Cuentos Versionados

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Versionando Cuentos


Primera edici贸n diciembre de 2011 Colecci贸n Cuentos Versionados de 3潞 ESO Ilustraciones Varias Alumnos de 3潞A del IES Alcor Villalba del Alcor (Huelva)


LA BESTIA Y LA BELLA, O VICEVERSA.

Bella se fue corriendo y por el camino a casa, que quedaba bastante lejos ,se encontró con un hermoso castillo. Vio un jardín bastante descuidado, un lago con muy poco agua. Se mojó un poco la cara para espabilar y, después de cuquear un poco por allí decidió entrar en el castillo. La puerta estaba abierta y entró sin avisar, con tan mala pata que una tetera vieja y desconchada salió volando del impacto. Esta le dijo: _ Quilla, Ten más cuidaito. _ Uy, perdón, no te había visto_ respondió Bella. Tras hablar un rato con la pesada de la tetera, que se veía que pasaba mucho tiempo sola, ola, cuando de repente, algo difícil de identificar

Capítulo: LA BESTIA Y LA BELLA, O VICEVERSA.

Un día paseaban Bella y su padre por el campo como era su costumbre, cuando de pronto, al padre le dio un jamacuco y tal fue su suerte que su pantalón quedó prendido en un cardo, desgarrándose casi por completo. Bella le dijo: _ Papá,, ¿Qué pasa que te has quedao medio alelao? _ Uy, niña, que me he desgarrado el pantalón y tengo muchísimo frío, anda y ve a casa a por una muda.

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cubierto de pelo descendía por las escaleras. Con una voz poco viril, dijo: _ ¿Tú qué haces aquí? Venga ,fuera ahora mismo. _ Pero, señor, o lo que seas, espere un momento. _ Serás malcriá. Entras en mi casa sin permiso a cuquearlo todo y encima me insultas. ¡Susi, ataca! De pronto, un perro diminuto, le dio un bocao en las medias y le hizo una carrera enorme. Bella para calmarlo le decía:

El alboroto dio paso a la tranquilidad, y Bella pudo explicar el incidente de su padre y la necesidad de ropa nueva. La Bestia contestó: _Mira niña, ve tú a cogerlo que tengo una pata mala. Sube las escaleras, sigue el pasillo, la primera que ves a la izquierda no, la segunda es la del baño, la siguiente a la derecha es mi habitación. Allí hay un armario alto y oscuro, encontrarás algo de mi ropa, eso sí, espero que tu padre sea un buen mozo, jajaja. Tras la explicación, Bella se dispuso a subir las escaleras, pero de pronto La Bestia llamó su atención: _ Guapa, espera, se me olvidaba una cosa. En mi mesita de noche hay una rosa en un tarro de cristal, tráela, si eres tan amable.

Capítulo: LA BESTIA Y LA BELLA, O VICEVERSA.

_Anda, bonita, no me muerdas más. Susa, Suso, Susi, como te llames, para ya, que estamos en crisis, la vida muy cara y no tengo para más ropa.

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Bella frunció el ceño, y contestó afirmativamente. Subió al cuarto de La Bestia y cogió un pantalón enorme color pardo. Vio la rosa, marchita, casi sin hojas y pensó: “ Esto me da mala espina, yo cojo la ropa y salgo de pira”. Descendió las escaleras deslizándose por la barra, dio las gracias a voces y salió corriendo en busca de su padre.

Vestido como un bufón y acompañado de su hija, retomaron el camino a casa. Y culorín culorado, el padre de Bella se había ortigado.

Capítulo: LA BESTIA Y LA BELLA, O VICEVERSA.

Cuando llegó al lugar donde lo había dejado, lo encontró tendido boca abajo, en la hierba, con el culo fuera y magullado, pero ella no le prestó demasiada atención ya que el viejo era un poco excéntrico. _ Opá, ya estoy aquí. Toma la ropa. _ ¿Ahora llegas? Casi muero de congelación, que sepas que esta noche no ves El Barco. _ Pero… es que he llegado a un castillo donde había una bestia enorme y … _ Basta de historias, que tienes mucha fantasía. Dame el pantalón.

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Capítulo: LA BESTIA Y LA BELLA, O VICEVERSA.


