO. La Parábola del “Hijo Prodigo” nos muestra la relación entre Dios y cada uno de nosotros. El pecado es el rompimiento de la relación personal con Jesús, no debemos olvidar que Él siempre esta con sus brazos abiertos para recibirnos. Para finalizar, la actividad se le entregarán a cada participante unos dibujos que representan la parábola del “Hijo Prodigo” para colorear.


3 - MI AMIGO JESÚS QUE ME SALVA Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos. (Juan 15, 13) La salvación en Jesús: ¿Y qué pasa entonces con las buenas obras? Las buenas obras son el signo de que el Señor nos está regalando su misericordia y la conversión. No son"el dinero"con el que compramos la salvación, sino los frutos de la salvación que Jesús nos está regalando y los signos evidentes de que actúa en cada uno de nosotros y en su Iglesia. ¡El precio de nuestra salvación es la cruz de nuestro Señor Jesucristo! OBJETIVO Presentar a Jesús como el Amigo que dio su vida por la salvación de nosotros. BRÚJULA Signos de salvación en nuestra vida: En una caja, el coordinador va introducir varias figuras de objetos: celulares, carros, cruces, casas, familias, palabra de Dios, entre otros, cada participante debe sacar de la caja una figura, cuando todos tengan sus figuras en la mano se lanzara la siguiente pregunta: ¿Crees qué la figura que obtuviste representa el símbolo de tú salvación? Cada uno debe responder y argumentar su respuesta. CAMINEMOS La actividad inicia en un momento de desierto, donde cada uno de los participantes reflexionarán acerca de la salvación en sus vidas: partirán de un lugar establecido hacia campo abierto, en el camino se encontrarán con tres signos: La palabra de Dios “Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos.” (Juan 15,13), el coordinador la leerá y hace una pequeña reflexión, se le entrega la cita Bíblica a cada participante, continúan el camino. Cuando se encuentran con el siguiente signo, la luz, el coordinador le entrega a cada uno una vela y realiza la siguiente reflexión: “Yo soy la luz del mundo. El que me siga no caminara a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8, 12.) Al finalizar el camino, encontrarán el tercer signo: varios palos de madera, y se les indica lo siguiente: cada uno deberá construir con esta madera una cruz. A LA SOMBRA DEL ÁRBOL. Se invita a conformar grupos, a los cuales se les entrega la lectura “El precio de la salvación”. Cada grupo, después de leerla, debe realizar un afiche que plasme la frase que más les llamo la atención.


El precio de la salvación Un párroco muy querido presentó a su feligresía un señor, explicando que era su amigo más querido y que deseaba darle unos minutos para que les saludara y compartiera con ellos lo que él sintiera que fuese apropiado. El señor miró con cariño a todos y comenzó: "Un padre, su hijo, y un amigo del hijo navegaban en el Pacífico, cuando una tormenta los sorprendió haciendo imposible todos los intentos de regresar a la costa. Las olas eran tan altas que, aunque el padre era un navegante experimentado, no pudo dominar el velero y los tres fueron arrastrados mar adentro." El invitado titubeó por un momento, haciendo contacto visual con dos jóvenes, que por primera vez desde que el servicio comenzó, empezaron a lucir un poco más interesados en su historia. Continuó con su historia: "Después de unas 4 horas de intensa lucha por mantenerse a flote, una gigantesca ola barrió la cubierta con una fuerza brutal. Los dos jóvenes fueron echados al mar. El padre, agarrando la soga de rescate, tuvo que hacer la decisión más difícil de su vida: A cuál de los dos muchachos le iba a tirar la soga. Tenía nada más unos segundos para hacer su decisión. El padre sabía que su hijo era Cristiano y que su amigo no. La agonía de su decisión era mayor que el ímpetu de las olas. El padre le gritó a su hijo “¡te amo, hijo mío!”, y le tiró la soga de rescate al amigo. Cuando volvió por su hijo, este había desaparecido bajo las olas en la noche oscura. Por más que lo buscaron, nunca apareció. Ni siquiera se encontró jamás su cuerpo." Mientras los jóvenes, sentados derechitos, en el banco, estaban ansiosamente esperando las próximas palabras. "El padre," continuó, "sabía que su hijo iba a estar en la eternidad con Jesús, pero temía por el destino del otro joven que no conocía a Jesucristo. Es por eso que decidió entregar a su hijo para salvar la vida del amigo de su hijo. ¡Qué grande es el amor de Dios que hizo lo mismo por nosotros! Nuestro Padre Celestial sacrificó su Hijo único para nuestra salvación. Yo les suplico que acepten la oferta de rescate y agarren la soga de vida que Él les está ofreciendo en este mismo momento." La Iglesia quedó en profundo silencio. A la salida, los dos jóvenes se acercaron al anciano y uno le dijo: "Fue una bonita historia, comprendo que ayuda a entender el amor de Dios al entregar a Su único Hijo por cada uno de nosotros. Pero no creo que fue muy realista, que un padre entregase la vida de su hijo con la esperanza que el otro se convirtiera al Cristianismo." "Bueno, comprendo lo que dices" - replicó el anciano. Quedó entonces en silencio mientras de su mejilla corría una lágrima. "No parece muy realista" - continuó diciendo. Miró entonces serenamente a los jóvenes, su rostro al mismo tiempo reflejaba dolor y un gran gozo. "De verdad que no fue muy realista, ¿cierto?" pero tengo algo más que decirles: queridos amigos, yo soy ese padre, y vuestro párroco era el amigo de mi hijo. RETO PARA EL REGRESO. Se le entrega a cada niño la siguiente hoja de construcción, la cual realizarán con sus familias en casa. Para el próximo encuentro deben llevarla realizada y contar cuáles fueron las dificultades y qué aprendieron de esto.