CAPERUCITA VERDE

Su padre se llamaba José, conocido en el pueblo como Pepillo. A su madre; Leobigilda, la llamaban Leo. Un día, Leo le encomendó a Adelaida un recado: _ Caperu, debes ir a casa de tu abuela Robersia a llevarle la medicina que le toca a las 6, y le das a tu abuelo la comida. _ Vale, mamá, pero ahora después, cuando termine el partido que estoy viendo. Caminando por el bosque, Caperucita tropezó con tres guarrinos que estaban tomando el sol, a pecho descubierto. Ella, les preguntó:

Capítulo: CAPERUCITA VERDE

Había una vez una niña que se llamaba Adelaida, y su apellido era Caperuza. Todos la llamaban cariñosamente Caperucita. Esta chica tenía especial predilección por el verde, y era casi su vestimenta habitual. Su deporte favorito era el rugby, le encantaba la música, era alegre y divertida.

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Caperucita siguió su camino y se encontró con Picorcho, que estaba hecho de corcho. Ella le preguntó: _ ¿Qué te trae por aquí? _ Tú sabes que al estar hecho de corcho, mi cerebro no discurre y no sé cuál es mi cuento. _ Vente, que te ayudaré_ respondió la joven. Siguieron caminando por el concurrido bosque y encontraron a una joven ven niña, vestida de rojo y un poco enfadada que dijo: _ ¡Tú, impostora, me has robado el cuento!. _ Lo siento, pero siento el color verde y es el que llevo, el rojo aquí no le gusta a nadie. Ahora yo soy la prota. Hay que renovarse. Adelaida, nuestra joven, encontró el apoyo de otros personajes que transitaban por el bosque y dejó atrás a su rival. Continuaron su camino, y a la entrada de la casa de doña Robersia, encontraron a un lobo que los asaltó de pronto diciendo: _ Umm, seréis mi cena, jajaja. jaja Caperucita y sus amigos se apresuraron y entraron en casa de la abuela. El lobo corrió tras ellos y los golpeó, los dejó inconscientes y fue comiéndose uno a uno.

Capítulo: CAPERUCITA VERDE

_ Hola, ¿qué hacéis por aquí? _ Ibamos con un gran grupo de trabajo, a construir unas casas, pero nos perdimos y hemos decidido descansar en este lugar tan plácido.

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Cuando terminaba de deleitarse con su manjar, un joven príncipe entró por la ventana a la voz de: _ Blancanieves, yo te salvaré. El lobo, sorprendido pensó: _ ¿ Éste qué hace aquí? El príncipe, que sabía de ingeniería y era un chico muy apañao, ideó un plan. Sacó un tubo de su mochila, la introdujo por la boca del lobo hasta llegar al estómago, y uno por uno los fue sacando a todos. En su lugar, introdujo piedras en su barriga. Caperucita, tras salir, le hizo esta advertencia al lobo:

Capítulo: CAPERUCITA VERDE

Habrás aprendido que por un manjar suculento, tienes tu merecido por mucho tiempo, ahora harás lo que aquí te encomiendo: “ a estos personajes devuelve a su cuento”.

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Capítulo: CAPERUCITA VERDE


Una mañana cabello de oros y sus amigas se escaparon del instituto y se fueron al bosque a hacerse fotos y a pasar allí el día. Cerca de allí, había una mansión muy linda, y como cabello de oro era muy curiosa, se acercó hasta la puerta de la mansión. Y empujó. La puerta estaba abierta. Y vio una mesa. Encima de la mesa había tres tazones con macarrones. Uno, grande; otro, mediano; y otro, pequeñito. Cabellos de Oro tenía hambre, y probó los macarrones del tazón mayor. ¡Uf! ¡Está muy caliente! Luego, probó del tazón mediano. ¡Uf! ¡Está muy caliente! Después, probó del tazón pequeñito, y le supo tan rico que se la tomó todo, todo.

Capítulo: CABELLOS DE ORO

CABELLOS DE ORO

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Había también en la casita tres sillas azules: una silla era grande, otra silla era mediana, y otra silla era pequeñita. Cabellos de Oro fue a sentarse en la silla grande, pero esta era muy alta. Luego, fue a sentarse en la silla mediana. Pero era muy anch ancha. Entonces, se sentó en la silla pequeña, pero se dejó caer con tanta fuerza, que la rompió. Entró en un cuarto que tenía tres camas. Una, era grande; otra, era mediana; y otra, pequeñita. La niña se acostó en la cama grande, pero la encontró muy dura. Luego, se acostó en la cama mediana, pero también le pereció dura. Después, se acostó, en la cama pequeña. Y ésta la encontró tan de su gusto, que Cabellos de Oro se quedó dormida. Estando dormida Cabellos de Oro, llegaron los dueños de la casita,, que era unos jóvenes muy guapos, y venían de dar su diario paseo por el bosque mientras se enfriaba los macarrones.

El joven grande, gritó muy fuerte: -¡Alguien ¡Alguien ha probado mis macarrones! El joven mediano, gruñó un poco menos fuerte: ¡Alguien ha probado mis macarrones! macarrones! El joven pequeño dijo llorando con voz suave: se han tomado todos mis macarrones. Los tres jóvenes se miraron unos a otros y no sabían que pensar. Pero el joven pequeño lloraba tanto, que su hermano mayor quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no hiciera caso, porque ahora

Capítulo: CABELLOS DE ORO

Uno de los jóvenes era muy grande, y usaba sombrero, porque era el mayor. Otro, era mediano y usaba gafas, porque era el más liso. El otro, era un joven muy pequeño y usaba gorrito: un gorrito pequeñín.

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iban a sentarse en las tres sillitas de color azul que tenían, una para cada uno. Se levantaron de la mesa, y fueron a la salita donde estaban las sillas. ¿Que ocurrió entonces?. El joven grande gritó muy fuerte: -¡Alguien ha tocado mi silla! El joven mediano gruñó un poco menos fuerte.. -¡Alguien ha tocado mi silla! El joven pequeño dijo llorando con voz suave: se han sentado en mi silla y la han roto! Siguieron buscando por la casa, y entraron en el cuarto de dormir. El joven grande dijo: -¡Alguien se ha acostado en mi cama! El joven mediano dijo: -¡Alguien se ha acostado en mi cama! Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Cabellos de Oro, y el Osito pequeño dijo: -¡Alguien está durmiendo en mi cama!

Como estaba abierta una ventana de la casita, salto' por ella Cabellos de Oro, y corrió sin parar por el bosque hasta que encontró el camino de su casa. FIN

Capítulo: CABELLOS DE ORO

Se despertó entonces la niña, y al ver a los tres jóvenes tan enfadados, se asustó tanto, que dio un brinco y salió de la cama.

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Capítulo: CABELLOS DE ORO


HANSEL, GRETEL Y LOS TRES OKUPAS.

Capítulo: HANSEL, GRETEL Y LOS TRES OKUPAS.

Había una vez dos hermanos aburridos de la vida que salieron a dar una vuelta por el Palo, se alejaron mucho de su barrio y se les hizo de noche. Estaban perdidos, y como habían discutido con sus padres, querían darles un escarmiento. Pasó el tiempo, estaban hambrientos y decidieron entrar en una casa medio derruida que parecía habitada por okupas.

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Entraron, y como no había nadie, decidieron buscar algo de comida. Encontraron únicamente tres platos de cocido con una pinta horrible, pero como el hambre apremiaba, decidieron comérselos. Se tumbaron a descansar y a hacer la digestión, pero los platos debían estar en malas condiciones, así que entre vómitos e idas y venidas del baño, pasaron n largo rato.

Un rato después escucharon un ruido. Eran los chicos que ocupaba esa casa desde hacía algún tiempo. Notaron que había intrusos en su casa, les faltaba su cena y decidieron investigar. Descubrieron a los dos hermanos durmiendo y los asustaron: _ ¡A por ellos, gritó el mayor!. Los chicos, asustados, se levantaron y huyeron por una ventana próxima. Siguieron caminado y encontraron el camino de vuelta. Llegaron a casa: allí estaba toda la familia, unos habían salido a buscarlos, otros con la policía, y sus padres, muertos de miedo , esperaban ansiosos el regreso de sus hijos. Estos, avergonzados, pidieron disculpas a sus padres, y les contaron que se habían perdid perdido, o, aunque omitieron los detalles de lo ocurrido.

Capítulo: HANSEL, GRETEL Y LOS TRES OKUPAS.

Cuando hubo pasado lo peor, buscaron un sitio en el que dormir un rato. Encontraron algo similar a unas camas: la primera estaba constituida por un cacho de piedra con un cojín encima; la segunda, era una sábana sobre una mesa coja; y por último, un colchón sucio y maloliente. Ante este panorama, decidieron tumbarse en el suelo.

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Capítulo: HANSEL, GRETEL Y LOS TRES OKUPAS.

A partir de este momento, cambiaron su actitud. Decidieron dejar atrás la rebeldía y demostrar a su familia lo mejor de cada uno.

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Capítulo: HANSEL, GRETEL Y LOS TRES OKUPAS.



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