SEGUNDO MOMENTO En este segundo momento, invitamos a todos los niños y niñas a dar una respuesta al amor que Dios nos tiene, por medio de la conversión y la fe, culminando con una renovación del sacramento del Bautismo a través de una celebración penitencial. Si Cristo está en el centro de nuestros intereses lo demás vendrá por añadidura. Así, la conversión de nuestros actos y de nuestra forma de ser, es consecuencia directa de que Cristo realmente sea el centro de nuestro corazón. Consta de tres encuentros: Dios nos llama a la conversión. Celebración penitencial Renovación del Bautismo

1- DIOS NOS LLAMA A LA CONVERSIÓN Decía: el plazo se ha cumplido. El Reino de Dios está llegando. Conviértanse y crean en el Evangelio (Marcos 1,15) OBJETIVO Descubrir en nuestra vida de hijos de Dios el llamado a seguirlo, experimentando su amor y misericordia, asumiendo con alegría la conversión. BRÚJULA El coordinador solicita que realicen un círculo. Luego explica que "para conocernos un poco más y para aceptarnos a nosotros mismos y a los demás, vamos a realizar una flor y en ella cada una va a escribir nuestros nombres”. El coordinador se pondrá de pie y dirá: “Yo soy... y te acepto y junto con mi amistad te regalo esta flor y una sonrisa". Quien recibió la flor, por su parte, dará al siguiente su flor diciendo: "Yo soy... y te acepto y esta flor es el símbolo de la amistad y aceptación de... (El nombre del chico que estuvo antes que él) y de mi propia amistad y aceptación, yo te regalo esta flor y esta sonrisa" El siguiente repetirá la frase, e irá agregando los nombres de aquellos que la han recibido y entregando anteriormente, junto con su amistad. Los últimos habrán de repetir los nombres de todos los anteriores. Esta flor se pondrá en el altar al momento del ofertorio de la misa, como signo de que serán ellos quienes protejan e impulsen la amistad del grupo y como una donación de cada persona representada en esa flor.


CAMINEMOS El coordinador pide que realicen cuatro grupos, a cada uno se le entregará un versículo de la lectura Ezequiel 36, 25-28 Grupo 1: Los rociaré con agua pura, y ustedes quedarán purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos. Grupo 2: Les daré un corazón nuevo y pondré en ustedes un espíritu nuevo: les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Grupo 3: Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que sigan mis preceptos, y que observen y practiquen mis leyes. Grupo 4: Ustedes habitarán en la tierra que yo he dado a sus padres. Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su Dios. Se les entrega papel periódico, marcadores y colores, indicándoles que realicen un dibujo que dé a entender lo que significa el versículo para el grupo. Después de determinado tiempo (lo indica el coordinador) deben exponer sus dibujos a los demás participantes. A LA SOMBRA DEL ÁRBOL. La vasija nueva "Levántate y baja a la casa del que trabaja la arcilla; allí te haré oír mis palabras." Un hombre tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón. Cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su deber. Después de dos años, la vasija quebrada le habló al aguador, diciéndole así: Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo obtienes la mitad del valor que deberías recibir. El aguador le dijo compasivamente: Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.


Así lo hizo la tinaja. Y vio muchísimas flores hermosas a lo largo del camino pero, de todos modos, se sentía apenada porque al final solo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar. El aguador le dijo entonces: ¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado. Por dos años, he podido recoger estas flores para decorar mi hogar. Si no fueras como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza. Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener mejores resultados, entonces no nos detengamos a quejarnos por nuestros defectos, sigamos adelante y busquemos la mejor cara de todos ellos. Hoy es tu oportunidad para dejarte modelar de nuevo. Tú puedes ser una vasija nueva. A cada uno de los integrantes del grupo se le entrega un pedazo de barro para realizar un corazón como símbolo del amor de Dios en nuestras vidas y del cambio que debemos realizar. RETO PARA EL REGRESO El Señor Dios nos lleva de la mano. ¿Cuáles son las personas que te quieren? Quién piensa siempre en ti? ¿Quién trabaja para ti? Las personas que te quieren están siempre cercanas. Aunque estén lejos y tú no las veas, piensan en ti y trabajan para ti. Dios nuestro Padre piensa siempre en nosotros. Aunque no lo vemos, está siempre cercano. El Señor nos lleva de la mano. Está con los buenos y busca con amor también a los pecadores. No se cansa de estar cercano a cada uno de sus hijos. No se olvida jamás de nosotros.



2- CELEBRACIÓN PENITENCIAL BRÚJULA Antes de dar inicio a la celebración penitencial, se recomienda que cada niño y niña pueda colorear la imagen que introduce al tema de Zaqueo, ayudando al catequista a socializar el momento que se va a vivir. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”. (Lucas 19,9). CAMINEMOS Catequista: Nos hemos reunido hoy para celebrar una fiesta muy especial para los cristianos. La fiesta del Perdón. Hoy vamos a experimentar que nuestro padre Dios nos quiere de verdad, hoy vamos a sentir que nos perdona todas las cosas que hemos hecho mal, si realmente nos arrepentimos de ello. Rito de entrada Saludo. Sacerdote: En el nombre del Padre... El Señor esté con vosotros Oración: (Todos) Te damos gracias Señor porque nos has reunido para celebrar la fiesta de tu perdón. Aumenta en nosotros el deseo de recibir tu perdón y tu paz, para que quedemos plenamente renovados como hijos tuyos y seguidores de Jesús. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro hermano y amigo. Amén. Esperando con Zaqueo al Señor (Lc 19,1-10) Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.» Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruple.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.”


El texto describe a Zaqueo, diciéndonos que es jefe de publicanos y rico. Observada su posición desde el poder, se la podría catalogar de acomodado. Pero vista desde sus compatriotas, su situación es denigrante: los judíos que colaboraban con el Imperio Romano eran considerados pecadores, rechazados por todos los hombres del pueblo. ¿Y tú? ¿Te sientes marginado y rechazado? ¿Eres tú de los que critican y marginan a otras por lo que hacen, dicen y que a ti no te va? Fíjate que a Zaqueo se le describe sólo por lo que tiene y lo que hace, no por lo que realmente es. No sabemos si es bueno, sensible, simpático… ¿sueles mirar, juzgar y catalogar a los demás por lo que tienen, en vez de por cómo son? Zaqueo sabe que Jesús va a pasar por un lugar determinado, un espacio que no tiene nada de especial, es un lugar de tantos. Uno de esos lugares en los que nunca se nos ocurriría pensar que allí está el Señor. ¿Cuidas los momentos que se te ofrecen para encontrarte con el Señor: la oración de la mañana, la eucaristía…? ¿Cómo es tu actitud en los momentos de oración: distraída, mal centrada…? Zaqueo quiere ver a Jesús, se acerca como tanta gente para verlo. Esto que se ha propuesto, choca con dos dificultades. Una que proviene de él: es de baja estatura, y la otra que está fuera de él: hay mucha gente. ¿Tus amistades te ayudan a mejorar como persona o por el contrario te invitan a actuar como no toca? ¿Eres de las personas que depende y vive para el consumo, la moda, lo que se lleva, etc.? ¿Te aceptas tal y como eres? ¿tu actitud con tus padres y hermanos contribuye a la paz familiar? Jesús lo invita a bajar. Esto supone la condición de asumir y enfrentar todas las faltas cometidas, Zaqueo camina al lado del Señor humildemente, sintiendo el peso de las miradas que enjuician su existencia descalificándolo. Sabe que tiene que cambiar. Ahora te invito a que acudas a los papeles que te llaman a bajar. Siente que es el Señor el que te invita a que tú también bajes de tantas cosas que no te dejan ser feliz de verdad. Bájate de tu comodidad o pereza, de tu orgullo y de creerte mejor que otros; bájate de tu esperar a que todo se te dé y no dar nada a cambio...acércate y escribe aquellas actitudes de las que quieres “bajarte”. La presencia de Jesús en la vida de Zaqueo ilumina sus oscuridades, está dispuesto a reparar las injusticias que ha cometido, está dispuesto a vivir bajo una luz nueva. Con Jesús ha llegado a la casa de Zaqueo la salvación. ¡Él es la salvación! Acércate a confesarte. Pide perdón por tantos fallos y deja que el Señor te regale su perdón y te haga rebosar de alegría por sentirte amado y perdonado.


Vamos a terminar con un gesto. Zaqueo devolvió lo robado y empezó de nuevo. Fue una comida lo suficiente para decidir… en el altar nosotros celebramos una comida: la entrega del Señor por amor y el regalo de aumentar tu fe. Por eso, sobre el altar dejamos esas dificultades que hemos escrito en los papeles. ¡Aún más! Zaqueo recibe el perdón del Señor. También tú lo has recibido y empiezas de cero… romperemos en trozos los papeles que nos han obstaculizado la felicidad. A LA SOMBRA DEL ÁRBOL Jesús, Zaqueo quería distinguirte, verte, pero la gente se lo impedía... ¿Sabes, Jesús?, eso mismo me pasa a mí muchas veces: la gente me impide verte. No sé verte, reconocerte, entre la multitud de los que me ofrecen otras cosas. Entre tanta distracción en la que vivo metido, no hay medio de verte, me cuesta mucho, me tapan, no te veo... Claro, Jesús, que me tendría que subir, marchar corriendo como Zaqueo, escapar de todas esas cosas de ahí abajo que me impiden verte... Abajo, a ras de tierra, no se ve nada... Jesús, quiero subir, para poder verte... Subir al árbol de la oración diaria donde se te ve, subir al árbol de tu palabra, donde se te oye, subir al árbol de tus Sacramentos, donde se te percibe y regalas el banquete de tu gracia, subir al árbol del silencio donde se te siente... Entre esta multitud de cosas que no me dejan pasar, no te veo, no te distingo...Tengo que subir, subir… Continúa tú la oración. Canto Yo tengo un gozo en el alma, ¡grande! gozo en el alma, ¡grande! gozo en el alma y en mi ser: ¡Aleluya, gloria a Dios! Es como un río de agua viva, ¡viva! río de agua viva, ¡viva! río de agua viva en mi ser. Ama a tu hermano y alaba a tu Señor, ama a tu hermano y alaba a tu Señor. Da gloria a Dios, gloria a Dios, da gloria a Él, ama a tu hermano y alaba a tu Señor. RETO PARA EL REGRESO. Gracias Padre, porque hoy nos has recordado lo mucho que nos quieres. Gracias por habernos dado a tu Hijo Jesús como hermano y amigo, con Él aprendemos a vivir. Gracias por la vida, por nuestra familia, por los amigos. Gracias Padre por todo.


3- VIVAMOS LA RENOVACIÓN DEL BAUTISMO BRÚJULA Para realizar la actividad de la renovación del bautismo, los niños y niñas deben traer fotos y/o recuerdos de cuando fueron bautizados. El catequista o coordinador le hace entrega del credo por escrito a cada participante y, en la medida de lo posible, un canto relacionado con el “Espíritu Santo”. Conviene hacer esta celebración en el templo o en un lugar amplio, que se ambienta de la siguiente manera: • Una mesa, como altar, al centro del grupo, la biblia y flores. • Si es posible, disponer las bancas o sillas en un semicírculo. •El Cirio Pascual se coloca en un lugar visible, ojalá al lado del altar. .Varias fuentes con agua. CAMINEMOS: Inicio de la celebración Comentario inicial: Hemos caminado con Jesús en la experiencia más radical de su vida: amarnos hasta el extremo, en fidelidad a la misión recibida del Padre. En Jesús resucitado, Dios ha vencido toda muerte y nos abre a la esperanza de una vida plena, por eso tenemos en medio de esta celebración el cirio Pascual, signo de esta presencia de Cristo resucitado El que preside: Alegres de esta experiencia compartida, les invito a iniciar esta celebración con la señal de la Cruz. Les pedimos a los niños y niñas realizar la señal de la Cruz diciendo: en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Acompañamos este signo con el canto “En el nombre del Padre”. Oración: Señor, todo lo hemos recibido de tu amor, tu nos entregas el don de la fe y nos incorporas a tu pueblo. Gracias por las personas que nos han ayudado en nuestro caminar de fe, por los sacerdotes, religiosas, diáconos, por nuestros abuelos, padres, hermanos, hijos. Gracias Señor, porque somos tus hijos por el sacramento del Bautismo, porque nos invitas a ser hombres nuevos, que caminan en la esperanza de una vida plena. Por nuestro Señor Jesucristo. Todos: Amen.


Desde la vida - Experiencia del Bautismo El que preside: Recuerden los acontecimientos que marcaron el sacramento del Bautismo. Han traído a esta celebración algunos recuerdos de este sacramento: fotografías y recuerdos. Ahora deben pegarlos en una hoja y responder las siguientes preguntas. ¿Qué les han contado sus padres sobre su bautismo?, ¿Dónde fueron bautizados? ¿Qué recuerdos tienen de sus padrinos?, ¿aún viven?, ¿cuáles son sus nombres? ¿Qué sentimientos les provoca este recuerdo? Les invitamos a compartir en forma espontánea y libre lo que estos recuerdos suscitan en su corazón. A partir de estos hermosos testimonios, demos gracias al Señor por las maravillas que obra en cada uno de nosotros, a través del sacramento del Bautismo. Canto: “den gracias al señor, porque es bueno”. A LA SOMBRA DEL ÁRBOL. Liturgia de la palabra La Palabra de Dios es palabra viva, siempre actúa si le abrimos el corazón. Escuchemos lo que el Señor quiere decirnos con una actitud de acogida a lo que Él quiere hacer en nosotros. Lector: Lectura de la carta de San Pablo a los Efesios (4,17-24). Disponemos todo nuestro ser, especialmente nuestros oídos y nuestro corazón, para acoger la Palabra de Dios tomada del Evangelio de Mateo. Lo hacemos cantando “Espíritu Santo, ven”. El que preside: Proclamación del evangelio según San Mateo (19,13-15): “Dejen que los niños se acerquen a mí”. Sugerencias para una breve homilía: El texto de los efesios destaca el dinamismo de dejar al hombre viejo, que vive en el pecado, por el hombre nuevo, el que bajo la acción del Espíritu Santo adopta una nueva manera de pensar y de actuar.


El Evangelio nos muestra las actitudes propias de los niños, quienes aparecen necesitados de ayuda y con con la transparencia y apertura propia de quien vive con un corazón limpio. Por eso, ser como niños constituye el estado ideal de un discípulo, ya que se dispone de la máxima apertura para acoger la acción novedosa del reino que hace desarrollar la vida en la dirección del proyecto para la que fue creada de manera total y como un don. El Bautismo nos hace hijos de Dios, y nos invita a transformar nuestra vida en el proyecto que Dios tiene para cada uno. Luego de haber re-vivido nuestra experiencia del Bautismo, de haber escuchado la Palabra de Dios, les invitamos a poner atención a los signos propios del bautismo. Están presentes en el altar: La cruz. El aceite. El agua. La vestidura Blanca. El Cirio. Todos estos elementos son los signos que se utilizan en el sacramento del Bautismo. (Sugerencia: en los lugares que cuenten con pila bautismal, les proponemos que estén adornados de manera festiva y con un porta cirio). El que preside: Signo del agua: Fijemos la mirada en el agua. Esta es signo de purificación, que nos invita a dejar el hombre viejo para revestirnos del hombre nuevo, nos invita a renacer por acción del Espíritu Santo. Hay dispuestas varias fuentes con agua, los invitamos a acercarse y sumergir las manos en la fuente para decir a qué quieren renunciar y cuál es su deseo de cambio. Mientras los niños y niñas se acercan, invocamos al Espíritu de Jesús cantando “Espíritu Santo, ven”. A la luz de este signo con el agua, que nos renueva en las implicaciones que tiene el bautismo para cada uno, queremos hacer entrega del credo, la oración que contiene las verdades de nuestra fe. Los invitamos a pasar a recibirlo y encender la vela que han recibido, mientras cantamos “Un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo”. El bautismo es el sacramento de aquella fe por la que los hombres, iluminados por la gracia del Espíritu Santo, responden al evangelio de Cristo, y que provoca la adhesión al mismo Cristo. Los invitamos a rezar juntos el Credo.


RETO PARA EL REGRESO. Bendición final: El que preside: Padre de Bondad, que hiciste nacer en estos niños y niñas el deseo de llegar a ser cristianos perfectos, concédeles que, avanzando siempre en su camino hacia ti por la fe, experimenten que sus deseos y nuestras suplicas han sido escuchados. Por Jesucristo, nuestro Señor. Recemos juntos la oración que nos hace hijos de un mismo Padre y hermanos: Padre nuestro… Finalizamos nuestra celebración cantando a nuestra madre.

TERCER MOMENTO Con este tercer momento de la proclamación del Kerigma, los niños y niñas reconocen a Jesús como su amigo y el compromiso que tienen para ser fieles al amor que Él les brinda. Solo nos queda tener la apertura a la experiencia del Espíritu Santo que se nos ha dado. El tercer momento consta de cinco encuentros: 1- Dios te llama para ser iglesia. 2- La promesa del padre, presente en nuestra vida de niños. 3- Conozcamos el Pentecostés en la iglesia, el Espíritu Santo es para ti. 4- Dios nos llama para ser iglesia. 5- María, modelo de la iglesia

1- DIOS TE LLAMA PARA SER IGLESIA El señorio de Jesús en nuestra vida de niños Porque si proclamas con tu boca que Jesús es El Señor y crees con el corazón que Dios lo ha resucitado de entre los muertos, te salvarás. (Rom 10,9) OBJETIVO Aceptar a Jesús como nuestro salvador, reconociendo su paso en nuestra vida, permitiendo que el Espíritu que recibimos en el bautismo afiance nuestro crecimiento y amor hacia Él.


BRÚJULA El catequista o coordinador hará referencia a la importancia que Jesús esté presente en la vida de cada uno, especialmente en los niños y niñas. Canto: “Jesús está pasando por aquí” u otro similar. luego de escuchar la canción, en un papel grande tipo mural, cada uno va a responder la siguiente pregunta. ¿Qué piensas sobre Jesús”? Luego les leerán lo siguiente: “Niños y niñas Amad a Jesús con amor sincero, auténtico y personal. Él debe ser su Señor, su amigo y su apoyo en el camino de la vida, sólo Él tiene palabras de vida eterna.” (Juan Pablo II). CAMINEMOS Ahora, por grupos, se les entregará la siguiente lectura, al terminar de leerla deben realizar en carteles la frase más significativa para el grupo. Recuerden es solo una frase y la deben pegar alrededor del lugar donde se encuentren. ¿Es usted Jesús? Un grupo de vendedores fue a una convención de ventas. Todos le habían prometido a sus esposas que llegarían a tiempo para cenar el viernes por la noche. Sin embargo, la convención terminó un poco tarde y llegaron retrasados al aeropuerto. Entraron todos con sus boletos y portafolios, corriendo por los pasillos. De repente, y sin quererlo, uno de los vendedores tropezó con una mesa que tenía una canasta de manzanas. Las manzanas salieron volando por todas partes. Sin detenerse, ni voltear para atrás, los vendedores siguieron corriendo, y apenas alcanzaron a subirse al avión. Todos menos uno. Este se detuvo, respiró hondo y experimentó un sentimiento de compasión por la dueña del puesto de manzanas. Le dijo a sus amigos que siguieran sin él y le pidió a uno de ellos que, al llegar, llamara a su esposa y le explicara que iba a llegar en un vuelo más tarde. Luego se regresó a la terminal y se encontró con todas las manzanas tiradas por el suelo. Su sorpresa fue enorme, al darse cuenta de que la dueña del puesto era una niña ciega. La encontró llorando, con enormes lágrimas corriendo por sus mejillas. Tanteaba el piso, tratando, en vano, de recoger las manzanas, mientras la multitud pasaba, vertiginosa, sin detenerse, sin importarle su desdicha. El hombre se arrodilló con ella, juntó las manzanas, las metió a la canasta y le ayudó a montar el puesto nuevamente. Mientras lo hacía, se dio cuenta de que muchas se habían golpeado y estaban magulladas. Las tomó y las puso en otra canasta.


Cuando terminó, sacó su cartera y le dijo a la niña: "Toma, por favor, estos cien pesos por el daño que hicimos. ¿Estás bien?". Ella, llorando, asintió con la cabeza. El continuó diciéndole: "Espero no haber arruinado tu día". Conforme el vendedor empezó a alejarse, la niña le gritó: "Señor..." Él se detuvo y volteó a mirar esos ojos ciegos. Ella continuó: "¿Es usted Jesús?" Él se paró en seco y dio varias vueltas, antes de dirigirse a abordar otro vuelo, con esa pregunta quemándole y vibrando en su alma: "¿Es usted Jesús?" Y a ti, ¿la gente te confunde con Jesús? Porque ese es nuestro destino: parecernos tanto a Jesús que la gente no pueda distinguir la diferencia; parecernos tanto a Jesús, conforme vivimos en un mundo que está ciego a su amor, su vida y su gracia. Si decimos que conocemos a Jesús, deberíamos vivir y actuar como lo haría Él. Conocerlo es mucho más que citar los evangelios e ir a la Iglesia. Es, en realidad, vivir su palabra cada día. Tú eres la niña de sus ojos, aun cuando hayas sido golpeado por las caídas. Él dejó todo y nos recogió a ti y a mí en el Calvario; Él pagó por nuestra fruta dañada. ¡Empecemos! A LA SOMBRA DEL En el centro del lugar se pega, en el suelo, una imagen de Jesús. Sobre esta imagen se pone un cartel con las siguientes preguntas (los niños y niñas no deben saber que la imagen de Jesús está ahí). ¿cómo te imaginas a jesús? Cuando todos respondan, se les indica que retiren el cartel, pues se encontraràn con alguien maravilloso. Luego cada uno en una hoja responderá las siguientes preguntas: ¿Quién es Jesús para ti…? ¿Qué importancia tiene en tu vida? ¿Cómo sientes a jesús, muy cerca, cerca, indiferente, lejos, muy lejos? RETO PARA EL REGRESO Cada uno de los niños y niñas, desde el conocimiento que tenga acerca de Jesús, debe realizar una biografía de Él. La promesa del padre, presente en nuestra vida de niños Yo derramaré agua sobre el cielo sediento, torrentes sobre la tierra seca; derramaré mí espíritu sobre tu descendencia, mi bendición sobre tu linaje. (Is.44, 39) Qué hace el Espíritu Santo: El Espíritu Santo nos relaciona con Dios Padre, cuyos misterios nos revela y de quien nos hace hijos. El Espíritu nos ayuda a orar, dándonos motivo para nuestra alabanza y supliendo nuestras imperfectas plegarias. Él nos da a conocer la voz de Dios y nos manifiesta sus designios, al hablar por medio de los profetas.


El Espíritu Santo nos permite creer en Jesucristo, nos recuerda cuanto enseñó Jesús, y así nos lleva a la verdad completa. Él nos da fuerza para dar testimonio de Jesús y nos transforma en imágenes vivas del Señor. El Espíritu Santo nos reúne a los creyentes y forma la Iglesia, la une, la santifica, la hace católica y apostólica. Él da vida por medio de los sacramentos, derrama sus dones y carismas y los usa para la construcción del Reino de Dios en la tierra. OBJETIVO Profundizar y reavivar la gracia del Espíritu Santo que se nos ha dado desde el día de nuestro bautismo. BRÚJULA El catequista realiza la siguiente lectura a los niños y niñas con el fin de profundizar sobre el tema de la promesa del Espíritu Santo; finalizando se le entrega a cada niño la hoja con el dibujo para colorearlo. También se necesitan unos anillos, una carta dentro de un sobre y una tarjeta de crédito. Las promesas cumplidas de Dios Todos los que estaban en la sinagoga lo miraban detenidamente, y él comenzó a hablarles: 'Hoy se cumple esta Escritura en presencia de ustedes'. (Lucas 4:20b-21). Las personas hacen promesas todos los días. Algunas veces le damos algo a la otra persona como símbolo de nuestra promesa, otras veces firmamos con nuestro nombre para sellar nuestra promesa y, en otras ocasiones, damos nuestra palabra a la otra persona ipara indicar que vamos a hacer algo. Estoy seguro de que han visto un anillo de matrimonio como este (se enseña el anillo). Cuando un hombre y una mujer se casan, usualmente se hacen promesas el uno al otro. Dicen algo como: "Prometo amarte en las buenas y en las malas, en la riqueza o en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, mientras los dos vivamos". Entonces intercambian los anillos como símbolo de esa promesa. Esta es una carta ordinaria como las que recibimos en nuestro correo diariamente. En el medio del sobre está el nombre y la dirección de la persona para la cual se está escribiendo. ¿Qué ves aquí en esta esquina del sobre? ¡Exacto! Un sello. Cuando el Servicio Postal te vende este sello y lo pones en una carta, representa su promesa de entregarla a la persona a quien está dirigida. No importa si está nublado o soleado, lluvioso o con nieve, si hace calor o frío, el correo llevará la carta. Esa es la promesa que este sello representa. Tú eres muy pequeño para tener una tarjeta de crédito, pero algún día probablemente tendrás alguna. Muchos adultos tienen tarjetas de crédito que utilizan para comprar cosas. Cuando compras algo usando tu tarjeta de crédito, tienes que firmar un papelito. Cuando lo firmas, estás prometiendo que pagarás los artículos que compraste con esta. Tu firma es tu promesa.


La gente hace promesas todos los días. ¿Cumplen sus promesas siempre?, desgraciadamente algunas personas no lo hacen. Dios hace promesas también, la biblia está llena de las promesas de Dios. ¿Cumple Dios siempre sus promesas?, ¡sí, lo hace! Uno de mis versículos favoritos de la Biblia es el que dice: "Todas las promesas que ha hecho Dios son 'sí' en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos 'amén' para la gloria de Dios" (2 Cor. 1:20). Eso es lo que nuestra lección bíblica de hoy nos enseña. Jesús estaba en la ciudad de Nazaret, en el sábado, haciendo lo que siempre hacía los sábados: Fue a la sinagoga. Se levantó y comenzó a leer en las escrituras las palabras del profeta Isaías: «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor". Cuando terminó de leer, se sentó. Todos los ojos estaban en Jesús. Entonces comenzó a hablarles: "Hoy se cumple esta Escritura en presencia de ustedes" (Lucas, 4: 20). Jesús vino a la tierra a cumplir las promesas de Dios. Todas las promesas de Dios son cumplidas en Él. ¿No sería maravilloso si tú y yo fuéramos tan fieles en cumplir nuestras promesas a Dios como Él es al cumplirlas con nosotros?


CAMINEMOS Quizá el mejor camino para conocer al Espíritu Santo sea recurrir a los símbolos que usa la biblia, cuando describe su actuar en el hombre y en la iglesia. Los principales símbolos son el viento, el fuego, el agua, el aceite, la paloma y el don. El catequista pide a los asistentes que se dividan en cinco grupos y les le entrega uno los símbolos del Espíritu Santo, con el fin de representarlos de manera lúdica. (Canciones, danzas, obras de teatro). 1. El fuego: el Espíritu descendió en lenguas de fuego sobre los apóstoles, en Pentecostés. El fuego purifica, ilumina y calienta. Eso hace el Espíritu en el hombre: lo limpia del pecado, le revela los misterios de Dios y enciende en los corazones el amor. 2. El viento: la palabra "espíritu" significa viento, aliento. Tal fue el huracán que sopló en Pentecostés, o el aliento de vida que exhaló Jesús sobre sus discípulos. Al llenarse del Espíritu Santo, los creyentes pueden respirar la vida del Señor, tener sus sentimientos, amar y pensar como Jesús. 3. El agua: Jesús invitó a beber del agua viva a cuantos estuviesen sedientos. Todos podemos beber de un mismo espíritu y ser bautizados en Él. Como si fuésemos peces, requerimos movernos en sus ondas para vivir. 4. El aceite: de acuerdo con las costumbres de los hebreos, a los sacerdotes, profetas y reyes se les ungía con óleo. Cristo y los cristianos quedamos ungidos por el Espíritu Santo, y embalsamados como por un perfume. Ese es el aceite que alimenta la lámpara de nuestra vida y hace que brille con buenas obras. 5. La paloma: este símbolo puede referirse a diversos acontecimientos bíblicos como la creación o el diluvio, o a pasajes de los salmos o del Cantar de los cantares. También puede ser un símbolo del pueblo de Israel. A LA SOMBRA DEL ÁRBOL. El catequista inicia la actividad realizando la siguiente oración. Orar, simplemente orar Un pobre campesino regresaba del mercado al atardecer. Descubrió de pronto que no llevaba su libro de oraciones. Se hallaba en medio del bosque y se le había salido una rueda de su carreta. El pobre hombre estaba afligido, pensaba que aquel día no iba a poder recitar sus plegarias. Entonces oró de este modo: “He cometido una verdadera estupidez, Señor. He salido sin mi libro de rezos. Tengo tan poca memoria que sin él, no sé orar. De modo que voy a decir cinco veces el alfabeto muy despacio. Tú, que conoces todas las oraciones, puedes juntar las letras y formar las plegarias que ya no recuerdo”.


Y Dios dijo a sus ángeles: “De todas las oraciones que he escuchado hoy, esta ha sido sin duda alguna, la mejor. Una oración que ha brotado de un corazón sencillo y sincero.” l terminar la oración, se reúnen los mismos grupos de la actividad anterior y se les dan las respectivas indicaciones para la realización de un Rompecabezas. Vamos a componer un rompecabezas:

1. En una cartulina grande hacemos el dibujo de una paloma y lo coloreamos. Si no lo coloreamos bien será imposible construir el rompecabezas. 2. La recortamos en muchas piezas como estas:

3- Escondemos las piezas en el lugar de juego.


Comienza el juego, todos a buscar nuestro “Espíritu Santo”. Una vez localizadas todas las piezas trataremos de construir la paloma del Espíritu Santo todos juntos. Se trata de trabajar en equipo ayudándonos unos a otros. Nota: según la edad de los participantes, se pueden recortar las piezas del rompecabezas más grandes o más pequeñas, para que sea más difícil o más fácil montarlo. RETO PARA EL REGRESO. Espíritu de Jesús Te ofrezco mi corazón para recibirte y que llenes mi vida. Dame la fuerza necesaria para vivir siempre como Jesús nos enseñó: Amando a todos y amando a Dios. Te pido que me ayudes a cambiar las actitudes egoístas que tengo en mi interior y todo lo que me aleja de Dios y de mis hermanos. Ayúdame a ser cada día mejor hijo, mejor hermano, mejor amigo... Te doy gracias por acompañarme y estar siempre a mi lado, ayudándome a distinguir las cosas buenas y las cosas malas, enseñándome a elegir siempre el camino del bien. Espíritu Santo, Espíritu de Jesús, ven a mi corazón y transforma mi vida para vivir como Jesús vivió.

3- CONOZCAMOS EL PENTECOSTES EN LA IGLESIA, EL ESPÍRITU ES PARA TI Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad. (Jn. 16, 13) DEL ESPÍRITU Jesús ha venido a traer vida en abundancia, pero Él murió y resucitó hace más de dos mil años, por lo que es lógica la pregunta: ¿Cómo se hace presente la salvación de Jesús el día de hoy? El Espíritu Santo es quien hace efectiva dicha salvación, haciendo presente a Jesús. El espíritu toca los corazones para que se abran a la palabra de la verdad. Él mismo llega al interior de cada persona y le hace saber del amor de Dios que está presente hoy en Jesús como el único salvador y señor. El Espíritu Santo hace nuevas todas las cosas, al cambiar nuestros corazones de piedra por corazones de carne. Él nos hace criaturas nuevas y comienza a instaurar en este mundo el reino de Dios.


El corazón del hombre sólo puede ser renovado por Dios, su creador. Nosotros podemos mudar las apariencias y hasta las formas externas de vida. Podríamos incluso cambiar de moral, pero el único que transforma el interior del hombre para hacerlo criatura nueva es Dios mismo, a través de su Espíritu Santo. Por eso, una de las últimas palabras de Jesús en este mundo a sus discípulos fue esta: " Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el defensor no vendrá a vosotros; y si me voy, os lo enviaré; cuando venga Él, el espíritu de la verdad, os guiará a la verdad completa" (Jn 16,7; 15,26; 16,13). OBJETIVO Vivir el Pentecostés en la iglesia como una experiencia personal que nos ayuda a ser fuente de amor. BRÚJULA Repartir a los niños una ficha para que puedan pintar cada parte de la paloma que representa al Espíritu Santo (como la de la muestra) y luego escribirán en ella cada uno de los 7 dones. Hacer ver a los niños que el espíritu de Jesús se manifiesta en nosotros por medio de los 7 dones. Gracias a ellos podemos actuar como buenos cristianos, construir comunidad en nuestra familia, en el colegio, con los amigos o en la catequesis. Gracias a ellos, las cosas más difíciles se nos pueden volver fáciles y sencillas. ¡Es que son un regalo de Dios! Cuando el Espíritu Santo “siembra” en nosotros estos dones, por ejemplo, el don de la fortaleza para ayudar a alguien que nos tiene cansados y nos pide ayuda, podemos responder “sí” o “no”. Si le respondemos afirmativamente, estos dones darán su “fruto”: al seguir ayudando a quien nos molestaba, aunque nos cueste, veremos que después nos sentiremos muy contentos. El don de la fortaleza nos produce alegría. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

Sabiduría Entendimiento Consejo Fortaleza Ciencia Piedad Temor de Dios.


CAMINEMOS A cada niño se le entrega la siguiente historieta. Deben leerla y escribir lo que más les gustó y por qué. También pueden colorearla.


A LA SOMBRA DEL ÁRBOL. El catequista propone reflexionar en torno a esta estas palabras de Jesús: “Dejad que los niños se acerquen a mí”, con el fin de conocer lo que el Espíritu Santo capacita en la vida cristiana. A continuación invita a realizar la siguiente actividad. Vamos a pescar: 1. -

Hacer peces de colores con cartulina. En cada pez escribimos, por una cara, una característica del Espíritu Santo y, por la otra, un número. Las características son: Nos enseña a orar. Nos capacita para entender la palabra de Dios. Nos da fortaleza. Nos ayuda a dar testimonio. Nos ayuda a cambiar. Nos ayuda a portarnos bien. Es un don de Dios.

2.

Colocar un clip en cada pez.

3.

Atar un imán al final de un trozo de cuerda o lana fuerte. Atar en el otro extremo de la cuerda a la punta de un palito.

4.

Colocar los peces en una recipiente seco y ¡a pescar! cada jugador tendrá su palito para pescar e irá anotando los puntos de los peces que saque y dirá en voz alta qué le da el Espíritu Santo.

5.

Gana el jugador que más puntos tenga.


MATERIALES: cartulinas. tijeras. clips. cuerda o lana. palitos o pajitas. palangana. imanes. RETO PARA EL REGRESO. Oración Dios todopoderoso y eterno, que en el Bautismo de Cristo en el Jordán quisiste revelarnos que Él era tu Hijo amado, enviándole tu Espíritu Santo, concédenos a nosotros, hijos de adopción, renacidos del agua y del Espíritu Santo, la perseverancia continua en el cumplimiento de tu voluntad. Por Nuestro Señor Jesucristo. Realizar la siguiente sopa de letras.

CREER CORAZON RECIBIR VENIR ESPIRITU SANTO BEBER

ESCRITURAS JESUS SED GLORIFICADO AGUA VIVA


4- NIÑOS Y NIÑAS DIOS NOS LLAMA PARA SER IGLESIA Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos. (Mateo 16,18-19). Jesús, para hacernos entender lo que es la Iglesia, quiso explicarla a través de imágenes o figuras: redil, cuya puerta es Cristo; rebaño, que tiene por pastor a Cristo; campo y viña, cuyo dueño es el Señor; edificio, cuya piedra angular es Cristo, que tiene a los Apóstoles como fundamento y en el que los demás somos piedras vivas y necesarias. Cristo quiso fundar una sola Iglesia en la que todos somos iguales por el Bautismo pero, al mismo tiempo, la quiso gobernada por Pedro y los demás apóstoles. Todos somos Iglesia y pueblo de Dios, sí, pero Cristo dio a Pedro y a los demás apóstoles la misión y la autoridad para guiar, santificar y regir a sus hermanos. BRÚJULA El catequista entrega la siguiente lectura a los niños y niñas y les pide que se reúnan por grupos y la lean con atención. Al finalizar, el grupo debe realizar una frase alusiva a la lectura y sustentar por qué es importante conocerse a uno mismo. Conocer para amar Una pareja, totalmente enamorada, me contaba el otro día que para ellos la mayor aventura de sus vidas había sido conocerse. Entonces le dije que el principio de la sabiduría –siguiendo la filosofía y la corriente espiritual cristiana y la oriental– era conocerse a sí mismo. ¿Por qué?, me dijeron con cierto aire de inquietud en sus ojos bañados de una preciosa luminosidad. Muy sencillo, les contesté. El conocimiento de sí mismo es la autopista para llegar a todas partes con plena seguridad y con el corazón feliz y rebosante de alegría. El conocimiento de sí mismo es la misma plenitud humana. Una persona que se conoce a sí misma, se convierte en un filtro por el que pasa sólo lo que es digno, bueno y bello. Lo demás se rechaza. Nuestras relaciones –seguían hablando– marchan muy bien desde el día de nuestro primer encuentro, en el cual comenzamos una carrera brillante basada en el conocimiento mutuo.


No hemos tenido decaimientos, ni rupturas, ni desengaños. Andamos por un camino de rosas. Nuestro conocimiento hace que las espinas que se ocultan tras la belleza de las rosas, no nos pinchen ni hieran nuestras relaciones. No se trata de un conocimiento intelectual o analítico. Se trata de acercarnos el uno a la otra o, viceversa, con la confianza que engendra el afecto en el marco del diálogo que crea intimidad en nuestras vidas jóvenes. Nuestros corazones son océanos por los cuales solamente navegan los barcos de la amistad, el conocimiento sincero y el crecimiento de dos enamorados que maduran. ¡Vive hoy feliz! CAMINEMOS. En la Iglesia toda tarea es importante, cuando se coopera a la realización del reino de Dios. La barca de Pedro, para que pueda avanzar con seguridad, necesita numerosas tareas escondidas que, junto con otras más visibles, contribuyen al desarrollo regular de la navegación. Es indispensable no perder jamás de vista el objetivo común, es decir, la entrega a Cristo y a su obra de salvación. Dos mil años navega la barca de Pedro, como Cristo ordena: “pescadora de hombres”. La Iglesia se asocia con la misión de Cristo, que invita a la conversión del corazón, porque el Reino de Dios está llegando. En las manos frágiles y mortales de los discípulos, deja Jesucristo la tarea de extender el Reino mediante la predicación y el testimonio, que deben ser interpelantes y atractivos para los seres humanos de cada época. Nada puede la iglesia por sí misma. Todo le viene de Cristo: la misión, la tarea, la fuerza. “Sin Mí nada podéis hacer.” (Jn 15,5). El catequista explica la actividad a realizar: Los niños y niñas deben construir, con material reciclable, una barca donde se puedan meter, para hacer realidad la tarea que tiene la iglesia de ser pescadora de hombres y anunciar la buena nueva en todos los confines de la tierra. Materiales: Cartón, pegante, pintura, red, pita. Cada uno se mete en su barca y realizará un recorrido por el lugar, donde estarán las siguientes bases: La Conversión: El hombre está llamado a una experiencia de acercamiento a Dios, partiendo desde su realidad y teniendo presente lo que lo aleja del creador: la envidia y el rencor entre otras.


39 Discípulo: Todo cristiano, desde el bautismo, está llamado a ser discípulo, teniendo presente la oración, la lectura de la palabra de Dios y la eucaristía, que es el centro de toda la vida cristiana. Misionero: “Id por todo el mundo y haced Discípulos”, tarea de cada uno desde nuestras familias y desde nuestro ser de jóvenes. Santidad: “La Santidad se refleja estando siempre alegres”, en el servicio a los demás, siendo conscientes de que no solo es para los religiosos y sacerdotes sino para todos los cristianos. Jesús: Es el centro y el reflejo de nuestras vidas. La conclusión del trabajo por bases es la invitación a ser discípulos y misioneros desde nuestra comunidad, teniendo presente el trabajo con nuestros jóvenes y niños. A LA SOMBRA DEL ÁRBOL. El catequista publica la siguiente imagen a los niños y niñas y les pide que la observen detenidamente. Cada uno, en una hoja, debe escribir que significa.


40 Queridos niños: Cuando derramaron sobre la cabeza el agua bautismal, mientras el sacerdote decía: Yo te bautizo en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, quedamos limpios, bañados y sepultados en la muerte de Cristo, para ser criaturas nuevas por su resurrección. Este singular e irrepetible misterio lo hemos vivido, tal vez, sin darnos cuenta, pero ahora, Jesús nos invita a profundizar y comprender la grandeza del bautismo que recibimos. Realizar una Oración que dé gracias a Dios por nuestro bautismo. RETO PARA EL REGRESO A cada niño y niña le regalan la siguiente oración. Desde el corazón Jesús, desde el corazón, preparamos nuestro barco con todo lo necesario para navegar por tu mar. Metemos en él nuestro cariño, para repartir a los que encontremos; metemos nuestra alegría, para que nadie esté triste; metemos nuestra generosidad, para que a nadie le falte nada. Gracias, Jesús, por no dejarme solo, en este navegar. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

4- MARIA, MODELO DE LA IGLESIA “Mi alma glorifica al señor, y mi espíritu se alegra se en Dios mi salvador” (Lc. 1,47). OBJETIVO Experimentar el amor de María como nuestra Madre, nos acerca al misterio de Jesús encarnado. BRÚJULA

El nombre de MarÍa Dime niño cuántas letras Tiene el nombre de María. Dime niño, dime niña, Dímelo con alegría. ¡CINCO¡ Le “eme” de Madre, la “a” de amiga, la “erre” de rosa, la “i” de inmaculada, la “a” de amor


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María es nuestra MADRE del cielo: nos cuida y protege, no nos deja solos, sobre todo cuando estamos tristes o Nos alejamos de Jesús. ¿En qué momentos has sentido tú que María cuida de ti? Dibújalo. A LA SOMBRA DEL ÁRBOL María de Nazaret lleva en su corazón lo que el ángel le ha anunciado: ser Madre de Dios; y en su vientre, al verbo haciéndose carne. Dios se hace presente en la visita alegre de María, cuya única pretensión es llevar la alegría de Dios. La Virgen María hace pues lo que tiene que hacer la iglesia: peregrinar por los caminos de la fe, con el riesgo propio a que se expone quienes transitan por los caminos de la vida. Es consecuencia de la misión. “La alegría cristiana es una realidad que no se describe fácilmente porque es espiritual y también forma parte del misterio. No apaguen esta alegría que nace de la fe en Cristo resucitado, que también testimonia la alegría a sus hermanos. Testimonien la alegría, habitúense a gozar esta alegría” Juan Pablo II. La iglesia debe aprender de María; porque si la virgen con su presencia llenó de alegría a Isabel y al niño, ¿hasta dónde estamos dispuestos a dejarnos conmocionar por Jesús para salir a anunciarlo y compartirlo?


PARA EL CRUCIGRAMA: Horizontal: • 1. José y María fueron a ______________, donde nació Jesús. • 3. __________________ era un carpintero. • 5. María nos enseña _____________________. • 6. ______________es la Madre de Jesús • 8. ________________ María, llena de gracia. Vertical: • • •

2. El ____________________ le dijo a María que sería la Madre de Jesús. 4. El “Ave María es nuestra _________________ especial para María. 6. María es la ___________________________ de Jesús. 7. María dijo _________________ a Dios.

RETO PARA EL REGRESO: En la escuela, en la catequesis o en diferentes espacios has aprendido oraciones para nuestra madre del cielo. Piensa en la que más te gusta o resulta significativa y comprométete a orarla con frecuencia. Es más, puedes componer tu propia oración o canción de amor a María.


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